Cuando abrí la puerta, aparte de un frío desolador que anunciaba el fin de un largo ciclo, también me recibió la figura de un tipo que me genera sentimientos conflictuados. Me quedé mirándolo un segundo, viendo como observaba el horizonte como si le fuera a contestar algo y, tras negar con la cabeza, me acerqué.

¨¿Y bien? ¿Por qué me llamaste ahora de todos los momentos, Hayama?¨

El tipo perfecto que últimamente parece mirarme por encima, en lugar de mirarme, se quedó observando el cielo anaranjado. El atardecer del invierno pegaba duro y aún más en la azotea. Pero, extrañamente, no tenía frío. Sintiéndome de cierta fomra acobijado por una fuerza que se hizo presente hace instantes, supuse que el resfriado sería problema del Hachiman del mañana.

¿Ahora? Todavía me encuentro embriagado del ambiente. Y si, sé muy bien lo raro que es el que yo lo diga...

¨... ¿Te divertiste, Hikigaya?¨ Aún sin mirarme, me habló con un tono que no traicionaba ninguna expresión en particular. Lejos de molestarme, me tomé unos segundos para tratar de dar una respuesta que nos satisficiera a ambos. Cuando la encontré, no pude evitar pensar en lo mucho que habían cambiado las cosas.

¨... Más o menos. No me desagradó. La tarta estuvo buena¨ Una tontería es lo que nos llevó a hacer esta pequeña celebración en el Club de Servicio. Yuigahama estaba a un paso de poder tener las notas necesarias para ir a una buena universidad, Zaimokuza logró que uno de sus manuscritos ganara un concurso y el club de tenis, más bien Totsuka en específico, logró llegar a las nacionales. Todo un hito en la escuela.

Pequeñas cosas, victorias que sirven para hacer más amena la espera de lo que sé ocurrirá en un futuro cercano. Un futuro que nos afecta a ambos mucho más que el resto. Por eso, queriendo devolver el gesto, pregunté. ¨¿Y tú, Hayama? Sé que dijiste que querías tomar aire fresco, pero eso fue hace más de diez minutos. ¿Te pasa algo?¨

Pregunta retórica. Sé lo que le pasa. Lo que nos pasa.

En lugar de contestarme para seguirme el juego, Hayama me miró finalmente a los ojos. Con una expresión que decía un montón de cosas pero a la vez ninguna, sentí que, de cierta forma, estaba viendo algo que no debería. Una sensación que tengo. Devolviendo el gesto sin pretensiones, lo que sea que Hayama esperara en mí, no lo encontró, y suspiró para desestresarse.

Volviendo a mirar al horizonte. ¨Me iré a Estados Unidos a final de año¨

¨... Ya veo...¨

Es un secreto a voces entre yo, Kawasaki y él: nunca lo ha confirmado a nadie y Miura todavía guarda esperanzas de que puedan seguir juntos en el futuro. Pero escucharlo afirmar que se irá, que será esto efectivamente un fin de ciclo... no diría que me pone triste: nunca fui lo suficientemente cercano para eso. Pero me genera un sentimiento extraño, imposible de descifrar.

¨Mis padres querían que fuera a estudiar a Europa, pero insistí en ir a Estados Unidos. Siento que es lo mejor para empezar de nuevo. Hacer las cosas bien¨ Lejos de molestarme ese tono pretencioso, solo pude sonreírle amargamente mientras me reía sin gracia. Esta vez yo también queriendo ver ese cielo anaranjado, comunicarme con el mundo, nos quedamos como dos estatuas.

Inmóviles, inmutables y que solo pueden ver el paso del tiempo.

¨¿Ves las cosas un poco más desde mi perspectiva, Hayama?¨ Este último año ha sido especial en muchos sentidos. Caí en lo más profundo y logré estabilizarme lo suficiente para seguir de pie. No obstante... temo el día en que esto termine: en que deba hacerme cargo sin todo el apoyo que me han brindado esta gente. En que yo también deba comenzar de nuevo.

¨No lo sé. Hay mucho de mí que no sé, pero... me gustaría tener vínculos más fuertes. Aunque eso signifique abrirme más de lo que quiera¨

Una carcajada gustosa se escapó de mis labios mientras lo veía, encontrándome a un tipo que parecía saber tanto de sí mismo como la mayoría de la población: absolutamente nada. ¨Bueno, si te sirve de consuelo, no creo que tus vínculos actuales hayan sido tan superficiales. Quizás en el pasado, pero ¿con qué cara puedo decirte eso ahora?¨

No son malas personas. Son buenas de hecho, aunque Miura se esfuerce un montón por hacerme dudar de mis pensamientos.

Hayama sonrió amargamente mientras seguía mirando al cielo. ¨Tu y yo somos diferentes. Quizás el vínculo que formaste con ellos fue más honesto, pero conmigo las cosas no han cambiado nada... Incluso ahora, solo estoy huyendo de lo que hice. De lo que no hice¨

Es una pena, pero no es algo que pueda rebatirle a Hayama. No necesariamente porque no quiera, sino porque la cara es la de un tipo que de verdad piensa todo lo que dice. Es la de alguien que pensó y pensó las cosas hasta llegar a una conclusión, una que no se podrá quitar ni ahora o en el futuro cercano. Tal vez, incluso, sea un pensamiento con el que lidiará toda su vida.

