Capítulo 22

Incluso antes de que pudiera contestar, Yuuji exclama muy contento "¡Sensei!"

"Yuuji-chan~ ¿todavía despierto?" pregunta Satoru, siendo algo muy obvio.

"Ya casi iba a dormir, pero llamaste, ¿qué pasa? ¿Me vas a decir la verdad?"

Satoru suspira "No tienes que preocuparte por eso"

"Gojo-sensei, me preocupa. No quiero que te metas en problemas por mi culpa"

Yuuji es muy bueno. Satoru sonríe, le encanta escuchar la voz del chico y saber que se preocupa por él.

"Discutí con Sukuna, él me lo dijo, pero dijo que no tenía nada que ver conmigo, no sé si creerle"

Satoru sabe que no puede decirle la verdad o lo lastimaría, lo único que es cierto es que está enamorado de él pero Sukuna piensa que lo está usando para fastidiarlo. Debe asegurarse de que Yuuji solo sepa sobre sus sentimientos porque esa es la única verdad, no le importa lo que le diga Sukuna, debe ganarse el corazón de Yuuji.

"Si, vino a mí esa misma noche, él piensa que te estoy usando pero no es así, tampoco le puedo decir la verdad o me culpará, la verdad es que me gustas Yuuji, eres tan hermoso y jamás me atrevería a lastimarte"

Yuuji lo escucha, un poco conmovido, por supuesto que le cree, Satoru es una gran persona y solo ha sido sincero y amable con él, se ha portado mejor que su hermano ¿por qué no le creería?

"Gracias sensei, aún así, me preocupa que Sukuna vuelva a buscarte o te acuse"

"Hmm, ya te lo dije, puedo lidiar con ello, recuerda quién soy"

Yuuji asiente y luego bosteza "Sensei, eres muy bueno"

"¿Ya tienes sueño? Me gusta escuchar tu voz somnolienta"

Yuuji se ríe suavemente, sus mejillas se sonrojan recordando su confesión y el aroma de Satoru tan cerca de él "Sensei, ¿también vas a dormir ya?"

"Si, pero..." Satoru sonríe, puede dar un paso más, de todas formas ya ha probado los labios del chico y este le correspondió, si pudiera hacer que Yuuji quisiera intentar más cosas con él para ganarse su corazón se sentiría seguro "Me gusta pensar en ti antes de dormir"

¿Qué significa eso?

"Hm... ¿si?"

"Si, siempre, no quiero que pienses que soy un pervertido Yuuji-chan, simplemente eres hermoso y me encanta recordar tu sonrisa"

Yuuji en realidad no piensa que sea un pervertido, al contrario, pensaba que él era el pervertido por haber soñado con su sensei pero ahora que sabe que es correspondido, no se siente tan culpable. También le gusta saber que ha hecho que alguien como Satoru sienta ese tipo de cosas por él, no le molesta, de hecho quiere saber más, ¿qué tanto le gusta? ¿Cómo es que Satoru Gojo, una persona en la cima del éxito, se fijó en un chico que solo le gusta jugar al béisbol, que es un poco tonto aveces y no es tan apuesto como piensa?

"¿Qué más te gusta de mí sensei?"

Satoru piensa que es su oportunidad, el chico está más que dispuesto a ser corrompido ¿no?

"Me gustan tus ojos, tu forma de ser, me gusta verte usando tu uniforme de béisbol, te ves tan lindo y a la vez tan sexy"

Yuuji sonríe avergonzado, le gusta escuchar a Satoru decir cosas tan buenas sobre él, antes lo hacía pero solo se lo tomaba a broma, está vez está siendo más osado, más personal y menos reservado, quiere saber más.

"¿cómo me veo sexy? solo es un uniforme"

"Bueno, marca tus atributos, tu cuerpo... cada vez que te veía quería tocar cada curva, tienes buen cuerpo Yuuji"

"Me avergüenzas sensei"

"¿Qué estás usando ahora mismo?"

Yuuji solo estaba en ropa interior y con la bata, ya que no estaba en casa, no tenía ropa o pijama que ponerse, ¿debería decirle que está ropa interior? Estaría entrando en el juego de provocarlo, pero le gusta la idea de excitar a un hombre adulto que está tan enamorado de él, tal vez la influencia de Mahito le está arruinando su cerebro. No, no debería.

"Una camiseta y... solo, mi bóxer" bueno, dijo la mitad de la verdad para saber el resultado

"Debes verte adorable" Satoru suspira, imaginando a Yuuji acostado en su cama, la camiseta que usa sería la suya, con sus piernas recogidas un poco y durmiendo plácidamente.

