Los días pasaron tranquilamente, lo cual era extraño considerando lo que había pasado la primera vez que Sena había demostrado sus habilidades. Sena se preguntaba que estaba pasando mientras Hiruma solo la miraba.
El siguiente partido sería contra el equipo conocido como los valientes de Yuji, pero antes del partido tenían algunos asuntos que resolver.
Uno de ellos, era la afluencia de visitantes en los campos de entrenamiento de Deimon, si el murciélago fantasma había sido un movimiento magnífico el nuevo movimiento de Sena era algo que no tenía precedentes. Una carrera que parecía desafiar el tiempo y el espacio mismo, era algo digno de un profesional, atrayendo la atención de todos los equipos de la zona.
Otro era la necesidad de hacer que Natsuhiko aprobara el examen de admisión, Sena afortunadamente Aún recuerdo algunas cosas sobre como habían conseguido que él aprobara, Natsuhiko seguía sin entender nada, pero afortunadamente parecía comprender el fútbol americano, todo lo demás parecía ser un caso perdido.
El partido contra los camaleones fue similar a la vez anterior, otra vez les tomo por sorpresa la adición de su nuevo jugador. El partido estuvo lleno de risas y alegría, todos se divertían con el deporte que amaban, de algún modo siempre terminaban usando a los Camaleones para probar a sus nuevos jugadores.
La visita a los jugadores de Yuji fue corta y pacífica, el equipo no contaba con estrellas destacadas pero todos daban lo mejor de sí, los integrantes de Deimon quedaron motivados por el espíritu de lucha que mostró el equipo contrario, y solo podían responder a sus sentimientos dando lo mejor de si mismos de igual modo.
El partido fue fácil, dieron lo mejor de sí desde el inicio lo que acabó con una aplastante victoria para los murciélagos, las decisiones que había tomado el director del equipo contrario había puesto en una situación muy precaria a los titulares, los jugadores que se habían ganado su lugar, vieron sus sueños destrozados por la falta de confianza que les tuvo su instituto.
El director de Yuji había tomado la decisión de cambiar a los titulares por estrellas de otros deportes, no fue una sorpresa para nadie que eso no funcionará, si bien los nuevos jugadores eran buenos en sus respectivos deportes no solo no conocían correctamente las reglas, también temían lo rudo que podía ser el fútbol americano, sin querer arruinar sus propios futuros abandonaron el campo sin mirar atrás, los titulares regresaron pero ya era demasiado tarde.
La tristeza del equipo perdedor era algo que sin importar el pasar del tiempo nunca cambia, los vencedores festejan y los perdedores lloran, muchos criticaban a los murciélagos por no tener integrantes de tercer año y aún así esforzarse de ese modo cuando aún tenía "otro año".
La gente los juzgaba y criticaba, pero aún así ellos decidieron no hacerles caso, Yuji se retiró del campo con la frente en alto, como los valientes que eran, fue una pena que no pudiesen seguir avanzando, pero así es la vida.
—Sabes qué no es tu culpa, ¿cierto? —Le dijo Kurita suavemente, mientras se acercaba a ella.
—¿A qué vienen esas palabras, Kurita-sempai? —La voz de Sena fue leve, como un susurro que no estaba hecho para ser escuchado.
Sin importar que ellos serían los ganadores, y algo que tenía que recordar es que si habían ganadores también habían perdedores.
Aún así, Sena no podía seguir en el campo, quería salir de ahí, pero en cuanto salió se encontró con un rostro conocido, o mejor dicho que estaba por conocer.
En la reunión de Sena y Mizumachi, este último no dejaba de burlarse de la estatura de la corredora de los murciélagos, molestandola por ser tan pequeña, y obviamente no sabía que era una chica, o seguramente también empezaría a molestarla por eso.
Sena guardaba silencio, sabía que la mejor forma de hacer enojar a Mizumachi era no responder a sus provocaciones. Lo que sin duda estaba funcionando.
Mizumachi no era un mal chico, pero podía llegar a ser muy odioso, y molesto, le faltaba madurar. Después de otros diez minutos de perorata por parte de Mizumachi, este finalmente se canso de la falta de reacción de su objetivo.
Estiro su brazo, para atrapar al pequeñín, pero Sena solo lo esquivo con un movimiento, esto hizo arder la sangre de Mizumachi, por lo que volvió a estirarse, pero nuevamente fue esquivado por Sena, estuvieron así por un par de minutos, para diversión de Sena y frustración de Mizumachi.
Debido a que ya se había demorado, Kakei uno de los compañeros de equipo de Mizumachi, fue a buscarlo, encontrándose con la graciosa escena.
—Mizumachi.
No fue necesario decir nada más para que Mizumachi y Sena se detuvieran.
—¿Quien se supone que eres? —Le dijo Kakei de manera sería y un poco déspota.
—Soy Eyeshield 21.
—Eso no es cierto impostor.
—Eyeshield 21 es un título, y te aseguro que tengo todo el derecho de usarlo.
—Solo existe un Eyeshield 21 y ese no eres tú, solo te estás aprovechando de su nombre y su esfuerzo, eres escoria.
—Voy a ser el único que pueda usar el título de Eyeshield 21, y te aseguro que te lo demostraré.
—No me interesa tu palabrería impostor.
Antes de poder decir algo más, Hiruma hizo aparición, cargaba una escopeta en sus manos, e iba masticando chicle, haciéndolo estallar.
—Veo que ya conocieron a nuestro Eyeshield.
—Quieres decir al impostor.
—No es un impostor, es nuestro Eyeshield, y será el único Eyeshield 21 del mundo.
—Solo se están aprovechando del trabajo duro del verdadero Eyeshield 21.
Khe Khe Khe*
—En verdad eres molesto. —Le dijo Hiruma con una sonrisa llena de dientes.
La discusión cayó en un punto muerto, debido a la terquedad de ambos contrincantes, ninguno quería dar su brazo a torcer.
El duelo de miradas probablemente se hubiese extendido, si Sena no hubiese intervenido.
—Solo lo diré una vez más, yo seré el único Eyeshield 21.
Sena se llevó a Hiruma, pero a lo lejos oyó a Kakei gritar.
—¡Intentalo farsante!
~~~~~Extra~~~~~
—Es muy pequeñita.
—¿De qué hablas?
—De la chica que se acaba de ir.
Kakei giró sobre sus talones, y a lo lejos vió a una pareja que se estaba marchando del lugar, el chico debía tener su altura mientras la chica apenas le llegaba al hombro, a pesar de estar usando tacones altos.
—Tienes razón, es pequeña, no deberías burlarte de la altura de una chica eso no es de caballeros —Kakei solo se fue del lugar, cuando estaba a unos pasos Mizumachi corrió hasta alcanzarlo.
—¿Qué? Espera, ¿De qué hablas? ¡Kakei!
