Durante el tiempo que estuvieron preparando las cosas de la fiesta, Mackenzie inicio una conversación.
"Bueno, espero que esto salga bien," anunció Mackenzie.
"Claro amigo, esto saldrá bien," contestó Rusty animando a su amigo.
En ese preciso momento el timbre de la casa de Rusty se escuchó. El Red Kelpie corrió hacia la puerta para abrirla donde se encontraba ahí Bluey e Indy.
"Oh, me alegra saber que ya llegaron, los demás no tardarán en llegar."
"Bien, ¿dónde está Jack?" preguntó Indy.
"Vamos, está en la cocina," indicó.
"Bien, ya regreso, Bluey," avisó Indy a su amiga.
"Está bien," contestó la Heeler.
Bluey se dirigió hacia la sala donde se encontró con el Border Collie quien estaba inflando un globo que iba a atar cuando se detuvo de hacerlo viendo que la Blue Heeler tenía su mirada puesta en él, el Border Collie en ella soltando el globo haciendo que se desinfle y salga volando por toda la sala. El silencio era denso, podía cortarse con un cuchillo si fuera posible, porque los dos no estaban acostumbrados a estar tranquilos conversando, era más de estar discutiendo. Los dos tomaron valor para decir un «Hola» los dos abrieron los ojos por el asombro de lo que había dicho al unísono, los dos habían dicho la misma palabra como si estuvieran vinculados para hacerlo a propósito. Empero Mackenzie hizo el esfuerzo por no llevarse mal con Bluey.
"¿Cómo estás…? ¿Bluey?" preguntó Mackenzie, desviando su mirada, pasando su mano por la nuca para rascarse.
"Oh, Estoy bien… ¿Y tú Mackenzie?" la incomodidad era grande, no podían estar los dos en un mismo lugar sin pelear, pero su sufrimiento no era para siempre, sus amigos se acercaban hacia ellos para ver cómo iban las cosas.
"¿cómo van?, ¿limando asperezas?" bromeó Jack viendo a sus dos amigos.
El Jack Russell no recibió respuesta alguna de parte de sus amigos, en cambio, solo se le quedaron viendo, confundidos, apenado Jack de lo que había dicho, mejor se limitó a volver a la cocina. Bluey iba a hablar cuando alguien tocó el timbre de la casa de Rusty, Indy se acomidió a abrir la puerta de la casa de su amigo Kelpie. Cuando la abrió vio a la Poodle en la puerta con dos amigos que ella había hecho al estudiar su carrera.
"Espero que no les moleste que haya invitado a dos de mis compañeros de administración," comentó Coco con una sonrisa alegre.
"Claro, Coco, son bienvenidos," contestó Indy.
"Buenas noches a todos," contestó un dálmata al unísono con un Akita Inu.
Todos dirigieron sus miradas hacia los dos chicos que venían con Coco, ya los habían visto, pero no los conocían para nada. Los invitados como lo eran: Snickers, Honey, Chloe, iban llegando a la fiesta, incluso Judo fue invitada. Por otro lado, un Ladrador estaban en su departamento cenando a sola, se podía sentir la soledad en el ambiente de la cocina: delante del Labrador había una silla vacía en su comedor comiendo un tazón de cereal integral que devoro dejando vacío el tazón llevando el plato al lavavajillas se podía ver que no tenía muchos trastes, un plato, una cuchara, un vaso y un juego de ollas con sartenes.
El Labrador metió su silla y se dirigió hacia su habitación donde se arropó para dormir con tranquilidad, mañana para él sería un día normal con su novia, confiaba en ella, y en que no pasaría nada malo en aquella fiesta, pero ¿Bluey sería capaz no hacer una tontería con el Border Collie cerca? Era poco probable que sucediera. Al estar cerca el uno del otro era como ver a dos comadrejas rabiosas en un mismo lugar y que no intentaran matarse la una a la otra. Su relación era de odio puro, como dice un viejo dicho. «Del odio al amor, solo hay un paso». No era mi decisión decirles a estos dos tontos que hacer, solo tumbe una pieza de dominó y por defecto todo se fue desencadenando solo.
