Semana 1: Buscando a Isuka


One Piece pertenece a Eiichiro Oda. Sólo los OC son de mi propiedad


Prompts sacados de la cuenta acexisuka en Twitter


Prompts: una cama, base de la Marina


Isuka descansaba en una enfermería de una base de la Marina. Todavía debía recuperarse por su pierna rota y tenía la cabeza embotada.

Se tumbó a dormir.

…..

Los piratas Spade habían desembarcado en una nueva isla por orden de Ace.

— Recordad que en esta isla hay una base de la Marina. Así que, tened cuidado. Ace es un pirata buscado. — ordenó Deuce.

— Eso a quién se lo tiene que decir es al maestro Ace, señor Deuce. — le respondió Skull con amabilidad.

— Por cierto, ¿dónde está el capitán? — Mihar, también llamado "Profesor" miró a todas partes buscando a Ace.

Todos los piratas palidecieron y empezaron a buscar a su capitán por todo el Spadille.

— Tampoco está Kotatsu. — advirtió Wallace, el único hombre pez de la tripulación.

— ¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉ?! — exclamaron.

— Vamos, Kotatsu. Tenemos que encontrar a Isuka. Hace días que no nos persigue y estoy preocupado. Pero ten cuidado. En este pueblo hay una base de la Marina. — Ace se paseaba por el pueblo con una capa que cubría su rostro en compañía del lince.

Ace no tenía ningún objeto con el olor de Isuka para que Kotatsu lo oliera, pero no era necesario. Kotatsu era un lince muy inteligente. Entendía las órdenes de los humanos. Además, le tenía cariño a Isuka, siendo una de sus personas favoritas sin contar a Ace.

Kotatsu iba oliendo por las calles reconociendo el olor de Isuka y guiando a su capital hasta la puerta principal de la base de la Marina.

"Mierda". Pensó Ace. "Pero es normal que ella esté en una base de la Marina. Es una marine".

— Vamos, Kotatsu. Tenemos que tramar un plan para entrar. — Ace guio a su lince hasta un bosque.

Mientras pensaba cómo entrar, Ace vio a Tomiris, la grumete que estaba en el barco de Isuka.

"Bingo. Si la niña está aquí, Isuka también lo tiene que estar."

Ace vio que Tomiris no entraba por la puerta principal de la base, sino que, iba a la parte de detrás donde entraban los cocineros de la base con la compra del pueblo.

"Bingo" pensó Ace al ver a Tomiris entró por un sitio que no estaba vigilado.

— Kotatsu, vuelve al Spadille. Un lince dentro de una base de la Marina llamaría demasiado la atención. — le susurró Ace.

Kotatsu parecía decepcionado. Él también quería a Isuka y deseaba verla. Pero no quería negarse a una orden de Ace.

— Prometo que, si puedo, la llevaré al Spadille para que la veas. — le susurró Ace guiñándole un ojo.

Esta vez, sí, convenció a Kotatsu, quién le lamió la cara y se fue.

Ace entró en la base de la Marina por la misma puerta que Tomiris.

Lo primero que tenía que hacer era conseguir un uniforme de marine para pasar desapercibido.

Cada vez que oía voces se escondía en una sala, que afortunadamente resultaban ser almacenes.

A Ace le sorprendió no encontrarse con demasiados soldados. En un almacén donde estaba oyó voces desde fuera y echó un vistazo a la ventana, donde vio a los marines rasos entrenar con katanas de madera y haciendo ejercicio físico para fortalecer su cuerpo.

"Deben ser las horas de entrenamiento. Por eso, no hay muchos marines dentro de la base. Todos están fuera, en el patio".

Descartada la idea de ponerse un uniforme de marine, por si le obligaban a salir al patio. Decidió ponerse un uniforme de ayudante de cocina. Así tendría una excusa para estar dentro de la base. Tras ponérselo, salió del almacén en busca de Isuka. Ahora que podía pasar desapercibido, podía hablar con los habitantes de la base tranquilamente.

Salió del almacén y se encontró a unos ayudantes de cocina corriendo.

— ¿Qué haces aquí? Tenemos que ir a la cocina a preparar toda la comida para los marines. Tiene que estar lista cuando terminen su entrenamiento. — le dijo uno de ellos.

Antes de que Ace pudiera responder, lo empujaron para que corriera hacia la cocina.

Al entrar ahí, el jefe de cocina empezó dando órdenes a diestra y siniestra.

— Vosotros. — ordenó a Ace y a los otros dos que llegaron. — A cortar patatas.

Los tres se sentaron en un extremo y obedecieron.

— Por cierto, ¿sabéis qué hacen aquí la tripulación de Isuka la Enclavadora? He oído que al menos la alférez está en esta base. — preguntó Ace en tono casual.

