Capítulo 1. El Principio Del Fin

Maki no podía creer lo que veía en ese preciso momento.

Sus ojos se abrieron de tal manera, que sintió que hasta sus gafas se caerían de su cara e incluso su boca se había abierto de sorpresa.

El sexy y energético cantante que estaba sobre el escenario, con una guitarra eléctrica colgada del cuello, una melena negra que le caía sobre los ojos, vestido como todo un seductor Rockstar, era nada más y nada menos que Yuta Okkotsu.

El mismo Yuta Okkotsu al que ella le había hecho la vida imposible en la escuela preparatoria hacía cuatro años atrás, llamándolo nerd, debilucho, aburrido y demás formas despectivas e hirientes.
Era ese mismo chico ojeroso al que ella lo había humillado frente a todo el colegio de diferentes maneras. Acosándolo al grado de que lo sumió en una miserable depresión.

Era aquel escuálido chico que ella recordaba, se había ido de la ciudad sin decirle nada a nadie, dejando solo una nota en su casillero diciendo que se iba a perseguir su sueño.

¿Y cuál era su sueño? Al parecer, convertirse en una estrella de rock. Y lo había logrado.

Ahora ella era quien lo miraba desde abajo.

Maki nunca pensó que volvería a ver a aquel chico al que le hacía tanto bullying. Lo había olvidado por completo, eso hasta esa noche dónde su mejor amiga, Nobara Kugisaki, la arrastró para que la acompañará a aquel concierto.

Ahora de la noche a la mañana, su nombre estaba en todas partes, sus canciones sonaban en las plataformas más populares de música y sus fans lo adoraban. Incluyendo a Nobara, quien se derretía por él y quien trataba de alcanzar a esa nueva estrella desde aquella primera fila de aquel escenario donde él se movía libremente, cantando para miles de personas.

Ellas estaban muy pero muy cerca admirando aquel espectáculo, gracias a que Nobara se había ganado aquellos boletos en un concurso.

—¡¿No es increíble?! —gritó Nobara en el oído de Maki, mientras saltaba y aplaudía al ritmo de la música — ¡Es Yuta Okkotsu! ¡El chico más guapo y talentoso del momento!

Maki no supo qué responder. Sabía que ese cantante era ese mismo chico al que conoció años atrás, pero ahora con un nuevo look.

Estaba demasiado aturdida por la revelación. Y por la extraña sensación que le provocaba ver a Yuta cantar con tanta pasión y seducción.

Algo en su pecho se agitaba cada vez que él abría la boca y dejaba salir su voz rasgada y emotiva. Él se veía jodidamente guapo y eso era algo que Maki NO quería reconocer.

El calor invadía su cuerpo cada que veía los movimientos con los que volvía loca a su audiencia. Todo un fuckboy con talento.

—¿En serio este Dios Griego que toca magistralmente la guitarra, de verdad es el Yuta Okkotsu que yo conocí?— pensaba en voz alta.

Para nada podía creer que fuera él. Aquello parecía una broma de mal gusto por parte del destino.

Quizás aquello solo era el inicio de su "Karma"

Aquel chico había cambiado demasiado, era casi irreconocible.

Este nuevo Yuta para nada era ese chico débil a quien le había tirado la mochila por la ventana tantas veces o aquel al que le había puesto varios apodos ofensivos. ÉL no era ese chico al que ella le había roto el corazón.

Maki seguía paralizada. No podía creer lo que veía. ¿Qué había pasado durante esos cuatro años en los que él desapareció? ¿Cómo había llegado hasta la cima?

¡Mierda, sus ojos azules se fijaron en ella!

¿Acaso era posible que él la reconociera entre miles de fans? ¿Acaso la reconocería entre tantas chicas? Parecía que si la reconoció, ya que Maki sintió la mirada de Yuta sobre ella.

Noto como los ojos de este cantante se abrieron de genuina sorpresa e hizo una muy leve pausa al cantar, casi imperceptible que podía confundirse con una pausa para recuperar el aliento, pero había algo diferente en esa mirada que alguna vez le obligó a derramar lágrimas.

Ella podía ver el rencor en los ojos de Yuta, algo malicioso podía verse en aquel seductor brillo.
La peliverde sintió escalofríos cuando este le sonrió con una expresión de triunfo al terminar aquella canción que hablaba de desamor.

