El humor de Batman había ido en declive una semana después de la fiesta. Verlo enfurecido con la vida y quienes lo rodeaban causaba gran estrés a sus amigos.

Solo verlo acercarse era augurio de malas noticias y gritos.

Stephen se encontraba enfrentado al murciélago completamente serio en tanto él se desquitaba. Lo entendía perfectamente, incluso el llego a estar así por cierto amigo suyo que no hacía caso de sus consejos y los celos que le provocaba verlo con el capitán.

-Quizá quieras calmarte- hablo con serenidad dándole poca importancia a las palabras hirientes que salían de su boca. - Si no quieres irritarme entonces para la próxima has las cosas como se te piden- le devolvió el vaso de café asiendo que este se derramara en tanto se marchaba a quien sabe dónde. Tony miro todo lo sucedido a una distancia segura.

-¿Qué fue lo que paso ahora?- cuestiono acercándose al asegurarse que Bruce no regresaría.

-Muy dulce supongo.

-Esto es demasiado Steph tenemos que hacer algo con eso si queremos que regrese a ser el mismo murciélago serio de siempre.

-Creo que prefiero mil veces que no nos hable a escuchar sus rabietas- se burló Stephen dejando el vaso sobre la mesa junto a ellos.

-¿Qué propones hacer?-se recargo Tony con una mirada picara en el brazo de Stephen.

-Creo que todos sabemos quién es el culpable de todo esto- menciono suspirando y pensando en que hacer para que todo se arreglara, aunque si él no había podido arreglar su relación con Tony no creía poder hacer demasiado por Bruce.

-Tu déjamelo a mí, are que ese tonto entre en razón, mientras tanto te encargo a Bruce – señalo Tony palmeando un par de veces su hombro.

-¿Porque tengo que hablar yo con él? Si no le agrada lo que escuche es capaz de matarme - con una mueca en el rostro empezó a buscarlo mientras Tony se burlaba de lo que le esperaba.

Encontrar al hombre de acero fue complicado gracias a que no se había parado en la atalaya para evitar más problemas con Bruce. Sentado en su escritorio redactaba la última noticia que le habían asignado, aunque tristemente trataba de deportes, un partido entre Pittsburgh y Dallas bastante reñido con la diferencia de un gol de campo en el último segundo "que gran noticia" pensaba con sarcasmo.

Luisa se encontraba en medio oriente buscando entrevistar al jefe terrorista que acosaba a los civiles en aquella región, así por lo menos tenía un tiempo para descansar de ella quien con sus muchas interrogantes y competitiva manera de sacarle las mejores exclusivas de la liga había estado fastidiándolo últimamente.

Gracias a ser tan tarde en la redacción tan solo se encontraban unas pocas almas trabajando hasta tarde para terminar y poder irse a casa, aun cuando no era su caso y solo quería distraerse de los problemas en que se encontraba.

-En verdad eres un dolor de trasero ¿sabías? – girando su silla para darle la cara a Tony un tanto sorprendido por la repentina visita y el comentario que le dirigió.

-¿Qué haces aquí? Todavía es extraño que me dirijas la palabra por tu cuenta y venir a verme.

Caminando hacia él con los brazos cruzados se recargo en su escritorio. -Bonito lugar- comento dándole un vistazo al desorganizado piso.

-Es un buen lugar para trabajar- regreso a su trabajo en la computadora guardándolo antes de apagarla y con un suspiro levantarse. -¿Hay algún problema en la base?.

Negando siguió a Clark quien había emprendido su salida – El gran Tony Stark viene a buscarte ¿y simplemente me ignoras? - reprocho indignadamente.

-No es un buen momento Tony, mi compañía no es tan grata ahora- se excusó esperando a que lo alcanzara.

-Como sea necesito una explicación- Ambos tomaron el ascensor. –Nuestro amigo en común a estado de muy mal humor últimamente, nadie lo soporta y tengo la sospecha de que tú tienes que ver en ese radical cambio así que vine hasta aquí para que respondas ¿Qué fue lo que le hiciste? - inquirió esperando a que el súper héroe se dignara a responderle.

- ¿tú tienes a alguien especial en tu universo? -desvió el tema asiendo que Tony levantara una de sus cejas. –Claro que sí, mi capipaleta- contesto al momento que se abría las puertas del elevador y salían de él. –Entonces ¿cómo es que puedes estar con Stephen tan cerca sin sentirte culpable?

- ¿Disculpa? Stephen es mi amigo, lo quiero mucho, es alguien en quien puedo confiar y Steve es mi novio, además no tiene nada que ver mi situación con la estupidez que seguramente causo todo- respondió indignado al salir del edificio.

- Si no puedes verlo entonces no puedes juzgarme Stark, es exactamente lo mismo y haces lo mismo con Strange quien a leguas se siente perdidamente enamorado de ti. Yo estoy con Luisa, pero a la vez esta Bruce. Cada que estoy con él me siento feliz y me hace sentir diferente...

El viento soplaba contra sus rostros en esa noche fresca, Clark se encontraba inmerso en sus pensamientos en tanto Tony decidió mejor no reprocharle los comentarios fuera de lugar, escucharlo y ahorrarse sus astutos comentarios mordiéndose así la lengua.

