Capítulo 3: Preguntas
La campana que marcaba el final del día escolar sonó ruidosamente por toda la escuela, alumnos agradecidos sonrieron al sonido hermosamente poco armonioso, y Fluttershy se tomó un poco más de tiempo de lo usual para guardar todas sus cosas. Si era sincera consigo misma, estaba nerviosa por su encuentro con Rainbow Dash y su cuerpo se puso ligeramente rígido durante la última hora de clases, creando escenarios mentales donde todo salía horriblemente mal.
Intentó ignorarlos, pero su cerebro no dejaba de crear simulaciones donde al final Rainbow terminaba su recién formada amistad y jamás la volvía a ver.
Era claro que todo eso era una tontería. Incluso si todo saliera mal, Rainbow no la despreciaría ni mucho menos la evitaría. Así que no había nada de qué preocuparse, su reunión sería tan normal como la de cualquier otro grupo de amigos y se fortalecería mientras más tiempo pase. Y si Fluttershy quería que así sucediera, entonces era casi un hecho que sucedería.
Por otra parte, tenía preocupaciones de verdad como su situación con Twilight en la que no habían avanzado en lo absoluto. Rarity decidió dejar en paz a Twilight por el momento, ya que iniciar un acercamiento tan repentino traería malos resultados a su primer intento de interacción con ella. Debían darle tanto espacio como fuera posible y planear algo que no se sintiera como si estuvieran forzando una amistad con ella solo porque la edecán Cadence se los pidió. También porque no querían lidiar con un arrebato de Twilight en medio de la escuela, algo así las pondría en una peor situación.
Así que dejarían pasar los días y lo intentarían con calma eventualmente. No es como si Twilight fuera a desaparecer de un segundo a otro.
Cuando Fluttershy salió de la escuela, Rarity ya la estaba esperando cerca de la entrada con una enorme sonrisa en el rostro. Durante el día Fluttershy la había puesto al corriente acerca de su plática con Rainbow el día de ayer, y la modista estuvo ciertamente animada tras cada palabra y detalle dado. Quizás desde una perspectiva general, lo que hizo el ayer no fue gran cosa, pero el interés genuino de su mejor amiga la hizo sentirse como si hubiera conseguido el mayor de los logros tras una dura pelea.
Y tal vez lo era, puesto que para una persona como Fluttershy este tipo de acciones requerían mucho más coraje del que cualquiera podría imaginar.
—¿Y bien, Fluttershy? —Rarity dijo, levantando las cejas—. ¿Lista para tu cita con Rainbow Dash?
—N-no es una cita —Fluttershy se sonrojó notablemente, ocultándose detrás de su cabello—. Solo vamos a pasar el rato.
—Eso suena a algo que haría en una cita —Rarity se burló con una sonrisa descarada.
—Por favor, Rarity… —Fluttershy suplicó.
—Tranquila, estoy jugando —la modista respondió divertida, cubriendo su sonrisa con una mano—. Pero mi pregunta iba en serio.
—Um, estoy un poco nerviosa —Fluttershy dijo, caminando junto a Rarity lejos de la escuela—. Aún no estoy segura de qué hacer exactamente. Me preocupa que Rainbow se aburra.
—Querida, no hay una guía para pasar un tiempo agradable con alguien —Rarity dijo, recordando con amargura esas horribles revistas y libros sobre citas que leyó hace años—. Pero siempre hay un punto de partida donde ambas pueden congeniar. Haz las preguntas más sencillas, conoce a Rainbow desde el principio, pídele que te hable sobre su vida escolar y fuera de ella. Afortunadamente, chicas como ella tienen una fuerte tendencia a hablar de sí mismas si se lo permites, tan solo asegúrate de prestar atención y recordar los detalles en el futuro.
Fluttershy mantuvo esas palabras en su memoria, encontrándolo particularmente sencillo, pero no muy alentador. Sinceramente, esperaba algo considerablemente complicado que le asegurara paso por paso el método que hiciera su tiempo con Rainbow ameno, como una fórmula matemática con un resultado fijo. Así, si se equivocaba, sabría por qué.
Pero era Rarity quien la estaba aconsejando, no había mejor persona que ella.
—¿Debería llevar algo? —Fluttershy preguntó.
—¿Huh? No a menos que quieras declarar tus intenciones —Rarity dijo, con una ceja levantada—. Pero quizás… No, olvídalo.
—¿Qué?
—Iba a decir que te vendría bien un cambio de ropa, pero tomaría demasiado tiempo —Rarity comentó con una mano bajo la barbilla—. Y no es que a Rainbow Dash le importe, es obvio que ella va a ir con la misma ropa a todas partes. En fin, no hay que tomarse nada en serio. Dependiendo de cómo se desarrolle su situación planearemos algo.
—Oh, okey —asintió Fluttershy—. Entonces me retiro, Rarity. No sé si Rainbow me esté esperando, pero no quiero molestarla. Um, adiós.
—Suerte, querida —la animó Rarity—. Mientras tanto, pensaré algo para acercarnos a Twilight.
