Capítulo 33: No eran amigos, o eso decía Draco, Potter cree lo contrario.
Draco no quiere ayudar a Potter a practicar magia, porque no es su problema, así de simple. Claro que cuando entró al aula vacía con Granger, que en realidad parecía un poco incómoda con la forma en como Potter prácticamente lo obligaba a quedarse ahí, sintió un poco más de empatía; parecía que Potter simplemente era un idiota a la hora de hacer amigos como si nunca hubiera tenido (no muy diferente a Draco antes del campamento mestizo). Tomó solo unos cinco minutos de ver lo que Potter o Granger sabían sobre el hechizo, para que Draco se erizara y tomara su varita para enseñarles, no era su deseo, pero era tan natural para él corregir a otros cuando hicieron algo mal. Culpó totalmente al campamento mestizo, que solía colocarlo ahora como tutor de niños pequeños ahora que no era de los nuevos, así que comenzó con Granger que realmente era la más intuitiva de los dos.
La chica solo ocupaba una suave dirección y comenzaría a presentar mejoras.
Parecía recelosa que Draco supiera magia que ella no, a pesar de ser de la misma edad, lo cual no tiene sentido.
Draco ha luchado contra cíclopes y no porque tengan la misma edad, espera que Granger lo haga igual.
Potter por otro lado es un dolor.
Demasiado hiperactivo, le cuesta prestar atención y un núcleo mágico bastante notable. Ni los hijos de Hermes ocupan tanta atención, pero luego de algunas horas Potter logra hacer mover la manzana a la distancia, no llega hacia él, pero sale volando contra la pared y con eso Draco piensa que puede ser libre al fin.
Esto merece descanso.
Ya les enseñó lo que ocupaban, ahora solo queda ensayar hasta dominarlo.
¿Verdad?
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—Draco. —La voz de Potter es un canto de tortura una semana después. Draco se encoge contra su asiento en la biblioteca ignorándolo.
—Te lo dije Potter, no somos amigos, deja de llamarme por mi nombre —gruñe, pero el chico toma asiento a su lado.
Theo y Lavender que están acostumbrados a esto, simplemente dejan de leer para admirar divertidos el espectáculo. Viktor que ese día estaba con ellos (últimamente siempre los acompaña a la biblioteca) solo parpadea curioso, al tiempo que Anthony que había estado sentado con ellos alegando que últimamente siempre está ocupado, frunce el ceño molesto.
Potter ignora olímpicamente a Anthony.
No piensa en eso.
Solo quiere estudiar tranquilo, con sus amigos, lejos de problemas con Potter.
Ha visto en los pasillos cuando Potter lo acorrala para entrenar, las miradas llenas de enojo de la comadreja, que Draco solo le da una mirada de regreso tipo «por favor vuelve a ser su amigo y aléjalo de mí», que tristemente aún no han funcionado en absoluto.
Por eso las comadrejas no son sus amigos.
—Ocupo tu ayuda.
—Chúpame la polla.
—Vamos, tengo un avance o eso dice Hermione, te necesitamos.
Draco le da una mirada de muerte, pero los ojos de cachorro de Potter hacen que algo dentro de él duela. Objetivamente sabe que puede negarse, simplemente mandarlo a volar o recordarle que gracias a él cada viernes de este mes tiene castigo con McGonagall organizando libros. Draco realmente no se deja nunca de nadie, ha aprendido en la vida a tomar el control de sus acciones.
Potter es un idiota.
No es su amigo.
Es una molestia.
Se pregunta por qué cuando este lo toma por el brazo y lo arrastra, solamente se deja llevar, no debe ser normal.
Algo está mal.
¿Pero qué?
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—Pasas mucho tiempo con Potter y Granger —habla Anthony cuando se ha logrado escapar de Potter para verse con Anthony. El chico parece amargo cuando le comenta que ocupa tiempo para él y si no fuera por Granger probablemente habría obligado a quedarse.
Su relación con Granger inesperadamente está mejorando, no al punto de ser amigos, pero claramente hay un largo camino desde que le llamó sangre sucia en primer año a la actualidad donde pueden sentarse para discutir sobre magia.
Es inteligente.
Lo sabía, no por nada pasó todo el primer año intentando ir detrás de ella en el ámbito académico, pero es un poco reconfortante. Anthony es inteligente, lo sabe, pero Granger tiene una forma un poco más intrépida de algunas teorías de magia que llaman más la atención de Draco.
Igualmente, no pasa todo el tiempo con ellos, Potter comienza a ser bueno con el accio, no experto como Draco, pero probablemente estaría bien a estas alturas.
Así que puede regresar a su normalidad.
—En el verano tengo este campamento, suelo ayudar a los pequeños, solamente ayudo a Potter porque realmente lo necesita y soy demasiado fabuloso como para ayudar; se lo restregaré toda la vida en la cara —bromea Draco con una sonrisa, que se apaga ligeramente al ver como el rostro de Anthony permanece aún serio a su lado.
Están en el exterior del castillo, admirando un poco la vista en un punto apartado de la vista de todos, solo ocupó algunos hechizos calentadores por el frío de la época y sudaderas abrigadas para poder pasar el tiempo a solas.
Era agradable.
Pero Anthony parecía incómodo.
Eso no era buena señal.
—No me agrada Potter —admite Anthony viendo al cielo, exhalando un suspiro que parece soltar un aire visible por el frío del lugar.
Draco ve fijamente sus labios, antes de procesar sus palabras y reírse ligeramente.
—Percy también lo odia.
—Sinceramente, Percy también me intimidaba un poco al inicio.
—¿En serio? —pregunta Draco juguetón, jugando con los dedos de la mano de Anthony que ha logrado entrelazar. El mal humor del chico parece pasar un poco a segundo plano antes de sonreír aun en contra de su voluntad.
Parece pensar en sus palabras antes de asentir.
—Es impresionante, no me extraña que te gustara, la relación de ambos es asombrosa —admite el chico con un aire algo triste.
La mano de Draco sigue jugando con la de Anthony pensando en sus palabras, recordando al chico de 12 años que había caído totalmente enamorado de su mejor amigo, lo cual era pésimo porque su mejor amigo no era gay… o bisexual siquiera. Había sufrido durante muchos meses el enamoramiento no correspondido, pero al final de cuentas, había aceptado que Percy estaba enamorado de Annabeth.
Y ella de él.
Draco amaba demasiado a ambos y solamente, hizo un paso atrás, egoístamente amando demasiado a ambos para dejarlos ir.
