Notas:
Aquí vera con la parte dos de este capítulo 16, el cual continuara con esta larga conversación entre Maki y Yuta, pero sobre todo, será un capítulo que quizás los hará llorar un poco y quizás los hará maldecir a aquellos que separaron a estos dos.
Así que sin más, disfruten la lectura.
Capítulo 16. Dónde Esta El Amor. Parte.2
Déjame que vuelva a acariciar tu pelo
Déjame que funda tu pecho en mi pecho
Volveré a pintar de colores el cielo
Haré que olvides de una vez el mundo entero
Déjame tan solo que hoy roce tu boca
Déjame que voy a detener las horas
Volveré a pintar de azul el universo
Haré que todo esto solo sea un sueño
El reloj ya marcaba las 12:40 a.m. y después de rellenar aquellas tazas de café, esos dos ex amantes decidieron reanudar aquella platica.
—Bien, ya inicié yo esta conversación, así que ahora te toca a ti preguntar lo que quieras saber — contesto Maki un poco más tranquila y regresó a tomar asiento frente a Yuta.
El hechicero tomo un respiro y de paso, bebió un poco del café que su anfitriona le había servido nuevamente.
—Bien, ahora contéstame Maki san, ¿Cómo fue que te diste cuenta de que estabas embarazada? ¿Y por qué no me lo dijiste en ese instante? —preguntó Yuta, mirándola fijamente a los ojos. Su tono de voz era serio, pero en su mirada se podía apreciar una genuina curiosidad.
—¿Esas no son dos preguntas seguidas?— cuestiono Maki elevando una ceja.
Yuta aplicó la misma jugada que ella hizo minutos atrás.
—Considéralas como una sola pregunta.
Maki torció la boca ante tal respuesta.
—Por favor, necesito saberlo— sonaba desesperado —¿Qué fue lo que no vi esa vez para notar que estabas embarazada? Quiero saber qué habría sido de diferente entre nosotros si yo lo hubiera sabido hace siete años atrás... — suplicó, juntando sus manos.
Maki suspiro mientras bajaba los hombros y ponía las manos sobre la mesa. Se sentía acorralada, pero debía contestar aquello quisiera o no. Ya que si ella hubiera hablado de su embarazo hace siete años atrás, quizás toda su vida sería diferente.
—Está bien— recargo su espalda en su silla y lo miró fijamente —¿Recuerdas ese viernes que quedamos de vernos aquí en Kioto para festejar nuestro aniversario de novios?
—Lo recuerdo muy bien.
Maki soltó el aire con pereza.
—Pues ese mismo día fue cuando me di cuenta que estaba embarazada...
Flashback.
Hace siete años atrás.
Aquella hoja medica no podía estar equivocada. ¿Cierto?
Maki no apartaba la vista de los resultados de los análisis médicos que Shoko le había recomendado hacerse ya que esta llevaba varios días sintiéndose más cansada de lo normal, se veía bastante pálida y de paso, presentaba dolores de cabeza y unos vómitos muy intensos.
Así que ante tales síntomas, la médico de Jujutsu tech le mando a hacer unos análisis, los cuales revisaría el lunes cuando la viera en la academia.
Pero la curiosidad por saber que podría tener, hizo que Maki leyera esos resultados en aquel instante, mientras esperaba para abordar el tren que la llevaría a su ciudad natal, Kioto.
Al inicio Maki pensó que podría ser una infección estomacal aguda o quizás principios de anemia como Shoko le había comentado.
Todos esos síntomas definitivamente eran algo raro en una mujer con una restricción celestial. Tal vez su cuerpo sólo le estaba pidiendo reposo de sus arduos entrenamientos y de sus agotadoras misiones. Pensó.
Sin embargo, aquellos resultados revelaron que la causa de sus malestares era la menos esperada. Cada línea y cifra en la hoja médica descartaban otros posibles padecimientos, marcándolos en negativo.
Pero todo el ser de Maki tembló una vez leyó aquel resultado que venía al final de esa hoja médica.
Positivo para posible embarazo.
—No puede ser...— susurro Maki, sintiendo como todo su mundo se venía encima de sus hombros.
Se sentía como si hubiera cometido el peor error de su vida y no era para menos, era una hechicera en ascenso y que solo hacía un año atrás, apenas le habían otorgado el primer grado en hechicería.
De paso era una mujer muy joven, solo unos meses atrás había alcanzado la mayoría de edad.