—...—
Fluttershy se aproximó a la misma tienda de ayer, su paso fue animado y alegre con toda la intención de deshacerse de cualquier aspecto negativo que estuviera presente. Tras su conversación con Rarity se dio cuenta de que no había ninguna razón por la que temer, y que su tiempo con Rainbow Dash iba a ser tan bueno como el de un par de amigas reuniéndose después de clase para divertirse.
Se asomó por una de las enormes ventanas, pero no vio a Rainbow por ninguna parte. En la caja había otra persona atendiendo a un cliente, pero la presencia de la chica que le gustaba ni siquiera parecía figurar dentro.
Extrañada, miró a su alrededor y se preguntó si Rainbow tuvo algún problema que le impidió trabajar. Desgraciadamente sabía muy poco de ella para hacer alguna suposición acertada, por lo que no tuvo de otra más que esperar unos minutos más con la esperanza de que Rainbow estuviera en la tienda y solo se había ausentado por un momento.
—¡Fluttershy! —una peculiar voz la llamó a lo lejos—. ¡Hey!
La chica de piel amarilla se giró en dirección a Rainbow Dash que venía rápidamente en una bicicleta deportiva. Todo el cuerpo de la chica de cabello arcoíris se tensó para frenar de golpe frente a Fluttershy a tan solo un metro de distancia. Una ráfaga de aire sacudió el cabello de ambas y se miraron por un momento sin decir nada, impresionadas por su casi accidentado encuentro.
—Ja, ja… Vaya, eso estuvo cerca —Rainbow sonrió torpemente, bajando de la bicicleta para acercarse a Fluttershy—. Siento eso, olvidé que los viernes no trabajo y me quedé en las canchas de futbol practicando. No es que me haya olvidado de ti, es que el tiempo pasó más rápido de lo que creí.
—Ah… Lo entiendo —Fluttershy respondió finalmente—. También acabo de llegar hace unos minutos, pero como no te vi decidí esperar un poco más.
—Uf, genial. Hubiera sido vergonzoso si te hacía esperar demasiado —Rainbow dijo, soltando un suspiro aliviado—. Admito que fue mi error no darte más detalles, solo te dije que vinieras aquí sin más. Y sí que me sorprende que hayas llegado a tiempo… En realidad, que hayas llegado. Ahora que lo pienso no sonaba muy en serio cuando dije que nos volviéramos a ver.
—¿D-de verdad? Yo creí que sonaba como una invitación —Fluttershy dijo confundida—. No suelo hablar con muchas personas, así que no tengo ni idea de cómo identificar cosas así. Lo único que entendí es que yo también quería volver a verte…
Inmediatamente se arrepintió de decir esas últimas palabras de manera tan casual. Su rostro se pintó de rojo y sintió un fuerte ardor en la punta de las orejas como una olla exprés a punto de estallar. Su yo interior la regañó y la llamó tonta por cometer un error tan espantoso.
Rainbow Dash pareció sorprendida por la respuesta de Fluttershy, sus mejillas adquirieron un tono ligeramente rosado, pero pronto recuperó su usual confianza y le dio una sonrisa reconfortante.
—Bueno, en ese caso, es increíble que haya venido —Rainbow exclamó, con entusiasmo—. Ya que estamos lista, ¿por qué no vamos por algo de comer? Cierto, ¿ya comiste? Yo aún no, y pensaba ir a… ¡Ah! Primero voy a dejarte responder.
—Um, todavía no he comido, así que está bien —Fluttershy respondió, con un asentimiento dudoso.
—Perfecto, conozco un lugar muy bueno donde sirven unas hamburguesas increíbles, lo juro —Rainbow mencionó con una sonrisa voraz—. Y las papas fritas… Será mejor que te lo muestre. Te va a encantar.
Rainbow Dash tomó su bicicleta y caminó junto a Fluttershy, quien se hundió profundamente en preocupación.
De todos los escenarios imaginarios donde todo salía mal, jamás creyó que algo tan sencillo como la comida fuera su primer obstáculo. Fluttershy, a diferencia de otras personas, era vegetariana y su alimentación se vio cambiada drásticamente desde que la carne conformaba una buena parte de los alimentos comunes. Su familia hizo de esta transición algo natural, y su falta de relaciones sociales evitó el hecho de que muchas personas podrían verse incomodadas cuando algo tan sencillo como la comida podía verse limitada por las exigencias de uno. Y no es que Fluttershy fuera especialmente quisquillosa con la alimentación del resto, sino que prefería evitar cualquier tipo de establecimiento que sirviera carne.
Si acompañaba a Rainbow, entonces se limitaría a mirar y nada más.
Y eso sería realmente incómodo.
—Um… Rainbow —dijo en un momento durante su caminata—. Hay algo que debo decirte.
Rainbow Dash disminuyó el paso y miró a Fluttershy con una ceja levantada, pero una tenue sonrisa iluminando su rostro. Eso calmó un poco a la chica de cabello rosa, que esperaba que la noticia fuera demasiado.