Maki sintió que el mundo se le venía encima. Quiso salir corriendo, pero Nobara la sujetó del brazo.

—¡Mira Maki! ¡Nos está mirando! ¿Acaso nos habrá notado? ¡Creo que le gustamos!— Nobara grito demasiado emocionada al ver como Yuta se acercó levemente junto a su guitarrista, a aquel punto del escenario donde ellas estaban, solo para cantarles un poco y dedicarles una sonrisa antes de seguir interactuando con el público.

Maki deseó que la tierra se la tragara. Estaba segura de que aquella noche sería el comienzo de su peor pesadilla.

—¿Qué te pasa? — le preguntó Nobara al ver la cara de incomodidad de su amiga.—¿No te gusta? ¿Acaso él no te parece guapo?

—No... no es eso... y cla... claro que es guapo—balbuceó Maki — Es solo que... que yo conozco a este chico.

— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo que lo conoces?!— Nobara se sorprendió ante tal frase que su amiga pronuncio con dificultad y la cual fue todo un reto escuchar debido a todo el ruido de la música a todo volumen.

—Sí... yo lo conozco porque... fuimos a la misma preparatoria... — admitió Maki.

—¿En serio? ¡Dime que no estas bromeando! ¿Eran amigos?— Nobara la sacudió del brazo muy emocionada gritando a su oído.

— No... no éramos amigos exactamente... — se ruborizó Maki.

—¿Entonces qué fueron ustedes dos? ¡DEBES CONTARMELO TODO!— Nobara alzó la voz y exigió respuestas.

Pero Maki no pudo responder. La música y el espectáculo continuo con demasiado ruido y emoción por casi una hora y media más.

Maki todo ese tiempo tuvo que soportar las canciones que su amiga y todos a su alrededor coreaban con emoción. También estaba soportando los movimientos que Yuta hacía, así como los acordes que el tocaba en aquella guitarra y todos los gestos que hacía y que volvían locas a todas sus fans.

Aunque en el fondo, Maki sentía que él hacia todo aquello para molestarla indirectamente. Todo aquello le traía algunos recuerdos de su etapa de preparatoria.

Cada vez que él la miraba, ella sentía una mezcla de vergüenza, culpa y miedo. ¿Acaso así siempre se sentía Yuta estando con ella? ¿Qué estaría planeando? ¿Venganza? ¿Humillación? ¿Qué le pidiera perdón? Quizás pronto lo descubriría.


Después de una hora más de espectáculo, la música se detuvo y Yuta se puso en el medio del escenario para dedicarle unas palabras de despedida a su público.

— ¡Gracias por estar aquí esta noche!— dijo con una sonrisa encantadora. De verdad se veía muy sexi con el sudor bajando por su frente.
Y como parte del show, se despojó de su chaqueta de cuero negro para lanzarla al público.

Una afortunada fan la atrapó muy emocionada. De verdad era sorprendente ver como ahora muchas chicas morían por él.

—Espero que hayan disfrutado del show. Yo me lo he pasado genial y más que estoy cerrando esta, la cual fue mi primer gira nacional de conciertos, aquí en mi ciudad favorita. ¡Tokio! ¡EN SERIO MUCHAS GRACIAS!— Aquellas palabras volvieron loca a su audiencia.

Maki sabía que aquella declaración era mentira. Ella recordaba que Yuta odiaba Tokio con toda el alma.

Yuta siguió hablando por aquel micrófono con tal seguridad que Maki podía jurar que ese no era el chico que había conocido hace años atrás.

Maki seguía sorprendida con el Yuta que estaba frente a sus ojos. ¿Desde cuándo se había vuelto un experto en hablar en público? Ella lo recordaba como un tímido idiota que podría mojar sus pantalones al tratar de hablar frente a las personas. Pero ahora era todo un experto en aquello. Se movía con tal jovialidad en el escenario que de verdad, parecía ser bueno en lo que hacía.

—¡Pero antes de irme, quiero dar un regalo muy especial!— dijo aquello, haciendo que el público gritara de emoción.

—¡Tengo dos entradas exclusivas para el backstage, para que puedan conocerme en persona y para que puedan charlar un rato conmigo! ¿Les gustaría? ¡Levante la mano quien quiere ser la afortunada!— Yuta sonrió al decir aquello.

El público estalló en gritos, brincos, aplausos y miles de manos moviéndose en el aire tratando de llamar su atención. En cambio, Maki sintió un frío recorrerle la espalda. Quería escapar de ahí.