Con el tiempo supo seguir adelante, ahora podía besarse con Anthony y el recuerdo de su amor por Percy no dolía, solo era un agradable recuerdo. Si Percy estuviera aquí le diría que estuvo enamorado de él, porque ya no siente nada y sabe que su amigo probablemente no se sentiría mal por sus sentimientos, que ya sucedieron.
Sería un buen recuerdo para reírse a futuro.
—Amo a Percy —admite Draco seriamente—, pero ya no románticamente, a él le encanta Annabeth, a quien también amo como amiga —añade con una sonrisa.
Anthony solo asiente, por dicha, no pidiendo que diga que lo ama o algo así, porque le gusta Anthony, le gusta pasar el tiempo con Anthony y le gusta mucho besarlo.
Pero no era amor.
Tal vez podría ser amor en el futuro, tal vez podría aprender a amarlo.
No lo sabe.
Pero quiere descubrirlo.
Anthony aún parece algo pensativo ahora, pero antes de darle oportunidad que siga pensando en cosas extrañas, pincha su mejilla. El chico voltea a verle enojado, pero Draco aprovecha para robarle un rápido beso en los labios que hace que Anthony suelte un chillido divertido, antes que le regrese el beso. No dura mucho, cuando se separan, el rostro de Anthony sigue algo preocupado, pero ahora se encuentra más relajado antes de sonreír.
Draco sonríe también.
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—Hace tiempo que no sé de ti, me preocupa —habla Draco cuando por fin pudo comunicarse con Nico, un pésimo momento porque ese día era la primera prueba y quería ver que tan mal lo hizo Potter y si sobrevivía.
Pero Nico tenía prioridad.
El chico parece algo pálido, pero sus ojos siguen siendo brillantes y aparte del incremento de prendas negras muggles, sigue luciendo como su adorable Nico que debe cuidar y proteger.
—Estuve en el inframundo, no con papá, pero estaba entrenando con algunos héroes del pasado, mejoré en el uso de la espada —anuncia con emoción, aunque cuando habla sobre héroes del pasado parece nervioso, a lo cual Draco suspira preocupado.
Bueno.
Mejoró el uso de armas, eso es algo positivo.
Peligrosamente positivo.
—Mamá está preocupada —le recuerda a lo cual Nico hace un puchero.
—Sí, prometo volver pronto, hablé con Will, también parece preocupado, pero solo estoy investigando sobre algo que creo que podría ayudar contra Cronos —dice de manera animada.
En contra de su buena voluntad, Draco pregunta.
—¿Qué cosa?
—Le dicen la maldición de Aquiles —señala Nico lo cual Draco hace que levante la ceja, piensa en su propia maldición de Patroclo y algo se retuerce en su interior—. Si alguien se baña en el río Estigio podrían obtener grandes poderes, también una gran debilidad, pero parece que falta algo para que puedan sumergirse en el río Estigio; estuve investigando pero aún no lo sé, pensé que podría ayudar a Percy ya que es el niño de la profecía —admite con voz cansada, lo cual hace que Draco asienta un poco meditabundo.
Tiene sentido.
Pero si Percy se baña en el río Estigio obteniendo la maldición de Aquiles y Draco tiene la maldición de Patroclo.
Bueno.
Suena ridículo.
Pero se siente nervioso. Con un mal presentimiento en su interior, le dice a Nico que vaya a casa y este dice que lo hará en unas horas, una promesa y la llamada se corta. Se mantiene un rato viendo hacia la nada, pensativo antes de suspirar y levantarse ante el llamado de Theo al otro lado de la puerta porque van tarde.
Aquiles.
Patroclo.
Estigia.
Toca su pecho sintiéndolo pesado.
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Los dragones son bastante intimidantes, Draco toma asiento al lado de Theo y Blaise, admirando el torneo con la boca abierta y gritando en apoyo; si bien algunas personas parecen asustadas, bueno Draco se encuentra bastante en familia. Esta es la primera vez desde que volvió a Hogwarts, que se siente bastante identificado con el campamento mestizo, este torneo sin duda sería algo que haría su campamento solo por diversión. Lavender detrás de él también grita emocionada, lo que significa que finalmente la locura del campamento llegó a su amiga y ya no hay vuelta atrás.
Una vez dentro.
Nunca fuera.
Apoya a Viktor de corazón, acepta que Cedric se ve guapo con fuego a su alrededor (sigue pensando que es idiota que Potter le diera ventaja al chico) y Fleur… bueno es Fleur.
Curiosamente no tiene mucho que decir a su favor o en contra, a diferencia de la mayoría de la población masculina del colegio.
Cuando llega Potter.
Bueno.
Draco está curioso de que hará, ya tenía un plan y lo estuvo ayudando a entrenar por días aun en contra de su voluntad, pero que saliera con vida siempre es más que todo una probabilidad que no llega al 100%. El chico parecía dudoso cuando llamó a la escoba, pero luego de tenerla y suspirar aliviado, mientras el público rugía en aprobación, Draco notó su mirada.
Confiada.
Sobre la escoba era diferente.
Potter se siente seguro en el aire, volando en la escoba y esquivando el Dragón, como si fuera otro partido de Quidditch al que debe participar. Draco se queja ligeramente sin aire al verlo en el cielo como si fuera su elemento, no sabe si tiene algo que ver con ser el hijo de Zeus (aunque lo odie) o tal vez porque hasta ahora ninguno de sus amigos se ha sentido tan cómodo en el cielo como Draco.
El niño que vivió se ve diferente sobre una escoba, escapando de llamaradas y con el rostro bastante impresionante.
Odia el revoltijo de su vientre.
Tiene que admitirlo.
Potter se ve caliente en ese momento, culpa a que está escapando de un dragón.
Odia el pensamiento persistente.
Hermoso.
Asombroso.
Como un maldito niño de 11 años nuevamente.
Al final Potter lo logró, con un brazo herido, pero con una sonrisa brillante de terminar con vida que hizo que el corazón de Draco se encogiera un poco. Los sentimientos ahí comenzaron a moverse más evidentemente y Draco comenzó a asustarse por ellos, recordaba haber tenido admiración cuando era un niño sobre la idea de el niño que vivió, pero estos sentimientos parecían un poco más similares a la admiración que sintió por Percy anteriormente y eso no era buena idea.
No.
Retroceder.
Sentimientos malos.