—¿Qué sucede? ¿No te gustan las hamburguesas? —Rainbow preguntó—. Bueno, supongo que al ser de Crystal Prep, prefieras otra cosa.
—No es eso… exactamente —Fluttershy respondió—. Es que soy… Soy vegetariana.
Ambas detuvieron su andar. Rainbow miró fijamente a Fluttershy que se encogió en su lugar y trató de desaparecer con solo pensarlo; sin embargo, la realidad es que ahora Rainbow la juzgaba y se cuestionaba seriamente su salida con ella. O eso es lo que creía.
—Eso significa que no comes carne, ¿cierto? —Rainbow se sonrojó avergonzada, rascándose la cabeza
Fluttershy asintió.
—Pf, claro, sé lo que significa —dijo, aclarándose la garganta, soltando una risa nerviosa—. Solo quería confirmar. No es que no lo supiera.
Esa no era la reacción que esperaba, y era extrañamente confuso. Casi se sentía decepcionada. Casi.
—¿E-estás bien con eso? —Fluttershy se animó a preguntar.
—Desde luego, ¿por qué no lo estaría? —Rainbow se encogió de hombros, recuperando su sonrisa habitual—. Pasa que nunca conocí a nadie que fuera vegetariano. Es curiosamente raro, ¿sabes?
—Oh, sí, lo entiendo —Fluttershy respondió, aliviada por la respuesta positiva de Rainbow—. Sé que es complicado encontrar opciones vegetarianas en algunos lugares, por eso temía mencionarlo…
—Claro, ahora que lo dices, ir por una hamburguesa suena como el peor lugar del mundo —Rainbow dijo con una risita nerviosa—. Entonces, ¿qué hacemos?
—¿Eh? Um, n-no lo sé —Fluttershy contestó, completamente desprevenida. Estaba tan preocupada por la reacción de Rainbow, que se olvidó de cómo abordar el problema—. Ah, e-está bien si consigues una hamburguesa. Yo puedo tener cualquier otra cosa.
—¿No te molesta que coma carne frente a ti? Vaya, tuve la impresión de que lo evitarías —Rainbow comentó, sorprendida—. Hmm. Cada vez me sorprende más que no te comportes como una estudiante de Crystal Prep.
Otro halago, otro momento en el que Fluttershy se sonrojaba y ocultaba detrás de su cabello. Ni siquiera eran los comentarios más amables que había escuchado, pero aun así causaban mucho revuelo dentro de su corazón. Era un sentimiento diferente cuando se trataba de la persona que tanto le atraía.
—Entonces, ¿qué te parece si hacemos esto? —Rainbow dijo, levantando un dedo—. Vamos por una hamburguesa aquí cerca y después vamos por lo tuyo donde sea que esté.
—Conozco un lugar, pero creo que está un poco lejos —Fluttershy mencionó jugando con sus manos.
—No hay destino demasiado lejos para Rainbow Dash —la chica de cabello arcoíris declaró con una descarada sonrisa, acariciando su bicicleta—. Esta belleza puede llevarnos a donde quieras, y yo no me voy a cansar así tengamos que recorrer toda la ciudad.
—¿E-es seguro? —Fluttershy preguntó, genuinamente preocupada.
—Duh, por supuesto que es seguro —Rainbow respondió, agitando una mano de forma despreocupada—. Nada más tienes que poner tus pies aquí y sujetarte bien de mí.
Eso no mejoró la confianza de Fluttershy, pero al menos podía creer en Rainbow y dejarla hacer lo que pensaba era conveniente. Así que tomó lugar como le dijo y se sujetó de los hombros de Rainbow; sin embargo, en cuanto avanzó, Fluttershy rodeó el cuello de Rainbow y se aferró a ella como si su vida dependiera de ello.
—¡E-espera!… ¡Fluttershy!… ¡E-el cuello!… ¡No!… ¡Ah! —Rainbow se detuvo y trató de deshacerse del asfixiante abrazo de su amiga. Pero resultó ser más fuerte de lo que esperaba—. Fluttershy…
La chica de piel amarilla abrió los ojos y miró al suelo, dándose cuenta de que ya no estaban en movimiento. Su agarre sobre su amiga se suavizó y finalmente la dejó tomar una bocanada de aire.
—Oh, dios… —Rainbow se llevó una mano al pecho y respiró hondo varias veces más—. Estuviste a punto de noquearme, mujer.
—¡Lo siento mucho, Rainbow! —exclamó Fluttershy, sintiéndose terriblemente avergonzada—. No fue mi intención, en verdad. Me puse nerviosa y… y me agarré con fuerza.
Rainbow Dash se llevó una mano a la cabeza y soltó una risita entre dientes, sacudiendo la cabeza con incredulidad.
—Okey, okey. No fue nada —dijo Rainbow, tomándola del hombro—. No pensé que te asustarías así.
—Lo siento.