Lo que pudo ser, aquello que se perdió y no se puede recuperar... Lo cierto es que iniciar de nuevo, por más cobarde que suene, es lo mejor. No puedes quedarte estancado en el pasado: tienes que avanzar. Es un hecho absoluto de nuestro mundo, uno que yo tendré que seguir tarde o temprano, aunque me lleve años. Aunque tenga que... dejarla atrás.

... Pero, dicho eso...

¨... Incluso así, al final te divertiste, ¿no?¨

Hayama se mostró sorprendido por mi respuesta y no pude evitar sentir que esto no se acercaba nada a quien quiero ser. ¿Desde cuando Hikigaya Hachiman valora las relaciones superficiales? Nunca lo ha hecho ni nunca lo hará... así que es obvio lo que quiero decir con esto, ¿verdad?

Aunque no sea como amigo ni nada semejante, yo... yo quiero ayudarte un poco, Hayama. Como tú me ayudaste a mí.

El rubio se quedó analizando mis palabras, mis intenciones y tratando de ver cuál era mi intención secreta con todo esto. Nos quedamos en esta situación incómoda para mí más tiempo del que me gustaría... pero cuando lentamente apareció en su rostro una sonrisa relativamente relajada, como si acabara de encontrar un poco de confort, sentí que todo valió la pena.

Dios, de verdad he cambiado. Me pregunto si esto durará cuando me quede solo.

¨... Si, me divertí mucho. Ellos... me hicieron pasar un buen rato¨ Con unos ojos que transmitían mil sentimientos diferentes, Hayama Hayato pareció encontrar su respuesta. O al menos encontró en él el valor para avanzar. Sintiéndome feliz por él, le sonreí a cambio... aunque una parte de mí tenía un poco de envidia.

Me gustaría un día mirar todo esto y sonreír igual...


¨... Um, Hoshino-san, ¿qué tienes ahí?¨

¨Una máquina de afeitar, por supuesto. ¡Es de muy buena calidad! ¡Deberías probarla!... Como, ahora mismo¨

Sus palabras, lejos de aclararme dudas, solo me generaron aún más. Miré a la sonriente Hoshino-san que parecía casi que orgullosa de sus acciones y luego bajé a la máquina de afeitar que, de hecho, exhudaba derroche de dinero por el mero envase. Volví a mirar a Hoshino-san que no cambió ni un poco su expresión y luego terminé por cerrar los ojos para evitarme contagiarme de... esto.

Sobra decir que ayer no estudié de la mejor manera. Hoshino-san no incordió más allá de su presencia, pero es innegable que no pude concentrarme del todo con alguien más presente, sobretodo una chica tan distinguida como ella. Me fue imposible tararear una melodía, hablar conmigo mismo y todas esas cosas que suelo hacer para relajarme cuando estoy estudiando, por lo que todo acabó conmigo no siendo del todo productivo.

Comparándome con Yuigahama no estuve tan mal y prometimos ir a estudiar juntos pronto, pero... de verdad quiero tener tiempo para estudiar en paz. Por eso, a pesar de su buena voluntad, los deseos de pedirle amablemente que se fuera no eran escasos. Si no lo hice todavía se debe meramente a la cortesía... y a que me dio dinero.

El dinero es bueno. Puedes comprar la felicidad y el que diga que no es que no le han dado suficiente dinero. Pero divago. ¨Hoshino-san, aprecio mucho el sentimiento, pero no necesito una máquina de afeitar. La que tengo funciona perfectamente¨

¨Entonces, ¿por qué no la usas? Y cuando la vi estoy segura de que ya estaba vieja. Entiendo que eres un hombre, pero renovar tus productos de limpieza no está mal¨ Negué ante su insistencia mientras dejaba en la mesa mi taza de café.

¨Dejando a un lado el hecho de que tu opinión de los hombres es estereotípica en el mejor de los ca... Hoshino-san, ¿cuando entraste a mi baño?¨ Mi repentina comprensión de sus palabras parecieron extrañarla un segundo y luego volver a ponerme su sonrisa de Idol, una que siempre ha tenido un toque de falsedad pero ahora mismo era la mentira encarnada. Mientras se acrecentaba mi incomodidad, ella dejó el objeto del demonio en la mesa y sacó algo más de su bolsa de plástico.

¨¡Tachán! ¡También te compré una crema! ¡Dicen que es muy buena! ¡No vas a ni sentir la máquina! ¡Y me aseguraron que es muy suave!¨ Mi ceja derecha comenzó a temblar al imaginarme a Hoshino-san vestida de forma sospechosa siendo atendida por un hombre en sus cuarenta que le hablaba de estos productos como si fueran un regalo para su novio o una de esas mierdas. ¡Y de verdad creo que eso es así porque la bolsa tiene un corazón!

Dios... Esta mujer me va a dar algo.

Tratando de evitar hacer una escena ante las buenas intenciones, intenté explicar la situación de una buena manera. ¨Escucha, Hoshino-san, de verdad aprecio el dinero que te gastaste en mí y prometo que voy a devolvertelo, pero en serio no necesito esto. Mis productos son suficientes para mí¨ Mis palabras, lejos de hacerle entender a la chica que estaba haciendo algo innecesario, solo la mantuvieron sonriendo como siempre mientras rebuscaba algo más en su bolsa.

¿Ahora qué va a ser?

