Llegada al Sunny y la fábrica de Usopp
One Piece pertenece a Eiichiro Oda
Este fic participa en el "Reto Multifandom 2024" del Foro "Hogwarts a través de los años"
Semana 52: Semana del 23 al 29 de diciembre
Un fic que siempre hayas querido escribir
Advertencia: Este fic trata problemas psicológicos como la baja autoestima
— ¡Esto es el columpio! ¡Esto es el acuario! ¡Esta es la enfermería de Chopper! ¡Esta es la cocina de Sanji! — Luffy le iba enseñando a Usopp las habitaciones del nuevo barco de los Sombrero de Paja, el Thousand Sunny. — ¡Ahora han puesto un frigorífico con clave, así que, ya no podremos robar comida! — Luffy se mostró decepcionado. — ¡Este es el bar! ¡Ahora vamos a ver las habitaciones de las chicas y la nuestra! — Luffy empezó a correr sin soltarle la mano a Usopp, quien no tenía tiempo de sorprenderse, ni de decir nada, pues Luffy lo iba arrastrando de un lado a otro sin darle tiempo a ver lo que le enseñaba su capitán.
…..
Luffy arrastró a Usopp debajo de la cubierta, el pobre Usopp tropezó. Llevaba unos días andando cojo y la carrera que hizo por todo Water 7 no le ayudó, pero como Luffy no le había soltado la mano desde que volvió a la banda y su capitán empezó a enseñarle el barco, no se había caído.
— En esta sala es donde Franky hará sus artefactos y todo lo que sea para arreglar el barco o añadirle armas y cosas guais que hace. — Luffy le enseñó una puerta. — Y esta habitación de ahí… — la abrió. — ¡es la Fábrica de Usopp!
Luffy soltó la mano de Usopp.
Usopp abrió los ojos como platos.
Allí había muchos de sus objetos personales, herramientas, material de dibujo, cuadernos… que había dejado en el Going Merry cuando dejó la tripulación.
Usopp dio unos pasos vacilantes hacia delante; todavía sin creer lo que veían sus ojos.
— Yo le pedí a Franky que hiciera un lugar para ti, donde pudieras hacer tus armas tranquilo. Antes no tenías un sitio y lo hacías en la cubierta o en el comedor del Merry. Ahora tendrás tu espacio.
— ¿Por qué? — Usopp se giró hacia Luffy totalmente confundido.
— ¿Por que qué? — preguntó Luffy, quien borró la sonrisa de su boca. Había estado esperando ver la reacción de Usopp al ver un sitio para él donde pudiera hacer sus armas y no esperaba esa respuesta por parte del francotirador.
— ¿Por qué me has dejado una habitación para que fabricara mis armas, si había dejado la tripulación?
— Porque siempre supe que volverías. — le respondió igual de serio. — El señor Iceberg dijo que el Merry le pidió que sacara tus cosas para que pudieras tenerlas… las estuvo guardando en su mansión y cuando ayudó a Franky a construir el barco y vio los planos me lo comentó.
— ¡Oh! — suspiró Usopp sorprendido.
— Te dejo solo para que te adaptes. Recuerda que, si no vienes a cenar, Sanji bajará a patearte el trasero.
Usopp iba a decirle algo a Luffy, pero su capitán ya se había ido.
Empezó a caminar, observando el lugar sin perder detalle… la habitación estaba llena de cajas de cartón con todas sus herramientas, libretas y material de dibujo.
Abrió una de sus libretas.
Era la de sus bocetos de armas. La última página contenía el esquema de su actual arma: el kabuto. La cual había sido un éxito rotundo. Tenía un mayor alcance que su antigua pachinko, como había demostrado al disparar a la bandera del Gobierno Mundial y a Spandam desde la Torre Judicial.
Aun así, Usopp sabía que tenía que preparar más munición. Se había quedado sin reservas y, como no había tenido sus herramientas a mano, no había podido preparar más de sus balas especiales. Así que, debía ponerse manos a la obra cuanto antes por si aparecía un buque de la Marina o un barco pirata enemigo…
Sin embargo, ahora no estaba en condiciones mentalmente para estar concentrado y crear más munición al respecto… y mejor no tocar pólvora si no se estaba en todas sus facultades. El más mínimo error podría causar una explosión.
Usopp dejó la libreta a un lado y cogió otra. Sus apuntes de química… recordaba como su madre le dejaba entrar en su pequeño laboratorio y ambos hacían experimentos…
…
— Ahora añade esto a la mezcla y ponte las gafas… — le dijo Banchina a su hijo, mientras ella también se ponía las gafas de protección, siempre con un ojo encima de su hijo.
La mujer puso una tapa de vidrio grueso encima de la mezcla y vieron la pequeña explosión que causó su experimento.
Ambos dieron un pequeño saltito y sonrieron.
— ¿La volvemos a hacer?
— Sí.
Se pusieron manos a la obra.