—Basta de disculpas, Fluttershy —Rainbow la sacudió ligeramente, ofreciéndole una sonrisa—. Solo asegúrate de no actuar tan… exageradamente la próxima vez, ¿de acuerdo?
—Um, sí… lo intentaré —Fluttershy dijo, bajando la cabeza.
—Genial. Entonces volvamos a intentarlo —Rainbow le hizo una señal para que se montaran en la bicicleta—. Esta vez agárrate solo de mis hombros. Te juro que esta cosa se equilibra mejor cuando no me estás haciendo una llave de lucha libre.
Fluttershy hizo caso y se mantuvo bajo control mientras se apoyaba contra Rainbow. Una vez comenzaron a moverse, fue considerablemente sencillo mantenerse tranquila una vez se dio cuenta de que la velocidad no era para tanto. Era la primera vez que hacia esto y, aunque lo había visto innumerables veces entre otros chicos de su edad, nunca imaginó que sería divertido. La brisa contra su rostro y esa ligera sensación de rapidez provocaron en ella un pequeño sentimiento de emoción, expresado en una leve sonrisa.
Una lástima que para llegar a este momento tuvieran tantos inconvenientes.
Esta salida no estaba yendo como Fluttershy esperaba, sino todo lo contrario. Rarity le había dicho que no tomara nada demasiado en serio, y entendió que dejarse llevar eventualmente las llevaría a estrechar su relación. Sin embargo, su personalidad le estaba jugando una mala pasada y en menos tiempo del que esperaba, las cosas se salieron de control a tal punto que había causado al menos dos inconvenientes a Rainbow Dash.
Si después de este día Rainbow la evitaba, Fluttershy lo entendería completamente.
Finalmente, llegaron al establecimiento de comida rápida, Rainbow bajó a toda prisa y pidió su orden en menos tiempo del que Fluttershy pudo comprender lo que estaba sucediendo. Ni siquiera alcanzó a entrar junto con Rainbow, ya que se encontraron en la entrada, la chica de cabello arcoíris con una bolsa de papel en la mano.
—Te dije que sería rápido —dijo Rainbow con voz presumida—. Ahora podemos ir por lo tuyo.
—¿Huh? Pero cómo… —Fluttershy no tuvo tiempo de hablar, ya que nuevamente estaban en movimiento.
—¿Qué camino debo tomar? —Rainbow preguntó.
—¡Ah! E-este… Por ahí —señaló en una dirección—. Y luego por allá.
Más pronto que tarde estaban en la calle que Fluttershy había dicho, y ambas caminaron hasta un pequeño restaurante de tonalidades más serias. Rainbow Dash miró con curiosidad el lugar y se acercó a uno de los enormes carteles que enseñaban uno de los muchos platillos que vendían; su rostro se frunció en ignorancia cuando no reconoció ningún ingrediente en particular y sus ojos se fastidiaron de la cantidad de verde.
—Quién diría que un lugar como este existe —Rainbow comentó, volviendo al lado de Fluttershy—. He pasado por aquí y la idea de que fuera un restaurante jamás pasó por mi cabeza.
—Eso que dijiste es más común de lo que crees —Fluttershy sonrió—. Mi hermano dijo exactamente lo mismo… O-o algo así.
—¿Tu familia no es ve… vegetariana? —Rainbow preguntó.
—No, ninguno de ellos —Fluttershy respondió—. Yo soy la única.
Ambas entraron al restaurante y Fluttershy con una actitud un tanto mecánica pidió su orden. Mientras esperaban, Rainbow volvió a retomar la conversación.
—¿Y eso?
—¿Eh?
—Vamos, necesito el motivo de por qué eres vegetariana —dijo Rainbow, con las manos en la nuca—. ¿Hay algo en especial?
Fluttershy se sintió un poco incómoda ante la pregunta directa de Rainbow, pero sabía que era natural que tuviera curiosidad. Respiró profundamente y decidió ser sincera.
Este era el tipo de conversación con las que tenía que lidiar varias veces a lo largo de su vida, afortunada o desafortunadamente, no tuvo que explicarle a todo el mundo sus motivos, y personas cercanas a ella aceptaron su decisión sin interrogarla a profundidad. A excepción de Zephyr, quien generalmente la molestaba solo por gusto.
Era de esperar que Rainbow estaría interesada en ese particular aspecto de su estilo de vida, después de todo, era poco usual conocer a personas así. Y realmente no tenía ningún problema con explicárselo, pero temía la posibilidad de que fuera cuestionada cuanto más avanzara la conversación, generalmente porque existen personas incapaces de aceptar que haya quienes tienen formas muy distintas de ser, y más cuando se trataba de algo tan básico e importante como la comida.
—Bueno, es una combinación de cosas, supongo —comenzó Fluttershy, buscando las palabras adecuadas—. En primer lugar, siempre he tenido una conexión especial con los animales. Desde pequeña, me preocupaba por su bienestar y no soportaba la idea de causarles daño de ninguna manera. Entonces, cuando me enteré de cómo se criaban y sacrificaban los animales para obtener comida, simplemente no pude ignorarlo.