Yuuji puede escuchar el roce de la tela mientras Satoru se mueve, ¿qué está haciendo? También escucha un suave gemido que lo hace sonrojar, "¿qué haces sensei?"

"Yuuji, si quieres, puedes colgar... no tienes que escucharme haciendo esto"

Yuuji cierra sus ojos, no puede ser cierto, ¿de verdad Gojo-sensei piensa masturbarse pensando en él? No, seguro ya lo ha hecho antes, se siente un poco incómodo pero también le da curiosidad, no, debería parar, apenas se confesó a su sensei hace poco y ya está haciendo este tipo de cosas, no, ¿hace cuánto Gojo-sensei tiene esos sentimientos por él?

"Sensei... ¿Qué tanto te gusto?"

"Me gustas mucho Yuuji, siempre quise besarte, y ahora extraño tus labios, quiero besarte de nuevo Yuuji, quiero tocarte... Debes pensar que soy asqueroso, pero es lo que siento..." Satoru está listo para colgar, no quiere decepcionar a su querido estudiante, no quiere asustarlo ni apresurar las cosas, él tiene experiencia pero Yuuji no, no puede arruinarlo simplemente por su lujuria "Voy a colgar... Buenas noches..."

"No, sensei... no cuelgues"

Satoru se detiene y lo escucha

Yuuji suspira "Quiero... escucharte" sus mejillas están ruborizadas y su corazón late bastante rápido por la emoción "No eres asqueroso... solo, te gusto mucho, ¿verdad? Yo también, no he dejado de pensar en el beso"

"Hm... Yuuji" susurra Satoru. Gracias al cielo por Yuuji, es perfecto "Yuuji, me encantas, dime ¿qué te gusta de mí físicamente?"

"A mí, me gustó como me besaste, tus manos y tus ojos, son hermosos"

Satoru sostiene el celular con fuerza con su mano y con la otra acariciaba su entrepierna, cada vez que escuchaba la voz de Yuuji su miembro reaccionaba poniéndose duro y más con las palabras de su hermoso estudiante.

"Oh Yuuji... me encantaría estar a tu lado"

"¿Si estuviera a tu lado, qué harías sensei?" Yuuji sigue jugando con fuego, debe admitir que la curiosidad estaba calentando su cuerpo y su mente se estaba relajando tanto que se sentía liviano y cómodo.

"Voy a abrazarte y a besarte, tocaría tu piel debajo de tu camiseta... ¿es suave?"

"Hm..."

"Tócate por mí Yuuji" le susurra "Mis manos sobre tu pecho, acariciando y besando tu cuello…"

Yuuji hace lo que le pide, desliza su mano acariciando su pecho desnudo, cierra sus ojos con fuerza, se siente extraño pero también tan excitado "hn..."

"Yuuji... tan lindo, acaricia tus pezones ¿te gusta?"

"Ha..." Yuuji lo hace y se le escapa un gemido "hm... sensei"

Satoru está satisfecho, ojalá pudiera estar a su lado, la voz melodiosa de Yuuji excitado lo calienta demasiado, comienza a masturbarse "Yuuji, estoy duro... es por ti, eres tan hermoso, me gustas mucho, tu sensei está tan excitado por ti"

Yuuji muerde su labio, las palabras de Satoru van directo a su propio pene y se acaricia suavemente "Haa... Gojo-sensei... yo... también..."

Satoru sonríe, ¿en qué momento llegaron a este punto?, prácticamente están teniendo sexo por celular, ¿cómo va a controlarse en la escuela? No importa, no es momento de controlarse, no está haciendo nada malo, Yuuji le está dando su consentimiento y no habrá evidencia de lo que están haciendo, solo la evidencia que puede ser limpiada enseguida.

Entre gemidos compartidos, escucha a su querido Yuuji gemir con fuerza indicando que el chico se estaba viniendo.

"Si, Yuuji... Yuuji, tan lindo... te quiero Yuuji" Satoru comienza a correrse, el semen cayendo sobre su abdomen y chorreando por su mano, acariciaba su miembro y su estómago satisfecho, ojalá pudiera hacer lo mismo sobre el abdomen de su estudiante, marcarlo con su esencia y mezclarlo con la suya.

"Ha... sensei... ha..." Yuuji estaba tan cansado, cerró sus ojos, ni siquiera alcanzó a apagar su celular, y se quedó dormido profundamente.

Satoru se dio cuenta de que luego de sus jadeos, se escuchó la suave respiración de Yuuji, se había quedado dormido.

