Las horas pasan, los chicos de la Tierra habían ido a dormir en las habitaciones que les dio el conde. Como era obvio, Nobita y Doraemon durmieron en la misma habitación en una cama doble, ambos estaban dormidos hasta que Nobita oye una voz en su cabeza, lo cual lo despierta.
("¿Podrías invitarme a entrar? Sabes que un vampiro no puede entrar sin ser invitado a una habitación") Sí, era la voz de Selene.
Nobita se sienta con ojos brillante de color carbón sorprendido al escucharla, pero luego sonríe en un tono medio burlón ("Es tu casa. Puedes hacerlo sin problemas")
("Lo sé") Selene abre un poco la puerta de la habitación sonriéndole a su amigo el cual la nota ("Y sé que no estabas tan dormido. ¿Te apetece un paseo?")
El azabache toma las gafas de la mesita de noche y asiente. Él aún tenía el gorrocóptero con él, así que despacio abandona la habitación cerrando la puerta tranquilamente. Los dos chicos aprovechan una de las grandes ventanas del pasillo, Selene la abre, despliega sus alas de murciélago para salir por ahí, Nobita también sale volando al usar el gorrocóptero.
Selene ahora es quien guiaba a su amigo a través del cielo nocturno intenso, las estrellas y ambas lunas ilumaban el ambiente, la chica de platino lo llevó a recorrer el cielo y las afueras de Kyuketsu que no conocía, la noche oscura era solo para los dos en ese paseo.
Volaban, reían, incluso haciendo piruetas que la vampiresa le enseñaba al humano, pasaron por una montaña cerca con una gran cascada, veían a los animales peludos en los alrededores, especies nativas de Amarant
Como él le mostró su mundo nocturno, ahora ella tenía la chance de hacerlo. Querían hacerlo ahora porque mañana iban a estar ocupados con el resto, pero esa noche oscura era para ambos.
Con un buen paseo, ellos regresan a los exteriores del castillo, donde se sientan en la parte del techo que estaba sobre el cuarto de Selene cerca de su balcón. "Tu planeta es muy diferente al mío, pero es impresionante, aquí siempre es de noche y es más moderno"
"Tienes la misma impresión que yo sentí con tu mundo, Nobita. Me alegra mucho, creo que necesitaba un paseo, pero no quería hacerlo sola. Gracias por acompañarme" La vampiresa mira a las estrellas al igual que el chico torpe "No sé por qué tenemos este enlace, pero fue gracias a eso que nos conocimos, tal vez debimos conocernos porque tal vez nos necesitábamos uno al otro, quien sabe. Pero me alegró mucho que pasara."
El chico solo le sonríe a su amiga vampiresa "A mí también, realmente eres una buena amiga, me gustó pasar el tiempo juntos viviendo en la misma casa. Puede que nos volvamos a despedir, pero ya no habrá límites si queremos vernos de nuevo, ya no sería tan seguido pero puedo esperar"
"Lo sé. A mí me emociona de sobremanera" Selene sonríe de forma linda y burlona como lo solía hacer cuando ella vivía en la Tierra, así que decide arrodillarse cerca de él como lo hizo cuando contaba la historia de su planeta
"¿O tal vez quieras un cambio de vida y que te convierta en un vampiro y vivir aquí en Amarant? Creo que un par de colmillos te quedarían bien y así no tendríamos que despedirnos. Como te dije antes, yo podría ayudarte con eso si lo deseas."
Como era de esperarse, el chico se pone rojo de pena, no lo hacía hace un tiempo ya "¡P-p-pero Selene, yo...!"
La vampiresa se ríe alejándose un poco de él "¡Jeje! Tranquilo, solo bromeaba, es que extrañaba hacerte reaccionar así"
"Uh... Oh... Okay, uh..." El azabache sacude su cabeza para calmarse y recuerda algo "Por cierto ¿De qué estabas hablando con tu padre cuando los dejamos solos en el balcón?"
La pregunta de Nobita hace que la chica de platino sonría mientra pone un dedo sobre sus labios mientras le guiñaba el ojo "Es un asunto familiar, no tienes que saberlo"
El chico de gafas entiende eso, parece ser que era un asunto muy personal, así que prefirió no volver a preguntar dando lugar a un ligero bostezo, la vampiresa se levanta.
"Bueno, ya debemos entrar, mañana nos toca explorar tu ciudad, debemos aprovechar que nos quedaremos otro día más."