—Pero eso no cambia que la carne se siga produciendo —Rainbow parecía pensativa al respecto, y no pudo evitar seguir preguntando.
—Lo sé… —Fluttershy suspiró—. Es tan solo una decisión personal. Realmente no espero que nada cambie ni mucho menos que las personas cambien, pero al menos puedo estar en paz conmigo misma sabiendo que no apoyo ninguna de esas prácticas.
—Hmm… —Rainbow asintió lentamente, como si estuviera procesando toda esa información—. Está bien, tiene sentido.
Apenas su conversación terminó, la orden de Fluttershy les fue entregada y ambas salieron del lugar. Rainbow tomó ambas comidas y las puso en la canasta adherida a la bicicleta. Fueron hasta un parque cercano, donde se acomodaron en una de las zonas de mesas y disfrutaron de su comida.
—¿Y cómo es Crystal Prep? —Rainbow preguntó, después de terminar su segundo bocado—. ¿Es cierto lo que dicen, que es la mejor escuela de todo Canterlot? Apuesto a que las instalaciones son geniales, no como sus estudiantes… ¡Ah! Sin ofender, Fluttershy.
—Um, es una buena escuela —Fluttershy respondió, sin realmente algo interesante que decir—. No pienso que sea tan increíble como muchos mencionan, pero entiendo por qué lo dirían. Hmm, aunque también tiene sus problemas.
—¿Ah, sí? ¿Qué tipo de problemas tendría? —Rainbow dijo, con una risa burlona—. ¿Lidiar con el ego de sus estudiantes?
—A-algo así —Fluttershy asintió, mirando su comida con pesar—. Te dije que no todos los estudiantes en Crystal Prep son malos, pero son muy pocos los que son realmente amables.
—Espera… ¿Lo dices en serio? —Rainbow dejó de comer para mirar a Fluttershy—. ¿De verdad Crystal Prep está lleno de narcisistas? Vaya… Vaya, no esperaba que fuera así de exagerado.
—B-bueno, no es que ese sea el problema… eso creo —Fluttershy dijo, hundiéndose en sus pensamientos—. Hace tiempo que no tengo problemas con ellos gracias a Rarity, pero…
Fluttershy se detuvo, inmediatamente se dio cuenta de que estaba a punto de liberar su problema más reciente a Rainbow Dash en una salida que no debía tratar un tema así. Seguro que era algo que podía discutir con Rarity, pero con alguien que acababa de conocer era un poco grosero. Si resultaba que esto hacía sentir incomoda a Rainbow, entonces no tendría forma de arreglarlo una segunda vez.
Si tan solo no lo hubiera echado a perder desde el principio, tendría la confianza para hablarlo con ella.
—¿Fluttershy? —Rainbow le dio una mirada curiosa—. Ibas a decir algo.
—A-ah. No, no es nada —Fluttershy respondió.
—Bueno, ahora quiero escucharlo —Rainbow le dio una golpecito en el hombro, animándola a hablar—. ¿Qué es más preocupante que un montón de estudiantes presumidos?
—Es una cosa de la escuela —Fluttershy dijo, arrugando el dobladillo de su falda—. No tiene importancia ahora mismo.
—Ya te dije que me importa —Rainbow resopló, girando los ojos—. ¿Es algo personal? Si te incomoda, no tienes que decirlo. Pero si se trata de algo en lo que puedo ayudar, entonces lo intentaré.
—Hmm… Está bien —Fluttershy aceptó—. Esta mañana…
Fluttershy le contó sobre la situación de la edecán Cadence con Twilight, y cómo Cadence les había pedido amistarse con Twilight para ayudarla a socializar y llevarse bien con gente de su edad. Rainbow Dash escuchó atentamente y asintió para sí misma como si estuviera formulando alguna respuesta.
—Esto suena extrañamente familiar a Applejack —Rainbow dijo.
—¿Applejack? —Fluttershy preguntó confundida.
—Es una amiga, una muy terca —Rainbow respondió, con una sonrisa amarga—. Digamos que esa chica tiende a tomarse su trabajo muy en serio. Cree que si no está trabajando en la granja de su familia todo el día, todo se vendrá abajo sin importar nada. Quizás no es como Twilight, pero ambas comparten esa tontería de dedicarse a una sola cosa a pesar de no ser necesario. Y ya sé que Applejack tiene que trabajar para conseguir dinero, pero sé y ella sabe que puede tomarse un descanso, así como sus hermanos.
—Oh, lo siento, no quería molestarte con mis problemas sabiendo que tienes los tuyos —Fluttershy dijo.
—Deja eso, ya te dije que está bien —Rainbow repitió cansada—. Nada más estaba mencionando que entiendo por lo que estás pasando, más o menos. Mira, si quieres acercarte a esa Twilight Sparkle simplemente hazlo. No puede evitarte en la escuela, y tampoco es que vaya a golpearte o algo por el estilo, después de todo, es la alumna ejemplar que siempre respeta las reglas de la escuela.
