Flores Amarillas.
Judy Hopps siempre se había caracterizado por ser una hembra que nunca se rendia, que para ella los limites no existian y que podría intentar mil veces hasta lograrlo, sin embargo detrás de esa valentía se escondia un inocente anhelo. ¿Cuál era ese anhelo? Algún día recibir flores amarillas para el inicio de la primavera.
El tiempo pasaba cada día la idea de recibir flores amarillas se desvanecia, quedando siempre solo una ilusión en que ocurriera, pero un día él le preguntó.
-Zanahorias. ¿Te gustan las flores?
Judy alzo sus orejas y arqueo las cejas. Dudo en que responder. ¿Podría compartir aquel sueño e inocente de recibir flores amarillas?
-Si. hay unas en particulares que me gustan- le dijo Judy, mientras le temblaba la nariz- Y en un momento del año que me gustaría recibirlas
-¿Cuáles te gustan? ¿Cuándo? ¡Cuentame!
Judy río nerviosamente.
-Pues desde niña he querido recibir flores amarillas, pero que sean girasoles.
-¿Cuándo?- Indago Nick-
-Al inicio de la primavera, el 21- explico Judy.
Los meses comenzaron a transcurrir y fue cuando se acercaba el inicio de la primavera. Judy tenia la ilusión de recibir las flores, sin embargo, tuvo un imprevisto y tuvo que salir de la ciudad, por lo que en esa fecha no estaría.
‐Judy. ¿Qué tal el viaje?
-Todo bien, si me das un momento me lavare las patas.
Judy entra al baño, para realizar el aseo de sus patas.
Cuando salio del baño vio a Nick frente a ella con un ramo de girasoles.
-¿Y esto?- preguntó incredula Judy.-
-Pues son tus favoritas e inicia la primavera.
-Pero eso fue la semana pasada, yo pensé que ya no seria así, como yo no estaba- explicaba un poco enredada Judy.- pensé que la fecha ya había pasado
-Pues esa era la idea, así seria una sorpresa. ¡Feliz inicio de primavera cariño!
A Judy se le vino un pequeño pensamiento, "Es una treta tesoro", sin embargo sonrío ampliamente y lo abrazo.
Hola. Hace mucho que no pasaba por aquí y se que esta historia es breve, pero esta inspirada en algo real que me paso y también en la mitica canción de Floricienta.
Gracias a ti, por inspirar esta historia, seguro nunca la habría escrito sin que ocurriera
cariños a todos.
Bella
