Cenizas de Héroes

Mancha Maldita

La ronda extrapreliminar del Torneo Universal había terminado, ahora de treinta y dos participantes ahora solo quedaba la mitad y entre ellos se encontraba Amaury Thulle que esperaba esa misma noche el sorteo de la ronda preliminar, recordaba las palabras de Eloz que le decían "cuidado, que mientras más avances en el torneo peor será el oponente", solamente podía suspirar y mirar sus manos vendadas y con manchas de sangre, en eso llega Alister Exilien para animarlo.

- ¿Te ocurre algo pequeño Amaury? – pregunto Alister.
- Nada, esperando a que terminen los comerciales de Faygo para saber quién será mi próximo rival.
- No te desesperes, ya sabrás quien será tu rival, mira, ya empezó el sorteo.

En la tele a nivel mundial Kylean Loftus hacia el sorteo de los oponentes de la próxima ronda, vio con sorpresa que sus amigos Harry Anderson Egbert y Davian Redroy se toparían en uno de los combates, mientras tanto a él le toco al último toparse con la estrella de pop y anteriormente campeona del torneo: Mila Karalis.

- Pelearas con la multiganadora de los premios Grammy, Emmy… y uno que otro Razzie. – dijo burlonamente Alister.
- Ganadora de discos de oro, platino y claro, el Torneo Universal.
- Debes tener cuidado Amaury, lo que tiene de diva lo tiene de peligrosa.
- Ya lo veo.
- Bueno, debes descansar.
- Descanse señorita.

Alister abandona el cuarto y Amaury se para en la ventana mirando a la luna con una lata de soda en sus manos, en eso una conocida aparece en el jardín, era Nidia y le mandó un mensaje a Amaury en su teléfono.

"¿Podemos hablar?"

Amaury respondió con un emote y Nidia apareció sentada en la cama del chico, el simplemente se sentó en su silla gamer.

- Te toco pelear con la "nalgas flácidas" y "artista barata de 20 pesos" llamada Mila Karalis.
- No le tengo miedo a una loca que se cree la gran cosa, hasta los locos del centro cantan mejor que ella.
- No me digas que te vas a contener con ella solo por ser mujer.
- Eloz me dijo que no me contuviera con nadie.
- ¿La prefecta de la Guardia Diaforiana?
- Ella me entrenó ¿Quién más?
- Que honor.

Los dos dejan de platicar y Amaury se recuesta en lo que Nidia desaparece, él mira al techo y solo sonríe esperando en los próximos días a venir.

Un par de días después todos los participantes de la ronda preliminar se reúnen en el Coliseo de Sancta Sanctorum listos para empezar, en eso Amaury ya preparado set topa con Harry, Davian y el resto de los acólitos.

- ¿Listo para la paliza de tu vida Harry? – dijo desafiante Davian.
- Quisiera si no tuvieras una cara tan horrible.
- No sabía que los niños podían pelear. – les decía Amaury.

Davian se volteó a Amaury y con algunas cicatrices en su rostro por no decir unas ojeras adicionalmente lo miró desafiante.

- Que chiste, a ti te toco pelear contra una cara bonita. – dijo Davian a Amaury.
- ¿Y?
- ¿Oye acaso no viste como se ve Mila? Te pasaría una de las revistas que Andrew tiene en su casa… ¡AUCH!

Aquel muchacho de hormonas alborotadas es interrumpido por Arceli Thulle, su pareja y "prima" de Amaury.

- ¿Podrías repetir lo que dijiste? – dijo Arceli algo molesta
- Este pues… hola Arcy ¿lista para ver a tu caballero en acción?
- Si sigues así de coqueto…
- Oye prima déjalo, las emociones del combate lo tienen así de pendejo. – les dijo Amaury.
- Gracias por defenderme.
- Lo dice el que al parecer peleara al último de todos nosotros…
- ¡QUITENSE BEBES QUE SIGO YO!

Uno de los participantes con una actitud desagradable los hizo a un lado de forma grosera, todos miran al participante altanero pasar, era aquel que Amaury y Nidia habían visto la vez pasada por televisión, Davian lo observa con cuidado.

- Habrá que tener un ojo sobre él. – comentaba Davian a Amaury.
- Lo tendré en cuenta.
- Ojalá tuviéramos un psíquico entre nosotros, quizás pudiésemos saber más de él.
- Iré afuera a estirar las piernas.
- Yo calentare un poco.

Mientras Amaury salía afuera los demás acólitos se iban a sus gradas, Arceli antes de dejar solo a Davian con Harry Anderson se le acerco a él toda ruborizada, le quería dar un "obsequio de buena suerte".