¨¡También tienes una colonia! Fue un poco difícil elegir una que no oliera demasiado fuerte: no soy fan de los olores fuertes en las colonias. ¡Pero este es perfecto! Es agradable, no se nota tanto y tiene el logo de un hombre haciendo flexiones. A los hombres les gusta eso, ¿verdad? ¡Serás un auténtico hombre, Hikigaya-san!¨

... ¿Acaso se está burlando de mí? Lo está haciendo, ¿verdad?

Quitándome de la cabeza esos pensamientos groseros, suspiré y, contra mis deseos, agarré la colonia 'bien masculina' que Hoshino-san me estaba ofreciendo. Como dijo, había un super hombre demostrando una vez más la inferioridad de la raza japonesa frente a la europea. Volví a suspirar al imaginarme qué habrán creído que éramos Hoshino-san y yo mientras compraba todo esto. Cuanto más veo este logo, más creo que me habrán considerado un sub-hombre.

Que es un poco cierto, pero nadie tiene que saberlo.

Apoyando el insulto máximo a mi hombría junto al café con mucha azucar, miré a Hoshino-san antes de que fuera a sacar un preservativo o algo peor. ¨¿Por qué me compraste todo esto, Hoshino-san? Entiendo que no tengo... la mejor apariencia, pero debes entender bien cómo alguien podría tomarse todo esto. No amar es una cosa, pero debes tener conciencia social¨

... La tiene, ¿no?

Hoshino-san bajó un poco las revoluciones a su sonrisa de Idol perfecta y me dio, si bien todavía una sonrisa, se acercaba más a una que me daría una persona que quiere ser amable conmigo, que cree estarme haciendo un favor. ¨Bueno, si, ahora que lo dices quizás me excedí un poco, pero de verdad no se me ocurrió una mejor manera de transmitirte lo que quiero. No me gusta decirlo, pero tengo qué, ¿verdad?¨

Esas últimas palabras vinieron con una sonrisa un poco más cansada, algo que esperaba de la chica que tiene que lidiar con las mierdas del mundo del espectáculo a diario. Mientras asentía y dejaba que el silencio necesario para formular bien sus palabras hiciera su magia, pensé un poco, de nueva cuenta, en quién era Hoshino-san. En la mujer con la que estoy tratando y a la que debo enseñarles cosas que ni yo sé.

Yuigahama y Hoshino-san no son tan diferentes a nivel superficial. Quizás tengan pensamientos distintos en algunas cuestiones fundamentales, pero ambas son chicas que se muestran alegres ante el mundo, que esconden pensamientos no tan bonitos sobre sí mismas y que tienen una lucha cuesta arriba por obtener el amor. Quizás la clave es que Yuigahama hace tiempo que tuvo claro lo que quiere y es a mí. Hoshino-san... todavía tiene un camino que recorrer.

Es una chica hermosa, talentosa en su campo, con muchos fans y que no entiende muy bien del amor, o más bien tiene una versión del amor que es incompatible con mi visión. Es... no una chica problemática, sino lo suguiente. Tratar con ella es involucrarse en un montón de cuestiones que me son ajenas, pero así como eso me pasa a mí, ella no tiene nociones completas del mundo del que vengo.

No sé si tendrá a alguien que cumplió ese rol, pero dudo en serio que tuviera una Hiratsuka-sensei. Ni tampoco fricciones con compañeros de clase o algún noviazgo que salió mal. Es una chica que viene de otro lado, de otro mundo y que se maneja de formas distintas... Como por ejemplo...

¨Hikigaya-san, lo cierto es que no me gusta como te ves¨

¨... Si, lo suponía¨

Las apariencias físicas.

El valor que le encontramos al físico, al exterior, es muy diferente. Incompatible, como el agua y aceite. Mirándola de frente tras darle un vistazo de reojo a la colonia, dejé en claro mi postura. ¨Hoshino-san, entiendo que somos de mundos distintos y que no está bien pasarla mal por ello... pero le juro, de verdad, que no encuentro problemas en mi apariencia. Me representa como soy y no es algo que me moleste. Deberías aceptarlo y seguir enfocada en cuestiones más importantes¨

Si bien creo que es un posible punto muerto, la razón por la que ella vino a mí fue para que aprendiera a amar a través de mis palabras: que, mediante nuestras conversaciones, se conociera lo suficiente para llegar a su conclusión del amor, no necesariamente teniendo que ser la mía. No, y recalco el no, ser mi estilista.

Tristemente, Hoshino-san no lo vio de esa manera, borrando la sonrisa de su lindo rostro y afilando un poco sus ojos estrellados.

¨... Hikigaya-san, puedo entender que seas renuente al cambio. Yo también lo soy. Pero no hay discusión: te ves mal, te sientes mal y verte así no ayuda a tu autoestima. Necesitas arreglarte¨ Tuve el impulso de bufar ante sus palabras, pero me abstuve, entendiendo incluso yo que sería demasiado grosero con una persona que tiene las mejores intenciones, así no fueran las correctas.

¨Como dije, no hay discusión, Hoshino-san. No te pediré que lo devuelvas, pero no los quiero conmigo. Así que si eres tan amable...¨ Agarré la colonia con sumo cuidado y se la acerqué a Hoshino-san... quien a mitad del trayecto se interpuso, devolviéndola a mi lado con una sonrisa que era más forzada de lo normal. Mantuvimos este desafío por unos segundos, sin yo aplicar verdadera fuerza por obvias razones.