— Se enfrentaron a unos piratas y quedaron heridos. Han pedido quedarse en esta base hasta recuperarse. La alférez está en la enfermería. — le respondió uno de los muchachos.

— Es uno de los riesgos de ser marine. Por suerte, han sobrevivido y ganado la batalla. Otros no tienen tanta suerte. ¿Ves esos cocineros que hacen la sopa? La llevarán a la enfermería después a los heridos; la alférez Isuka, la sargento Mary, el cocinero Careme y el resto de tripulantes. La única que ha recuperado sus heridas es la cría. — contestó otro.

— Pobre niña. Es una huérfana cuyos padres fueron asesinados por piratas. Al llegar a la base no paraba de llorar en las camas de sus compañeros de tripulación. Son su única familia. — explicó el primero.

Ace asintió en silencio. Pensaba que la conversación estaba tomando un rumbo demasiado personal que no le gustaba. Lo único que quería saber era dónde estaba la alférez. Por suerte, ya lo sabía. Ahora sólo tenía que conseguir salir de la cocina.

— ¡OYE! — llamó uno de los ayudantes de cocina a Ace. — ¡¿CÓMO PUEDES CORTAR TAN MAL LAS PATATAS?!

La mitad de la patata estaba con la piel que había cortado

De repente, el jefe de cocina se acercó a Ace y le echó la bronca.

— ¡¿ERES INÚTIL?! ¡¿NO SABES QUE LA LEY DE ORO DE UN COCINERO DE LA MARINA Y ALTA MAR ES NO MALGASTAR COMIDA?! — empezó a gritarle. — LLEVA LA OLLA DE SOPA Y LOS PLATOS EN LA ENFERMERÍA. ¡AL MENOS, SABRÁS USAR TUS PIERNAS! ¿NO?

— Sí, señor. — respondió Ace acojonado. Ese hombre le recordaba al viejo Garp.

Ace empujó el carrito que contenía una enorme olla llena de sopa y una montaña de platos, cucharas, vasos y una jarra de agua.

Cuando Ace salió de la cocina, fue cuando se planteó cómo encontrar la enfermería.

¿Por qué no podían poner carteles en las bases? ¿Cómo sabían los marines dónde estaba cada sitio si todos los pasillos eran iguales?

Mientras caminaba, se encontró unos grumetes fregando el suelo.

— Ey, niños. — les llamó esperanzado. — ¿Podéis guiarme hasta la enfermería? Hace poco que llegué a la base y no me acuerdo de dónde está.

Los niños siempre encantados de ayudar a los marines y trabajadores de la base le indicaron cómo encontrarla. Por suerte, no estaba muy lejos.

Ace siguió llevando la sopa hasta la enfermería.

Finalmente, llegó.

Abrió la puerta y se encontró con un montón de personas durmiendo en cada una de las camas. Ace dejó el carrito a un lado. Pensó en servirles la sopa, pero fuera de la olla se enfriaría. Así que, mejor cuando despertasen. Empezó a caminar por el pasillo. Reconoció el pelo negro de Careme, el cocinero de Isuka; el pelo rubio de la sargento Mary y finalmente…

La cabellera pelirroja de Isuka.

Estaba cubierta con las mantas a la altura de la nariz.

Ace se las bajó hasta el cuello para que tuviera también la boca descubierta y respirara mejor.

Isuka empezó a balbucear en sueños y a mover los brazos. Estaba soñando.

Ace se acercó a ella preocupado, sin darse cuenta que Isuka lo agarró de la muñeca y tiró de él hasta tumbarlo en la cama. Dormida. Ace fue con cuidado de no lastimarla. Intentó soltarse, pero Isuka lo tenía agarrado bien fuerte. Así que, finalmente, Ace se rindió. Apartó un poco las sábanas y vio que Isuka tenía una pierna vendada. Se tumbó con cuidado de no moverla ni tocar su pierna herida. Los cubrió a los dos con una manta. Vete a saber el tiempo que tendría que estar con Isuka agarrándole la mano, así que, mejor estar tumbado que de pie.

…..

Isuka abrió los ojos. Qué extraño. Notaba algo calentito en las sábanas y un peso muerto a su lado. Se giró a un lado y vio a un chico con un uniforme de ayudante de cocina y pelo negro durmiendo con ella.

— ¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! — gritó tirando al chico al suelo.

Ace también se asustó pensando que los atacaban, creó dos balas de fuego en sus manos.

— ¿Puño de Fuego? — se sorprendió ella.

— Hola, Isuka. — le sonrió él apagando las llamas.

— ¿Qué haces aquí? ¿Y por qué estabas en mi cama? — preguntó sorprendida y enfadada.

— He venido a ver qué te ocurría. Llevas días sin perseguirnos. Y he terminado en tu cama porque os he traído la sopa y te has aferrado a mi mano, como no podía soltarte me puse a dormir contigo. Mejor estar tumbado que de pie sin poder moverse.