- Davie… quería darte algo antes de que pelees. – dijo tímida Arceli.
- ¿Y qué es?

De forma sorpresiva Arceli le da un profundo beso en los labios, se separa de él, se tapa la cara y se va corriendo a la grada, en tanto Davian queda idiota por ello, Harry se le acerca de forma curiosa.

- Oye matador y ni siquiera tuviste que pedírselo. – decía Harry Anderson sarcásticamente.
- Ya se.
- Iré al baño, después de todo nuestro siguiente combate será después de este.

Davian empezaba a prepararse para pelear, pero en ese momento empezó a sentirse decaído, le dio una especie de jaqueca y cayó de rodillas al suelo… cuando Harry Anderson lo vio se acercó a él.

- Viejo ¿estas bien? – preguntó Harry.
- Si… estoy bien, no te preocupes.

La cara de Harry Anderson no denotaba mucha seguridad, él sabía que algo pasaba porque ya lo había visto.

- Davian, últimamente te hemos visto fatal ¿ocurre algo?
- No tengo nada, en serio.
- No lo sé, como tu amigo debo decirte que me empiezas a preocupar.
- Te dije que no tengo nada Harry.
- ¿Estás seguro?
- Lo juro.
- Eso espero.

Aunque Harry se veía preocupado, por un lado, por otro Davian no quería admitir que le pasaba algo, el problema era ¿Qué era lo que le pasa?, últimamente le da por sentirse mal y débil, una vez llego a escupir algo parecido a tinta, con el pasar de los días aquellos síntomas empeoraban, pero su decisión de participar en el torneo le hizo dejar de lado aquellos dolores, de lo que tarde o temprano terminaría por arrepentirse.

En uno de los miradores del coliseo y que daba hacia la ciudad santuario un reflexivo Amaury terminaba sus estiramientos y se puso a mirar el horizonte, de pronto una chica con traje de porrista rosa y peluca del mismo color apareció a su lado, los pompones que ella traía molestaban a Amaury.

- No hagas eso Nidia. – dijo Amaury.
- Tu ganaste una porrista muchachito, ahora te aguantas.
- Se sentirá aburrido esperar hasta la última pelea.
- Al menos tendrás tiempo de estudiar a tus rivales.
- Cierto.
- Por cierto… creo que deberías ir a ver a tu amigo.
- ¿Cuál de todos?
- Al novio de tu "prima".
- ¿Ocurre algo?
- Quisiera decirte, pero es mejor que tu fueras a verlo.
- ¿Y qué es?
- Si te lo digo entonces irías a decírselo, pero no te haría caso.
- Es cierto, Davian es un testarudo a veces.
- Solo ve, su pelea ya va a comenzar.
- Lo olvidaba… gracias.
- Oye olvidas una cosa más.
- ¿Cuál?

Nidia le entrega una toalla blanca a Amaury, el queda extrañado por el gesto.

- ¿Y para que quiero la toalla?
- Arrójala en el momento indicado.
- ¿Qué la arroje?
- Si, solo en el momento indicado, ahora vete a la pelea.
- Ok ya me voy.

Davian corre a toda marcha al ring para ver el combate entre sus amigos mientras ve pasar a un inocente peleador siendo sacado en camilla por salamandras, luego asoma su cabeza y escucha la voz del narrador y al oponente del chico lastimado parado sobre la jaula de cadenas.

"¡Ganador de este combate: ¡TYSON MCDUNN!"

Aquel peleador dejaba la arena en un estado bastante fresco para encontrarse con unas personas en uno de los palcos, Amaury llega a la zona del ring y se queda cerca de la rampa de acceso mientras Harry Anderson y Davian entran a la estructura, los dos chicos ante la réferi hacen reverencia respetuosa mientras los chicos de las gradas animaban a los dos jóvenes peleadores, entre ellos Arceli a su amado Davian.

- ¡Vamos Davian, tu puedes! – gritaba Arceli.
- Podrías bajarle al volumen Arcy, me lastimas los oídos. – le dijo Ashley Healer.

Los dos apenas escucharon la pelea se pusieron en guardia, esperando a que uno de ellos diera el primer golpe, pero de pronto Davian se detiene y se siente la cabeza como si hubiese sufrido una jaqueca, tanto Harry Anderson como la oficial se acercan a él, pero les pone la mano al frente deteniéndolos solo diciendo que estaba bien, Amaury observaba desde la puerta y solo pensaba que no era cierto, Davian se volvía a poner en guardia y de nuevo la jaqueca le vuelve a dar más fuerte.