—En serio, esto no me puede estar pasando a mi...— volvió a susurrar con la vista enfocada aún en esas hojas, las cuales sus temblorosas manos sujetaban con dificultad.
Las náuseas le regresaron, con gran intensidad por haber descubierto aquello.
Su mano derecha se posó sobre su vientre, ahí donde un bebé no planeado y mucho menos deseado en ese momento se estaba gestando.
—¡Esto debe ser una broma!— la pobre grito de frustración, estaba bastante confundida y molesta y lo peor es que estaba sola.
—¿Realmente estaré embarazada? Esta estúpida hoja solo dice "posiblemente" pero no es definitivo ¿O si?— Su negación era tan grande que no podía asimilar aquella noticia.
La mente de Maki empezó a hacer cuentas, recordó que hacía varias semanas atrás había presentado la regla, pero por lo que recordaba había sido muy escasa, además que en las últimas dos semanas no había tenido sexo con Okkotsu.
Pero sentía que algo andaba mal y las cuentas tampoco le empezaron a coincidir al notar su calendario en el celular y más al volver a leer aquel resultado y recordar cierto encuentro romántico y sensual que sucedido entre ella y su novio poco después de san Valentín.
De verdad, algo dentro de ella se alarmó.
Tal ansiedad hizo que antes de subir al tren, vomitara en uno de los botes de basura de la estación y de paso, la motivo a entrar a una pequeña farmacia para comprar una prueba de embarazo, la cual decidió realizarse dentro del baño del tren bala.
Una vez el tren empezó a moverse, ella se encerró en el pequeño baño que había en el pasillo de aquel vagón.
—Ok, hagamos esto rápidamente...— se dijo con aquella prueba en mano, la cual había sacado de su caja y empezó a leer las instrucciones de uso.
Asi como el tren empezó a moverse a mayor velocidad, su corazón también latía muy rápidamente en su pecho mientras esperaba el resultado.
Quizás necesitaba más de una evidencia que le confirmara que estaba embarazada.
Pero una vez el resultado final se marcó con las dos líneas en aquella prueba sobre el lavamanos, descubrió que aquello no era un mal sueño.
—¡En serio, esto no puede estar pasándome a mi!— calló su grito con su mano mientras seguía dentro de aquel espacio. Se sentía frustrada. Incluso dé la impresión, tuvo que apoyar la espalda contra la puerta, mientras apretaba los puños de coraje que tenía con ella misma.
Pasar de la negación a la ira, fue un salto enorme para ella. Y más cuando se estaba sola. Maki No sabía a quién llamar. Sentía que todos los demás la juzgarían por un descuido así de enorme. Además que sabía que Yuta debía estar bastante ocupado para responderle el teléfono en aquel instante.
Maki trato de calmarse, pero era imposible. Entre más veía aquella prueba, más se frustraba, más lloraba con coraje y cubría su boca para que no escucharan sus gritos.
Le tomó alrededor de quince minutos para entrar en razón, antes de poder salir de aquel baño.
Miro una última vez más aquella prueba antes de tirarla al bote de basura.
Ahora la etapa de la negociación había entrado por la puerta chica. Sembrando en ella la duda sobre que debía hacer con ese ser que crecía dentro de ella. Si debía conservarlo o si debía abortarlo.
Se lavo las manos, se lavó la cara, se arregló su cola de caballo y después salió de ahi para regresar a su asiento en aquel tren que aún le faltaba un aproximado de una hora para llegar a Kioto.
Maki también estaba en otro dilema y eso era si Debía Decírselo a Yuta O NO.
Sobre todo porque sabía que él era el padre de ese bebé.
Llevo sus manos sobre su vientre mientras veía por la ventana de su asiento.
—¿Qué voy a hacer contigo?— susurro con frustración.
Actualidad.
—Así que prácticamente me di cuenta ese viernes en la estación del tren de Tokio, ya que por curiosidad vi los resultados de los análisis que Shoko me había mandado a hacer. Y ante mi negación, me hice aquella prueba de embarazo antes de llegar aquí...— sus manos descansaban sobre su vientre— Y así me di cuenta que estaba embarazada...
Yuta soltó el aire con resignación.
—Si lo descubriste desde el viernes ¿Por qué no me lo dijiste ese mismo día? o ¿Por qué no me lo dijiste entre el sábado y el domingo?
Maki se molestó por esas preguntas.