Debido a mis instintos de caballero, al final terminé quedándome con la colonia y viendo a una Hoshino-san con una sonrisa extrañamente orgullosa. Molesto por el resultado pero no lo suficiente para expresarlo con mi rostro, decidí mejor dejar el objeto de limpieza infame en la mesa y comenzar a tomar un poco de mi café olvidado. Manteniendo el ambiente de tensión ridícula por un tiempo más del debido, Hoshino-san de repente comenzó a hablar.

¨... Hikigaya-san, ¿de verdad no te afecta tu apariencia? Estoy siendo sincera. Yo... de verdad creo que estás viviendo mal¨ Si no respondí con una mala mirada se debió a que los ojos estrellados de Hoshino-san eran sinceros en sus palabras. Ella de verdad creía que me estaba haciendo un bien, ¿por lo que qué derecho tengo para enojarme? Ella está en el lugar correcto. Solo necesito hacer que lo vea desde mi perspectiva.

Lo cual, si lo piensas, suena demasiado difícil.

Dejando la taza de café apoyada en la mesa, declaré.

¨Si quieres una respuesta sincera, sin estar a la defensiva, entonces no: no me afecta. Pero no me afecta no porque crea necesariamente que está bien, sino porque... ¿cómo decirlo? Podría decirse que esto es parte de seguir mi propia creencia personal¨ Teniendo deja vú sobre una cierta conversación que tuve con Hayama Hayato un par de meses antes de graduarnos, pensé de nuevo en lo que en parte motiva mi descuido personal.

Ser genuino, demostrar una absoluta verdad de algo, cualquier cosa... creo sinceramente que, si bien el cuidado físico es necesario, llega un punto, el que siguen gente como Hoshino-san, en que pasa directamente a ser una mentira.

¨¿Hablas del amor, Hikigaya-san?¨ Esa combinación de palabras me provocaron una sonrisa, pero una sincera, delatando mi buen animo. Era casi como un chiste para mí dado todo lo que soy y también qué me hizo acabar como estoy. El amor quizás es una parte importante de mi identidad actual, tal vez más del crédito que quiero darle, pero empequeñece en comparación a lo que es verdaderamente importante.

¨No... Es algo mucho más grande que el amor¨ Quizás no sea algo que Hoshino-san entienda... así como la mayoría de la población, de hecho. Para bien o para mal, viviendo la experiencia o renegando de ella, para muchos es amor es uno de los pilares de la vida. La pasión por algo, el querer seguir experimentándolo... no hay nada más humano que perseguirlo en mi opinión. Lo sé de primera mano.

Solamente que... eso no es lo más importante para mí.

¨... Que raro eres a veces¨ Por supuesto que Hoshino-san diría algo así. No obstante, aunque pueda estar pecando de proyección, no sentí que sus palabras fueran dichas en un sentido acusatorio. Quedándome con eso, le devolví la mirada al mismo tiempo en que me alegré un poquito de tener a Hoshino-san. Por más que tenga sus momentos malos, estos pequeños momentos donde puedo expresarme un poco más profundamente son valorables.

Yuigahama seguro que trata de interesarse por casi todo lo que digo, pero al final es otra persona. Una con una visión tan distinta de las relaciones y quienes somos que, aunque podamos llevarnos bien, habrá momentos en los que tengamos que hacer concesiones por el bien de nuestra unión. No es algo malo, solo diferente.

Mientras seguía tomando mi café y Hoshino-san pareció más interesada en navegar por sus propios pensamientos, el tiempo pasó. Las prisas por estudiar como corresponde no desaparecieron, pero ahora la sensación de urgencia era menor. Tal vez porque me encontraba de buen humor o solo sea la cafeína tomando el control de mi mente. De cualquier forma, es un cambio bienvenido.

Pero como todo momento feliz, se tiene que terminar. Solo que esta vez no por influencia externa: una vez que acabé mi café y dejé la taza en su lugar, en mi mano derecha agarré la colonia. Queriendo demostrar que sí era un adulto, decidí hacer un trueque. ¨Escucha, Hoshino-san. Necesito estudiar como corresponde, pero sé que tengo una obligación contigo. Por eso me gustaría ofrecerte un trato¨

Mis últimas declaraciones encendieron algo en ella, haciéndola poner una sonrisa que me recordaba poderosamente a las que solía poner Isshiki, solo que un poco menos desagradable y más... ¿amable, supongo? Supongo que es un resquicio de ser una Idol tan supuestamente perfecta. ¨¿Oh? Estoy interesada en escuchar ese trato, Hikigaya-san. Siempre y cuando sea justo, claro¨

'Siempre y cuando me beneficie más a mí' es lo que transmite tu voz, Hoshino-san. De cualquier forma, ignoré aquello y di una sonrisa profesional. ¨Prometo usar todo lo que me compraste al menos una vez. Dos si no te parece suficiente. A cambio, te pido que en los próximos minutos te vayas para dejarme estudiar. Nada de quedarte en mi cuarto. Es... es un poco raro, ¿sabes?¨

Supongo que, viendo la expresión extraña que hizo al final, mis palabras no transmiten la mejor intención. Es mi culpa.

Tratando de no prestarle atención al ligero sonrojo en sus mejillas, miré de frente a Hoshino-san quien hizo un buen trabajó en ocultar su incomodidad como una profesional. ¨Eso... es justo, si. Entiendo que necesitas estudiar: sé lo importante que es el estudio. Y entiendo también que... bueno, eres un chico y todo eso¨ Eso último casi que me hace querer darme un golpe en la frente. Aguantándome aquella sensación, traté de arreglar la situación.

