¡Hola de nuevo! Espero que todas estéis bien. Perdonad, dejé de escribir por falta de inspiración pero ya estoy de nuevo. Enviadme muchos ánimos para que la inspiración siga. Un abrazo a todas.
*La mayoría de los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Mizuki e Igarashi, TOEI Animation, Co., 1976. Tokyo.*
*Esta historia está escrita exclusivamente por mí, y solo por entretenimiento, sin remuneración económica para la autora*
Capítulo 1. Yo te he visto antes
Mayo
Otro día de ir al hospital. Primero analítica, luego consulta con hematología, y corre porque si no llegas tarde a la consulta del otorrinolaringólogo y después ¡no te olvides de tomar la vitamina D!. La agenda del día.
Llevo varios meses usando la agenda, porque mi memoria ya no es la que era y muchos detalles se me olvidan en el transcurso de los segundos. Hoy al menos ya tengo casi todo hecho. Tengo el esparadrapo alrededor del brazo sujetando la gasa manchada con un punto de sangre. La consulta con el hematólogo se ha quedado en más pruebas y la programación de otra consulta para ver los resultados. En fin, una cita más y habré acabado con los médicos de hoy. Salir del edificio, cruzar la calle, entrar al centro de especialidades, coger el ticket de registro y esperar, las salas de espera me las conozco todas ya, ¡qué pereza!
Al menos el médico no va con retraso porque a los pocos minutos de estar sentada mi número aparece en la pantalla, tengo que entrar en la consulta 4, está justo en frente, sonrío para mí, me espero una revisión rápida, el alta y otro médico menos. En eso estoy cuando entro, y sentado, frente al escritorio, está él, yo le he visto antes, pero no recuerdo en dónde, ya sabéis mi memoria no es la que era, en fin, él me saca de la biblioteca de mis recuerdos al pedirme que me sentara, que estaba leyendo mi historia y me preguntó que cómo me encontraba.
Su voz, yo te he oído antes, con esto de las mascarillas imposible verle el rostro completo, pero sus ojos son tan bonitos, trasmiten tanta seguridad y...
- "¿Has notado alguna mejoría en la voz?"
- Sí, he recuperado el tono de mi voz y mi proyección.
- Perfecto, entonces te reviso por última vez y te doy el alta.
- Genial, muchas gracias
Me pide que me siente en otra silla, al lado de una pantalla, ya sé lo que va a pasar, me va a poner una cámara por la nariz, y lloraré como siempre. Así que cuando me dice que me baje la mascarilla, muevo la cabeza hacia los lados.
- ¿Cómo qué no? (se ríe).
- Porque me vas a hacer llorar, hahaha
- Te prometo que lo haré con cuidado y muy despacio, no te va a doler.
Ahora mientras escribo esto último me río porque puede significar otra cosa, claro viendo el doble sentido, si lo has pensado también, eres una malpensada como yo, solo que yo en diferido, hahaha, porque en ese momento solo pensaba en lo bonito que son sus ojos.
Me bajo la mascarilla, mi nariz al descubierto y él introduce la cámara, me pide que respire, que diga "iiii" y que vuelva a respirar.
- Ya he acabado, está todo bien.
- Pero me has hecho llorar, hahaha
Sonríe y como todo un caballero, coge unos pañuelos y me los ofrece (prometo, que todos los demás que me han hecho esa prueba y me han metido la cámara por la nariz no han sido así de atentos conmigo, así que este gesto no ha pasado desapercibido).
Yo solo puedo sonreír, sigo pensando en dónde he visto a este hombre antes, pero mi memoria no me hace caso. Mientras tanto, le cuento que de nuevo siento que vuelvo a no escuchar bien por el lado izquierdo y que me molesta el cuello al tragar y respirar, y que me salió un bulto al lado de una vena, que si eso lo podría consultar con él o que si tenía que ir a otro especialista.
Me revisó los oídos, todo bien, me tocó la mandíbula (por el lado donde se une con los oídos) y me dolía mucho, por lo visto yo aprieto los dientes al dormir y eso hace que me duela la cabeza, que no oiga bien. Luego, me toco el cuello y sus manos, ¡Dios, sus manos!, normalmente soy reticente a las sensaciones, pero con él sentía tanta seguridad, yo te he visto antes, pero ¿dónde?
- Te voy a mandar la prueba de audición ahora, te llamarán por la pantalla para que vayas a la sala de pruebas y luego regresas conmigo a la consulta. En relación a las molestias del cuello, te mandaré una ecografía y como todo va a estar bien, te daré el alta telemáticamente.
- Genial, entonces nos vemos ahora.
Salgo y ahora sí que la espera es demasiado para mí, que cada vez que estoy sentada por horas me enfermo más. Así que decidí caminar por el pasillo, hasta que mil siglos después me llamaron. La enfermera era amable pero no me dijo nada de los resultados, me pidió que esperara en la sala de espera, que mi número saldría por la pantalla y que el médico me daría los resultados. Así que salí por la puerta del cuarto de pruebas, y abrí la otra puerta que daba al pasillo y ahí estaba él, ¡casi le doy con la puerta en las narices! De nuevo, un flashback, su olor, el tamaño de su torax, yo le he visto antes, sus ojos me miraban tan ¿cariñosamente?, me debía estar volviendo loca, muchos pensamientos en pocos nanosegundos. Y es que él en cuanto me vio, me habló.
- Vine a buscarte, a ver qué pasaba porque te había mandado a las pruebas y tardaban demasiado. No quería que pensaras que me había olvidado de ti.
- Sí, tardaron mucho, pero ya me las hicieron. Espero que esté todo bien.
- Sígueme, no tienes que esperar en la sala de espera, pasa conmigo directamente a la consulta.
Le sigo, él de espaldas también es perfecto. Me gusta. Huele bien, su barba es perfecta, sus ojos son perfectos, su peinado desenfadado es perfecto. Sus hombros, su estructura, todo él me recuerda a un pasado que no lo logro recordar. Seguirle por ese pasillo tan estrecho crea un ambiente demasiado íntimo, así que intento distanciarme. Entramos a la consulta, me dice que la prueba de audición es perfecta, que necesito masajes para la mandíbula y que a lo largo del día me darán cita para hacerme la ecografía y que en cuanto le den los resultados me da el alta.
Le deseo que tenga un buen día, y él sigue sonriendo. Y como creo que es imposible que lo conociera de antes. Creo que esto ha sido un flechazo. Y como llevo 3 años y 10 meses sin sentir que he tenido un flechazo pues ya dudo de lo que es un flechazo, pero esto, esto se le parece mucho.
Me dijo que el informe me lo enviaría por la app. Así que unas horas más tarde, mientras tomo la vitamina D, reviso el móvil y el sistema ha actualizado los informes del día, abro el suyo, lo leo rápidamente hasta el final. Firmado: Dr. Andrew.
