― ¿ha escuchado del torneo?
Reinhard aparto la vista del libro que había estado leyendo, luego de esa declaración de Xenovia. Ella estaba hablando con julio, y ambos habían estado discutiendo sobre diferentes temas, especialmente sobre la esgrima y rumores que habían estado circulando últimamente sobre que recibirían una visita de un exorcista de alto rango de la iglesia para revisar cómo se estaban desarrollando los futuros exorcistas.
― ¿torneo? ― julio pregunto interesado, al parecer el tampoco sentencia eso.
― si, al parecer se está organizando un torneo entre diferentes escuelas de la iglesia.
― eso suena un poco raro. ― Reinhard comento mientras dejaba su libro a un lado, aunque Xenovia se volvió para mirarlo. ― digo . . . no suena como algo que la iglesia haría . . . aunque puede que solo me esté guiando por los libros que he leído.
Reinhard comento mientras acaricia el libro que había estado leyendo, este era una recopilación de los santos que existían dentro de la iglesia, la mayoría de ellos parecían haber sido buenas personas mientras estuvieron vivos.
Tal vez estaba tomando de manera muy literal, el contenido de los libros, algunos de ellos tenían cientos de años de antigüedad, las cosas podían cambiar con el tiempo.
― mmm. ― ella se encogió de hombros.
― no importa si es raro o no, cuéntanos lo que sabes. ― julio comento mientras miraba a Xenovia ansioso por aprender más de este "torneo".
― bueno no se mucho, solo que al parecer será algo grande y participarán muchos chicos de nuestra escuela, aunque escuche que vendrán algunos de otros lugares.
― eso suena emocionante, tal vez pueda lucirme en el torneo y entonces seré convertido en un exorcista y enviado a algunas misiones de verdad.
― eso suena bien. ― Xenovia comento con una sonrisa, mientras se imagina a sí misma como una exorcista real. ― y tú qué opinas Reinhard.
Reinhard que se había mantenido un poco ausente de toda la conversación, sonrió ligeramente.
― no lo sé, suena un poco interesante, aunque lo único que me preocupa es que ustedes puedan salir heridos.
Reinhard expresó su preocupación.
― vamos, no tienes confianza en mis habilidades. ― julio se quejó mientras colocaba su hombro alrededor del cuello de Reinhard, este último se limitó a negar con su cabeza.
― sé que eres muy fuertes, los dos lo son. ― se aseguró de remarcar cuando Xenovia parecía ofendida que no recociera su fuerza, aunque en términos de habilidad, ella era superior a julio. ― pero nunca se sabe, tal vez hay alguien más fuerte que ustedes haya afuera. Y no me gustaría que se confiaran y eso significara que salieran heridos.
― creo que estas exagerando, la propia Griselda me ha dicho que soy una de sus mejores alumnas, no creo que sea superada tan fácilmente.
Reinhard asintió.
― aun así, no puedo evitar preocuparme. ― el comento. ― pero estoy seguro que obtendrás muy buenos resultados en ese torneo.
― oh, ahora que lo pienso, ¿Cómo decidirán quienes participarán? ― julio pregunto luego de un momento.
― no lo sé. ― Xenovia respondió, luego se giró para mirar al pelirrojo― por cierto, Reinhard, a ti no te interesa participar.
― no, no creo que un torneo sea algo para.
Reinhard, comento, sinceramente no encontraba a ningún sentido en ponerse a competir contra otras personas, y tampoco alcanzaba a comprender el significada detrás de los torneos como tal, generalmente son usados para designar al mejor de entre todos los competidores, pero por que la iglesia estaría interesada en hacer algo así.
De todas maneras, él no estaba interesado en participar.
― bueno, no me sorprender. ― Xenovia dijo con una expresión aburrida. ― después de todo Reinhard nunca ha tomado una espada.
Ella termino, aunque tanto julio como Reinhard pudieron notar un poco de condescendencia en su tono voz al decir la última parte de oración.
Julio miro a Reinhard, y como no pareció molesto por las palabras de Xenovia decidió no comentar nada.
― de todas maneras. ― julio comenzó. ― ¿Cuánto falta para ese torneo?
― creo que un mes o tal vez menos, solo escuche un poco cuando unas hermanas pasaron a mi lado en la mañana.
― ya veo, entonces aún tengo tiempo para entrenar.
Murmuro el chico emocionado.
