Notas:
Hola a todos ❤ Aquí vera con un capitulo más antes de que acabe febrero.
Espero les guste porque aquí habrá otro salto al pasado, más específicamente a cierto evento que definió el presente de los mellizos, y como pueden ver por el título, ya saben quiénes son los protagonistas esta vez.
También quiero comentarles que ya modifiqué el capítulo 07 y el capítulo 11, en estos ya agregué a Choso en la trama de esta historia, así que aquí él es el infiltrado de Yuki en la residencia Zenin. Que vivan el chosoyuki ❤
En fin, espero lo disfruten ya que es un tanto largo este capítulo ✨
Capítulo 14. Los Hermanos Fushiguro
07:50 p.m.
Aquel festival estaba lleno de colores así como de personas.
La explanada del santuario se encontraba colmada de parejas, grupos de amigos y familias que disfrutaban de la última noche del festival. Deambulaban por el lugar, disfrutando de los puestos de juegos y de la deliciosa variedad de aromas y sabores que emanaban de los puestos de comida.
Aquella última noche del Yoiyama estaba siendo divertida especialmente para los mellizos, quienes estaban muy felices de que Yuta estuviera compartiendo tiempo con ellos.
Pero el corazón de su invitado se encogía cada vez que los mellizos llamaban "papá" y demostraban cariño al otro hombre que los acompañaba esa noche.
—¡Papá ahora queremos ir acá!—decía Yurika tomando la mano de Megumi y dando algunos brinquitos.
—¡Papá! ¿Me compras unos onigiris?— pregunto Yuudai mientras se abrazaba a la pierna de Megumi.
—Papá Gumi.
—¡Papá!
—¡Papá!
Decían una y otra vez Yurika y Yuudai quienes se comportaban de manera cariñosa con Megumi Fushiguro, tomándole de la mano o jalándole la camiseta para llamar su atención o incluso abrazándolo de sorpresa de vez en cuando.
Realmente esos niños querían a ese hombre como si él fuera su verdadero padre.
Aquel azabache de cabellos puntiagudos, al escuchar que lo nombraban de esa forma, les miraba serenamente, les dedicaba una pequeña sonrisa, les acariciaba el cabello y de pasó les compraba lo que pedían o iban hacia donde esos dos querían ir.
De vez en cuando, las ocurrencias de los niños provocaban en Megumi una mueca de desaprobación o un llamado de atención, asumiendo un rol paterno ante ellos.
Lejos de ser indiferente, escuchar la palabra "papá" y observar cómo Fushiguro asumía un rol paternal con Yurika y Yuudai, detonaba una mezcla de sentimientos y emociones negativas en Yuta.
Incluso llego a sentir celos, ya que Fushiguro conocía bastante bien los gustos y preferencias de los mellizos, así como conocía de memoria aquellos ingredientes en específico que no les gustaban y eso lo demostraba cuando este pedía alguna comida para ellos.
—Sin mayonesa por favor— decía Megumi cuando encargo un platillo para Yuudai, porque sabía que ese ingrediente no le gustaba a este niño.
—Por favor, omite las almendras y utiliza una cuchara diferente a la que usaste con ellas— ordenó Megumi cuando compraron unos postres, porque sabía que Yurika era alérgica a ese fruto seco.
Un escalofrío recorrió la espalda de Megumi al sentir cómo la pesada mirada y la abrumadora energía de Yuta se posaban sobre él. Su compañero de preparatoria emanaba una palpable aura de celos como padre.
Pero el hechicero que venía del extranjero trataba de controlarse y de no dejarse llevar por aquellos sentimientos negativos. Debía ser sabio y debía aprender de todo lo que veía y escuchaba de Megumi para terminar de conocer completamente a sus hijos.
Pero aun así, era un poco difícil no tener celos del heredero de las diez sombras en aquella situación donde parecía ser el padre perfecto para sus propios hijos.
08:20 p.m.
Incluso Megumi sabía de pies a cabeza las personalidades de esos niños, así como sabia el cómo se comportaban al estar jugando en algunos puestos.
Como en aquel momento, donde ambos niños estaban en un puesto donde debían lanzar las canicas a los hoyos con ciertos números para recibir algún premio.
—No hagan trampa, que los estoy observando — comento Megumi con seriedad.
—¡Claro que nunca hemos hecho trampa!— reprocho Yurika.
Megumi levanto una ceja ante las palabras de esa niña.
—Lo digo sobre todo por ti Yurika, a veces te gusta hacer pequeños movimientos "ventajosos" en este tipo de juegos y tampoco quiero que lances golpes si no ganas— comento cruzando los brazos sobre su pecho.
—¡Eso no es cierto! ¡Yo no me comporto así!— comento la niña en un puchero y levanto su rostro con indignación.
En cambio, Yuudai soltó una risita de burla porque estaban llamándole la atención a su melliza.
—¿Y tú de que te ríes llorón?— pregunto su hermana con total molesta.
Yuudai le saco la lengua —Me rio porque te llamaron la atención, tramposa.
—¡Mejor cállate y concéntrate en ganarme!— le respondió su hermana mientras los dos empezaban a lanzar aquellas canicas.
—¡Claro que te ganaré! ¡Tengo mejor ojo y puntería que tu!— se burló su hermano.
Yuta y Tsumiki, quienes estaban a sólo un metro de ellos, rieron un poco por el comportamiento y las palabras de esos niños.
—¿A qué se refiere Megumi con eso que dijo de Yurika?— pregunto Yuta con curiosidad.
Tsumiki esbozó una sonrisa mientras respondía al hechicero.
—Sucede que Yurika es una niña muy "ingeniosa", por así decirlo. Se sale con la suya de maneras curiosas. Es lista, sí, pero a veces le gusta hacer las cosas a su modo, incluso si eso roza en hacer "trampa". Y en ese sentido, es muy terca. Si se desespera, recurre a la fuerza. Incluso se ha peleado a golpes con otros niños cuando la hacen enojar de verdad —suspiró resignada.
—¿Así cómo Maki?— Pregunto Yuta con una sonrisa.
Tsumiki soltó una leve risita por esa comparación —De tal palo tal astilla.
De aquel juego, Yuudai fue el ganador, demostrando tener una mayor capacidad de observación y de análisis que su hermana. Ganando así un lindo juguete como premio.
Después de ese juego, los cinco se pasaron a otro puesto, donde el juego consistía en derribar una pirámide de latas.
Yurika fue la primera en jugar y así como había dicho Tsumiki, ella era una niña fuerte. Su lanzamiento de la pelota logró golpear aquellas latas, las cuales se sacudieron. Sin embargo, la fuerza de aquel tiro no fue suficiente para derribarlas por completo, ya que solo dos de ellas cayeron al suelo.
—Demonios — dijo en voz baja arrugando la nariz del enojo.
Yuudai fue el siguiente en lanzar aquella pelota, pero no logro ni siquiera pasar más allá de la línea de salida. Demostrando así que era un niño muy débil.
—¡Si que no sabes lanzar!— comento su hermana en forma de burla.
—¡Cállate! Es solo que la pelota se me resbaló — le respondió él en un puchero con molestia.
Yuta al ver aquello, decidió ayudar a sus hijos.
—Dejen me intentarlo por ustedes — se ofreció acariciando las cabezas de ambos, haciendo que esos niños sonrieran por aquel ofrecimiento.
Yuta lanzó aquella pelota y logró tirar aquella nueva torre de latas, haciendo que esos niños se emocionaran y brincaran de felicidad al ver lo fuerte que era ese hombre.
—Escoja el premio que guste— dijo el dueño de aquel puesto.
—¿Podría escoger dos? Es que son mellizos y un solo premio no bastaría para ambos— pregunto Yuta poniendo sus manos en el hombro de cada niño.
—Lo siento, pero así son las reglas, solo puede escoger uno— comento con seriedad aquel hombre.
—Yurika, Yuudai ¿Qué tal si le llevan un regalo a su madre?— sugirió Tsumiki giñendoles el ojo a esos dos pequeños —Podrían decir que es de parte de ustedes tres.
Yuta sonrió ante aquella sugerencia, la cual hizo que los niños se miraran entre ellos, de nuevo parecía que intercambiaron unas palabras mentalmente e hicieron un si con sus cabezas.
—¡Queremos llevarle ese!— dijeron en coro apuntando a un león de peluche. Porque sabían que ese animal era uno de los favoritos de su madre.
08:47 p.m.
Luego de recorrer un poco más el festival, los cinco llegaron a otro de los juegos típicos de esos lugares, el cual era un puesto de tiro al blanco con pistolas de juguete.