Cuando Potter volteó a verlo o eso pensó Draco, en medio de profesores, la enfermera e incluso la estúpida comadreja, sonrió saludando con su brazo bueno. Pero Draco se quedó ahí sin verlo realmente, solamente entrecerrando la mirada y suspirando.
—¿Qué sucede? —cuestionó Theo a su lado curioso, había notado el intercambio de miradas, pero amablemente no señaló nada.
—Algo problemático probablemente —admite Draco, viendo la celebración de lejos.
Sí.
El latido de su corazón, simplemente significa problemas.
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Draco pasó el siguiente día tranquilo, simplemente ignorando el pánico en su interior o como quería estampar su cabeza contra la pared más cercana; cuando Percy notó algo raro, simplemente cerró las comunicaciones con la Oclumancia luego de decirle que ocupaba un poco de tiempo a solas, le gustara o no. Es estúpido, apenas si ha hablado con Potter en los últimos días, bueno, retiren eso, sí ha estado ayudándole a entrenar y eso sin duda ha fortalecido cierto grado de cercanía entre ambos; también con Granger y claramente no le gustaba Granger.
No entendía.
Podría sentirse atraído físicamente por Potter, eso no le molestaba, se sentía físicamente atraído por Viktor y tampoco es que quisiera nada de él; pero con Potter el sentimiento le recordaba un poco a lo que sintió por Percy y eso era un gran NO en su interior.
¿Por qué Potter?
Casi siente desesperación.
Le gustaba mucho Anthony, el lindo y adorable Ravenclaw con quien ha estado saliendo últimamente y besándose alejados de los demás. El chico que tiene muchos gustos similares a los suyos, le agradaba su compañía y Anthony les agradaba a sus amigos; cada que habla con Nico este pregunta por Anthony, la mitomagia sin duda fue un plus para ellos.
Nico en realidad no le agradan las personas nuevas, así que Anthony debe tener algo bueno.
Percy también es un claro ejemplo de Team Anthony.
Potter es molesto, ni siquiera son amigos (no importa que este insista o siga llamándolo por su nombre), Percy, que es su persona más importante, lo odia, por lo cual Draco debería pensar que sin duda es una señal. Además, es heterosexual, supone, nunca nadie le vio una novia, aunque todos hacen bromas de la cercanía que tiene con Granger y la comadreja.
¿Qué está pensando ahora?
Está delirando.
Al igual que con Percy, matará cualquier indicio de sentimiento antes que sea algo problemático, debe ser fácil ya que no es tan cercano a Potter y simplemente es algo que eliminar. No hay un vínculo con Potter, o al menos no ha sentido que se forme alguno, así que tampoco debe ser difícil; solo mantenerse alejado y listo.
Fácil.
Esto solamente será otro momento humilde de su vida.
—Malfoy. —Detiene sus pensamientos, levanta el rostro notando a Granger al final del pasillo quien camina hacia él con calma.
Sin miedo o asco, lo cual es un avance, los últimos días los han llevado a relacionarse sin intentar atacar la garganta del otro.
—Granger —saluda de regreso, casi queriendo volver a caminar para mantener sus pensamientos con él.
Se siente un poco estúpido en realidad, le había incluso enviado una carta a su padre preguntando por la segunda prueba y este respondió, había pensado en que podría ayudar a Potter y aunque inicialmente no supo por qué, probablemente ahora tenga una idea del porqué. Ahora que Potter parece volver a charlar con la comadreja, sin duda dejará la idea de la estúpida amistad con Draco y podrán volver a sus vidas separadas.
Mejor mantenerse alejado.
Que pérdida de tiempo con su padre y las tareas.
—Harry dice que te envió una nota para celebrar ayer, pero no apareciste en la torre Gryffindor —señala Granger con el ceño fruncido.
Ah.
Sí, la nota.
Lavender parecía indignada de ser usada como lechuza, pero en lugar de llevar a Draco de regreso a la torre Gryffindor, Draco la secuestró para pasar un rato en las habitaciones Slytherin donde lograron convencer a Theo de hacer un juego de cartas; Blaise se había unido y había sido bastante divertido en realidad. Intentó desviarse de la atención de querer ir a la torre Gryffindor, porque eran pensamientos estúpidos y no eran amigos.
No importa que dijera Potter.
No hay amistad.
Ahora tiene a la comadreja.
Listo.
Distancia Draco, la distancia es saludable.
Se niega a volver a sufrir.
—Ya le dije que no somos amigos, así que no tenía nada que hacer ahí —habla con indiferencia mientras mete las manos en sus bolsillos. Mientras menos cosas tenga expuestas es mejor.
Granger es molesta, pero increíblemente perceptiva cuando quiere.
También muy mandona, lo nota cuando bloquea su paso. Draco suspira aburrido; aquí vamos.
—Harry cree que son amigos. —Nuevamente Draco ha negado esa afirmación demasiadas veces para intentarlo de nuevo—. Especialmente desde el verano, antes hablaba de ti con molestia, pero algo pasó y no quiere hablar con nosotros; pero sabemos que eso te involucra a ti. —Ahora eso suena como una acusación, Draco traga saliva recordando los eventos del verano pasado—. Pero cada que quiero investigar, me detengo porque Harry parece triste, así que te lo digo Malfoy, Harry es tu amigo y por eso lo ayudas, si quisieras lo dejarías de lado, pero de alguna forma también tú pareces orbitar a su alrededor.
Sí, bueno.
Eso se acabó aquí.
Draco ve fijamente a Granger con el rostro sin emociones. Tiene razón, odia tener que admitirlo, pero tiene mucha razón y eso va a cambiar ahora.
—Bueno ya no va pasar más —determina con seriedad, Granger le mira confundida cuando pasa a su lado con el mentón en alto.
Sí.
Eso se va a detener ese mismo día.
Draco se niega a enamorarse de Potter.
Ha luchado contra monstruos, titanes, Cronos y un Percy que no quiere irse a la cama hasta obtener un abrazo; puede con lo que sea.
Esta vez no será una excepción.
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—No has hablado de Harry las últimas 24 horas, me preocupa —es Theo quien dice en tono burlón, mientras a su espalda Blaise paga a una divertida Pansy.
—¿Pasó algo con Potter? ¿Estás enfermo? —Percy también está preocupado.
—Draco te amo, pero si Percy me vuelve a preguntar por Potter, cuando por fin dejas de hablar con él, lo asesinaré. —Annabeth dice cansada.
—Pasó algo malo con Potter, no hablaste de él —dice Will, nervioso, pero un poco feliz por algo aparte que descubre pronto con Nico.