Reinhard estaba un poco nervioso.
Sus ojos se enfocaban en la maestra que estaba delante de él, era una hermana mayor, tal vez mas de 50 años.
Era según lo que había escuchado una de las mejores usuarias de magia que los humanos tenían.
Como se había enterado durante las clases y durante sus sesiones de lectura, la magia se dividía en diferentes tipos, entre las más grandes estaban la magia demoníaca, la magia de los ángeles caídos, y la magia de los ángeles.
Aunque también estaba la magia griega, y la magia particular de los vampiros.
En realidad, había una gran variedad de estas, y aunque en teoría solo los ángeles podían usar la magia divina, algunos humanos con talento podían usarla, con tiempo y dedicación, y claramente con una cantidad decente de talento.
La persona sentada frente a él era una de ellas, y según los rumores de una de las mejores dentro de la iglesia.
La mujer estaba sentada, había algunas arrugas que recorrían su rostro, su piel de morena, y su cabello era de color negro. Estaba usando un habito de color negro, y blanco.
Ella sonrió dulcemente.
― entonces, tu eres el niño Reinhard, Griselda me a contada mucho sobre ti, y de la otra niña.
― sí, mm mucho gusto señorita.
― ¿señorita? ― la mujer repitió sorprendida y luego rio ligeramente. ― eres muy amable, pero por favor dime madre Olga.
― ah umm claro, madre Olga. ― Reinhard lo acepto con facilidad.
― entonces, ¿sabes porque estás aquí?
― creo que podría ser, para saber si tengo algún talento para la magia de Dios, ¿verdad?
― de hecho, si, no te preocupes, será algo rápido, luego podrás volver con los demás niños.
― esta bien.
La anciana asintió, y extendió su mano frente a Reinhard, luego murmuro algunas palabras, finalmente un circulo de color blanco, ser formo, brillaba con un aura casi divina, Reinhard supuso que era lo normal, considerando el origen de esa magia.
Solo duro un momento y finalmente la madre bajo su mano, y acaricio el cabello de Reinhard.
― he terminado, puedes irte.
Reinhard la miro un momento, esperaba que le dijera los resultados, pero no encontrón la fuerza para hacer la pregunta, y aunque el anciano noto que él tenía curiosidad no parecía que fue a decirle, finalmente él se rindió y se despidió de la mujer mientras salía de la habitación-
― eso fue decepcionante. ― la anciana murmuro, mientras se ponía de pie, y empezaba a escribir una carta. Para luego sellarla y enviarla a algún lugar.
Cuando Reinhard salió de la habitación se dirigió inmediatamente a la biblioteca, como las clases regulares ya habían terminado y él se había encargado de sus deberes, podía usar su tiempo para seguir aprendiendo de este mundo.
Cuando llego a la biblioteca no se sorprendió al encontrar a Ofelia, con la cabeza enterrada en un libro. Una sonrisa broto en su cara casi sin notarlo.
Últimamente Xenovia y julia habían estado muy emocionados con el tema del torneo, y se había vuelto muy entusiastas con el entrenamiento, haciéndolo prácticamente todo el tiempo libre que tenían, y al parecer a ellos les incomodaba un poco que el los observara durante sus entrenamientos.
Reinhard lo entendió, y desde entonces había pasado una cantidad significativa de tiempo en la biblioteca, porque, aunque le interesaba un poco el tema del torneo, no estaba interesado en participar, y no quería distraer a sus amigos con sus entrenamientos.
Entonces inevitablemente se había vuelto más cercano a Ofelia, siendo que ya eran amigos antes de eso, y el la ayudo con algunas dudas que ella tenía sobre el griego antiguo, sus interacciones habían sido un poco limitadas.
Pero ahora él podía decir que era amigos.
Camino hacia ella y se sentó a su lado, ella no lo miro, ni siquiera pareció reparar en su presencia, esa era otra de las particularidades de ella, cuando leía el resto del mundo dejaba de existir.
Reinhard se había acostumbrado a esto, y solo continúo leyendo su libro, al lado de la chica, mientras esta termina su sesión de lectura profunda.
El libro que estaba leyendo ahora era sobre un santo, que había viajado por el mundo, y había escrito sus experiencias, mientras leía, Reinhard no podía evitar disfrutar de las descripciones que se hacían del mundo, un mundo tan variado, tan extenso, un mundo completamente diferente a lo que él conocía.