Selene asienta "Claro, yo los guiaré con gusto. Pero antes, nos falta una cosa más que hacer"
La vampiresa desciende al balcón, abre las puertas de cristal de este y entra a su cuarto, para rápidamente traer algo de allí: Un reproductor de música. Al verlo, Nobita solo se rasca la mejilla un tanto apenado "Me lo figuraba. Aún así, sigo siendo un torpe bailarín"
Pero a ella no le importaba eso, quería pasar tiempo con su amigo humano, lo extrañaba desde que se separaron de forma forzada. Colocó el reproductor encima del tejado, lo encendió, sonando música lenta que ella le gustaba.
Tomó de la mano a su amigo y lo llevó al cielo nocturno, el chico no pudo evitar ser guiado por esos ojos violetas que habían llamado su atención desde aquel sueño que tuvo.
Cuando Nobita se dio cuenta ya estaban flotando sobre el jardín del castillo, los guardias notaron la presencia de ambos pero prefirieron no hacer nada, no querían arruinarles el momento.
Un viento gentil soplaba, haciendo ondear el cabello platinado de la chica y moviendo un poco el cabello negro del chico "Esa noche en mi cumpleaños, después de bailar viene el recuerdo de ella haciéndote daño, quiero repetirlo, pero esta vez, que todo termine bien"
El joven azabache se sobresalta con los ojos iluminados, no sabía si era por el efecto de las dos lunas de fondo, aún estaba sorprendido de como ella quería pasar tiempo con él, pero es porque realmente valoraba su amistad.
Se conocieron por un sueño.
Él la buscó porque quería descubrir el por qué soñaba con ella.
Volvieron a conocerse en la vida real.
Se volvieron amigos
Compartieron la vida cotidiana terrícola, acercándose y fortaleciendo esa amistad.
Se separaron y eso les había dejado un sentimiento de tristeza, aunque uno de ellos no recordaba al otro.
Se reencontraron en el momento más crucial
Se protegieron entre ellos en el peligro.
Y una vez más estaban a punto de despedirse, pero esta vez sería con una sonrisa y una promesa que aún con todo se mantuvo presente y se mantendrá.
Nobita asiente al pedido de baile asintiendo sin decir nada, mientras la música se apoderaba de la escena, ambos empezaban a hacer los mismos movimientos que en el cumpleaños de la vampiresa en el cielo nocturno.
"Lamento si estoy en pijama, no estoy tan presentable como esa noche" El chico torpe sonríe con verguenza.
La vampiresa niega sonriendo "No te apenes, yo también estoy en pijama, ambos no estamos presentables, lo importante es la ocasión. Veo que ya te estás acostumbrando."
"Es que tengo una buena maestra" Ambos ríen mientras seguían bailando. El tiempo parecía actuar más lento entre dos amigos pasándola bien.
Aquella noche oscura estaba siendo solo para los dos
Cuando la música se detuvo, ambos pararon también, otro recuerdo más se había cosechado esa noche, ahora en el planeta Amarant. Ambos se miran por un momento para volver al castillo al interior del castillo por la misma ventana por la que salieron, ella cerró la ventana.
"Gracias por acompañarme y por concederme un baile más, lo disfruté" La vampiresa le da a su amigo una cálida sonrisa, irónico para un vampiro.
"De nada Selene, yo también me divertí. Nos vemos mañana"
Ambos se despiden después de un día ajetreado yendo a sus habitaciones, fue un día que comenzó triste pero que terminó de una manera tranquila, era un nuevo comienzo para Amarant y para Selene.
A la siguiente noche clara, el grupo de la Tierra se tomo el día para hacer turismo en Kyuketsu, todos estaban fascinados por el diseño gótico-victoriano de las casas a pesar de que tenían una muy buen tecnología a base de magentun.
Pasaron el día divirtiéndose, incluso Zurie se unió para animarse, lo necesitaba después de que el día anterior fuera uno de los más dolorosos para él. Como había menús libres de sangre, comer no fue un problema para los terrícolas, en especial para Gigante que quería probar la sasón amarantiana.
Incluso Doraemon sugirió la idea de implementar los dorayakis en los menús del planeta, cosa que Zurie y Selene aceptaron y con la receta, lo harían realidad, no había duda que el gato robot se quedó contento.
Selene les había pagado tanto a Shizuka y Suneo ropas amarantianas para que se las llevaran, ya que los lindos vestidos de colores más allá del color negro y las ropas elegantes amarantianas llamaron la atención de los dos.
Nobita se quedaba anonadado y sorprendido por todo lo que veía, incluso habían juguetes echos con magentun que le llamaron la atención.
Así pasó un día más en Amarant, todos felices y tranquilos con un respiro de todo lo sucedido en la fallida ceremonia de ascenso, volviendo al castillo en el preámbulo de la noche oscura, pasando el tiempo juntos y hasta haciendo una pijamada la cual disfrutaron todos.
Pero, con el fin del día viene el comienzo de otro, el día en que llegaba una despedida.