¡Ella es menor, maldita sea! Tengo estándares.

¨Oi, no me refería a es-¨

¨Y también sé que venir todos los días no es lo ideal para ninguno de los dos. Uno no va al doctor todos los días por un resfriado, ¿verdad?¨ Aunque digas todo eso con un tono relajado, casi feliz, el hecho de que ahora mismo no me estés mirando a los ojos y tu sonrojo sea un poco más notorio me hace ver que quieres entender todo mal, Hoshino-san. ¨Está bien. Charlemos un poco y te dejo en paz. Por unos días si quieres¨

Mierda, esto es...

... es...

...

Te estás aguantando la risa, ¿verdad? Mirándote bien, supongo que desde hace un tiempo te venías tratando de aguantarte, ¿verdad? Porque se ve que jugar con la posibilidad de ir a la cárcel de un pobre universatario como yo es muy divertido, ¿verdad?

¨... Pero qué put-¨

¨N-No termines esa oración o me voy a enojar, Hikigaya-san¨ Sintiendo como se me subía la presión al sentirme insultado y de paso disfrutando cada segundo de ello, traté de sonar lo más serio e intimidante posibles mientras al mismo tiempo era yo quien ocultaba su sonrojo furioso. Porque sí, esto es de enojo: ¿de qué más sería?

¨Esa amenaza sería más poderosa si no tuvieras la cara de querer inflar un maldito globo, Hoshino-san¨ Mi respuesta pareció romper algo en ella, ya que finalmente no pudo contenerla más y soltó una carcajada rota que estaba siendo hecha con demasiada alegría. Desesperado, traté de ahogar mis penas con café, pero ver la taza me recordó que ya no quedaba nada. Solo podía lidiar con la felicidad de Hoshino-san.

De verdad ella es una chica mala. O buena en este caso: el hecho de que, a pesar de todo, pueda sentir que ella no lo hace con mala intención es casi encomiable. Mas aunque eso sea cierto, la miré con enojo, queriendo al menos mantener una apariencia de normalidad. No lo conseguí, por supuesto, pero en mis libros esto es una victoria moral. Y así me contenté con eso hasta que Hoshino-san terminó de descargarse... un poco demasiado tarde.

Mientras ella estaba sonrojada y un poco más desaliñada de lo que me tenía acostumbrado, ella me regaló una gran sonrisa. ¨¡Sin duda eres un rarito! Pero eso es parte de tu encanto, ¿sabes? Es... eres diferente de lo que tengo acostumbrado. Y aunque no sé si me gusta del todo, es un cambio. Eso es lo importante¨

El hecho de que aún tuviera resquicios de esa carcajada a mi persona le baja muchos puntos a tus palabras, Hoshino-san... pero bueno, creo que lo que dices tiene sentido. Asintiendo y aprovechando esto para recuperar mi aura, hablé. ¨Si, aunque no sea lo mejor para el animo en ocasiones, conocer gente nueva, vivir cosas con ellas, es sin duda una experiencia necesaria. Es justamente la gente que te encuentras en tu camino la más importante¨

Recordando el Club de Servicio, Totsuka, Zaimokuza, Tobe, Hayama. Incluso recordando cosas de la época de Orimoto e incluso la primaria... Si, aunque no terminaron de la mejor manera y puede que en unos casos aprendiera las lecciones equivocadas, no hay duda de que me cambiaron. Me hicieron sino una mejor persona, sí una diferente. Una que aprendió. Ese cambio lo valoro.

... Jaja, ¿qué me pasa? Pienso como si fuera un cuarentón. Todavía me falta mucha vida por vivir.

¨Tienes razón. Experimentar nuevas cosas, nuevas personas es... puede ser tan increíble a veces...¨

Hm, no es esa la expresión que usaría... pero a juzgar por el tono y la cara que estás haciendo, supongo que esto es algo más personal tuyo, ¿no? No sé mucho de tu vida ni tampoco me muero por saberlo, pero solo puedo asentir ante tus experiencias. Dándole el visto bueno, me puse a pensar en qué tema podía sacar para hacer productivas nuestras sesiones. Tampoco quiero dejarle sin que aprenda nada.

Mientras pensaba qué sacar a continuación, Hoshino-san vio esta como una oportunidad para estirarse con movimientos que, de hacerlos yo, seguro acabaría tronando algo que no debería. Tras eso se acomodó mucho mejor en el sofá, el mío si quedaba alguna duda. Mientras esos sentimientos extraños de ver a una chica apenas conocida estando tan confiada en mi casa me provocaba sentimientos extraños que se acercaban mucho al miedo, ella habló.

¨Hikigaya-san, ¿podrías contarme algo más de ti? Quiero conocerte un poco más¨

Parpadeé. Parpadeé dos veces. A la tercera ya empecé a procesar lo que me dijo y en el cuarto al fin entendí el cómo una pregunta tan inocente puede traer tantas complicaciones a muchas cosas. Cosas como el hecho de que abrirme a ella, así sea en cosas pequeñas, siento que sería dar una confirmación de que nuestro vínculo sería más profundo del que quiero. Del que debería ser.

Si tuviera que decir qué siento por Hoshino-san, al menos confirmaría que no es nada negativo. Es molesta en varias cuestiones, somos incompatibles casi al completo y muchas otras cosas más... pero también mucho de esto lo viví con Isshiki en su momento. Con Yuigahama tampoco es que seamos muy parecidos. Yukinoshita podrá haber sido mi media naranja o alguna de esas tonterías melosas, pero incluso con ella tuvimos nuestras fricciones.

