Notas:

La espera ha terminado. Es momento de que descubran quien fue quien hablo con Maki hace siete años atrás. Como también tendremos la versión de Yuta sobre ese día.

Así que preparen pañuelos, preparen sus palomitas y su bebida favorita que esta novela esta por comenzar.

Espero les guste ❤ y mas si a alguien le sirve de lugar seguro o de consuelo mis fics, bienvenidos sean.

Disfruten la historia.


Capítulo 17. Siete Años Atrás. La Estación del tren

Continuación

—En serio... ellos se encargaron de... joder nuestra felicidad...— susurro Maki con la voz a medio cortarse, interrumpiendo aquel primer encuentro, mientras daba unos pasos hacia atrás para alejarse de Yuta.

El hechicero la miro con intriga por esas palabras. Y más que Mai no había sido clara con ese tema en su carta.

Yuta también dio un paso hacia atrás. Debía comportarse y apaciguar sus sentimientos hasta terminar aquella charla.
—¿Se encargaron? ¿Quienes? Maki san ¿Qué más pasó ese día cuando nos separamos en aquella estación?

Maki suspiro. Se abrazo a sí misma, pasando sus manos por sus brazos para darse el suficiente valor para por fin hablar de ese tema después de siete años.

—En esa estación pasaron varias cosas al mismo tiempo... que es un poco difícil de explicar... — humedeció sus labios mientras volvía a tomar asiento — Pero puedo confirmarte que mientras te esperaba, una de esas personas que está involucrada en nuestra separación llegó a hablar conmigo...— miro al hechicero — Esa persona hizo que tuviera muchas más dudas sobre si era buena idea seguirte o no...

—¿Acaso alguien más hablo contigo luego de que me marché a comprar esa botella de agua?— pregunto Yuta con frustración.

—Así es, esa persona apareció solo unos minutos después de que alguien me robara el celular— Maki invito a Yuta a que tomara asiento una vez más.

—¿Quién fue? Maki ¿Quien hizo que dudaras de mi?—cuestionó Yuta, con una seriedad que helaba la sangre. Sus ojos, clavados en los de ella, no dejaban espacio para la duda.

El hechicero tomo asiento frente a ella una vez más. No estaba listo para lo que escucharía.

Maki tragó saliva, intentando calmar las olas que amenazaban con ahogarla. Un nudo se formó en su garganta, y las palabras se resistían a salir de sus labios

—Quien habló conmigo en la estación hace siete años atrás fue… —dijo finalmente, con la voz temblorosa y la mirada perdida en los ojos de Yuta.


Flashback

Siete años atrás.

En la estación del tren.

MAKI VERSIÓN

El pie de la peliverde no paraba de moverse, se estaba desesperando demasiado porque tenía que decidir con aquel tema de su embarazo. Además, que no veía a su novio por ningún lado, ya que este se estaba tardando demasiado.

—¿Qué acaso habrá mucha gente en la fila? ¿O qué demonios estará haciendo ese idiota como para que se demoré demasiado? — se preguntó con molestia al notar que ya habían pasado más de treinta minutos y Yuta no volvía.

En ese momento, cuando ella se giró a ver los letreros sobre los horarios de las próximas salidas, una persona apareció de la nada y choco contra ella, empujándola con fuerza por el hombro.

—¡Fíjate idiota!— grito Maki con molestia por aquel golpe.

Pero aquel sujeto que choco contra ella no le hizo caso y solo se siguió de largo.

Maki sobo su hombro, mientras observaba una vez más hacia el reloj que tenían en la estación.
Sus manos viajaron a su vientre al ver la hora. Se sentía inquieta, como si algo no estuviera bien a su alrededor. Incluso el ambiente se sentía pesado.

—Tu padre se está tardando demasiado...— susurro mientras seguía mirando hacia aquel reloj.

De repente, sintió que alguien se había parado detrás de ella. Aquella persona era imponente que hasta un escalofrío recorrió su espina.

—¡Yo! ¡Es bueno verte aquí!— dijo una voz que para la hechicera le resultaba bastante molesta, la sola presencia de esa persona, hizo que esta se girará a ver a aquel que había llegado.

—Maki— la nombró Satoru con una gran sonrisa en los labios—Me alegra que ya estén listos para salir del país — apuntó a sus maletas.

La peliverde suspiro y apretó con fuerza la mandíbula. Realmente no se sentía con ánimos para lidiar con nadie y menos con ese quien había aparecido.

—¿Qué quieres idiota de los ojos vendados?— pregunto con fastidio. Desgraciadamente las náuseas le habían regresado con la presencia de ese hombre, pero debía controlarse.

—Que ruda, tu y Utahime sí que comparten el mismo carácter — bufo un poco.

Su alumna rodo los ojos —Pero mínimo ella es una buena maestra. En fin ¿Qué quieres? ¿No te está bastando con arruinarnos el fin de semana a mí y a Yuta con esta estúpida misión en el extranjero?— cruzo los brazos.

—Yo no diría que les arruine nada, al contrario, diría que les estoy mejorando la vida — contesto Satoru con una gran sonrisa. —¿Segura que estas bien? Te notas algo pálida ¿Estas enferma? — analizó a su alumna, levantando sus gafas oscuras.

Maki elevo la voz y puso sus manos en sus caderas —¡Solo estoy fastidiada con esto de salir del país! Además ya me aturdí por estar rodeada de tanta gente.

Pero en realidad, lo aturdido se debía a la técnica maldita de alguien. Esa persona estaba tan cerca de Satoru y de Maki, que su energía inundaba la zona.

—¿Pero acaso No crees que esto es una buena idea? Digo porque qué mejor que salir con tu novio al extranjero en una misión juntos o ¿Acaso algo más te está preocupando? — Gojo acerco levemente su rostro al rostro de esa chica.
—O ¿Acaso estás escondiendo algo? ¿Algo pequeñito pero importante que podría cambiar tanto tu vida como la de Yuta?

Esas palabras hicieron que Maki abriera enorme sus ojos, mientras veía fijamente aquellos ojos azules que lograban ver hasta lo más diminuto.

Continuó Satoru —Lo pregunto porque desde que los encontré en el barrio de las geishas, tú te has estado comportando muy "extraña"

La hechicera trago saliva con dificultad, trato de mantenerse firme porque sabía que quizás Satoru podría haber visto a través de ella. Y si ese bebé podría ser un niño con energía maldita, quizás él ya lo podía haber detectado.

—No sé de qué hablas— dijo ella con firmeza—¡Y deja de mirarme así que pareces un pervertido!— elevo la voz.

—Jeje Yo creo que si sabes sobre lo que estoy hablando— Satoru miro a su alrededor, era como si hubiera detectado algo más, ya que ciertas personas le habían llamado la atención.

Regreso su vista a su alumna —Porque sea lo que sea que estés ocultando podría afectar a ambos clanes ¿No es así? Digo porque con eso de que Tu y Yuta ya sean pareja, de una u otra forma nos hace parientes políticos lejanos, sobre todo porque aunque Yuta no sea un Gojo directo, su sola presencia equivale a uno, además, tu si eres una Zenin de la línea directa y una relación así sí que es todo un tema, y más que las cosas entre ambos clanes ya de por si están tensas.

—Eso de los clanes me vale una reverenda mierda en este momento— su humor empeoró — ¡Déjame en paz!— respondió ella girando su rostro hacia el otro lado.

En ese momento, Maki sintió como si alguien más la observaba entre la gente, pero no sabía de dónde provenía esa pesada mirada. Pensó en que quizás solo eran sus nervios de embarazada.

Pero si tan solo hubiera prestado más atención, habría notado que cinco personas en específico la estaban vigilando muy de cerca y que estaban esparcidos solo a metros de ella.

Todos ellos, solo se estaban asegurando de que el plan se llevara a cabo.

Satoru suspiro.
—Si no te sientes lista, sabes que aun estas a tiempo de irte y alejarte de esta propuesta, así como aun estas a tiempo de alejarte de Yuta.

Su alumna giró su cabeza con rapidez al escuchar esas palabras.
—¿Y por qué haría algo como eso?— pregunto Molesta.

—Más bien ¿Y por qué no hacerlo? Solo piénsalo, eres una chica muy inteligente, fuerte e independiente y esto de irte del país detrás de Yuta, no es muy de ti que digamos.

—¿Qué estás tratando de decir Idiota de los ojos vendados?— pregunto Maki con un toque de intriga. Incluso sus labios se fruncieron en una mueca por esas palabras.

—Lo que trato de decir es que eres una Zenin.

Maki gruñó al escuchar su apellido salir de la boca de su maestro.

Satoru siguió explicando.
—Maki, eres una chica orgullosa, y acompañar a un hechicero superior en categoría en este tipo de misiones no encaja con tu estilo. Aunque Yuta sea tu novio, no es propio de ti. Además, si lo acompañas, dejarás de ser la "Maki" de siempre para convertirte en "la mujer de Okkotsu", especialmente ahora que viajarán juntos al extranjero como pareja. Así que ¿Estas segura de poder soportar todo eso? ¿Soportaras que todo el reconocimiento se lo lleve él?— levanto el dedo como si estuviera dando una clase— Porque recuerda que quien tenga el rango superior en las misiones, es quien tiene el liderazgo así como también se lleva todo el crédito de ellas — ajusto sus gafas — Pero sobre todo, estas segura que con eso que estás escondiendo ¿No serias más bien un estorbo para Yuta contigo en esa condición?— apuntó levemente a su vientre.

