Orario por la mañana siempre es una ciudad con poco tráfico, contrario cuando piensas en la vida que tiene la ciudad por la tarde o por la noche, pero a la vez con mucho sentido, puesto que por la mañana, aquellos que se quedaron hasta tarde en el festejo por haber podido enfrentar a la muerte y haber vivido para contarlo. Por lo que finalmente tenían que estar tranquilamente durmiendo a estas horas y sólo los que no siguieron el festejo de la noche ahora estaban caminando hacia el calabozo.

En esta mañana en la ciudad de Orario, habían dos aventureros caminando tranquilamente por la calle principal oeste directamente hacia la torre de Babel; Se trataban de Bell con su nueva armadura, cortesía de Welf y de Ryuu quién se había encontrado con el chico al inicio del día en su trayecto para empezar su patrulla habitual.

— Realmente parece que tu herrero tiene una gran habilidad, tu armadura se ve bastante bien.

— ¡Es más ligera que la anterior! Pero se siente igual de resistente, o quizás algo más. El señor Welf realmente se lució con el trabajo.

Bell caminaba alabando la construcción de su armadura, lo que era lógico considerando la calidad de la construcción de la misma, sin embargo no era lo único que podía alabar, pues ahora tenía un nuevo escudo también, y este lucía realmente bien, aunque ahora no tenía un dibujo tan intrincado cómo el que tenía el anterior, puesto que según Welf "No tenía tiempo de trabajar en los detalles" Y le daría uno nuevo con un mejor diseño en cuánto tuviera la oportunidad de hacerlo.

Aún así, el escudo no lucía inferior al contrario, pese a que Welf lo llamó "Trabajo apresurado" lo que hizo que Bell tuviera un pequeño escalofrío pues lo hacía preguntarse qué era un "Buen trabajo" para Welf.

De todas formas, en ese momento sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en su hombro.

— ¡L-Lo siento!

— Lo siento.

El chico se sorprendió un poco al escucharla. Había chocado con una chica mientras caminaba por estar distraído.

Pese a todo, ella no se detuvo y continuó su camino, aunque el chico pudo vislumbrar un poco de su apariencia; su piel estaba teñida del color del trigo, con un profundo bronceado. Llevaba una chaqueta corta, negra, que dejaba su vientre descubierto, lo cual había estado acompañado con un top blanco que tenía un cinturón marrón debajo de su pecho.

Él había visto sólo la mitad de su rostro, puesto que tenía una bufanda del color de su chaqueta y, tal vez, una máscara que cubría la mitad de su rostro. Tenía una capucha que ocultaba sus orejas, pero la cola la delataba; saliendo de su espalda baja, justo dónde mini-shorts terminaban y comenzaba su espalda, se veía una cola que parecía de lobo, aunque Bell reconoció que en realidad era la cola de un chacal, todo acompañado de un par de botas negras que llegaban hasta el muslo.

Sin embargo, tan pronto cómo una mujer con la apariencia de una aventurera caminaba por la calle, tan pronto cómo desapareció, porque en el momento que Bell menos lo esperó, ella ya no estaba por ningún lado. Parecía haberse esfumado en el aire, lo que era improbable, más no imposible cómo acababa de ver.

El chico incluso miró a su alrededor, preguntándose internamente "¿En dónde se metió?" ya que realmente no creía que alguien pudiera esfumarse en el aire, pero aparentemente si era posible; por dónde la buscara, ella sencillamente no aparecía, y ni siquiera daba señales de que alguna vez hubiera estado ahí.

— ¿Hey? ¿Está todo bien?

La voz de Ryuu lo hizo regresar en sí mismo, dándose cuenta de que se había quedado de pie en medio de la calle viendo en la dirección en la que desapareció la misteriosa aventurera, aún así, suspiró antes de negar con la cabeza y asentir a la elfo, retomando la caminata directa hacia el calabozo, puesto que lo estaban esperando.

