Si entraste viendo el nombre, este no es ese fic, el otro se llama ahora You Can't See the Forest for the Trees. Básicamente Please Please Please es una de mis canciones para esta ship. No inspiró ningún fic pero inspiró los dos a la vez (?) y por eso el cambio extraño de nombre de un fic a otro.

Atenti que hay racismo contra hombres lobos porque soy hombrelobo-fóbica y también alérgica a ciertos perros o séase, anti-Lupin y anti-Sirius.


Sí, estaba consciente de que dar un paseo por el bosque prohibido a altas horas era una forma infantil de reaccionar, pero en este momento no podía importarle menos que fuera o no algo acorde a su edad, ni que debiera obtener algo de sueño por el poco tiempo que quedaba una vez los estudiantes llegaran a la escuela para empezar un nuevo año, llenando el castillo con sus irritantes voces.

No estaba de humor luego de que fuera informado casi a último minuto de que Remus Lupin, uno de los insufribles Merodeadores -o uno de los dos que quedaban de ellos-, vendría aquí a Hogwarts como maestro.

Un maldito hombre lobo como— ¡No podía creer que Albus decidiera hacerlo! ¿Traer a alguien así para enseñar? Bien podría tomar algún prisionero de Azkaban para el trabajo… Esa idea lo llevó a pensar en otra persona y gruñó.

¿Pero en qué diablos pensaba el anciano? Para colmo le había puesto a cargo del Wolfsbane, lo que significaba que tendría que acercarse aún más animal y, si acaso algo salí mal, un simple descuido del lobo, y sería víctima de su transformación.

Eso lo hizo cuestionar si el director en realidad lo quería con vida, exponiéndolo al peligro latente así de fácil. No hacía falta decir que estaba furioso por esta nueva obligación, como si no tuviera otras cosas que hacer. ¿Por qué tenía que ser una niñera sin paga? Aun si la estadía del lobo durase un año debido a la maldición en el puesto, era mucho tiempo para que algo saliera mal.

Faltaban solo dos días para que las clases iniciaran, solo dos días de paz, sin estar rodeado de la bola de idiotas que se hacían llamar estudiantes o tener que cruzar su camino o recibir sus comidas cerca de aquel hombre lobo que el director pretendía adoptar cual perro callejero. Un perro rabioso sería menos peligroso, pensó. Eso lo llevó a pensar a esa otra persona en particular.

Si no tuviera tanto control de sí mismo, habría golpeado un árbol a estas alturas a falta de un muro o quizás habría sacado su varita para destrozar un árbol con el fin de descargar parte de su enojo. Mas no lo hace. Eso es bueno, porque su silencio permite apreciar mejor su entorno.

No es Hagrid, pero los años enseñando en Hogwarts y teniendo que recolectar ingredientes aquí algunas veces, le han hecho saber que el silencio en el bosque es algo raro.

El silencio del bosque es interrumpido por un ruido. Son pasos, pero no suenan como los pesados pasos de Hagrid quien es la única persona con permiso para estar en el bosque a estas horas. Por un momento, piensa en detenerse y mantenerse oculto mientras sigue al intruso, y acorralarlo cuando se crea a salvo.

Sin embargo, los pasos son muy rápidos por lo que debe apresurar su ritmo.

De todas las cosas que podía esperar, no esperaba encontrar una mujer en medio del bosque en lugar de uno de los estudiantes que se quedó a pasar las vacaciones en el castillo. Él la observa caminar hacia uno de los grandes tejos, tan grande que sus ramas tocan el suelo, lugar donde se ha detenido de repente.

Bien podía tratarse de una estudiante, de no ser por la vestimenta. Es negra, pero no es una túnica. Además, por su posición ahora puede ver algo que antes ignoró.

¿Es un arma de fuego lo que lleva en la espalda? ¿Un rifle acaso? ¿De dónde diablos salió esta chica?

Justo cuando pretende hacer su aparición sorpresa, ella decide moverse nuevamente. Snape se sorprende de la rapidez con la que lo hace. La persigue, tratando de ser sutil al inicio, pero pronto ella desaparece de su vista.

Frustrado, se da cuenta de que debe de haberlo notado, eso tendría sentido al por qué ella no verificó sus espaldas. Sabía que él estaba ahí.

Mira de un lado a otro entre los espesos árboles, optando por jugar el juego. Lanza un hechizo desilusionador en sí mismo y empieza avanzar lo más silencioso posible.

La encuentra, espera tomarla con la guardia baja quitando el hechizo al mismo tiempo, pero algo infantil le hace querer divertirse un poco más. Esta vez ella mira a sus espaldas, casi como si hubiera reparado en él, no puede verlo, pero es consciente de que algo sucede.

Ella no se mueve de su posición, sino que busca con la mirada. Mira hacia el suelo, cosa que hace a Snape maldecir mentalmente, aunque por un momento desestima que ella vea nada entre la oscuridad. Sin embargo, ella lo hace, a pesar de eso, debe de tener una buena vista como para ver sus huellas entre la oscuridad generada por el dosel de los árboles en esta parte del bosque. Sí, debió haber tomado más en serio este juego y ocultar sus huellas mágicamente, pero ahora es tarde.

Se miran el uno al otro por un momento, más bien, ella mira a través del paisaje, pero él lo nota mientras ella se acerca lentamente hacia él.

Hay algo malo en ella, lo siente. No puede decir qué exactamente qué sea eso, pero es indudable que se trata del tipo de magia para nada bien vista. Magia oscura.

Hay algo oscuro en el interior de ella, una oscuridad muy diferente a la que ha sentido en su vida. Se pregunta si podrá saber más acercándose, pero apenas avanza unos pasos cuando la chica saca lo que parece un arma de fuego muggle de su espalda.

¡BANG!


Qué bien si llegaste hasta acá, nos vemos~~