Maki titubeo levemente. —Yo...— Trago saliva, se sentía por primera vez acorralada y amenazada por ese hombre.

Aquellas palabras le cayeron como un balde de agua fría. De nuevo sus ojos se abrieron con la duda invadiendo todo su ser ¿Acaso con ese embarazo ella sería más un estorbo que de ayuda?

Ambos eran muy jóvenes aún. Además, ser mujer en ese mundo de la hechicería, significaba tener menos oportunidades de triunfar o destacar y más estando al lado de Yuta, un hechicero de grado especial que podría llevarse todo el reconocimiento por ser un "prodigio" y con un bebé en camino, ella sería dejada de lado y quizás sería más un estorbo.

Pero si decidía interrumpir ese embarazo ¿Podría abortar en otro país? ¿Y Si llegaba a un país muy conservador? A uno donde incluso el aborto espontáneo estuviera penalizado con la cárcel o la pena de muerte.
¿No podría llevar a cabo ese aborto, Cierto? Además que pasar días en reposo debido a esa interrupción no eran una buena opción en una misión como a la que iban donde debían estar siempre en movimiento.

Había demasiado en juego, además de que ella no se sentía lista para salir del país. El miedo la empezó a invadir y la ahogaba con aquella extraña energía que flotaba en el aire.

—Yo...— Maki sintió su respiración cortarse. Se sentía mareada y ahogada, el ambiente lo sentía demasiado pesado.

Satoru volvió a mirar a su alrededor. Sabía que algo estaba pasando pero él había decidido no intervenir, pensaba que quizás aquello iba a ser buena idea para ver los verdaderos sentimientos de esos dos.

Grave error. Porque aquellos que querían separarlos lograron su cometido.

Además, había un voto vinculante de por medio hecho con los altos mandos y con Naoya Zenin, que no lo dejaba intervenir directamente.

Ojalá Yuta y Maki pudieran haber tenido unos ojos tan agudos como los de él. Ojalá ambos hubieran sido capaces de encontrarse una vez más... ojalá ambos se hubieran dicho lo que les pasaba o lo que pensaban hacer... quizás solo así nunca los hubieran separado.

Parecía que aquellos que los miraban, empezaron a actuar de acuerdo al plan. Camuflajeados como simples civiles que esperaban el tren. Un tren al que ella nunca subiría. Mientras que con la "emoción de pétalos" cubriendo sus cuerpos, se cuidaban de no caer en aquella técnica de espacio y tiempo, la cual funcionaba como una especie de dominio.

Así como había una técnica más rodeándolos, una que hacía que el miedo, se intensificará en la víctima que había sido tocada minutos atrás.

Satoru al tener el infinito, podía defenderse de aquella energía maldita que empezaba a sofocar el ambiente.

En cambio, Maki empezó a sentirse confundida, hasta un tanto pesada y sofocada. Incluso su cuerpo tembló en un escalofrío. Era como si su restricción no fuera inmune ante tales técnicas.

Quizás se debía a ese embarazo, ya que dos bebés con energía maldita se estaban gestando en su vientre y aquellas técnicas les estaban afectando.

—Respóndeme algo Maki san ¿Tú realmente amas a Okkotsu como para ir con él hasta el extranjero? ¿Estas dispuesta a dejar todo atrás y dejar de ser tu, por un hombre como él?— pregunto el albino mirando a su alumna con firmeza.

—Yo...– dijo con dificultad — lo amo— susurro, su voz apenas fue audible para Satoru— pero...— Maki se sentía extraña, se sentía nerviosa y la duda empezaba a comerle la cabeza.

Sentía que las palabras de Satoru, así como las de su madre un día anterior sobre su relación de ella con Okkotsu, la habían hecho titubear sobre ella misma y sobre todo, la duda le estaba martillando la cabeza sobre si quería esa vida que se le presentaría afuera de su país y más con un bebé en camino...

Satoru la miro fijamente— Comprendo.

Maki bajo la mirada y su mano se posó sobre su vientre.
—¿Qué debo hacer?—Pensó.

El albino miro a su alrededor, parecía que aquello que estaba pasando ya había empezado a tomar más fuerza.

—Supongo que Yuta no tardará en llegar. Bueno Maki san, nos vemos arriba del tren en unos minutos, debo ir a arreglar rápidamente unos papeles antes de que ustedes salgan del país.

Satoru dio unos pasos y se detuvo al costado derecho de su alumna, acercándose levemente al oído de esta.

—Maki... Decide rápido y sabiamente... — susurro a su oído —porque lo que decidas tanto con este viaje así como con ese bebé, podría empeorar tu vida o podría darte una mejor oportunidad que no se repetirá fácilmente... aunque también está la opción de declinar esta oferta de salir del país —Miro a su alumna.
—Y si deciden quedarse en Japón, sabes perfectamente que Yuta necesitará de una mujer fuerte tanto física como mentalmente a su lado— acomodo sus gafas negras— Me pregunto ¿Acaso tu eres esa mujer?

Satoru miro a una persona en específico entre la multitud. —Sabes que están detrás de ti y si no quieres sufrir, aun estas en posición de huir de aquí... corre hacia la salida... esta técnica tiene un alcance muy corto — susurro.

Maki lo miro de reojo. Se sentía confundida por esas palabras y de paso, se sentía pesada. Algo andaba mal. ¿No estaría soñando? ¿No estaría drogada? Todo aquello se sentía muy irreal.

Incluso el vientre le empezó a doler. Haciendo que esta se hiciera hacia el frente. Aquella era la técnica de otra persona que estaba muy cerca de ella.

—¡Bueno! — Satoru dio una gran palmada —Decide pronto. De todos modos te veré a ti y a Yuta en unos minutos — se empezó a perder entre la multitud.

—Espera... idiota de los ojos vendados — dijo ella, pero fue inútil, Satoru se había alejado rápidamente.

Maki de verdad sentía que la cabeza le daba vueltas. Cerró los ojos con fuerza y sus manos fueron sobre sus orejas. Estaba desesperada. Sentía que las voces de todos a su alrededor se habían intensificado, parecía que la gente le gritaba a su oído, con fuerza y con palabras llenas de odio.

Pero eso se debía a la técnica de otro hechicero.

—¿Acaso el idiota de Gojo tiene razón? ¿Y si lo mejor para mí sería no ir con Yuta? ¿Realmente quiero dejar de ser yo misma por todo esto?— su mente se llenó de más y más dudas, mientras de nuevo, sus manos iban sobre su vientre. Aquel dolor en aquella zona la hizo hacerse de nuevo hacia adelante porque se había intensificado.

La pobre empezó a hiperventilar, el pánico se estaba apoderando de ella, así como las malas emociones y de paso, las ganas de vomitar se intensificaron al grado de dar varias arqueadas con la sensación quemando por su garganta.

Rápidamente busco con la mirada aquel gran reloj y se dio cuenta que Yuta ya se había tardado demasiado, había pasado más de una hora.

—¿Y si él me abandono? ¿Sera por eso que él no ha regresado?— aquellas preguntas llegaron a su mente de forma tormentosa al notar cuanto tiempo había pasado y Yuta para nada volvía.

El ambiente ya era demasiado pesado que hasta respirar era ya complicado, el aire estaba cargado de energía maldita, la cual, la estaba ahogando, se sentía como si estuviera dentro de una gran pecera.

Esa era una técnica más, una que hacía que su víctima se sintiera ahogar. Como si agua entrara con furia en sus pulmones haciéndolos doler.

—¡Necesito salir de aquí! ¡No puedo hacer esto!— la hechicera había entrado en pánico, se dio la vuelta, tomó solo su maleta y camino rápidamente hacia la salida de la estación, así como había mencionado Satoru.

Maki estaba lista para huir. Estaba literalmente ya con un pie fuera de la estación, pero algo le detuvo. Un sentimiento en especial.

Ella sabía que no podía abandonar a Yuta de esa manera.

En ese momento, la cordura le regreso. Sentía que algo andaba mal. Era como si alguien estuviera jugando con ella.

—Él no me lo perdonaría y mucho menos yo me perdonaría por dejarlo así...— Apretó con fuerza su puño derecho sobre el sujetador de su maleta — Debo hablar con Yuta, debo contarle la verdad...— su otra mano no se despegó de su vientre.

Maki regreso rápidamente al andén donde había incluso abandonado la maleta de su novio.

—¡Demonios!— dijo preocupada al notar que esa maleta en color negro, ya no estaba ahí.

Noto que todos aquellos que esperaban el tren, ya no estaban tampoco.

Aquel anden se había vaciado casi por completo, además que el ambiente ya no se sentía para nada pesado. Era como si aquella técnica que la asfixiaba se hubiera desvanecido.

Aquella situación le pareció bastante extraña a Maki. Sentía como si alguien hubiera jugado con ella y de la peor manera posible.

Rápidamente busco su celular entre los bolsillos de su chaqueta, pero este no estaba ahí, incluso lo busco en su maleta, pero para nada lo encontraba.

Su celular había desaparecido.

En ese instante, donde Maki ya estaba demasiado desesperada, recordó a ese sujeto que choco contra ella minutos atrás.
—¡Ese imbécil ha robado mi celular!— gruño con molestia.

