Parte III
Mayo 1813
"Por el momento su hijo parece estar bien, pero es muy importante que se tranquilice y haga reposo para que su embarazo llegue a término."
Jane suspiró y asintió, "¿Hay alguna otra cosa que deba hacer, Sr. Jones?"
"Debe alimentarse bien; está muy delgada y débil."
Jane nuevamente asintió. Después de darle algunos consejos adicionales, el Sr. Jones se retiró. Jane suspiró nuevamente; esa mañana vio con horror que las sábanas estaban manchadas de sangre. Era la segunda vez que eso sucedía, la primera vez había sido a fines de diciembre, y el Sr. Jones le había mandado que hiciera reposo y no tuviera más intimidad con su esposo por unas semanas. Un mes después, Jane comenzó a salir de su habitación, y a hacer vida relativamente normal, aunque no volvió a tener intimidad con Bingley, ni volvió a sangrar hasta esa mañana.
Era consciente que, en los últimos meses, Bingley estaba mucho tiempo ausente de Netherfield. Su esposo le había asegurado que tenía varios negocios que supervisar en Londres y Scarborough. Además, estaba buscando una hacienda para comprar, ya que no deseaba seguir viviendo en Netherfield.
Era la cuarta vez que se iba de Netherfield, desde que descubrió que estaba embarazada. La primera vez fue en enero; se iba a ir por solo una semana, pero a los pocos días le envió una carta diciéndole que como Caroline estaba en Londres, iba a quedarse unos días más porque quería recomponer su relación. Meses atrás le había explicado que habían tenido una fuerte discusión con Caroline, cuando se enteró que le había ocultado que ella había estado en Londres. Finalmente, se quedó tres semanas. La segunda vez fue unas tres semanas después, pero solo estuvo ausente por una semana. Al mes siguiente tuvo que ir Scarbarough, y estuvo ausente por casi un mes. Se había ido a Londres hacía solo cuatro días, y le había escrito el día anterior para avisarle que iba a regresar en una semana.
Se sentía profundamente sola y deprimida, ya que nadie la visitaba en Netherfield Park. Además, comenzaba a sospechar que su esposo le estaba mintiendo y tenía una amante en Londrés. La última vez que había ido a Meryton – unos días antes que los Phillips y Kitty se fueran a Bath - los vecinos la habían saludado con fría cortesía. Había tomado el té con su tía y Kitty, pero la conversación fue forzada, ni siquiera le preguntaron por su embarazo y le quedo claro que su tía y Kitty no querían estar con ella.
Desde que su madre y hermanas se habían ido – hacía unos tres meses – solo había recibido una carta de Elizabeth, y ninguna de Kitty y Mary. Sabía que había sido egoísta e ingenua, y le había fallado a su familia. Sabía que lo que había pasado en los últimos meses era principalmente su culpa. Pero también sabía que la situación habría sido muy distinta si Elizabeth se hubiese casado con el Sr. Collins… Le parecía muy injusto que sus hermanas e incluso su madre perdonaron a Elizabeth, pero no la perdonaban a ella.
PPP
Bingley suspiró mientras miraba a la hermosa mujer que dormía a su lado. Hacía casi dos semanas que estaba en Londres, y era consciente que no podía posponer más su regreso a Nerherfield.
El día anterior había recibido una carta de Jane y otra de su ama de llaves sobre lo que había sucedido.
Por momentos se sentía culpable por mentirle a Jane, y dejarla sola en Netherfield; pero lo cierto era que, el enamoramiento que sentía por Jane se estaba esfumando, y prefería la compañía de Ariadne..., sobretodo desde que Jane no podía cumplir con sus deberes matrimoniales.
Además, Ariadne era una excelente amante y la intimidad con ella era excitante, mientras que Jane era tímida y sin experiencia, la intimidad con ella era rutinaria.
El otro tema que lo tenía relativamente preocupado, era si debía contestar la carta de Darcy que había recibido unas semanas atrás.
Era consciente que su antiguo amigo iba a censurarlo por no hacerse cargo de su familia política. Sabía que Jane le estaba enviando parte de su mesada a su tío Phillips para aumentar la magra dote de sus hermanas. No le importaba en lo más mínimo lo que su esposa hiciera con ese dinero, era menos de lo que gastaba en el alquiler y la mesada que le daba a Ariadne. Por el momento, no estaba dispuesto a terminar el contrato con ella ya que lo hacía feliz y suplía con creces sus expectativas. Si después que Jane diera a luz, la relación con ella mejoraba, evaluaría que hacer con Ariadne.
Ariadne abrió lentamente los ojos, sonrió al ver a su amante, y después de saludarlo, comenzó a acariciarlo sensualmente. Comenzaron a besarse apasionadamente y tuvieron nuevamente intimidad. Mientras que Ariadne le acariciaba el pecho, Bingley le dijo con tristeza, "Mañana debo regresar a Netherfield."
Ariadne frunció el ceño. Bingley era muy generoso con ella, estaba ahorrando dinero, y además era muy guapo. No quería correr el riesgo que prescindiera de sus servicios. Comenzó a acariciarlo íntimamente mientras le preguntaba, "¿No hay nada que pueda hacer la convencerte para que te quedes unos días más conmigo?"
"Créeme que lo que más deseo es quedarme contigo..." La besó apasionadamente, "pero hace dos semanas que estoy en Londres..."
Ariadne se subió a horcajadas y comenzó a besarle el cuello, "Voy a extrañarte muchísimo. ¿Cuándo regresas?"
"No lo sé..."
"¿Quieres que vaya a Hertfordshire? Quizás haya alguna pequeña propiedad donde podamos encontrarnos unas horas sin que nadie sospeche."
Bingley se sorprendió ante esa sugerencia. Hasta ese entonces, nunca había pasado por su cabeza la posibilidad de ver a Ariadne en Hertfordshire. Si bien la idea era tentadora, era muy difícil de implementar. Además, prefería que Jane no supiera de la existencia de su amante. Con pesar respondió, "No. Prefiero que no vayas a Hertfordshire. Te prometo que voy a hacer todo lo posible para regresar a Londres en unas semanas..."
