–Papá ya volvimos, tuvimos suerte y encontramos algunas frutas y raíces–exclamo Ranma al llegar al campamento.

–Que bien, muero de hambre–dijo el señor despertándose de la pequeña siesta que estaba tomando.

–Prepararé un poco de arroz y el pescado que aún nos queda–dijo Ryoga y se puso manos a la obra. Los demás desempacaron sus provisiones, Genma ya había hecho la fogata así que se sentó a esperar la comida. Una vez que estuvo lista todos cenaron y fueron a descansar.

Al día siguiente emprendieron el camino, solo había arena frente a ellos, una gran extensión de arena, era difícil, cansado y seco, muy seco, los primeros días iban entusiasmados, pero al paso del tiempo se fueron desesperando, solamente guiados por las estrellas. Xiampu seguía el mapa al pie de la letra, pero la caminata se fue haciendo cada vez más pesada, de vez en cuando habían tormentas de arena, por lo que tenían que refugiarse y no podían avanzar mucho, las peleas por comida eran constantes, sobre todo entre Genma y Ranma, aunque los demás no se quedaban atrás, empezaron a discutir entre ellos, una vez Mouse intento robarse el mapa y huir con él y la chica, pero obviamente ella no lo permitió, Ryoga lo pensó pero al tener un pésimo sentido de orientación, no le quedo remedio que aguantarse, Genma un hábil ladrón fue descubierto en dos ocasiones por su hijo, que lo puso en su lugar a golpes, Xiampu intentó mas de una vez convencer a Ranma de pasar la noche con ella en su casa de campaña a cambio del mapa, Mouse no lo permitió poniéndose a pelear nuevamente por varios días, finalmente al llegar el medio día del décimo día colapsaron, no podía seguir más pues el cansancio se volvió extremo, las provisiones se acabaron y aun no veían el final del camino. Ryoga fue el primero en caer desmayado.

–Creo que es mi fin, si muero díganle a Akari que la quiero–dijo dramáticamente el chico antes de caer estrepitosamente en la arena.

–Vamos Ryoga levántate, ya falta poco–le dijo Xiampu

–No puedo, ya no puedo más–continuó lastimosamente el chico cerdo

–No seas tan dramático Ryoga, levántate que si no te dejamos atrás–dijo Ranma

–Adelante sigan sin mí–agregó

–Bien, ya basta, yo aquí me quedo–dijo Genma sentándose y cruzándose de brazos junto al chico cerdo

– ¿Tú también papá?– pregunto Ranma

–Adelante déjenme morir aquí solo–dijo el señor Saotome con los ojos cerrados

–Sabes que lo haría–contestó Ranma

–Yo tampoco puedo más–dijo Mouse tirándose al piso

–En ese caso, vámonos Ranma–dijo Xiampu lanzándose a los brazos del trenzudo, pero no se dio cuenta y tropezó yendo a dar al lugar donde estaba tirado Mouse

–Xiampu, mi amor, sabía que no podías seguir sin mí–dijo emocionado el chico pero sin poder levantarse

–No puedo creer que todos se estén rindiendo, ya no falta mucho, levántense–decía exasperado Ranma

–Auch, creo que me torcí el tobillo, ¿Ranma puedes llevarme cargada?–lloriqueaba Xiampu, pero el chico estaba tan agotado como todos los demás, así que solo se sentó en la arena.

–Bien, parece que es todo, hasta aquí llegamos–dijo y se cruzó de brazos, justo en ese momento Ryoga grito:–¡cuidado es otra tormenta de arena!– apenas terminó de decirlo cuando la tormenta ya estaba sobre ellos, no tuvieron tiempo de guardar sus cosas y como pudieron se reunieron y se protegieron con lo que tenían a la mano, Mouse cubrió a Xiampu ya que estaban cerca uno del otro, Genma, Ryoga y Ranma se cubrieron con una manta que Ryoga logro sacar de su mochila pero todo lo demás se perdió, la tormenta era mas fuerte que todas las que habían pasado, duró más de media hora cubriéndolos con un espesor considerable de arena que los sepultó, al terminar el viento, empezaron a sacudirse para salir de allí.

–Cof cof cof– tosía Genma al salir.

–Agh esto es lo peor–dijo Xiampu sacudiéndose la arena de su cabello y a Mouse que estaba aferrado a su cintura –fuera de aquí Mouse–

–Xiampu, ¿estas bien?–pregunto preocupado el chico pato

–Si... Ehh, gracias por cubrirme Mouse–dijo bajito

–Eh? Que dijiste Xiampu?– pregunto el chico pues no la escuchó

–Nada, olvídalo– dijo cruzándose de brazos– ¿Dónde está Ranma?–preguntó de repente la pelimorada.

–Ayuda–grito Ryoga que estaba aún cubierto por la arena

–Vamos ayúdenme–dijo Genma que jalaba al chico de un brazo, los demás se acercaron y lo sacaron con un poco de esfuerzo, debajo de él estaba Ranma que había sido sepultado debajo del chico cerdo, al verlo lo sacaron y su papá lo sacudió violentamente

–Hijo ¿estas bien?–preguntó mientras lo cacheteaba

–¡Auch!, deja de golpearme viejo!– se quejó el muchacho mientras empujaba a su padre

–Bah, yo solo me preocupaba por ti, que ingrato–dijo el señor Saotome ofendido

–No puede ser, no tengo el mapa!–gritó Xiampu

–¡Y nuestras cosas no están, todo desapareció!–agregó Mouse

–¡No puede ser!–gritaron todos a la vez

–¿Y ahora qué es lo que haremos?–preguntó Ryoga desesperado

–Todo es tu culpa Ryoga si no te hubieras desmayado, no habría sucedido nada de esto–reclamaba Ranma

–¿Que quieres decir?, no fui yo quien trajo esa tormenta, en todo caso, Xiampu debió cuidar mejor el mapa–replicó el chico

–Oye ten cuidado con lo que dices cerdo–reclamó Xiampu

–¿A quien le dices cerdo?–contestó el chico enojado

–No te atrevas a amenazar a mi Xiampu–dijo Mouse

–¡Ya cálmense todos!–Grito Genma, –debemos pensar que hacer, hay que buscar una estrategia, sino moriremos aquí–

–Por una vez tienes razón papá, debemos enfocarnos en cómo salir de aquí–dijo Ranma apoyando a su padre.