Oh, Yuuji, eres mi ideal.

No pensó que iría tan rápido, su Yuuji definitivamente también lo ha deseado desde hace mucho y no puede esperar por él, debería concederle su deseo. Lo sabe, Yuuji lo quiere también, tendrá cuidado pero no va a resistir mucho tiempo.

Yuuji despertó por el sonido de la puerta de la entrada, fue un golpe muy fuerte, y en cuanto abrió los ojos se dio cuenta de que no estaba en su habitación, rápidamente recordó la noche anterior y miró las manchas en el colchón, así que las cubrió lo más rápido que pudo así como a él mismo y fingió seguir dormido.

Sukuna llegó al departamento bastante temprano, eran las 6 de la mañana, azotó la puerta y dejó el bolso en el suelo, pensó que el mocoso se había quedado dormido en el sillón pero en realidad se atrevió a usar la cama.

"¡Mocoso!" Sukuna estaba molesto, debió advertirle que no usara la cama, o más bien debió cerrar la puerta de la habitación. Cuando abrió la puerta, Yuuji estaba tapado por completo, dormido tranquilamente, ¿qué acaso no escucha?

"¡Despierta!" Sukuna agarró la sábana y tiró de ella, pero Yuuji despertó y la agarró tirando con fuerza, no puede dejar que Sukuna se de cuenta de su travesura nocturna, en realidad la noche anterior ni siquiera estaba pensando en lo que hacía, tampoco pensó que Sukuna llegaría tan temprano, podría haber limpiado antes pero esto fue repentino.

"¿Qué haces? ¡Por qué usas esas batas! Maldito mocoso, ¿quién te dijo que durmieras aquí?"

"Tú mismo" Yuuji no suelta la sábana, la bata se le había resbalado, solo le importaba cubrir el colchón.

"Tch..." Sukuna no es ningún estúpido, soltó la sábana, sabía que el mocoso estaba ocultando algo pero fingiría que no se dio cuenta, ese maldito crío hormonal se atrevió manchar su maldita cama.

"Sal ahora y báñate, asegúrate de dejar todo esto ordenado, vendré en una hora" Sukuna sale de la habitación, y luego escucha cómo cierra la puerta de un golpe.

Yuuji suspira aliviado, bueno, al menos no se dio cuenta, o eso es lo que quiere creer. Ahora se sentía tan avergonzado, ¿cómo pudo haber hecho eso con su maestro? Se va a sentir raro verlo hoy en la escuela, por un lado se siente emocionante guardar un secreto pero también piensa en lo mal que estuvo, ¿pero está mal? No, ambos estaban de acuerdo y definitivamente no se arrepiente.

Yuuji se preparaba para ir a la escuela, notó que Sukuna le había traído más ropa, así que se preguntó si en realidad planeaba hacerlo quedarse en este departamento por más días. Bueno, un poco de paz no está mal, ¿es esto acaso un castigo? Debe haber algo más.

Sukuna regresó cuando ya estaba listo para ir a la escuela.

"No vas a dormir en la maldita cama de nuevo" le agarra del cabello desde atrás tirando fuerte "Y vas a quedarte aquí toda la semana, mamá y papá lo saben, no tienes permitido salir tampoco, iré a recogerte a las 4, no me importa una mierda si tu jueguito de béisbol no ha terminado" Sukuna lo mira bastante enojado.

Yuuji se queja del dolor "Bien, bien, suéltame..."

"Vamos" lo suelta empujando su cara y saliendo del departamento, Yuuji lo sigue sobándose su cabeza, ¿por qué tiene que ser tan brusco?.

Al llegar a la escuela, Yuuji pretendía esconderse de Satoru, pero este lo recibe como siempre, como si nada hubiera ocurrido y es que debería ser así, fingir que nada ha cambiado entre ellos. Pero tal cercanía solo hace que Yuuji se ponga nervioso ahora que es consciente de los verdaderos sentimientos de su profesor.

"Gojo-sensei... buenos días" saluda sonrojado, más de lo que le gustaría estarlo.

Satoru sonríe sabiendo lo que está pensando "Hoy tenemos examen sorpresa, aprovecha esta información a tu favor"

"No es justo con mis compañeros" Yuuji se queja, pero igual estaba bromeando.

"Bueno, tus compañeros no tienen el beneficio de tenerme" Satoru se encoge de hombros, no puede creer lo relajado que es su maestro.

Satoru se despide primero cuando ve a Nanami acercarse. El rubio saluda a Yuuji y le pide que vaya a su salón de clases, Yuuji obedece sin sospechar que en realidad Satoru ya estaba en problemas, o más bien, bajo las sospechas de Nanami.

