La princesa Aurora fue maldecida de niña, esa maldición dictaba que al cumplir 16 años, sufriría un terrible calzón chino permanente de parte de Maléfica, por está razón sus padres la mandaron a vivir en el bosque con tres hadas para que Maléfica no la encontrará. Cuando Aurora cumplió 16 años, esta salió a pasear por el bosque, bailando y cantando con sus amigos animales, soñando con encontrar al amor de su vida, sin embargo, por estar distraída, termina llegando a la parte más oscura del bosque, donde vive Maléfica. Cuando la mujer malvada con cuernos vio a la princesa, una gran sonrisa malvada apareció en su rostro verde.

Sí, por fin - Dijo Maléfica riéndose entre dientes.

Maléfica se acercó a Aurora por detrás y rompió su vestido.

¡AAAAAHHHHH! ¿¡Pero qué diablos?! - Gritó Aurora horrorizada al ver que sus bragas blancas de abuela estaban al descubierto.

Jajajajaja, parece que eres una completa nerd a pesar de ser tan hermosa, una lástima - Se rió Maléfica malvadamente antes de transformarse en un dragón gigante, al hacerlo, las bragas de Aurora se atoran en sus cuernos y son estiradas a más no poder y aparte levantan a la princesa del suelo.

¡AAAAHHHH! - Gritó Aurora de dolor al ser levantada por los aires mientras la tela de sus bragas se mete profundamente entre sus nalgas gordas, al completarse la transformación, Aurora cuelga de sus bragas en los cuernos de Maléfica mientras se reía victoriosamente.

La maldición se ha cumplido - Dijo Maléfica con una sonrisa orgullosa antes de tira al suelo a Aurora.

Uh! Uh! ¡No me lo puedo sacar! - Chilló Aurora con una voz muy aguda mientras metía sus manos entre sus nalgas enormes para intentar sin éxito sacar la tela entre ellas.

Lo siento nerd, pero no sacarás ese calzón chino nunca, es un calzón chino permanente - Se burló Maléfica antes de regresar a su forma de mujer voluptuosa.

¡¿QUÉ?! ¡NOOOO! - Gritó Aurora con voz aguda con lágrimas en los ojos.

Oye, quién sabe, tal vez con el tiempo llegues a disfrutarlo - Dijo Maléfica con una sonrisa antes de darse la vuelta para irse.

La cara de Aurora se convirtió en una máscara de indignación.

¡Nunca disfrutaré de esto! - Gritó Aurora a Maléfica. De esa manera, Aurora sucumbió a su destino de vivir en un calzón chino permanente por el resto de su vida.

Los días se convirtieron en semanas y el calzón chino seguía tan apretado e incómodo como siempre. Aurora intentó todo para quitarse el calzón chino permanente pero ni la magia de las hadas la pudieron ayudar. La princesa, que alguna vez fue despreocupada y segura de sí misma, ahora caminaba con paso de pato, y su dignidad real quedó empañada para siempre.