Hoshino Ai es... es sin duda una chica. Es sin duda una Idol. Es sin duda alguien que quiere mi ayuda. Es sin duda alguien que estoy ayudando: Hoshino Ai es todas esas cosas... pero aun así no creo que pueda decir mucho más allá que 'no me cae mal' ni aunque me apuntaran con un rifle. No es complicado, solo... hay muchas cosas que no sé.

Quizás esa sea la clave: no lo sé. Hay tanto que no sé de ella que me da un poco de malestar formar una relación más allá de lo profesional con ella. He superado mis peores complejos del pasado: ya no odio a la sociedad, estoy dispuesto a trabajar, he logrado, de un modo extraño, mantener un vínculo más allá del tiempo con otra persona. He logrado incluso que más de una chica sienta... cosas por mí, incluso si no lo entiendo.

A todas luces el Hikigaya Hachiman del pasado no existe más... Pero aun así... por más que sea diferente, por más que no compartan casi nada en común... yo... yo ya viví esta historia.

Una chica muy diferente, con sus propias metas, más metida de la cuenta en sus propios pensamientos. Una chica grandiosa, amada por un montón de personas pero que tiene problemas que nadie puede ayudar salvo, por alguna razón más allá de mi comprensión, yo.

Ahora mismo, cuando veo a Hoshino-san, mis ojos no dejan de ver paralelismos con Yukinoshita Yukino. Que esto sería cometer los mismos errores, repetir esa misma historia. Sé que es tonto y sé que con Hoshino Ai las cosas nunca llegarían a ese nivel, pero... pero si eso llegara a pasar... Si de alguna forma la historia se repite, si llega a tener el mismo final... ¿entonces qué habría aprendido del pasado?

¿Acaso al final seguiré quedándome en el mismo lugar que me dejó Yukino? Acaso yo... yo-

¨Hikigaya-san¨

¨¡!¨

De repente volví al mundo real. Volví a lo que de verdad importa, dejando atrás pensamientos inútiles que no vienen al caso. Vi a Hoshino-san mirarme con ojos preocupados, con sus pupilas estrelladas recordándome otra vez que ella es, de hecho, una existencia peculiar.

¨¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? ¿Quieres que te pase?¨

Mi respiración se calmó admirando esos ojos, muy diferentes de los que me podría haber dado Yukinoshita Yukino. Con una ropa que ella nunca habría usado y teniendo una belleza demasiado distinta... ella no es Yukino.

Si... ¿Qué estoy pensando? Debo estar estresado por la prueba que se viene. El estrés es lo que me hace pensar tonterías. Eso y tal vez tomar demasiado café no sea lo mejor para mis nervios: supongo que Ebina tiene razón. Suspirando y queriendo darle tranquilidad a Hoshino-san, estuve a punto de hablar... pero no salió nada, pues todavía no sé muy qué podría decir para tratar de devolver todo a la normalidad.

Lo pensé y lo seguí pensando... Cuando encontré lo que debía hacer, no solo por mi tranquilidad, sino también por ella, una sonrisa irónica adornó mis labios. Enfocándome aún más en ella, por un segundo el miedo de volver a conectarme con una chica, de volver a vivir una experiencia con más paralelismos de los debido con mi pasado, volvió con todas sus fuerzas... A lo que desapareció tan pronto como recordé la verdad, una que en su momento me lastimó.

'Lo que se pierde no puede recuperarse'... Je, ¿quién diría que una frase así ahora me daría consuelo? Como se nota que el tiempo pasa.

¨No... no te preocupes, Hoshino-san. Yo... yo estaré bien¨ Tal vez no hoy y definitivamente no mañana, pero llegará el día en que nada de esto importe. En el que valoraré aún más los recuerdos que vaya generando en el futuro que me reiré de lo exagerado que estoy siendo. Es solo debido a que este dolor es tan reciente en comparación a lo que he vivido y me queda por vivir que me afecta más de la cuenta.

No hay nada que el tiempo no cure... O mejor dicho: puedo curar cualquier herida que tengan si me dan el suficiente tiempo.

¨¿Estás seguro? Si quieres yo p-¨

¨Más importante que eso, Hoshino-san, tú querías saber más sobre mí, ¿verdad?¨ Mi interrupción la tomó por sorpresa y luego vino la extrañeza de sacar eso a colación ahora. Riéndome por dentro, le sonreí. ¨Aunque mi vida está lejos de ser interesante y mis problemas no son la gran cosa, si quieres saberlo, no tengo problema... Después de todo, yo también tengo que rememorar cosas¨

¨E-Eh.. E-Esto...¨ No sabiendo como reaccionar y viéndose un poco incomoda por la situación tan cambiante, al final terminó por, tras dudar un poco, asentir a mis palabras. Eso fue todo lo que necesité para tratar de nuevo con mi pasado, uno que busco, algún día, duela menos que ayer. Para ser mejor

Pero más que nada para superarte, Yukinoshita. Si quiero crecer, necesito formar nuevos vínculos. Tal vez no hoy ni con Hoshino-san necesariamente, pero sin duda te superaré.

Yo también avanzaré.


