_ CAPÍTULO 14 (PARTE 2): GOLPE DE REALIDAD _

Alan cayó sobre sus rodillas, una expresión molesta cruzó por su rostro cuando miró hacia el frente, sus brazos estaban contenidos con unas esposas especiales que le negaban el uso de cualquier tipo de magia.

El argentino observó cómo la mujer que lo había retenido avanzó hacia adelante, ahora su cuerpo era mucho más visible gracias a que llevaba un hermoso vestido carmesí. Dicha mujer se volteó para entregarle una mirada, su cabello oscuro estaba atado en una larga cola de cabello, y sus ojos tan oscuros como la obsidiana le daban un toque hermoso tanto como tenebroso. Su piel blanca resaltaba aún más gracias a ese lunar que tenía debajo de su ojo izquierdo.

"¿Qué quieren de mi?" Alan decidió que lo mejor sería continuar con el teatro, aunque su expresión retadora no desapareció nunca en su rostro.

"5 bombas de veneno." La mujer habló repentinamente, a lo que llamó el interés de Alan. "Eso no es algo normal, ¿para quién trabajas?" Ella se expresó con calma en todo momento, pero Alan sintió como sus ojos parecían estar perforando su pecho.

"Dejalo, Jessica." Lo que antes parecía una enorme pared blanca lentamente se fue corriendo, dando a entender que era una gran cortina. "No importa si trabajan para alguien o no." Las cortinas se corrieron por completo, allí mostrando a un hombre joven que estaba entre sus 20 y 30, llevaba una bata de laboratorio harapienta que estaba cubierta de sangre. "De todas formas, nunca más podrán salir de este lugar." Afirmó el sujeto con una leve sonrisa.

Alan no le prestó mucha atención, ya que se veía mucho más centrado en la cantidad de artilugios y experimentos extraños que estaban detrás del hombre.

Había mesas, camillas, diferentes artefactos, sangre, cuerpos apilados en un basurero, y restos de alas de Ángeles Caídos que parecían haber sido mutiladas por el producto de la rabia y la desidia.

Era como un gran laboratorio.

Un laboratorio sangriento.

Mientras más veía Alan, más asco sentía, y su rostro lo dejaba bien claro.

"Si, algunos reaccionan de esa manera cuando ven esto. La mayoría termina orinandose en sus pantalones." Se mofó el hombre mientras lo miraba, a lo que Alan simplemente apretó los dientes.

"¿Dónde está ese bastardo de William?" Alan acusó con rabia.

"Le dije que eran agentes encubiertos." Jessica intervino entre ambos. "Hay que matarlos ahora." Antes de que la mujer pudiera hacer algún movimiento, el hombre la tomó de la cintura y le plantó un gran beso que sorprendió incluso a Alan.

Una mano se dirigió hacia uno de sus pechos, a lo que un gemido algo exaltado emergió de sus labios cuando se separaron.

"No te preocupes, no hay que tomar medidas drásticas aún. Hace un tiempo que el proyecto está estancado, a lo mejor alguno de ellos podría ayudar." Las palabras del hombre se ganaron un torpe asentimiento de Jessica, que parecía estar extasiada por el beso.

"Muy bien, hay algo que debes entender..." El desconocido se acercó hasta arrodillarse frente a Alan, para luego tomarle el mentón con una sonrisa algo escalofriante. "El único que hace preguntas aquí soy yo, ¿entendido?" Alan simplemente apartó su rostro del hombre con brusquedad, a lo que el hombre se levantó con una risa.

"Si quieres preguntar, solo hazlo." Disparó Alan con un tono peligroso, a lo que una sonrisa algo enferma cruzó por el rostro del enfermero.

"Voy a recompensarte por tu predisposición. Pero de momento, empecemos con unas preguntas básicas..."

_ SALTO DE LÍNEA _

"¿Estás segura que eso va a funcionar?" Issei se separó un poco de Raynare tras que ella le susurrara en el oído.

"¿Sé te ocurre alguna otra idea?" Ella intervinó, a lo que el castaño simplemente observó entre Rick y Yung Len, quienes simplemente asintieron.