—P-pero si se molesta nunca dejará que sea su amiga —Fluttershy respondió, con toda la lógica del mundo.
—No es como si ella tuviera amigos de todos modos —Rainbow respondió, encogiéndose de hombros—. Apuesto a que piensa que todo el mundo es un fastidio, así que da igual cuan suave seas con ella, no va a cambiar su actitud.
—¿Cómo estás tan segura? —Fluttershy preguntó.
—N-no lo estoy, pero esa es mi apuesta —Rainbow dijo, apartando la mirada por un segundo—. Lo más importante es que hagas la tuya, Fluttershy.
Era algo en lo que Fluttershy jamás habría pensado, en realidad, no de una manera tan confiada y agresiva porque su confianza en sí misma en este tipo de situaciones era tan pequeña como su presencia. Temía hacer enojar a las personas, siempre evitaba el conflicto y trataba de hacerse a un lado cuando podía. Pero con Twilight tenía que tomar una decisión y no dejarlo todo en manos del destino, con la esperanza de que Rarity lo resolviera de alguna manera como era común. Después de todo, ella había aceptado la propuesta de Cadence por voluntad propia, incluso si se vio influenciada por la respuesta de su mejor amiga.
Y aun así, a pesar de las palabras de Rainbow, no se sentía mejor. No era fácil lidiar consigo misma y no podía cambiar tan repentinamente su forma de ser. Era todo lo contrario, se sintió presionada para actuar y, por primera vez, hacer una amiga por cuenta propia.
Nada de eso era sencillo.
—Si fuera como tú o Rarity podría hacerlo —Fluttershy mencionó más para sí misma—. Um… Rainbow, en este tiempo que hemos pasado juntas, ¿piensas que soy agradable?
—Por supuesto.
—¿No te importa que haya estropeado algunas cosas? —Fluttershy volvió a preguntar—. Apenas tuve el valor de subir contigo en bicicleta, y te hice andar más tiempo solo para conseguir mi comida.
—¿Eh? No ¿Por qué me molestaría algo como eso? —Rainbow sacudió la cabeza—. Ni siquiera lo noté. ¿De verdad te fijas en todo lo que pasa?
—Quizás…
—Pues no lo hagas, lo digo en serio. No me voy a enojar porque te dé un poco de miedo subir en bicicleta, o porque quieres comida distinta. Nos reunimos para conocernos, ¿no? Así que sería tonto enojarme si haces algo mal o diferente —Rainbow soltó un suspiro y se acomodó el cabello—. No tienes que complacer a nadie todo el tiempo, es aburrido si lo haces. Solo haz lo que te gusta o creas que es bueno… Y eres más agradable de lo que crees. Me la he pasado bien hasta ahora. ¿Tú no?
—¡Sí! —Fluttershy respondió ávidamente—. Um… Me la estoy pasando bien.
—Entonces tienes que confiar más en ti misma de lo que te das crédito —Rainbow sonrió—. Eres genial, y dudo que haya alguien que le desagrades. Ni siquiera Twilight tendría motivos reales para enojarse contigo.
—¿Sí?
—Desde luego —Rainbow soltó una risita—. Habla con ella y lo descubrirás pronto.
—Gracias, Rainbow —Fluttershy le regaló una linda sonrisa.
—D-de nada —Rainbow desvió la atención, mostrándole las papas a Fluttershy—. Prueba esto, son muy buenas. No están hechas de carne… ¿Cierto?
Fluttershy se rio y comió una de las papas. Quizás era su buen humor, o algo más, pero ciertamente cumplió con las expectativas.
—Tienes razón, son deliciosas.
—Perfecto —Rainbow levantó un pulgar—. Toma las que quieras.
La conversación entre Fluttershy y Rainbow Dash había abierto puertas que Fluttershy nunca esperó. Ser sincera con Rainbow y revelarle sus problemas hizo que la confianza entre ellas se fortaleciera. A pesar de sus diferencias, descubrieron que tenían puntos en común y una conexión genuina comenzaba a surgir entre ellas.
Fluttershy se sintió reconfortada por las palabras de apoyo y aliento de Rainbow, quien demostró comprensión y aceptación hacia ella. La sensación de haber encontrado una amiga genuina la llenó de alegría y confianza en sí misma.
Mientras compartían su comida, un par de personas se acercó a ellas.
—¿Rainbow? —una voz rasposa y grave de una chica hizo que Fluttershy mirara en su dirección—. Hey, ¿qué haces aquí?
—¿Qué no es obvio? —se rio una segunda voz—. Está en una cita.
—Gilda, Lightning Dust —Rainbow se sorprendió, mirando al par—. ¿Ustedes qué hacen aquí?
—Ja, ja, ja. Parece que interrumpimos algo importante —Lightning sonrió descaradamente—. Pero bueno, mejor preséntanos a tu "amiga". Jamás creí verte pasar tiempo de calidad con una chica de Crystal Prep.
—No es nada de eso, solo me parece raro que estén aquí —Rainbow respondió, ignorando sus comentarios con una sonrisa confiada—. Pensé que estarían preparándose para más tarde.