Entonces empezó a buscar con su mirada llena de desespero a su novio. Pero no lo veía y tampoco lo sentía cerca. Aquello era demasiado extraño, todo eso empezó a desesperar a Maki, al grado que empezó a entrar en un ataque de histeria.

—¡Yuta! — grito, pero solo llamo la atención de algunos extraños.

Hasta se empezó a odiar a sí misma por haberse influenciado por Satoru para que huyera.

Y en ese momento de angustia donde miraba hacia todos lados, Maki noto que el tren que se supone ella debía haber abordado, empezó a avanzar, alejándose con paso lento al inicio para ir aumentando en velocidad mientras más se acercaba al final del andén.

Su instinto la hizo fijar su mirada a las ventanas de aquel tren que partía.

Y allí, entre el vaivén de las imágenes fugaces, la hechicera divisó la silueta inconfundible de Okkotsu.

Sus puños se apretaron fuertemente. Un torrente de ira la invadió, al igual que un agudo dolor apareció en su pecho al verlo sobre ese tren.

Aquel hechicero estaba sentado en su asiento junto a la ventana. Parecía que él había tomado su decisión.

—¡Yuta!— Maki grito una vez más mientras corría al lado de ese tren, el cual empezó a acelerar la marcha.

Pero ese hechicero para nada le hacía caso debido a que este no podía escucharla. Además que se veía muy entretenido hablando con aquel que iba en el asiento del pasillo, mientras iban rumbo al aeropuerto de Haneda.

—¡Yuta!— Maki grito una vez más, mientras se iba deteniendo antes de que el andén se acabará a sus pies.

El tren se alejó rápidamente de la estación y ella sólo se quedó ahí. Viéndolo partir sin ella.

Maki empezó a hiperventilar una vez más.
—Yuta se ha ido... ni siquiera bajo para buscarme...— respiro con dificultad —Okkotsu me ha abandonado... — su voz se rompió— Él se fue sin mí...— su mano se hizo puño sobre su vientre. Sentía la sangre hervir.

Sus amargas lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, quemando su piel.

Ahí la peliverde lo entendió todo. Yuta la había abandonado sin darle explicación alguna y mucho menos, la busco para despedirse de ella.

—Idiota...como te odio...

Y en aquel anden, Maki solo se quedó con un corazón roto y en su vientre albergando dos pequeños frutos de un amor que parecía haber acabado.


Regresando al presente.

—Y ahí me quedé, sola, confundida y furiosa mirando como me habías abandonado sin decir nada y sin haberme buscado antes de subir al tren— explicó Maki mirando a su taza de café, la cual ya estaba vacía.

—Tiempo después descubrí que al parecer alguien había usado una técnica de modificación de espacio y tiempo sobre mí, así como me enteré que otras personas usaron otras técnicas para confundirme todavía más —Apretó su taza, al grado de hacerle una grieta recordando aquella sucia jugada que habían usado en ella.

—Por eso sentía que en aquel momento el ambiente estaba extraño y que el tiempo había pasado muy lentamente— suspiro mirando a Yuta, quien estaba sorprendido al escuchar todo eso. Incluso parecía desencajado con la realidad. Sus dedos estaban clavados en la madera de la mesa. Podía notársele furioso

—Así que básicamente Satoru fue quien termino de colmarme de más dudas sobre si era buena idea o no el ir contigo. Dudas que un día antes mi madre me había metido a la cabeza cuando me la tope por ahí, cerca de la estación, ya que ella me dijo algo similar sobre que estar contigo era mala idea debido a la tensión de los clanes y que quizás tu solo me ibas a arruinar la vida...

Yuta se levantó muy molesto de aquella silla, se le notaba demasiado furioso por escuchar todo eso. Sus manos pasaron por su rostro con fuerza.

—¿Entonces Satoru hablo contigo y te convenció de huir? ¿Me estás diciendo que él también estuvo detrás de nuestra separación?— cuestiono muy furioso levantando la voz.

Maki también se levantó de su silla
—¡Puedes bajar la voz por favor!— regaño entre dientes— Estas en mi casa y no quiero que hagas un escándalo, vas a despertar a mis hijos.

Yuta se acercó a la puerta de cristal que daba al patio
—Lo siento pero es que — gruñó un poco y sus manos se hicieron puños sobre aquel cristal, el cual, se tensó y en cualquier momento se podría romper—¡No puedo creer que él nos haya hecho esto!— susurro muy molesto. Estaba a punto de explotar mientras su puño seguía contra aquel vidrio.

Pero antes de que este hiciera algo más, Maki se paró a su lado.
—Cálmate por favor, no quiero que tu energía maldita asuste a los niños... además, tu querías saber la verdad ¿No es así? Bueno, aquí la tienes...— le tomó con delicadeza del rostro, posando sus manos sobre sus mejillas, para que se girará a verle.

Yuta acaricio sus manos. Había algo en su tacto y en su dorada mirada, aún sin lentes, que hacía que no perdiera los estribos.
—¡Es que en serio, no puedo creer que Satoru también estuvo detrás de nuestra separación!— soltó el aire con enojo puro— ¡Y ahora que me has dicho esto, ahora entiendo porque él me arrastro hacia el tren una vez me llego tu supuesto mensaje!— confesó.

—¿Él te arrastro al tren?— Maki preguntó con seriedad —¿Acaso Satoru no te dejo ir a buscarme?

—Así es— Yuta la miro con una mezcla entre molestia y tristeza y sus manos sujetaron las de ella sobre su rostro —Después de recibir "tu mensaje", yo iba a ir a buscarte, pero él me arrastro al tren y no me dejó bajar— soltó el aire con frustración mientras bajaba con delicadeza las manos de Maki de su rostro sin dejar de sujetarlas.

— Él solo me dijo que quizás tú te habías arrepentido de venir conmigo, y que por eso te habías ido. Satoru me hizo creer que quizás tu ya no me amabas y que por eso me habías abandonado... él sonaba tan firme que yo simplemente creí en sus palabras ... palabras que aún recuerdo con dolor.

—¿Qué más te dijo ese idiota de ojos vendados? ¿Qué otras malditas mentiras te dijo sobre mi?— pregunto Maki super molesta, hasta sus manos temblaron de coraje.

—Él dijo...


Flashback

Hace Siete años atrás

En la estación del tren.

YUTA VERSIÓN

Yuta no tardo más de diez minutos en regresar con aquella botella de agua, pero en aquel lugar, solo estaba su maleta, pero no estaba ni Maki ni el equipaje de ella.

Aquellos se le hizo bastante extraño y más que solo faltaban unos minutos para que el tren saliera de ahí.

—¿Maki?

El hechicero la busco con la mirada por todo el andén, entre toda la gente que se encontraba ahí en ese momento.

Decidió preguntar a algunas personas que estaban cerca de ellos y que recordaba haber visto antes de ir a comprar aquella botella de agua.

—¿Señor, no ha visto a una chica peliverde con anteojos, que estaba junto a esta maleta?— pregunto Yuta al encargado de seguridad del tren, el cual estaba dando instrucciones a los que iban subiendo.

—Lo siento, no he visto a nadie con esas características subir al tren o pasar por aquí— dijo el encargado.

Yuta se empezó a llenar de pánico, así que siguió preguntando a otros civiles.

—Disculpe ¿No ha visto a donde fue la chica que estaba aquí junto a esta maleta?— pregunto a otro chico que estaba muy cerca de ellos desde que llegaron a la estación.

—Lo siento, estaba entretenido en mi celular y la verdad, no vi hacia donde se fue — se disculpó aquel chico antes de subir en aquel tren.

Yuta empezó a llenar sus pulmones con aire de desespero. Así que siguió preguntando, se estaba asustando de que Maki se hubiera ido de ahí.

—¿Disculpen, No han visto a la chica que estaba aquí junto a esta maleta? Es alta, de cabello verde y anteojos— pregunto Yuta a una pareja que estaba sentada cerca de donde ellos dos habían estado parados.

—Lo siento, yo no la vi— contesto el hombre.

—Vi a esa chica pasar con su maleta, pero no vi si entró a los baños o salió de aquí — contesto la mujer.

—Gracias— respondió Yuta preocupado.

El hechicero sentía un raro presentimiento, no veía a Maki por ningún lado y lo peor del caso, es que no la lograba detectar.

Además, que sentía como si alguna técnica maldita se estuviera desvaneciendo.

Pero decidió no tomarle atención a eso. Grave error. Si tan solo hubiera prestado más atención a esos rastros residuales, hubiera encontrado a los culpables de su separación. Los cuales estaban festejando su ruptura a varios metros de él.

El tren no tardaría en partir de la estación. Así que Yuta decidió sacar su celular, quizás estaría en el baño como dijo aquella mujer, así que pensó que lo mejor sería el llamarle.

Una vez desbloqueo su celular, miro que tenía un mensaje, el cual provenía del número de Maki.

Pero al abrir aquel mensaje, Yuta sintió un dolor indescriptible desde el fondo de su alma mientras lo leía.

—Lo siento... no puedo acompañarte más en este viaje... ni en esta vida...

Fueron las palabras que lo terminarían todo. Ella lo había abandonado en aquella estación de tren.

Trato de comunicarse con ella, pero su teléfono sonaba fuera de línea. Era como si lo hubiera apagado.

El tren estaba a punto de salir de la estación y Yuta tenía que elegir en aquel momento sobre que debía hacer.

