Terror en el granero:
¿Cuánto falta para que terminemos Applejack? Ya es de noche. Pregunto Rainbow Dash con voz cansada mientras ponía un saco sobre una pila de otros, para después dejarse caer ella misma sobre ellos, exhausta.
Había estado todo el día ayudando a Applejack a ordenar el granero, cargando cestas de manzanas, sacos de semillas y a pintar el granero por la mañana. Todo aquello solo para que Applejack la pudiera acompañar a competir en una carrera pasado mañana.
Applejack salió del granero acompañada de su hermano, Big Macintosh.
"Ya casi acabamos Rainbow." Replico Applejack volteando a ver a su amiga que descansaba sobre una pila de sacos de semillas.
"Tengo que ir a ayudar a la abuela Smith con algunas cosas para la cena, Applejack. Volveré en 2 horas para hacer el inventario del granero." Dijo Big Macintosh.
Applejack asintió con la cabeza.
"De acuerdo hermano, nosotras terminaremos aquí y luego iremos a cenar." Respondió Applejack.
Rainbow Dash abrió sus ojos y se levantó de un salto al escuchar esa última frase.
"Entonces mejor démonos prisa, porque muero de hambre." Exclamó Dash, con entusiasmo.
"De acuerdo, las veré en un rato entonces." Replico Big Macintosh, para después darse la vuelta y alejarse caminando en dirección a la casa que se veía a varios metros.
Rainbow Dash saltó de su asiento y caminó hasta Applejack, decidida a terminar cuanto antes para poder comer algo.
"¿Entonces, que mas hay en la lista, jefa?" Preguntó la Pegaso, poniéndose frente a Applejack y bajándole su sombrero hasta la cara para molestarla.
"Ja, ja." Replico sarcástica Applejack mientras se acomodaba de nuevo su sombrero.
"Solo queda rodar este fardo de heno hasta el final del granero." Dijo Applejack.
Rainbow Dash miro el rollo de arriba abajo, para después sonreír retadoramente.
"Es pan comido, déjamelo a mí." Respondió la Pegaso impetuosa.
"Eh, espera. No hagas una de tus locuras Rainbow Dash." Dijo Applejack, pero la Pegaso la ignoró mientras tomaba impulso.
"No, espera…" Grito Applejack pero Dash se disparó a gran velocidad contra el enorme rollo de heno, dándole una patada que lo hizo rodar hacia adentro, aunque la pierna de Dash se atoró en el heno y ella rodo junto con el rollo hasta que este golpeo el pilar central del techo del granero, provocando una gran vibración que provocó que las puertas se cerraran de golpe, empujando a Applejack con un golpe en el trasero al interior del granero con fuerza, y con tan mala suerte que el seguro de afuera quedo echado.
Cuando todo quedó quieto, Rainbow Dash salió de debajo del gran rollo de heno y vio lo que había provocado, junto con una Applejack tirada en el suelo boca abajo quien la miraba molesta.
La Pegaso sonrió apenada y con expresión culposa. "Ups, creo que me pasé." Dijo al mismo tiempo que se rascaba la cabeza con un casco.
"No, ¿en serio?" respondió Applejack sarcásticamente.
Dash salió de debajo del fardo de heno y voló hasta Applejack poniéndola de pie y acomodándole su sombrero mientras esta la mira molesta.
"Bueno, ahora que terminamos aquí, vayamos a cenar de una vez." Propuso la Pegaso, caminando hacia la puerta y empujándola, pero esta no se abrió.
"Pero ¿qué…? Exclamo sin terminar la frase al tiempo que miraba en la ranura de la puerta y se percataba del evidente seguro de madera que estaba trabando las puertas por fuera.
"Bien hecho Dash, ahora nos encerraste aquí." Dijo Applejack.
Dash se dio la vuelta sonriendo nerviosamente con un casco detrás de su cabeza.
"Si, bueno. ¿Tiene que haber otra salida no?"
"Quizá las ventanas." Propuso Applejack.
Dash voló hasta una de ellas y trató de abrirla, pero pese a que el seguro estaba quitado, esta no se abría.
"¿Qué pasa, porque no se abre?" Se pregunto Dash forcejeando con la ventana.
"Hay por mis corrales." Exclamo Applejack.
"Seguro que Applebloom olvido que no debía cerrar las ventanas si estas tenían pintura fresca. Seguramente se habrán quedado pegadas." Respondió.