Los objetos a derribar, coloridos y de diferentes formas, se balanceaban suavemente colgando de una estructura. Con entusiasmo, cada niño tomó una pistola y se preparó para probar su puntería. Haciendo su mejor esfuerzo para derribar esas figuras.
En dicho juego, Yuudai demostró también tener una buena puntería, más no perfecta ya que solo logro derribar 4 objetos.
En cambio, Yurika demostró que también tenía buen tiro, ya que logro tirar 2 figuras seguidas, pero ella al ser muy impulsiva, disparo con demasiada insistencia y sus balines de juguete se acabaron rápidamente.
Una vez terminó su turno, esos niños se dirigieron rápidamente a los adultos que los acompañaban.
—Papá, queremos que tú también juegues — comento Yurika pasándole aquella arma de juguete a Megumi.
—¿Yo?— el azabache levanto una ceja.
—¡Si tú! Y También queremos que Yuta kun juegue contra ti— comento Yuudai mirando al hechicero de grado especial y le entregó esa arma de juguete.
—¿Qué? ¡¿Contra mí?!— salió de la garganta de Yuta con demasiada sorpresa.
—¡Queremos ver quien de ustedes dos es mejor disparando!— comento Yurika con una gran sonrisa.
—¡Si! Queremos ver a ustedes dos en acción— comento Yuudai algo emocionado.
Tsumiki rio levemente al ver la cara de sorpresa de ambos hombres.
Si esos pequeños tan solo supieran la verdad, sobre que Yuta era su verdadero padre y que en realidad ellos dos lo estaban enfrentando a su padrastro, de seguro su sorpresa seria mayúscula. Sin embargo, ella sabía que esos dos niños no se detendrían y continuarían impulsando la rivalidad entre ambos hombres en aquel juego.
—No es necesario que hagamos esto, senpai— dijo Megumi con respeto.
Yuta tomo aquella arma de juguete.
—No debes porque preocuparte Fushiguro kun. Solo será una partida y que esto sea sin rencores.
El hechicero de las diez sombras suspiro ante tal comentario, tomó aquella arma de juguete y se preparó para disparar contra aquellos objetos.
—De acuerdo, sin rencores Okkotsu senpai.
—Muy bien, preparados en tres, dos, uno ¡Comiencen a disparar!— comento el dueño de aquel puesto, dándoles así la señal de que aquella competencia entre esos dos adultos podía comenzar.
En ese momento ambos hechiceros hicieron sus primeros disparos y aquellas bolitas de goma empezaron a golpear aquellos objetivos.
—¡Vamos papá!— animo Yuudai levantando las manos.
—¡Vamos Yuta kun! ¡Tú puedes!— grito Yurika moviendo con emoción sus manitas.
Esos niños estaban muy emocionados al ver a esos dos hombres tratar de derribar aquellos objetos en sus siguientes disparos.
—Niños, ¿A quién apoyan en esta partida?— pregunto Tsumiki, agachándose levemente para mirar a esos dos.
—Yo quiero que gane Papá Gumi— comento Yuudai con una gran sonrisa.
—Yo quiero apoyar a ambos, pero a la vez me gustaría que ganara Yuta kun— comento Yurika en un puchero.
Aun así, ambos niños se miraron entre sí y siguieron gritando con más fuerza.
—¡Vamos papá!
—¡Tú puedes Yuta kun!
—¡Tú puedes Papá Gumi!
—¡Así se hace Yuta Kun!
Después de unos disparos más, Yuta y Megumi iban empatados. Cada uno habían derribado dos figuras.
Pero los gritos de esos pequeños se hicieron más y más fuertes que incluso hicieron eco en la cabeza de Yuta, ya que ambos repetían una palabra en especial, demostrando a quien apoyaban más en ese juego.
—¡Papá!
Escuchar a esos dos decirle papá a Megumi, hizo que Yuta se desconcentrara y en sus siguientes disparos fallara. Acabando así sus balas.
En cambio, Megumi con su última munición logro derribar un objetivo más, terminando con un marcador de tres contra dos.
Yuta bajo aquella arma de juguete con desánimo mientras veía como Yurika y Yuudai corrían a abrazar a Megumi.
—¡Eso estuvo increíble Papá!— dijo Yurika muy feliz, abrazándose a este.
—¡Si! ¡Eso fue demasiado genial! ¡Eso quiere decir que los Fushiguros tenemos talento para ser buenos tiradores!— comento Yuudai con demasiada felicidad, abrazándolo y sin dejarle de mirar.
—¡Es un orgullo ser un Fushiguro por esto y más!— soltó Yurika mirando también a Megumi con admiración.
En cambio, Yuta sintió su corazón romperse al escuchar esas palabras venir de sus hijos, quienes estaban aún abrazados a Megumi.
A pesar de sentir celos de Megumi en ese instante, el hechicero de grado especial, suspiró y bajó los hombros. Era consciente de que gran parte de la culpa de lo que le estaba sucediendo recaía sobre él mismo.
Tsukimi miro aquella escena. Al escuchar como esos dos niños se sentían orgullosos de portar el apellido Fushiguro, sintió lástima por Yuta.
Sabía que era su completa culpa de que esos mellizos llevaran aquel apellido, así que debía disculparse con Okkotsu.
Megumi rápidamente miro a su superior. Noto como Okkotsu parecía triste por todo lo que los mellizos decían de él, así que rápidamente mejor decidió cambiar de tema.
—Bueno, creo que en realidad Okkotsu senpai lo hizo mejor que yo— dijo Megumi mirando a esos niños —Aunque si me lo preguntan, recuerdo que quien era buena en esto del tiro con armas era su tía Mai. Así que más que ser por parte de los Fushiguro, creo que ustedes dos heredaron esto del lado de la familia de su madre.
Megumi miro a Yuta, e hizo un leve movimiento de cabeza para disculparse con él por todo lo que dijeron esos niños.
—Es cierto, Yuta kun no lo hizo nada mal— comento Tsumiki con una sonrisa —Y sí que lo recuerdo muy bien, Mai chan era excelente disparando con su pistola. Era casi cien por cierto seguro que ella diera en el objetivo.
—¿Acaso están hablando de la tía Mai?— pregunto Yuudai confundido —¿La gemela de mamá?
—Así es, la gemela de tu madre era muy buena en esto del tiro con armas, así que más bien esto lo heredaron de ella— contesto Megumi mirando a esos niños.
—Yo la verdad no recuerdo nada de la tía Mai— Yuudai hizo un puchero.
Yurika movió levemente su cabeza hacia un lado —Yo tengo un muy pero muy leve recuerdo de la tia Mai. Es algo borroso, pero siento que yo si la conocí cuando yo era más pequeña. Hasta creo recordar su voz... — comento llevando su manita a su barbilla.
—Si aun la recuerdas, es porque ella si convivió mucho tiempo contigo cuando eras una bebé, y además ella te consintió demasiado Yurika — contesto Tsumiki con cariño, acariciando el cabello de esa niña.
—De todos modos, debo admitir que fue un gran juego— Yuta se acercó a esos tres y extendió su mano hacia Megumi.
El hechicero de las diez sombras le regreso el gesto caballerosamente
–Fue un gusto haber jugado a tu lado, Okkotsu senpai.
Yuta sonrió por esas palabras.
Tsumiki despeino un poco a sus sobrinos.
—Bueno, los fuegos artificiales ya van a comenzar, démonos prisa para llegar a nuestro lugar favorito para verlos en primera fila— sugirió ella mirando a esos cuatro.
También hacia aquello, porque quería hablar a solas con Yuta, así que tenía un plan que pondría en marcha después de ver ese espectáculo.
09:05 p.m.
Los fuegos artificiales eran un espectáculo digno de admirar en aquella parte del santuario.
Esos cinco habían ido a su lugar favorito para admirar aquel espectáculo nocturno.
Aquellos niños estaban muy felices mirando aquellas luces mientras cada uno sujetaba una mano de Yuta.
Aquel adulto miró con ternura como los ojos dorados de sus hijos se iluminaban y se llenaban de emoción al ver esas luces sobre sus cabezas.
Primero miro a su derecha, donde estaba Yurika y después giro su cabeza a la izquierda, donde se encontraba Yuudai. Ambos niños le dedicaron una gran sonrisa mientras elevaban sus manitas libres al cielo, abriendo las y cerrando las como si quisieran tomar aquellas luces entre sus manos.
Yuta apretó un poco los labios y parpadeo un par de veces para despejar sus lágrimas antes de mirar hacia el cielo, el cual seguía siendo iluminado por aquellas bellas luces de varios colores.
Aquella escena transcurría con una suave lentitud que Yuta quería atesorar en su corazón. Y más al sentir como Yurika y Yuudai tomaban con fuerza cada mano que le sujetaban, mostrando su emoción por ver esas luces.