—¡Debe de haber una explicación para todo esto! ¡Ella no se iría así! ¡Debo salir a buscarla! — se dijo con desespero.

Y cuando estaba a punto de tomar su maleta y salir de la estación para ir a buscar a Maki, una mano lo tomó desde el cuello de su camiseta, arrastrándolo al tren que debían abordar.

—¡Okkotsu, es hora! ¡Debemos irnos si queremos llegar a tiempo al aeropuerto!— musito Satoru con gran alegría.

Por algún motivo, parecía que aquel albino quería alejar a ese hechicero de esa zona.

—¡Espera Gojo san! — Yuta lucho un poco contra el agarre de aquel hombre, el cual era más fuerte que él. Incluso ante tal jaloneo, dejó caer aquella botella de agua, la cual rodo y se perdió entre la gente.

Yuta lucho por zafarse, pero era inútil. Satoru logró arrastrarlo hasta dentro del vagón con una sola mano. Era sorprendente como podía hacer eso a pesar de que Okkotsu ya era un adulto.

En cambio, un asistente subió junto con ellos, para llevarse la maleta de Yuta.

—Vamos, el tren no tardará en salir, ya estoy emocionado por llegar al aeropuerto y verlos partir a su primer destino, en serio, esta misión sera perfecta para ustedes dos— dijo el albino con una gran sonrisa mientras lo llevaba por aquel pasillo.

—¡Aun no podemos irnos!— dijo Yuta, luchando por detener su paso, pero Satoru lo estaba ignorando mientras lo empujaba por la espalda.

—¡Y aquí están nuestros asientos! ¡viajaremos en lo mejor de lo mejor tanto en tren como en el avión! — dijo el maestro con una gran sonrisa de oreja a oreja—La primera clase siempre es lo ideal en este tipo de viajes.

Ambos se detuvieron frente a esos elegantes asientos, los cuales, estaban en una especie de cabina que los hacía más privados.

—¡Debo bajar del tren!—grito Yuta con desespero, girándose para ver a su mentor.

—¿Eh? ¿Por qué debes bajar del tren? — el albino lo miro con curiosidad —¿Acaso Se te olvidó algo? Porque si es así, puedo llamar a Ijichi para que te lo envíen hasta Hong Kong, el cual será su primer destino o ¿Acaso debes ir al baño? Si es así, hay varios aquí arriba.

—¡Se trata de Maki! ¡Debo bajar e ir a buscarla!— explicó Yuta mientras trataba de salir de ahí, pero era inútil, ya que el infinito de Gojo evitaba que saliera de esa cabina.

—¿A buscarla? ¿Por qué?— cuestiono Satoru frunciendo un poco el ceño —Okkotsu solo estas exagerando — movió su mano simplonamente — Quizás Maki ya está aquí arriba y solo este en el baño.

—¡ELLA NO ESTA AQUÍ! ¡ELLA SE HA IDO DE LA ESTACIÓN!

—¿Ella se fue? ¿Pero a dónde se pudo haber ido?— pregunto Satoru llevando una mano a su cadera. Pensaba que su alumna había salido a comprar algo.

Yuta empezó a explicar moviendo rápidamente sus manos, estaba desesperado.
—¡Yo no lo sé! ¡Ella me acaba de mandar un mensaje diciendo que no va a seguir conmigo! ¡Yo necesito ir a buscarla para aclarar esto!

—Podrías mejor marcarle a su teléfono— sugirió el albino.

—¡Su teléfono suena fuera de servicio! ¿Y si le paso algo? ¡Debo ir a buscarla!— Yuta de nuevo trato de pasar a un lado de Gojo, pero su infinito no le dejaba avanzar.

—Oh, Ya entiendo— el albino soltó esas palabras con frialdad. Rápidamente "creyó" entender la situación. Suponía que simplemente Maki se había ido por decisión propia y más que no parecía lista para hacer aquel viaje.

Yuta luchaba por poder salir de ahí, pero era inútil. El tiempo se había agotado, por las bocinas avisaron que las puertas ya habían sido cerradas y el tren en breve empezaría a andar.

—¡Por favor Satoru! ¡Déjame pasar! ¡Necesito ir a buscarla!— Yuta apretó los puños. Incluso su energía empezó a ser abrumadora.

—¿Qué acaso no lo entiendes Okkotsu?— pregunto Satoru acompañado de un suspiro.

—¿Entender que?— cuestiono él con desespero.

Satoru levanto un dedo como si estuviera dando una clase.
— Cuando una mujer ha decidido irse, ya no hay vuelta atrás.

—¿Qué estás tratando de decir?— pregunto Yuta con confusión.

—¡Ay el amor! ¿Quién lo entiende?— suspiro con pesar y un tanto de dolor— Siempre he dicho que no hay peor maldición que el amor.

—Yo, no entiendo...

—Lo que trato de decir Okkotsu, es que a veces cuando la otra persona ya no nos ama o ya no se siente cómoda a nuestro lado, esta decide huir marcando el final de la relación. Y este parece ser el caso de Maki— explico.

—¡Pero todo iba tan bien entre nosotros! ¡Debe haber una explicación para que ella quisiera irse así de repente!— Yuta dijo con desespero.

—¿Estás seguro de eso? —preguntó Satoru con un poco de intriga— Si todo iba tan bien entre ustedes dos, ¿No crees que Maki estaría aquí contigo ahora mismo, en estos asientos, en lugar de haberte abandonado? —Se encogió de hombros— Además, ya no hay tiempo para ir a buscarla. El tren está a punto de partir y sabes que ya nadie puede bajar ni subir.

Ante aquellas palabras, Yuta se quedó mudo. Parpadeo varias veces mientras analizaba lo que su maestro había dicho.

—Pero nuestra relación iba bien... yo hasta le iba a... proponer matrimonio y...— fue interrumpido.

Satoru levanto sus gafas oscuras y miro a Yuta a los ojos. —¿En serio su relación iba bien? Porque cuando los encontré en el barrio de las Geishas yo veía a Maki un tanto diferente, diría yo que parecía que estaba abrumada o mejor dicho, que estaba molesta de estar ahí. ¿Acaso pasaba algo malo entre ustedes dos? ¿Acaso la hiciste enojar o algo parecido? Porque parecía que tenían problemas en el paraíso.

—Yo...— Yuta de nuevo fue interrumpido ya que Satoru siguió bombardeándolo de preguntas que hizo que se cuestionara de él mismo.

—Okkotsu ¿Realmente estas seguro de que tu eras un buen novio como para ver que Maki no estaba bien? ¿Realmente ustedes dos estaban unidos como pareja? Porque hace rato yo no los veía tan unidos que digamos.

Todas esas preguntas hicieron que Yuta se sintiera bastante confundido.

—Yo... solamente quería que nuestro fin de semana fuera romántico... pero— no sabía que más contestar. La culpa por ser un mal novio le empezó a comer la cabeza.

—Lo más seguro es que ella no lo estaba disfrutando.— Satoru soltó el aire con fastidio— ¿Qué fue lo último que te dijo ella en la estación?— pregunto con curiosidad.

—Bueno, ella dijo que si haríamos esto de viajar juntos.

—¿Aja? ¿Y acaso notaste algo extraño en Maki? ¿Acaso se estaba comportando fríamente o extraña?— Pregunto Satoru con curiosidad.

Yuta se llevó una mano a la boca, parecía pensativo. Un leve y rápido recuerdo vino a su mente.
—Ella parecía que quería decirme algo más antes de eso... y después me pidió que le comprara una botella de agua porque dijo que se sentía mareada...— explicó — solo recuerdo que ella me dijo que no me tardará... pero ahora que lo mencionas, si parecía "un poco distante" como si algo la estuviera preocupando...

A Satoru le llamo la atención aquello. Llego a la conclusión de que Maki no le había dicho nada a Yuta sobre su embarazo. Y que tampoco, después de que él albino hablara con ella, esos dos no volvieron a encontrarse.

—¿Y eso fue todo?

—¡Si! ¡Por eso debo ir a buscarla, quizás se molestó porque tarde demasiado en comprar la botella! ¡Debo disculparme con ella y de paso, preguntarle si le pasa algo!—llevo sus manos a su rostro— Tengo un mal presentimiento — Yuta de verdad se veía desesperado.

—Bueno, a las mujeres no les gusta que las hagas esperar — dijo Satoru en una sonrisa — Así sean diez o cinco minutos. Sobre todo a Mujeres como Utahime y Maki, las cuales tienen un carácter fuerte.

—¡Pero no tarde demasiado! ¡Y cuando regrese al andén ella ya no estaba ahí! ¡Solo dejo mi equipaje y solo me mandó un mensaje de texto terminando me!

—¿Un mensaje de texto?— Satoru levanto una ceja, no había prestado atención a ese detalle hasta ese momento—¿Qué decía dicho mensaje?

Yuta saco rápidamente su celular y leyó aquellas últimas palabras que supuestamente Maki le envió.

—Lo siento... no puedo acompañarte más en este viaje... ni en esta vida...

Satoru presentía que esas palabras nunca las diría su alumna. En el fondo, él sabía que los "otros" habían ejecutado una jugada muy sucia y cobarde, aprovechándose de la vulnerabilidad de Maki en aquella estación de tren.

Desgraciadamente el plan de "esos individuos" sin escrúpulos se había llevado a cabo y él no podía romper el "trato" que se tenía con ellos, ya que romper aquel "voto" tenía sus consecuencias.