—No hablaste de Potter, le debo ahora dinero a Will —gruñe Nico enojado.
—Harry parece triste cuando comenzaste a ignorarlo, aunque disfruto un poco el caos —menciona Lavender, sonriendo divertida.
—Nico me comentó sobre Harry Potter, ¿todo bien cariño? —habla su madre, preocupada.
—La calma antes de la tormenta —dijo su padre con un susurro.
—¿Quién era Potter otra vez? —pregunta Bianca confundida cuando habla de su hermano.
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Draco camina tranquilamente por el castillo, claro que a veces tiene que hacer malabares para ignorar a Potter, que suele ser muy persistente, aunque su nuevo estatus de celebridad siempre lo tiene rodeado de personas; bien por él. El niño a diferencia de las veces anteriores donde lo había terminado arrastrando en contra de su voluntad, solo lo intentó una vez y se detuvo cuando Draco sin verlo, se safó de su mano y caminó más rápido para ignorarlo. Pensó que la mancha en su zapato seguiría ahí un tiempo más, pero sorpresivamente solo ocupó un rechazo serio para que este dejara siquiera de verlo, cada que sus miradas por casualidad se topaban, Potter voltearía a ver a otro lado con cierto grado de molestia y tristeza.
Odiaba la parte de él que quiso acercarse para hablar.
Quitarle ese rostro triste.
Pero ahora que tenía una idea de dónde venían esos pensamientos, luchó contra ellos.
—Pareces pensativo —señala Anthony, mientras camina con él a la clase de Herbología. Draco pestañea sacado de sus pensamientos.
De todos Anthony era el único que no había hecho notar su falta de hablar de Potter, lo cual era bueno, si alguien volvía a mencionarlo cuando luchaba fuertemente para no hablar de él.
Probablemente se volvería loco.
Ya casi es diciembre, unos meses más y podría ser libre para volver al campamento, probablemente a una lucha mortal que sin duda no es algo que debería querer tanto como lo hace ahora. Debido a la falta de capacidad para ir esta navidad a América (Percy sigue resentido por eso), tendrá que pasar la navidad en Inglaterra. Pero, aunque tiene una idea de que se realizará un baile de navidad por el torneo, no tiene mucho interés en participar del asunto.
Sorpresivamente.
—Se acercan las vacaciones, usualmente voy con unos amigos, pero creo que lo pasaré este año con mis padres —habla Draco algo pensativo.
Lavender había parecido indignada de que se marchara, pero luego de verla con un puchero, esta había terminado cediendo. Lavender quería ir al baile de navidad con un estudiante de Durmstrang (que no se lo había pedido aún), pero también quería ir a la mansión Malfoy, cuando comentó que Lavender estaba invitada a su casa, Theo se había invitado también.
El amante de libros prefería mil veces ir con ellos que asistir a un baile.
—¿No vas asistir al baile? —pregunta Anthony ligeramente desanimado. No es que este lo hubiera invitado en algún momento a acompañarle.
Algunas niñas de Slytherin y sorprendentemente de otras casas, habían sido osadas en pedirle ir con ellas, pero Draco las había rechazado; algunos chicos de Durmstrang lo vieron, pero curiosamente había sido un buen visto chico de Beauxbatons que lo había invitado una tarde fuera de la biblioteca. Fue un poco el shock de que un chico lo invitara, pero, aunque agradeció la propuesta mucho más que la de las niñas, tuvo que rechazarlo para el chico de cabello negro y ojos azules; que joder estaba caliente.
Era considerablemente popular.
Su ego estaba por las nubes, pero quería descansar un poco y aquí no lo haría.
Ver a Viktor pedir una cita a Granger por otro lado, había hecho que su pequeño grupo cercano (Lavender y Theo) se burlaran de forma amigable de Viktor durante la cena, quien no dejó de estar sonrojado, pero luciendo satisfecho.
—Quiero ver a mis padres —admite, aunque sabe que Nico ya tiene un viaje planeado para ir con Percy y Will en navidad, parecía un poco dividido con la llegada de Draco, pero le dijo que estaba bien.
Él no estaba castigado después de todo.
—Mamá quería que fuera con ella, pensé en quedarme en Hogwarts y tal vez… pensé… —Anthony se muerde el labio indeciso, Draco se pregunta si el chico tendría la valentía para invitarlo a salir frente a todos los demás, pero decide no obligarlo a nada.
Nadie está viendo, así que toma la mano de Anthony y le da un apretón.
—No tienes que hacerlo, pero podrías venir a la mansión si quisieras —habla Draco con calma. El rostro de Anthony parece pensativo, antes de asentir un poco más animado.
Draco tira para besar el chico detrás de una estatua y no, no piensa en Potter o sus ojos verdes en ningún momento, porque Draco ya no piensa hacerlo.
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Lavender señala asustada cuando Draco accidentalmente apuñala su pierna de pollo cuando Pansy está contando el rumor de que Potter invito a Cho Chang para el baile de navidad al mismo tiempo que Ron Weasley intentó que Fleur Delacour aceptara ir con él; ambos fueron claramente rechazados. Theo que sintió un poco de salsa de tomate en su rostro, le dio una mirada de muerte, que Draco ignoró para seguir comiendo como si nada pasara.
No estaba enojado.
Solo quería apuñalar su pierna de pollo.
Blaise vitoreó sacándole dinero a Pansy, qué habrá pensado que luego de eso al fin hablaría de Potter.
Draco jadea indignado cuando Vincent, Gregory y Daphne también pagan.
—Hijos de perra —sisea, pero Lavender solamente se ríe antes de limpiar su mejilla.
Era un sol.
Si tuviera que ir al baile con alguien que no fuera Anthony, porque este aun no sale del armario (Draco tampoco, o no totalmente) Lavender sería la dama elegida.
—Mi querida lionne —le dice de forma melosa, que hace a Lavender regodearse de Pansy que le saca el dedo del medio.
Una costumbre muggle que Draco instauró en Slytherin, se siente muy orgulloso de eso gracias.
No piensa en el baile.
No piensa en Potter pidiéndole cita a la fea chica Chang.
No.
Porque no le importa.
Apuñala su pierna una tercera vez, otras apuestas se cobran, hijos de perra.
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El tren para regresar a casa estaba casi vacío, la mayoría de estudiantes mayores decidieron quedarse por el baile y aparte de los estudiantes de primeros años, Draco cree que el compartimiento donde esta se encuentran los pocos estudiantes mayores que se iban. Theo y Lavender estaban en un competitivo juego de cartas, mientras Anthony, sorpresivamente cómodo, estaba sentado junto a él jugando con su cabello, lo hizo sentir nervioso, pero sonreía de forma extasiada por el extraño contacto íntimo frente a los demás.