Una escena en la que, a pesar de ser su verdadero padre, aquellos niños solo lo veían como un nuevo amigo en ese instante de sus vidas.
09:15 p.m.
Los fuegos artificiales pararon y una vez el humo gris fue arrastrado por el viento sobre aquel cielo oscuro, ambos niños se soltaron de las manos de Yuta y ambos corrieron hacia Megumi y hacia Tsumiki, quiénes estaban a un poco más de un metro de esos tres.
Los hermanos Fushiguro había hecho aquello de tomar algo de distancia durante aquel espectáculo para que Yuta pudiera estar cerca de sus hijos al admirar esas luces.
—¡Papá!
—¡Papá Gumi!
Ambos niños dijeron en coro, ya que ambos empezaron a decirles algunas cosas a Megumi con demasiado entusiasmo.
El ver aquella escena hizo que Yuta suspirara y solo los mirara en silencio.
—Supongo que Fushiguro ha hecho todo lo que yo nunca pude hacer... sobre todo casarse con Maki y de paso, tener todo el amor de mis hijos... a quienes yo apenas conozco...— susurro Yuta sintiéndose ajeno a todos ellos.
Bajo la mirada y apretó sus labios con fuerza.
Esa reacción la noto Tsumiki, quien suspiro y se dirigió hacia su hermano y los niños.
—Megumi, ¿Qué tal si tú, Yurika y Yuudai van a traer algún postre? Y de paso ¿Podrían comprar algunas luces de bengala? Por favor... — comento Tsumiki en una leve sonrisa mientras miraba fijamente a su hermano —Es que hay que compartir un poco más de tiempo junto a Yuta kun antes de que acabe la noche...
Megumi podía notar lo que trataba de decir Tsumiki, ya que esta hizo un leve movimiento con su cabeza al decir eso último.
—De acuerdo. Niños vayamos a comprar algunas cosas para compartir con Okkotsu senpai— dijo bajando su mirada hacia esos dos —Él es su invitado y ustedes dos deben atenderlo y prestarle la atención debida.
—De acuerdo— dijeron esos mellizos en coro y después se giraron hacia Yuta.
—¡Yuta kun, Ahorita regresamos!— comento Yuudai con una sonrisa.
—¡Vamos a traer más comida y algunas bengalas!— comento Yurika moviendo con alegría sus manitas.
—Claro, vayan con cuidado — comento Okkotsu con una leve sonrisa mientras miraba partir a sus hijos con su padre de mentiras.
—Yuta y yo los esperaremos en aquella banca — comento Tsumiki apuntando a un lugar para sentarse cerca de un árbol de ciruelos.
—¡Bien! ¡Ahorita los veremos de nuevo!— dijo la niña con gran emoción antes de partir.
Yuudai tomo la mano de su hermana y ambos niños empezaron a ir de la mano hacia los puestos del festival.
Megumi solo hizo un si con su cabeza mientras miraba a su hermana y después se dio la vuelta para alejarse con esos niños.
Okkotsu suspiro una vez los perdió de vista entre aquel mar de gente.
—Ven, vayamos a sentarnos un momento, siento que ya hemos caminado mucho esta noche.
—Está bien— respondió un tanto distraído mientras la seguía.
—Por cierto Yuta kun ¿Qué te está pareciendo el festival?— pregunto Tsumiki sacando a ese hechicero de sus pensamientos.
Ambos adultos fueron hacia esa banca, y mientras tomaban asiento, Yuta contestó a la anterior pregunta.
—Bueno, debo admitir que me estoy divirtiendo mucho, aunque me hubiera gustado que Maki san también hubiera venido con nosotros— exhalo —Admito que yo simplemente quería pasar un poco de tiempo con ella al lado de Yurika y Yuudai antes de volver a Tokio. Además, que quería hablar con ella un poco más y quería preguntarle algunas cosas sobre nuestros hijos y sobre lo ocurrido hace siete años atrás.
Tsumiki bajo un poco los hombros.
—Te pido una disculpa en su nombre. La pobre aún está asimilando tu regreso, además tu más que nadie sabes que ella es algo "difícil" cuando está molesta y siempre demuestra su enojo o su rencor hacia los demas de esta forma... —miro al hechicero —Solo dale un poco de tiempo, por favor.
—Lo sé, ella una vez me lo dijo y sé que ella puede llegar a ser muy rencorosa con aquellos a los que odia —Suspiro — Asi que solo espero aclarar todo esto muy pronto...—miro sus manos.
—Aun así, puedo decir que tus hijos se están divirtiendo demasiado a tu lado esta noche y eso puedo notarlo en sus rostros — Tsumiki miro a Yuta con una leve sonrisa. En sus ojos se reflejaba demasiada sinceridad —No los había visto tan alegres y motivados por estar conviviendo de esta manera con alguien ajeno a la familia desde hace mucho tiempo. Así que puedo confirmar que ellos se sienten cómodos contigo.
Yuta sonrió levemente.
—Yurika y Yuudai son muy buenos niños...
—Si que lo son, eso te lo puedo asegurar.
El hechicero suspiro con dolor.
—Lástima que ellos en este momento solo me ven como su "amigo" y supongo que revelarles que yo soy su padre biológico solo les causaría confusión...— apretó levemente sus manos sobre sus rodillas— Y Megumi cumple mejor el papel de padre para ellos que yo. Y eso se nota en cómo Yurika y Yuudai lo adoran, lo quieren, lo admiran y lo respetan como el padre que ellos creen que es — miro hacia el frente mientras veía a las personas caminar. Su tono revelaba que tenía demasiados celos de aquel hechicero.
Tsumiki suspiro de tristeza al escuchar eso.
—Y debo admitir que el que Yurika y Yuudai quieran a Megumi como si él en realidad fuera su padre biológico es mi culpa—Dijo sin dejar de mirar al hechicero —Yuta Okkotsu, yo te debo una disculpa...
Aquellas palabras dejaron confundido a Yuta —¿Por qué dices eso Tsumiki san?— pregunto con desconcierto.
Tsumiki bajo la mirada y miro sus manos, las cuales estaban entrelazadas y sus dedos pulgares se movían un poco entre ellos. Ella siempre hacía aquel movimiento cuando estaba bastante nerviosa.
—Por qué yo fui la responsable de que tus hijos llevarán el apellido Fushiguro.
Yuta guardo silencio al escuchar aquella revelación. Aunque Mai en su carta le había comentado levemente sobre aquel asunto del apellido que llevaban sus hijos, Yuta quería escuchar la verdad por parte de otra de las personas que estuvo presente en esa ocasión hace siete años atrás.
Tsumiki siguió hablando.
—Verás...— tomo un leve respiro y miro una vez más a Yuta a los ojos— Yo fui quien convenció, o mejor dicho, quien obligó a Megumi a casarse con Maki y a adoptar como hijos a Yurika y a Yuudai. Por lo tanto, prácticamente es mi culpa que TUS hijos lleven el apellido Fushiguro en vez del apellido Okkotsu...— su voz se estaba quebrando — yo simplemente quería salvar a tus hijos...
El hechicero seguía en silencio mientras seguía escuchando con atención a esa mujer.
Tsumiki tomo un respiro profundo para calmarse, trago saliva para deshacerse del nudo en su garganta y siguió hablando —Todo sucedió hace siete años atrás... en la noche cuando tus hijos nacieron.
Flashback
Siete años atrás.
Noche del siete de octubre.
—¿Y Cómo se encuentran esos bebés?— pregunto Tsumiki con demasiada angustia.
Tanto Megumi como ella habían llegado lo más rápido que pudieron a aquel hospital una vez que Mai les avisó lo que había ocurrido.
Aquella noticia de que Maki había dado a luz prematuramente los había preocupado demasiado y al parecer las malas noticias parecían persistir.
En aquel momento, Los hermanos Fushiguro se encontraban fuera del área de cuneros, observando a través del cristal a los pequeños recién nacidos.
Pero los hijos de Maki no estaban en aquella hilera de niños sanos. Esos mellizos se encontraban en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, la cual podía verse un poco a través de ese gran cristal.
La UCIN estaba al fondo, separada por una puerta de cristal, donde el personal, compuesto en su mayoría por enfermeras y algunos médicos, dedicaba su atención y cuidados a esos pequeños delicados de salud.
Desde la zona donde Megumi y Tsumiki se encontraban, podían alcanzar a ver un poco aquella incubadora donde los hijos de Maki se encontraban. Aquellos pequeños se encontraban recibiendo oxígeno a través de la cánula nasal y sobre todo, Yuudai era el que más estaba siendo monitoreado con los sensores de signos vitales.
La doctora que atendió a esos bebés al nacer, estaba hablando con esos dos adultos en ese momento.