Yuuji revisa su celular, tenía un mensaje de Satoru, le pedía que se encontraran en la escalera de la otra vez en hora de descanso porque iba a decirle algo muy importante, Yuuji siente su corazón latir con emoción anticipada, ¿qué podría ser importante?

Durante las clases estuvo distraído, podía escuchar a los profesores dar la lección pero no estaba realmente concentrado ni aprendiendo, estaba pensando en ir a ver a Gojo-sensei, no debería descuidar sus estudios por un pequeño enamoramiento, ¿es pequeño? Bueno, es la primera vez que se enamora, no puede sacar de su cabeza a esa persona, a Gojo-sensei, ahora no solo recuerda sus labios sino su voz cuando está excitado, sus gemidos y jadeos. Cada vez que llegaba a ese recuerdo, sacudía su cabeza o tendría un problemita con su cuerpo.

Una vez comenzó el descanso, fue el primero en salir del salón. Sus amigos lo notaron, pero suponían que iría a ver a Mahito porque eso es lo que ha hecho las últimas semanas. Parecía que Mahito se había convertido en su mejor amigo.

Aunque Megumi confiaba en que Yuuji les contaría lo que estaba pasando, no podía evitar sentirse lastimado al igual que Junpei y Nobara, los tres se iban a comer juntos con la esperanza de que Yuuji se uniera a ellos más tarde, pero no llegaba, ¿los estaba reemplazando?

Esta vez Yuuji fue directo a la escalera del último piso, antes le dijo a Mahito por mensaje que lo esperara en los jardines porque tenía que contarle todo lo que había pasado.

Cuando llegó a la escalera, Satoru lo estaba esperando con una sonrisa.

Yuuji le devolvió la sonrisa, se acercó y Satoru envolvió sus brazos alrededor "Me encanta abrazarte"

"¿Por qué me llamaste aquí?" Pregunta directamente mirándolo con sus hermosos ojos marrones claros que casi parecen dorados, Satoru le da un beso en los labios, Yuuji se sorprende, no esperaba que fuera a darle un beso en la escuela, bueno, no hay nadie cerca.

"Sensei, responde" le dice ruborizado.

Satoru vuelve a besarle, esta vez dejando sus labios presionados por más tiempo, acercándose al chico un poco más.

Yuuji no se aleja, abraza al albino disfrutando del control que tiene sobre él, extrañaba esta sensación que le hacía derretirse en sus brazos, Satoru se aleja solo un poco "Solo quería besarte, Itadori" susurra con una sonrisa, vuelve a besarlo esta vez deslizando su lengua dentro de la boca de su estudiante quien le corresponde ahogando un gemido suave, Satoru mueve sus manos acariciando sobre la ropa de Yuuji, tentando a levantarle la camisa del uniforme y tocar su piel directamente, no puede soportarlo, solo han pasado pocos días desde la confesión y ya quiere hacerlo suyo, está casi convencido de que en una o dos semanas podrá hacerlo, pero debería controlarse un poco o podrían descubrirlo. Aunque el hecho de que Yuuji le corresponda tan fácilmente es lo que lo hace tan débil a la tentación, si tan solo el chico se resistiera más pero cede a sus besos y a sus toques.

Yuuji está cautivado, le gusta ser besado por su profesor, tiene experiencia y se siente tan especial, quiere que Gojo-sensei lo abrace y lo mime, tal vez, siempre ha querido que un adulto lo trate así, ¿acaso está mal tener ese tipo de gustos? También se siente atraído por el entrenador, y a veces incluso por Nanami, pero Nanami es una persona diferente a Satoru y a Toji, él sí sabe guardar la distancia. Pero como Satoru y Toji siempre están rodeándolo y acercándose a él, no puede evitarlo, ¿le gustan los mayores? ¿Acaso estaba destinado o lo aprendió?

No lo sabe, no importa.

Ahora mismo solo quiere seguir besando a Gojo-sensei, sintiendo esa lengua experta acariciando la suya con tanto fervor y dulzura, se siente tan bien, tan caliente, debería parar, deberían detenerse.

Satoru se aleja, un rastro de saliva se escapa de sus comisuras y la limpia "Yuuji, ¿quieres seguir haciendo esto en la escuela?"

Es un poco emocionante besarse en la escuela, con la adrenalina de ser atrapados, aunque no sería nada bueno porque los besos terminarían sin siquiera comenzar. Pero quiere hacerlo, así que asiente.