"Si, seguro que fue culpa de Applebloom." Dijo Dash rascándose la cabeza apenada de nuevo, recordando que realmente había sido ella quien había metido la pata con eso también.
"Y que hay de la puerta trasera?" Preguntó Dash.
Applejack negó con la cabeza… "Está bloqueada por fuera con otro rollo de heno." Respondió.
"¿Pero entonces como saldremos?" Pregunto la Pegaso.
Applejack tomo una caja de madera que estaba cerca, y se dirigió hasta el centro del granero para después dejar la caja en el suelo. Luego se dio la vuelta y caminó hasta una pila de bloques de heno, y tomó uno con su boca para después lanzarlo hasta el centro del granero. Luego repitió la acción con uno más.
"Tendremos que esperar hasta que Big Macintosh vuelva." Respondió finalmente la pony obrera.
La Pegaso abrió sus ojos al máximo y luego se arrodillo en el suelo para acto seguido gritar un profundo no, en tono dramático.
Applejack tomo una manzana de las que tenia en los cestos y se la lanzó a Dash en la cabeza, haciendo que esta parara su acto dramático.
"Solo tenemos que esperar un rato, dudo que Big Mac tarde las 2 horas que dijo." Replico Applejack.
"Pero tengo mucha hambre." Respondio dash, para luego percatarse de la manzana que estaba en el suelo a su lado. Abalanzándose sobre ella y comiéndola feroz mente de 3 mordidas.
Applejack rodo los ojos sarcásticamente y luego fue hasta una de las paredes del granero donde se encontraba una lampara de aceite encendida y la tomo para llevarla de vuelta hasta donde había puesto los bloques de heno y puso la lampara sobre la caja de madera.
"Puedes comer todas las manzanas que quieras, si tienes hambre. Pero ya que estaremos un rato aquí, ¿Por qué no contamos historias de terror?"
Dash miro a su amiga dudando un poco de su idea. Pero ya que igual no podía ir a otro lugar ni hacer nada mas hasta que regresara Big Macintosh, acabo aceptando.
"Esta bien, al menos hará que el tiempo pase mas rápido." Replico Dash.
Applejack se sentó en uno de los bloques de heno y con un casco le hizo una seña a Dash para que ella también tomara asiento.
La Pegaso voló lentamente hasta sentarse en el bloque de heno, y entonces Applejack le dejo cinco manzanas sobre la caja de madera junto a la lampara.
"¿Bueno, quien comenzara?" Pregunto Applejack con cierta emoción.
"Comienza tú, yo no tengo ninguna buena." Replico Dash, tomando una manzana para después comenzar a comerla.
"De acuerdo." Acepto Applejack, llevándose un casco al mentón en expresión pensativa.
Pasaron unos segundos y finalmente resolvió.
"Creo que la mejor historia que tengo, es la que me conto mi hermano hace algún tiempo." Respondió Applejack al mismo tiempo que volvió a mirar a su amiga Pegaso, la cual ya estaba devorando la tercera manzana.
Applejack simplemente la miró con cinismo unos segundos mientras esta la miraba de vuelta deteniendo su acción unos segundos, antes de seguir masticando.
"Como decía. Esta historia me la conto mi hermano."
Applejack se aclaró la voz. Y Dash miro a su amiga con atención.
Historia de Applejack:
Cuando él tenía diez años, solía reunirse en Sweet Apple Acres, con su mejor amigo de la escuela, Terry.
Uno de esos días, se habían quedado hasta tarde jugando y se les ocurrió la idea de acampar entre los manzanos.
Nunca lo habían hecho, pero les pareció una buena idea ya que al día siguiente no había clases.
Con la idea ya pactada volvieron a sus casas para preparar las cosas que necesitarían para pasar la noche a la intemperie.
Big Mac dijo que el solo volvió a la casa por un saco de dormir y una bolsa de malvaviscos, pero antes de volver a salir la abuela Smith le dijo que tuviera cuidado. Pues a algunas criaturas les gusta merodear por la noche, especialmente entre los manzanos.
Big Macintosh dijo que no le dio mucha importancia y le dijo a la abuela que probablemente dormirían en el granero. Aunque eso no era verdad.
Finalmente salió de la casa y volvió al lugar donde habían acordado reunirse, para esperar a su amigo y de paso ir encendiendo la fogata.
Ya casi había anochecido por completo y mientras caminaba, perdido en sus pensamientos un sonido de una rama rompiéndose lo devolvió a la realidad.
