Sostener la gravedad es perderse de la realidad, perder la voluntad, ser un cascarón al final del día. No queda nada de lo que se llegó a ser o con lo que se soñó sinceramente.

Es una puñalada en la españda, un golpe en el corazón, una patada en la entrepierna son tiempo para reaccionar por el dolor. No hay tiempo para lamentarse por ello. Ni si quiera hay pensamientos conscientes, es caminar sobre cascaras de huevo que son pisoteadas con fuerza, pero que no pueden rompersen. Son fuertes cadenas que apricionan al humano mientras que los deseos de la bestia se hacer cargo, toman por completo el control de la nave mientras el humano llora en silencio atrapado en una oscuridad de la que no encuentra salida.

Algo en el interior ruge con furia porqué quiere escapar, lucha tan desesperadamente que si pudiera sufrir estaría con mis órganos echos trisas siendo expulsados por la boca. Cuando quiero gritar, cuando quiero patalear y hacer un berrinche por lo injusto de mi vida ¡la veo a los ojos para volver a desaparecer con mis cadenas a un rincón!

Luego ella aparece frente a mí con una sonrisa cruel, con sus ojos inyectados en sumo dolor. Su agonía desgarra lo poco que me queda de alma, de conciencia, de esta humanidad que aún me recuerda quien soy aunque muy en el fondo. Está tan enterrado, tan sepultado con pocas probabilidades de surgir a la lúgubre superficie.

A veces tengo tanto miedo de olvidar, de ser por completo un cascarón que siento morir. Tengo miedo de dejarlo salir, con la huella como una medusa a mi alrededor comprimiento, acechando, cazando, destrullendo ¡no me atrevo! No quiero dejarlo salio por el miedo a que esa pequeña llama azul sea absorbida, por completo apagada por la serpiente maldita en la que se ha transformado mi existencia.

Ella encuentra a un compañero, un igual. Por un lado me siento aliviado, aliviado porque siento que al fin dejará de odiarme, de odiarnos. Por otro lado, esa pequeña llama dentro de mí titila con una angustia hasta ahora desconocida. Luego está esa parte territorial, el egoísmo de mis recuerdos más tiernos, completamente inocentes de lo que fue el amor más vello conocido por la tribu, pero que fue destrozado de un tajo tan letal que desgarró nuestras almas como las hojas que caen en el otoño, por completo arrastradas por los vientos, sin posibilidad de unirse nuevamente a sus ramas.

Los días pasan. Por un momento pensé que ella volvería a verme como antes con calidez ¡con ternura!. En su lugar me recibe una mirada aún más cruel. Es un desprecio que no puede ocultar, soy para ella como un fango que se adhirió a sí, que la envolvió para dejarla sin escapatoria. Chris la adora, idolatra el suelo que pisa y aun así ella lo evade como si fuera la maldita peste bubónica. Si su huella es odiada debí entender que para mí no hay nada más que desprecio, odio, repulsión, cualquier sentimiento abominable existente. Entonces un día ella se fue, abandonó al chico que podría hacerla feliz ¡no lo entiendo! Simplemente no puedo hacerlo pues pudo tenerlo todo y sin embargo, ha decidido quedarse sin nada.

Nadie pensó que sucediera, todo el mundo incluyéndome pensamos que solo estaba siendo mezquina he inmadura. No fue hasta que sus recuerdos llegaron a mí por fin pude entenderlo. En serio lo hice. Ella no ha huido por cobardía ¡ha huido por que no fue suficiente! Ella no se conformaría con algo tan simple, con una estratagema del universo para tener que contentarse y ser feliz en una cruel mentira sin escapatoria.

Entonces yo Sam frente a mi huella confirmo que nunca fui o seré suficiente para leah porqué al final me resigne a mi destino. Yo soy el cachorro al que todos admiran, el ejemplo a seguir, pero que por dentro es un niño que llora por qué siente que lo torturan y que nadie vendrá a ayudarlo mientras sus cadenas poco a poco le cortan la circulación.

¿Cuánto tiempo pasará para que las cadenas me perforen la piel de mi espirito? ¿Hasta cuándo Sam soportará las embestidas? No lo sé, creo que nunca lo sabré porque no tengo valor, simplemente me he rendido desplomándome en el suelo cual soldado caído.

Mientras tanto leah será esta pequeña llama azul que acompaña al ser inocente, tan tierno que alguna vez lo amó. Por su parte el lobo seguirá desempeñando el rol del juego maldito hasta que todo terminé por fin.

Hola, hola amigos. Aquí les traigo un pequeño fragmento con el punto de vista de Sam. Espero que les guste.

Como siempre, por favor no olviden comentar, añadir a favoritos.

Les quiere 98leahcullen.