—¿Acaso no recuerdas que más sucedió ese fin de semana?— se hizo hacia el frente y sus dedos golpearon la mesa—Tu llegaste hasta la noche del viernes, así que prácticamente llegaste a cenar y a dormir, bueno a medio dormir porque desde temprano del día siguiente fuiste a varias misiones en la mañana y en la tarde no soltabas el puto celular porque todos en la sede te estaban buscando y el domingo fue... — suspiro con frustración — Fue cuando el idiota de Satoru te convenció de irte del país ese mismo día.
Maki trato de no levantar la voz — Así que en todo el viaje hasta aquí estuve pensando en si realmente quería tener o no a ese "bebé" y también estaba en el dilema en si debía decírtelo o no...
Yuta suspiro y bajo los hombros.
—Aun así, en el tiempo que estuvimos juntos pudiste habérmelo dicho...— dijo con seriedad.
—¿Y si te lo decía pero y si yo decidía abortar?— pregunto Maki molesta —¿Ibas a apoyar esa decisión?
Yuta se tensó ante tal cuestión que le incómodo. Así que decidió guardar silencio un momento.
Maki siguió hablando.
—Así que prácticamente ese fin de semana estaba luchando conmigo misma por tomar una decisión y de paso, estaba luchando contra los síntomas que apenas estaba presentando. Sobre todo con los ascos, los cuales odie en todo el embarazo.
—Pero antes de ver esos resultados, ¿Notaste algún otro indicio que te hiciera pensar que estabas embarazada semanas atrás? —preguntó Yuta con evidente confusión— porque no recuerdo haberte visto enferma semanas antes de salir del país...
Maki torció la boca, para después empezar a explicar.
—El otro síntoma que presenté, pero al cual no le dimos importancia en ese momento, fue el retraso en mi período. Sin embargo, tanto tú como yo sabíamos que mi menstruación siempre fue irregular debido a mis exigentes rutinas de entrenamiento— Puso sus manos sobre la mesa, moviendo ligeramente sus dedos sobre la madera— Incluso experimenté un ligero sangrado, que en ese momento consideré como mi período, pero la doctora que me atendió durante todo el embarazo me explicó que se trataba de un sangrado de implantación. Así que semanas antes de nuestra separación, no hubo más síntomas previos.
Yuta llevo su mano a su boca, parecía pensativo con algo.
—¿Qué pasa?— cuestiono Maki al ver esa pose del hechicero.
—Es que ahora haciendo memoria, recuerdo por momentos haber visto un brillo extraño en tus ojos. No sé si eso podría haber sido un primer indicio sobre que estabas embarazada— comento Yuta bebiendo un poco de su café.
—¿Un brillo extraño?— Maki levanto una ceja— Supongo que lo dices por mis anteojos ¿no?— dijo quitándose los y dejándolos sobre la mesa.
Yuta negó con la cabeza.
—No era el brillo de tus anteojos— tomo su mano por un momento.
El roce inesperado provocó un leve sobresalto en Maki, obligándola a mirarlo a los ojos. Su mano, cálida al tacto, recorrió la suya enviando un escalofrío por su cuerpo. Era un toque único, incluso después de siete años de ausencia.
—No me refiero al brillo de tus anteojos, sino a algo que solo podía ver en tus ojos cuando no los llevabas puestos. Un brillo diferente, único, que incluso me persiguió en mis sueños durante años, especialmente en aquellos momentos en que más me dolía el haberte perdido. Es algo difícil de explicar, pero era algo especial que solo tú poseías.
Maki apretó levemente la mano de Yuta.
Después puso los ojos en blanco por aquellas poéticas palabras.
—Bueno, si ese era un síntoma, supongo que de verdad lo pasamos por alto— Tomó un respiro y soltó la mano de este.
—Y después de tu partida, me sentía completamente perdida, estaba tan fuera de mí que pude haber hecho alguna locura... Afortunadamente, Mai me encontró ese día... —Su pecho subió y bajó en un suspiro profundo— La verdad, no sé qué habría sido de mí, si ella no hubiera intuido que algo andaba mal conmigo...— una suave sonrisa apareció en sus labios ante el recuerdo de su hermana— En si ella fue la primera en enterarse de que yo estaba embarazada.— Confesó.
A Yuta le llamo la atención esas palabras—¿Sucedió como el "truco" que hicieron Yurika y Yuudai hace rato? ¿Hablas de esa especie de Telepatía que tienen los gemelos?— pregunto por curiosidad ya que algo sobre eso, también le había dicho Mai en la carta que le entregó.
Maki se encogió de hombros.
