Notas:

Estoy segura de que el siguiente capitulo los va a dejar impactados/sorprendidos e incluso los deje con ganas de saber más de este fic.

Así que espero les guste.

Advierto que este capítulo explicara la situación actual del clan Zenin en este fic.

Como pequeño disclamer, en este capitulo hay menciones a sangre y a abortos espontáneos.

Sin más, espero les guste el capitulo


Capítulo 6. El Clan Zenin

13 de Julio.

10 días después.

12:20 p.m.

En la residencia Zenin.

—¿Entonces los rumores son ciertos, eh? Ese tal Okkotsu volvió a Japón — Naoya pronunció aquel nombre con desprecio.

—Así es señor — comento una mujer un tanto mayor, esta era la madre de las gemelas Zenin, ella iba caminando tres pasos detrás de él.

—¿Y a qué ha regresado ese bastardo? ¿Acaso él ya será nombrado como el nuevo líder del clan Gojo?— pregunto Naoya mientras seguían caminando por aquel pasillo de su residencia.

—Tenemos entendido que el señor Okkotsu regreso para ayudar a resolver el caso que se ha desatado en torno a este "nuevo asesino de hechiceros"— comento la tía de Naoya.

—¿Así que ese bastardo la está haciendo de detective? ¡Vaya! Y hablando sobre eso, ¿Cuantos de nuestros subordinados han sido asesinados en este caso?— pregunto Naoya de manera fría.

—Hasta el momento se han contabilizado cuatro — aquella mujer trago saliva con dificultad — En la mañana se nos notificó que se había encontrado el cadáver de otro de nuestros servidores, quien fue asesinado días atrás...—

— Aunque hayan sido simples sirvientes, sus muertes pueden llegar a afectar mi imagen como el líder actual de este clan— comento Naoya deteniéndose a fuera de una sala tradicional, la cual servía como su oficina dentro de aquella residencia —sea quien sea este asesino, se nota que no sabe lo que hace. El simple hecho de estar actuando contra el clan Zenin, ya es suficiente motivo para que deba pagar con su sangre— se notaba molesto.

— Así que me veré en la estúpida obligación de ver y hablar con ese bastardo de Okkotsu— suspiró y puso su mano en aquella puerta corrediza.

—Quiero que le avises a Okkotsu Yuta, que yo el líder número 27 del clan Zenin, quiere verlo lo más pronto posible para que me rinda cuentas sobre este caso.

—Si señor — comento esa mujer haciendo una reverencia.

Naoya abrió la puerta de aquella sala tradicional. En medio de la misma y sobre la elegante mesa de té, había una hermosa katana.

Aquel hombre se acercó para tomar aquella arma y le admiro de cerca. Esa katana tenía un filo casi perfecto.

—Ella ha hecho un buen trabajo en hacer replicas exactas de las herramientas malditas que han desaparecido o mejor dicho, que parece que "alguien" se ha robado— Siguió admirando aquella arma.

—Debo admitir que ella ha mejorado bastante y todo esto es gracias a su técnica — comento Naoya mirándose en el reflejo de la Katana —Y hablando de ella ¿Dónde está Mai Chan?— pregunto a su tía.

—Mi hija se encuentra descansando en su habitación, se está recuperando tanto por la pérdida de energía maldita, como también por la pérdida de sangre que tuvo hace unos días...— aquella mujer dijo aquello mientras estaba a fuera de aquella sala. A la cual los sirvientes tenían prohibido entrar sin permiso de su líder.

—Ya veo.— Naoya se giró hacia esa mujer.

Siguió hablando el líder Zenin.—¿Sabes? Mai sería una excelente esposa si así como crea armas, pudiera engendrar un heredero con ese vientre estéril que se carga. —Bufó— Lastima que no puede decirse lo mismo de Maki, quien ya está muerta por haber sido una deshonra para el clan. Si ella estuviera viva, quizás ella si me hubiera podido dar un heredero que llevara nuestra misma sangre "real"— comento Naoya con cierto tono de soberbia mientras guardaba aquella Katana en la saya.

Aquellas palabras hicieron que la madre de las gemelas guardará silencio y solo apretara los labios por el odio que sentía.

—En fin, puedes retirarte, debo ver otros asuntos urgentes y de paso, ve a cumplir con el encargo que te he dado. También debemos estar preparados para cuando Okkotsu ponga un pie en esta casa— comento Naoya mirando a su tía sobre su hombro.

—Si señor...— comento aquella mujer cerrando la puerta detrás de ella.

Aquellas noticias correrían demasiado rápido en aquella residencia, porque bien dicen que "las paredes tienen oídos"


Y esos rumores llegarían rápidamente a oídos de otra de las víctimas que estuvo involucrada hace seis años atrás.