"Bien, nadie viene a la azotea, está prohibido, así que podemos encontrarnos aquí mismo" Satoru le acaricia su mejilla sin apartar su mirada.

Yuuji asiente "Está bien"

"Hm, ven, un poco más" Satoru le da un beso en la mejilla, Yuuji se ríe colocando sus manos sobre las mejillas del albino "Solo uno"

Satoru asiente y vuelven a besarse.

Yuuji es el primero en irse, tenía que ir con Mahito.

Satoru suspira, finalmente tiene a Yuuji en sus manos, no puede esperar por tocarlo más, al menos ya ha logrado que acepte encontrarse a solas en la escuela para besarse, como si fueran dos adolescentes. El próximo paso es poder llevarlo a su casa, de alguna forma no se siente mal, ¿cómo puede sentirse mal si lo ama? El problema es que es menor, pero el chico ha aceptado estar con él, no lo ha obligado o manipulado, auténticamente Yuuji está enamorado de él y lo único que puede hacer es proteger sus sentimientos.

Yuuji fue con Mahito al jardín y le contó todo, estaba realmente entusiasmado de contarle a alguien y esa persona era Mahito, fue gracias a él que pudo dar este paso. Además de que a veces sentía envidia de las historias que le contaba Mahito sobre sus novios.

Mahito disfrutó de escuchar a Yuuji, el chico es un completo ingenuo, si supiera que todo lo que le está contando se lo dirá a su hermano mayor definitivamente no le contaría ni el 1%, porque aunque el plan de Mahito es solo curiosidad y entretenimiento, el de Sukuna es recopilar las pruebas suficientes para alejar a Satoru de su vida.

...

El resto del día transcurrió con normalidad. Por supuesto al finalizar la práctica Sukuna estaba allí para recogerlo, más puntual de lo habitual.

Entró al auto sin decir ninguna palabra, y Sukuna lo llevó de nuevo al departamento. Una vez llegaron, Sukuna llamó a su madre y le pidió a Yuuji que le dijera que estaba bien, debe asegurarse de que todo la mentira que le dijo a sus padres se mantenga.

Yuuji habla con su madre en presencia de Sukuna, repitiendo lo que el mayor le había dicho que dijera, en cuanto se despide de ella suspira profundamente, tentado a preguntarle a Sukuna por qué estaba haciendo esto, pero el mayor solo se dedicó a decirle las reglas y que el domingo estaría de vuelta en casa, con nuevas condiciones.

Luego se marchó de nuevo dejándolo solo.

Yuuji estaba un poco preocupado, cansado, recordó que no ha podido comprar el uniforme y eso le frustra, solo falta una semana para que empiece el torneo y siente que no está listo.

Los siguientes días son iguales, la diferencia es que ahora debe dormir en el sillón, pero igual sigue hablando con Gojo-sensei antes de irse a dormir, también con Mahito y con el entrenador, por supuesto, hacía sus tareas con Junpei y Megumi pero con ellos todavía no se atrevía a hablarles de lo que estaba sucediendo en su vida, sobretodo en su vida romántica.

Siempre en horas de descanso iba con Gojo-sensei al mismo lugar, los brazos de su maestro lo envolvían con tanto afecto que le abrumaba, lo besaba dulcemente y a veces como si quisiera comérselo, a Yuuji le encantaba recibir todo tipo de besos, parecía que cada día eran diferentes como si le estuviera enseñando.

Disfrutó de esos días a pesar de la incomodidad de no poder dormir en su propia cama o no poder comer una buena comida. Al menos la semana pasó rápido y el viernes al fin había llegado, es solo que… no esperaba que el viernes por la noche a Sukuna se le hubiera ocurrido una pésima idea.

Invitó a su amigo Kenjaku y a otros más al departamento, Yuuji tuvo que quedarse alejado, no soportaba escucharlos hablar y tomar. Yuuji estaba sentado en el comedor mientras jugaba en su celular, tratando de ignorar el ruido.

"Voy a traer más licor" menciona Sukuna, tomando las llaves del auto para ir a comprar más.

Yuuji lo ve salir y frunce el ceño, ¿por qué simplemente no lo llevó a casa si pensaba tener una pequeña fiesta?

Kenjaku mira a Yuuji refunfuñar, y decide acercarse con su peculiar sonrisa "¿Qué haces?" pregunta sentándose a su lado, intentando mirar lo que jugaba en el celular. Los otros invitados de Sukuna seguían conversando cómodamente mientras terminaban de beber las últimas botellas de licor que quedaban.