- Oye chico ¿te encuentras bien? – le preguntaba la arbitro que ya se había puesto un guante de goma.
- Si señorita, me encuentro bien.
- Pero te ves fatal amigo. – le decía Harry Anderson.
- ¡COÑO DE LA MADRE, QUE ESTOY PUTAS BIEN…!

Al terminar de decir eso siente nauseas y se siente el abdomen, se retuerce y empieza a crujir los dientes, el mareo se intensifica y las luces no ayudan en nada, tanto la oficial como Harry Anderson se acercan a el y de pronto las mejillas de Davian se inflan para luego terminar vomitando en la lona del ring.

- Ay dios mío pero que asco. – vociferaba el anunciador Trefli Straus por el micrófono a toda la arena.

Todos en el coliseo miraban preocupados a Davian que había vomitado una especie de líquido negro, volvió a vomitar y cayó retorcido de dolor al suelo, la referí se le acerca y le pregunta si puede continuar con el combate, el asiente a pesar de que su cuerpo dice lo contrario, los acólitos en las gradas miran con temor.

- ¿Pero que fue lo que paso? – preguntaba Desidia Caetus.
- No tengo idea, pero no creo que sea bueno. – le respondía Damant Upiere.
- ¿Davian? – decía Arceli con lágrimas en los ojos.

De inmediato Astrid Thulle junto a Yuseia Kyofza y Boris Lavrov fueron al ring para ayudar a Davian que seguía en el suelo, Amaury solo observaba la toalla que le dio Nidia recordando lo que le había dicho hace rato ¿será esto?

Mientras tanto en la Magna Biblioteca de Sancta Sanctorum… un despreocupado Anaret Cozzdi, quien era padre de Davian fue avisado por uno de los servidores de la biblioteca sobre lo que estaba pasando con su hijo y soltando el montón de libros que tenía corrió al coliseo, Lordee Kyreen que venía a visitarlo al verlo salir tan deprisa fue a seguirlo, era algo no muy bueno.

De vuelta en el coliseo… Amaury se quedo pensando en la toalla y de pronto le llego a la cabeza que esto era a lo que se refería Nidia de que lo usara en el momento justo, se subió a la pared de cadenas y metiendo el brazo arrojo la toalla justo sobre Davian, luego miro a la referí gritando "él se rinde, detenga la pelea", la oficial avisa a los jueces y la campana suena inmediatamente, Trefli queda atónito por lo que ve, pero se pone a trabajar.

- Este…. Bueno, estimado público, el oponente por lo que se ve se encuentra indispuesto a concluir el combate y como una persona arrojó la toalla entonces declaramos ganador por nocaut técnico a Harry Anderson Egbert.

Pronto la camilla aparece junto a Astrid y sus amigos, las salamandras paramédicas suben al débil Davian y lo llevan a la enfermería, Amaury se queda mirando y sigue a la comitiva, al llegar a la enfermería es detenido por Yuseia y Boris en la puerta de la misma junto a los demás acólitos, Arceli se le acerca a preguntar para saber algo.

- ¿Sabes que le paso? – le pregunta Arceli angustiada. - ¡¿Sabes que le paso?!
- Solo vi que vomito algo negro y empezó a sentirse muy mal, es todo lo que puedo decir.

Astrid junto a uno de los médicos examina al débil Davian hasta que ve que los preocupados acólitos abren paso a una camilla especial traída por Kylean Loftus, le ordena a los paramédicos salamandra que pongan a Davian a esa camilla y se preparen para activar un sistema especial de la misma.

- Santidad ¿Qué es lo que pasa? – preguntaba consternada Astrid.
- Este niño será colocado en esa camilla bajo sistema de éxtasis, un sistema que congela el tiempo para que pueda su cuerpo no sufrir más daños.
- ¿Éxtasis? ¿Para qué?
- Será trasladado al Apotecharion de la Orden del Martillo, allí Evangelynn Roswell junto a Cestus Acktau lo examinaran.
- ¿Examinarlo? ¿tan grave es?
- Es peor de lo que crees, ya hay una nave esperando para transportarlo hasta allá con sumo cuidado.
- Como usted diga.
- Mandaré al capellán Lavrov con Davian, no se preocupe, usted encárguese de los acólitos.
- Lo haré Su Ilustrísima.

Tanto Kylean como Boris junto a las salamandras se llevaban a Davian en esa camilla especial, Arceli con lagrimas saliendo de sus ojos miraba como su matesprite era llevado, intentó seguirlo, pero Yuseia le detuvo por ordenes de Kylean, Amaury se quedo mirando y pensando ¿Qué le paso?... pronto lo sabría.