Era tan poco común.
Draco se sintió cómodo.
Bajó del tren luego de algunas horas, y una media hora que pasó encerrado en el baño con Anthony besándose, antes de que llegaran. La madre de Anthony le estaba esperando, la mujer parecía un poco confundida cuando Anthony le presentó dos Slytherin y una Gryffindor, que si bien los últimos dos no eran amigos, fue amable y la madre de Anthony los saludó amablemente.
Lo vería dentro de unos días.
Lucius y Narcisa no parecieron sorprendidos cuando Lavender estaba prácticamente a su lado abrazándolo, mientras que Theo saludó cordialmente como de costumbre.
—¿Sigues adoptando niños? —cuestiona Lucius ligeramente divertido, y es un poco reconfortante escucharlo ser así, luego de todo lo que pasó antes de clases.
Su padre había estado inesperadamente de acuerdo en que viniera estas vacaciones, lo cual serviría para recuperar el tiempo perdido de sus anteriores vacaciones. Narcisa caminaba con Lavender, hablando sobre el pelo de la niña que parecía sumamente orgullosa de él, solo para quedarse un poco desequilibrada cuando Lavender comenzó a hablar sobre la lucha con hachas.
Theo los ignoró a todos con un libro en sus manos.
—Son mis amigos —asegura Draco, con una sonrisa juguetona, que hizo a Lucius suspirar.
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—Esta es la famosa estatua de Heracles.
—Draco estuvo enamorada de ella toda su infancia.
—Son los peores amigos del mundo.
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Draco duerme mucho en su cama, pero se siente fría, es extraño no estar en la cama sin Nico por ahí molestando o Percy; así que la mañana siguiente se despierta un poco desanimado y se ríe de él mismo. Porque en realidad de alguna manera terminó extrañando a sus dos amigos al dormir con él, ridículo. Theo es alguien acostumbrado a la mansión que se mueve ágilmente a la biblioteca apenas puede. Lavender, por otro lado, pasa gran parte de la mañana jugando con su kit de maquillaje que le había regalado antes de navidad. Se deja ser de conejillo de indias para que le pinten las uñas de color verde oscuro, mientras ella declara que Nico se vería genial con delineador, lo cual Draco no sabe utilizar.
Tampoco piensa utilizarlo.
Nada en contra de él, pero no quiere delineador de ojos en medio de su escape durante las luchas.
Lavender le sacó la lengua.
—Tal vez deberíamos ir a Francia —había dicho su padre pensativo, su madre parece encantada con la idea de pasar unas vacaciones fuera.
Aunque usualmente los Malfoy tendrían alguna fiesta elegante para los sangre pura en estas fechas, parece que sus padres decidieron que alguien más fuera el anfitrión; algo que estaba haciendo que otros hablaran del tema, pero sorprendentemente ellos no habían mencionado mucho del tema. Draco se siente tenso al respecto, aunque ha demostrado lo poco que le importa la opinión pública comparado a su yo de 11 años, no significa que sus padres sean iguales.
Este año sería en la mansión Greengrass.
Aunque Daphne asistirá probablemente al baile de navidad, cree que Astoria sí estará en esta fiesta de su familia.
—Me encantaría ir a Francia —salta Lavender, aunque probablemente no debería opinar, no parece incómoda al respecto; Theo parece emocionado ante la perspectiva de perder otro baile.
De reojo su padre lo ve, Draco se sonroja ligeramente antes de aclararse la garganta.
—¿Podría invitar a un amigo?
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Cerca del Bosque de Brocéliande, los Malfoy tenían una enorme villa oculta por magia. Este es un lugar legendario en la mitología bretona, asociado con cuentos de hadas, magia y misterio. Se dice que el Bosque de Brocéliande es el lugar donde se encuentra la fuente de la juventud y la tumba del legendario rey Arturo. Además, es conocido por ser el hogar de personajes como Morgana Le Fay y Merlín el mago. No era una residencia tan grande como la mansión Malfoy, pero la estructura arquitectónica era bastante más similar a la de los castillos de este país.
Francia.
—Es bellísimo —chilla Lavender encantada, mientras su madre comienza a caminar haciendo un tour por los lugares del exterior, que han sido cuidados por los elfos domésticos.
Theo ya había ido anteriormente, así que otra vez parece más emocionado por la idea de la biblioteca y Anthony parece tímido detrás de él. Luego de pasar la navidad, su padre había acomodado todo en el ministerio para que pudieran viajar unos días a este lugar, Draco intentó no pensar mucho en el baile de navidad.
No importaba.
No tenía que importarle.
¿Qué importaba con quien fuera San Potter?
Si la noche anterior había pasado moviéndose inquietamente mientras Theo y Lavender lo miraban de reojo, bueno no es que importe.
—Tu familia tiene mucho dinero —susurra Anthony sorprendido, a lo cual Draco solo suspira.
Hace algunos años habría aprovechado este momento para presumir. Ahora solamente pensaba en el campamento mestizo, como a pesar de ser tan simple y lleno de locura, sigue siendo el lugar más hermoso que había conocido Draco hasta ahora.
Nunca se había sentido tan cálido como ese lugar.
Bueno.
Tal vez la casa Jackson, y ese lugar sin duda no era ni siquiera del tamaño de su habitación en la mansión Malfoy.
—Te sorprenderías de los mejores lugares que existen.
—Sabes tus padres son algo intimidantes, especialmente tu papá, mi padre era muy tranquilo.
—Casi no hablas de él.
—Bueno está muerto, no hay mucho que decir, era muggle, judío, aunque si no me equivoco era mitad egipcio.
—¿Estoy saliendo con alguien de sangre egipcia?
Anthony se sonroja antes de verlo divertido (aunque hasta ahora no han hablado de salir formalmente en realidad). Draco sonríe de forma orgullosa de poder lograr eso, antes que comience a caminar a su lado. Anthony se niega a tomar su mano, pero lejos de ser por la inseguridad habitual de que alguien los vea, parece ver nervioso a Lucius que no deja de verlo curioso. A veces parece que Lucius lo ve pensativo, a diferencia de su madre, que había parecido muy divertida de ver a Anthony.