X X X X

En el calabozo, las cosas iban de verdadera maravilla. Aunque el piso en el que estaban no debía suponer un desafío para el albino y sus acompañantes, el hecho de que este chico estuviera básicamente destrozando todo lo que estaba en el lugar era motivo de atraer miradas. No era para menos; tenías a un chico vestido con una armadura completa, moviéndose cómo si no llevara ningún tipo de armadura y cortando a diestro y siniestro a todos los monstruos que se acercaban a él.

Naturalmente eso se podía considerar una masacre para los que venían acompañando al chico. Welf tenía una mirada perpleja mientras veía al chico moverse con la agilidad de un conejo y la furia de un león hambriento.

— Oye… ¿Estás segura de que es sólo un nivel dos recién subido? Porque estoy muy seguro de que eso es lo que podrías esperar de un nivel tres…

— Lili está casi segura de que es un nivel dos. El amo Bell no le mentiría a Lili, y aparte no sabe mentir.

— Maldita sea… ¿Entonces qué maldito tipo de nivel tres es este chico?

— Lili cree que es por las extrañas estadísticas del amo Bell antes de subir de nivel, ¿las vió, amo Welf?

El pelirrojo lentamente desvió su mirada de la masacre unilateral que estaba presenciando para ver a la pequeña escudera que estaba afilando su lanza, antes de empezar a caminar hacia el campo de batalla con total confianza. La razón de eso se debía a que él no sabía que las estadísticas de nivel uno del chico eran públicas, sin embargo, no tenía ganas de investigarlas; con lo que estaba viendo, le daba miedo lo que averiguaría.

Bell por su parte utilizó Al Questa sobre un Orc sigiloso que salió de la retaguardia, arrancando la garganta del monstruo y tragandola antes de girar sobre su propio eje, destrozando por la mitad al monstruo cerdo, que ni siquiera pudo proferir un último chillido de agonía. Y aparte en ese único movimiento se llevó a una gran cantidad de imps que venían detrás del monstruo.

— ¿En serio esto es una sóla subida de nivel…?

La respuesta vino acompañada de un golpe giratorio con su escudo, lo que literalmente aplastó la cabeza de un Bad bat contra la superficie metálica. Bell no esperaba el nivel de poder que había alcanzado con una subida de nivel. Sin embargo también notaba algo que desafortunadamente se temía; el aumento de poder que obtenía de Deus Ambrosia había disminuído.

Siendo más precisos, el aumento no era menor, si no que la relación del aumento con su fuerza actual había cambiado, ya no se sentía cómo un nivel 1 sumando la fuerza de otro nivel uno; era más cómo un nivel 2 sumando la fuerza de un nivel 1.

Hacerse más fuerte hacía que necesitara presas todavía más fuertes para adquirir poder realmente trascendente, así que ahora dudaba que pudiera volver a conseguir algo cómo lo que sacó del Viscum, ya que ahora incluso eso se vería ligeramente opacado.

Aunque realmente no se quejaba, eso era bueno, significaba que dependía mucho menos de su capacidad de comer, lo que antes le jugó en contra cuando se enfrentó a enemigos mucho más fuertes que él. Sin embargo, también estaban ciertas habilidades extra que lo apoyaban desde las sombras.

Gospel…

En el momento que realizó su canto normal, debajo de sus pies se había generado un círculo mágico de color blanquecino, casi transparente, apuntando su espada directamente al aire para que rápidamente el bloque de sonido fuera disparado desde la punta del arma que funcionaba a su vez cómo catalizador mágico. El bloque de sonido ni siquiera impactó, generó únicamente una onda de choque tan brutal que hizo explotar a un Hard Armored y la mitad del cuerpo de un Silverback que venía justo detrás.

— ¿¡Espera qué demonios!?

Bell dió un salto al ver lo que hizo un Satanás Verión a plena potencia, retrocediendo un poco por el enorme poder que ahora tenía. En su cabeza resonaba lo que sabía de las dos habilidades en su estado; [mago] aumentaba la potencia de la magia pero a un nivel abrumador ya que un nivel 2 especializado tendría el poder de un nivel 3 que no estaba especializado.