Desafortunadamente, el tren ya estaba empezando a moverse.

—¡Yo voy ir a buscarla! ¡Voy a bajar de este tren!— cuando Yuta iba a dar un paso más, la mano de su maestro lo detuvo, sujetándolo con fuerza del hombro.

Satoru soltó el aire con pesar.
—¡Hay Okkotsu! me duele ser yo quien te lo diga, pero si Maki se ha ido, significa que ella no estaba lista para esto— dijo sin medir sus palabras.

—¿Qué? ¿Pero Por qué?— Yuta se congelo al escuchar eso.

—Quizás ella se debe haber arrepentido de venir y por eso se fue...— miro a su alumno con una cara seria— solo eso explicaría el porqué de su comportamiento y el porque no subió al tren.

—¡Eso no puede ser verdad!

—Entonces ¿Como explicas que ella te haya abandonado?

Esa pregunta le rompió el corazón —Yo...

—Yuta— Satoru le revolvió el cabello y lo obligó a sentarse. —El amor a veces se apaga como una vela al viento, sin previo aviso, y la persona que queremos, para evitar "lastimarnos", se esfuma de nuestras vidas sin decir una sola palabra.

El albino suspiró con pesar. Parecía que había recordado a alguien a quien había querido mucho en el pasado.

—Y en otras ocasiones, la otra persona simplemente no está preparada para dar un paso tan grande como lo es el matrimonio, o el vivir junto a la otra persona o no se siente lista para una misión como esta — lo miró con seriedad — Quizás Maki ya no sentía amor por ti, o tal vez hubo "algo más" que la impulsó a abandonarte de esta manera.

—¡Por eso debo ir a buscarla! ¡Debe haber algo mal en todo esto!— trato de levantarse pero sentía que la energía maldita de Satoru no lo dejaba moverse.

—Okkotsu, acéptalo, Maki te ha abandonado y ya no hay nada más que hacer— dijo Satoru con seriedad, tenía una mirada casi asesina.

—Pero...

—Después de todo, ella es una Zenin.— resaltó con algo de fastidio aquel apellido.
—Al final, ella siempre hará lo que le venga la gana sin importar romper corazones en el camino. Sobre todo porque "ellos" nunca se llevarán bien "con nosotros"— insinuó Satoru.

Yuta solo suspiro ante esas palabras, quizás una Zenin nunca podría estar cerca de un descendiente de Sugawara, pensó con el corazón roto.

Satoru suspiro y movió las manos.
—Además, Ya no hay tiempo para buscarla, el tren ya está en marcha.

El joven hechicero suspiro observando como el tren empezaba a ganar velocidad mientras salían de la estación.

—Pero yo la amo... no puedo irme sin ella... Este viaje lo íbamos hacer juntos...— susurro con dolor.

Satoru lo miró fijamente.
—Yuta, como dije, si ella te amara no te hubiera abandonado. Ahora te toca aceptar esta realidad.

Yuta bajo la mirada con demasiada tristeza por esas palabras. Su mano fue a su pecho, sintiendo como su corazón se rompía al pensar que realmente Maki lo había abandonado.

El albino trato de elevarle los ánimos mientras iban rumbo al aeropuerto.

—¡Vamos Okkotsu! ¡No estés triste! ¡Aprovecha esta segunda oportunidad que se te está dando de ir al extranjero, pero ahora como un hechicero de renombre! ¡No cualquiera puede presumir de eso y mucho menos tener este privilegio!— Satoru dijo con una sonrisa y le dio una palmada en el hombro—Estoy seguro de que esta misión es perfecta para ti. Y quién sabe, quizás hasta encuentres el amor en tierras lejanas— sugirió con picardía.

Pero Yuta no contesto a aquello, estaba demasiado triste como para verle lo positivo a ese viaje. Pero no había marcha atrás. Ahora era su misión en solitario. Realmente no quería saber nada de Japón en un largo tiempo.

El hechicero de cabellos negros solo miro por la ventana, observo como se alejaban a toda prisa de aquella ciudad de Kioto, aquella donde le habían roto el corazón.

—Maki...— susurro tratando de contener las lágrimas antes de mirar en su celular, la última foto que ambos se habían tomado juntos y que usaba de fondo de pantalla.

Debía aceptarlo, ella lo había abandonado y ahora iba al extranjero con un corazón roto.


Regresando al presente.

—¿Así que ese idiota vendado te dijo que yo me había arrepentido?— Maki pregunto molesta—¡Vaya! ¡Eso sí que fue jugar sucio!

Yuta suspiro.
—Si, y ahora que me has dicho que él hablo contigo en aquella estación...— estaba demasiado impactado por toda aquella revelación —Yo, en serio no puedo creer todo esto — su voz tenía una mezcla de enojo e incertidumbre —¡Yo confiaba en él!

—Pues créelo, él y otras personas están detrás de todo esto— Maki lo miro a los ojos —Y lo lograron, nos separaron. Nos hicieron creer a ambos que nos habíamos abandonado el uno al otro.

—Y eso es lo que más me enoja, el saber que Satoru conspiró contra nosotros pero ¡¿Por qué?! — preguntó sujetándole con fuerza las manos.

Maki le soltó rápidamente al sentir que a este le temblaban las manos de furia.
—Quizás eso pueda respondértelo ese idiota vendado. Aunque mi teoría es que fue por intereses políticos. Además, nuestra relación era una amenaza para ellos...

—¿Amenaza? ¡Pero si yo no soy un Gojo!¿Por qué nuestra relación sería una amenaza?— reclamo Yuta.

—No serás un Gojo, pero eres el segundo hechicero más fuerte en la actualidad solo por debajo de ese idiota arrogante y tu como descendiente de Sugawara, estás inevitablemente ligado a él, lo quieras o no... — Suspiro —Y yo, por otro lado, soy una Zenin de la línea directa —gruñó al pronunciar su antiguo apellido— Nuestro romance, en teoría, tenía repercusiones políticas para todos.

Yuta suspiro ante tal respuesta.
—Maki respóndeme algo... — La miro fijamente a los ojos— ¿Satoru sabía que tu estabas embarazada cuando te encontró en aquella estación del tren? Y sobre todo, ¿Actualmente él sabe que sigues viva?¿Él sabe que tu si diste a luz a nuestros hijos?

La hechicera soltó el aire con pesadez.
—Es más que obvio que él sabía que yo estaba embarazada, a ese idiota no se le escapaba nada. Y sobre si estoy viva y si sabe de nuestros hijos...— Lo miro con seriedad— ¿Por qué no se lo preguntas a él directamente?— cruzo los brazos.

Yuta rasco su cabeza.
—Entiendo. Supongo que voy a tener que ir a sacarle toda la verdad hasta Tokio.

Estaba furioso, de nuevo dio unos pasos hacia la puerta de cristal que tenían para salir al patio y por donde entraba una tenue luz, la cual observo por unos minutos en silencio ya que seguía procesando todo aquello.

Una vez más tomo un respiro profundo, no podía controlarse del todo, quería respuestas.

Se giro hacia su invitada, una vez soltó el aire con furia —No puedo creer que él te convenciera de huir... en serio, voy a...— Yuta fue interrumpido, ya que las manos de Maki de nuevo fueron a sus mejillas, pero esta vez, apretaron con suavidad sus orejas.

—¿Maki que haces?— pregunto con sorpresa pura en su voz.

—Tranquilizándote— la peliverde le miro con curiosidad.
—Como dije, tu energía maldita es abrumadora cuando estas furioso y eso podría asustar a los niños... o podrías despertar a Megumi... de por sí, tú siempre diste miedo cuando estas furioso...— susurro mientras seguía apretando las orejas de este.

Ella sabía que ese era otro pero inusual punto débil que tenía aquel hechicero. Un punto que solo ella sabía y que había descubierto durante un beso furtivo en su juventud. Y que admitía con una sonrisa pícara, disfrutó de tocar esa debilidad de vez en cuando con un toque inesperado para provocarle cuando eran jóvenes.

—¡Basta Maki san! ¡Me haces cosquillas!— susurro Yuta, soltando una leve risita nerviosa al sentir como ella le apretaba con suavidad las orejas. Sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo y más al ver a Maki muy cerca de él.

Seguía siendo muy hermosa y más bajo aquella luz. Y eso le cautivaba y le movía todos los sentimientos, haciendo que cayera a sus pies.

—Vaya, Si que te Volviste más alto y de paso, tienes más ojeras de las que recuerdo...— dijo Maki en una sonrisa, pasando ahora sus dedos por aquella extensión de piel debajo de esos cansados ojos.

—Bueno, crecí unos cinco centímetros y de paso— suspiro — Los cambios en los horarios entre países son una pesadilla cuando viajas, y recuperar tu ciclo del sueño es bastante difícil...

Maki soltó una leve risita por esa respuesta y quito sus manos de las mejillas de este.
—Aun así, te sigues viendo bastante bien. Supongo que sigues haciendo la rutina de ejercicio que yo te enseñe ¿No? — le miro de pies a cabeza —Aunque por momentos hueles mucho a cigarro. Si vas a querer entrar a mi casa y de paso, si vas a querer convivir con mis hijos, debes dejar ese vicio.

Yuta sonrió un poco.
—Desde que conocí a Yurika y a Yuudai, he dejado de fumar poco a poco...

