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(AU Humano)
Charlie acomodó toppers con comida dentro de unas canastas para la cita que iba a tener con Vaggie, tan solo estaba esperando a que llegara mientras se aseguraba de tener todo lo que necesitaría.
"Muy bien, ¿Comida? Listo. ¿La manta? Lista. ¿Mi cámara? Lista…" Continuó enlistando con una versión de ella misma en su mente palomeando todo lo que nombraba en una libreta. "¿Hedor? No estoy tan mal ¿Verdad?"
"Nah yo digo que estamos bien," Dijo su yo en su mente y chocaron los cincos imaginariamente, pero al levantar su brazo pudo olerse a sí misma y casi se le salen las lágrimas como si hubiese cortado una cebolla.
Se bañó de desodorante y perfume por segunda vez esa tarde, poco después de volver a la cocina con las canastas, escuchó unos golpes en la puerta.
Caminó hasta la puerta y al abrirla se encontró con su pareja.
"¡Vaggie!" La recibió con una sonrisa, para entonces darle un abrazo y un beso rápido en la mejilla.
Vaggie abrió la boca para hablar, pero tan solo se quedó en silencio hasta que se dio cuena que Charlie la estaba sacudiendo de los hombros ligeramente.
"¿Hola? ¿Tierra llamando a Vaggie?" Vaggie al fin despertó frotándose sus ojos por un momento.
"Yo…lo siento, es que te ves preciosa," Dijo con un leve rubor en su cara.
"¡Ay por favor! De cualquier modo, eso nos haría dos chicas preciosas, ¿No lo crees?" Dijo Charlie riendo y chocó su cadera contra la de Vaggie, provocando que el rubor en su cara creciera más.
"Tú-yo-no," Se trabo con su lengua antes de parar un momento para recomponerse. "Quiero decir, ¿Estás lista para ir?"
"Bueno, llegaste un poco temprano y—"
"Oh no…"
"¡Pero si quieres podemos irnos ahorita!" Corrigió enseguida. Vaggie tan solo asintió. "Genial, tan solo dame un minuto. ¿Por qué no esperas adentro?" Charlie le dio paso al interior y cerró la puerta. "Vuelvo enseguida."
Vaggie se quedó esperando justo en la entrada, temerosa y nerviosa de atreverse a merodear. Tan solo junto al pequeño recibidor de la puerta en la que había una foto de Charlie, su madre y su padre. Podía apreciar las facciones que Charlie había heredado de ellos. La figura y el cabello de su madre. Los ojos y sonrisa de su padre.
"¿Algo que llame tu atención, querida?
Y hablando del diablo…
Vaggie dio un salto sobre si misma antes de girar detrás suyo para encontrar al padre de Charlie sentado en el sofá de la sala con pipa en mano. ¿Cuándo llegó allí?
"Señor Magne. No lo escuché llegar."
"Oh por favor, sabes que puedes llamarme 'Lucy'" Dijo con una sonrisa antes de soltar una carcajada. Vaggie rio en conjunto a él tan solo para que Lucifer no la viera extrañado.
"Pero en serio, sé que te lo he dicho antes, pero de verdad aprecio que estés con mi hija. La pobre no ha tenido mucha suerte con sus parejas."
Ella no supo si relajarse por eso. "Bueno, debo admitir, la primera vez que lo conocí pensé que usted no–"
"¿No apoyaría su relación? ¿Por qué haría eso? A mi hija le gustan las mujeres, otra cosa más que tenemos en común," Dijo Lucifer antes de volver a reír con fuerza. "Aja-Jajaja-jaja. Oh, por fin saque eso de mi sistema." Rio mientras secaba unas pequeñas lágrimas de sus ojos con su dedo índice.
Vieron a Charlie acercarse con canastas en manos y le paso una a Vaggie. "Gracias por esperar," Le dio un beso rápido en la mejilla y se volteó a Lucifer. "Ya nos vamos, Pa."
"Diviértanse, vuelvan hasta tarde."
Salieron de la casa y se subieron a la camioneta de Vaggie, pusieron las canastas en el asiento de atrás y se marcharon.
"¿Cómo te fue con la audición? Pregunto Vaggie en el volante.