Yuuji se aparta un poco cuando Kenjaku se acerca, el pelinegro apesta a alcohol y no le gusta ese aroma, también por el hecho de que nunca le ha agradado Kenjaku, siempre le ha parecido un sujeto muy extraño, sobre todo por la obsesión que tiene con que estudie en su escuela.

"No conoces el juego" responde Yuuji, un poco de mala manera. Sin embargo Kenjaku sonríe, mirando la cara del chico, le recuerda a Sukuna cuando era un adolescente aunque el semblante es diferente, con esta idea en mente se acerca un poco más susurrando al oído del pelirrosa.

"Has crecido mucho, incluso te has vuelto más atractivo que tu hermano"

Yuuji se siente incómodo de repente, ¿por qué le está diciendo ese tipo de cosas? Es extraño, Kenjaku ha sido cercano a Sukuna desde que estaban en la universidad, incluso conoce a Yuuji desde que era pequeño, ¿por qué le está diciendo que le parece atractivo?

Las alertas comienzan a sonar en su cabeza, puede tolerar que Satoru le diga es atractivo pero eso es porque le gusta, pero no puede tolerar escucharlo de Kenjaku. Yuuji se mueve alejándose, sin darle ninguna respuesta al pelinegro, solo mirando la pantalla de su celular mientras juega, pero no está concentrado en el juego y está cometiendo errores. Tampoco quiere mostrarse nervioso, y solo espera que este hombre se aleje y capte la indirecta de que no quiere hablar con él.

Kenjaku se da cuenta de que Yuuji se está poniendo nervioso y eso le gusta, puede aprovechar que Sukuna no está cerca, de todas formas tampoco le diría nada, ¿verdad? Intimidar a Yuuji es divertido.

"Tal vez no te has dado cuenta Itadori, pero..." Kenjaku sonríe nuevamente sin apartar la mirada del chico, se asegura de que los invitados presentes no se den cuenta de lo mucho que se está acercando, es una suerte que Yuuji esté usando unas bermudas porque sin pensarlo demasiado, desliza su mano sobre el muslo del pelirrosa, apretando y subiendo su mano hacia un lugar que no debería.

Entonces Yuuji reacciona violentamente y se levanta de inmediato, mira a Kenjaku con ojos aturdidos, ¿qué está pretendiendo? Este borracho, este pervertido, ¿cómo se atreve?

"¿Qué pasa?" Kenjaku pregunta como si nada, con esa sonrisa siniestra y esa mirada rayada "¿No te gusta que te coquetee?"

"Déjame" le dice Yuuji serio.

Kenjaku se encoge de hombros "¿Sabes que eres más lindo que Sukuna?"

¿De verdad este hombre pretende seguir? Es mejor poner distancia con él y más si está ebrio. Yuuji decide ir al baño y encerrarse allí, pero entonces Kenjaku lo sigue.

Yuuji se siente nervioso pero no puede demostrarlo, no sabe lo que quiere Kenjaku pero por sus palabras es obvio que el hombre quiere intimidarlo o hacerle algo, ¿esto es acoso Sexual? No recuerda que Gojo-sensei o Toji fueran así, o tal vez no lo notaba porque le cae bien ambos y solo puede ver amabilidad en ellos, todo lo contrario de Kenjaku que nunca le ha gustado, de hecho lo detesta, no le da buena sensación y solo lo soporta porque es amigo de la familia. Le aburría que cada vez que lo veía siempre sacaba el asunto del cambio de escuela pero esta forma de comportarse esto es algo nuevo, está abiertamente coqueteando con él, no, no es coqueteo, es acoso.

Yuuji abre la puerta del baño de invitados, y cuando entra para cerrarla, Kenjaku lo detiene metiendo su pie antes de que cerrara la puerta.

"¿Qué haces? Vete" le dice Yuuji, tratando de no lucir nervioso.

"¿Vas a orinar? Yo también..."

"Entonces espera tu turno"

"¿Por qué? ¿No podemos hacerlo juntos?" Kenjaku lo sigue mirando, no le gusta la forma en lo mira, se siente con una presa siendo acechada. Ya basta, esto se está poniendo extraño, ¿qué está diciendo? Yuuji ahora está asustado, ¿a qué se refiere con "hacerlo juntos"?

Kenjaku entonces entra al baño de repente y agarra la muñeca de Yuuji apretándola con fuerza.

"Suéltame, voy a gritar si no me sueltas y las personas del otro lado pensarán que eres un pervertido"

Kenjaku se ríe suavemente "Ellos ya saben como soy, ¿por qué me juzgarían?"