Mientras que [Cazador] aumentaba la eficiencia del combate contra monstruos a los que había matado en el pasado. Si juntaba esas dos habilidades contra monstruos que antes había matado ávidamente, junto a la alta estadística de magia que tuvo antes de subir de nivel, y que recientemente había activado Deus Ambrosia, resultaba en lo que acababa de ver.

Se sintió tentado a lanzar Rea Ambrosia contra algún grupo de monstruos, pero desafortunadamente, ya no había monstruos a su alrededor, y de hecho Lili ya estaba trabajando en los cuerpos, tomando las piedras mágicas. Bell entonces suspiró y limpió la sangre de su espada con una técnica, y luego envainó tranquilamente.

— Demonios, Bell, déjame algo jajaja.

Bell tuvo un pequeño salto cuando un brazo proveniente de un cuerpo todavía más alto que el suyo pasó por encima de su hombro para darle un medio abrazo entre suaves carcajadas. El pelirrojo estaba realmente sorprendido por el poder del aventurero estrella.

Bell también rió un poco antes de asentir tranquilamente.

— Te dejaré la siguiente ronda, supongo que intentaré ayudar lo necesario para que también puedas pelear.

— Hombre, faltaría más, si no no subiré de nivel en mi vida.

Welf tenía una sonrisa en su rostro mientras miraba a Lili trabajar, asintiendo tranquilamente ya que nunca había pisado este piso por tanto tiempo, ya que realmente le había costado mantenerse en pie ahí dentro. Sin embargo, Bell había facilitado mucho las cosas.

El ambiente se sentía en paz, una inmersión pacífica y tranquila… Si, cómo si eso fuera posible.

"¡Raaaaughhhh!"

Un poderoso rugido de parte de un monstruo hizo eco, y logró que todos voltearan la mirada para encontrarse con un Infant Dragon. Un monstruo dragón de 1.5 metros de altura, y el monstruo más fuerte de los pisos superiores, y de forma desafortunada, estaba corriendo con una furia primitiva directamente hacia la pequeña Lili.

— Oh mierda… ¡Mierda va hacia Lil'cuajo!

Bell por mero instinto tomó la empuñadura de su espada; tensó los músculos de las piernas y preparó el resorte para saltar sobre su objetivo en movimiento, sin embargo no fue necesario que interviniera de ninguna manera.

Cuando la pallum se dió cuenta de que un monstruo iracundo se estaba dirigiendo hacia ella, inmediatamente tomó su lanza y la giró rápidamente sobre su mano para acto seguido lanzarla con todas sus fuerzas hacia el animal en movimiento el cuál inmediatamente fue recibido con el impacto del arma en el interior de su nariz. Y acto seguido, la chica se quitó del medio, dejando que el monstruo, por pura inercia siguiera su camino en el suelo, hasta que se detuvo, completamente inerte.

Lili simplemente tomó su lanza, arrancándola de la nariz del monstruo, no había sido una hazaña de fuerza, si no más bien de técnica; apuntó a un lugar por el que podría alcanzar rápidamente el cerebro del monstruo. Le había dado una muerte rápida y carente de cualquier forma de dolor.

El albino detuvo su andar, con la mirada fija en la chica que ahora estaba tallando en el pecho del monstruo en búsqueda de la piedra mágica de su interior. Decir que estaba sorprendido era decir poco, pero en realidad tenía sentido que ella fuera hábil con esto.

— … Recuérdame no hacer enojar a Lil'ly.

— No creo que la hagas enojar lo suficiente para que alguna vez trate de matarte, así que no te preocupes ja ja ja ja…

Bell había empezado a reír un poco de forma nerviosa, pero finalmente continuaron en la exploración del día.

X X X X

Sahra caminaba tranquilamente por el exterior del panteón, analizando el edificio sede del gremio ya que estaba buscando algo, algo que era totalmente necesario para ella puesto que sin eso no podría continuar la misión que le habían dado; una entrada.

