Centro deportivo de Royal Woods, sábado, 10:32
La familia Loud se encontraba alegre en las gradas de uno de los tantos eventos usuales en que participaban las hermanas de nuestro protagonista, el cual se encontraba con una expresión sumamente aburrida mirando el partido de un deporte que no le llamaba la atención, gorra en la cabeza, dedo de esponja en la mano y un grito desesperado en el alma.
Aburridooooooooo.
Ah, hola, ¿Qué tal? Asumo que mejor que yo.
Verán, hoy es uno de los tantos eventos de mis hermanas, yo quería pasarme la tarde leyendo comics en ropa interior como corresponde un sábado aprovechando que la mayoría no estaría, pero digamos que un bate de beisbol es bastante persuasivo.
Y si, dije bate de beisbol... mmm... bate de beisbol, leer comics, partido de Lynn, algo no me termina de agradar de todo eso junto, pero bueno.
Lynn casi siempre gana, por lo que, aunque sus eventos son aburridos, son los menos peligrosos ya que se dedica a celebrar con sus compañeros hasta que cae agotada, solo tengo que evitar terminar unido a la celebración y darle mensajes del tipo "siempre confié en ti", ya saben, autoestima de ganadora y todo.
Así que solo debo esperar que acaben los últimos minutos y... oh, perdió.
Bueno, ¿Qué es lo peor que puede pasar?
Tres días después, patio de la casa Loud, 08:16
Bien, eso salió mal.
Lincoln en ese momento miro su tobillo, notando que ahora había una grillete en este amarrado a una estaca en el suelo.
Ok, eso es nuevo, no estaba anoche, además de que no tengo idea como justo esta semana hubo una plaga de cucarachas en la cafetería y suspendieron las clases.
El peliblanco intento jalar de aquella pieza de metal en su tobillo, notando que era incapaz de sacársela.
Bien, solo perderé tiempo si sigo intentando forzarlo, quizás Lynn se me acerque en unos minutos a gritarme que doy mala suerte y todo, aunque ahora que lo pienso si puso a las demás en mi contra porque supuestamente doy mala suerte no se querrán acercar a mí, por lo que no temeré más sus acercamientos.
Mmm... esto salió mejor de lo que esperaba.
¿Esta es acaso la solución a mis problemas?
¡¿Finalmente soy libre de su persecución y locura?!
- ¡Hurra!
- ¡Cállate mala suerte, no nos contamines con tus chillidos!
Ok, eso fue innecesariamente agresivo, ¿Desde cuando Lynn es así?
No entiendo como le cambio la personalidad tan drásticamente, pero bueno, será la pubertad, eso no es un impedimento para disfrutar mi libertad.
Lincoln alzo los brazos feliz, agradeciendo al universo de que finalmente dejara de meterse con él.
Incluso se le olvido que tenia la cadena en su tobillo y comenzó a caminar, algo que la estaca no pudo soportar debido a que estaba enterrada muy superficialmente.
Y ahora además soy libre de mi prisión.
Finalmente, estas siendo bueno conmigo universo, finalmente...
Mmm... bien... ¿Y ahora qué?
Podría intentar ir a casa a desayunar, aunque quizás me quieran sacar de allí.
O podría ir donde Clyde a desayunar y de paso recoger mi ropa limpia.
El niño se fue caminando tranquilamente en dirección a la casa de su mejor amigo, olvidando por completo que todavía se encontraba en pijama.
Ni siquiera noto que hizo sonrojar a más de una niña... y niño.
Casa de Clyde, 10:21
Lincoln se encontraba sentado en el sofá junto a su mejor amigo jugando videojuegos mientras Lincoln tenia una bolsa de papel en la cabeza.
Darse cuenta de que cruzo la mitad de Royal Woods en pijama fue más de lo que su resistencia natural a la vergüenza podía soportar.
- ¿En serio crees que podrás romper mi defensa Clyde?
- Eres tú el que no quiere admitir que ya perdió.
- Ya quisieras.
Sep, era una junta casual entre amigos.
- Oye, ¿Me puedes decir ya por qué llegaste en pijama aquí tan temprano?
- Nada raro, mi familia y sus locuras, me quede en el patio y Lynn me dijo mala suerte.
- ¿Te insulto?
- No.
- ¿Te golpeo?
- No.
- ¿Te puso un traje de ardilla que fuese incapaz de ser sacado donde vivirías un infierno perpetuo en tu propia persona mientras recibes todo el odio irracional del mundo?
- Clyde, deja de leer historias de internet por favor, ¿Y por qué un traje de ardilla?
- No lo sé, es usual en las historias que leo, ¿Seguro que no quieres leerlas? – Clyde tenía mucho tiempo libre.
- ¿Acaso me veo como alguien que leería cosas tan raras?
- Pero si estuviste dos semanas leyendo continuamente historias incestuosas, el enfermo aquí no soy yo.