—Quiero la habitación al lado de la de Draco —chilla Lavender entrando por la casa, seguida de Theo que gruñe que era ruidosa y luego esta le estampara un puñetazo en el vientre.
Y duele.
Theo termina de rodillas varios minutos.
Draco no es tan estúpido para señalarlo a Lavender, su derecha era mortal.
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En retrospectiva, Draco había tenido mucha fe cuando entraron a las ruinas, para que todo saliera bien. Todo había sido un inicio bastante fácil, sus padres amaban ir a París, incluso si eso representaba a muchos muggles, la ciudad del amor siempre fue importante para ellos; demasiado cariñosos para el punto de vista de Draco. Sus padres que estuvieron con ellos en la mañana en un pueblo mágico, dejaron que el grupo de adolescentes se fuera por su cuenta a la ciudad muggle. Theo parecía tener dudas ya que nunca lo hizo, pero probablemente no se quiso quedar atrás cuando todos estaban emocionados; Draco estaba fanfarrón ante la perspectiva de poder demostrarle a Anthony que era un gran potencial para pareja.
¿Una salida a París con amigos?
Ah.
Quedaría en grande con este y sería la mejor referencia para el futuro.
La falta de mensajería de Percy y Nico lo hizo sentir un poco inquieto, pero rápidamente se distrajo porque estaba en París y probablemente serían las primeras vacaciones que tendría sin algún problema con los olimpos.
Se equivocó, tanto.
—Lancelot no amaba a Ginebra —había dicho Theo de forma furiosa a Lavender, que levantaba el mentón en alto.
—Se casó con Arturo sí, pero claramente amaba a Lancelot —gruñe Lavender de forma ardiente y bastante terca.
Tanto Draco como Anthony que había comentado la historia como un hecho random al aire, se quedaron viendo el partido de ping pong frente a ellos. Lavender y Theo no solían tener temas de conversación en común que fueran tan de opiniones diferentes, pero al verlos luchar le causa un poco de nervios. Es diferente a cuando Annabeth y Percy luchan, porque son como una pareja de casados, aquí parecen que Lavender y Theo tuvieran 5 divorcios, listos para asesinar al otro.
Entonces Draco propuso ir a otro lado, el tema de un castillo abandonado surgió antes de poder evitarlo, porque Anthony sabía muchas cosas de la historia y ahora…
Lo peor sucedió.
—No podemos abrir la puerta —dice Anthony nervioso, cuando luego de que todos entraran a un castillo abandonado fuera de la ciudad, esto sucediera.
Claramente iba a suceder.
¿Qué esperaba Draco viniendo aquí por su propia voluntad?
Tal vez la inteligencia de Percy al fin lo había afectado.
Se había vuelto un idiota como este.
Pide una disculpa mental a Annabeth por convertirse en aquello que juró destruir.
Theo estaba inusualmente nervioso, podría no ser la mejor primera vez en el mundo muggle, Anthony parecía también inquieto. Lavender por otro lado tenía un rostro inusualmente serio, mientras su respiración se había tranquilizado y admiraba a todos lados de forma calculadora. No quería luchar aquí, habría muchas preguntas, aunque la probabilidad de que fuera un monstruo mitológico era reducida.
Lavender era la mejor usando la niebla del campamento mestizo.
La había utilizado todo el día con ellos.
Nadie debería verlos, mitológico o no.
¿Qué está pasando aquí?
¿Quién está jugando aquí con ellos?
—Creo que sea lo que sea, busca a Draco. —Las palabras de Theo lo congelan, levanta la mirada sorprendido de que pudo delatarlo, pero el chico había caminado hacia una de las paredes del lugar abandonado y tomó una nota.
Draco caminó con Lavender detrás de ellos, siempre viendo hacia su espalda, mientras Anthony veía curioso a su lado el papel ahora en sus manos.
"¿Cenamos Draco?"
Theo parecía pensar ahora que era una especie de broma, pero Draco solamente entrecerró la mirada a la nota antes de pasarla a Lavender. Su amiga también arrugó el rostro con desconfianza, mientras Draco caminaba intranquilo por medio del abandonado lugar; estaba lleno de telarañas, muebles destrozados, algunos grafitis y agujeros por todos lados.
No suficiente para irse.
Si fuera por él, enviaría a Theo y Anthony a la villa, pero supone que eso no es posible ahora.
Cuando unas pequeñas luces de color dorado se iluminan en el aire, suspendidas como si fueran magia, que claramente estaban creando un camino para seguir, Draco supo que algo estaba aquí involucrado; tristemente dudaba que fuera algo mágico.
—¿Es una broma? —pregunta Theo nervioso, mientras Anthony se sujeta a su brazo de forma bastante preocupada.
No.
No es una broma.
—Lavender la retaguardia —advierte Draco casi resignado, mientras toca su hombro y la lanza aparece en sus manos. Anthony suelta un chillido al tiempo que Theo lo ve asombrado, por primera vez en su vida luciendo sorprendido por algo.
Lavender solamente sujeta el pequeño prendedor de metal en su cabello, similar a un palillo para comer con adornos rosados, que al agitarlo se convierte en un hacha de mano.
Theo y Anthony se ven alarmados.
Sí, bueno.
Seguir las luces será sin duda una aventura.
¿Por qué con Anthony y Theo aquí?
Hasta ahora no habían sido enviados o llamados por un olimpo o dios menor sin alguien solamente humano, aunque Rachel la chica que conoció a Percy en el laberinto, parece que tenía especial capacidad para ver sobre la niebla.
¿Puede que sus dos amigos fueran ese caso?
—¿Vas a seguir llamas brillantes de la nada? —chilla Anthony, indignado al lado de Draco, lo cual le fastidia un poco, entiende sus nervios, pero sí, va a seguir las llamas brillantes por su cuenta.
Piensa en Potter un instante, en el laberinto como, aunque no había querido seguirlo, la mayor parte del tiempo simplemente lo hizo tranquilo.
Molesta.
Comparar a Potter con Anthony.
—Sí, tengo una idea de quién pudo hacer esto, es mejor no enojarlos.
—¿Quién hizo esto? —cuestiona Anthony pálido.
—Un olimpo. —Es lo único que dice Draco antes de comenzar a caminar con la lanza en su mano.
.
.
Es curioso cómo las llamas los llevaron por el castillo abandonado, el cual sin duda tenía demasiado polvo, pero ningún monstruo los atacó y Draco tomó eso como una pequeña victoria. La habitación donde fueron guiados, mientras que Theo y Anthony recibían un curso rápido de Lavender sobre qué eran, sin creerles claramente, fue apagado ante la habitación. El lugar era gigante, con un enorme comedor y todo el salón estaba como si fuera nuevo, muebles costosos, luces en todos lados, el lugar parecía salir directamente de cualquier revista de decoración que tendría Sally en ocasiones.