Su búsqueda fue recompensada cuando encontró una puerta trasera, ella simplemente recurrió a la bolsa en su cintura y tomó las herramientas necesarias ya que se acercó a la puerta y con un par de movimientos, la cerradura finalmente cedió y se abrió para ella. Sahra simplemente sopló un poco del polvo que había quedado en sus herramientas y empezó a caminar en el interior del gremio.

Sus pisadas no hacían ruido, estaba completamente en silencio, moviéndose por las tenues sombras que se formaban entre los rincones a los que no llegaba la luz de las lámparas de piedra mágica.

Ella necesitaba información de aventureros, precisamente necesitaba la información de un aventurero en particular, y para eso necesitaba algo con lo que empezar. Mientras se movía con agilidad entre pasillos, por un momento se quedó completamente quieta, en silencio total.

Había sido vista, ya que frente a ella había una chica de cabello corto, color rosa.

Leyó en el gafete que tenía sobre el seno derecho que su nombre era Misha Flott, y la propia Misha la estaba mirando, con extrañeza pura, cómo si no entendiera nada de lo que estaba viendo.

— Misha, ¿estás bien?

— ¿Uh? ¿Por qué lo dices, Eina?

— Es que de la nada te quedaste viendo a un pasillo vacío.

Sahra permanecía completamente quieta, en silencio, incluso su respiración parecía haberse reducido dramáticamente, y la mirada de la chica de cabello rosado simplemente no la estaba mirando a ella, estaba mirando la pared detrás de ella; para ambas, Sahra era completamente invisible.

— No, es que creí haber visto algo… Pero quizás es sólo mi imaginación, ¡trabajar tan duro está haciendo que mi cerebro se deteriore y me haga ver cosas!

— Ajá, anda, regresa a trabajar que Rose se va a tener que encargar de tu papeleo y sabes que a ella no le gusta.

La chica inmediatamente se puso firme al escuchar el nombre de Rose, tragando saliva para negar vigorosamente y entonces cargar corriendo hacia su escritorio en pro de tratar de completar su papeleo lo más rápido posible.

Entonces la asesina soltó el aire que tenía en sus pulmones muy lentamente, hasta que pudo volver a tomar aire y reanudó su camino, controlando su respiración y asegurándose de no ser vista. Su habilidad realmente era útil para este tipo de casos, pero no iba a pensar de más en ello ya que tenía un objetivo.

Su camino continuó hasta los archiveros, una gran habitación en la que se guardaban varios documentos necesarios para el trabajo de los asistentes de gremio, pero eso no era lo que le importaba, si no que estaba buscando los expedientes de aventureros. Algo que tampoco tardó en encontrar para empezar a leerlos ávidamente. Estaba buscando un archivo que tomó y miró por unos minutos largos.

Ella realmente se había quedado quieta viendo la foto y leyendo el nombre que estaba en el archivo que estaba en sus manos, antes de negar rápidamente con la cabeza y regresar el expediente a su archivero.

Luego de eso metió una mano en su chaqueta para tomar una pequeña libreta con una pluma en la que empezó a apuntar rápidamente todo lo que había leído en el expediente, antes de escuchar que la puerta se estaba abriendo.

Eina entró en el archivero, caminando por la habitación hasta el cajón de los expedientes antes de tomar uno de los documentos con calma y empezar a caminar hacia afuera, no notando nada raro hasta que volvió a cerrar la puerta y entonces Sahra cayó del techo, sin hacer ningún tipo de ruído cómo era costumbre.

Una vez aterrizó, finalmente supo que tenía todo lo que necesitaba, por lo que empezó a caminar con total confianza entre los pasillos del panteón hasta la puerta que había abierto, saliendo con calma y perdiéndose en los callejones de la ciudad laberinto…

Más tarde, esa misma noche, ella estaba sentada en las murallas de la ciudad, leyendo sus notas con total tranquilidad.