¨A-Agu. ¡Agu!¨

¨Si, si. Ya voy, Ruby. Dios, si que te gusta mucho la leche, ¿eh?¨

Dios, ella a veces es tan... No quiero ni decirlo: si lo hago siento que me voy a involucrar más de lo que debo en eso. Mientras seguía tomando mi leche artificial perfectamente hecha y Ruby se la pasaba siendo una degenerada, mi mente divagó un poco a Hoshino Ai. En lo que ha estado haciendo estos días y en cómo ella, aunque de forma apenas notable, es... diferente.

Empezando por su actitud, aunque Ai siempre ha sido una chica que está muy metida en su propio mundo, ahora lo está más de lo usual, y no de una manera típica de ella. Se queda en silencio más tiempo, a veces no nota cuando le hablamos y suele tener una cara un poco dolorosa, pero de esas que pondría alguien cuando está pensando mucho en algo. No es que Hoshino Ai no pensara, pero ahora es mucho más notorio que es otra mujer por dentro.

Luego, también está el hecho de que en ocasiones quiere decirnos algo, una cosa que su cara muestra lo importante que es. Al final se queda en silencio, pero incluso Ruby ha notado y se ha preocupado por ella. Si incluso la mayor fanática puede salir de su visión color de rosas, quiere decir que esto es serio. Como somos bebés no podemos hacer mucho, pero Ruby ha intentado todo para contentarla.

Y si bien yo no he intentado algo semejante, sí me he permitido analizar la situación. Y todo esto nos lleva a un mismo punto en común: Hikigaya Hachiman, el supuesto maestro de nuestra madre.

No sabemos mucho de él. Nadie lo ha visto, aunque Miyako ha soltado que él vive en el edificio. Por lo poco que ha contado Ai, parece ser un universitario con el que ella fue a la escuela secundaria un poco antes de conocer a Saitou-san. Según Ai, su relación no fue la mejor en ese entonces, pero ha aclarado un montón de veces que las cosas se han resuelto. Que ella se disculpó y él ya obtuvo su compensación.

... Si, por más que no tenga derecho a pensar de esa forma en Ai, incluso yo no pude evitar cuestionarme qué clase de 'tutoría' están haciendo. Incluso en mi época como su doctor, el contacto masculino que tuvo fue el mínimo, solo contando con Saitou-san. No hubo menciones de amigos, familiares y ni siquiera del padre. No es que pudiera esperar algo semejante de una Idol, pero es justamente por eso que esta insistencia es extraña.

Hoshino Ai sabe bien los riesgos que está corriendo. Si se llegara a filtrar que Ai tiene una sesiones privadas, por más inocentes que sean, bien podría despedirse de su carrera. Como Idol y como parte de ese mundo, ella debe conocer mejor que nadie los problemas que tiene su conexión con este Hachiman. Lo mejor para ella, y para él también, es que estas tutorías terminen y que cada uno siga con su vida.

... Pero Ai no quiere hacerlo, y es por eso que estoy intrigado. Si tanto quiere mantener esta relación y si logró que incluso Saitou-san estuviera de acuerdo tras tener una charla en privado, entonces esto tiene que ser muy serio. Ella necesita esto, por la razón que fuera, y como su hijo, como su doctor, solo puedo velar por su bienestar. Ruby también está de acuerdo y está desesperada por lograr algo.

Lo ideal sería que fueramos a encontrarnos con este Hikigaya Hachiman-san e interrogarlo, pero somos bebés, no podemos ir paseando por el edificio sin alguien que nos cuide y estoy seguro de que esto de alguna forma va a modernos el trasero después. Además, por muy desesperados que estemos y cómo Ruby insiste en darle un 'pequeño sermón' a este Hachiman, darnos a conocer a un extraño cuyas intenciones desconocemos puede acabar muy mal. Somos un secreto por una buena razón.

Entonces, con eso descartado y sin posibilidad de comunicarnos directamente, solo nos queda la opción de un intermediario, de alguien que pueda moverse a la vez que no levante sospecha. Y que casualidad de que ahora mismo esa persona super conveniente está mirando a Ai con una molestia palpabla, a su vez que con un pequeño rastro de preocupación. Sonreí al sentir que no costaría mucho convencerla.

Ella ya conoce dónde vive y como esposa de Saitou-san tiene, de cierto modo, la potestad para hacer lo que todos creemos mejor para Ai. Con eso dicho, si bien está claro que Miyako va a ser nuestra vocera, eso no es suficiente para calmar los miedos de Ruby. Tampoco los míos para el caso. Necesitamos algo más, ir un paso más allá.

¿Pero qué podría ser...?

¨...¨

Honestamente esto es molesto. ¿Por qué tenía que aparecer de repente este Hachiman? Todo sería más sencillo si no tuvieramos que preocuparnos por él. Este tipo me está quitando la satisfacción de vivir una vida libre de preocupaciones. Molesto, seguí bebiendo la leche con más fuerza de la debida, mordiendo sin querer el biberón. Inaceptable para un adulto como yo, si, pero la única que puede juzgarme lo hace peor, así que está bien.

Y Ruby, por favor deja de beber tan gustosa. Mamá no es una vaca.

¨Si, si. ¡Dalo todo, Ruby! Quiero que crezcas fuerte y sana. Serás una chica increíble...¨ Ai, por el amor de Dios, deja de darle ánimos. Solo la vas a malcriar.