—Supongo que si es una especie de Telepatía— afirmó — tal vez ella sintió que yo lo estaba pasando bastante mal y por eso salió a buscarme a dicha estación—Miro a su invitado con seriedad.
—Porque como dije, ella me encontró a mí, me consoló y fue la que más me apoyo en todo el embarazo e incluso ella estuvo conmigo en el parto...— las manos de Maki se tensaron sobre la mesa, sus uñas se clavaron en la madera —Por todo lo que hizo por mí y mis hijos, es que estoy en deuda con ella, y por eso mismo me he prometido que la salvaré del infierno donde está...
Yuta la miro con seriedad y de nuevo sus manos viajaron a las manos de Maki, las cuales tomo entre ellas con firmeza.
—La salvaremos... te lo prometo.
Maki hizo un si con su cabeza. Sentía que se estaba ganando la confianza de Yuta ya que el contacto físico se estaba dando y ese era un signo muy evidente de acercamiento entre ambos.
Ella sabía que si quería salvar a Mai, el tener a Okkotsu de su lado sería favorable en ese aspecto.
Sentir aquellas manos entre las suyas, hizo que Yuta recordara tantos buenos momentos que pasaron juntos en el pasado. Pero aun así, había una interrogante más que quería sacarse de su mente y más con lo que ella le había contado momentos atrás. Era una cuestión que de cierta forma le había roto un poco el corazón.
Soltó con cuidado las manos de Maki, dejándolas con delicadeza sobre la mesa—Entonces tu ¿Pensaste en abortar?— pregunto con seriedad.
Maki suspiro, primero apretó los labios y después los humedeció levemente para contestar a esa cuestión.
—Si que lo llegué a considerar y más porque tú me habías abandonado... — confeso.
—¡Que yo no te abandone!— respondió Yuta molesto por esas palabras, elevando un poco la voz.
Pero Maki ignoro esa respuesta y solo siguió hablando.
—Contigo o sin ti, YO aun debía tomar una decisión— se apuntó a sí misma.
— Así que durante la primera semana en que te fuiste del país, yo estuve pensando con seriedad si debía o no tener a ese bebé— Lo apunto acusatoriamente.
—Mientras tu disfrutabas del primer país al que hayas llegado—Se apunto a sí misma de nuevo —yo me moría de angustia y más que debía decidir pronto— Movió las manos con furia — incluso investigué como y donde podría realizarme un aborto, pero — suspiro.
—¿Pero?
Su pecho subió y bajo de nuevo, soltando el aire en un suspiro largo.
—Algo dentro de mi quería conservar algo tuyo, algo de ese amor que tuvimos, pero al mismo tiempo confieso que me estaba dejando llevar demasiado por mi rencor hacia ti, el cual en ese instante era más grande que cualquier otro sentir— su voz sonaba con total verdad y tristeza.
— Así que ese rencor me estaba llevando a tomar una decisión precipitada con este tema de interrumpir el embarazo, sobre todo porque en ese momento te odiaba tanto que pensaba en "bueno, si aborto, nunca sabrás que íbamos a tener un hijo, sería solamente un secreto entre Mai y yo y que nos llevaríamos hasta la tumba"— miro a Yuta a los ojos.
El hechicero estaba inmóvil ante todo lo que estaba escuchando. Esa confesión de verdad le había dado un golpe duro al corazón.
Maki siguió hablando, estaba conservando una postura firme —Lo admito. Estaba mentalizada para llevar a cabo la interrupción de ese embarazo. Pero para eso, necesitaba hacerme un ultrasonido, necesitaba saber cuántas semanas tenia de gestación para saber que cantidad de dosis seria la más eficaz... — sus manos fueron a su vientre, sujeto con fuerza sus ropas sobre aquella zona y sus ojos estaban llenos de sentimientos.
Suspiro de nuevo, no podía dejar de mirar a Yuta a los ojos mientras seguía hablando — Pero al final, en el último instante antes de entrar a ver a ese pequeño ser que crecía en mi vientre a través de ese monitor, fue cuando cambié de decisión — suspiro y una suave sonrisa se marcó en sus labios— Y Al final decidí tenerlo. Porque sabía que ese bebé era mío. Era una parte de mí, era sangre de mi sangre y sentía que quizás podría tener una mejor vida que la mía. Además, que tenía la ilusión de que ese bebé fuera idéntico a mí.
Sonrió dulcemente— La sola idea de tener un mini yo corriendo por ahí me ilusiono por completo —parecía que había recordado algo más —Incluso Mai me cuestiono varias veces sobre si estaba segura de tenerlo y más que como dije, ella estuvo acompañándome en todo el proceso. Y al final, así fue, estuve segura de tener a nuestro hijo. Aunque fue una gran sorpresa el descubrir que era un embarazo gemelar.