"Muy bien..." Issei suspiró, para luego sonreír. "¡Pero no me pidas disculpas después!" Issei le dio un fuerte golpe en la mejilla a Raynare, quien se tambaleó hacia atrás hasta chocar contra algunos prisioneros, quienes se confundieron.

"¡¿Cómo te atreves?!" Raynare gritó con dientes apretados, una sonrisa furtiva emergió de sus labios cuando hizo sus dos codos hacia atrás, propinándole cortos pero fuertes golpes al pobre hombre que estaba detrás.

Raynare le devolvió el puñetazo con la misma intensidad, por lo que Issei se tambaleó hacia atrás hasta finalmente chocar contra una de las mesas, volteandola y tirando todo lo que tenía encima, algo que nadie recibió muy bien.

"¿Qué...?" Uno de ellos intentó decir algo, pero se quedó en la nada cuando Yung Len impactó sobre el hombre por haber sido arrojado por Rick.

"¿¡Qué demonios haces!? ¡No tenemos ganas de perder el tiempo con estas disputas estupidas!" Un hombre gritó con rabia, a lo que Rick solo se dejó agarrar por él y ser arrojado contra una gran cantidad de hombres, estampandolos a todos contra el piso.

Y de esa manera, una enorme batalla campal se desató, en donde todos luchaban contra todos.

_ SALTO DE LÍNEA _

El desconocido observó la pequeña libreta, para luego mirar a Rick nuevamente.

"A ver si entendí..." El hombre repasó los apuntes de la libreta. "¿Naciste en Pakistán pero tienes nacionalidad africana y a la vez te criaste en Colombia?" El hombre observó a Alan, quien se mantenía inmutable. "¿En serio piensas que me creeré semejante estupidez? Ni siquiera eres negro."

"Tuve una enfermedad en la pigmentación de mi piel." Respondió Alan al instante.

"Esto es ridículo..." Jessica no pudo evitar frotarse la sien con fastidio.

"¿Cómo te llamas?" El desconocido hizo otra pregunta, a lo que Alan optó por el rostro más serio que pudo.

"Mi nombre es Walter White." El hombre y Jessica se miraron entre sí tras escuchar la respuesta.

"Entonces, eres un pakistán de nacionalidad africana que se crió en Colombia y tiene un nombre estadounidense..." El desconocido arrojó la libreta lejos mientras daba un par de pasos para agacharse frente a él. "Lo único que falta ahora es que me digas que eras un narcotraficante buscado por todo un país."

"No me creerías si te lo dijera." Fue la simple respuesta de Alan, a lo que el hombre simplemente sonrió.

"Muy bien, lo intentamos por el lado bueno." El hombre se puso de pie, observando a la mujer. "No tengo problemas si lo conviertes en una de tus marionetas, Jessica." Esas palabras hicieron que una sonrisa algo psicopata y caliente emergiera del rostro de la mujer, por lo que Alan no pudo evitar sudar.

"Oh, eso suena bastante divertido..." Jessica tuvo las intenciones de acercarse a Alan, pero un sonido extraño la detuvo.

Jessica no fue la única que se percató de ello, ya que tanto Alan como el desconocido se confundieron.

El desconocido se acercó al borde del gran vidrio blanco que había en su laboratorio, y la incredulidad no tardó en golpear su rostro al ver que los prisioneros estaban haciendo un gran alboroto en el piso inferior.

"¿¡Pero que carajo!?" La incredulidad del hombre se transformó en furia. "¡Jessica, calma este alboroto ahora y tráeme aquí a los obvios culpables!"

Jessica no dijo nada, solo se retiró hacia la gran puerta con una clara mirada fastidiada en su rostro, a lo que Alan solo sonrió de manera burlona.

"Oye..." Alan observó al frente, y se sorprendió al ver como ese hombre aparentemente tranquilo le estaba entregando una mirada de muerte. "Por lo que veo, voy a tener que enseñarles algunos modales a ti y a tus amigos."

_ SALTO DE LÍNEA _

Uno de los dos portones gigantes comenzaron a abrirse lentamente, revelando a una Jessica realmente molesta.

"¡DETÉNGANSE AHORA!"