—Escuche que la señora perdió a otro bebé ¿Eso es cierto?— Comento en voz baja, una joven sirvienta de cabellos verdes, quien se encontraba limpiando el suelo de un pasillo que daba hacia uno de los más bellos jardines que tenía aquella residencia y que solo ciertos miembros de la familia podían disfrutar.

—Eso es cierto y debo decir que fue demasiado asqueroso, la señora perdió mucha sangre, las sábanas parecían la escena de una masacre — dijo en voz baja otra sirvienta igual de joven pero de cabellos negros.

—Pobre...

Siguió hablando la chica de cabellos negros, mientras terminaba de tallar el suelo —¿Sabes? Empiezo a creer que es "ella" quien se provoca los abortos. No es normal tantas pérdidas.

La otra sirvienta solo se encogió de hombros —Yo no creo que ella sea capaz de hacer eso. Siento que tantas pérdidas se debe más bien a su técnica. ¿Acaso ella no puede crear vida? Solo eso explicaría el porqué ya lleva tres perdidas.

—Como sea, esa buena para nada no sirve para dar hijos pero si que sirve para darle armas este estúpido clan ¿Eso no suena un tanto Irónico?— respondió con repudio la sirvienta de cabellos negros.

—Y supongo que tampoco el señor Naoya lo debe estar pasando nada bien con este aborto ¿Cierto?— contesto la sirvienta de cabellos verdes.

—¿Por qué lo dices?

—Lo digo porqué el señor Naoya debe estar desesperado por ya tener un heredero y más que el plazo que le había dado el anterior líder se le está agotando.— Empezó a susurrar la sirvienta de cabellos verdes mientras terminaba de limpiar la madera de las paredes — Ya sabes, el señor Naobito le dio solo un plazo de tres años para que Naoya le diera un nieto con alguna buena técnica, sino el liderazgo pasaría a uno de sus hermanos mayores— dijo mientras exprimía un trapo.

—Bueno, por lo menos no somos el único clan que está teniendo problemas para tener herederos — comento con cizaña la sirvienta de cabellos negros.

—¿Qué quieres decir con eso?

— Escuche que también el clan Gojo está teniendo problemas de fertilidad, por eso tampoco han podido tener herederos ¿Acaso esto será una especie de Karma para los lideres?

—Si lo es, espero que este Karma extermine a ambos clanes.

—Hablando del clan Gojo, ¿Ya escuchaste?

—¿Sobre qué?

—Qué Yuta Okkotsu ha regresado a Japón. Y que actualmente está aquí en Kioto.

En ese momento la puerta corrediza de la elegante habitación de aquel pasillo se abrió ruidosamente.

De aquella puerta se asomó una mujer de cabellos verdes y cortos, su piel estaba más pálida de lo normal y de su rostro resaltaban sus ojos tan dorados como la miel. Esa mujer vestía un bello kimono tomesode de color negro. Aquellas ropas señalaban que esa mujer era la esposa del líder de aquel hogar.

—Ustedes dos hacen demasiado ruido con sus estúpidos murmullos— dijo una adulta Mai, quien se escuchaba demasiado molesta.

—Lo sentimos mi señora— se disculpó la sirvienta de cabellos negros haciendo una reverencia.

—¿De qué demonios estaban hablando?— pregunto Mai mientras cruzaba los brazos sobre su pecho y se recargaba en el umbral de la puerta.

—De nada importante, perdón si la despertamos — se disculpó la sirvienta de cabellos verdes.

—Y si nos disculpa, ya terminamos de limpiar aquí, así que nos debemos retirar.

En ese momento, Mai tomo la tetera de porcelana china que tenía sobre la bandeja de plata que le dejaban en la puerta de su habitación y la dejo caer con toda la intención frente aquellas sirvientas.

—¡Ups! ¡Perdón! Esta buena para nada tiene las manos cansadas...— miro con seriedad a ambas mujeres — Así que ahora pónganse a limpiar este desastre y de paso les ordeno que me digan que era lo que estaban hablando hace un momento— contesto enojada.

Ambas sirvientas la miraron con furia, pero al ser ella su ama, no les quedó de otra que volverse a poner de rodillas para empezar a limpiar aquel desorden.

—¿Y bien? ¿Qué era lo último que decían?— pregunto Mai.

La chica de cabellos verdes empezó a hablar mientras recogía los pedazos de la porcelana.

—Decíamos que hay un rumor muy fuerte sobre que Yuta Okkotsu ha regresado a Japón.

—¿Okkotsu?— pregunto Mai con sorpresa. Sus ojos se abrieron como platos, sus manos fueron sobre su vientre y hasta su respiración se quiso cortar ante tal noticia.

—Así es mi señora. También está corriendo el rumor de que el señor Okkotsu fue llamado por el señor Naoya para tratar un tema urgente.

—¿Okkotsu va a venir a esta residencia? ¿Cuando?— pregunto Mai rápidamente sin dejarlas de mirar.

—Aún no lo sabemos...

—Suponemos que será en los próximos días.

