Hace siglos, SIGLOS, que no escribía nada para este fandom. Y bueno, nada en general, si hoy honesto. Probablemente escribiré esto para un público que ya no existe, pero en aras de sacarme esta idea de la cabeza, traje para ustedes el reto del FLUFFTOBER, que siendo honesto, me ha resultado difícil de completar. Pero tengo algunas historias qué sacar con esta parejita que, recordándolo con cariño, fue mi primer acercamiento al Fanfiction como tal. Sin más por decir, espero que me acompañen en este pequeño viaje que durará todo el mes de octubre.


1 Primer día de novios

Aunque el plan fue ir a ver una película, no contaban con que la función estaría llena a pesar de que el estreno había sido hace 3 semanas. Cosa rara, Flippy no pensó que las películas de súper héroes fueran tan cotizadas; y mientras él se maldecía internamente por no haber comprado las entradas por Internet como se lo aconsejó Splendid, Flaky lo miraba con un gesto temeroso y confuso. A pesar de la timidez de ella, su confianza la hizo preguntar:

—¿Estás enojado?

Aquello calmó la agresiva voz interna de Flippy, que muchas veces parecía más neurótico que él y el doble de maldiciente.

—Un poco —dijo, suspirando—. Es sólo que no pensé que estuviera lleno, y tú querías ver esa peli.

Eso la hizo sonreír con un leve sonrojo que trató de disimular fingiendo un estornudo.

—No te preocupes, todavía podemos hacer otra cosa.

—¿Como qué?

Siguieron caminando, con el brazo de ella cruzado en el suyo, como una de esas parejas de casados hace varios años. Ese gesto seguía desconcertando a Flippy, que muchas veces juró no hacer algo tan meloso como eso.

—Bueno, conozco un buen bar por aquí —eso sorprendió al militar, que alzó la ceja con una sonrisa de interés —. Bueno, jamás he ido, pero Petunia dice que tienen música en vivo, ¿vamos?

Oye, soldado. Dime. Le gustan las pelis de súper héroes, también los bares. ¿Y? Si la dejas ir, te mato. Si tú la asustas, te mato. Tenemos un trato, vamos allá.

—Por supuesto, vamos por un trago.

Eso la hizo sonreír con ganas y Flippy tuvo que desviar su mirada, ya que pudo sentir como su temperatura aumentó con aquel sonrojo, definitivamente esa chica lo volvía loco.

Realmente, haber caminado por el centro de la ciudad los acercó bastante al bar. Y de forma irónica, aunque era de noche, estaba mucho menos concurrido que el cine a pesar de ser viernes por la noche.

Una mesera se acercó para tomar su orden y luego de apuntar en su bloc de notas, los dejó solos a la espera de su cerveza. Cuando las dejaron, él se rio por lo bajo al verla levantar el pesado tarro y beber con ganas hasta hacerse un bigote de espuma. Al notar la mirada sobre ella, sonrió también.

—Guardaba mi apetito para las palomitas del cine, pero esto no está nada mal —dijo Flippy alzando su tarro en forma de brindis.

—Sí, creo que esto es mejor —Flaky chocó su tarro con el de Flippy—. Y podemos ir mañana a ver la película, si tú quieres, claro.

—¿Me estás invitando a otra cita? —inquirió él de forma juguetona.

—Necesitaré sujetar la mano de mi novio si mi súper héroe favorito se muere —declaró ella, con una tímida sonrisa mientras evitaba verlo a los ojos.

—Dalo por hecho.

Cuando la mesera puso orden de alitas frente a ellos, no demoraron mucho en tomar una. Aunque comían en silencio, en su cabeza, Flippy pudo oír otra cosa mientras la veía comer y beber con singular alegría:

Maldición, nos sacamos la lotería.