-Charlie POV-

El olor rancio de las cajas apiladas me golpea al abrir la puerta de la bodega de la comisaría, donde solemos guardar las evidencias encontradas en las escenas del crimen. Miro a mi alrededor, negándome a encontrar su nombre. Entre las cajas etiquetadas finalmente lo encuentro: "Isabella Swan". Mis manos tiemblan ligeramente al tomarla, retiro la tapa con cuidado y me encuentro con un contenido clasificado en bolsas transparentes. Mientras reviso cada una de ellas, lamento cada elección que nos trajo aquí. Me atormenta la idea de haberla expuesto al traerla a Forks, pensando que estaría más segura aquí.
El teléfono resuena en el silencio de la bodega. Un escalofrío recorre mi espina dorsal mientras veo el nombre de Reneé en la pantalla. Dudo por un instante, pero decido ignorarla. Ya son demasiadas llamadas perdidas. Me pregunto si las noticias ya han alcanzado la soleada Florida, si mi ex esposa sabe lo que está sucediendo aquí. Mi celular parece arder en mi mano. Lo miro con desesperación y, en un arrebato de frustración, lo arrojo al otro extremo de la pequeña bodega. El sonido del impacto resuena en la penumbra.

Al subir al segundo piso, una sensación de déjà vu me abraza al ver la puerta de la habitación de Bella entreabierta. La cama permanece sin hacer, como si Bella hubiera salido precipitadamente, dejando tras de sí el desorden característico de una adolescente. El closet, con sus puertas abiertas de par en par, todo está en su lugar. Toso incómodo, como si pudiera ahogar el nudo en mi garganta que amenaza con convertirse en lágrimas. No quiero mostrar debilidad, ni siquiera ante la habitación vacía de mi hija. Me obligo a apartar la mirada y continúo hacia mi habitación.

La mente nublada por el alcohol parece ser la única vía de escape por la madrugada. Después de unas cuantas copas, me siento lo suficientemente alejado de la conciencia como para enfrentar la situación de frente. Me tambaleo hacia mi escritorio, tomando mi teléfono sintiéndome lo suficiente valiente como para escuchar los mensajes de las llamadas que he decidido ignorar. Presiono el botón de reproducción y las voces de mis compañeros de trabajo resuenan en la habitación.
"Seguimos rodeando el área en busca de alguna novedad, pero no hemos encontrado nada Jefe". "Nos han llegado los resultados de las muestras de las tres chicas encontradas en la escuela, hemos confirmado que en la ropa que llevaban puesta, está el ADN de Bella". "Hemos visitado a los Newton y no reportan algún comportamiento extraño de Bella en los últimos días". Todos finalizaban con un: "seguiremos investigando en busca de alguna novedad". La siguiente era Reneé, con su tono cargado de ansiedad, me ruega que la llame.
"Charlie, he intentado llamar a Bella pero no responde ¿Puedes decirle que me devuelva la llamada?" "¿Bella se encuentra bien? Nunca ha tardado tanto en llamarme." "¿Charlie? ¿Por qué estás ignorando mis llamadas? Dime que Bella está bien." "Te juro que, si ignoras una llamada más, tomaré el primer vuelo hacia Forks." Maldije para mis adentros, tenía que detenerla antes de que pusiera un pie fuera de Florida. La contestadora siguió y la voz de Billy captó mi atención, me informa de los avances con Jake, casi me lamento de olvidar que hubo un herido gravemente esa misma noche, pero una parte de mi le guardaba cierto rencor al haber sido uno de los principales culpables causantes.
Con un suspiro cargado de resignación, apago el teléfono. La penumbra de la habitación se cierra a mi alrededor.

Otro periódico es arrojado en la puerta de mi casa. Lo recojo con manos temblorosas, y un escalofrío recorre mi espalda al ver la imagen de Bella en la portada. Su rostro contrasta brutalmente con el titular que anuncia su desaparición. Mis ojos se clavan en la imagen de la gente rastreando entre los árboles y los campos, en una búsqueda que resultó en nada.
El timbre del teléfono rompe el silencio, al contestar, la escuela informa que los chicos requeridos para los interrogatorios están listos. Guardo el periódico de lado, y me preparo para dirigirme a Forks High School.

En la escuela, me encuentro con mi equipo, la mirada de Jasper se cruza con la mía, me saluda mientras me adentro en la biblioteca y me pasa una lista con los nombres de los estudiantes que serán sometidos a los interrogatorios. Las sillas están dispuestas en círculo, y los rostros de los jóvenes reflejan la ansiedad y la confusión. Mi voz, cargada de autoridad se eleva en la habitación silenciosa:
— Buenos días, la razón por la que están aquí esporque todos ustedes han sido parte de la vida de Bella, y sus palabras yacciones pueden ser cruciales para entender lo que pasó.