Detuvo su marcha y miro a su alrededor, pensando que quizá Terry le quería jugar una broma. Pero no logró ver a nadie, así que decidió tomar la iniciativa y se agacho para luego ocultarse tras unos arbustos.
Desde ahí, observo sigilosamente a la distancia a una sombra cuadrúpeda que parecía estar merodeando.
No podía distinguir detalles debido a la poca luz, pero desde donde se encontraba parecía un Pony.
Estaba seguro de que se trataba de Terry, y tenía pensado esperar hasta que se acercara para saltar y asustarlo.
El continúo espiando a la figura, que parecía que poco a poco se estaba acercando hasta donde el estaba. Pero le extraño bastante el como se estaba tomando su tiempo, y en ocasiones parecía que buscaba algo en la base de los árboles.
Entonces sintió como lo tomaron por la cintura y tiraron de el hacia atrás, provocando que diera un grito del susto y poco faltó para que vaciara el contenido de su vejiga.
Cayó de espaldas al suelo mientras escuchaba las carcajadas de su amigo Terry, quien lo miraba de pie sin dejar de reír.
Big Macintosh se puso de pie, muy enojado.
"Maldito idiota, casi me matas de un susto." Le grito Big Mac, mientras se sacudía la tierra.
Terry entonces le dijo.
"¿Y tú no planeabas hacerme lo mismo? Por eso estabas escondido en ese matorral, pero te atrape primero, admítelo Mac." Le respondió Terry, con una sonrisa.
El humor de Big Macintosh se relajó, y entonces confundido le pregunto a Terry.
"¿Cómo henos llegaste aquí tan rápido?" Le preguntó, sin entender como se había movido tan rápido para aparecer detrás de él.
"¿A que te refieres? Te vi cuando te detuviste y te ocultaste tras el arbusto, pensé que querías jugarme una broma, así que me oculté tras esos árboles." Le respondió Terry, señalando a unos árboles de tronco grueso que estaban atrás a unos metros del matorral donde Mac se estaba ocultando.
Mac, muy confundido no entendía. Si Terry se había estado ocultando a sus espaldas todo el tiempo, ¿a quién había estado mirando entonces?
Volvió a mirar a la dirección donde había estado viendo a aquella figura, pero ahí no había nada.
"¿Mac, que te pasa?" Le preguntó Terry, confundido.
"Nada, mejor vámonos ya." Le dijo Mac, para luego darse la vuelta y caminar con Terry hasta el lugar donde acamparían.
Ya quedaba muy poca luz, pero por suerte Terry había traído una lampara de aceite consigo y con eso iban iluminando su camino.
El lugar que habían elegido para acampar era una pequeña colina, donde había un gran manzano de tronco grueso. Ese también era el lugar donde solían reunirse para jugar y hacer la tarea.
"¿Hey Mac, que has traído para cenar?" Le preguntó Terry, mientras dejaba su mochila en el suelo.
"Una bolsa de malvaviscos, ¿qué más podría necesitar?" Respondió Mac, sacando la bolsa de los malvaviscos de su mochila junto con el saco de dormir.
"Eres un maldito vago, por suerte ya me lo esperaba de ti. Así que traje sándwiches de heno y margaritas para ambos." Dijo Terry, sacando dos paquetes envueltos en bolsas de papel cartón.
"Por eso eres mi amigo, nunca me dejas atrás." Le dijo Mac, abriendo su bolsa y sacando uno de los cuatro sándwiches.
"Eso compensa la vez que me salvaste de pisar estiércol de vaca, estamos en paz." Respondió Terry, provocando que ambos rieran.
La noche transcurrió con ambos jugando y haciendo bromas, hasta que se hizo más tarde.
Mac se encontraba contemplando las estrellas, absorto en sus pensamientos, mientras que Terry se encontraba grabando algo en el tronco del Árbol.
"¿Qué estas escribiendo?" Le preguntó Mac con curiosidad.
"Se me ocurrió dejar una marca, por si volvemos a este lugar mucho tiempo después." Le respondió Terry, a lo que Mac se acercó para ver lo que había escrito.
En la corteza se leía, "Mac y T, estuvieron aquí."
"Bueno, al menos cualquier otro Pony que vea esto pensará que quizá lo escribió una civilización antigua, porque tu letra es horrible amigo, jaja." Dijo Mac, riendo a carcajadas.
"Púdrete Mac, jajaja." Ambos se echaron a reír, hasta que el sonido de una rama rompiéndose hizo que Mac se detuviera.
