Después del desayuno, Nobita se cambia para ir a la escuela, toma su mochila, se la pone y se va a la entrada "Ya me voy"

"Ten un buen día hijo, no sé por qué te has estado levantando temprano últimamente y has entregado tus tareas todos los días, pero me alegra mucho que lo estés haciendo" Dice Tamako que estaba junto con Doraemon a su lado.

"Sí, no sé que te inspiró pero has durado mucho más que otras veces. Sigue así amigo" Doraemon sonríe, Nobita le sonríe de vuelta y sale de la casa para ir a la escuela.

Doraemon se rasca confundido "No sé, pero me desperté sintiéndome raro, como si sintiese que algo falta, supongo que solo iré a darle mantenimiento a los inventos"

"También me sentí así cuando me desperté, al igual que papá. Por alguna razón, estaba preparando un desayuno de más. Creo que debería más tarde salir un rato a visitar a una amiga para despejarme" Tamako solo se va a realizar las tareas de casa. Doraemon sigue confundido pero a la final, no le da importancia y sube las escaleras.

Mientras Nobita caminaba, él no podía evitar sentirse extraño, ni él mismo entendía el por qué estaba haciendo progresos, pero no era algo que le molestaba porque a fin de cuentas, los elogios son mejores que los regaños.

Al llegar a la escuela, se saluda con sus amigos en el salón. "Buenos días Shizuka"

"Buenos días Nobita, hoy has venido a tiempo también. Me alegra que estés esforzándote" La chica de las coletas le sonríe, lo que hace que el chico se rasque la nuca apenado.

"Ni yo mismo sé por qué, pero no está mal un cambio ¿No?" Nobita ríe y luego deja sus cosas en su asiento. "Hola Gigante, hola Suneo"

"Hey." Dice Gigante mientras ve el asiento vacío a lado de Nobita "¿A la final la niña que estaba allí se fue no? Ni siquiera me acuerdo como era ni su nombre, pasó un poco desapercibida"

"Lo sé, incluso en el Festival Escolar estaba allí pero ni me acuerdo como lucía, pero bueno. ¿Vienen a mi casa hoy después de clases? Un chef italiano nos va a preparar recetas de pastas 100% originales. Será un deleite al paladar" Suneo presumía como siempre, Shizuka y Gigante aceptan, pero Nobita estaba medio reacio.

"Y supongo que no me vas a invitar como siempre" El chico torpe exhala cansado, ya se sabía el teatro.

"¿Uh? Claro que también te estoy invitando" Suneo dice eso y los tres se sobresaltan, sobre todo Nobita, quien voltea a verlo.

"¡¿En serio?! ¿No me vas a decir algo como [Solo hay pasta para 3 personas y por eso no te puedo invitar]?" Pregunta Nobita un poco incrédulo.

"¿En serio piensas que iba a decir eso?" Suneo pone cara de indignado pero ve como el trío asienta ante la pregunta "Ok, ok. Tienen un punto, pero creo que ya no siento las ganas de hacer eso por alguna razón, así que sí, estás igual de invitado como el resto, Nobita" Aunque el azabache aún seguía incrédulo por un lado, por el otro estaba feliz por ser invitado

"Eso es bueno, es mejor cuando se sale de la rutina y la diversión en compartida para todos" Dice Shizuka alegre por el reciente comportamiento de Suneo.

"¡Oh, es cierto!" Gigante abre su mochila y saca un par de cómics, le da uno a Suneo y otro a Nobita. "Tomen"

"¡Son los cómics que nos quitaste hace un tiempo! ¿Por qué nos los estás devolviendo por tu cuenta? ¿Estás con gripe o algo así?" Suneo estaba tan sobresaltado como Nobita.

"No sé, pero me desperté en mi cuarto sintiéndome algo extraño, y por algún motivo pensé que era mejor devolverles lo que tomé de ustedes, además, creo que me calmaré con los golpes, por alguna razón, supongo que se lo debo sobretodo a Nobita"

"Yo también me sentí rara cuando me desperté, de hecho, estaba a punto de hablarles sobre el como deben de cambiar su modo de ser con los demás porque no debería dejarlo pasar como suelo hacerlo a veces. Pero esto es una gran sorpresa" Dice Shizuka sobresaltada "¿Ustedes también se sentieron de ese modo?"

