Prólogo:
Después de pasar todo un año separados, lo normal para cualquier pareja era querer estar el mayor tiempo posible juntos, pero las cosas no eran tan fáciles para Gaara y Matsuri, que estaban a sólo días de comenzar la universidad y, por tanto, apenas se habían podido ver a ratos.
Vivir sola era un reto totalmente nuevo para Matsuri, ya que en toda su vida, jamás se había separado de sus padres, al principio tenía mucho miedo de hacerlo, pero cuando sus amigas de Osaka manifestaron su deseo por estudiar en Tokyo, las tres planearon compartir un departamento, así que realmente no estaba sola, pues las tenía a ambas a su lado, por supuesto, también tendría el apoyo de su novio, que resultó que su edificio quedaba a sólo un par de calles, ella le había hecho una visita breve el día en que se reencontraron.
Con tanto que hacer por parte de ambos, por fin habían encontrado un momento, justo un día antes de que el periodo de clases comenzara, para tener una cita, así que estaban juntos dando un paseo por la ciudad, tomados de la mano.
—Me alegra que por fin podamos vernos, ya comenzaba a pensar que te vería menos aún estando en la misma ciudad —dijo Gaara, que se mostraba un poco pesimista al respecto, así que su novia le dedicó una sonrisa.
—Perdón, Gaara-kun, pero tuve que hacer mucho papeleo por mi cambio de residencia y la inscripción para la universidad —contestó la chica, apretando un poco la mano del mayor—. Por cierto, mis amigas ya se instalaron, así que puedes ir a visitarme.
Él sonrió levemente.
—Me encantaría visitarte, todavía no puedo creer que vivimos tan cerca, somos casi vecinos otra vez.
—Aún me pone un poco nerviosa estar sin mis padres, pero creo que necesitaba mi independencia, o nunca creceré.
Gaara soltó su mano y acunó el rostro de su novia, mirándola a los ojos.
—Después del accidente, es normal que tus padres no quisieran despegarse de ti, pero me alegra mucho que no tuvieras ninguna otra secuela, a parte de… —frunció ligeramente los labios—. Bueno, ya sabes… —sus ojos se desviaron hacia un costado, sinceramente, no le gustaba para nada acordarse de aquellos meses de incertidumbre, cuando Matsuri no lo recordaba.
—No pienses en eso, ya pasó —dijo Matsuri, abrazándolo con fuerza.
El pelirrojo asintió con la cabeza, era cierto, no tenía por qué recordar aquellos malos momentos, ahora las cosas eran diferentes para ambos y el futuro les sonreiría al estar juntos y compartir todo lo que vendría, no había ninguna razón para amargarse.
—¿Quieres ir al cine? —propuso ella, separándose levemente del abrazo, a lo que el chico asintió, por lo que Matsuri volvió a tomarle la mano—. Entonces vayamos pensando en qué veremos.
—La nueva de Batman —contestó su novio, siendo jalado hacia el frente por la joven, que ya había pensado en que él le pediría dicha película, era bastante fanático del superhéroe y, mientras avanzaban, pasaron junto a un póster que estaba pegado en la pared del edificio junto a ellos, el cual mostraba con letras grandes el próximo concurso de bandas underground, que contaría con los ya bastante conocidos "Akatsuki", aunque ninguno le prestó atención.
Desde el otro lado de la calle, una joven de cabello negro que llevaba anteojos divisó al pelirrojo, no alcanzó a ver que iba con otra persona, puesto que en ángulo cubría de su campo de visión a Matsuri, pero, a pesar de la distancia que los separaba, ella lo reconoció.
—¿No es ese Gaara…? —murmuró, sonriendo levemente, no lo había visto desde hace más de dos años, cuando él y toda su familia se mudaron para venir a Tokyo.
—¡Shijima! —escuchó que la llamaban—. ¿Qué haces? Date prisa, o te dejaremos atrás.
La recién nombrada volteó para contestar —Ya voy, sólo que vi a alguien que… —cuando volvió a mirar a la dirección en donde había visto a Gaara, éste ya no estaba, así que frunció el ceño—. Rayos, se me escapó, pero supongo que volveremos a vernos pronto —nuevamente sonrió, no podía esperar para volver a cruzárselo.