"¿De nuevo?" Se preguntó en su mente, girándose para buscar la procedencia del sonido.
"Jaja, hey amigo. ¿Qué te pasa? Te pusiste muy serio de pronto." Le dijo Terry, poniendo un casco en el hombro de Mac.
"¿A caso no escuchaste ese ruido?" Le preguntó Mac, con seriedad. Lo que hizo que Terry dejara a un lado las bromas.
"Amigo, yo no he oído nada. ¿Qué escuchaste?" Le preguntó Terry.
"Fue como el sonido de una rama rompiéndose. Pero ya había escuchado lo mismo, justo antes de que tu me asustaras hace rato." Le contó Mac.
Terry echó un vistazo a los alrededores, pero ni siquiera con la ayuda de la luz de la luna pudo ver algo entre los árboles.
"No lo se Mac, quizá fue solo un animal salvaje como un conejo o un mapache." Le dijo su amigo.
Pero Mac no podía evitar recordar que el había visto la silueta de un Pony entre los árboles, horas atrás. Sin embargo, decidió no comentarle ese detalle a su amigo, mas que nada para no asustarlo.
Pero al menos el, no pensaba dormir aquella noche.
Ambos regresaron a la fogata, y apreciaron la inmensidad de Sweet Apple Acres, bañado por la luz de la luna, hasta que después de un rato decidieron finalmente acostarse a dormir.
Terry se quedo dormido al instante, mientras que Mac tenía la intención de permanecer despierto hasta el amanecer. Pero el cansancio finalmente lo acabó venciendo y sin darse cuenta se quedó dormido.
Un sonido lo trajo de vuelta a la conciencia. Al principio no le dio importancia, incluso por un momento creyó que se encontraba en su habitación, pero no tardó mas que unos segundos en caer en cuenta y se levantó rápidamente, mirando a todos lados.
Fue entonces que el sonido de una rama rompiéndose lo llevó a mirar hacia la línea de los árboles, en el comienzo de la colina. Y ahí lo vio de nuevo, una figura oscura con forma de un Pony, estaba de pie junto al tronco de un árbol, mirándole con unos brillantes ojos rojos.
La impresión casi lo lleva a salir corriendo de vuelta a la casa, pero entonces recordó que Terry seguía dormido.
"Terry, despierta, tenemos que irnos de aquí ahora." Le dijo Mac en voz alta, pero Terry seguía dormido.
Mac devolvió su mirada a la criatura, pero ahora ya no se encontraba ahí. Esto lo llevo a correr hacia Terry, cayendo sobre él.
"¿Eh? Qué diablos te pasa, déjame dormir." Le dijo Terry, molesto.
"¡Ponte de pie, tenemos que salir de aquí ahora!" Le grito Mac, ahora en pánico. Y tomo a Terry por uno de sus cascos y lo levanto para luego echarse a correr juntos.
"Oye, detente ¿Qué esta pasando?" Le preguntó Terry, casi siendo arrastrado por Mac.
"Yo tenía razón, aquí hay algo asechándonos y ahora lo he visto." Le respondió Mac, sin dejar de correr.
"Mac, ¿estas seguro de que no te lo estas…?" Pero se detuvo antes de continuar, porque escucho como algo corría tras ellos, a no muy pocos metros.
Terry se giró, más confundido que asustado y entonces pudo ver a la misma criatura que Mac había visto.
Terry gritó de miedo y comenzó a correr con mas fuerza, incluso dejando un poco atrás a Mac.
Fue entonces que avistaron el granero, y corrieron con más fuerza para llegar.
Por suerte una de las puertas se había quedado abierta, por lo que ambos entraron rápidamente y cerraron la puerta casi al mismo tiempo.
Escuchando un fuerte golpe al otro lado, que fue tan fuerte que incluso hizo que Mac, quien era el que estaba sosteniendo la puerta, callera de espaldas al suelo por la fuerza del golpe.
"Celestia santísima, ¿qué henos es eso?" Preguntó Terry, bastante asustado.
"No lo sé. Pero ahora estamos atrapados aquí." Respondió Mac, levantándose del suelo.
Pero hubo otro golpe aun mas fuerte contra la puerta del granero.
"¡Oh rayos viejo, va a derribar la puerta si sigue así, tenemos que hacer algo!" Gritó Terry presa del pánico.
A pesar del miedo, Mac paseo su mirada por el granero hasta que se fijo en una de las ventanas.
"Ven conmigo, de prisa." Le dijo Mac a su amigo, y fueron hasta la ventana.