…
— Menudo ejemplo le estamos dando a nuestro hijo… — susurró Yasopp apoyado en el marco de la puerta del laboratorio de su esposa. — Tú enseñándole a hacer explosiones y yo voy a ser pirata.
— Cállate, Yasopp. Aquí el único mal ejemplo eres tú. Los conocimientos de química no hacen daño a nadie, es depende de cómo los uses. Si los utilizas para el beneficio común, está bien, si los usas para lastimar a otros, está mal.
Yasopp sonrió ante las palabras de su esposa. Pero, abrió los ojos como platos y exclamó:
— Banchina, ¡el niño!
Banchina se giró en dirección a su hijo. Usopp estaba tratando de hacer la explosión por sí solo sin supervisión materna. Su madre lo levantó e hizo que la mirara directamente a los ojos.
— ¿Cuántas veces te he dicho que no puedes hacer experimentos si yo no estoy mirando?
— Lo siento. — se disculpó el niño.
Banchina bajó el niño y deshizo el desaguisado que hizo su hijo.
…..
— ¡USOPP! ¡USOPP! ¡USOPP! — gritaban Yasopp y Banchina. — ¡¿ALGUIEN HA VISTO A NUESTRO HIJO?!
Yasopp y Banchina buscaban a Usopp desesperadamente.
No estaba por ninguna parte del pueblo.
¿Dónde diantres estaba su hijo?
De repente, oyeron una explosión proveniente del laboratorio de Banchina.
Ambos padres corrieron allí desesperados.
Abrieron la puerta y encontraron a Usopp con las gafas de protección.
— Mamá, papá, he hecho la explosión que hice el otro día con mamá yo solo. — contestó Usopp con una sonrisa de oreja a oreja.
Pero lejos de recibir la felicitación que el niño esperaba por parte de sus padres, Yasopp y Banchina se acercaron a él a grandes zancadas y le dieron una bofetada.
— ¡¿CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE NO VAYAS AL LABORATORIO TÚ SOLO?! ¡SI QUIERES HACER EXPERIMENTOS, TIENES QUE HACERLOS CONMIGO AL LADO?! ¡PODRÍAS HABERTE HECHO MUCHO DAÑO! — le gritó su madre con lágrimas en los ojos.
Usopp miró a su padre, quien estaba muy serio.
— ¿Qué? ¿Qué haríamos tu madre y yo sí a ti te pasará algo? Eres nuestro único hijo, eres lo más importante para nosotros. Si te pasará algo, tu madre y yo no podríamos soportarlo.
Banchina abrazó a Usopp y empezó a llorar.
…
Usopp siguió viendo más de sus cuadernos…
Esos eran sus cuadernos de dibujos… ahí había retratos de Kaya, los niños y de la tripulación de los Sombrero de Paja… Usopp no se atrevía a mirar a sus amigos a la cara, aunque solo fueran retratos… sabía que sus compañeros le habían perdonado por su estupidez y su capitán le había permitido volver a la tripulación. Pero, no podía perdonarse a sí mismo su estupidez.
¿Cómo podría perdonarse a sí mismo el haber desobedecido las órdenes de su capitán? ¿Cómo podía perdonarse el haber desafiado a su capitán en un duelo por no poder asimilar que el barco ya no podría navegar más? ¿Cómo reaccionaría su padre, su mayor ejemplo como pirata, si se enteraba de lo que había hecho?
¿Para su padre, Usopp estaría a la altura de ser un gran pirata?
"No, no, no, no, Usopp, no pienses así. Recuerda las palabras de Sanji" se dijo a sí mismo.
"Yo haré lo que tú no puedes hacer… y tú harás lo que yo no pueda hacer".
Usopp había disparado a la bandera del Gobierno Mundial y a los agentes del gobierno y a los marines desde la Torre de la Justicia y eso último con el viento de cara. Además, cuando los miembros del gobierno quisieron devolverle los disparos, no pudieron.
Debía pensar en eso y no en no haber podido derrotar a Jabra.
Esperaba poder recordarlo en un futuro…
Igual que esperaba recordar que él era el único que pensaba que era un inútil… sus compañeros nunca lo pensaron de él.
¿Quizás debería hablar con Luffy al respecto de sus inseguridades?
Usopp hizo una mueca.
Luffy no lo entendería. Y no se refería a qué capitán parar según qué, era bastante idiota, Luffy era la persona más fuerte que conocía. Incluso él había probado en sus propias carnes su fuerza (por su estupidez y sus inseguridades). Usopp hizo una mueca y se tocó el estómago. Todavía le dolía y no podía hacer movimientos bruscos. Tampoco había tenido tiempo de hacer mucho reposo, la verdad…
Usopp no sabía si todo podría volver a ser igual con los demás… porque él no podía perdonarse a sí mismo por mucho que los demás lo hubieran perdonado.
Suspiró y miró el siguiente cuaderno.