–Xiampu, ¿recuerdas que decía el mapa, a donde dirigirnos?–pregunto el señor Saotome

–mmm, lo último que recuerdo es que debíamos seguir hacia el norte hasta encontrar un río, que desemboca en el lago sagrado– respondió la chica más calmada

–Bien, entonces solo debemos ubicar el norte–dijo Genma, se quedó pensando un momento y señaló un punto cualquiera–es ahí–dijo

–No, es por ahí–dijo Ryoga

–Claro que no idiota, el norte queda hacia ahí–dijo Mouse señalando un punto contrario

–Maldición, ¿hacia dónde queda el norte?–pregunto crispado Ranma pues todos señalaban puntos diferentes.

–mmm, yo sé cómo ubicar el norte, solo necesitamos una vara y marcar la sombra con los rayos del sol–dijo Xiampu. Buscó por los alrededores y encontró una rama, la puso en el suelo y marcó en la arena la sombra de la punta, al pasar el tiempo la sombra se movió y la volvió a marcar, ubicando el movimiento del sol, logró determinar hacia donde quedaba el norte –Bien, es hacia allá–dijo segura

–Ja!, ven se los dije–dijo Genma orgulloso

–Bah, solo fue suerte–respondió Mouse

–Pues debemos darnos prisa ya que no tenemos provisiones ni campamento–dijo Ranma

Todos asintieron y caminaron pesadamente pues aún seguían cansados ya habían avanzado bastante cuando de pronto Ryoga notó que entre sus ropas había una bola de arroz, tenía un poco de arena pero con el hambre que sentía no le importó, miró a los demás y como vió que nadie lo veía se iba a comer la bola cuando una pato de madera de Mouse se estrelló en su mano –Asi que tenías escondida esa comida!– le increpó

–Oye ¿que te pasa?–respondió el chico cerdo

–¿Que sucede?–preguntó Ranma

–El cerdo tenia comida guardada y no pensaba compartir– explicó Mouse

–Ryoga como te atreves–dijo el trenzudo

–Ryoga que decepción, no crei que fueras tan egoísta–dijo Genma cruzado de brazos

–Nunca pensé que fueras asi Ryoga–completó Xiampu

–Oigan, esa bola de arroz estaba en mi ropa, no me había dado cuenta, y yo tengo hambre asi que me la comereeee!–grito enojado el chico de la pañoleta, pero antes de que se la llevara a la boca Genma ya se la había quitado y corrió alejándose con la intención de comerse la bola de arroz, pero los demás ya iban detrás de él, Ranma saltó y le quitó la bola de la mano, iba a comérsela cuando Mouse lo atacó con una cadena, la bola de arroz cayó directo en las manos de Xiampu que sonrió y le dijo:–gracias Mouse– el pato se quedó embobado, lo cual aprovecho Ranma para soltarse y jalar la bola de la mano de Xiampu hacia él, pero Ryoga lo interceptó hábilmente y se hizo una batalla campal para comerse la bola de arroz, estaban enfrascados en la lucha, golpes por aquí, patadas, bomboris, cadenas y toda clase de artilugios, que no se dieron cuenta que se ya habían llegado al río, de pronto todos cayeron ruidosamente al agua, rápidamente se transformaron en la pelirroja, panda, cerdo, pato y gata, estaban felices porque finalmente pudieron beber algo, Xiampu se lanzó sobre el trenzudo, que grito–Un gatooo!– empezó a correr despavorido por todo el lugar, el pato graznaba, el cerdo chillaba y el panda gruñía, sin darse cuenta el río los empezó a llevar por la corriente pero con el alboroto no notaron que la corriente era cada vez más fuerte hasta que de pronto no pudieron detenerse y fueron arrastrados hasta una cascada.

Oigan, ¿que es ese ruido?–escribió el panda en un letrero

Ranma volteó y vió la catarata –¡Cuidado!–gritó la pelirroja pero era demasiado tarde, la corriente los arrastró, todos intentaban nadar hacia la orilla pero fue en vano, el único que se salvó fue el pato que logró levantar el vuelo, los demás siguieron hacia la cascada.

Ranma intentaba nadar contra corriente pero la fuerza del río era abrumadora, solo podía ver los pies del panda que también intentaba nadar, la gatita saltaba y pataleaba junto con el cerdito negro pero por mas que intentaban no podían salir, finalmente cayeron, la pelirroja estaba intentando salir con todas sus fuerzas pero el golpe por la caída hizo que se hundiera, de repente una cadena apareció de la nada y se enredó en su brazo derecho, jalándola a la superficie, junto con ella fue arrastrado el panda que tenía sobre su lomo al cerdito y la gatita, llegaron a la orilla con algo de trabajo pues el pato estaba totalmente agotado, después de saltar sobre el estómago de la pelirroja, ésta arrojó el agua que había tragado y empezó a toser, –cof cof cof–, después el pato se desplomó del cansancio y la pelirroja se levantó:–gra...cias Mouse–dijo y también se desmayó, todo quedo oscuro cayendo en un profundo sueño...