—Imagino que debió ser un lindo momento el haber descubierto que íbamos a tener dos bebes en lugar de uno— contesto Yuta con una suave sonrisa.
—En realidad fue una sorpresa inesperada — dio un sorbo a su café.
Yuta en ese momento recordó algo que había leído en la carta de Mai. Y era algo que quería comprobar ahora que tenía a Maki frente a él.
—Por cierto Maki san, ahora que mencionaste lo del embarazo gemelar puedo preguntar el ¿Y Cómo te sentiste al saber que íbamos a tener dos hijos en lugar de uno?
—¿Esa no es ya tu quinta pregunta?— cuestiono ella en una mueca.
—Considérala también como parte de la primera pregunta— se veía ilusionado por saber aquello.
—De verdad, necesito saber cómo fue para ti el saber que tendríamos dos bebés en lugar de uno— respondió él mientras tomaba más de su café.
—Porque confieso que yo aun sigo bastante sorprendido de saber que tuvimos Mellizos— sonrió levemente.
Maki también dio un sorbo a su taza antes de seguir hablando.
—No te voy a mentir Okkotsu, fue un agobio total, al inicio sentí demasiado pánico al saber que serían dos bebés en lugar de uno y más que bien dicen que los gemelos son un mal augurio en el mundo de la hechicería — una pequeña sonrisa se manifestó en sus labios —Pero también al enterarme de que serían una niña y un niño — puso sus manos sobre su vientre —Sentí que las cosas podrían ser diferentes y mejores para mi pequeña familia, sobre todo porque tenía a Mai de mi lado — recargo su codo derecho en la mesa y recargo su rostro en su mano.
— Además que salir embarazada de mellizos y de forma natural, es algo que no cualquier mujer puede presumir y yo lo logre al primer intento — contesto halagándose con una gran sonrisa. Recordando como todas las mujeres se sorprendían de ella siendo madre de esos dos.
—Entonces podemos decir que Yurika y Yuudai fueron una bendición y en cierta forma, me siento agradecido de que nacieran aquí en Kioto — dijo Yuta con una gran sonrisa por escuchar eso último. Después le dio un sorbo más a su café, el cual estaba a punto de terminar.
Pero en ese instante. El nombre de esa ciudad le llamo demasiado la atención a Maki y más que ahora le tocaba a ella preguntar.
—Y hablando de Kioto, Okkotsu contéstame algo— tomo una pose de total seriedad, recargando de nuevo su espalda en la silla — ¿Por qué hace siete años atrás querías que viniéramos aquí a Kioto en nuestro aniversario? —pregunto con la mirada fija en Yuta.
Aquella duda la carcomía por dentro, y necesitaba una respuesta. Sobre todo porque siempre se le hizo extraño aquella petición de Yuta de ir a esa ciudad a la cual, ella odiaba un poco en su juventud.
El hechicero abrió los ojos de sorpresa ante tal pregunta. Hasta tosió levemente por la carraspera que le provocó aquella cuestión.
Tomo un gran respiro, manteniendo el aire en sus pulmones mientras tomaba valor.
—Bueno... yo...— soltó el aire de golpe— Hay un motivo principal del porque quería que viniéramos aquí a Kioto en esos días hace siete años atrás...
—¿Así? ¿Y cuál es?
El hechicero se sacó del cuello aquel collar donde siempre tenía ambos anillos —La respuesta está aquí —dijo con una voz apenas audible, mientras extendía la mano sobre la mesa.
—Pero ese es el anillo de compromiso que te había regalado Rika ¿No?— Respondió Maki elevando una ceja.
—Pero este otro anillo no es el de Rika...—Tomó entre sus dedos el otro anillo que siempre cargaba con él. Aquel que tenía un diminuto pero bello diamante —Si no que este anillo de compromiso iba a ser para ti...
El rostro de Maki se tensó. Sus manos se aflojaron sobre la mesa y sus ojos se abrieron enormemente.
Rápidamente, sus manos reaccionaron y subieron a su rostro —Okkotsu dime que es una broma...— sus manos se despegaron de su boca para lograr decir aquello —¡Dime que NO es lo que estoy pensando que es!— susurro Maki con sorpresa.
Yuta negó con la cabeza.