—Ambos bebés actualmente se encuentran internados en el área de cuidados Intensivos Neonatales y los estaremos monitoreando muy de cerca. Aunque debo decirles que la niña es la más estable de los dos pequeños, y de paso, es la que mejor aspecto tiene, pero su hermano...
Aquella mujer miro a esos dos adultos con seriedad —El varón es el que se encuentra más delicado de salud. Nació con bajo peso y talla, y lamentablemente sufrió hipoxia neonatal. En términos más simples, dejó de recibir oxígeno poco antes del parto y tardó varios minutos en respirar al nacer, así que debemos monitorizarlo muy de cerca para evaluar su evolución y para averiguar las posibles secuelas que pudiera presentar después de la reanimación neonatal — La doctora se esforzaba por mantener la serenidad, pero la sombra de las malas noticias se reflejaba en su rostro—Aun así, les pido que estén preparados en caso de que el estado de este pequeño no mejore en los siguientes días. Realmente este fue un parto muy difícil para esos mellizos, pero en especial lo fue más para ese niño quien prácticamente nació muerto.
—¡No puede ser!— Tsumiki se llevó las manos a la boca con demasiada angustia al escuchar todo eso. Sus lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas.
En cambio, Megumi sintió la sangre irse al suelo por escuchar todo eso. Estaba en shock y sus manos todas temblorosas se hicieron puños y trataba de controlar sus lágrimas, las cuales querían salir de sus ojos. El pobre se sentía impotente ante tal situación.
Aquella medico miro rápidamente los papeles que tenía de aquel caso médico — Como dije, estaremos al pendiente de la salud de esos mellizos, así como de la madre de estos.
Después miro hacia aquella área donde se alcanzaba a ver esa incubadora.
—También les quiero comentar que, bajo la autorización de la señorita Mai Zenin, pusimos a esos mellizos en la misma incubadora. Creemos que el estar cerca el uno del otro podría ayudar en la recuperación de ambos pequeños. Varios estudios han demostrado que el contacto físico entre hermanos prematuros puede mejorar su desarrollo tanto físico como emocional...— Aquella medico vio a Mai a lo lejos, la cual estaba contestando una llamada que le había entrado minutos antes.
Tsumiki y Megumi miraron como Mai se veía demasiado preocupada y hasta un tanto asustada mientras hablaba por teléfono.
— Supongo que ella también está esperando un milagro...— comento la doctora mirando de nuevo los papeles.
—¿Y Maki? ¿Como esta la madre de los mellizos?— pregunto Megumi con preocupación.
—Ella al igual que sus hijos está en terapia intensiva. Como dije fue un parto muy difícil para los tres y para ella en especial fue un parto muy doloroso. La madre sufrió una gran pérdida de sangre y dejó de respirar, lo que le provocó la pérdida del conocimiento e incluso un paro cardíaco de unos minutos— Suspiró mientras revisaba rápidamente las hojas médicas.
—Pero por el momento, ella parece estable. Sin embargo, permanecerá en observación mientras despierta y descartamos cualquier secuela debido a la reanimación.
—¡Dios mío!, ¿Por qué pasó todo esto? ¡Si tan solo hubiéramos estado siempre con ellas, nada de esto hubiera pasado! — Tsumiki se lamentaba con demasiadas lágrimas en los ojos.
En cambio, Megumi seguía en silencio. Realmente estaba afectado por todas esas malas noticias.
La doctora tomó un respiro y siguió explicando.
—Se que ya deben estar demasiado abrumados por tantas malas noticias que han recibido esta noche, pero esto que les comentaré también es muy importante — miro a esos dos.
—¿De qué se trata eso importante?— pregunto Megumi con impaciencia.
—Se trata de que también necesito que como familiares hagan el registro del nombre oficial de esos dos pequeños. Sobre todo del apellido. Les comento esto más que nada tanto por la situación medica como por la situación legal por la que me comento la señorita Zenin por la que están pasando — miro momentáneamente a Mai a lo lejos. La cual seguía hablando por su celular.
—Por el momento, la tía de esos dos me ha pedido que no registremos a los mellizos con el apellido de ella ni de su hermana debido a un problema familiar que tienen actualmente y que no quieren que sus demás familiares se enteren de este nacimiento. Así que también necesito que solucionen esta cuestión, más que nada por motivos legales y administrativos del hospital.
Supongo que lo más conveniente será que localicen al padre de esos niños y le digan la situación para que este también esté enterado de lo que está pasando con sus hijos y de paso, les dé su apellido porque una vez que salgan de aquí lo necesitarán.
Tsumiki y Megumi entendían aquello a que se refería la doctora. Y ambos tampoco querían que esos dos pequeños llevaran el apellido Zenin para que ese clan no los reclamase como suyos.
En ese momento, una enfermera llegó para pedirle a la doctora que fuera a revisar a un paciente.
—Disculpen, pero debo retirarme a una consulta. En un momento más les avisaremos como siguen esos mellizos y si es posible que uno de ustedes dos pueda pasar a verlos. Los mantendremos al tanto. Con su permiso — comento aquella mujer haciendo una leve reverencia y retirándose de ahí.
Megumi aflojo los puños con impotencia — Solo queda esperar a que la salud de esos niños y de Maki san mejore...
—Aun así, Megumi debemos hacer algo por Yurika y Yuudai, no podemos registrarlos con el apellido Zenin...— comento Tsumiki con desespero y secando sus lágrimas, las cuales seguían brotando de sus ojos ante tales malas noticias.
Tsumiki los llamó por sus nombres. Tanto ella como Megumi ya sabían desde hace tiempo que Maki quería nombrar así a sus hijos, porque ella misma se los había dicho.
—Lo sé. Pero tampoco podemos ponerles el apellido Okkotsu— respondió Megumi pasando sus manos por su rostro.
—¿Y Por qué no? ¡Debemos contactar con él para avisarle sobre sus hijos! ¡O mínimo deberíamos buscar a los padres de Okkotsu y decirles que ya son abuelos!— comento Tsumiki mirando con desespero a su hermano.
— Desgraciadamente no he logrado contactar con él— Megumi tenía su vista enfocada en los cuneros mientras explicaba la situación.
—Le pedí de favor a Nitta san que me ayudara a averiguar dónde se encontraba actualmente Okkotsu senpai. También le pedí que, si lograba encontrar algún número telefónico o alguna forma para comunicarnos con él, me lo hiciera saber. Sin embargo, al parecer Gojo sensei y la misma sede le han negado toda esa información. Y Eso ha empezado a levantar sospechas en ese lugar, así que tuvimos que detener nuestra búsqueda. Es como si tanto Gojo como los demás en la sede no quisieran que nadie supiera dónde está Okkotsu senpai. Así que Oficialmente estamos incomunicados con él.
Megumi Presentía que algo turbio estaba sucediendo en la sede de hechicería, así como en la academia.
Siguió hablando — Y tampoco es tan fácil ponerles el apellido Okkotsu sin su autorización o sin la aprobación de su familia. La verdad, no creo que la familia del senpai quiera cooperar, ya que ellos no querían saber más de su hijo maldito.
Tsumiki se veía desesperada por todo lo que decía su hermano.
Megumi continúo hablando —Se que debemos actuar rápido, sobre todo porque no podemos dejar que la noticia del nacimiento de estos niños llegue a oídos ni de la sede, ni de los clanes. Así que debemos mantenerlo en secreto lo más que podamos.
La mirada azul del hechicero se dirigió momentáneamente hacia Mai, quien se encontraba demasiado lejos de ellos en aquel instante. La pobre se veía desesperada, con lágrimas en las mejillas, como si hubiera recibido otra mala noticia durante la llamada.
Megumi regresó su vista a los cuneros, donde los bebés sanos dormían plácidamente.
Una mezcla de desespero y preocupación se reflejaba en sus ojos.
—Lo único que nos queda es esperar para ver si esos dos niños tienen mejoria... sobre todo el varón... si es que ese niño logra pasar de esta noche... —murmuró en voz baja, con la voz cargada de pesimismo.
—¡Megumi, yo tengo fe en que Yurika y Yuudai sobrevivirán, asi como que Maki se recuperara!— Tsumiki contesto molesta al ver la Negatividad de su hermano.
— Pero aun así, nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados. ¡Debemos protegerlos de esos dos clanes y de todos los demás!
—Supongo que lo ideal será avisarle a Tsukumo lo que acaba de pasar. Ella tenia la intensión de adoptar a esos dos una vez nacieran ¿cierto? — el hechicero miro a Tsumiki —Creo que ella es la mejor opción para protegerlos en caso de que sobrevivan.
Con la mirada aún en los bebés, Megumi se encaminó hacia una pequeña sala de espera contigua a dicha zona.