— Vaya que eres una persona interesante… Matarte será complicado, pero los retos complicados son los mejores.

Dijo para nadie en particular, antes de suspirar y cerrar la libreta, recostándose de una de las paredes y cruzando los brazos mientras empezaba a pensar con calma.

El aire de la noche era frío, y tenía algo de rocío, sin embargo no era nada tan frío cómo una noche en el invierno del desierto. De día el desierto es abrumadoramente caluroso, pero de noche era todo lo contrario, era gélido.

Ella estaba acostumbrada a esos fríos, y por eso podía mirar las estrellas sin preocuparse por el clima, pensando en todo lo que tendría que hacer para alcanzar a su objetivo, antes de finalmente suspirar.

— Necesitaré más información, información personal… Rutina, rutas habituales, conocidos… Parece que voy a tener que recurrir a un informante — mientras ella llegaba a sus propias conclusiones, cruzó sus brazos por detrás de la cabeza. — Aunque luego tendré que silenciar a esa persona, sería malo si fuera un doble agente y le vendiera a mi objetivo la información de que estoy planeando su muerte.

Finalmente se volvió a levantar, antes de estirarse para tratar de quitarse la pereza que se había apoderado de su cuerpo, y luego empezó a caminar hacia la bajada habitual de la muralla. Iba a tener que ir a algún bar.

X X X X

En otra parte, para ser precisos, bajo tierra, la familia Loki estaba avanzando por el piso 49 hacia el 50, teniendo especial calma mientras andaban ya que tenían que alargar ligeramente el trayecto.

En este viaje se encontraba Lefiya, que caminaba con la atención y la mirada fijas en otra cosa: su propia mano.

Ella recordaba el dolor que sintió cuando los dientes de Bell cortaron su carne, pero eso no la molestaba en lo más mínimo, ya que estaba más preocupada por lo que pudiera haber pasado con el chico. Bell había peleado con una criatura, un ser mitad monstruo, mitad hombre, pero con lo mejor de ambos, y vivió para contarlo.

Pero la criatura a la que se había enfrentado el chico no era igual a las otras que había visto, ya que esta criatura podía transformarse y des-transformarse a voluntad, adoptando el nombre de "Daemon". Ella había visto el estado en el que quedó su amigo luego de la violenta paliza que le fue propinada por el monstruo.

El chico se estaba debatiendo entre la vida y la muerte cuando lo encontró, habiendo logrado repeler a la bestia apenas por milagro, pero quedando en un estado deplorable luego de la paliza que le fue propinada, el cuerpo de Bell apenas se sostenía por pura fuerza de voluntad, y si hubiera tardado un segundo más en actuar, él ya no estaría entre los vivos.

Recordar el estado en el que estaba Bell le daba una sensación horrible; cómo si ataran una cuerda alrededor de su corazón y la apretaran fuertemente. Aunque se sentía mejor de que el chico hubiera logrado salir intacto, también le daba algo de curiosidad sobre sus propios pensamientos.

Internamente, Lefiya no podía dejar de preguntarse "¿Por qué me aprieta el corazón recordar lo que ví con Bell?" Aunque pronto también llegó a una conclusión; Bell era su amigo, por cualquier amigo suyo se sentiría así si este llegara a recibir una paliza de esa magnitud, quizás incluso por Bete, aunque este no lo mereciera. Por lo que estaba intentando convencerse de que era eso y no otra cosa que pudiera fastidiarla mucho.

Aunque, pronto su charla interna se vió interrumpida.

— ¡Atención! ¡Hay una formación de Fomoire más adelante, así que tendremos que prepararnos para recibirla! — la estridente voz de Finn había hecho eco entre toda la familia.

Fomoire; monstruos equivalentes a un nivel cinco que tienen la mala costumbre de formar enormes manadas de cientos de miles de individuos. Así que era normal que ahora tuviera que prepararse para la formación en la que la familia pelearía una guerra contra los monstruos mientras el escuadrón de magos preparaba un bombardeo mágico para eliminarlos a todos o por lo menos a la gran mayoría de un sólo golpe.