—No es ninguna broma Maki... yo hace siete años atrás pensaba pedirte matrimonio— contesto con la melancolía invadiendo su ser. Sus labios se curvaron en una mueca de tristeza— Pero... al final no pudo ser...
Maki se puso de pie rápidamente, dio varios pasos mientras pasaba sus manos por su rostro. Después sus manos sujetaron con fuerza la silla. Se estaba controlando para no rompérsela en la cabeza a ese hechicero.
—¿Matrimonio?— la respiración se le corto al hacer esa pregunta. Sentía mil emociones en ese instante.
Yuta siguió sentado, mientras admiraba ese anillo.
—Este era el motivo principal por el que quería que viniéramos a Kioto. Quería pedirte matrimonio en tu ciudad natal. Y para hacerlo más simbólico, había comprado este anillo en mi ciudad natal, Sendai, por eso llegué tarde ese viernes. Porque estaba buscando el anillo perfecto para ti.
Los labios de Maki se apretaron con fuerza y su ceño se contrajo por la molestia que sentía en aquel instante, de verdad quería gritar.
—¿En serio ibas a pedirme que me casara contigo?— salió de su garganta en un gruñido.
Había pasado de la sorpresa a la ira muy rápidamente.
Yuta se puso de pie, se colgó aquel collar con esos dos anillos de nuevo en el cuello y dio unos pasos hacia ella.
—Así es, yo quería darte este anillo en algún lindo lugar de aquí en Kioto. Tenía pensado proponértelo en el barrio de las geishas o — suspiro con desilusión.
—Pensaba pedírtelo en algún otro lugar de los que pensé visitaríamos en nuestro fin de semana, pero nada estaba saliendo como debía — llevo por un momento su mano sobre aquellos anillos.
— Y después apareció Satoru y bueno, pidió que nos fuéramos de inmediato del país. Incluso si ambos nos íbamos de Japón. Pensaba pedirte matrimonio en el primer destino al que llegáramos.
Maki lo miro directamente a los ojos, mientras Yuta seguía de pie frente a ella. Después su mirada color miel bajo un momento hacia aquel que hubiera sido su anillo de compromiso. Sentía tantas emociones y sentimientos al verlo de cerca, pero de todos ellos, destacaba el odio que sentía hacia aquellos que les arruinaron la felicidad.
—Y Ahora con todo lo que nos hemos contado esta noche, tengo la certeza de que si hubiéramos sido honestos el uno con el otro en aquella estación de tren hace siete años atrás, nuestro presente sería completamente distinto... —Yuta, con valentía, acercó su mano hacia la mejilla de Maki.
Esta dio un pequeño sobresaltó, incluso una sensación eléctrica recorrió su piel al sentir la mano de Yuta sobre ella.
Pero no lo alejo, al contrario, sentir su mano sobre su piel hizo que su corazón diera un vuelco. Mientras se perdía en su mirada.
— En este momento solo me atormentan y se me vienen a la mente un sin fin de "Que hubiera pasado si..."— dijo Yuta con voz ronca. Le dolía todo lo que había sucedido entre ellos.
Siguió hablando sin dejar de mirar a Maki a los ojos y sin apartar su mano de su mejilla, mientras le acariciaba con cariño.
—Quizás si en esa estación del tren tú me hubieras confesado lo de tu embarazo...— bajo los hombros — Yo en ese instante te hubiera pedido matrimonio y te habría dado la libertad de elegir si querías seguir aquí en Japón o de huir al extranjero. Y en cualquiera de los dos casos, me habría encargado de que tú y nuestros pequeños tuvieran todas las comodidades...
Maki trago saliva para tratar de deshacer el nudo de su garganta, mientras ponía su mano sobre la mano de Yuta, acariciándolo con delicadeza. Debía ser firme en su sentir a pesar que todo aquello, le estaba afectando y le movía todos aquellos sentimientos que creía haber enterrado bajo tanto odio y desprecio hacia él.
—Si que todo hubiera sido distinto... —Yuta suspiró con un nudo en la garganta —Si hace siete años atrás, tú me hubieras dado el sí en el instante en que yo te hubiera pedido matrimonio, lo más seguro es que te habría visto usar un hermoso vestido de novia del color que tú hubieras elegido, y habríamos dicho nuestros votos frente a un altar...— sus sentimientos se desbordaban con dolor por su garganta al decir todo eso.
Su mente se llenó de imágenes falsas de aquellos recuerdos que nunca existieron, clavándose como dagas en su lastimado corazón.