Se preguntó si algún día podría ver el "mar", aunque prácticamente sabía todo él, su ubicación geográfica, su estructura, y los animales que Vivian en él.
Aun así, le gustaría visitar todos los lugares.
― me pregunto si a Asia le gustaría . . . .
Reinhard sintió corazón hundirse al recordar a la chica que fue su primera amiga, no había podía mantener un contacto constante con ella, y solo había podido mandarle un par de cartas. Ambas encargadas a Griselda, y ella había prometido entregárselas, aunque hasta el día de hoy no había recibido ni una sola respuesta.
― ¿Quién es Asia?
Reinhard se giró con una sonrisa hacia la chica, que ahora que había dejado de leer lo estaba mirando con curiosidad.
― oh, lo dije en voz alta. ― Reinhard dijo un poco avergonzado. La chica asintió y lo siguió mirando esperando una respuesta. ― es una amiga, que llevo mucho tiempo sin ver, solo me estaba preguntado cómo estará ella.
― oh, lo siento.
― no te preocupes, entonces que estabas leyendo.
― oh, era un escrito sobre la antigua roma. . .
― vaya eso suena muy interesante. ― Reinhard dijo genuinamente interesado en ese tema, aunque en realidad él estaba interesado en todo lo que tuviera que ver con este mundo, tanto su historia, como la actualidad.
― sí, es muy interesante habla sobre el impacto que tuvo la
La chica continúo hablando de ese tema, aunque luego de un tiempo comenzaron a hablar de diferentes trópicos, siempre en voz baja para no ser regañados por la hermana encargada de cuidar la biblioteca.
Cuando terminaron, ya era un poco tarde.
Reinhard ayudo a la chica a recoger todos sus libros y llevarlos al lugar correcto.
― eres muy bueno en esto.
― mmm ¿en qué? ― Reinhard pregunto mientras giraba su cabeza y la miraba.
― acomodando los libros.
― oh, jajajaja ― Reinhard se rio un poco ante esa observación. ― no creo ser tan bueno acomodando libros.
Él dijo mientras terminaba de colocar el último libro.
― no, digo si, la última vez te vi cuando estabas regresando unos libros, y fue muy sorprendente ver como los acomodabas todos tan rápido . . .
― mmm, bueno supongo que tal vez tengas un punto. ― el murmuro, mientras miraba los estantes repletos de libros.
― oh, lo siento, no quería molestarte. ― ella fijo mientras extendía sus manos frente a ella y las agitaba. ― solo me pareció algo interesante.
― no te preocupes, supongo que no soy muy cociente de mí mismo jejej
Ambos se dieron la vuelta y comenzaron a salir de la biblioteca, se despidieron de la hermana encargada.
Mientras caminan por un pasillo, continuaron hablando durante algunos minutos, aunque ya era tarde Reinhard podía ver como el solo estaba entrando por las ventanas que se extendía por todo el pasillo, cuando estaban dando la vuelta en uno de los pasillos.
Alguien cocho con, Reinhard la detuvo antes de que cayera al suelo, la otra persona se detuvo a mirarlos, pero no se disculpó de inmediato, en realidad hizo todo lo contrario.
― mira por dónde vas.
La otra persona dijo, con un tono altivo.
Reinhard ayudo a la chica y luego se giró para mirar a la persona.
― Jeanne. ― Reinhard murmuro con una voz algo sorprendida, pues llevaba un tiempo que no la había visto. Ella por su parte también se veía un poco sorprendida, y luego camino hacia él. ― ha pasado un tiempo.
― supongo que si. ― ella respondió mientras colocaba ambas manos en sus caderas, Reinhard pudo sentir que había algo que quería decir, y las miradas ocasionales que enviaba hacia Ofelia, parecían indicar que ella quería que se fuera.
― ella es Ofelia, es una preciada amiga mía. ― Reinhard se aseguró de remarcar las palabras "preciada amiga". Jeanne pareció entender el mensaje, pero se mantuvo recia a decir una disculpa a la preciada amiga de Reinhard.
― yo . . . creo que mejor me retiro.
― si eso estaría bien.
― ok, vamos. Fue un gusto volver a verte Jeanne― Reinhard se dio la vuelta y comenzó a caminar siguiendo el camino, Jeanne se quedó parada.
