Capitulo 58
补充

-E-Eres valiente, niño-

-¿Quién es usted?-

-Me llamo Rong-. Reuniendo todas sus fuerzas, logró ponerse de pie, sin despegar su mano de su estómago -¿Hay más personas adentro?-

-Mis hermanos y otros hombres… Está herido-

-No es nada, vamos- dijo mientras, a paso lento, se aproximó la carreta y abrió la cortina. Había otros 2 niños idénticos a quién lo salvó, pero la peculiaridad era que los 3 tenían los ojos de un color distinto. Los acompañaban 4 hombres, todos lo miraron atemorizados, pero solo basto una mirada del pequeño para saber que estaban a salvo. Lentamente bajaron de la carreta -¿Ellos también pueden entenderme?-

-Sí, tenemos que aprender a hablar el idioma de nuestros amos, para obedecerlos-

-Aquí tendrán una vida mejor, serán libres. Vengan conmigo-. No dio ni dos pasos cuando se desplomó en el suelo, la pérdida de sangre drenó todas sus fuerzas. Devar corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron, llegando a la aldea en pocos minutos

-Por favor, ayúdenme, el señor de los ojos rojos está herido-

-¿Rong? N-No puede ser, alguien que vaya con él-

Guiados por Devar, llegaron hasta el ex mercenario, y usando algunas tablas cómo camilla, lo trasladaron hasta la aldea. Ahí lograron detener el sangrado y cerrar la herida, pero los 10 días que acordó con su esposo los transcurrió en reposo –Insisto, ya estoy bien-

-Su herida es muy profunda, joven Rong, solo necesita un movimiento para abrirse las costuras-

-Le prometí a mi esposo que volvería en 10 días, debe estar preocupado… Ven aquí, Valk-. Su halcón se posó en la pequeña mesa que tenía a un lado, escribió una nota y la ató a su pata –Llévala con Shun-

-Y… ¿Qué pasará con nosotros, señor?- preguntó Devar, en los pocos días que llevaban en ese lugar, él y sus hermanos se sentían más tranquilos y seguros. Pero solo eran tres niños, y sabía que la aldea (Aunque se estaba reconstruyendo) no contaba con suficientes recursos y personas para cuidarlos

-Aquí no podrán quedarse, niños, aunque muchas cosas se han arreglado, les es difícil cuidar a tres pequeños más. Así que vendrán conmigo-

-¿Con usted?-

-Así es, Iravan, yo sé que mi esposo los aceptara-

-¿Esposo? ¿No querrá decir esposa?-

-No, pequeño, esposo. Estoy casado con un hombre-. Su vista se posó en Devar, más específicamente, su rostro -¿Puedo preguntar el origen de esa cicatriz?-

-Esas personas querían lastimar a mis hermanos… Con un látigo. Pero yo no iba a permitirlo-

Hasta cierto punto, lo comprendía, él también tenía una cicatriz producto de proteger a una persona cercana. Sin pensarlo, acarició la cicatriz –En ese punto nos parecemos-

-¿Y usted? ¿Por qué las tiene?-

-Antes era un mercenario, pero eso fue hace años. Dejé esa vida para iniciar otra más pacífica, mi esposo fue quién me ofreció esa oportunidad, él vio quién era realmente-

-Y su esposo… ¿Es lindo?- preguntó Iravan, mientras se sentaba a su lado, le siguió el más pequeño

-Es el joven más hermoso que he conocido, es inteligente, amable, cariñoso-

-¿Cree que él nos quiera, señor Rong?-

-Por supuesto que lo hará-

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-Ya pasaron los 10 días y Rong no ha vuelto… Seguro se encontró a una mujerzuela barata- comentó Shun, mientras daba otra vuelta en la habitación

-Hijo, no pienses eso-

-¿Entonces cómo explicas…?-. De pronto, Valk entró por la ventana, posándose sobre una de las sillas; notó el papel atado en su pata, era un recado

"Mi amado Shun, sé que estás preocupado, pero sucedió un inconveniente en la aldea. Detuve una carreta que llevaba personas para venderlas, resulté herido, esa es la razón por la que no he podido volver. Te pido que esperen en nuestro hogar mi regreso, yo estoy bien. Te ama, Rong."

-Mama, sé que él lo pide, pero no puedo quedarme aquí sabiendo que mi esposo está herido. Tengo que estar con él-

Su madre lo miró a los ojos, tratando de convencerlo de no irse, pero ella sabía que ambos eran un par de tercos –Lo sé, hijo, yo cuídate de tus niñas. Solo ve con cuidado-

-Gracias, mamá-. Rápidamente tomó una pequeña bolsa para llenarla con algunos remedios y un poco de comida –Vamos, Falco-. Pero su halcón se quedaba al lado de Valk, quien ahora reposaba sobre sus huevos; y a juzgar por sus ojos, no deseaban separarse

-Te prestare a Hayabusa, hijo-

Shun subió a su caballo, tras despedirse de sus hijas, galopo a toda velocidad hacia la aldea vecina, seguido de la halcón de su madre. En su mente solo rezaba a sus ancestros que pudiera encontrar a Rong herido, pero vivo. Llegó cuando el Sol comenzaba a ocultarse, todos sabían de quién se trataba, fue recibido con la misma emoción que a su esposo -¿Dónde está Rong?- preguntó apenas bajo del animal

-Sígame, por favor-. Ambos se dirigieron hacia una tienda, Shun esperó mientras la mujer asomaba la cabeza –Joven Rong, tiene una visita-

-¿Visita? ¿De quién?-

-¿Qué te dije sobre meterte en problemas?-. Si, estaba vivo y eso lo hacía sentir aliviado; pero también seguía molesto por haber arriesgado su vida -¿Qué fue lo que sucedió? Explícamelo si no deseas dormir en los establos-

-No podía permitir que esos sujetos se salieran con la suya, tres niños estaban entre las personas que venderían como esclavos-

Suspiro pesadamente –De acuerdo, lo hiciste por una buena razón, pero no debiste arriesgarte si ellos te superaban en número-

-Cariño, tú mejor que nadie sabes que los que se encontraban en peligro eran ellos-

-Presumido… ¿Qué voy a hacer contigo?-

-Amarme, por supuesto-

-Eso no necesitas decirlo- susurró con una sonrisa, antes de besarlo; habrían continuado, por supuesto, pero se vieron interrumpidos por un pequeño carraspeo. Los 3 pequeños los miraban con una expresión de sorpresa, y quizás un poco de incomodidad –Amm… ¿Hola?-