¿Acaso realmente se acordaría de ella? Maki pensaba que aquello quizás solo era su paranoia, pero de verdad, todo aquello le causaba una horrible ansiedad acompañada de escalofríos.

¿Acaso esos mismos escalofríos ella le causaba a él siempre que lo molestaba?

— ¡Aquí!—exclamó Nobara, levantando las manos y dando saltos de emoción —¡Yo quiero! ¡Elige nos a nosotras!— grito.

Nobara trato de hacer que Maki también levantará las manos o saltará para llamar la atención. Pero la peliverde se rehusó. Trataba de ocultarse detrás de su amiga.

Yuta miró a su alrededor, hacia como si "buscará" a la afortunada entre la multitud. Jugando e interactuando con su público.

Después dio unos pasos sobre el escenario, se detuvo exactamente en el punto donde se encontraban Nobara y Maki. A aquellas chicas él ya les había echado un ojo desde hacía rato.

Yuta se mordió levemente los labios mientras se aseguraba de ponerle más tensión a la situación antes de hacer su selección final.
Dio un pequeño vistazo a su manager, quien estaba mirando todo el espectáculo tras bambalinas. Al igual que miró a su banda. Quienes le hicieron algunas señas de ánimo, mientras Itadori, su baterista ponía ritmo a la situación.

—Y las afortunadas son...

Yuta intercambio una seña con la mano. A lo que su Manager entendió el mensaje y aprobó aquello que su estrella quería hacer. Empezando rápidamente a movilizar a los de su equipo.

Sus ojos regresaron al público y se detuvieron en Nobara.

—¡Tú! — dijo señalándola con el dedo.

—¿YO? ¿ME ESTAS APUNTANDO A MI?— Nobara grito emocionada.

Maki se quedó petrificada.

—Si, A ti bella chica de cabellos cortos ¿Cuál es tu nombre? ¿Con quién vienes acompañada?— Yuta pregunto, acercándose a ella. Apoyándose en su rodilla mientras le acercaba el micrófono a esas chicas.

—¡No, No, No, No, esto NO puede estar pasando! ¡Esto debe ser una jodida broma!— grito la mente de Maki. Las piernas le temblaban.

—¡Mi nombre es Nobara Kugisaki! ¡Soy tu fan no.1! ¡Y vengo con ella! mí mejor Amiga, Maki Zenin!— respondió muy emocionada.

La peliverde apretó con fuerza los puños, mientras miraba a Yuta. Su estúpida y perfecta sonrisa, así como sus perfectos ojos azules no las dejaban de enfocar.

—¡Felicidades Nobara!— Yuta decía por el micrófono— ¡Porque tú y tu amiga son las ganadoras de las entradas para el backstage!

El público volvió a gritar y aplaudir de emoción por lo que estaba sucediendo. Nobara saltó de alegría y abrazó a Maki. Pero esa peliverde sólo estaba paralizada.

—¡No lo puedo creer! ¡Vamos a conocer a Okkotsu! ¡Maki que suerte tenemos!— Nobara solo gritaba de la emoción, mientras su amiga miraba a Yuta desde abajo de aquel escenario.

Aquel cantante le dedico una sonrisa soberbia, levantando suavemente su rostro. Después le pidió ayuda a su staff y a los de seguridad para que ayudarán a esas dos para ir a backstage.

Yuta y su banda se fueron adelantando, mientras los de seguridad ayudaban a ambas chicas a pasar entre las demás personas hasta los camerinos.

Ambas sentían las miradas de envidia y admiración de los demás fans que las miraban pasar.

Nobara se moría de emoción. Era el día más feliz de su vida. Pero Maki no compartía la misma emoción. Para ella era el peor día de su vida.


—Déjenme presentarme, soy el representante de Yuta Okkotsu, Suguru Geto. Es un gusto y muchas felicidades a ambas por ganar este pase VIP. En un momento Yuta las atenderá, ya que se anda cambiando de vestuario— comento aquel atractivo hombre, que traía una tableta entre manos.

—¡Muchas gracias!— Respondió Nobara demasiado emocionada.

—Gracias—Maki no compartía el mismo entusiasmo que su amiga.