― ummm. ― Ofelia que seguía caminando al lado de Reinhard parecía incomoda. ― creo que tu amiga quería hablar contigo.
― si, pero si no se disculpa contigo, no quiero hablar con ella.
La chica lo miro un momento, y luego se rio ligeramente, Reinhard alzo una ceja se giró para mirar directamente.
― lo siento. ― la chica se disculpó mientras aún tenía una sonrisa en su cara. ― es solo que me pareció un poco infantil tu respuesta.
― bueno . . . ― Reinhard en realidad se dio cuenta que era así, ¿Cuándo fue la última vez que había actuado como un niño?, en realidad desde que había entrado a este lugar, probablemente el ya había cambia, desde que, conocido a Asia, y a los niños del orfanato. Un ligero sonrojo tiño sus mejillas mientras miraba hacia otro lado. ― ¿Qué tiene de malo después de todo tengo 8 años?
Reinhard murmuro, Ofelia rio ligeramente. Para ella que se había acostumbrado al lado maduro y educado de Reinhard, que para nada reflejaba su edad, ver este lado de él, era algo muy inusual, pero no considero que fuera algo malo, después de todo aún son niños, y aunque ella es mayor que el por un poco, a veces sentía que había un muro invisible entre Reinhard y el resto de personas.
Cuando Reinhard llego a su habitación entro y se sentó sobre su cama.
Se sentía raro, luego de que Ofelia señalara su comportamiento.
En realidad, su fuera el del pasado, tal vez hubiera reaccionado de otra manera. Soltado un suspiro, se recostó en su cama y extendió sus brazos, estaba bastante aburrido.
Reinhard giro sus ojos hacia la puerta de su habitación, dio un salto de su cama y camino hacia ella, abriendo la puerta, un cuerpo cayo hacia delante.
Reinhard la miro con una sonrisa.
― Jeanne. ― él dijo mientras observaba a la chica girar en el suelo y poner se pie con un salto. ― ¿Qué te trate aquí?
El pelirrojo pregunto con una genuina curiosidad, pues, aunque no habían estado en contacto desde que entraron a esta escuela, el hecho de que ella repentinamente lo buscara era desconcertante.
― ghhh. ― la chica gruño un poco, obviamente molesta por ser descubierta, y por la tranquilidad del chico. ― necesito un favor.
Ella dijo sin rodeos. Reinhard alzo una ceja. No esperaba que ella le pidiera un favor.
― ¿eh? ¿un favor?
― sí, quiero que me ayudes a entrenar.
― ¿entrenar?
― si necesito ser más fuerte para el torneo. ― ella dijo mientras apretaba su falda que le llegaba hasta los tobillos. ― no . . . no quiero ser humillada.
Reinhard frunció el ceño y observo el cuerpo de la chica, aunque la mayor parte de su piel estaba cubierta por la ropa, podía ver algunos moretones en sus brazos, y algunos rasguños en su rostro. Notar eso hizo que si ceño se profundizara.
― ¿Cómo sabes del torneo?
― escuche los rumores.
Reinhard asintió con la cabeza. Últimamente los rumores se habían vuelto más populares, y al parecer ya no eran solo rumores, y era seguro que ese torneo se llevaría a cabo, solo faltaba que los maestros lo comunicaran oficialmente.
Aun así, miro a Jeanne.
― ¿Por qué yo? ― El no recordaba que su relación sea tan cercana, en el mejor de los casos solo habían hablado un par de veces, desde su primer encuentro. ― no hay alguien que será mejor para eso . .
Reinhard se detuvo, puso sentir un cambio en las emociones de la chica, angustia, ira, y tristeza.
Pero en el rostro de Jeanne solo se podía ver la ira.
― no hay nadie más. ― ella murmuro mientras miraba al suelo.
Reinhard la miro un momento, aunque quería mantenerse alejado de todo esto del torneo, realmente no se sentía bien ignorando la petición de Jeanne.
― está bien, te ayudare. ― Reinhard dijo luego de reflexionar un rato. ― pero tienes que disculparte con mi amiga.
― ¿porque? ― ella respondió con un deje de molestia.
― porque es mi amiga, y fuiste grosera con ella. ― contesto rápidamente Reinhard.
Jeanne hizo un puchero, pero Reinhard se mantuvo firme, y cuando se hizo obvio que él no cedería ella tuvo que hacerlo.
― bien me disculpare mañana.
Reinhard sonrió.