"Oh bueno, no me fue tan mal," Dijo mientras jugaba con su cabello y Vaggie la vio de reojo. "No, de verdad, ¡Lo digo en serio! La señorita Killjoy dijo que lo hice meh, como siempre," Dijo con unton exagerado. "Pero en privado me dijo que si sigo igual de bien me daría una oportunidad con las audiciones que vendrán en una semana." Charlie continuó hablando mientras que Vaggie sonreía por dentro feliz ante la idea de que los sueños de Charlie se hicieran realidad.
Charlie le daba indicaciones de a dónde ir de tanto en tanto, hasta que tomaron un desvio y se salieron de la carretera y siguieron por caminos de tierra. Vaggie adentró su camioneta en el bosque hasta el final de una zona abierta y a partir de allí iban a continuar a pie.
"Wow." Soltó Vaggie. "Este lugar se ve hermoso. Con razón no me quisiste decir."
"Sabía que te encantaría."
Antes de bajar, Vaggie se demoró a propósito hasta que Charlie se bajó de la camioneta y mientras que no veía, metió la mano debajo de su asiento y sacó un pequeño paquete azul y lo escondió dentro de su canasta.
Al salir de la camioneta, Vaggie pudo apreciar el lugar que la rodeaba, arboles altos y delgados de abedul que se alzaban al punto de que casi tapaban el cielo con sus hojas multicolor, dejando pasar numerosos y pequeños rayos de luz
Durante su caminata las hojas crujían con cada paso que daban. Charlie hablaba sobre como sus padres la solían traer a este lugar cuando era niña. A medida que se adentraban, se encontraban con más animales en los alrededores. Ardillas que huían en cuanto las veían o pájaros que simplemente se iban volando.
El sonido de agua fluyendo las alertó de un rio que estaba más adelante. Vaggie caminó un poco más para descubrir un rio ancho. Por suerte para ella, había un angosto camino de piedras que les permitía cruzar al otro lado.
"Ya casi llegamos," Dijo Charlie. Después de cruzar el rio y las dos casi cayeran al agua, llegaron a una pequeña colina que escalaron y en la cima encontraron un árbol en el que se asentaron bajo su sombra, colocaron un mantel y empezaron su picnic.
"¿Si trajiste lo que te pedí?" Preguntó Vaggie mientras revisaba su canasta
Charlie no respondió y esperó a que descubriera la pequeña sorpresa que le había preparado. Era en realidad demasiado pequeña, tal vez al final si era una idea tonta y no valía la–
"¿Acaso esto es…?"
La sonrisa de Charlie creció hasta abarcar todo su rostro, como de costumbre.
"¿Recuerdas esa vez que me hablaste sobre tu hogar?" Bueno, pensé que taaal vez lo extrañabas. Así que te traje algo que te podría hacer sentir como en, bueno, casa."
Vaggie vio con detenimiento lo que Charlie eran pupusas y riguas, comida típica de su país. Comida que no había visto literalmente desde que se fue de allí, años atrás.
"¿Mi hogar?"
"Sí, ya sabes, el otro día hablaste sobre antes de que te conociera, y pensé que pues, tal vez extrañabas tu hogar."
"¿Te acordaste? Je." Su cara dibujo la silueta de una sonrisa leve, antes de que cayera en una expresión vacía y distante. "Yo tan solo estaba balbuceando y esas cosas. Gracias, Charlie, pero no te hubieras molestado."
"¿Tú…acaso extrañas tu hogar? No sé, tu familia ¿Quizás?"
La respiración de Vaggie se entrecortó ante tal pregunta tan directa, esperaba que Charlie le diera vueltas al asunto durante un rato, tiempo como para que ella se preparase su respuesta.
"Yo…eso no importa," Dijo evadiendo a Charlie, viéndola nomás de reojo, y al ver su expresión descubrió que aún tenía dudas que hacer, así que se le adelantó. "Eso me recuerda, te traje algo."
De su mochila sacó un paquete envuelto en papel de regalo y se lo entregó a Charlie.
Las pupilas de los ojos de Charlie crecieron a estrellas a la vez que soltaba un chillido emocionada.
En un par de segundos casi abrió el regalo, pero se congeló al instante al notar la mirada de Vaggie sobre ella.