Yuuji no lo entiende, se supone que es un respetado director y dueño de una escuela, ¿qué mierda hace acosando a un chico? No, debe ser el alcohol, pensó que Kenjaku solo estaba obsesionado con el asunto de la escuela, no específicamente con él, esto es nuevo, tiene que escapar.

"¡Suéltame!" Yuuji tira de su muñeca, pero Kenjaku se niega a soltarlo.

"No quiero, déjame verte... vamos, bájate los pantalones"

"¿Qué?" Yuuji está asustado, este hombre es más grande que él y más fuerte, su mirada le da miedo y no quiere hacer nada de lo que le pide, todo es extraño, tiene que defenderse.

"¿O quieres que te ayude?" Kenjaku de repente alcanza la orilla de su pantalón tirando de este.

"No... ¡déjame!" Yuuji tira de nuevo de su brazo, buscando alejarse.

Kenjaku se ríe, agarra la orilla del pantalón de Yuuju tirando hacia él y una vez lo hace Yuuji lo trata de empujarlo, pero entonces se sorprende cuando siente la mano del pelinegro tocar cerca de su entrepierna "¿Te has masturbado antes?" su mano se mueve un poco y aprieta su entrepierna "¿no te gusta que te toque aquí?"

"¡Basta! Suéltame, bastardo" Yuuji aparta su mano rápidamente, y lo empuja con todas sus fuerzas, al hacerlo el pelirrosa pierde el equilibrio y se sienta en la taza del sanitario, entonces Kenjaku aprovecha esta oportunidad y se cierne sobre él, le agarra de la barbilla con fuerza obligando a mirarlo "¿O prefieres que te muestre el mío?"

Yuuji siente latir su corazón muy rápido por el miedo, este sujeto está loco, no quiere estar cerca de él, una sensación de miedo se está apoderando de él así que se levanta empujando de nuevo a Kenjaku pero este ni se inmuta.

"Eres más lindo que Sukuna" entonces el mayor acerca su rostro al del más joven como si quisiera besarlo, pero Yuuji aparta su cara "¡Suéltame! Quítate, pervertido!" Exclama, sintiendo incluso que la esquina de sus ojos se humedecen y sus manos comienzan a temblar involuntariamente, nunca ha tenido que experimentar algo así, tiene miedo.

Cuando Kenjaku está a punto de besarlo a la fuerza, en ese momento, la puerta del baño se abre. Instintivamente Yuuji corre hacia la salida pero choca contra la persona que acababa de abrir la puerta, al levantar la mirada se da cuenta de que es Sukuna, quien tiene una expresión desconcertada en su rostro, entonces Yuuji no sabe por qué, pero se aferra a él ocultando su cara contra su pecho temblando asustado.

"¿Qué pasa?" Pregunta Sukuna, mirando a Kenjaku con una expresión neutral.

Kenjaku sonríe como si nada hubiera pasado "Solo estaba bromeando con él" responde sin más, ¿bromeando? ¿Qué hace solo con él en el baño?

Sukuna lo mira serio, luego observa que Yuuji estaba temblando en silencio, incluso estaba tan asustado que ni siquiera le importa buscar protección en él, al parecer, Kenjaku le ha hecho algo tan grave que no tiene otra opción que buscar ayuda de él.

Sukuna observa a Yuuji, levanta la mirada hacia Kenjaku y frunce el ceño, ¿cómo se atreve a asustar a Yuuji más que él? ¿Qué le dijo o qué hizo? Ver a Yuuji asustado le hizo recordar cuando era más pequeño, cuando el estúpido mocoso se asustaba al ver una cucaracha en su cuarto y salía corriendo gritando hasta llegar con Sukuna gritando y aferrándose a su pierna "¡Sukunii mátala! ¡Mátala!"

Sukuna solo se burlaba, iba a su habitación y mataba al insecto, luego le mostraba el cadáver a Yuuji y este se ponía a llorar, no tenía sentido que llorara, pero suponía que era por el miedo. Entonces Sukuna lo cargaba y le enseñaba que ya no había nada en su habitación, y le decía que si aparecía otra cucaracha, lo llamara y él vendría a protegerlo de los insectos.

Bueno, Kenjaku no es más que una cucaracha que acaba de molestar a Yuuji.

Sukuna colocó su mano sobre la cabeza del menor, "Lárgate" le dice a Kenjaku con voz fría. Más tarde hablaría con él, puede que sea su amigo, puede tolerar muchas cosas y actitudes de Kenjaku, pero el hecho de que haya asustado a Yuuji más que a él, eso no puede tolerarlo.