El enorme alboroto que había se detuvo casi de raíz, y el silencio no tardó en llegar tras unos pocos segundos.

Sin duda alguna ese silencio era mortal, ya que todos los prisioneros observaban espantados como esa mujer se abría paso entre ellos hasta que finalmente llegó al centro del sitio, en donde vio como Issei estaba agarrando a un hombre de su remera, pero rápidamente lo soltó. El pobre tipo se escabulló en cuatro pasos para no ser víctima de la ira de esa mujer.

"Los alborotadores siempre están allí, pero es la primera vez que alguien genera tanto escándalo." Comentó Jessica con los brazos cruzados, observando como Raynare, Rick y Yung Len se detenían frente a Issei para apoyarlo.

"¿Dónde está William?" Preguntó Issei, materializando su guantelete y activando su lanza.

"¿Dónde está mi helmana?" Preguntó Yung Len, materializando su guadaña con un claro aire hostil sobre la mujer.

"Ni siquiera sé quien eres." Respondió Jessica con suficiencia, a lo que Yung Len entrecerró sus ojos.

"Tampoco lo hago. Pelo no me hace falta lecoldal tu losto pala sabel que eles esa puta de..."

"Yung Len." Rick colocó una mano sobre su pecho, el Twice Critical ya estaba activado en su mano.

"¿Oh? Así que tú eres el líder de éste grupo tan peculiar..." Una sonrisa socarrona emergió de Jessica, y justo en ese momento sus ojos brillaron de un color rosa.

Los ojos de Rick se oscurecieron de un momento a otro, y su mano se alejó lentamente de Yung Len. Ninguno se dio cuenta que algo raro estaba sucediendo con su capitán.

"¿Quieres hacer esto por las buenas o por las malas?" El anillo de Raynare brilló y se convirtió en su espada, que no tardó en emanar algunas llamas.

"Hum, creo que ustedes mismos ya tomaron esa decisión." Jessica hizo un gesto con su dedo para incitarlos a atacarla, o eso pareció en un principio.

"¡Muy bien, tú lo pediste!" Exclamó Issei con energía y se lanzó sobre la mujer, pero justo antes de que pudiera hacer algo, los ojos de Raynare y Yung Len se ensancharon con bastante asombro.

"¡ISSEI, DETENTE!"

Issei se detuvo en seco justo al último segundo, ya que Rick apareció frente a él para poder proteger a Jessica.

"¿¡Rick!?" Issei no pudo decir mucho más, ya que dio un salto hacia atrás tras ver como Jessica sacaba una gran daga debajo de su vestido.

Todos se quedaron sin habla al ver como Jessica presionó el frio metal sobre la garganta de Rick, haciendo que una pequeño hilo de sangre corriera con libertad.

"Ahora harán exactamente lo que les diga, ¿les parece bien?"

_ SALTO DE LÍNEA _

Unos minutos más tarde...

Todos cayeron de rodillas al lado de Alan, quien lo observó con bastante inquietud.

"¿Se encuentran bien?" Preguntó el argentino con preocupación.

"Rick está actuando extraño." Issei forzó en contra de las esposas en un intento de romperlas, pero no pudo.

"¡Oye, Rick!" Alan llamó a su capitán, pero se quedó en silencio al ver que el hombre no reaccionaba.

Mientras tanto, Raynare observaba como esa mujer le entregaba la espada y la lanza al extraño enfermero, quien se veía bastante feliz con los nuevos juguetes encontrados.

"¡Te dije que valdría la pena dejarlos vivos!" El grito del hombre llamó la atención de todos.

"Siempre tienes razón. Eres increible." Jessica espetó con una mirada soñadora en su rostro.

"¡Oigan!" El hombre se acercó al grupo, observando a todos con una gran sonrisa. "¿Alguien me puede decir quien es el dueño de esta lanza?" Preguntó el hombre, arrojando la espada al suelo mientras tomaba la lanza con ambas manos, como si se tratara de un objeto más allá de lo divino.

"Quita tus manos de mis cosas." Issei no tardó en responder, a lo que el hombre sonrió.

