ADVERTENCIAS

Los personajes, salvo algunas excepciones, no me pertenecen.

Esta historia contiene escenas explicitas de sexo, violencia y lenguaje soez.

NO soy escritora, esto es por diversión, estoy abierta a cualquier duda o crítica fundamentada y respetuosa.

Los capítulos son escritos en primera persona, pero al haber tres protagonistas que los narran, al iniciar el capitulo encontraréis las iniciales P.V.S ; P.V.G Y P.V.A. Esto se traduce en: punto de vista de S= Serizawa, G= Genji y A= Airi (OC de la historia)

El mundo y los personajes son de Crows Zero, pero en esta segunda parte, el argumento es de mi invención, no relacionado con las películas ni manga.

¡Bienvenidos de nuevo a esta segunda parte de la historia! Espero la disfrutéis y os animéis a votar y/o comentar. Os advierto que esta parte se irá tornando más oscura con el paso de los capítulos, con un contenido más adulto. ¡Gracias al que lo lea!

Capítulo 1

* * P.V.A * *

10 de septiembre del 2011

Miro el reloj mientras camino todo lo rápido que puedo saliendo de la estación en el barrio de Nakano. Son más de las 8, con lo cual ya llego tarde a la fiesta de cumpleaños de Genji, pero teniendo en cuenta el viaje que he tenido que hacer desde el trabajo, a nadie le debe extrañar; todos ya sabían que no iba a poder llegar a la hora porque no pude cambiar mi turno en el super con nadie.

Me parece increíble que aún siga trabajando en ese lugar después de tres años, aunque por suerte algunos de los empleados han cambiado desde entonces, entre ellos mi supervisor, siendo reemplazado por una mujer mucho más agradable.

Ciertamente me parecen increíbles muchas cosas de todas las ocurridas en este tiempo, como seguir en la universidad aprobando todo mientras me acerco a los años finales de mi carrera, que mi hermano esté trabajando como una persona normal y aún siga con Ruka, que él y toda su pandilla, incluido Genji, hayan dejado de lado el rollo de las peleas... Genji. Él es lo que más me sorprende si me pongo a pensar. No sólo es que haya madurado y cambiado en este tiempo, centrándose y haciendo cosas normales como el resto, sino que a pesar de que hayamos tenido nuestras cosas, hemos permanecido juntos todo este tiempo sin que nada pudiera separarnos. Nunca pensé que todo pudiera ir tan bien como ahora.

Dejo de darle vueltas a todas esas historias cuando llego a la calle que estoy buscando, dirigiéndome al número 50 de esta, donde se encuentra el gimnasio donde trabajan los hermanos Mikami y Tsutsumoto. Gracias a que el local es del primo de los hermanos, nos lo ha prestado para reunirnos, ya que los sábados cierran muy pronto.

Golpeo la valla metálica de seguridad de la puerta principal con ganas, esperando a que alguien venga a abrirme, mientras dejo en el suelo la bolsa con el regalo de Genji y mi propia bandolera para deshacerme la coleta. Mientras me arreglo el pelo un poco sale Tamao del local, levantando la valla mientras sostiene el cigarro que fuma con los labios.

-Por fin, hermanita, ya era hora. Aunque tu novio todavía no ha llegado.

-¿Aún no está aquí? –Pregunto tras romper el breve abrazo, recogiendo mis cosas del suelo-. Creía que Makise dijo que terminaban de trabajar hoy a las 6.

-Sí, pero me ha llamado diciendo que se retasarían porque ha llegado una emergencia al taller y necesitan el coche para el lunes. No deben tardar mucho más de todos modos.

Asiento mientras lo sigo hacia el interior, pasado un pequeño vestíbulo para después introducirnos en una gran estancia con un ring de boxeo, y algunas máquinas de ejercicio que han sido apartadas para preparar la mesa con la comida. Todos están allí, hablando y riendo mientras beben cerveza y Tokio se pelea con el sistema de música para ponerla.

-¿Qué tal, Airi?

Me giro ante las palabras de Ruka, abrazándola mientras le respondo y le hago la misma pregunta, cuando mi hermano aparece y nos rodea a ambas con sus brazos por los hombros.

-Está un poco picada conmigo. –Agrega Tamao antes de que ella pueda responder, pero sé que no es nada grave cuando Ruka sonríe.

-Conociéndote, no dudo que ella tenga razón, hermanito.

Antes de que pueda protestar, la música empieza a sonar haciendo que observemos a Tokio alejarse rápido de los aparatos y venir hacia nosotros, haciendo que el resto de chicos lo imiten, o hagan un gesto en mi dirección para saludarme al verme allí al fin.

-¡Eh, chicos! ¡Es Makise, están aquí! –Habla Chuta sobre el ruido, alertándonos de que Genji y él ya han llegado. Estoy segura de que si la música no estuviera puesta, habríamos escuchado sus motos aparcando delante del gimnasio con lo ruidosas que son.

Todos nos colocamos frente a la puerta tras el grito de Chuta, escuchando como la valla metálica vuelve a abrirse y cerrarse, segundos después aparecen ambos por la puerta y Genji no puede evitar una sonrisa cuando todos alzamos nuestras voces para felicitarlo.