Tsumiki miro con enojo a Megumi por aquel comentario y le siguió rápidamente.
—¿Acaso te estás escuchando Megumi? ¿Realmente quieres que esos niños sean adoptados por esa mujer?
—Si y creo que esa es la mejor opción— respondió con seriedad mientras se giraba a mirarla, ni siquiera pudo tomar asiento porque Tsumiki lo alcanzó con esas preguntas.
—¡Yo No creo que esa sea la mejor opción!— comento Tsumiki moviendo las manos con furia—En realidad, considero que esa es la peor decisión que podemos tomar.
Megumi arrugó la frente por el comportamiento de su hermana.—¿Por qué sería la peor decisión si Tsukumo san es una hechicera de grado especial y de paso tiene el poder suficiente para ir contra la sede de hechicería si así le place?
—¡Porque estaríamos alejando a una madre de sus hijos!— Tsumiki elevo un poco la voz.
—¡Pero el apellido de ella puede protegerlos!—Dijo su hermano con seriedad.
—¡Pero eso no sería suficiente para su cuidado y protección!— Tsumiki comento con molestia por como su hermano estaba comportándose ante tal situación.
Megumi contemplaba a su hermana en silencio, con la mirada fija en sus ojos cristalinos, llenos de angustia y coraje
—Confieso que no conozco a Tsukumo lo suficiente como para discernir si es una buena o mala mujer— dijo, dirigiendo una mirada llena de coraje a su hermano—Sin embargo, algo en el fondo de mi corazón me dice que Yurika y Yuudai no serían felices con ella, y que todo esto sería injusto para Maki. Además, Tsukumo no forma parte de esta familia y mucho menos es una amiga cercana a la que podríamos contactar tan fácilmente, y tampoco presiento que sea completamente nuestra aliada... Por lo tanto, me niego rotundamente a entregarles a esos niños...
Su hermanastro no podía dejarla de mirar, ya que ella tenía esa mirada fría que delataba enojo puro.
La tensión entre ambos era tan palpable que se podía cortar con un cuchillo. Incluso llamó la atención de algunos presentes en la sala, quienes, sin embargo, prefirieron ignorarlos para evitar meterse en problemas.
Megumi tomo un respiro y conto hasta diez en su mente.
—¿Entonces que propones?— pregunto en un tono serio pero firme, odiaba que ella fuera así.
Tsumiki se humedeció los labios y miro un momento hacia el área de los cuneros. A ella se le había ocurrido una solución que quizás no gustaría a algunos, sobre todo sabía que Megumi odiaría aquella idea, pero en el fondo sabía que mínimo ayudaría a salvar a esos bebés de las manos del clan Gojo y del clan Zenin.
Regreso su vista a Megumi —Podemos hacerlos parte de nuestra familia...— dijo con firmeza —Démosle a esos dos niños el apellido Fushiguro.
—¡¿QUÉ?!— El azabache abrió los ojos con demasiada sorpresa y su boca se quedó a medio abrir.
—Megumi, dije que hay que darles nuestro apellido a esos mellizos.
—¿Te has vuelto loca?— pregunto con demasiada crueldad.
—¡Esta es la única manera que se me ocurre para ayudar a Maki y a sus hijos! — dijo elevando un poco la voz y moviendo sus manos de un lado a otro mientras miraba con seriedad a su hermano —Aunque no lo parezca, siempre he creído que el apellido Fushiguro es sinónimo de "ayuda"— llevó una mano a su pecho —Este apellido, de una u otra forma, te salvó del clan Zenin cuando eras un niño, ¿no es así? Incluso tu padre renunció a su clan y tomó este apellido como suyo. Incluso el apellido Fushiguro nos unió a ti y a mí como una familia.
—El que no fuéramos al clan Zenin fue porque Gojo sensei intervino en mi compra.— Comento Megumi cruzando los brazos.— Al final, él fue quien nos ayudó en esos diez años siendo un especie de "benefactor", más no era nuestro padre y nunca lo considere como uno.
—¡Pero eso es lo que nos enseñó Satoru san, a salvar a otros! Y nosotros tenemos la obligación de salvar a esos dos, que en parte, son de nuestra familia, sobre todo de tu lado de línea sanguínea, ¿no es así?— comento Tsumiki.
Megumi soltó el aire con molestia. Sentía que su hermana estaba diciendo puras tonterías —Siempre serás una bonachona que tratara de salvar a aquellos que no tienen salvación.
Ante tales palabritas, Tsumiki le dio una fuerte cachetada a su hermano.
—¡Lo soy porque yo también estoy eligiendo a quién salvar, así como tú lo hacías al elegir a quién salvar bajo tus criterios de hechicero!— Su voz estaba llena de ira.
Megumi estaba sorprendido de aquella reacción que tuvo Tsumiki contra él.
Ella siguió hablando —Los Fushiguros siempre elegimos a quien salvar... y yo quiero salvar a esos dos bebés...
Megumi sobo su mejilla, su piel se volvió roja y ardía por el cruel golpe de realidad.
— ¿Y Cómo piensas darles nuestro apellido a esos dos niños?— pregunto adolorido por aquella cachetada. Pero parecía estar más centrado, sentía que su hermana tenía razón, debían salvar a esos dos niños, así como ellos habían sido salvados de pequeños de las garras del clan Zenin.
Tsumiki sobo su mano al sentir el hormigueo en su palma por aquella cachetada que le había dado a Megumi.
—Lo siento... creo que me excedí un poco— miro a su hermano con algo de compasión al ver que ya estaba poniendo de su parte.
— La única manera que se me ocurre para salvarlos es que tú te cases con Maki y te hagas pasar por el verdadero padre de esos niños.
—¡Debes estar bromeando! ¡Ahora si te volviste loca!— Megumi elevo la voz con molestia.
Tsumiki llevó sus manos a su pecho y, sin apartar la mirada de Megumi, explicó.
—Sé que esto puede sonar a una locura, pero es la única solución legal y confiable que se me ocurre. Y de paso, para evitar que esos niños se queden sin una figura paterna, podrías hacerte pasar por su padre biológico, aunque ante la ley serías su padrastro. Solo así podemos darles nuestro apellido y salvarlos de las terribles garras de esos dos clanes, así como de Tsukumo. De paso, casarte con Maki no solo la beneficiaría a ella, sino también a ti por todos los beneficios que tiene el matrimonio en este país.
Megumi hizo puños sus manos mientras seguía escuchando a su hermana.
— Y Se que no lo harías por amor... pero — Tsumiki continuó hablando sin despegar su mirada de Megumi — Hazlo por ellos, hazlo por Maki y sobre todo, hazlo por mí, porque yo al ser mujer no puedo ayudarla ya que esta sociedad sigue siendo muy patrilineal y tú a diferencia de mí, tu palabra y acción como hombre tendría más validez que la mía...
Megumi soltó el aire con pesadez.
—Sabes que el tema del matrimonio no debe tomarse a la ligera— aflojo sus puños y llevo su mano derecha hacia su hombro izquierdo —además, en teoría ella y yo somos "parientes"
—Lo sé, pero el matrimonio en Japón sigue siendo visto como una "institución" que sirve únicamente para mantener un estatus tradicional con sus "beneficios". — Bajo un poco los hombros— Además, en este país está permitido el casarse entre parientes en segundo grado. ¿No se supone que tú y Maki son primos en segundo grado? Así que no habría ese impedimento legal— seguía mirando con seriedad a su hermano.
Megumi se puso muy serio por ese tema—Pero yo no quiero tener problemas en un futuro en caso de que Okkotsu senpai vuelva algún día y se enteré de todo esto. Yo no quiero arrebatarle este puesto que en primer lugar le pertenece a él.
—Te doy mi palabra que yo cargare con toda la responsabilidad si algún día él vuelve. Y Si debo ir al infierno en tu lugar, lo haré sabiendo que hice todo lo que estaba en mis manos para salvar a esos niños—dijo Tsumiki con voz firme.
Megumi nunca la había visto tan decidida en su vida.
— Y de paso, estoy haciendo esto porque Maki san necesitará de toda nuestra ayuda ahora que Yurika y Yuudai han nacido. Simplemente podemos empezar desde este momento con esto del apellido para ayudarla a salir de este primer problema. Por favor, Megumi... hazlo por mí...— Tsumiki Suplico.
Aquel hechicero seguía viendo con seriedad a su hermana. Una parte de él luchaba por seguir sus ideales, pero otra parte muy en el fondo de él sabía que lo que decía Tsumiki, por más loco e inmoral que sonará, era lo mejor que podían hacer.
Realmente se sentía en un dilema.