Lefiya tendría que formar parte de esa unidad, o por lo menos así era en la mayoría de casos, pero en este en realidad no lo tenía que hacer. Ella había estado entrenando y ahora iba a demostrar lo aprendido. Cerró sus ojos, tomó aire para llenar sus pulmones y sujetó con fuerza su bastón en un intento de darse ánimos.

— ¡Fomoire llegando! ¡Todos a sus posiciones y prepárense para pelear!

En el momento que Finn dió la orden, Lefiya cerró los ojos y tomó aire para empezar a cantar. Eran un gran grupo, por lo que debería usar activamente su hechizo de área personal, pero eligió algo distinto para esta ocasión.

Rayo de luz desatado, arco del árbol sagrado. Eres un experto en el arco. Dispara, francotirador de las hadas. Penetra, flecha de precisión absoluta…

Conforme Lefiya cantaba, había empezado a correr a lo largo de la formación de la familia Loki, buscando un blanco para disparar su poderosa magia. Estaba corriendo detrás de un muro de escudos que recibía valientemente el iracundo embate de los monstruos caprinos, por lo que igualmente se sentía segura de su maniobra. Aunque no estaba al tanto de que estaba siendo observada por varias personas en su familia.

Finalmente identificó un blanco: Un gran macho que era incluso más grande que el resto de los monstruos del grupo, llevando no sólo una, si no que llevaba dos armas naturales con él, lo que lo estaba volviendo la mayor amenaza que se acercaba de forma imparable hacia la formación de la familia de los asesinos de gigantes.

¡Arcs Ray!

Una vez liberó su magia, se creó un círculo mágico de color amarillo dorado, justo debajo de sus pies. Y en ese instante salió disparada una poderosa ráfaga de poder mágico, justo detrás de los escudos, volando por el aire cómo una estrella fugaz que aterrizó y, básicamente evaporó al monstruo que ella había apuntado.

La chica vió el resultado de su movimiento, y sonrió para sí misma, ganando confianza antes de prepararse, dar un saltito y empezar a correr de nuevo a lo largo del muro de escudos.

Internamente estaba realmente feliz por poder hacer algo cómo esto; demostraba que se estaba volviendo más y más útil, ahora no dependía de que la defendieran, no era sólo una carga que tenía que quedarse atrás y simplemente disparar todo lo que tenía que disparar, cómo una especie de arma que tenía que cargarse. Ahora realmente era una combatiente que podía unirse a la batalla.

Por eso ahora ella cantaba, sin morderse la lengua ni preocuparse por su seguridad, a lo largo del muro de escudos, cantando su magia cómo le fuera posible para apoyar a sus aliados en lo que la "Fairy Force" (nombre no oficial a la unidad especial de magos elfos de Riveria) disparaban el bombardeo.

— ¡Fusillade Fallarica!

Claro que Lefiya no era consciente de que estaba siendo observada por más miembros de su familia, una vez que ella hizo su propio bombardeo de menor escala en uno de los flancos de la formación, reduciendo drásticamente su carga antes de mirar nuevamente al otro lado. La chica encogió sus piernas cual resortes y emprendió una carrera, intercambiando sus pasos con largas zancadas que la llevaban cada vez más rápido.

Claro que su familia estaba sorprendida por su actuación.

— Lefiya…

— Ella… Tsk, y pensar que ella haría algo de tan mal gusto.

Obviamente sólo dos personas en la familia reconocieron algo clave cuando la vieron correr de lado a lado; Aiz y Bete.

Los dos habían estado el suficiente tiempo con el maestro de la elfo cómo para identificar algo crucial en la chica; ella estaba copiando los movimientos de Bell Cranel. El chico era de los pocos que tenían la manía de imitar a un conejo cuando emprendía una tarea que requería la velocidad, Bell generalmente encogía sus piernas cómo resortes y tensaba sus músculos antes de saltar y correr tratando de mantener los pies en el suelo la menor cantidad de tiempo posible, tal cómo un conejo o una liebre, y tal cómo ella lo estaba haciendo ahora.