— ¿Te has infiltrado en una base de la Marina solo por verme? — preguntó sorprendida.

— Solo quería saber si estabas bien… — respondió Ace susurrando como si hubiera hecho una travesura.

— ¿No tienes miedo de que te atrapen?

— Yo no me dejaré atrapar nunca. Y menos aquí. ¿Estás preocupada por mí?

— No seas tonto. Yo soy la única que puede atraparte. — respondió ella disimulando.

— Bueno, pues ponte buena pronto que en nada llegaremos a Sabaody y entraremos al Nuevo Mundo. — le pidió Ace. — Ya me han contado lo que lo que pasó. Espero que esos piratas estén presos o muertos.

— No te preocupes. Así es.

Ace sonrió. Sabía que Isuka era fuerte. No lo suficiente para derrotarle, pero era una marine y una mujer fuerte. Él era el primero en reconocerlo.

— Por cierto, ¿por qué nadie se ha despertado? — preguntó.

— Algunos marines están bastante mal heridos y todavía no se han despertado desde que llegamos aquí. — contestó intentando ocultar su preocupación por sus hombres. — Y, bueno, los que ya han despertado están agotados y dudo que despierten.

— Entiendo. Bueno, te irá bien que tomes un poco de sopa.

Ace se acercó a la olla, pero vio que se había enfriado. Creo dos bolas de fuego para calentar la olla cuando la puerta se abrió.

— Oye, ¿no llevas mucho tiempo en la enfermería? El trabajo todavía no ha terminado. — exclamó uno de los ayudantes de cocina con quién había hablado antes. Pero se quedó congelado al verle con dos llamaradas de fuego en las manos. Sólo había una única persona en el mundo que podía hacer algo así. — ¡ALARMA! ¡INTRUSO! ¡ACE PUÑO DE FUEGO SE HA INFILTRADO EN LA BASE! — gritó a pleno pulmón y haciendo sonar la alarma.

"Mierda".

Ace corrió a la ventana cuando vio que algunos marines lo esperaban abajo y se oían pasos de personas corriendo hacia él.

Ace se giró hacia Isuka. Vio que estaba tumbada en la cama fingiendo dormir. Chica lista. Ace tampoco quería meterla en problemas.

Saltó por la ventana impulsándose en el aire con el fuego que lo hacía elevarse más alto. Los marines de abajo se apartaron para no ser quemados. Empezaron a dispararle, pero las balas no le hacían nada. Salió de la base, dejó de usar su fuego, cayó al suelo y empezó a correr. Ese ataque lo agotaba bastante.

Los marines salieron de la base a perseguirle.

Los piratas Spade estaban corriendo de un lugar a otro de la isla buscando a su capitán. Kotatsu había llegado, y aunque le habían pedido que localizara a Ace, el lince se había hecho el despistado. Estaban compinchados.

— Señor Deuce, el maestro Ace no está en el bosque. — Skull intentó coger aire de lo cansado que estaba corriendo de un lugar a otro.

— Ni en el pueblo. — contó Aggie 68.

— Si no está en el pueblo ni en el bosque… — Deuce miró a la base de la Marina y palideció. "¡No puede ser!". Pero de Ace se esperaba cualquier cosa.

Oyeron alboroto. Ace estaba corriendo hacia ellos perseguido por todo un ejército de marines.

— ¡EEEY! ¡CHICOS! — los llamó Ace.

Todos los piratas Spade palidecieron y empezaron a correr en dirección a donde habían atracado el Spadille.

— ¡ACE, NO LOS LLEVES HACIA NOSOTROS! — chilló Deuce.

Pero Ace no le hizo caso.

De vez en cuando, Ace iba poniendo muros de fuego para dificultar a los marines llegar hasta ellos.

Consiguieron subir al Spadille y zarpar. Ace puso una última barrera de fuego e incendió los barcos de los marines para que no los persiguieran en alta mar. Habían conseguido salir ilesos.

— He encontrado a Isuka, Kotatsu. Está herida, pero en cuanto se ponga bien, nos perseguirá. Siento no haber cumplido mi promesa. Se torcieron los planes y tuve que salir por patas.

Kotatsu le lamió, dando a entender que lo había perdonado.

….

Desde la enfermería de la base, Isuka vio el barco de los piratas Spade navegar hacia mar adentro. Sonrió.


Espero que os haya gustado. Llevo días con la idea de Isuka teniendo una pierna rota y descansando en una base y Ace infiltrándose para verla.

Creo que Ace consideraba a Isuka una miembro no oficial de la tripulación. Por algo se preocupaba por ella y le pidió unirse.

Podéis leer más sobre la tripulación de Isuka que crée en Esuka Week 2023 y en su capítulo correspondiente de la Marines Week 2024.

Hasta la próxima