"Aprovechemos que esta entretenido con la puerta y salgamos por aquí." Dijo Mac, retirando el seguro de las dos puertecillas de madera que protegían el cristal de la ventana. Pero en cuanto se disponía a abrir la ventana vio unos penetrantes y brillantes ojos rojos al otro lado.
Y antes de que pudiera avisarle a Terry, aquella cosa rompió el cristal con su cabeza y trató de alcanzar a Mac, quien se había caído de espaldas un segundo antes de que aquella cosa rompiera el cristal.
Terry al ver a la criatura tomo a Mac por los hombros y lo jaló lejos de la ventana, mientras aquella cosa intentaba forzar su entrada.
Su aspecto era muy extraño, pues parecía un Pony, solo que mas grande que uno promedio y su pelaje era totalmente negro. Sus ojos rojos brillaban con una pupila de color negro en el centro y lo peor era su boca. Una boca que parecía poder abrirse bastante y que además tenía una larga hilera de dientes afilados y amarillentos.
Los sonidos que emitía eran como si un Pony jadeara intentando decir algo, pero eran sonidos incomprensibles y aterradores. Incluso llegando a sonar demasiado animal.
Los amigos estaban aterrorizados, pero Mac sabía que, si aquella cosa lograba entrar, entonces seria su fin.
Así que actuando mas por instinto que por lógica, tomó una caja de madera que usaban para las cosechas y la usó para empujar a la criatura de vuelta afuera.
Terry a pesar de ser presa del terror y de haber vaciado su vejiga, corrió a ayudar a Mac, usando la caja para hacer distancia entre ellos y la criatura, intentando que no entrara más.
De pronto un fuerte estruendo se dejó escuchar, y pareció asustar a la criatura pues este dejo de forcejear con los pequeños y rápidamente se echó a correr, perdiéndose entre los árboles y la oscuridad.
Luego un toquido seguido de la voz de la abuela Smith se dejo escuchar al otro lado de la puerta del granero. Por lo que los chicos rápidamente fueron a abrirla, encontrándose a la abuela Smith ahí de pie, llevando consigo una lampara de aceite y un viejo rifle.
"Te lo dije, pequeño Mac. A las criaturas les encanta merodear por la noche, pero mas aun les gusta ver que tipo de presas incautas pueden encontrar." Le dijo la abuela Smith, y luego escoltó a ambos chicos de vuelta a la casa, donde les hizo tomar un baño y luego les dio chocolate caliente, para que intentaran calmarse y dormir.
"¿Y bien, que te pareció?" Le preguntó Applejack a su amiga Pegaso, quien la había estado mirando con atención durante todo el relato.
"Wow, esa historia es increíble. ¿Y todo ocurrió en este mismo granero? No puedo creerlo." Respondió Rainbow Dash, maravillada por la historia.
"Eyup." Respondió una voz.
Ambas miraron a la puerta y vieron a Big Macintosh de pie.
"Vaya Mac, llegaste justo a tiempo." Le dijo Applejack, poniéndose de pie.
"En realidad llegué mucho antes, pero no quería interrumpir la historia." Le respondió Mac, que mantenía la puerta abierta para que pudieran salir.
"Hey Mac, apuesto a que, si te volvieras a encontrar con esa criatura, le darías su merecido, ¿no es así?" Le dijo Rainbow Dash cuando pasaba por su lado.
"Eyup." Le respondió Mac, mientras veía a la Pegaso salir del granero junto a Applejack.
Mac dio un vistazo al granero, en especial a la ventana donde había ocurrido aquella lucha con esa criatura.
Sintió un escalofrió solo de recordar esa noche de nuevo, pues nunca obtuvo una explicación de lo que el y su amigo Terry habían enfrentado aquella noche. Y nunca volvieron a encontrarse con esa cosa, gracias a Celestia.
Desde entonces, el ya no se quedaba afuera cuando caía la noche.
Suspiró y finalmente salió del granero también.
Pero, no se dio cuenta de que unos brillantes ojos rojos se asomaron al otro lado del cristal de la ventana del granero.
Fin.
Nota del autor: Saludos amigos de Fanfiction, si la historia les ha gustado por favor no olviden dejar sus Reviews. Son muy importantes para mí y me motivan a continuar escribiendo :3
Si prefieren las Creepypastas en formado de video con Loquendo, la pueden encontrar en mi Canal de Youtube RainbowDashFanBlack.
¡Nos leemos!