Y ahí estaba ella.
Draco sisea cuando ve a la mujer en un hermoso vestido rojo, con el cabello negro desordenado y grandes ojos verdes que parecen brillar divertidos. No quiso pensarlo, la primera vez notó las similitudes, pero ahora Draco puede entender mejor porque Afrodita tiene esa apariencia.
La apariencia de la persona que te gusta.
Potter.
Sus puños se aprietan molesto con él mismo al pensar que siempre ha visto así a Afrodita, sin ningún cambio.
¿Desde cuándo sus sentimientos están ahí?
La respuesta lo asusta.
¿Alguna vez se fueron realmente desde que tenía 11 años?
—Hola, Draco cariño, ha pasado tiempo, quería verte, pero es muy difícil escaparse del olimpo —habla Afrodita, chasquea sus dedos.
Hay gritos a su alrededor.
Draco levanta la lanza, solo para quedar congelado, cuando las cortinas parecen tomar vida, alargarse, atrapar a sus amigos; pero antes que se lance al ataque, todos ellos son enviados a una silla frente a la enorme mesa llena de los más deliciosos y exquisitos manjares que ha visto en su vida. Su lanza queda en sus manos, aunque odie a los olimpos, no es que tuviera algo totalmente en contra de Afrodita.
No quiere pensar que por su culpa raptaron a Annabeth.
Pero comparado a otros olimpos.
Nadie había muerto.
—¿París? —pregunta tomando asiento justo al otro lado de la mesa, frente a Afrodita.
Ve de reojo a Anthony que luce extremadamente pálido y probablemente ahora sí cree lo que dijo Lavender. Por otro lado, Theo se ve nervioso y Lavender solamente parece suspirar mientras coloca su hacha sobre la mesa y toma una fresa que juega con ella en sus manos, aburrida.
Es la primera vez frente a un olimpo.
No parece asustada.
Esa es su chica.
—Francia es mi país favorito y París tiene muy buenos lugares —dice Afrodita sonriendo, demasiado similar a Potter y Draco lo odia.
—Si querías hablar conmigo, podrías dejarlos fuera, pensé que no se metían entre panteones —señala Draco a Theo y Anthony.
Todo queda en silencio, la risa de Afrodita es musical y puede ver a sus dos amigos sonrojarse, incluso Lavender parece estar luchando contra su control.
No suena como Potter, se niega a pensarlo.
—Semidiós —habla Afrodita, señalando a Theo, que parece confundido como todos y luego señala a Anthony—. No estoy segura, pero es sin duda de otro panteón, ¿egipcio tal vez?, veo magia antigua en él —parece juguetona y divertida.
Un momento.
—¿Semidiós? —Señala a Theo, que parece un poco perdido.
—Mi padre tenía linaje egipcio —tartamudea Anthony ante la mirada insistente de Afrodita, que le sonríe como si fuera un cachorro. El chico se vuelve rojo rápidamente.
¿Egipcio?
Como Amos.
Draco quiere preguntar tantas cosas, pero se mantiene en silencio sin entender como Theo podría ser un semidiós, cuando este parece tan perdido como todos. Bueno Draco no se había enterado hasta que tenía 12 años, tal vez Theo que había vivido fuera del mundo muggle hasta ahora, no habría tenido ningún monstruo hasta ahora que lo atacara o simplemente muy buena suerte.
Entonces algo brilla sobre la cabeza de Theo.
Draco como los presentes admiran el símbolo en su cabeza, pero no era totalmente algo que recuerde de los olimpos, podría ser un dios menor o tal vez…
—Oh, un dios romano lo ha reclamado —dice Afrodita con una mirada bastante emocionada, y eso deja tanto a Lavender como a Draco congelados.
Romano.
¿Dijo dios romano?
Draco ve a Lavender, que parece un poco pálida también, porque hasta ahora solamente han trabajado con dioses griegos del olimpo, pero si Afrodita habla sobre otros panteones, tiene sentido, solo que pensar que los romanos o algo egipcio esté por ahí.
Sí.
Su cabeza duele demasiado ahora mismo para pensarlo.
—Trivia, es la contraparte de Hécate, debe estar de mal humor, apoyar a Cronos es sin duda una mala idea en cualquier versión —habla Afrodita, suspirando cansada.
Sí, su cabeza duele mucho ahora mismo.
—¿Somos familia? —cuestiona Lavender curiosa viendo a Theo, que parece lucir igual de sorprendido que ella, al menos ahora entiende sus curiosas similitudes.
Ya basta, pensó que nada nuevo podría sorprenderlo, pero bueno, aquí está demostrando lo contrario; esta vez sin ayuda de Percy, sorprendentemente solo él.
—Bueno siempre me encantan las reuniones familiares, ahora por otro lado Draco. —Nuevamente hay otro chasquido de dedos.
Un chillido.
Un grito.
Draco se encuentra de cabeza frente a Afrodita, con sus manos atadas con tela roja, que pensarían que podría romper fácilmente; no lo hace. Intenta cortarlas, pero no pasa nada y cuando voltea de reojo puede notar como tanto Lavender como Theo están también atados con fuerza a sus asientos, mientras que Anthony parece haber sido transportado a una jaula sobre el lugar. No está herido o encadenado, pero si está muy asustado cuando se sujeta a los barrotes.
El poder de un dios.
La fuerza de un olimpo.
Usando a los seres humanos como un juguete.
Draco siente rabia, pero no ve mucho más, una mano sujeta su mejilla, Draco quiere morder la mano de Afrodita, no lo hace.
No es estúpido.
Las ganas están ahí por otro lado.
—Tu poder es increíble, Draco, aun cuando trabajo muy duro, pareces dispuesto a irte de la línea que cree para ti —musita Afrodita, con un dedo en su mejilla. Draco levanta una ceja—. Hice una historia de amor para ti, pero luchas contra tu destino, deberías dejarte llevar por los sentimientos —dice con voz emocionada, sujetando ahora ambas manos frente a su pecho.
Debería quedarse callado.
Sería sensato.
Inteligente.
—No, gracias. —Al menos es decente, supone.