"Ahora que lo mencionas, sí, y me he puesto a pensar que no quiero quedarme solo, porque a final de cuentas, me soportan aún como soy y debería considerar eso cuando presumo. Es raro, pero, no me siento mal por decidirlo, solo sobresaltado" Suneo cruza los brazos confundido.

"Yo... Igual, creo que mejorar no es malo" Dice Nobita aunque se entristece un poco "Pero... Por alguna razón, siento algo de pesar en mi pecho"

"¿Estás seguro que te sientes bien Nobita? A pesar de que está bien que hayas decidido esforzarte, se te nota un poco triste" Pregunta Shizuka con preocupación, pero Nobita solo sonríe para no preocuparla asintiendo en silencio "Bueno, espero que estés bien, sabes que puedes decirme lo que sea"

"Lo sé" El azabache solo exhala cansado. Las clases comenzaron y todo pasa como si nada, la sensación de confusión de que algo se extrañaba estaba dominando el aula, incluso el profesor sintió eso, pero a la final, todos prefirieron seguir con sus vidas.

Todos, salvo Nobita. Las clases terminaron, el chico mira a Shizuka hablar con Dekisugi y ambos se acercaron a saludarlo, él no sintió los celos en extremo que solía tener, ahora eran mínimos porque incluso se alegró de ver a su compañero más destacado. "¡Nobita, Dekisugi irá con nosotros a la casa de Suneo para lo de las pastas! ¿Nos vamos juntos?"

"Uh... Sí, vamos" La mirada perdida del chico torpe mientras caminaba con ellos a casa de Suneo, hizo que ambos chicos se miraran entre ellos preocupados por el estado de ánimo de su amigo, Shizuka trata de hacer tema de conversación para que Nobita se una, pero él seguía con la mirada perdida.

"¿Qué tal si primero pasamos por tu casa para recoger a Doraemon? Pasemos todos un buen día ¿Okay?" Shizuka le sonríe a Nobita para animarlo, lo logra un poco, aunque por dentro aún sentía esa sensación pesada en el pecho.


Al llegar a la casa de Suneo, la situación no cambiaba mucho, todos estaban probando las pastas en una mesa larga en el gran jardín de los Honekawa, Suneo presumía del chef y los productos caros que usaban, Gigante ya estaba como en su tercer plato, Dekisugi estaba comentando sobre las características nutricionales de las pastas y Shizuka y Doraemon comían sin problema y disfrutando de la velada.

Pero estos dos últimos notan como Nobita apenas probó un bocado mientras jugaba con el tenedor enrollando la pasta lentamente y volviéndolo a desenrollar, él estaba sentado en medio de Shizuka y Doraemon, quienes miran preocupados al azabache con la mirada perdida.

"Nobita ¿Qué te pasa? No has comido nada" Doraemon le da una palmadita en la espalda a su amigo.

"No es nada, es solo... Me siento algo desanimado y no tengo idea por qué. He estado así desde la mañana, ni siquiera yo puedo entender lo que me está pasando... Yo..."

"¡GIGANTE POR DIOS, DEJA DE ACAPARAR TODOS LOS PANES DE AJO, SON PANES IMPORTADOS!" Suneo estaba mirando como Gigante se estaba metiendo como dos panes al mismo tiempo a la boca.

"¡Vamos, quiero saber cuantos entran al mismo tiempo, de seguro bato un récord!" Gigante se mete otro más, ya ni se le entendía lo que decía de tantos panes.

"Goda, eso no está bien, se te pondría entumecer la mandíbula si haces eso" Dekisugi trata de detenerlo para que no se lastimara a sí mismo.

"Ajo" Nobita solo dice eso sobresaltado, por alguna razón, esa palabra hizo que su mente se estremeciera.

"Que bonitas flores de verbena tienes en tu jardín Suneo" Nobita mira como Shizuka había notado unas verbenas de colores plantadas en el gran jardín de los Honekawa. El chico se levanta mientras se acerca a ella y las mira con una mirada... ¿Irritada?

"Esas son verbenas importadas de Europa, son muy caras por cierto, es de los mejores cultivos del mundo y el té que se hacen con ellas es de los mejores, incluso el aceite del lugar de donde las traemos es muy bueno" Suneo dice eso pero a la vez estaba tratando de parar a Gigante que trata de meterse otro pan en la boca.