Los cuadernos de dibujo de su madre…
Banchina siempre había sido muy hábil en el dibujo y en la química. Talentos que él había heredado y ella había potenciado enseñándole; y él siguió practicando después de su muerte.
El primer dibujo eran sus padres siendo jóvenes, antes de casarse. Banchina siempre había amado el dibujo. Era su manera de evadirse de la realidad y no pensar en sus limitaciones por su mala salud.
El siguiente dibujo era una acuarela de sus padres el día de su boda. Estaban hermosos. Usopp recordaba que a su madre no le gustaba la nariz larga, nariz que él heredó, porque decía que la hacía parecer fea. A él su madre siempre le pareció hermosa… y con el vestido de novia y su enorme sonrisa, todavía lo estaba más. Después, había ilustraciones de su madre en las distintas fases del embarazo. Banchina estaba sentada sobre las rodillas, con una enorme panza, tejiendo una corona de flores. En otra ilustración, salía un recién nacido Usopp en su cuna. Las otras ilustraciones eran todas de cómo iba creciendo Usopp.
Sus padres no tenían cámaras de fotos para poder guardar imágenes de ellos. Por eso, su madre dibujaba tantos momentos importantes de su vida con su familia. Usopp lo agradecía, porque así podía ver la cara de sus dos padres. Si no tuviera los cuadernos tan preciados de su madre, ni recordaría sus caras. Ya había olvidado los tonos de su voz, su madre murió cuando él era muy pequeño poco después de que su padre se uniera a la tripulación de Shanks. Sólo recordaba sus risas y algunos momentos que pasó con ellos… pero esos cuadernos le permitían ver sus caras… y pensar que estuvo a punto de perderlos… hundidos con el Merry por su estupidez…
…
— ¡Papá, mira! ¡He dado a todas las botellas! ¡Cómo tú! — Usopp gritó con su pachinko en mano hacia su padre.
— ¡Muy bien, Usopp! ¡Si sigues entrenando así, algún día me superarás! — le felicitó Yasopp, con su cerveza en mano.
— ¿Puedo ver cómo disparas? — preguntó Usopp dando pequeños saltos. Le encantaba ver a su padre disparar, lo admiraba profundamente.
— ¿Qué quieres que dispare?
— Esa hoja de allí. Pero no puedes dañar el tallo. — Usopp señaló una hoja de un árbol.
— Bien. Voy a buscar mi pistola y me dices desde donde quieres que dispare. — Yasopp se levantó y fue a por su arma.
Usopp corrió de un lado a otro buscando un sitio desde donde su papá pudiera disparar. Finalmente, se decidió por dibujar una línea en el suelo a diez metros de la hoja escogida.
Yasopp salió con su pistola en mano y Usopp le llamó para que se pusiera en el sitio elegido por él.
— Es esa, ¿no? — preguntó Yasopp señalando la hoja para terminar de confirmar. Usopp asintió.
Yasopp apuntó, estuvo unos segundos inmóvil, calculando su tiro, Usopp aguantó la respiración y con los ojos bien abiertos… y se oyó el disparo.
La hoja cayó sin tocar el tallo.
— ¡BIEN! — exclamó Usopp dando saltos. Se abrazó a la pierna de su padre, el lugar de la pierna del hombre donde llegaba. — ¡TE QUIERO, PAPÁ! ¡ERES EL MEJOR TIRADOR DEL MUNDO!
— No digas eso. Nunca has salido de la isla y el único tirador que conoces soy yo. Seguro que hay muchos francotiradores mejores que yo esparcidos por el mundo. El mar es muy grande.
Usopp se quedó un momento pensando.
— Pero yo a quién admiro es a ti.
Yasopp no dijo nada, pero se derritió por dentro.
…
Sanji se dirigió a la Fábrica de Usopp para decirle al francotirador que la comida estaba lista. Luffy le dijo que allí fue el último sitio donde le dejó (y donde había sido visto).
— Usopp, Usopp. — llamó. — Ven, la cena está lista. Si no vienes te patearé el trasero.
Sanji suspiró y abrió la puerta.
Vio a Usopp durmiendo abrazado a unos cuadernos.
Sanji se acercó y vio que eran los libretos que Usopp no dejaba que sus compañeros vieran. Bufó. Le puso una manta encima y le trajo un plato con unas bolas de arroz que cubrió para que no se enfriaran.
He leído muchos fics sobre las consecuencias psicológicas de Usopp al volver a la tripulación después de Ennies Lobby y conversaciones que tuvo con sus amigos a raíz de los hechos de Water 7 y sus inseguridades. Pero siempre me faltaba algo. También me faltaba que en el manga se viera cómo Usopp se perdonara a sí mismo por desafiar a Luffy en un duelo. Usopp necesitaba el perdón de Luffy para regresar a la banda, pero necesitaba perdonarse a sí mismo para seguir adelante consigo mismo.
Así que, decidí escribir este fic.
¿Opiniones?
Hasta la próxima