—Incluso, habría tenido el privilegio de verte embarazada...— le dolía el imaginar aquella imagen de Maki con un vientre abultado.
—Y si el destino no hubiera tomado otro rumbo, habría presenciado el momento en que te enteraste de que no uno, sino dos pequeños seres crecían en tu vientre —una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, reflejando tanto ilusión como dolor. Sentía que de nuevo se rompería a llorar.
—Y ni hablar del parto, habría hecho todo lo posible para estar presente en ese momento tan importante para nuestra familia —suspiró con pesar, tratando de aplacar el nudo en su garganta que dolía como espinas clavadas al rojo vivo contra su piel.
— De verdad, habría hecho lo que fuera por estar junto a ti, Yurika y Yuudai, en todo momento y en cada etapa de sus vidas, brindándoles protección y todo lo necesario...
Maki trago saliva con dificultad, se la había formado un nudo en la garganta y uno en la boca del estómago. Sus cejas se contrajeron y sus ojos se cristalizaron. También a ella le dolía imaginarse esa vida perfecta a su lado pero que por desgracia no pudo ser.
Yuta dejo salir el aire con demasiada tristeza de solo imaginar esa vida que no pudieron vivir.
—Incluso si hubiéramos tomado la decisión de huir del país, lo más seguro es que hubiéramos viajado por el mundo los cuatro juntos... hubiéramos visitado tantos países y hubiéramos conocido tantas culturas en familia... — volvió a suspirar— en este momento, solo puedo pensar en tantos "hubieras"
En los labios de Maki apareció una leve sonrisa al escuchar todo aquello, soltó unas cuantas lagrimas mientras acariciaba la mano de Yuta sobre su mejilla.
—Aunque algo me dice que tú te hubieras desmayado al momento de saber que íbamos a tener mellizos y hasta lo más seguro es que te hubieras desmayado en el momento del parto — Bajo su mirada y su mano libre subió hasta el pecho de Yuta, ya que se atrevió a tocar aquel anillo que le hubiera pertenecido. Pasando sus dedos por aquel material, el cual era liso y estaba bien cuidado, incluso aún el diminuto diamante mantenía su brillo.
Maki podía jurar que sintió el latir del corazón de Yuta a través de ese anillo.
—Definitivamente hubiera llorado y gritado de la emoción al escuchar que seriamos padres de dos bebés — contesto Yuta con una leve risita al sentir el dedo de esta tocar aquel anillo colgando contra su pecho—Y tienes razón, quizás hasta me hubiera desmayado en el momento del parto. Pero hubiera estado de pie al lado de ustedes dándoles todo lo que merecían.
—Hubiera sido una buena vida...— susurro quitando de su mejilla la mano de Yuta con delicadeza, entrelazando un poco sus dedos, mientras volvía su vista hacia los ojos de este.
—Pero aún estamos a tiempo de hacer realidad esa vida ... podríamos intentarlo desde cero... podríamos ser esa familia a la que siempre estuvimos destinados a ser— susurro Yuta sin dejar de perderse en su mirada color miel.
Ambos no podían dejar de mirarse a los ojos, parecía que habían imaginado al mismo tiempo todas esas situaciones que les arrebataron.
Aquellas miradas estaban cargadas de demasiados sentimientos. Parecía que aquel magnetismo los haría unirse, ya que sus rostros empezaron a juntarse con delicadeza, pegando primero sus frentes.
—Yuta...— Maki lo nombro en voz muy baja.
—Maki...Simplemente quiero que volvamos a intentarlo... quiero que ese amor vuelva a nosotros...— susurro.
Las palabras ya no pudieron salir de la boca de Maki, su aliento se había cortado al sentir los labios de Yuta muy cerca de los suyos.
Solo sus respiraciones y el sonido de las manecillas del reloj, el cual marcaba que faltaban cinco minutos para las dos de la mañana, era lo único que se escuchaba en aquel instante en aquella cocina.
La peliverde sentía que el corazón se le saldría por la garganta, mientras se perdía en aquella mirada azul grisáceo. Aquella que se fue acercando lentamente a ella mientras ambos cerraban los ojos. Sentía que debía mantenerse firme como la cruel y fría asesina que era.
Pero era inútil, sus sentimientos por él estaban surgiendo de nuevo.
Los labios de ambos estaban muy cerca al fin después de siete años de estar cruelmente alejados. Sus ligeros roses hacían que se desearan más. Al mismo tiempo que despertaban en ellos aquellos sentimientos que aún seguían sintiendo el uno por el otro.