Estaba aterrada por la idea de encontrarse con Yuta cara a cara después de tantos años. ¿Qué se supone que ella le debía decir a él? ¿Qué le diría él a ella? ¿Acaso la insultaría? ¿Acaso le exigiría que le pidiera perdón? ¿Por qué había cambiado tanto? ¿Y por qué todo aquello le estaba afectando demasiado a nivel emocional? De verdad Maki estaba disimulando muy bien aquel ataque de pánico.

Aquellos casi treinta minutos fueron una eternidad para ella, quien sólo pensaba en cómo escapar de ahí.

¿Acaso así se sentía Yuta de desesperado cuando ella estaba cerca de él? ¿Acaso Yuta siempre quiso huir de ella? ¿Esa misma sensación de terror le causaba ella a él en la preparatoria?
Todo eso se cuestionaba Maki, moviendo su pie sin parar.

—¡Listo chicas! ¡Ya pueden pasar a ver a Yuta! —comento Suguru, una vez dejó de hablar por su comunicador, mientras ambas se levantaban de aquellas sillas que les prestaron para pasar el rato— En seguida nuestro staff las llevaran con él — comento mientras una mujer de cabellos rubios cenizas se acercaba a ellos— Cualquier cosa, no duden en decirme, estamos aquí para serviles ¡Que se diviertan!—

—Por aquí señoritas — comento una mujer del staff, la cual, según su gafete su nombre era Manami Suda. —Y por favor, usen estos gafetes en todo momento y no se los quiten hasta que termine su tiempo de veinte minutos que tendrán para hablar y convivir con Yuta— les entrego dos gafetes llamativos de color naranja que decían "pase VIP"

—¡Vamos Maki, no seas tímida!— la animó Nobara, tirando de su brazo — Esta es una oportunidad única en la vida. ¡Vamos a conocer al chico de nuestros sueños!

—No creo que él sea el chico de mis sueños...—Maki intento protestar y de paso se mordería levemente el labio.

—¡No hay peros que valgan! ¡Vamos! ¡Bueno si el no es tu tipo, entonces! ¡Hazlo por mi, tu mejor amiga!— insistió Nobara, arrastrándola para seguir a aquella mujer del staff.

Maki no tuvo más remedio que seguirla. Se abrieron paso entre la gente detrás de aquel escenario y de todos los miembros de producción, sonido, los encargados de la escenografía y todos los de seguridad.

Después de caminar por unos minutos, llegaron a una primera sala previa al camerino de Yuta. Ahí ambas chicas conocieron a los demás que integraban aquella banda. Conocieron al baterista llamado Itadori Yuuji y al bajista de nombre Toge Inumaki, con quienes intercambiaron algunas palabras y hasta se tomaron fotos.

Despues de pasar con ellos alrededor de siete minutos, Suda las guió hasta el camerino principal, cuya puerta tenía un cartel que decía "Acceso exclusivo".

Un guardia de seguridad, muy alto y musculoso, custodiaba aquel camerino. Para poder dejarlas pasar, a ambas chicas les pidió que les mostrarán los gafetes VIP. Y después de recibir órdenes de Geto a través de su comunicador, las dejo entrar

—¡Tienen 20 minutos!— comento Suda, quien se quedó en la salida junto al guardia por temas de seguridad.

—¡Estamos dentro del camerino de Okkotsu! ¡Que nervios! ¡Todo esto es muy emocionante!— exclamó Nobara muy exaltada.

—Sí... estamos dentro... —repitió Maki nerviosa. —¡Yupi!— fingió alegría.

Entraron en una sala iluminada con luces suaves en color blanco. Había varios sofás muy cómodos, una mesa con bebidas y snacks, así como un mini refrigerador.
También había un gran espejo con un bello tocador y una puerta que conducía al cuarto de baño.

—¡Hola chicas! — Una joven y masculina voz las saludó amablemente.
— Bienvenidas al backstage y de paso les pido una disculpa si las hice esperar, me estaba arreglando para recibirlas adecuadamente. Yo soy Okkotsu Yuta, pero supongo que ya lo saben. ¿No es así?

Y allí estaba él.
El chico que había pasado de ser un nerd a una estrella de rock.

Estaba sentado en el sofá de en medio, con una botella de agua en la mano. Se había cambiado de vestuario. Llevaba una camiseta negra ajustada que resaltaba los músculos de sus brazos, así como unos jeans rasgados y unas botas de cuero. Su cabello estaba húmedo y en sus hombros llevaba una toalla blanca, parecía que acababa de salir de tomar un baño rápido para quitarse el sudor.
Su rostro reflejaba una mezcla de cansancio y satisfacción por el espectáculo que había realizado.