—Como dije, si vas a querer convivir con ellos deberás dejar esa adicción al cigarro por completo— regaño en voz baja.

—De acuerdo... lo dejare por ti y por ellos— susurro Yuta con el aliento a medio cortarse.

De nuevo se quedaron en silencio, mientras se seguían mirando de pie el uno al otro.

En ese momento, Yuta se atrevió a tocar el rostro de esta una vez más.

Maki dio un leve brinco al sentir la mano de Yuta sobre su mejilla, acariciándole con lentitud—¿Qué sucede?

—Solo te estoy admirando y de paso, estoy comprobando de que seas real— susurro pasando con suavidad su mano por su mejilla.

—Ya te dije que no soy un fantasma...

—Lo sé, y por eso estoy tocando tu rostro para comprobar que no eres un producto de mi imaginación...— acaricio con sus dedos el cabello de Maki que caía sobre su rostro, aprovechando que seguía sin sus anteojos— En serio, sigues siendo tan hermosa como la última vez que te vi — susurro acercando sus labios un poco más a los de ella.

Maki ante tales palabras regreso rápidamente sus manos a las orejas de este para detenerlo.
—¡Baka! ¡Claro que soy real! si no lo fuera ¿Podría hacer esto?— comento ella, una vez más pellizcando suavemente las orejas de Yuta.

Aquel gesto hizo que este se detuviera de acercar sus labios y hasta cerró un momento los ojos, en cambio, Maki rio suavemente ante tales gestos. Esa risa simplemente llenaba de vida el corazón de ese hechicero.

Aquello parecía un sueño, pero de los buenos que te hacen querer seguir durmiendo y soñando con esa felicidad.

Maki seguía sin despegar sus manos de las orejas de este. Las cuales volvió a apretar con suavidad, incluso paso de nuevo sus dedos por ese grueso cabello negro que caía por su frente, observando que aún mantenía aquel peinado que ella le hizo cuando eran más jóvenes.

—Si que los niños sacaron tu cabello...— susurro regresando sus manos a las orejas de este, apretándolas una vez más con suavidad.

—Por favor, deja de hacer eso...—susurró Yuta, su voz apenas salía en un hilo de aire caliente contra el rostro de Maki. Sus ojos brillaban con una mezcla de deseo y timidez mientras sus manos sujetaban suavemente las de ella. Quería detenerla pero era imposible.

Sus cuerpos estaban peligrosamente cerca, ya que aún sentían demasiada atracción aun el uno por el otro.

Maki lo miró con una sonrisa traviesa, sus ojos estaban llenos de picardía. Un rubor cálido teñía sus mejillas, y su corazón latía con fuerza en su pecho —¿Por qué? ¿Acaso no te gusta?— preguntó con una voz ronca, apenas audible.

Yuta tragó saliva, luchaba por controlar la tempestad que se arremolinaba en su interior. —No es eso...—murmuró también con una voz ronca por la pasión. —Es solo que... me harás perder la cabeza.

Maki se inclinó más, sus labios estaban a escasos milímetros de los de él. —Recuerdo claramente que este es uno de tus puntos débiles, ¿no es así?— tenía una sonrisa seductora al escuchar aquello. —Okkotsu, tú me estás obligando a hacer esto... solo así puedo controlarte para que tu energía maldita no nos ahogue —susurró juguetonamente, sus ojos brillaron por la luz que entraba por aquella puerta de cristal que daba al patio desde esa cocina.

Iluminándolos de tal forma, que sus sombras eran proyectadas hacia el pasillo en una seductora escena.

—Entonces... tú me obligas a hacer esto— Yuta no resistió más. Sus labios se encontraron con los de ella en un beso apasionado, lleno de fuego y deseo que aun perduraba después de esos siete años.

Maki al inicio se sorprendió por aquel beso. Pero no pudo alejarlo, sus labios lo necesitaban así que no opuso resistencia alguna y solo se dejó llevar. Pasando sus manos al rededor del cuello de este para acercársele más.

En cambio, Yuta pasó sus brazos por la cintura de esta, pegándose a ella con desespero porque al fin podía besarle y sentirla de nuevo.

Ambos se besaron con demasiada pasión, que incluso Maki fue recargada por un momento por Yuta contra aquel cristal de la puerta que daba hacia el patio, mientras sus bocas se comían y sus manos tomaban con fuerza sus ropas.

Maki sujeto con fuerza la camiseta de Yuta por el pecho, sintiendo como el corazón de este se quería salir de su cuerpo. Mientras Yuta seguía con sus brazos rodeándola por la cintura, la cual seguía siendo diminuta a pesar de haber dado a luz a dos bebés.

Ambos querían seguirse besando, pero aquel primer beso se fue deteniendo una vez se quedaron sin aliento.

Había tantos sentimientos de por medio que era imposible que en un solo beso se expresaran.

Sus frentes se encontraron aun con los ojos cerrados, mientras recuperaban el aliento.

Para aquella hora de la madrugada, solo sus jadeos por la falta de aire y las manecillas del reloj se podían escuchar en esa cocina.

Maki fue la primera en abrir los ojos—¿Esta fue prueba suficiente para demostrarte que no soy un fantasma?— dijo en un hilo de voz, pero aún no podía separarse de él. Seguía teniendo sus manos sobre el pecho de este, sujetándolo de la camiseta.

—Me demostró más que eso– Yuta abrió los ojos y sonrió ante tal respuesta, mientras sus brazos seguían rodeándola por la cintura.

Después de ese apasionante beso, ambos se abrazaron con fuerza. Aquel abrazo era tan reconfortante que se sentía como si todas las piezas de sus rotos corazones se unieran.

—En serio volviste...— susurro Maki, con su cabeza apoyada en el hombro de Okkotsu y su rostro escondido entre su cuello mientras sus manos se clavaban en la tela de su espalda.

—Lo hice y de paso, te agradezco que hayas dado a luz a nuestros hijos... ahora tengo un motivo para quedarme aquí en Japón— susurro a su oído, aun abrazándola con fuerza porque no quería despegarse de ella — Porque bien dicen que el hogar esta donde está tu corazón... y mi corazón de ahora en adelante esta con ustedes tres...

La sonrisa de Maki se desvaneció ante esas palabras. —No creo que sea buena idea el que te acerques a mi...— paso la punta de su nariz por el cuello y la barbilla de este, yendo de abajo hacia arriba — Con los niños, puedes irte acercando, pero de poco en poco, pero conmigo si deberías mantener tu distancia... Okkotsu — susurro soltando el aire en su cuello.

—¿Por qué dices eso? ¿Acaso no me quieres cerca de ti?— susurro Yuta con algo de dolor mientras le acariciaba el cabello.

Esta se despegó de su cuello para mirarlo a los ojos—Es por tu propio bien... podría llegar a lastimarte— susurro Maki. Poniendo su mano sobre donde latía el corazón de este.

—Como te lo dije hace rato. Tu eres la única a la que le daría permiso de arrancar mi corazón... — tomo la mano de esta sobre su pecho, para que Maki sintiera como su corazón latía por ella —Incluso si eso significa que debas matarme para que tú y nuestros hijos estén a salvo.

Maki al escuchar aquellas palabras, apretó su mano sobre la ropa de Yuta, a la altura del corazón.

Sabía que la primera parte de su plan había funcionado. Su acercamiento con Yuta había sido exitoso y ahora solo debía seguir los demás consejos que Mei Mei le había dado para más adelante sacarle toda la información que necesitaban.

Pero ahora Maki también debía luchar consigo misma para no volver a enamorarse de Yuta... pero era imposible.

En ese momento, ambos no resistieron y de nuevo sus labios se juntaron una vez más. Maki en esta ocasión fue quien inicio aquel beso con suavidad, ya que se levantó en puntillas para poder llegar a los labios de Okkotsu antes de susurrarle algo que este no alcanzo a escuchar.

Y cuando la inminente cercanía prometía un beso aún más ardiente que el anterior, avivando la llama de un deseo que ni siete años de separación habían logrado apagar.

Hasta donde cabía la posibilidad de que "algo más" ocurriera entre ellos dos esa noche, ya que sus dedos, estaban ansiosos por volver a explorar cada centímetro de su piel bajo sus ropas, junto a que, de sus bocas, las cuales se comían en aquel beso, empezaron a salir sutiles susurros llenos de seducción donde pronunciaban sus nombres...

Unos pasos a toda prisa por la entrada de la cocina los alertó y los obligó a separarse de golpe.

Maki aun con la respiración cortada rápidamente fue hacia el pasillo, de donde aquellos pasos se habían escuchado venir, pero al asomarse no noto a nadie ahí.

Aun así, sentía que alguien los había observado.

Ambos se limpiaron los labios y Yuta acomodo su camiseta, así como Maki se sereno, acomodo su cabello y tomo sus anteojos de la mesa, para después ponérselos una vez más sobre sus ojos.

La peliverde tomo un gran respiro, para después aclararse la garganta.
—Okkotsu...

—¿Sí?

Maki soltó poco a poco el aire mientras contestaba—Tienes mi permiso de acercarte a nuestros hijos, pero solo hay varias condiciones que quiero que sigas al pie de la letra si vas a querer convivir con ellos...— comento ella, tomando las tazas de café y llevándolas al fregadero.

—¿Y cuáles son esas condiciones?— pregunto Yuta con curiosidad y Sin dejar de mirarla.