—¿Y saben sobre qué tema quiere tratar el imbécil de Naoya con Okkotsu?— pregunto Mai con insistencia.

Ambas negaron con la cabeza.

—Lo único que sabemos es que en los próximos días, el señor Okkotsu vendrá a la residencia.

—Solo eso se nos ha dicho.

Mai se recargo por un momento en la puerta de su habitación. Se sentía débil tanto por la falta de energía maldita, así como por la sangre que había perdido días atrás y de paso, aquella noticia la dejó en un estado de Shock.

—Señora Mai ¿Se encuentra bien?— pregunto la chica de cabellos negros al verla recargarse rápidamente en la puerta.

Ambas se acercaron a ella, pero Mai las detuvo.

—¡No se me acerquen! ¡Estoy bien! — grito mientras recuperaba la compostura —Ahora ustedes dos encárguense de este desastre y de paso traigan me la comida— cerró la puerta corrediza con furia detrás de ella.

Aquel comportamiento hizo que ambas sirvientas se miraran confundidas.

Mai se llevó las manos a la boca mientras observaba su gran habitación. La cual era antigua pero muy bella, cubierta con un hermoso tatami y con cuatro paredes con bellas pinturas japonesas.

Aquella habitación también tenía un pequeño escritorio, el cual estaba lleno de libros, así como también había muchos libros tanto de química como de historia y también había libros sobre diversos materiales, los cuales estaban esparcidos por el piso e incluso había libros sobre su futón. Ya que Mai los leía y usaba para poder crear las herramientas que aquel clan le obligaba a crear con ciertas características.

Aquella habitación solo contaba con una ventana circular que estaba cerrada con varios barrotes y la puerta por la cual se había asomado.

Desgraciadamente aquella habitación era vigilada la mayor parte del tiempo por algún otro sirviente enviado por Naoya.

Mai se quedó inmóvil por unos minutos más, mientras su cerebro terminaba de procesar todo lo que acababa de escuchar.

—Si Okkotsu está aquí en Kioto y va a venir a esta residencia, eso puede significar que ¿Él ya sabe la verdad sobre Maki y sus hijos? — se preguntó mentalmente.

Sus labios se apretaron.

Por desgracia Mai estaba incomunicada del exterior desde hacía tres años atrás, cuando hicieron un trato para proteger a Maki y a sus sobrinos. Un trato donde incluso estuvo involucrado Fushiguro, quien renuncio a ser el líder del clan Zenin.

Y últimamente su mensajero o mejor dicho, su informante con el exterior, se le estaba complicando demasiado el poder acercarse a ella desde hace unas semanas atrás, ya que no estaban dejando que nadie, a excepción de Naoya y la madre de Mai, se acercaran a su habitación.

—Okkotsu puede ser mi carta de triunfo para salir de esta infernal casa — susurro mientras se acercaba rápidamente a su closet y buscaba una pequeña caja, la cual guardaba bajo las tablas de madera.

De esa caja saco una foto de ella y de Maki, junto a dos bebés. Sus sobrinos, los cuales juro proteger. Aquella fotografía era el único recuerdo que le dejaron traer consigo.

Dentro de esa caja también había varias cartas que entre ambas se habían mandado e intercambiado a escondidas por esos dos años, antes que su comunicación cesará.

Mai saco rápidamente unas hojas en blanco, así como una pluma que había robado de la oficina de Naoya.

—No sé si Yuta ya sabe la verdad sobre Maki y sus hijos. Aun así, me voy a arriesgar al tratar de contárselo todo ... necesito que él sepa la verdad y me ayude a salir de aquí — susurro mientras se ponía a escribir.

En ese día, Yuta Okkotsu también se estaba moviendo por la ciudad ya que otro asesinato se había llevado a cabo.

Lo que no se esperaba es que esa misma tarde estaba a sólo unos pasos del hogar de Maki.


Notas:

Chan! Chan! Chan! ¿Qué les pareció el capítulo?

Espero que les haya gustado y de paso les haya motivado a seguir leyendo este fic.

Quizás más adelante les cuente sobre de que fue aquel trato que involucro a Mai y hasta a Megumi.

Espero actualizar pronto, ya que estoy en un gran dilema, el cual es sobre si el siguiente capitulo deba dividirlo en dos o deba dejarlo en un capítulo muy largo, ya que también va a aparecer otra mujer que será un tanto importante para la trama.

¿Ustedes que opinan? ¿Capitulo dividido en dos o Capitulo largo?

En fin, Maki y Yuta ya están próximos a reencontrarse ❤️

En fin, nos seguimos leyendo.

Pd: ¿Qué les pareció el capítulo del anime de esta semana? Yo estoy llorando por lo sucedido con Mechamaru 😭

Igual, Shibuya nunca fue un arco feliz.

Sobre sugerencias sobre este fic, no las ando aceptado aquí, si quieres dejar tus sugerencias, hazlo a través de mi twitter Vera1794