Yuta estaba rodeado de flores y de muchos presentes y recuerdos que sus fans le habían regalado. Al verlas entrar, él se levantó y les sonrió cálidamente.

—¡No puede ser! ¡Esto debe ser un sueño! ¡Estoy a unos pasos del cantante Okkotsu!— grito Nobara con demasiada emoción mientras su ídolo se paraba frente a ella.

—¡El gusto es mío! Muchas gracias por venir y espero se hayan divertido. Y díganme ¿Les ha gustado el concierto?— preguntó Yuta con voz dulce.

—¡Nos ha encantado!— respondió Nobara desbordando felicidad. —¡Eres increíble! ¡Cantas como un ángel y tocas como un dios! ¡En serio, Soy tu fan no!1! ¡Eres el mejor cantante que he escuchado en mi vida!— halago.

— Si...Puff.. como sea —murmuró Maki, cruzando los brazos y deseando ya salir de ahí. Esta chica se había quedado muy cerca de la puerta por si debía salir corriendo.

—¡Gracias, eres muy amable!— dijo Yuta, sonrojándose un poco por aquellos elogios.

—Y me alegra escuchar que les haya gustado el espectáculo de esta noche—comento estirando la mano para estrechar manos con ellas.
—¿Tu nombre es Nobara, cierto?— pregunto con una sonrisa.

—¡Si es correcto! ¡Oh por Dios! ¡Yuta a recordado mi nombre!— Nobara sentía que se iba a desmayar de la emoción. Tenía el corazón a mil por hora.
—¡En serio, debo estar soñando! ¿Puedo darte un abrazo?— pregunto muy eufórica.

Yuta rio tiernamente y les hizo una seña a Suda y al guardia para que no se alarmaran y dejaran a esa chica acercarse a él —Claro, lo que mi fan no.1 pida — abrió sus brazos.

—¡Qué emoción! ¡Debo ser la chica más afortunada del mundo!—Nobara grito como nunca.

Yuta sonrió por aquel comentario y le dio un abrazo. Mientras la asistente, tomaba unas fotos de aquel encuentro entre ídolo y fan para después subirlas a redes sociales como parte del espectáculo.

—Eres una chica muy dulce — Yuta le susurro —Me alegra que te guste mi música...—Una sonrisa sincera se formó en sus labios mientras la miraba sin soltarla de la cintura.

Nobara se deshizo en el abrazo y le devolvió la sonrisa.

—Me encanta tu música —Nobara le susurró mirándolo a los ojos con un tono un tanto coqueto sin soltarle de los brazos— Así Como también me encantas tú...

El coqueteo y la atracción se sentía en el aire. Parecía una conexión casi instantánea entre esos dos. Ese abrazo y esas miradas estaban durando demasiado tiempo.

Eso hasta que un ruidito de molestia los saco de aquella burbuja de fantasía. Donde a Nobara le brillaron los ojos como nunca.

Yuta la fue soltando poco a poco, hizo una seña para que el guardia y la asistente salieran un momento del camerino y empezó a enfocarse en la otra chica.

—Ejem... —Maki se aclaró la garganta. Se sentía ofendida de que la hubieran ignorado y de paso se sentía incomoda con toda aquella atmósfera entre ídolo y fan—Bueno... supongo que ya debemos irnos...—

— Como dije, me alegro mucho de que les haya gustado mi concierto— Comento Yuta mirando fijamente a esa peliverde.
—Pero sobre todo, me alegra más el verte después de tantos años...Maki Zenin, parece que no has cambiado nada — dijo con una sonrisa un tanto coqueta.

Maki estaba demasiado sorprendida por aquella respuesta.
Pensaba que aquel chico de verdad la había olvidado. Pero para nada era así.

—Mira quien lo dice...— comento la peliverde con una mueca —Tú si que has cambiado demasiado en estos cuatro años, hasta me atrevería a decir que eres "otro chico"—

Nobara los miró con demasiada curiosidad, así que decidió intervenir porque todo aquello se sentía un tanto tenso.

—¿Acaso ustedes dos se conocen?—preguntó Nobara directamente.