Dejando el biberón para suspirar, que se note mi frustración ante el mundo que siempre parece hacerme querer recorrer el camino largo, traté de seguir pensando en una forma de acercarnos a este desconocido de una manera que pueda tranquilizarnos. Lo ideal sería si pudiéramos tener una conversación, ¿pero cómo haremos eso? No puede vernos y ya de por sí que un par de bebés le hablaran le causaría un pánico mental totalmente comprensible.

¿Quizás si lo engañamos como a Miyako? Um, pero no sé si lo mismo funcionará dos veces. Aparte, con todo el respeto que se merece Miyako, creo que este Hachiman podría ser un tipo un poco más... 'avispado'. De no caer en el truco de los dioses, es muy posible que nuestras verdaderas identidades sean reveladas.

¿Qué hacer? Cuánto más lo pienso, la idea de esperar a que tengamos al menos tres años se vuelve una realidad, ¿pero quién te dice que en ese tiempo pase algo horrible? El riesgo de que ocurra algo muy malo en ese tiempo es una posibilidad. No podemos dejarlo todo al destino: necesitamos actuar.

...

...

...

¨... Ah¨

Eso... eso podría funcionar. Requeriría que Miyako estuviera de acuerdo y tendría que esforzarme mucho en que Ruby no dijera algo indebido que nos delatara, pero si todo sale bien, quizás tengamos una forma de influir en la situación. Una minúscula, pero que quizás sea la clave para evitar un mal resultado.

Ya con Ruby satisfecha de su banquete de degeneración y Ai yéndose a bañarse, lista para, según ella, dedicar unos cuantos días a su trabajo a partir de mañana, me acerqué a Ruby todavía soñando despierta y la desperté como todo buen hermano debe hacer: a base de un golpe de realidad.

¨¡Eso dolió! ¡¿Qué diablos haces?!¨

¨Sshh. Creo que encontré una forma de hablar con ese tipo, pero no te la puedo decir si no te callas¨

De inmediato Ruby cerró su boca con tanta fuerza que era casi ridículo. Estando emocionada, se acercó a mí y, como si esto fuera alguna clase de secreto sucio, puso su oido al lado de mi boca. Por supuesto que Miyako ya sabe que podemos hablar y solo hace esfuerzos para que no se note, pero bueno, así es Ruby.

¨¿Qué es? ¿Es peligroso? ¿Para él? ¿Se va a mentener alejado de mamá? ¿De forma violenta?¨

Ugh, ¿qué tan fanática eres, Ruby? Suenas como esos hombres asalariados que solo trabajan para vivir. Suspirando internamente, desistí de llamar la atención sobre sus actitudes cuestionables y le expliqué el plan.

¨Primero necesitamos convencer a Miyako y luego...¨

Aunque Ruby terminó mucho menos emocionada por el plan completó, entendió, tras un pequeño debate, que esto es mejor que nada. Mientras le empezaba a aclarar una y otra vez a Ruby que est no es una excusa para decir tonterías, no pude evitar pensar en que estábamos haciendo algo peligroso, indebido. Yendo en contra de los deseos de Hoshino Ai... de mamá.

Pero soy partidario de que, a veces, tienes que hacer cosas que pongan mal a tus seres queridos si tienes que protegerlos. Protegeremos a Ai de este desconocido, trataremos de saber qué diablos le está enseñando y, si de casualidad suena como un tipo asqueroso, en ese mismo momento llamaremos a la policía.

Nada de fans locos ni degenerados. El cuento del universitario abusando emocionalmente para fines sexuales de una adolescentes es un cuento que ya he leído y experimentado. Me niego a permitir que eso le pase a Ai.

Como fan, como doctor y como hijo.


Bueno, aquí viene otro capítulo. Aunque fue un poco menos intenso que el final del anterior, la historia ya está comenzando a moverse y los gemelos entrarán en acción (entendí la referencia XD). El próximo capítulo, trataré al menos, de que sea el más 'comedia romántica'. Sin duda será un poco divertido de escribir lo que va a pasar, y de paso finalmente más gente del mundo Oshi no Ko comenzará a tomar relevancia.

Todo bien con que sea fan de Oregairu y muchos lo lean por él, pero es un crossover por una razón, ¿saben? No puedo ignorar a un lado de lo que escribo. Y ya que a partir del capítulo 6/7 Yuigahama comenzará a tomar muchísima más relevancia, creo que es bueno que el lado Hoshino tenga protagonismo.

Por lo demás, capítulo de transición como los de toda la vida. Pero me ayuda a intentar hacer más interacciones de personaje, que es el foco de la historia en sí. La trama que se me ocurra y lo grandilocuente que sea es otra cosa.

En fin, al par de comentarios y gracias por el continuo apoyo. Aunque casi nadie comente, con saber que me están leyendo es suficiente. Además, sé que ya no estamos en 2020.

Guest:

Si, como dje: ambos tienen que mejorarse entre sí. Si bien mi experiencia en relaciones es inexistente, creo, CREO, que es importante que ambas partes se aporten entre sí. Si es de un solo lado, creo que sería algo un poco desagradable para la parte que da. No me parece justo.

fornaxosvavillion:

Y seguirá. Por ahora seguirá, y si el apoyo se mantiene/disfruto hacerlo, no tengas duda de que seguirá.

Ay, mi Pokémon...

...

En fin, gracias por leer y perdón por la espera. Les juro que este mes ha sido muy feo para mí: me he convertido en un esclavo en todo menos en nombre, pero eso ya está pasando. Por ahora, al menos, el siguiente capítulo debería venir en tres semanas.

Cuídense.