Maki una vez dejo esas tazas, se giró a mirarlo —Numero 1— empezó a enumerar con sus dedos —No les dirás a los niños que tú eres su verdadero padre...—sonó con bastante seriedad —no hasta que llegue el momento adecuado.

—Me parece perfecto— contesto Yuta con tranquilidad— Y más que primero quiero ganarme su confianza y quiero conocerlos mejor antes de revelárselos— suspiro— Aunque admito que me da algo de miedo el cómo puedan reaccionar o que puedan tomar a mal esta noticia...

Maki suspiro —Por eso mismo solo se los diremos cuando sea el momento adecuado o en su caso si estamos en una situación de peligro ¿Estás de acuerdo con esta condición?

—Lo estoy. Y ¿Cuáles son tus otras condiciones?

Maki dio unos pasos firmes hacia él, quedando de nuevo frente a frente —Numero 2— dijo con voz imponente y sería — Te prohíbo terminantemente que reveles cualquier información sobre mí y sobre nuestros hijos a Naoya o a cualquier persona que trabaje en la sede. Esto incluye también la noticia sobre que sigo viva y mucho menos quiero que reveles nuestra ubicación. Si rompes esta condición, juro que te matare— recalcó con enojo puro.

Yuta suspiro.
—¿También está condición aplica para Katsumoto? — pregunto con timidez y rascándose la nuca.

—¿Quién es ese?— Pregunto Maki con confusión.

—Hablo de mi asistente.

—¿Tienes un asistente? — pregunto Maki con sorpresa. Aquello no lo sabía.

—Si, lo menciono porque en si fue él quien dio con la información tanto de tu tumba, así como la información sobre que habías dado a luz...— Yuta contesto con nerviosismo —Él me ha sido de gran ayuda desde que llegue a Japón. Además de que los niños ya lo conocen desde aquel incidente en el centro comercial.

Maki elevo las cejas ante tal respuesta. De ahora en adelante tendría a ese asistente en la mira debido a que dudaba de todo aquel que siguiera trabajando para la academia.

—Está bien, con él hare una leve excepción— le apunto con su dedo índice.
— Sin embargo, mi única condición que tengo para tu asistente será que no lo quiero cerca de mí y mucho menos dentro de esta casa — se cruzó de brazos.

—¿Por qué?—A Yuta le extrañaba demasiado aquella actitud tan a la defensiva de Maki.

—Seré directa Okkotsu, no confío en nadie que trabaje aun para la sede de hechicería. Por lo tanto, si no quieres que te restrinja el ver a tus hijos y tampoco quieras que mate a ese sujeto, entonces lo quiero lejos de esta casa así como lo quiero lejos de nuestros amigos ¿Entendiste?— comento con total seriedad.

Yuta suspiro al escuchar esa condición.
—De acuerdo. Le pediré que tanto guarde el secreto como también le ordenare que no se acerque ni a ti ni a nuestros amigos y mucho menos a este hogar— tenso un poco los hombros— Tengo que mantenerlos a todos ustedes a salvo, sobre todo ahora que vaya a Tokio a rendirle cuentas a Satoru sobre el caso que estoy llevando.

—¿Sabes? presiento que ese idiota de los ojos vendados nos está escondiendo algo— Maki tenía tintes de intriga en su voz.

—¿Escondiendo Algo? ¿Como qué? — A Yuta le pareció bastante extraña aquella declaración.

—No se explicarlo del todo, pero un mes después de que tú te fueras al extranjero y que yo renunciara a la academia para llevar en secreto mi embarazo, ese idiota vendado empezó a comportarse muy extraño, era como si a todos nosotros nos estuviera escondiendo algo importante, aun así, ve con cuidado a Tokio ¿De acuerdo?— comento Maki sin dejarlo de mirar a los ojos.

Yuta afirmo con la cabeza. También Mai le había dicho algo parecido en su carta sobre el extraño y drástico cambio en el comportamiento de Satoru.
—Tratare de ir con cuidado— la miro con seriedad— ¿Alguna condición más?

—Si y número 3... — el rostro de Maki cambio a uno de total suplica —por favor Okkotsu– junto sus manos —Ayúdame a salvar a Mai del clan Zenin... ella hizo mucho por nosotros tres durante los primeros tres años de vida de Yurika y Yuudai... así que quiero sacarla de ahí cueste lo que cueste.

Yuta suspiro. Sabía que aquello era verdad y más que lo comprobó con sus propios ojos.
—Tratare de ver cómo podemos salvarla de esa infernal residencia. Lo prometo.

Maki suspiró, dejando escapar la tensión que la embargaba. Sus hombros se relajaron un poco, liberando la carga que pesaba sobre ellos —Gracias, Okkotsu —dijo con una tenue sonrisa— Ahora sí, tienes mi total permiso y autorización para venir a ver a nuestros hijos. Solo recuerda siempre avisarme antes de venir, ¿de acuerdo? Ya que para nada, me gustan las visitas sorpresa.

—Perfecto— Yuta tenía una gran sonrisa por esa respuesta— Prometo avisarte siempre. Así como cumplir estas tres condiciones al pie de la letra.

—Muy bien.

Maki miro al reloj, el cual marcaba que faltaban solo diez minutos para que ya fueran las cuatro de la mañana —Ya es muy tarde, será mejor que vayamos a descansar un poco— miro a su invitado— Megumi y los niños te prepararon una cama en la habitación del fondo.

Yuta sonrió —Gracias por el hospedaje. Aunque admito que me gustaría volver a dormir contigo...— dijo con un leve sonrojo invadir su cara ante tal deseo.

La peliverde también se sonrojo por aquella propuesta muy directa.

Así que golpeó con su dedo índice el pecho de Yuta.
—Lo mejor será dormir separados. ¿O acaso has olvidado que de nuestras últimas noches donde dormimos juntos, dieron como resultado dos bebés? — suspiro con fastidio y sus manos se posaron sobre sus caderas.
— Además que, por ahora, no tengo planes de agrandar la familia teniendo otro hijo y mucho menos contigo en este momento—Dicho esto, se dirigió al horno para recuperar sus libretas, no se iba a ir sin ellas.

Unas gotas de sudor bajaron por la cabeza de Yuta por aquel llamado de atención —Tienes razón. Aunque confieso que aún me sorprende que hayamos engendrado a dos bebés en un solo embarazo y más siendo al primer intento.

—Tal vez solo fue suerte— Maki cruzo sus brazos sin dejar de soltar sus libretas—De todos modos, todavía estoy molesta por lo que pasó entre TÚ y "esa mujer" como para volver a dormir en la misma cama contigo por el momento.

Yuta rascó su nuca—Ya te dije que lo siento por eso y que solo fue una vez— junto sus manos en una señal de súplica — ¡Puedo demostrarte que ya no volverá a pasar! Además, te demostraré que aún te amo.

—Ya lo veremos... bien dicen que las acciones valen más que las palabras — dijo Maki con total seriedad.

—Para que veas que voy en serio y que de verdad me gustaría recuperarte — Yuta se volvió a quitar aquel anillo de compromiso que era para ella — Maki ¿Tú quisieras— este puso una rodilla en el suelo, sujetando aquel anillo entre sus dedos —Aceptar este anillo como una promesa de mi hacia ti?

Maki elevo una ceja ante aquello que estaba haciendo Yuta.
—¿Por qué debería aceptarlo?— preguntó confundida — Además Okkotsu, eres un mujeriego, estás coqueteando con una mujer casada—dijo ella con una leve sonrisa y dándole a este hechicero, un suave golpe en la cabeza con sus libretas.

Yuta rio un poco y se puso de pie.
—Bueno, podrías tomar este anillo en mi nombre, como una promesa hacia a ti para que veas que peleare por tu amor y por tu confianza, así como también será mi promesa de que mantendré a salvo a Yurika y a Yuudai, además... — le tomó de la mano — No llevas un anillo en tu dedo anular y sabes perfectamente que tu matrimonio con Megumi es solo una estrategia para mantenerlos a salvo ¿No es así?

—¿Acaso Megumi o Tsumiki hablaron contigo sobre este tema?— pregunto Maki con molestia.

—Si, ambos me explicaron un poco sobre el porqué Yurika y Yuudai llevan el apellido Fushiguro— comento Yuta rascando su nuca — Así como Megumi también me explico que los niños ya saben que él es su padrastro...

Maki suspiro con resignación.
—Bueno, supongo que ese tema ya no tengo que explicártelo.

—Aun así —Yuta no soltó la mano de Maki —Si tu matrimonio es una farsa ¿hay algo más que te impida darme una oportunidad? — pregunto mirándola directamente a los ojos —¿O realmente existe algo entre ustedes dos que te impide recibir este anillo?

La peliverde miró con curiosidad a Yuta por aquella pregunta.
—Vaya, parece que vas en serio con este tema de recuperarme ¿Eh?— levanto una ceja.

—Como dije, también quiero recuperar tu amor. Así que haré todo para demostrarte que aún te amo.— dijo este mirándola a los ojos –Además que por los besos que nos dimos hace un momento atrás...

Maki sonrió un poco, acariciándole la mejilla.
—Ya te dije Okkotsu, trata de no acercarte tanto a mí, porque podrías salir lastimado– le miro a los ojos —Y lo del beso de hace un momento... — bacilo levemente —solo fue para tranquilizarte, digamos que fue un momento de debilidad. Lo mejor será olvidar ese tema, porque como dije, soy una mujer casada. Además, que será algo difícil perdonarte lo de "ella"

—Pero eso no contesta a mis preguntas— contesto Yuta en voz baja.