—Sí. Nos conocemos desde hace varios años atrás ¿Cierto, Maki? —dijo Yuta con una sonrisa maliciosa sin dejarla de mirar.

—Si, nos conocimos hace muchos años atrás, pero en circunstancias diferentes jeje. ¡Pero eso ya quedo en el pasado!— se acercó rápidamente a Nobara— Bueno creo que ya debemos irnos ¿Verdad?—Miro nerviosamente a su amiga. Trataba de convencerla con la mirada.

—De seguro debes estar muy cansado por el espectáculo que acabas de dar y quizás tienes cosas más importantes que hacer— decía Maki tratando de ya cortar dicha conversación, mientras tomaba el brazo de su amiga.

— ¡WOW! ¡Pensé que estabas mintiendo hace rato cuando dijiste que lo conocías!— abrió los ojos con demasiada sorpresa —¿Y de dónde se conocen? —Insistió Nobara soltándose del brazo de la peliverde— Tengo mucha curiosidad y sobre todo— su sorpresa ahora se convirtió en un reclamo— ¡¿Por qué nunca me lo contaste?! ¡Maki! ¡¿Por qué nunca me dijiste que conocías a Yuta?!—

—Es una larga historia que quizás luego te la pueda contar...— Maki rio nerviosamente — Ahora por favor... ya vámonos...— dijo entre dientes.

Yuta se pasó la lengua por los labios y se preparó para soltar una declaración que solo sería una gran bomba.

—Maki y yo nos conocimos en la preparatoria, fuimos en el mismo grupo, así que compartimos el mismo salón. ¿Recuerdas?— no la dejaba de mirar.

—Jeje, ya casi no recuerdo nada...— sonrió de dientes para afuera mientras trataba de evitar mirar a Yuta a los ojos —Por favor Nobara... ¡Ya Vámonos!— volvió a decir entre dientes.

—¡Wow! ¿Entonces ustedes dos fueron compañeros de clase? ¿Acaso eran amigos?— pregunto Nobara con más curiosidad, mientras miraba a su amiga.

Maki de verdad se sentía muy apenada por lo que estaba pasando. Sentía demasiado miedo de que su amiga descubriera su pasado —Bueno, Yuta y yo...— fue interrumpida antes de que pudiera decir una mentira.

—Jeje, claro que NO éramos amigos. Al contrario, ella era mi acosadora.— Reveló Yuta con una gran sonrisa sin dejar de mirar a sus invitadas.— Por tres años seguidos, Maki Zenin fue mi bully. —soltó un suspiro —Ella me gastaba bromas muy pesadas y hasta me humilló frente a toda la escuela ¿Lo recuerdas? — su voz se oía imponente.

Maki se quedó helada por cómo fue soltada esa bomba que actualmente nadie más sabía.

—¡¿QUÉ?!— Nobara estaba en shock ante aquella declaración —¿COMO QUE ERAS SU BULLY?— Estaba molesta.

—¡Puedo explicarlo!— Maki rápidamente movió sus manos al ver lo furiosa que se le acercaba su amiga. Parecía que Nobara la iba a golpear.

Yuta soltó unas leves carcajadas y decidió intervenir en aquello, poniéndose en medio de ambas. Maki dio unos pasos atrás hasta que topó con una mesa llena de regalos.

—Pero eso ya quedó muy atrás...— Yuta se acercó unos pasos a ella, quedando frente a frente —¿No es así? Tú lo has dicho, "eso ya quedó en el pasado" ¿cierto? — le sonrió amablemente.

Pero aquella chica guardo silencio. Sus labios temblaron y sus ojos detrás de sus gafas se nublaron. ¿Acaso la culpa la estaba comiendo en aquel momento de revelación que hasta quería llorar?

Yuta abrió los brazos.
—¿Qué tal si nos damos un abrazo de la paz? ¡Un abrazo vendría bien después de tantos años de no vernos! ¿No te parece? ¡Digo, porque de verdad es una gran sorpresa que nos encontremos aquí y en estas condiciones!— respondió con una gran sonrisa.

Maki le entre cerro los ojos. No decía palabra alguna. Ahora se sentía enojada por el comportamiento de ese chico al que "odiaba"

¿Acaso solo se hacía la víctima para dar lastima?

Después miro a Nobara, quien estaba curiosa y molesta por todo aquello. Podía verlo en su rostro.

