Sus ojos cada vez se ponían más rojos, quería llorar pero no podía, simplemente estaba agotada. Suspiró con pesadez mientras miraba un punto muerto mientras se columpiaba en el frío columpio. Era demasiado temprano, el parque estaba vacío y el frío era bastante.
Necesitaba espacio, había decidió salir de su casa para tenerlo pero se arrepentía de haber salido en pijama y sin ningún suéter.
Quería calmarse pero no lo estaba logrando.
Otra mentira. Ella bien sabía que quizás pasaría pero estaba ilusionada, siempre lo estaba. ¿Por qué siempre le juraban cosas que no cumplirían?
Sus labios le temblaban, no podía dejar de pensar por qué le pasaba todo eso a ella, amaba amar pero era doloroso.
Y fue ahí cuando se derrumbó. Bajo su mirada y comenzó a llorar en silencio. Odiaba ser solo una cara bonita, un cuerpo bonito el cual simplemente sexualizaban ¿Por qué no podían quererla por cómo era ella sin tener que fijarse en su físico?
Sentía que se estaba ahogando. Su llanto seguía siendo silencioso, era doloroso. Limpio sus lágrimas pero era inútil, no dejaban de salir. Levanto su mirada, intentaba ser fuerte. Noto como se comenzaba a ver el amanecer el cual comenzó hacerse presente. Lo comenzo apreciar, mientras se cuestionaba ¿Por que los chicos siempre le mentían?
—Ni siquiera intento esconderlo—se habló a sí misma. Estaba apunto de rendirse con los chicos, solo la hacian llorar.
Cerró los ojos suspirando, deseaba dejar de llorar pero no podía dejar de hacerlo. Había dejado de sentir el frío de la mañana, pensó que el llanto comenzó a causarle un dolor de cabeza. Pero había un peso desconocido en sus hombros, miró por estos y notó una chaqueta de lana color azul ¿En qué momento había llegado eso ahí? Giró su rostro para encontrarse una estela azul volando a lo lejos.
Su llanto había cesado. Ahora en su rostro rojo se encontraba una cara de confusión. ¿Boomer había estado ahí?
Entre ratos el chico se había arrepentido por haber llevado aquel cachorro a su casa, en su momento estaba ilusionado tanto que logró convencer a sus hermanos. Brick le había dado unas reglas para que su nueva mascota pudiera quedarse con ellos, si no las cumplía lo mandaría a una perrera. Butch había sido más relajado en el tema, solo le dijo que no mordiera su ropa.
Todo estaba bien pero lo único que le molestaba es que una de las reglas era sacar a pasear al perro a las seis de la mañana pues no querían encontrarse con ninguna sorpresa cuando este se levantara. Hacía algo de frío. Miro a su perro quien olía todo lo que podía. Lo único que agradecía es que no había nadie a esa hora en el parque.
Siguió caminando de manera tranquila pero se detuvo al notar una cabellera totalmente reconocible para el.
Arqueo una ceja, pensó en acercarse ¿Qué hacía ella sentada en un columpio tan temprano? Pero detuvo el paso cuando la escucho llorar. Sabía que si daba otro paso sabría que estaba ahí. Decidió soltar a su perro y flotar arriba de un árbol para no ser visto. Estaba seguro que estuvo vigilándola durante varios minutos, notó como estaba temblando.
Su mejillas y nariz estaban muy rosadas, pero sus ojos. Nunca había visto esa mirada en ella, estaba triste y agotada. Comenzó a sentir un dolor en su pecho, se sintió mal. Algo en el le decía que se acerara pero también que quizás necesitaba espacio ¿Pero por qué no se quedó en su casa? ¿Habrá pasado algo en su hogar para que ella saliera a esa hora en pijama? ¿O acaso fue un chico? Tantas preguntas le pasaron en su cabeza. Vio como intentaba quitarse sus lágrimas sin éxito, se sintió abrumado, nunca la había visto tan mal. Su cuerpo no dejaba de temblar. Miro a su cachorro, se había alejado un poco. Sin pensarlo mucho se quitó su suéter y se acercó detrás de ella con el mayor cuidado posible, no quería que lo escuchara.
Ahora estaba detrás de ella con su suéter en sus manos. La luz del amanecer le daba en su rostro, pudo notar como la iluminaba, su pelo rubio ahora parecía dorado, como el oro. Su piel brillaba como si estuviera bronceada, a pesar de ser otoño. Cómo deseaba ver sus ojos, estaba seguro que serían un azul tan claro con destellos dorados. Tuvo un pensamiento intrusivo de tocarle su suave pero se detuvo. Simplemente decidió colocar su suéter encima de los hombros de ella y salió de ahí volando lo más rápido de ahí agarrando de paso a su cachorro.
Comenzó a sentir su rostro rojo mientras volaba. Se odio a sí mismo al no preguntarle si se encontraba bien. Pero no eran tan cercanos como para hacerlo, y dudaba que sus hermanas supieran. Giró su rostro por última vez para verla y notó como se abrigaba con su suéter con una sonrisa. El no pudo evitar poner la misma sonrisa que ella.
Cuando llegó a su casa fue recibido por un rostro de duda por su hermano pelirrojo.
—¿Por qué sonríes como bobo?—le preguntó su hermano mayor mientras que el dejaba al cachorro en el suelo.
—Creo que... hice algo bueno—le contestó mientras iba hacia su cuarto. Se había dado cuenta que quizás, si le gustaba Bubbles y se alegró por hacerla sonreír.
Hola hola!!
Un pequeño shots de los azules. Queria hacerlo mas largo pero me gusto que fuera asi de corto. Quisiera hacer una segunda parte pero no se me ocurre nada mas. Pero es posible que el siguiente one shot sea para otra vez los azules y luego vendran los verdes.
En realidad esto es algo que queria sacarme de la cabeza, igual espero que lo disfruten.
Con cariño, ann.