Shizuka se levanta de la mesa para pararse a lado de Nobita mientras le sonríe "¿No son bonitas? Estas son de muchos colores" La chica de las coletas nota el como veía a esas flores, era como si las estuviese viendo con algo de resentimiento. "¿Nobita?"

El chico torpe se sobresalta y recién nota la presencia de su amiga, así que sonríe "¡P-perdón! Estaba muy concentrado viéndolas, no sé por qué pero... No siento que sean de mis flores favoritas. Yo... Tengo que irme ¿Nos vemos mañana sí? Es que... No me siento muy bien de ánimos. Gracias por la comida, Suneo, nos vemos chicos"

Nobita solo exhala y se va a paso lento del jardín, Doraemon se termina su plato y rápidamente se levanta de la mesa "¿Pero qué le está pasando? ¿Será que ya estará pasando por la pubertad? En todo caso, gracias por la comida, nos vemos"

Doraemon a paso apresurado sigue a Nobita mientras que todos se quedan mirándose entre sí por el extraño comportamiento de su amigo, sobre todo Shizuka que estaba muy preocupada por él, pero no podía saber lo que le pasaba si él no se lo decía, lo que era complicado porque ni él mismo sabía lo que pasaba en su propia mente.

El gato robot logra alcanzar a su amigo y camina junto con él de regreso a casa "¿Estás seguro que no te pasa nada? Tu cara dice otra cosa"

"Ya te lo dije, ni siquiera yo sé lo que me está pasando, en la mañana estaba confundido, traté de ignorar eso, pero ahora me siento triste, esa sensación en el pecho no se me quita, no tengo idea del por qué reaccioné cuando Suneo habló de ese pan con ajo y el por qué miraba mal a esas verbenas. Tal vez, creo que es una fase" Nobita suspira triste nuevamente

"Esperemos que así sea, no me gusta verte de ese modo y no poder saber el por qué estás así" Doraemon vuelve a darle más palmaditas de ánimo al azabache que sonríe con cariño.

"Gracias Doraemon" El chico le da unas palmaditas a él también y ambos se sonríen, parecía ser que había recobrado un poco los ánimos.


Aunque solo por un tiempo, porque después de llegar a casa, Nobita apenas comió en la cena, lo que preocupa a sus padres quienes se miran entre ellos y le preguntan a su hijo el qué le pasaba, pero dio la misma respuesta: "No sé que me pasa"

El chico torpe pasó un buen rato en el baño mirando hacia el techo mientras estaba en la bañera con el agua hasta sus hombros, solo exhalando con pesadez, Doraemon también estaba allí enjabonándose y mirándolo preocupado.

Nobita fue el último en salir del baño, ya tenía su pijama puesta, empezó a subir las escaleras lentamente mientras suspira cansado, al llegar al cuarto, ve como Doraemon estaba guardando la Puerta Mágica en su bolsillo "¿A dónde fuiste con la Puerta Mágica?"

"No fui a ningún lado, es que por alguna razón la saqué, no sé por qué y por eso la estoy volviendo a guardar" Dice Doraemon un poco confundido mientras guardaba el invento "En fin, tenemos que dormir, tienes escuela mañana"

Más tarde en la noche, la luz del cuarto estaba apagada, Doraemon ya estaba durmiendo en el clóset, mientras que Nobita miraba el techo acostado dentro de su futón y sin sus gafas, él solo miraba sin poder dormir.

"¿Por qué no puedo dormir? Siento que algo me duele, pero no estoy herido, mi vida parece que va a mejorar, Gigante y Suneo ya no me van a tratar mal, Shizuka está muy atenta conmigo y los adultos ya no me van a regañar..."

"Entonces..."

El chico siente algo rodar por su mejillas, eran lágrimas saliendo de sus ojos de carbón, estaba llorando y nuevamente no sabía por qué, trató de pararlas pero por más que intentaba, no podía hacerlo, estaba atrapado en una encrusijada donde su mente y su corazón estaban actuando de manera distinta; su mente aunque con dudas, estaba normal, pero su corazón estaba con un dolor desconocido e inexplicable.

"¿Por qué estoy llorando?"