Sabía que debía decirle la verdad a su mejor amiga, aunque aún había algunas cosas de su pasado que le avergonzaban en la actualidad, pero en aquel momento, Maki solo quería huir de ahí. Quería que la tierra se la tragara y la escupiera lejos.

Estaba acorralada por aquel a quien ella le había hecho bullying por muchos años. Y para ya acabar con aquel incómodo reencuentro y con todo aquel drama, decidió seguirle la corriente a Yuta.

—Si, que esto sea un "símbolo" de nuestra paz— fingió una sonrisa y le dio un abrazo a aquel chico que ahora era unos centímetros más alta que ella.

Aquel abrazo fue demasiado incómodo, especialmente para la peliverde.

—Aun así me alegra verte Maki san... no sabes "cuanto deseaba verte una vez más"— susurro Yuta a su oído, de una manera tan seductora, que hizo que el corazón de ella se detuviera por un segundo y sus mejillas se colorearan de rojo. Hasta le temblaron las piernas.

¿Por qué se volvió tan jodidamente seductor? ¿Por qué se volvió tan jodidamente sexi? Su perfume era embriagante y el sentirse rodeada por sus brazos, le hicieron sentir miles de emociones encontradas.

Rápidamente Maki se aclaró la garganta mientras se separaba de él.
—¿Sin rencores? ¿Cierto?— le miro a los ojos, esperando compasión para que ya le dejase ir.

—¡Sin rencores!— respondió Yuta con una sonrisa que era difícil de leer para ella. ¿Qué estaba planeando? ¿De verdad le estaba perdonando?

Ambos se miraron fijamente a los ojos y sintieron una chispa eléctrica entre ellos. Recordaron los momentos que habían compartido en la preparatoria. Los insultos, las bromas, las peleas. Pero también entre ellos guardaban varios secretos íntimos.

Yuta soltó completamente a Maki y miró rápidamente su reloj. El cual, marcaba las 10:30 p.m.

—¡Vaya, sí que es tarde y ya hace algo de hambre! ¿Chicas, que les parece si las invito a cenar?— sonrió tiernamente —Hace tiempo que no vengo a Tokio y me encantaría cenar con mis fans no.1— se acercó especialmente a Nobara.

—Puedo hacer que mi manager nos reserve el mejor restaurante de la ciudad para nosotros tres— Yuta tomo la mano de la pelinaranja y muy caballerosamente le dio un beso en el dorso de su blanca mano. —¿Señorita Nobara, acepta salir a cenar conmigo en este momento?

Nobara estaba que se moría por dentro. Se sentía la chica más afortunada del mundo porque su cantante favorito la estaba invitando a ella y a su mejor amiga a cenar.

—¡Me encantaría!— respondió sin pensarlo dos veces.

—¡¿Qué?!— Maki grito demasiado sorprendida.

—¡Perfecto! Entonces díganme ¿A dónde les gustaría ir a cenar? ¡Yo invitó!— Yuta pregunto con una dulce sonrisa.

Definitivamente cualquiera caería a sus pies y Maki no quería ser una "de esas" que fácilmente se dejaba engañar o que se dejaba llevar por un chico. Pero de Verdad, este nuevo Yuta sería un reto para ella.

Y eso que aquella noche apenas estaba comenzando...


Notas:

Espero que les haya gustado esta nueva historia.

La inspiración para este nuevo fic surgió de tres cosas;

La primera salió de mi curiosidad por saber cómo hubiera sido la relación si Yuta y Nobara se hubieran conocido, sumado al comentario que hizo un chico que decía que quizás Yuta sería el tipo de chico de Nobara.

La segunda, fueron varias imágenes que vi de Yuta y los demás de segundo como una banda de música y dije "¿Por qué no?" Y aquí está el resultado.

Y la tercera fue por el dialogo que dice Maki en la película, "Sufrías de acoso escolar, ¿no? Acerté ¿eh? Salta a la vista. Yo también te molestaría" y dije, Ok, ella si que seria toda una chica problemas, es más todos los zenin serian los chicos problemas, sino vean a Megumi jaja.

Además, que escuchar la canción de Karma de Taylor Swift ayudó mucho.

Si se imaginan que tipo de música cantaría Yuta, siempre me lo imagine cantando al estilo de artics monkeys o the neighbourhood o de bandas de ese estilo.

¿Qué les pareció el primer capítulo?

Espero les guste este fic que tendrá sus clichés.

Nos seguimos leyendo.