Lincoln en ese momento fijo su mirada a su amigo quien también le devolvió la mirada, aunque Clyde se preguntaba el por qué seguía con la bolsa en la cabeza, momentos que duraron hasta que Lincoln hablo.
- Dejémoslo en empate si no volvemos a hablar de esto.
- Hecho.
Tras eso ambos volvieron a centrarse en su juego, o por lo menos hasta que minutos después apareció uno de los padres de Clyde.
- Lincoln, consulta cielito, ¿Por casualidad le avisaste a tu familia antes de venir?
- Mmm... nop, tuve mis motivos señor McBride.
- Tu madre me llamo hace poco y quería saber si estas aquí, así que le dije que sí, creo que vienen a buscarte.
- ¿Buscarme? ¿Tan rápido?
- Si, bueno, empacare algunos de los cupcakes que sobraron para que los repartas con tus hermanas, ¿Te parece?
- Gracias. – No pensaba repartir ninguno.
Bueno, supongo que la locura se acabó finalmente.
- ¡Mala suerte, sal de ahí!
Esa voz, ese enojo, esa palabra... ¿Será Leni?
- ¡Te haré pagar por hacerme perder mi juego!
En serio, ¿Qué demonios le pasa a Lynn? ¡¿Y cómo demonios llego aquí tan rápido?!
Lincoln quería seguir quejándose contra el universo, pero Lynn comenzó a golpear con fuerza la puerta.
Bien, esta comenzando a asustarme, y lo peor es que podría provocar que los señores McBride no me dejen venir más, tengo que solucionar esto con Lynn rápidamente... ¿Tienes alguna idea para que no me hagan puré?
- Lincoln, creo que va a romper la puerta.
- ¿Y que quieres que haga? No creo que vaya a razonar.
- Pero haz algo.
- ¿Y por qué no lo haces tú? Hay veces en que parece que te quiere.
- (Asustado) ¡¿En qué mundo eso pasa?!
- (Asustado) ¡Solo ve y haz algo!
- ¡No quiero, mi cara es mi único atractivo!
En ese momento Lincoln miro fijamente a su amigo con un rostro neutro, sin decir ni una sola palabra.
- ¿Qué?
- ...
- ¡Di algo!
- Bieeeen, veamos, Lynn esta tan loca como mis hermanas, en este momento esta enojada, pero si se distrae con otra cosa nos dejara tranquilos.
- Bueno... entonces sedúcela.
- ¡¿Qué?!
- Si, bueno, tu dijiste que ella se distrae rápido, sedúcela y haz que se calme.
- ¿Te das cuenta de que eso es lo que he intentado evitar todo este tiempo?
Literalmente es el objetivo de todo esto.
- ¿Qué es mejor? ¿Una relación incestuosa o la paliza de tu vida?
Lincoln quería debatirlo con su amigo, pero uno de los señores McBride en ese momento abrió la puerta, dejando entrar a Lynn.
Oh mier...
- Así te quería pillar mala suerte.
- ¿En serio le pegarías a tu hermanito menor solo porque fue a uno de tus juegos y perdiste?
- ¡Era EL juego que fuiste y perdí!
- (Asustado) ¿Me puedo ir? – Clyde no quería estar realmente ahí.
- Cállate cuatro ojos, esto es con el mala suerte.
- Lynn, mira, se racional, cualquiera puede perder un juego, no tienes que culparme a mí.
Lynn comenzó a caminar lentamente mientras hacía crujir sus puños.
- Te haré pagar.
¿No se supone que me amaba? ¿Dónde quedo eso?
¿Realmente prefiere ganar en sus juegos que a mí, su hermano?
- P..P..P..Pero Lynn...
Apenas si quedaban unos pocos centímetros entre ambos y Lynn tenía el puño levantado, era solo cosa de lanzar el golpe e impactar en el rostro de su hermano menor.
Lincoln estaba desesperado, ni siquiera podía creer que una situación así pudiese siquiera pasarle.
Por lo que cerro los ojos y grito sus últimas palabras.
- ¡Pero si yo te amo Lynn!
Fueron sus últimas palabras antes de poner sus manos para cubrir su rostro, rogando que aquello lograra disminuir la furia de su hermana mayor, algo que se extendió un casi por medio minuto hasta que pudo escuchar un ruido proveniente frente a él.
- "¡Pero si yo te amo Lynn!"
- ¿Eh?
Lincoln abrió sus ojos notando que Lynn tenia una enorme sonrisa en su rostro... y una grabadora en su mano.
- Te tengo hermanito.
- Oh mier...
Rita llego a los minutos después encontrando a Lynn muy abrazada a un incomodo Lincoln, quien tenia un rostro de fastidio enorme.
Lynn hizo una junta de hermanas solo para jactarse que su plan funciono.
Lincoln golpeo a Clyde por meterle esa idea a la cabeza.