Afrodita no parece herida, pero tampoco feliz, todo vuelve a girar y ahora está sentado nuevamente en una silla con Afrodita a su lado acariciando su mejilla; es molesta. Sujeta su mentón antes de hacerlo voltear a ver a Anthony, que parece nervioso.
—Es un niño lindo, pero estás con él cuando amas a alguien más, eso es grosero —dice la voz de Afrodita, que parece resonar en todo el salón.
Draco se congela, voltea a verla incrédulo, pero ella tiene una sonrisa casi siniestra.
No.
No pensaba hacerlo admitir algo así.
Son sus sentimientos.
Suyos.
La mano sobre su mentón se hace más fuerte cuando Draco quiere apartar la mirada, pero solamente siente frío en todo su cuerpo y desesperación, porque otra vez está en las manos de un olimpo que no parece querer hacerlo particularmente feliz. Solamente quieren jugar con él nuevamente, solo quieren hacerle burla y probablemente debe haber una puta cámara transmitiendo a todo el olimpo.
Eso pasó con Percy y Annabeth.
Gruñe de molestia, las uñas de Afrodita se pinchan en su mejilla, pero deja de luchar y ve a Anthony resignado.
—¿Disfrutas esto? —pregunta con ira contenida, pero Afrodita no parece disfrutarlo, solo parece verlo fijamente.
Pensativa.
Expectativa.
—Es mejor que lo haga yo, cariño, que mi hijo, creéme, quiero ayudarte.
—Quieres avergonzarme.
—Quiero que admitas tus sentimientos.
—¡NO TENGO SENTIMIENTOS POR POTTER! —grita iracundo y sabe que lo cagó, cuando el rostro de Afrodita solamente se vuelve un poco cálido, mientras le toma un momento procesar que acaba de gritar y que pudo haber significado.
Su rostro viaja rápidamente hacia Anthony, que parece pestañear en su lugar, no parece asustado o sorprendido, solamente confundido. Todo debe ser demasiado para él, por otro lado, Theo solamente parece un poco incómodo y Lavender le da una mirada de «lástima y comprensión» que lo hace sentir avergonzado.
Intenta morder la mano de Afrodita, pero ella la quita rápido.
La odia.
La odia con todo su ser.
No quiso decir eso, no siente nada por Potter, no siente nada por…
Cuando Afrodita toca su pecho con un dedo, gimotea por la ola de calor que siente, antes que hilos de colores sean visibles para él; por el rostro de sus amigos sorprendidos y en shock, ellos parecen también verlos.
Hay muchos colores.
Azul.
Morado.
Negro.
Blanco.
Amarillo.
Rosado que es un hilo que va desde Draco hasta Lavender en el pecho de la niña.
Hay uno verde transparente que parece viajar a Theo, pero sin unirse totalmente.
Rojo.
Un rojo brillante.
El mismo rojo que había tocado cuando llegó con Bianca hace tanto tiempo atrás a Hogwarts.
—Si bien no todos tienen vínculos, soy la creadora del lazo rojo del destino. Está claro que tu maldición aun acepta las leyes del universo —habla Afrodita pensativa—. No puedo controlarlos, solamente formarlos, pero está claro que tienes un vínculo rojo ya formado, eso significa tu verdadero amor.
—No —dice en apenas un susurro.
—Incluso Nyx no podría modificar esto, el amor es mi mundo entero y puedo ver que Harry Potter es tu destino.
—No. —Ahora es más fuerte.
—¿Por qué te niegas tanto al amor?
—¡NO! —grita nuevamente alterado—. No quiero a Potter, me dijeron que salgo de las profecías, no tomaré esta, no quiero a Harry Potter —añade de forma violenta y demasiado alterada, que no afecta en nada a Afrodita.
Solo lo ve casi triste.
Odia su lastima.
La odia a ella.
Odia el amor.
El vínculo rojo frente a él.
El pensamiento cálido de Potter, lo odia totalmente.
—Esto no es una profecía Draco, el amor no está en las profecías, el amor es el destino, Harry Potter es inevitablemente el tuyo y pronto lo verás —anuncia Afrodita con finalidad, haciendo que su rostro se vuelva pálido.
Entonces.
Explosión.
Afrodita se voltea a ver incrédula junto con Draco, mientras Lavender se ha soltado de las ataduras y usa su hacha para lanzarla volando a Afrodita. Esta levanta sus manos y el hacha se transforma en palomas frente a ella, pero en ese rápido momento, Lavender logró de alguna forma usar su rara magia de hija de Hécate para soltar a Theo de sus ataduras; nervioso, pero de rápidos reflejos (quién lo diría, tal vez es un semidiós después de todo) lanza una sopera sobre Afrodita y todo cae sobre ella.
Manchándola de arriba debajo de sopa de tomate.
Silencio.
Incómodo y largo silencio.
Lavender y Draco ven a Theo con la boca abierta, quien se encoge tímido mientras el rostro de Afrodita se llena de ira.
—¡Tú! —gruñe Afrodita viendo a Theo y Draco aprovecha para usar su distracción, soltarse con su fuerza normal es posible y ahora con una lanza, la utiliza para lanzarla contra la jaula de Anthony.
Anthony cae en la jaula, pero Lavender logra usar su magia para que la jaula desaparezca, antes que todo a su alrededor, que dejó de parecer encantador, se estaba transformando en un lugar negro con llamas, Draco se lanza sobre Theo esquivando lo que parece un rayo rojo de las manos de Afrodita.
Sí.
Ella es mala diosa para enojar.
Pero tampoco quiere a su amigo muerto.
—Oh, Theodore Nott, te condeno a una vida de sufrimiento en el amor, no podrás escapar y para encontrar al amor de tu vida, sin duda tendrás que sufrir y será la peor alma romántica que hemos tenido hasta la historia de hoy —determina Afrodita con una voz que retumba en todo el lugar.
—Chúpame un huevo —chilla Theo, nervioso cuando Draco utiliza un hechizo explosivo (cortesía de Amos), que logra abrir un agujero por la pared.
Lavender arrastra a un nervioso Anthony para que todos salten por la pared, al vacío, donde un enorme río parece esperarlos.
Maldita sea tanto por una navidad normal.
Draco piensa antes de caer al agua, odia los ríos.
Continuará…
Sin duda las vacaciones de navidad de Draco por primera vez salen mal solo por su culpa, lo cual me da un poco de lastima, pero bueno.
Vimos muchas cosas en este capítulo, espero lo disfrutaran.
Quienes en el canon vieron que paso con Nico y el hijo de Afrodita pueden tomar una idea de la inspiración del capítulo.