-Sabía que ibais a hacer algo, Makise no es muy discreto. –Se burla él, aún manteniendo su sonrisa.

Está feliz, muy feliz de ver a todos sus amigos reunidos por él. Nada ha cambiado entre ellos.

El chico de la cicatriz se acerca a saludarme mientras Genji continúa con el resto, para después dejarme sola al ir junto a su novia. No pasa mucho cuando Genji se fija en mí después de haber estado con todos, acercándose aún con aquella felicidad en la cara.

-Tú sabías esto, ¿no? –Me pregunta mientras se acerca para besarme, rodeándome con sus brazos.

-Claro, alguien tenía que poner orden. No todos los días se cumplen 21. Había que celebrarlo. ¿Te ha gustado la sorpresa?

-Claro. –Me sonríe para después volver a besarme, esta vez más apasionadamente.

Al separarnos nos acercamos al resto del grupo, y mi hermano propone que le demos los regalos, haciendo que la gente se movilice para ello.

Mi hermano y Ruka le han regalado una entrada para un combate de boxeo importante que se hará en un mes, mientras que entre el resto le han comprado un casco nuevo de la moto, hecho expresamente con la imagen de un cuervo en un lateral, y un baúl de moto más grande que el que tiene, entonces llega mi turno y le paso la gran bolsa de papel con una sonrisa.

Los chicos murmuran lo que les gusta la prenda cuando la saca del todo, mostrándola para verla bien. Es una chaqueta de cuero negra con una típica chica pin up en la parte de la espalda, muy estilo rockero.

-Para que seas un verdadero motero. –Le digo en broma mientras se la prueba, sonriendo levemente.

Genji se quita la chaqueta tras comprobar que le queda bien, dirigiendo su vista a todos mientras nos da las gracias. Percibo claramente por su semblante que está avergonzado por demostrar sus emociones ante todos, pero aún así no aparta la vista y nos agradece de corazón. Me encanta verlo así.

Los chicos empiezan a bromear y soltar comentarios divertidos tras sus palabras, haciendo que todo vuelva a la típica atmósfera y comience la fiesta.


Cierro el grifo de la enorme bañera del baño de Genji y me meto en el agua despacio, suspirando al sentir el leve dolor de cabeza relajarse al contacto cálido del agua. No debería haber bebido tanto anoche, pero por suerte sólo estoy sufriendo un poco de resaca.

-Genji, ya está todo listo, ¿vienes? –Alzo la voz para que me escuche desde el otro baño, respondiéndome al poco que ya viene.

Un par de minutos después la puerta se abre y él entra desnudo, aún mojado tras la ducha, trayendo las toallas para cuando salgamos. Las deja en el toallero dándome la espalda, y me fijo en su tatuaje. Con el tiempo me ha acabado encantando.

Le hago un gesto para que se coloque delante de mí, y él obedece dejando que acaricie su espalda, siguiendo las líneas de la tinta.

-¿A qué hora entras a trabajar? –Me pregunta tras un rato en silencio.

-A las 4. Aún hay tiempo.

Genji se da la vuelta y se apoya en la bañera, mirándome de frente mientras me hace un gesto con la mano para que me acerque. Conozco esa mirada muy bien, y me encanta, así que sin decir nada me acerco despacio y lo beso con ganas, haciendo que él rápido me responda mientras apoya una de sus manos en mi nuca y me atrae más.

Poco a poco siento sus manos descender por mi espalda mientras yo me incorporo para ponerme sobre él, y pronto noto lo excitado que está, cosa que hace que mi propio deseo aumente. No obstante, la cosa no llega más allá cuando escuchamos ruidos en el exterior.

-Creía que habías dicho que tu padre llegaba esta noche, Genji. –Susurro mientras vuelto a mi sitio, sintiéndome realmente incómoda.

-Eso me dijo a mí. –Contesta sin inmutarse, cuando la voz de su padre se oye pasar por el pasillo.

-Hola, Genji. Mi regreso se ha adelantado. Hemos terminado antes de lo previsto en Osaka.

-Está bien. Estoy con Airi.

Dirijo una mirada asesina a Genji mientras escucho a Hideo saludarme, lo que me hace ponerme rígida, susurrando un tembloroso saludo.

-¿¡Estás loco?! Voy a matarte Genji. –Susurro mientras trato de salir de la bañera, pero él me agarra, devolviéndome a mi sitio mientras se ríe.

-Relájate, Airi. No pasa nada porque esté aquí. Ya te he dicho que a él no le importa.

-Lo sé, pero sabes que no me gusta, ¡suéltame!

-Podría decirle que vas a cenar con nosotros, o que los chicos te lleven a casa luego. –Se cachondea de mí mientras me retiene en el agua. Me paro en seco y lo miro con seriedad.

-Ni se te ocurra, ya sabes que no me gusta nada el rollo que tienen. Déjame salir de aquí ahora mismo.

Genji me deja mientras sonríe divertido, y yo paso rápidamente a ponerme la toalla mientras habla.

-¿Venga, en serio vas a dejarme con el calentón?

-Oh sí, creo que puedes apañártelas solito, si tienes algo que recriminar, habla con papá.

Él echa la cabeza hacia atrás suspirando, y esta vez soy yo la que se ríe.