"¿Muy pronto verdad?"
"No, no, Adelante, quiero ver tu reacción."
Charlie terminó de desenvolver el regaló y encontró el marco de una foto de una de sus primeras citas, en las que fueron a hacer skie en un lago de hielo en invierno, con fuegos artificiales decorando el fondo de la fotografía, mientras que Charlie envolvía a Vaggie en un brazo tan fuerte que la levantó del suelo.
Charlie sonrió ante la foto y el recuerdo que traía, más era una sonrisa fuera de lo común para ella, una sonrisa silenciosa, para sí misma, privada incluso, pero que no quitaba todo lo que sentía dentro de ella misma.
Un tipo de sonrisa que le recordaba a…
"Es…hermoso, Vaggie, me encanta."
Las memorias flotaban por su mente entre más veía la foto, y eventualmente, llegó a aquel tiempo antes de que Charlie conociese a Vaggie.
Esos tiempos eran…agitados, cuanto menos. Había rompido con su último novio, se había peleado con su familia sobre su futuro, y como ellos querían que ella siguiera lo que ellos decían, Charlie sabía que sus padres la amaban por encima de todo, pero a veces, simplemente, era como si no creyeran en ella, lo cual la hizo dudar de ella por mucho tiempo, e incluso consideró abandonar su pasión por cantar y básicamente todo lo relacinoado con el arte.
En medio de todo su caos personal, Vaggie llegó y a día de hoy, aún no comprendía como es que Vaggie logró ayudarla a voltear su vida patas pa' arriba. Y ahora podia gozar de esta maravillosa vista con una aún más maravillosa compañía.
Las dos terminaron acostadas al lado de la otra mirando el Cielo azul tornarse de azul a naranja, mientras el sol se situaba en el horizonte, y el viento soplaba ligeramente su pelo.
"¡Es tan hermoso!" Soltó Charlie. "¡Oh! ¡Tomemos una foto!"
"Pensé que nunca lo pedirías." Respondió, levantándose por un momento para agarrar la mochia de Charlie y sacar su cámara antes de entregársela, Charlie la tomó y acercó a Vaggie a ella al punto de que las mejillas de sus caras se restregaban entre sí.
En un momento Vaggie sintió la mano de Charlie subiendo por su pierna, hasta su estómago, Vaggie tan solo pensó que era una vez más la típica actitud juguetona de Charlie y lo ignoró. Pero cuando Charlie se levantó de su lugar por un segundo, Vaggie aun sintió esa misma mano subiendo por su cuerpo, su sentido de alerta salió disparado y se levantó en un instante, y despara ver que era una ardilla subiendo por su cuerpo.
De inmediato se levantó de manera sobresaltada mientras soltaba un corto y agudo grito. Vaggie se lo quitó de encima sacudiendo sus ropas tan rápido como pudo.
Para sorpresa de las dos, en lugar de que la ardilla se corriera de vuelta al bosque, buscó refugio junto a Charlie, y al contrario que Vaggie, Charlie se levantó y la puso en su regazo mientras le acariciaba su pequeña cabeza con una remarcable facilidad.
"¡Vaggie! ¡Sácanos una foto!"
Aunque Vaggie solía seguirle la corriente, pues una de las cosas que amaba de Charlie era su espontaneidad, era costumbre que lo hiciera a regañadientes. Esa criatura peluda le ponía de los nervios y su cuerpo se tensaba de verla.
"Respira profundo, Vaggie, respira profundo," Dijo para sí misma y sacó la foto.
El flash asustó a la ardilla y salió corriendo. "Auhhh, era linda" Charlie gañó con un semblante desilusionada.
Vaggie suspiro aliviada de que eso había acabado y le pasó la foto a su pareja. Charlie veía la foto con añoranza.
De repente, su cara se le iluminó.
"¡Deberíamos adoptar un perro! ¡O dos!"
"Oh no."
Primera historia con múltiples capítulos. ¡Yay!
Ahora.
CUATRO. CUATRO VECES RE-ESCRIBÍ ESTA M*****. PARA QUE SALIERA BIEN ¿QUÉ DEMONIOS ME PASA?
Como sea, tengan sus ideas claras gente, no les vaya a pasar como a mi.
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¡Nos vemos luego!