—Disculpen— una enfermera interrumpió la plática de esos dos hermanos, quienes voltearon rápidamente al ser llamados.
—Perdón la interrupción, pero necesitamos la autorización de un familiar para realizarles algunos exámenes y tomas de muestras a ambos bebés, especialmente al varón. Me dirijo a ustedes debido a que la tía de los mellizos, la señorita Mai, acaba de retirarse mencionando que debía ir a un lugar urgentemente — explicó la enfermera.
—¿Y Por qué ella no nos avisó que saldría? — pregunto Megumi con confusión.
—¿A dónde habrá ido Mai chan?— pregunto Tsumiki con incertidumbre.
Ambos se voltearon a ver ante tal situación.
Pero supusieron que quizás Mai pudo haber salido a descansar o que quizás fue a algún lugar importante para tomar un respiro de todo lo ocurrido ese día. Así que no le prestaron atención a esa salida de aquella Zenin en aquel momento.
—Volviendo al tema, necesito la autorización de un familiar y de paso que venga conmigo para que vea el procedimiento que le haremos a los bebés— explicó la enfermera —¿Ustedes que son de esos niños? Lo preguntó porque los vi hablar hace rato con la señorita Mai y con la doctora que atiende este caso médico — pregunto.
—Nosotros somos...— Tsumiki fue interrumpida.
—Yo soy el padre de esos mellizos— Dijo Megumi rápidamente en un tono firme— Los nombres de mis hijos son Yurika y Yuudai Fushiguro, así que por favor, hagan lo necesario para mantenerlos con vida— hizo una leve reverencia.
—Muy bien, por aquí señor Fushiguro, necesito que me acompañe — comento la enfermera empezando a guiar a Megumi al UCIN.
Antes de partir, Megumi miro a Tsumiki, quien le miró con los ojos cristalinos y una pequeña sonrisa.
—Gracias...— dijo ella en un susurro porque su voz se rompería si hablaba más alto.
El azabache solo hizo un si con su cabeza y después siguió a esa enfermera hasta aquella zona.
Regresando a la actualidad.
—Y desde ese dia, Megumi empezó a comportarse como si Yurika y Yuudai fueran sus hijos biológicos — Dijo Tsumiki mirando a Yuta— Solo quiero que entiendas que hicimos todo esto para proteger a tus hijos.
Yuta seguía en silencio mientras Tsumiki seguía hablando. Aquella mujer miro un momento al cielo estrellado.
—Dos días después, Maki san salió de terapia intensiva y ahí fue cuando Megumi le propuso Matrimonio... — Una leve risita escapó de sus labios al recordar el momento, el cual parecía haber sido un recuerdo un tanto torpe— No fue la propuesta más romántica ni la "mejor" en el sentido tradicional, ni siquiera hubo un anillo. Pero aun así, Maki acepto pensando en el bienestar de sus hijos y el de ella. Así que de todo corazón Okkotsu, quiero que sepas que esta decisión la tomamos únicamente con el objetivo de salvar a Yurika y a Yuudai.
Suspiro.—Así que yo soy la que te debe una gran disculpa... como dije yo fui la responsable de que tus hijos llevarán el apellido Fushiguro...
Yuta soltó el aire de golpe al escuchar aquello. Tenía varios sentimientos encontrados en ese momento. Aun así, sabía que ella no lo había hecho con mala intención.
Después el hechicero miro hacia el cielo. Mientras Tsumiki seguía hablando.
—Así que, si debes odiar a alguien por esto del apellido actual de tus hijos y por el matrimonio de Maki con Megumi, entonces ódiame a mí… No te pido que me perdones si no lo deseas… Pero por favor, no odies a mi hermano por esto…— agacho la cabeza.
Yuta se dirigió a Tsumiki con gentileza
—No hay nada que deba perdonarte porque sé que no lo hiciste con mala intensión.—Sonrió —Al contrario, debo darte las gracias a ti y a Megumi por preocuparse y por haber cuidado de mis hijos desde que nacieron.
La vista de Yuta bajo hacia el suelo —Y si hay alguien a quien deben odiar, ese alguien soy yo por no haberme dado cuenta desde un inicio que todo estaba mal, y sobre todo por no volver pronto por todos ustedes.
—Pero has vuelto y eso es lo importante. Además, los niños te quieren y te adoran.
—Si, pero ellos solo me ven y me quieren como a un amigo... no como lo que realmente soy de ellos— dijo Yuta arrastrando con tristeza aquellas palabras mientras su voz se apagaba.
Tsumiki sonrió levemente —Yo sé que cuando llegue el momento de decirles la verdad podrán entenderlo...
Aquella conversación entre esos dos adultos tuvo que detenerse rápidamente debido a que los niños y Megumi ya habían regresado.
—¡Yuta Kun! ¡Mira lo que trajimos! — Yurika llego corriendo y se paró muy alegremente adelante de esos dos adultos que estaban en la banca.
—¡Son bengalas y de las largas, de las que tardan en apagarse!— comento Yuudai muy feliz mostrando aquellas varas.
—¡También trajimos más comida, pero primero queremos compartir estas bengalas contigo!— dijo Yurika muy feliz.
—¡Ven Yuta, Vamos a encenderlas!
—¡Queremos compartir este momento solo contigo!
Cada niño tomó una mano de aquel adulto para que se levantara y fuera con ellos para encender esas luces.
Y así lo hicieron, Yuta con cuidado encendió esas varas largas y entre los tres empezaron a ver aquellas brillantes luces que se iban consumiendo, mientras el hechicero atesoraba aquel recuerdo.
En cambio, Megumi y Tsumiki vieron aquella escena sentados a varios metros de ellos.
Ambos hermanos Fushiguro se miraron entre sí por un instante. En aquel momento, Megumi entendió todo lo que Tsumiki quería decirle pero que el nudo en su garganta no la dejaba hablar, así que comunico aquello que sentía primero con esa característica sonrisa suya, para después soltarse a llorar en silencio.
10:50 p.m.
—¡Me divertí mucho esta noche!— dijo Yuudai muy feliz mientras tomaba la mano izquierda de su tía, e iba caminando tranquilamente.
—¡Si, yo también me divertí mucho!— comento Yurika, quien iba agarrada de la mano derecha de su tía, y esta niña se movía demasiado, dando saltitos de felicidad.
—Me alegra escuchar eso. Además yo sé que a su madre le gustará ese regalo que ganaron para ella– Tsumiki les giño el ojo mientras caminaba con ellos.
A varios pasos delante de esos tres, iban el perro Shikigami de Megumi. Este iba olfateando el camino y vigilaba que no hubiera maldiciones por aquellas calles por las que iban de regreso a casa, debido a que ya era muy tarde y toda la calle estaba vacía.
Aunque aquella zona residencial era tranquila y segura, Megumi siempre extremaba precauciones para proteger a esos niños y a su hermana.
En cambio, el heredero de las diez sombras, así como el hechicero que portaba a la aún reina de las maldiciones, iban varios metros detrás de ellos. Esto para protegerlos desde atrás.
Ambos al principio iban sin dirigirse la palabra, Caminando uno al lado del otro, eso hasta que Yuta decidió romper ese incómodo silencio.
—Pareciera que a Yurika y a Yuudai no se les acaba la batería — comento en una leve sonrisa.
Megumi rasco un poco su nuca —Hay días en que esos dos no parecen cansarse. Es cuando más trabajo cuesta mandarlos a dormir porque sus energías no se agotan— llevo sus manos a los bolsillos de su pantalón.
—Imagino... — Yuta suspiro.
De nuevo, ambos hechiceros guardaron silencio. La incomodidad por parte de Yuta era evidente. Pero aun así quería agradecerle a ese hombre por cuidar, criar y proteger a sus hijos.
—Megumi— Yuta lo nombro mientras seguían caminando rumbo a la casa —Hace un rato atrás Tsumiki me contó un poco de lo sucedido cuando nacieron Yurika y Yuudai y el cómo fue que decidieron darles tu apellido.
El azabache enfoco su vista en su superior y tomo un pequeño respiro.
—Una disculpa por eso, a veces Tsumiki puede llegar a ser algo impulsiva — comento Megumi con seriedad y recordando cuando hablaron de ese tema y de cuando le dio aquella cachetada hace siete años atrás —Pero si, ella fue la de la idea.
—Aun así, quiero darte las gracias por cuidar a Yurika y a Yuudai desde que nacieron. Incluso ahora lo sigues haciendo — Dijo mirando al Shikigami que iba delante de ellos.
—No solo a mi debes darme las gracias. En realidad todos de una forma u otra hemos estado al pendiente de ellos, turnándonos para cuidarlos y para protegerlos — Megumi contesto mirando a su superior con respeto.