—Exactamente ese es el motivo de que estemos aquí —Lightning contestó, señalando a Gilda con el pulgar—. Conoce a un tipo que consigue botes de pintura más baratos, y resulta que vinimos por nada porque no tiene.
—No es mi culpa que alguien más haya comprado todo —Gilda bufó molesta, cruzándose de brazos—. Y ya te dije que hay un amigo que trabaja en el supermercado cerca de aquí. Si lo convenzo tal vez nos venda algo.
—Genial, más suposiciones —Lightning se pasó una mano por la cara—. Pero es mejor que nada. Más te vale que así sea, si no vas a comprarnos a mí y a Dash el almuerzo por lo que resta del mes.
—¿¡Eh!? ¿¡Y yo por qué!? —Gilda preguntó exaltada—. Soy la única que trata de ahorrarnos unas monedas, ¿y así me lo agradecen?
—Bueno, bueno. Lo que sea —dijo Rainbow, levantando las manos—. Siempre y cuando tengamos pintura, no me importa pagar el precio normal.
—Ni a mí —respondió Lightning, encogiéndose de hombros—. Pero no voy a rechazar una buena oferta si la veo. En fin, tenemos que irnos. Pero antes, ¿cuál es tu nombre?
Fluttershy se sorprendió cuando Lightning Dust empezó a hablar con ella. Esperaba ser ignorada una vez su conversación se vio envuelta en otra cosa completamente distinta, pero su mala suerte no la dejó disfrutar de ser ignorada y ahora estaba obligada a responder.
—Um, soy Fluttershy.
—Ugh, ¿te importaría hablar más alto? —Lightning arrugó el entrecejo—. El viento se llevó todas tus palabras.
—Basta, Lightning —Rainbow interfirió—. Su nombre es Fluttershy. Nos conocimos ayer en la tienda, y se me ocurrió invitarla a pasar el rato.
—¿Cómo una cita? —Gilda levantó una ceja.
—Definitivamente como una cita —Lightning asintió con firmeza.
—¡No! ¡Es solo una amiga! —Rainbow respondió molesta—. No digan estupideces solo porque no paso el tiempo con ustedes.
—Claroooo, Rainbow —Lightning fingió un tono dramático—. Nos sentimos mal de ver que pasas el tiempo con tu elegante amiga de Crystal Prep envés de nosotras. Finalmente te hartaste de nuestra humildad y decidiste juntarte con personas que sí pueden comprar cosas nuevas en lugares caros.
—Igual deberíamos dejar que Rainbow compre lo que necesitamos —Gilda se burló con una mirada provocativa—. Y su novia podría ayudarla.
El corazón de Fluttershy casi se detiene con esa declaración. Incluso podría desmayarse.
—Olvídenlo, estamos juntas en eso, y cada quien paga su parte —Rainbow contestó—. Ya nos veremos más tarde para ponernos de acuerdo.
—Ajá —Lightning agitó una mano, despidiéndose—. Nos vemos… Y Fluttershy, no dejes que Rainbow meta la mano bajo tu falda, es bastante escurridiza.
—A mí me lo hizo una vez —Gilda le guiñó un ojo a la chica de cabello rosa, robando un puñado de papas en el proceso.
—¿Qué? —Fluttershy dijo confundida.
—¿¡Yo cuándo hice eso!? ¡Ni siquiera usas falda!—Rainbow agitó los brazos, viendo al par reírse audiblemente—. No les hagas caso, son un par de idiotas.
—¿No son tus amigas?
—Sí, pero eso no les quita lo idiotas —Rainbow respondió, con un suspiro relajado—. Bueno, al menos conociste a otras de mis amigas. Esas dos son parte del equipo de futbol, así que pasamos mucho tiempo juntas.
—Oh, ¿ustedes participan en los torneos que hay entre ambas escuelas? —Fluttershy preguntó.
—Ah, sí, nosotras somos parte del equipo principal que juega todos los torneos —Rainbow Dash dijo un tanto seria.
—¿Dije algo mal?
—Huh, ¿no? Quiero decir, lo que pasa es que no hemos ganado ningún juego contra Crystal Prep —Rainbow respondió, rascándose la nuca con vergüenza.
—E-eso es…
—Duro, lo sé —Rainbow rio incómodamente—. Pero aún tenemos varios enfrentamientos más adelante, por lo que podemos romper esa mala racha.
—Seguro que lo conseguirán —Fluttershy la alentó, con una sonrisa.
—Gracias, Fluttershy —Rainbow se estiró y se levantó con ánimo—. Ya estuvimos mucho tiempo aquí y, aunque me gustaría pasar más tiempo contigo, tengo que irme. Aún tengo muchas cosas que hacer, lo siento.
—Está bien —Fluttershy respondió—. También tengo que ir a casa. Mi conejito Angel debe estar esperándome.
—¿Un conejo? —Rainbow se rio en voz baja—. ¿Por qué no me sorprende? Pero déjame llevarte a tu casa. Supongo que nos está tan lejos de Crystal Prep.