Kenjaku suspira, ciertamente estaba ebrio y se dejó llevar por el momento. No esperaba que Sukuna se molestara, pensó que se burlaría y le dejaría hacer lo que quisiera como siempre lo ha hecho, pero esta vez no fue así. Se despidió de los invitados y se fue del departamento del pelirrosa mayor.

Yuuji seguía temblando, sus lágrimas ya se habían deslizado por sus mejillas y aún sentía miedo, le sorprendió mucho que Sukuna decidiera echar a Kenjaku y cuando sintió su mano acariciando su cabeza se sintió realmente protegido, hacía mucho que no le demostraba esa seguridad, debería ser así siempre siendo su hermano mayor.

"¿Qué te hizo?" Pregunta Sukuna serio. Yuuji se niega a hablar, no sabe cómo puede reaccionar si le dice, aunque es evidente que decidió protegerlo igual tiene miedo de que lo culpe o lo regañe.

Sukuna sabe o más bien sospecha lo que pudo haber pasado, conoce a Kenjaku como la palma de su mano y sabe que cuando está ebrio suele proparse, pero jamás pensó que intentaría meterse con Yuuji, eso le molesta demasiado, aunque Kenjaku sea su amigo no tiene ningún derecho a meterse con el mocoso, él no le ha dado permiso.

"Tch, vamos, ve a la habitación y quédate allí" Sukuna hace un gesto de fastidio, ahora tiene que lidiar con el mocoso, la diversión se terminó por esta noche, debió haberle dicho que se quedara en la habitación desde el principio pero realmente no esperaba que Kenjaku haría algo así. Sukuna despidió a sus otros amigos y ordenó un poco el lugar. Eran las 9 de la noche, pretendía pasar el rato con sus amigos y luego irse, pero ahora debe lidiar con un mocoso asustado, a veces se le olvida que el chico sólo es un adolescente estúpido, debió defenderse por su cuenta de Kenjaku pero ahora mismo seguramente está llorando. Es tan molesto.

Sukuna entra a la habitación, Yuuji está parado al lado de la cama, mirando su celular con sus ojos enrojecidos.

"¿Qué haces allí parado? Duerme" le dice Sukuna.

"¿No dijiste que no puedo dormir aquí?" pregunta en voz baja.

Sukuna gira sus ojos, se acerca quitándole el celular "Solo por hoy. Y dime ¿qué hizo Kenjaku?"

Yuuji se sienta, no quiere decirlo, todas las cosas que le dijo o lo que estuvo a punto de hacer, le asusta, le disgusta, no quiere decirle esas cosas a Sukuna, ¿igual qué puede hacer?

Sukuna se impacienta, realmente no quiere saberlo tampoco, pero tiene que reclamarle a Kenjaku y necesita saber qué le dijo, tiene que calmarse o Yuuji no le va a decir, su relación de hermanos no es la mejor, es obvio que el mocoso no le tiene confianza.

"Bien, no me digas, acuéstate" Sukuna sale de la habitación y se va a la cocina. Comienza a beber, tiene que calmarse pero simplemente le molesta, le fastidia la actitud de Yuuji, odia que sea su hermano y odia tener que cumplir ese rol, sus padres le han dado esta responsabilidad, desearía que fuera más fácil pero simplemente detesta hacerlo, lo único que le gusta es castigar y gritarle al mocoso, pero no puede con esta situación, tener que cuidarlo por algo que no está bajo su control no es su estilo, alguien más se atrevió a lastimarlo y no puede aceptarlo, maldito Kenjaku. No puede simplemente consolarlo por el daño que le hizo otra persona, solo él puede hacerle daño.

¿Solo él puede hacerle daño? ¿Lo que le molesta no es el acto sino la persona que lo hizo? Sukuna está confundido, es la primera vez que esto ocurre, bueno, no… Ha pasado antes, ¿qué pasó en ese momento?

Cuando Yuuji era pequeño debía defenderlo de otros pero después de que creció no ha tenido que hacerlo más, si tan solo pudiera asustarlo más de lo que lo hizo Keniaku para no sentir la responsabilidad de que debe hacerse cargo por lo que otro hizo.

Sukuna abre la nevera, tiene la botella del licor que suele beber cuando va a ese bar del bajo mundo, tal vez funcione, ese líquido le hace sentirse más relajado, sólo unos tragos será suficiente.

NT: No te preocupes Yuuji, Kenjaku no volverá a acercarse a ti ; ; es lo único que tendrá de ti.

¡Gracias por comentar! Voy a tardar un poco más con el próximo capítulo ~ paciencia que sigo escribiendo jeje