Resultados vigésima segunda rifa: Heather, Bowie, Lightning, Devin, Tammy, Alejandro

C. Casa del árbol (Heather x Alejandro)

¿Qué les gusta a los gatos?

El papá de Alejandro le enseñó desde muy chico que para conseguir lo que quieres lo único que necesitas es conocer a tu público objetivo. ¿Quería una mejor calificación de matemáticas? A la maestra Blainley, una cuerva, le gustaba mucho coleccionar cosas brillantes.

"Miré maestra, encontré esto de camino a casa y pensé en usted."

¿Quería un descuento en la tienda deportiva? Bridgette, una de las empleadas que era un espíritu marino, adoraba el calor, y él era un espíritu de fuego. Solo era cuestión de que fuera a la tienda los días de ventisca y coqueteara un poco con ella para que se ofreciera a usar su descuento de empleado.

Así que era sólo cuestión de tiempo para descubrir cómo hacer que su nueva vecina dejara de mirarlo con esa expresión de desprecio y aceptara pasar tiempo con él.

Siendo completamente honestos se sentía un poco tonto poniendo tanto esfuerzo por una chica. Nunca había sido de los que rogaban, y tenía planes de serlo ahora, pero es que había algo diferente con ella. Pero no algo diferente en el sentido que normalmente le daban las películas románticas; esta mujer parecía estar dispuesta a destruirlo con tal de conseguir lo que quería, y él se moría de ganas por verla intentarlo.

Los gatos son territoriales.

Así que empezó a coquetear con chicas enfrente de ella. Le encantaba ver su reacción, como fingía terriblemente mal que no le importaba; como coqueteaba con chicos que no podían estar menos interesados en ella para intentar conseguir la misma reacción de él. No funcionaba, y eso a ella la enloquecía. Alejandro estaba encantado.

A los gatos les gusta que les des su espacio.

Algo que Alejandro tuvo que aprender a las malas. Una vez había apretado los suficientes botones, supuso que era tiempo de verdaderamente hacer su juego y empezó a rondar a la bella gata 24/7. Esto a ella no le gustó; quizás porque a pesar de su clara atracción hasta ese punto habían sido más las interacciones negativas que positivas, quizás por orgullosa; pero lo importante es que la rivalidad pasivo-agresiva, pero de algún modo amistosa, que habían tenido hasta ese momento se volvió puramente agresiva, y Alejandro tuvo que retroceder.

A los gatos les gusta trepar cosas.

Si era completamente honesto consigo mismo se sentía un poco tonto por ponerse a reformar la casa del árbol de su infancia a unos cuantos meses de entrar a la universidad. Sus hermanos no se reprimieron en molestarlo, ¿qué acaso era un niño? Pero Alejandro confiaba en sus instintos y confiaba que la paga que recibiría a cambio compensaría con creces cualquier humillación de la que pudiera ser víctima.

Y como lo esperaba, justo tres días después de haber terminado la remodelación, la descubrió sentada en el barandal con los pies colgando hacia el vacío.

—Yo no haría eso si fuera tú —dijo Alejandro mientras subía por las escaleras que lo llevaban hacia ella.

—Tú no tienes el sentido del equilibrio que tengo yo —contestó ella mirando a la distancia, al sol que empezaba a meterse.

—Oye, ¿me estás diciendo desequilibrado? —bromeó Alejandro.

—Tú lo dijiste, no yo —respondió la mujer gato con una mirada de falsa indiferencia.

Alejandro se recargó en el barandal al lado de ella y los dos miraron como el cielo pasaba de un naranja abrasador al tono de azul pálido, casi gris, que suele tomar cuando el sol ya se metió pero la luz aún no se ha terminado de ir.

—Normalmente me encanta jugar al gato y al ratón, ¿sabes? —continuó ella— Pero, tú sabes, me refiero a cuando yo soy el gato.

—¿Y dónde estaría la diversión en eso?

Heather finalmente volteó a verlo, y él sonrió.


Así que… si algún día tienen la oportunidad de ser maestrxs de tiempo completo en una secundaria, y quieren seguir teniendo vida aparte de eso, desaprovéchenla.

Y ahora, hablando sobre la pareja seleccionada para este one-shot, la verdad es que pensé en hacer algo crack como Devin y Tammy; pero aunque no soy super fan del Alheather la verdad es que es una pareja muy fácil con la que trabajar porque sabes que encontrarán la forma de cruzar caminos en cualquier universo. Sé que quedó muy cortito y medio experimental, pero espero les haya gustado.

Los quiere: yo.