Maki podía notar que ella era la debilidad de Yuta, y debía aprovecharla si quería que su plan fuera a funcionar, tanto por su bien, como el de su hermana y el de sus hijos. Pero también se sentía caer y perder en su propio juego.
Estaban a milímetros de unirse por fin en un beso, pero el rencor de Maki hacia aquellos que los habían separado, la hizo reaccionar, poniendo su mano derecha entre su boca y la boca de Okkotsu, para separarse de él rápida y fríamente, pero con las mejillas suavemente teñidas de Carmín por lo tan cerca que habían estado.
Se sereno —En serio... ellos se encargaron de... joder nuestra felicidad...— susurro ella con la voz a medio cortarse, interrumpiendo aquel primer encuentro, mientras daba unos pasos hacia atrás para alejarse de Yuta.
El hechicero la miro con intriga por esas palabras. Y más que Mai no había sido clara con ese tema en su carta.
Yuta también dio un paso hacia atrás. Debía comportarse y apaciguar sus sentimientos hasta terminar aquella charla.
—¿Se encargaron? ¿Quienes? Maki san ¿Qué más pasó ese día en que nos separamos en aquella estación?
Maki suspiro. Se abrazo a sí misma, pasando sus manos por sus brazos para darse el suficiente valor para por fin hablar de ese tema después de siete años.
—En esa estación pasaron varias cosas al mismo tiempo... que es un poco difícil de explicar... — humedeció sus labios mientras volvía a tomar asiento — Pero puedo confirmarte que mientras te esperaba, una de esas personas que está involucrada en nuestra separación llegó a hablar conmigo...— miro al hechicero — Esa persona hizo que tuviera muchas más dudas sobre si era buena idea seguirte o no...
—¿Acaso alguien más hablo contigo luego de que me marchará a comprarte esa botella de agua?— pregunto Yuta intrigado.
—Así es, y esa persona apareció solo unos minutos después de que me robaron el celular— Maki invito a Yuta a que tomara asiento una vez más.
—¿Quién fue? Maki ¿Quien hizo que dudaras de mi?—cuestionó Yuta, con una seriedad que helaba la sangre. Sus ojos, clavados en los de ella, no dejaban espacio para la duda.
El hechicero tomo asiento frente a ella una vez más. No estaba listo para lo que escucharía.
Maki tragó saliva, intentando calmar las olas que amenazaban con ahogarla. Un nudo se formó en su garganta, y las palabras se resistían a salir de sus labios
—Quien habló conmigo en la estación hace siete años atrás fue… —dijo finalmente, con la voz temblorosa y la mirada perdida en los ojos de Yuta.
Aquella verdad que iba a ser revelada, solo traería más dolor a Yuta.
Continuará...
Notes:
Espero les haya gustado esta segunda parte ❤
¿Qué les está pareciendo la historia? Estaré leyendo sus comentarios, así como sus teorías.
Se que en el capítulo anterior había dicho que por fin iban a descubrir quien fue quien hablo con Maki, pero decidí dejar este tema exclusivamente para el siguiente capitulo, el cual estará enfocado tanto desde el punto de vista de Maki como el de Yuta sobre lo ocurrido en aquella estación del tren el día de su drástica separación, así que será un capitulo casi en su totalidad mostrando lo que sucedió hace siete años atrás.
Lo único que puedo asegurarles del siguiente capitulo, el cual ya lo tengo casi en su totalidad, solo falta editarlo ya que es el doble de largo que este, es que los hará odiar a un personaje en especial.
Quizás ese capítulo, lo suba a finales de este mes o a inicios de junio, en sí, va a depender del tiempo que tenga disponible y más que quiero ir preparando los siguientes capítulos, los cuales, serán importantes para esta trama y más que se viene un plot twist importante que les hará cuestionarse ¿Quién realmente es el culpable de todo esto? Y ¿El fin justifica los medios?
También, les quiero pedir una disculpa, sé que dije que haría un capítulo especial contestando sus dudas o preguntas, así como dejándoles datos importantes de este fic, pero ese capítulo especial quizás se atrase un poco debido a que primero, quiero que lean algo super importante que esta por pasar en la trama en el capítulo 18, porque sé que eso que sucederá les dejara muchas dudas y primero quiero que lo lean antes de pasar a contestar todas las preguntas que les surgirán.
En fin, en serio, muchas gracias por el apoyo, espero esta historia les siga gustando ❤ y mas que se viene la acción y de paso, el concentrarse ya en el caso del nuevo asesino de hechiceros.