— Ella y Bell debieron haber estado entrenando durante algún tiempo, Bell debió haberle estado enseñando… Lefiya… Estoy tan feliz por tí.

Aiz tuvo una sonrisa suave en su rostro, antes de saltar al lado de Lefiya, pasando sobre ella para ir de cabeza sobre los Fomoire, ya que al final, si la chica estaba esforzándose en reducir al máximo la carga de los escudos, ella tendría que hacer lo mismo y no quedarse atrás.

Bete por otro lado…

— Está copiando al primer sujeto que le dijo que podía ser más que una carga… Ugh, idiota, no lo pudo hacer por su propia voluntad… ¡Es patético, pero al menos ya no es una carga inmóvil, ahora es más un lastre que una carga!

El hombre lobo refunfuñó un momento más hasta que Lefiya disparó otro Arcs Ray, saltando para patear la magia en el aire y hacer que las Frostvirt absorbieran algo del abrumador poder mágico de la maga de nivel 3, respondiendo inmediatamente con patear a un gran escuadrón de Fomoire, haciéndolos volar en pedazos.

En la cima de todo, detrás de las filas y rodeada de la Fairy force, Riveria se encontraba con la mirada fija en su sucesora. Ella estaba sorprendida de lo mucho que había crecido la chica, sin saber que había estado entrenando en secreto con un chico de otra familia, pero tampoco es que importara realmente.

Lefiya estaba creciendo, el mero hecho de ser capaz de cantar mientras se mueve, es impresionante; tal vez no será tan buena cómo la propia Riveria en ello, pero ya es más que la enorme mayoría de magos en Orario, el mero hecho de que ella haya aprendido una técnica de alto nivel cómo el Canto Concurrente es mérito de un halago cómo el que planeaba darle luego de la batalla.

Lefiya por su parte estaba fuera de sí, ella estaba que no cabía de la alegría de por fin haber logrado algo cómo esto, pensaba en todo el tiempo que tuvo que estar entrenando con Bell, lanzando magia, controlando su poder, meditando y entendiéndolo todo.

Antes de notarlo, el espectáculo del poderoso bombardeo contínuo del equipo de hadas de la familia Loki había dado inicio, haciendo que Lefiya suspirara y sonriera con calma, tomando asiento en una roca cercana mientras disfrutaba el espectáculo, antes de meter la mano en su bolsa y tomar un vial lleno de una poción que tomó de un trago, sintiendo que el agotamiento mental se iba.

— Ahhh, ¡Todo valió la pena!

La chica tenía una sonrisa en su rostro luego de haberse terminado el vial y mirar el campo de batalla humeante y lleno de la destrucción mágica. Aunque, finalmente se vió sorprendida en el momento que varios miembros de la familia Loki se acercaron a ella. Principalmente personas de su nivel o inferiores, pero claro, también los niveles cuatro de la familia estaban ahí, viendo a la chica con curiosidad.

— Si es Lefiya, ¿verdad? Nuestra Lefiya, ¿no? ¿No es una impostora?

— ¡Tarado! ¿¡Cómo va a ser una impostora!?

— ¡Lefiya! ¿¡En dónde aprendiste a hacer eso!?

Conforme más y más se acercaban los compañeros de la chica, esos y más comentarios similares llegaban a ella, lo cuál al principio la dejó algo aturdida, pero luego la hizo sonreír internamente y mirar hacia el techo de la mazmorra, cómo si quisiera encontrar a Bell que estaba varios kilómetros arriba, en la superficie, mientras expresaba un débil y apenas audible.

— Gracias… Bell…

Ella tenía una sonrisa en su rostro luego de eso, ahora no era el lastre que Bete decía, ahora podía pelear tanto cómo necesitara, y no era necesario que personas, cómo esa aventurera de la familia Hermes, murieran por ella.

Lefiya, por un momento, dió un suspiro de genuina felicidad.