- En verdad lo quiero- agacho la cabeza cabizbajo- le dije que era un símbolo para la humanidad, un ejemplo de moralidad y que por eso no debía tener ese tipo de relaciones.

Completamente incrédulo ante lo que había escuchado Tony se detuvo comprendiendo así la actitud de su amigo –En verdad eres un idiota Clark y si realmente supiera que te dolería y no me rompería la mano te golpearía.

-¿Qué puedo hacer para que me perdone?- pregunto queriendo que el genio tuviera una respuesta a su problema.

-antes que nada, dime si eres capaz de dejar a tu querida novia con quien seguramente te espera una vida serena y una familia feliz, seguramente hijos y un perro en tu pequeña granja donde trabajaras por el resto de tu vida. Dejaras todo eso por el amargado murciélago millonario que te ignorara, quizá golpeara cada vez que se enfade contigo, vivirás con alguien que ponga sus deberes como súper héroe sobre ti, pero igualmente te ama. ¿Qué es lo que quieres? ¿puedes aceptarlo todo y tratar de hacer un poco más llevadera la vida de Batman? -inquirió Tony mirándolo con seriedad.

-Lo sé Tony, esas siempre fueron las razones que me impedían acercarme a él como realmente quería, pero ya no puedo alejarme de la persona que en verdad amo- la sinceridad con la que el kriptoniano respondió lo hiso esbozar una sonrisa sincera

-Empieza a suplicar Clark porque Bruce tiene un carácter peor que el mío. Aun así, se honesto por primera vez con él y si necesitas un poco de apoyo puedo interceder para que no te maten amigo-por primera vez Tony no vio a Clark como un idiota o como alguien a quien aguantar para llevar una relación sin malos entendidos. Ahora podría tratarlo como un amigo y quizá le diría porque piensa que Stephen siente algo más que su gran amistad por él.

-Bueno, ya que arreglamos esto y me sobra un poco de tiempo ¿Qué te parece si vamos por unas hamburguesas? - asintiendo a la oferta de Tony ambos se dirigieron a las que según Clark eran las mejores de la ciudad.

Para mala suerte del hechicero supremo su misión era aún más difícil que la de Tony pues por más que había intentado que el murciélago se detuviera un momento a hablar con él tan solo escuchaba negativas y excusas acompañadas con gruñidos de su parte.

Al final Bruce había ido a la baticueva al enterarse que el pingüino empezaba a hacer de las suyas en Gótica como era su costumbre. Tratando de descifrar su próximo plan de ataque se infiltro en los archivos de la policía -¿Necesitas hablar?- cuestiono Stephen manteniendo una distancia segura con el murciélago quien buscaba información en su base de datos.

-No lo creo- fue su corta respuesta.

-Sabes que desquitarte con todos no arreglara nada ¿verdad? -el incómodo silencio formado por la falta de voluntad en Bruce dio paso a una mirada de enfado seguido por quitar su máscara resguardándola en uno de sus brazos.

-No es algo que te incumba- refunfuño prestándole atención al hechicero quien mantenía una postura firme.

-Estoy preocupado por ti Bruce- intentar que no lo golpeara sería una gran prueba a su paciencia.

-Todos lo están, pero no la persona que me interesa- suspiro tratando de calmarse.

-Clark... no lo entiende, pero quizá con un poco de tiempo...

-Ya me cansé Stephen, no puedo esperar toda la vida a que se dé cuenta- encontrándose a el mismo cansado tanto física como mentalmente miro fijamente al hechicero supremo quien trataba de escuchar y hacer que se tranquilizara un poco - ¿Cómo puedes soportarlo Stephen? que Tony siempre esté pensando en otro cuando tú haces todo lo posible para mantenerlo feliz y que se fije, aunque sea un momento en ti.

Aquella pregunta hiso temblar al hechicero supremo desviando la mirada para evitar los interrogantes ojos de Bruce. -Duele mucho- confeso al fin.

-Exacto, es como se siente cuando Clark habla de su magnífica Luisa delante de mí y cuando me dijo que nuestra relación seria inmoral para el mundo me aleje diciéndole que ya no se acercara más y que si volvía a ver su cara se arrepentiría – por alguna extraña razón sonrió entrecruzando los brazos- Es por eso que estoy ignorándolo, tratare con mi último haz bajo la manga y si no funciona me rendiré con él. Y en tu caso Strange te recomiendo hacer lo mismo, quizá yo me excedí con mi actitud, pero si logras un cambio con Tony ¿no crees que baldra la pena? - pasando a un lado de Strange se dirigió al elevador que da a la mansión Wayne.

-Piénsalo- fue lo último que dijo antes de que se cerraran las puertas dejándolo completamente solo. Con la cabeza repleta de pensamientos, dudas y una mirada perdida en la nada creó un portal directo a casa.

Necesitaba estar solo y aclarar su mente.

...

Gracias por seguir leyendo XD

...

-Esto es un fiasco Clark, tu gran idea solo sirvió para arruinarlo -Se quejó Bruce en tanto miraba la escena frente a ellos.

Entrecruzando los dedos con el hombre de acero quien suspiro con pesar –algo bueno salió de todo eso cariño y admito que se lo debemos a ellos.

Batman asintió – lo arreglare.