"¿Sabes algo? Me encuentro de mejor humor gracias a ti." El hombre se arrodilló frente a Issei, quien tan solo lo observó con dientes apretados. "No sé si lo sabes, pero esta Sacred Gear es un arma divina. Eso significa que contiene un gran poder puro dentro de ella, algo que necesito." Esas palabras hicieron que una sonrisa apareciera en Issei.

"No importa lo que hagas, no lograrás extraer su poder." Afirmó el castaño, a lo que el hombre observó la lanza.

"Escucha esto. Puedes liberarnos a mi y esta gente. Puedes entregar a tu jefe, e incluso si te portas bien puede que tu sentencia no sea perder la cabeza y vivas en paz." Raynare fue la que habló en esta ocasión, a lo que todos la observaron.

"¡Raynare!" Issei se quejó.

"¿Qué? Solo creo que la negociación puede funcionar." Raynare inclinó sus hombros en forma de protesta.

"¿Escuchaste eso, Jessica?" El hombre observó a la mujer, quien tan solo sonrió. "Libera a ese hombre."

Jessica observó a Rick al mismo tiempo que sus ojos volvían a brillar, y el hombre parecía volver en sí, aunque se encontraba muy agitado.

"Rick, ¿estás bien?" Issei preguntó bastante preocupado.

"Así que... ¿Quieren que entregue a William?" El hombre se volvió a parar para mirar a todos. "Saben, he vivido por mucho tiempo, pero es la primera vez que me cruzo con personas tan esperanzadoras como ustedes. Ya saben, esas típicas personas que piensan que todo saldrá bien, incluso cuando se encuentran en una situación realmente jodida..." El desconocido se acercó hacia Rick. "Admiro eso, el mundo necesita más gente cómo ustedes." El desconocido sujetó las esposas de Rick para ponerlo de pie, para luego acercarlo hacia Jessica. "¿Tienes las llaves?"

Todos se miraron entre si al notar que habían podido convencer a ese hombre de una manera tan sencilla.

Justo en el momento de que Rick iba a ser liberado, el desconocido le rompió la pierna de tal manera que lo obligó a tirarse en el piso, ganándose un gran grito como respuesta, a lo que todos observaron con cierta conmoción.

"¡Maldito bastardo, dejalo!" Exclamó Issei, levantandose del suelo para atacarlo, solo para ser derribado al suelo una vez más cuando recibió una fuerte patada en el abdomen.

"Demonios, Ángeles Caídos y humanos. No puede haber una composición más corrupta y asquerosa" El hombre pisó la cabeza de Issei con fuerza. "Y aún así, todos ustedes piensan que tienen alguna posibilidad de negociar conmigo." El hombre apretó la cabeza de Issei con aún más fuerza y colocó la lanza sobre su cuello. "¿Acaso no se dan cuenta en la situación en la que se encuentran? ¿O acaso simplemente no quieren verlo?" El hombre comenzó a pisotear la cabeza de Issei con brutalidad, hasta el punto que lo dejó al borde de la inconsciencia.

"¡Detente!" Alan quiso saltar en su defensa, pero fue repelido con facilidad cuando lo golpeó con la lanza utilizando su parte sin filo.

"No hay negociación, no hay salvación. Ustedes son simples marionetas desechables a partir de ahora." El desconocido se apartó de Issei para mirarlos a todos. "No existe ningún guión para que pueda salvarlos, ¿quedó claro?" El hombre se detuvo para observar a todos, y al ver que nadie decía nada solo se dispuso a asentir con satisfacción.

El hombre se acercó a Jessica para entregarle la lanza y tomar la espada de Raynare. En ese momento un silencio bastante tenso se presentó en el lugar.

"Un guión, no existe tal cosa como esa en la vida real. Nunca lo olviden..." El hombre se quedó de espaldas mientras sostenía la espada de Raynare en silencio.

La hostilidad del sitio bajó bastante después de esas palabras, lo que indicaba el final del primer confrontamiento...

"¡ESTO SE LOS RECORDARÁ!"

Issei cerró sus ojos con fuerza cuando una gran cantidad de sangre le salpicó.

Sus ojos se abrieron, y solo pudo ver como la cabeza de Rick rodaba hasta estar frente a él.

_ ¡FINAL DEL CAPÍTULO! _