—De todos modos, quiero agradecerte exclusivamente a ti por ser su figura paterna y por estar ahí con ellos en estos casi siete años ... lo he notado, ellos te quieren demasiado — suspiro con tristeza —En serio, parece que eres un excelente padre para mis hijos...
—Padrastro— respondió Megumi rápidamente y miro como esos pequeños seguían hablando muy alegremente con Tsumiki.
—¿Eh?
—Yurika y Yuudai saben que yo no soy su verdadero padre— contesto mirando a Yuta, su voz parecía sincera.
—¡¿Cómo?!— salió de la garganta de Yuta por la sorpresa de escuchar aquello ya que ni Mai ni Tsumiki se lo habían comentado.
Megumi soltó el aire y empezó a explicar —Lo que trato de decir senpai es que Yurika y Yuudai desde hace un año atrás saben que yo no soy su verdadero padre— miro un momento al cielo estrellado sobre ellos —Esto se decidió porque yo no quería que vivieran en una mentira toda la vida sobre quien era yo. Así que ellos actualmente saben que yo no soy su padre biológico como sus actas de nacimiento les hacen creer.
—Oh... ahora entiendo el por qué cuando los conocí te nombraban como "Papá Gumi"— aquello de verdad sorprendió a Yuta, incluso tardo unos segundos en asimilar todo lo que había escuchado
—Megumi, Puedo preguntar ¿Como fue que les revelaron esta noticia?— pregunto con curiosidad.
El azabache relajo un poco los hombros. No notaba hostilidad en aquel hechicero que iba a su lado.
—Hace un año atrás, por estas fechas de verano exactamente, Maki y yo decidimos contarles la verdad a Yurika y a Yuudai. Ella no estaba de acuerdo al principio, ya que no quería que ellos le preguntaran sobre su verdadero padre. Sin embargo, finalmente nos sentamos los cuatro y les explicamos que yo no era su padre biológico, sino solo su padre ante la ley. También les dijimos que Maki y yo nos conocíamos desde la preparatoria y que éramos amigos. Optamos también por no revelarles que en realidad soy sobrino-primo de su madre, para evitar causarles más confusión.
—Entiendo — en el fondo, Yuta se sentía un tanto aliviado al escuchar eso — ¿Y Yurika y Yuudai Cómo tomaron esta revelación?
Megumi apreto levemente los labios y después de tomar un respiro, empezó a contestar a aquella pregunta.
—Al principio, la revelación les impactó. Incluso diría que fue un tanto incómoda. Noté que la noticia les rompió el corazón, se pusieron muy tristes y lloraron mucho ese día. Sin embargo, Yuudai y Yurika son niños muy inteligentes y hasta un tanto sabios para su edad. Supongo que ya sospechaban de que yo no era su padre biológico.
Siguió mirando a esos niños que iban a varios metros delante de ellos y que sabía que no los estaban escuchando —Lo digo porque asimilaron la noticia rápidamente. Y siguieron comportándose cariñosamente conmigo y sintiéndose cómodos a mi lado, incluso después de saber que no era su verdadero padre. Quizás fue un alivio para ellos saberlo de una vez, ya que tarde o temprano lo iban a averiguar por su cuenta. A pesar de todo, siguen llamándome "Papá" o a veces me dicen "Papá Gumi".
Yuta empezó a cuestionarse mentalmente si iba ser buena idea en un futuro cercano el decirles la verdad a sus hijos sobre él, realmente tenía miedo del como reaccionarían.
—Yo admito que quería que ellos supieran la verdad desde antes, por si un día regresabas, senpai. —Megumi lo miró mientras hablaba—. Te sigo respetando, y por ese mismo respeto quiero que ellos sepan la verdad sobre mí. No quiero quitarte el papel que en realidad te corresponde con esos dos.
—Muchas gracias por todo lo que me dices Megumi, y por atender durante estos siete años el puesto que me correspondía. Sin embargo, soy yo quien, por mérito propio, debe ganarse la confianza y el amor de mis propios hijos antes de decirles la verdad. —Yuta suspiró—. Ahora, con tu respuesta, tengo miedo de revelarles quién soy realmente. No sé si sea conveniente para ellos saberlo, especialmente porque han vivido una vida tranquila hasta ahora y mi regreso podría ponerlos en riesgo.
Fushiguro apretó un poco los labios por esas palabras que su senpai había dicho porque sabía que iban cargadas de verdad. No sabían cómo esos dos pequeños podrían tomar aquella revelación y el cómo se podían poner.
—Por cierto ¿Maki que les ha dicho sobre mí? Sobre su verdadero padre...— pregunto con algo de incertidumbre.
El ex hechicero suspiro, podía notársele en la cara que sabía que Maki no había dicho cosas buenas sobre el padre biológico de esos niños.
—Por tu rostro puedo suponer que nada bueno les ha dicho sobre mi...— respondió Yuta con unas gotas de vergüenza bajar por su frente.
—Bueno... ella solo les ha dicho a Yurika y a Yuudai que su verdadero padre fue un cobarde que la abandono antes de que ellos nacieran. Aunque también les ha dicho que cuando sea el momento les contaría toda la verdad sobre ti— respondió Megumi tratando de sonar amable.
Un rostro de profunda tristeza se reflejó en Okkotsu —Auch... definitivamente voy a tener que ganarme a pulso el amor de esos dos y de Maki para que me perdonen. Aun así, siento que eso de decirles la verdad tendrá que ser más adelante.
—Definitivamente esa revelación tendrá que esperar un poco más. Supongo que primero vas a tener que hablar y arreglar las cosas con Maki para poder después decirles la verdad a Yurika y a Yuudai— contesto Megumi.
En ese momento, una curiosidad empezó a surgir en el pecho de Yuta. Quería saber algo sobre la "relación de esos dos"
—Perdón que lo Pregunte Megumi pero, en todo este tiempo donde tú has estado casado con Maki ¿Sucedió algo más allá contigo y con ella? Me refiero a que si tú y ella...— fue interrumpido.
—Puedo asegurarte que nunca hubo nada romántico o sexual entre nosotros— contesto rápidamente Megumi antes de que Okkotsu supusiera cosas erróneas sobre Maki y él.
—Aun así perdón que lo pregunte pero ¿Ustedes dos han dormido juntos? O ¿Han Aparentado ser realmente una pareja frente a los niños?— pregunto Yuta con seriedad.
Megumi se rascó la nuca con incomodidad.
—Admito que Maki-san y yo no somos como los demás padres. Los niños nunca nos han visto besarnos frente a ellos. Sin embargo, en estos años, hemos mantenido una relación cordial, similar a la que teníamos en nuestros años de preparatoria como de simples amigos y parientes.
Suspiró y siguió hablando. Se le notaba demasiado tenso, pero debía responder a esa pregunta.
—Y sobre si dormimos juntos, bueno, ambos sí hemos llegado a dormir en la misma cama, sobre todo cuando cuidábamos a Yuudai después de que le dieron de alta del hospital. Teníamos que estarlo vigilando, ya que había noches en las que le costaba respirar o en las que teníamos que asegurarnos de que no se convulsionara. Así que ambos dormimos en la misma habitación hasta que él cumplió los casi cuatro años. Después de eso, cada quien ha tenido su propia habitación. Además, yo vivo la mayor parte del año en Tokio y solo vengo de vez en cuando. Aun así, en la actualidad cada quien duerme en su propia habitación. Tratamos de que los niños solo nos vean juntos fuera de esos cuartos.
Por un momento, el rostro del azabache pareció reflejar un recuerdo a raíz de lo que había dicho. Sus labios se apretaron un poco y sus ojos evitaron por unos segundos los de Okkotsu, como si hubiera recordado algo importante, un suceso quizás un tanto pecaminoso que pasó entre él y Maki pero que no podía decirlo del todo. Aun así, Megumi tuvo la serenidad de mirarlo a los ojos de nuevo y contestar con calma.
—Pero hay algo que puedo asegurarte con total certeza y eso es que a Maki le dolió demasiado tu partida, aun así, todos estos años, ella parecía esperar tu regreso. Se que ella te amo y aunque en este momento se haga la dura sé que aún siente algo por ti— parecía muy firme al decir aquello.
Yuta suspiro al escuchar esas palabras.
—Dudo que ella sienta algo por mi actualmente y tiene toda la razón del mundo en odiarme... tarde demasiado en regresar por ella...
—Solo esperemos que el rencor no le dure para siempre...— comento Megumi llevando una vez más sus manos a sus bolsillos.
—Ahora me toca a mi ganarme su amor y confianza... tanto de ella como de mis hijos...
En aquel momento mientras ambos seguían caminando. Megumi quizo aprovechar para preguntarle algo a aquel hechicero que había regresado del extranjero.