—Um, está a unos diez minutos en auto.
—Entonces vamos —Rainbow la invitó a subirse en la bicicleta—. Y ni siquiera te molestes en poner una excusa. Voy a llevarte sí o sí.
Fluttershy sonrió y asintió, aceptando la invitación de Rainbow Dash para llevarla a casa. Se montó en la bicicleta detrás de Rainbow, agarrándose firmemente a sus hombros mientras comenzaban el trayecto de regreso. Durante el viaje, Fluttershy se sentía reconfortada por la cercanía de Rainbow Dash. A pesar de los contratiempos y malentendidos, se sentía genuinamente contenta de haber pasado el día con ella, de haber compartido sus preocupaciones, reído juntas y recibido apoyo para mejorar su confianza.
Cuando llegaron a su casa, Fluttershy bajó y se acercó a la puerta.
—Gracias, Rainbow —Fluttershy dijo, levantando una mano tímidamente—. Me la pasé muy bien.
—Yo también —Rainbow respondió con una gran sonrisa—. Deberíamos repetirlo. Otro día cuando puedas. ¡Oh, cierto! Dame tu número. Será más fácil comunicarnos así.
Rainbow rápidamente se acercó a ella y le extendió su celular.
Fluttershy lo tomó y escribió su número, con un fuerte rubor en las mejillas.
—Perfecto —Rainbow exclamó, revisando el contacto—. Entonces te llamaré en otro momento. Adiós, Fluttershy.
—A-adiós.
En cuanto Rainbow desapareció en la siguiente calle, Fluttershy entró a casa con una enorme sonrisa llena de alegría. Se recargó en el puerta y soltó una risita divertida, emocionada de volver a ver a Rainbow Dash, a pesar de que la vio hace nada. Sin embargo, sus emociones se congelaron cuando vio a su padre y a Zephyr con una ceja levantada, sentados en el sofá mientras veían televisión, preguntándose qué la tenía de tan buen humor.
—Supongo que no tengo que preocuparme porque hayas vuelto tarde, Fluttershy —su padre le dio una tranquila sonrisa—. Ahora estoy más bien curioso.
—¿Quién diría que Fluttershy podía ser tan expresiva? Parece que está… —Zephyr se interrumpió a sí mismo en cuanto una fuerte sospecha emergió de su cerebro—. ¿¡Estás enamorada!?
—¿Fluttershy… enamorada? —el señor Shy miró a Zephyr y después a Fluttershy tratando de entender.
—¿Nuestra Fluttershy está enamorada? —la señora Shy salió de la cocina, genuinamente interesada en el tema—. ¿Es verdad, hija?
Fluttershy quería hundir su puño en el rostro de su hermano, sobre todo quería abofetearse a sí misma por ser tan descuidad y dejar escapar su emociones. Y, siendo sincera consigo misma, estaba avergonzada de estar enamorada de una chica, pues ya era bastante difícil ser una chica tímida e introvertida. De ser un chico quizás las cosas serían diferentes, pero algo como Rainbow Dash… lo mejor era guardarlo por ahora.
—Otra vez Zephyr está diciendo tonterías —Fluttershy respondió, tratando de calmar los latidos de su corazón—.Como lo dije esta mañana, después de la escuela paso el tiempo con Rarity. Nada más.
—¿Y por qué estás tan contenta? —Zephyr la provocó.
—¿Algún problema con eso?
—Basta, los dos —el señor Shy dijo—. Si Fluttershy quiere salir y divertirse con sus amigos, tiene nuestro permiso.
—Exactamente —la señora Shy asintió con una sonrisa—. Puedes irte a descansar, cariño.
—S-sí, gracias.
Fluttershy no esperó a que Zephyr volviera a decir algo, y se apresuró a ir a su habitación, cerrando la puerta y dejándose caer en la cama. Enterró el rostro en la almohada y gritó con todas sus fuerzas, tanto por la frustración hacia su hermano como por la emoción de pasar el tiempo con Rainbow Dash. Pero estaba de tan buen humor que ni siquiera Zephyr ocupó sus pensamientos por demasiado tiempo.
—Fue un día increíble —dijo, abrazando la almohada—. Rainbow Dash… ella es tan…
Volvió a ocultar su rostro en la almohada y se sonrojó con intensidad, añorando otro día junto a esa persona especial.
De repente algo suave la golpeó en el rostro. Confundida se giró para ver a su conejito Angel, dándole una dura mirada mientras pisaba el suelo una y otra vez. La realización llegó a Fluttershy y una sonrisa tímida decoró su rostro.
—L-lo siento, conejito Angel —Fluttershy se disculpó, acariciándolo en la cabeza—. Estaba distraída pensando en otras cosas. ¿Qué necesitas? ¿Mamá te alimentó mientras estaba fuera? ¿Quieres que cepille tu pelaje?
Y sin decir más, Fluttershy se levantó de la cama y atendió las necesidades de su mascota.
