— ¡Escucha esto! — miró irritado a su amigo que no dejaba de elevar aún más el tono, como si quisiera tener la atención de todos los que pasaban caminando en el pequeño parque — Estos pequeños mimos verbales son mucho más que simples nombres: son una forma única de expresar amor, cariño y complicidad — el rubio molesto cerró la revista y la abollo en una bola, como pudo, muy molesto — ¡Hinata no me ha dado hasta ahora un apodo! ¡Puedes creerlo! — furioso desarrugo la revista — ¡Y aquí dice que es algo que hacen las parejas! Yo — los ojos azules se inundaron de una caprichosa tristeza — yo pensé que Hinata me amaba, que era su todo. Ella es tan dulce, no es posible que no me ame.
— Naruto — Shikamaru cansado de escucharlo alza la voz, mira con enojo a su amigo — quieres parar, eres tan problemático — soltó con enojo, y antes que la tormenta amarilla volviera, continuo —, no has pensado que en su timidez, Hinata no puede avanzar a ese nivel. Tal vez tú debes dar ese paso.
Naruto lo pensó por un largo rato, Shikamaru deseo que está paz perdure por más tiempo. Sin embargo, nada estaba a su favor.
— Tienes razón — chasquea los dedos — No había pensado en eso — ríe tontamente, aunque luego se detiene, muy pensativo. Se mece suavemente en el columpio, y mira a su compañero que estaba en el otro columpio — ¿Qué apodo le queda bien a Hinata?
Shikamaru lo miró con genuina sorpresa, luego frunce el ceño.
— Eso es algo que tú debes pensarlo.
Naruto algo avergonzado insiste.
— Vamos Shikamaru, a mí no se me ocurre nada de eso, tu tienes experiencia en eso.
— ¿Qué? — alarmado gira a verlo — De dónde has sacado eso.
— Siempre le estás llamando mujer problemática — lo dice con una mala imitación de la voz del Nara, Shikamaru alza una de sus cejas, no gustoso con la imitación. Naruto ríe — es lo que siempre le dices a la hermana de Gaara.
— Eso no es un apo—
— ¿Y ella qué apodo te dió? — interrumpe con una genuina curiosidad —, a veces he escuchado que te dice vago, pero eso también te lo digo. Entonces, ¿los apodos no deben ser algo bonito ni romántico? — pronto volvió a enfrentarse a otro ataque de inestabilidad — ¡Por qué esto es tan difícil!
Shikamaru se encontraba en su propio dilema, solo eran amigos, su relación de conocidos había escalado significativamente, pero aún existía una leve tensión debido a la confusión del hostal, pero eso estaba en el pasado.
...
Dejó a Naruto en su propio dilema, él aún tenía rodeando por su cabeza el significado de los apodos que usaban entre ellos. En la dichosa revista señalaba que era para crear vínculos únicos, ¿Ellos tenían ese tipo de vínculo?
— Solo amistoso — aunque dudo de su propia respuesta.
Otra característica era reflejar la personalidad. Sin duda, esto no podía negarlo fácilmente. Mutuamente habían pensado en un apodo que encaja bien con sus propias personalidades. Él la llamaba mujer problemática, porque realmente lo era para ser una de las mujeres más inteligente y estratega, pero era problemática.
— Ino también lo es, pero nunca lo he llamado así — su mente intentó rebuscar en los recuerdos.
¿Fortalecer la conexión emocional? Shikamaru nuevamente se detuvo, en medio de la calle. Su amistad había dado grandes pasos, de enemigos a aliados, y luego a amigos.
— mendōkusei.
— Vaya, y pensé que no volvería a escucharlo — la voz femenina lo alerta demasiado tarde. Al girar se encuentra con la rubia — yo también estoy feliz de verte vago — señala irónica al notar la sorpresa en su rostro, vuelve a caminar pasando de él.
Shikamaru la sigue, poniéndo a su lado.
— Pensé que llegarías mañana.
— Me adelante, no podía dejar que tú vago trasero esté calentando el asiento. El sexto Hokage es muy benevolente contigo.
— Mujer problemática — sin poder evitar lo suelta con una sonrisa.
— Bebito llorón — musita para que él solo lo escuche.
Se detuvo de golpe, alarmando a Temari.
— ¿Qué sucede?
Shikamaru estaba pensando en las siguientes características: Aumentan la intimidad: Los apodos son una forma divertida y coqueta de mostrar afecto y cercanía.
Sus mejillas se tornaron rojas, y en su mente llegó la imagen del hostal, ellos acostados en cada lado de la cama, hablando en murmullos como si alguien los escuchará. Burlándose uno del otro.
Nunca se había dado cuenta, pero Temari lo llamaba vago cuando estaban en presencia de terceros, y en la intimidad, ambos solos, era 'bebito llorón'.
— Oye estás con fiebre de pronto — ignorando su calvario mental, ella se acerca y toca con delicadeza la frente masculina.
Los ojos marrones de Shikamaru se dilataron, tenerla tan cerca, como aquella noche, estaba volviendo aquellos sentimientos que intentaba ignorar con la divertida conversación, o simplemente pensaba que era cansancio.
Pero era evidente que su corazón vibraba por la cercanía de ella.
Tomó su mano y la apartó. Trago saliva y cerró los ojos con fuerza.
— ¿Shikamaru? — la rubia sentía que el sueño bajo sus pies estaba temblando. Él la estaba tomando de su mano, se sentía tan dolido por aquel toque.
Al abrir los ojos, se encontró con ese hermoso color que no podías saber si iba más por el lado verde o azul, o era una guerra entre ellos, mezclados en un tono que le invitaba a perderse en su mirada.
Sintió la leve caricia del dorso de su mano, las mejillas se le calentaron y deprisa, con brusquedad apartó sus manos.
— ¿Q-qué intentas hacer? — pregunta nerviosa, custodiando su mano cerca de su pecho, protegida por su otra mano, acariciando dónde él tocó con tanta dulzura. Una dulzura que no estaba acostumbrada a recibir.
Shikamaru sonríe de lado, lleva ambas manos a su bolsillo del pantalón, si sacaba un cigarro, sabía que ella se molestaría con él.
— Ya que has venido un día con anticipación, qué te parece si vamos a un restaurante, yo te invito.
— ¿Eh? — su sorpresa fue mucha, intentó bromear pero la voz no le salía. Tan solo asintió, aún acalorada.
— vamos, mujer problemática — ella solo sería su única mujer problemática.
Gracias por darle una oportunidad