—Por cierto Okkotsu senpai, escuche que ayer fuiste a la residencia Zenin, ¿Eso es cierto?— pregunto Megumi con seriedad.
Yuta miro hacia el suelo, vigilando sus pasos.
—Parece que las noticias sobre lo que yo hago viajan demasiado rápido...
—Dentro de la sociedad de hechicería, las malas noticias y los rumores viajan muy rápido. Así fue también que nos enteramos de tu regreso.
—¿Eso quiere decir que sigues trabajando para la sede?— pregunto Yuta con seriedad.
Megumi negó con la cabeza.
—Tanto por la seguridad de Yurika y Yuudai como por la nuestra, todos renunciamos a la academia antes de que nacieran. Sin embargo, conservo un contacto dentro de la institución que me mantiene al tanto de lo que allí sucede.
Yuta empezaba a confirmar lo que Mai le había dicho en su carta sobre que todos habían renunciado a la academia. Pero había algo más que quería comprobar.
—Entiendo y ¿Acaso alguno de ustedes aún tiene contacto con Satoru san? Porque desde que llegue aquí, parecía que él no sabía nada de ustedes en años...ni que decir de Utahime sensei… ella parece que definitivamente perdió sus recuerdos.
Megumi guardo silencio, su rostro reflejaba seriedad absoluta.
—Desde hace siete años que no tenemos contacto con él— miro fijamente a los niños y a su hermana quienes aún iban adelante de ellos —Pero no creo que él se haya quedado con los brazos cruzados.
—Comprendo— comento Yuta por aquella respuesta, la cual le metió más dudas sobre si Satoru le ha estado mintiendo en más cosas.
— Y volviendo al tema principal, si, ayer fui a ese lugar y la verdad, no quiero volver a poner un pie ahí dentro— Yuta miro a sus hijos —Por cierto ¿Los niños saben algo sobre ese clan o sobre el clan Gojo?
Megumi negó con la cabeza.
—No lo saben y esperemos que nunca lo sepan por su bien. Ellos solo saben que hay gente que también ve lo que ellos y que eliminan las maldiciones, pero tratamos de no hablar mucho de eso y también estamos tratando de alejarlos del mundo de la hechicería. Aun así, debemos estar preparados en caso de que hayan heredado alguna técnica. Sobre todo, nos seguimos escondiendo del clan Zenin.
Yuta recordó un poco las palabras que Naobito le había dicho sobre que Megumi iba a ser el líder de aquel clan. Sabía que él tenía todos los dones para ser un buen líder, pero también comprendía que Megumi habia renunciado a ese puesto por el bien de él y de sus hijos.
Así que el hechicero que venía del extranjero, decidió que le preguntaría más adelante sobre lo ocurrido para que tuviera que ceder su puesto como siguiente líder.
Esta conversación tuvo que detenerse debido a que esa familia ya había llegado a casa de los Fushiguro, donde Maki ya los estaba esperando.
Además, Yuta tenía algo más importante que hacer en esa noche y eso era hablar con Maki. Quien ya lo estaba esperando también a él.
Lo bueno, es que los niños habían invitado a Yuta a dormir aquella noche, la cual sería un poco larga para él y Maki. Ya que El camino hacia la verdad no sería fácil, pero ambos estaban dispuestos a recorrerlo juntos y para eso debían desentrañar el pasado de frente.
Próximamente...
—Muy bien, hablemos. ¿Qué te parece si cada uno tiene un turno para preguntar lo que quiera al otro? —propuso Maki con una leve sonrisa, intentando mantener la calma.
—Me parece bien. Inicia, te cedo la primera pregunta.
Maki respiró hondo, preparándose para lo que vendría. Cruzó los brazos y, con una mirada directa a los ojos de Yuta, preguntó:
—¿Cuándo estabas en el extranjero, dormiste con otra mujer?
Yuta tragó saliva con dificultad.
[...]
—Bien, ahora contéstame, ¿Cómo fue que te diste cuenta de que estabas embarazada? ¿Y por qué no me lo dijiste en ese instante? —preguntó Yuta, mirándola fijamente a los ojos. Su tono de voz era serio, pero en su mirada se podía apreciar una genuina curiosidad.
Maki suspiro mientras ponía las manos sobre la mesa. Se sentía acorralada, pero debía contestar aquello quisiera o no. Ya que si ella hubiera hablado hace siete años atrás… quizás todo sería diferente.
[...]
—Ahora contéstame tu, ¿Por qué hace siete años atrás querías que viniéramos aquí en Kioto en nuestro aniversario? —preguntó Maki, con la mirada fija en Yuta. La duda la carcomía por dentro, y necesitaba una respuesta.
Yuta se sacó el collar que colgaba en su cuello, donde tenía ambos anillos. —La respuesta está aquí —dijo con una voz apenas audible, mientras extendía la mano sobre la mesa para dejar aquello que debía haberle entregado hacia siete años atrás.
[...]
—¿Entonces? —cuestionó Yuta, con una seriedad que helaba la sangre. Sus ojos, clavados en los de Maki, no dejaban espacio para la duda.
Maki tragó saliva, intentando calmar las olas que amenazaban con ahogarla. Un nudo se formó en su garganta, y las palabras se resistían a salir de sus labios
—Y entonces… quien habló conmigo en la estación hace siete años atrás fue… —dijo finalmente, con la voz temblorosa y la mirada perdida en los ojos de Yuta.
[...]
—Por favor, deja de hacer eso...—susurró Yuta, su voz apenas salía en un hilo de aire caliente contra el rostro de Maki. Sus ojos brillaban con una mezcla de deseo y timidez mientras sus manos sujetaban suavemente las de ella.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, electrizando cada uno de sus sentidos, mientras sus labios se acercaban peligrosamente a los de ella.
Maki lo miró con una sonrisa traviesa, sus ojos llenos de picardía. Un rubor cálido teñía sus mejillas, y su corazón latía con fuerza en su pecho —¿Por qué? ¿Acaso no te gusta?— preguntó con una voz ronca, apenas audible.
Yuta tragó saliva, luchando por controlar la tempestad que se arremolinaba en su interior. —No es eso...—murmuró, su voz ronca por la pasión. —Es solo que... me harás perder la cabeza.
Maki se inclinó más, sus labios estaban a escasos milímetros de los de él. —Recuerdo claramente que este es uno de tus puntos débiles, ¿no es así?— susurró con una sonrisa seductora al escuchar aquello. —Okktosu, tú me estás obligando a hacer esto...—susurró juguetonamente, sus ojos brillaron por la luz que entraba por aquella puerta de cristal que daba al patio desde esa cocina.
—Entonces... tú me obligas a hacer esto— Yuta no resistió más. Sus labios se encontraron con los de ella en un beso apasionado, lleno de fuego y deseo que aun perduraba después de esos siete años.
Continuara...
Continuara…
Notes:
Espero les haya gustado ❤
¿Qué les esta pareciendo esta historia? 👀
Como vieron, el evento canónico de Megumi fue seguir los pasos de Gojo en tomar bajo su cuidado a esos dos niños jaja
Como leyeron, Tsumiki fue la de la idea de darles el apellido Fushiguro a Yurika y Yuudai, aunque confieso que en un inicio quería que esto se lo contara Megumi a Yuta, pero sentía que tendría mayor impacto viniendo de ella.
También ¿Cómo ven los celos de Yuta hacia Megumi? 👀 Porque puedo asegurarles que él seguirá sintiendo celos del portador de las diez sombras por un rato más.
También, uno de los mellizos empezara a sospechar de Yuta. ¿Quién de los dos será? Hagan sus apuestas.
Al igual que ya se viene la revelación sobre quien hablo con Maki hace siete años atrás 👀 aunque siento que algunos de ustedes ya Intuyen quien fue esa persona que hablo con ella, así que próximamente podrán confirmar si su sospecha es cierta.
Y díganme ¿Qué les pareció ese avance de lo que sucederá próximamente?
Lo que se viene en el siguiente capitulo se que los dejara con ganas de leer más. Sobre todo, porque se viene el momento en que esos dos hablen del pasado y de dejarse llevar un poco por ese sentimiento que aún persiste en ambos.
Para eso ultimo, le quiero agradecer a la música de Pablo Alboran, gracias a sus canciones es que ando inspirada últimamente ❤
Por último, una personita que sé que le gusta mucho este fic, me dio la recomendación de abrir un capítulo especial para darles datos sobre esta historia al igual para responder a todas sus dudas sobre esta historia. Si les gusta la idea, ya saben, dejen aquí sus dudas o preguntas para poder así abrir dicho especial.
En fin, Muchas gracias por todo su apoyo. Nos seguimos leyendo, ahora me tomare unos días de descanso ❤