Maki suspiro y lo miro con seriedad. Después miro aquel anillo que aún Yuta traía en su mano.

—Tú mismo lo dijiste, mi matrimonio es una farsa— miro a Yuta muy fijamente — pero eso no deja de lado de que ante la ley, Megumi es mi esposo. Pero supongo que él ya te dejo en claro como esta toda nuestra relación ¿No?

—Él solo me dijo que ustedes dos solo son marido y mujer frente a la ley, esto para darles un apellido a Yurika y a Yuudai— contesto mirándola aun sujetando aquel anillo.

—Y de paso, me contó que por varios años, ustedes dos solo durmieron en la misma habitación únicamente para cuidar de Yuudai en las noches cuando él era aún un bebé— explicó Yuta.

—¿Solo eso te dijo?— pregunto Maki ocultando su nerviosismo en un tono de curiosidad.

—Eso y también me dijo que él actualmente está la mayor parte del tiempo en Tokio y bueno, que prácticamente el solo ha hecho del papel de padrastro— contesto moviendo los hombros.

Maki soltó el aire en un pequeño suspiro de alivio. Parecía tranquila de que Megumi no revelara algo más. Algo que al parecer había pasado entre ellos dos.

—Si solo eso te dijo Megumi, entonces no tengo más que explicarte.

Yuta suspiro.
—De acuerdo. Aun así Maki respóndeme algo — La miro con atención a los ojos —¿Tu aún sientes algo por mi? Y de paso ¿Por qué no puedes aceptar este anillo aunque sea como una promesa?— Pregunto.

—Sobre si aun siento algo por ti, eso ya lo veremos con el pasar del tiempo... —Maki miro una vez más aquel anillo y cerró la mano de Yuta—y solo lo aceptaré, una vez vea que de verdad harás las cosas bien esta vez — de nuevo estaban muy cerca el uno del otro, sus dedos pasaron por la mejilla de este.

Yuta tomo la mano de Maki y le beso la palma.
—Entonces me encargaré de demostrarte que voy en serio... para que me dejes acercarme más a ti — susurro acercando sus labios a los de ella una vez más.

Maki suspiro ante esas palabras mientras sus labios se rozaron nuevamente.
—Créeme Okkotsu, por tu bien lo mejor será que te mantengas, aunque sea un paso detrás de mi ...— susurro. Pero de nuevo se estaba dejando llevar por lo que sentía por él.

—Entonces tratare de seguir todos tus pasos hasta alcanzarte...— susurro este, con su aliento cayendo en los labios de Maki.

Aquellas palabras parecían una premonición y de paso una declaración contundente de guerra. Ya que asesina y detective estaban a sólo un beso y a un paso de distancia.

Y con demasiada delicadeza y sintiendo sus respiraciones cortarse una vez más, sus labios se unieron suavemente bajo el umbral de aquella cocina, durando menos de un minuto por miedo a ser descubiertos.

—Bueno, ahora vayamos a dormir... —Maki miro de nuevo el reloj, el cual ahora ya marcaba las 4:15 a.m. —Será mejor descansar un poco antes de que los niños se despierten, tampoco quiero que nos vean así de cerca.

Ambos se acompañaron un poco por aquel pasillo, para después despedirse en las escaleras.

Yuta suspiro al ver a Maki subir el primer escalón.
—Tienes razón, necesito descansar aunque sea unas horas, para mañana llevar a cabo lo que ya he decidido hacer— dijo con un tono muy serio pero bajo.

—¿Y qué piensas hacer? — pregunto Maki en voz baja, girándose a verlo ante tales palabras.

Yuta parecía muy serio —Iré a buscar respuestas a Tokio. Voy a ir a exigirle a Satoru que me diga toda la verdad— hizo puño su mano.

Maki suspiro al verlo con esa determinación. Le acaricio la mejilla mientras hacía que este le mirara a los ojos.
—Si vas a ir con Satoru, solo asegúrate de no morir y de traer la verdad.

Yuta afirmó con la cabeza, le tomo de la mano una vez más.
—Lo prometo, regresaré con bien y traeré todas las respuestas que ambos buscamos.

En los labios de Maki se marcó una diminuta sonrisa de triunfo.

Por fin obtendría información de la academia y de Satoru, usando a Okkotsu como infiltrado sin que él lo supiera.


04:25 a.m.

Maki se metió en su cama después de haber escondido sus libretas en un cajón con llave.

Miro al techo y se tocó los labios recordando aquellos besos que minutos atrás ambos se habían dado con tanta intensidad.

Le dolía admitirlo, aún lo amaba, pero debía tener cuidado y más si pensaba utilizarlo solo para saber que estaba pasando en la sede y de paso, para encontrar la forma de salvar a su hermana.

Sus manos fueron a su pecho. Había usado sus encantos y algunos trucos sucios como Mei le había enseñado y sugerido. Pero en el fondo, sentía que la culpa le golpeaba con fuerza en lo más profundo de su ser.

—Solo mantenlo cerca para que el plan funcione, así como lo habíamos planeado– Maki se dijo en voz baja mientras sentía su corazón latir muy fuerte—Solo espero no caer en este estúpido querer que aún tengo por él.

Apretó su puño sobre su corazón y suspiro — De ahora en adelante debo ser el doble de cuidadosa... sí quiero completar mi venganza...y de paso obtener el bienestar y la libertad de mis hijos— cerró los ojos, recordando los labios de aquel hechicero sobre los de ella, haciendo que su corazón de nuevo se sintiera vivo dentro de su pecho.

— Yuta... — susurro su nombre antes de caer dormida.

También ella tenía a varios objetivos que eliminar en los próximos días, así que debía tener mucho más cuidado con Yuta de ahora en adelante. Sobre todo si no quería ser descubierta como la nueva asesina de hechiceros.

Aun así, sería difícil para Maki no caer con aquel que aún amaba.


La mañana hizo acto de presencia horas después de aquella platica entre esos ex amantes.

Yuta como lo prometió, desayuno junto a sus hijos, los cuales con ayuda de Tsumiki le prepararon un rico desayuno.

En cambio, Maki en todo el desayuno, miraba a sus cuatro sospechosos.

Miro con curiosidad a sus hijos, al igual que observo con detenimiento a Tsumiki y a Megumi.

Aquella mujer estaba tratando de averiguar quién de esos cuatro los pudo haber estado observando durante aquel beso en la madrugada.

Pero más adelante, descubriría quién fue aquel fisgón de la manera menos pensada.


Una vez el desayuno acabó, Okkotsu se despidió tiernamente de Yurika y Yuudai, les abrazo y les prometió que volvería en unos días, ya que debía salir de la ciudad por cuestiones de trabajo.

También se despidió amablemente de Megumi y Tsumiki, a quienes les agradeció la hospitalidad, así como agradeció que ellos hablaran con él sobre el pasado.

Al igual que se despidió de Maki, agradeciéndole la confianza de poder seguir viendo a esos niños, pero de momento fingiendo ser un nuevo amigo de la familia.

De verdad, Okkotsu tenía una mirada llena de esperanza porque deseaba poder volver a estar juntos muy pronto y quería hacer todo lo posible para recuperar a su familia.

Pero antes de eso, tenía que ir a buscar la verdad a otro lugar.


Cerca del mediodía, Yuta regreso a su departamento, se cambió de ropa y se puso algo muy parecido al uniforme que usaba cuando iba a la academia en sus años de alumno.

Tomó el maletín de su espada, así como otros documentos donde llevaba registro sobre aquel caso del asesino de hechiceros.

Y en seguida, llamo a Katsumoto para que lo acompañará de urgencia a Tokio.

Okkotsu NO iba a esperar un día más. Así que iría sin avisar a la residencia donde estaba Satoru Gojo en Tokio.


Próximamente...

Yuta estaba a punto de descubrir una verdad de la manera más inesperada.

—Okkotsu, no eres el único que tiene que mentir para proteger lo que uno más quiere...— Contesto Gojo con la mirada fija en Yuta, quien estaba sorprendido por lo que había escuchado y visto en aquel instante.


Espero les haya gustado.

Y díganme ¿Qué les esta pareciendo esta historia? ¿Se esperaban que fuera Gojo quien los separo? ¿Qué creen que pase en el siguiente capitulo? ¿Creen que Yuta y Maki tengan otro bebé algún día? ¿Qué piensan del plan de Maki?

Los estaré leyendo.

Solo puedo adelantarles, que se viene un Yuta furioso y una pelea intensa, así como una verdad que podría darle un giro a la trama.

También, ya se viene la versión de lo que le paso a Utahime hace siete años atrás. Porque si, se viene mas drama por todos lados.

Solo espero tener pronto el capítulo.

Y mas que con lo que paso en el manga, tengo el corazón roto, Yuta era uno de mis favoritos, y la verdad no quiero abandonar mis fics por algo como lo que esta pasando en el manga, así que, tratare de continuarlos hasta donde me alcance el tiempo libre fuera de aquí.

En fin, quien necesite un abrazo o ser escuchado, recuerden que aquí tienen una amiga.

Nos seguimos leyendo ❤

Pd: Ya tengo cuenta de instagram como escritora ❤ pueden seguirme como vera1794_escritora