En la fiesta donde iba tranquilo, Jack ya había terminado de preparar bocadillo y algunas cosas, mientras que Rusty estaba preparado todo para los retos "amistosos para Bluey y Mackenzie. Indy, Chloe, Coco y Honey estaban conversando entre sí, Bluey nada más estaba sentada viendo al Border Collie que tenía en frente de ella sentado al otro lado de la sala. Los dos sin parar de mirarse, por un momento quería ser grosera con él y pregunta que tanto la miraba a los ojos. En lugar de hacerlo le sonrió con ternura, como su de un viejo amigo se tratará.
Mackenzie vio el gesto que había hecho Bluey, entonces copio la misma actitud que había tomado Bluey regresando la sonrisa a su vieja amiga Heeler. Más no se quedó allí, el Border Collie se levantó para sentarse un poco más cerca de la Blue Heeler y comenzar una conversación amistosa.
"Espero que esto no te moleste," mencionó Mackenzie.
"Oh, no me molesta, de hecho, ellos quieran que volvamos a ser amigo como antes," expuso Bluey a sus amigos.
"Sí, creo que están cansados de nuestra actitud."
"Ja, ja, ja, sí, no quieres saber que estamos peleando por cualquier cosa."
"Ja, ja, ja." Los dos se reían como si no se hubieran visto en años, aunque en realidad se habían visto hace unas horas. Todos los presentes estaban observándolos, podías escuchar que los dos se reían a carcajadas. "Coco veo que tus amigos están muy felices conversando entre ellos," replicó el dálmata al verlos. "Sí, Devin tiene razón," respondió el Akita Inu. "Gracias, Johan. Y me da gusto, pero me da miedo también ese comportamiento que tienen los dos, aunque ellos siempre fueron unidos, después de lo sucedido."
Los dos chicos se le quedaron viendo, extrañados de lo que estaba ocurriendo entre los dos amigos.
"¿Qué fue lo que les ocurrió Coco?" preguntó el dálmata.
"Bien, hora del chisme," contestó Coco.
La Poodle les contó a sus amigos el contexto del porqué se estaba haciendo la fiesta, además de lo ocurrido en la escuela de Calypso donde todos ellos estuvieron estudiando antes de que llegaran a la universidad. Los dos chicos quedaron impresionados de saber cómo habían sucedido las cosas.
"Oh, Dios todopoderoso," se sorprendió Johan. "Eso quiere decir que Bluey y Mackenzie tiene una historia de telenovela mexicana."
"Sí, eso es lo que parece," afirmó Devin.
Aunque algo ilógico que dos niños entr años se comportaran a sí, Bluey y Mackenzie nunca dejaron de verse como amigos, solo buscaban la manera de no enamorarse, sin saber qué pelear y discutir hizo que los dos tuvieran una conexión más grande de lo que ellos creían. La palabra Amor, no opción, era mejor hacer como que aquella palabra no existía. No obstante, Bluey con el cerebro decía amar a Jean-Luc, a pesar de que su corazón decía amar a Mackenzie. Aun así, ella debía odiarlo, no quería darle la razón a Calypso y mucho menos a Winston, quien les había jugado una broma hace años atrás, aunque el Bulldog se había ido a estudiar con sus hermanos, los Terriers, a Escocia. Sería como darle la razón. Era mejor no hacerle mucho caso a ese pensamiento, por el momento se centraría en volver a tener a su amigo de nuevo. Los dos comenzaron a dar un paseo por el sendero de los recuerdos del pasado, algo que el Border Collie sabía qué sucedería tarde que temprano.
"¿Recuerdas el baile se organizó en la secundaria?" preguntó Bluey.
"Ja, ja, ja, ¿aún lo recuerdas?"
"¿cómo olvidarlo? Rusty e Indy estaban furioso con nosotros," dijo Bluey intentando no reírse.
"Oh, pero no es solo eso," indicó El Collie. "Tú y yo éramos compañeros de baile y terminamos peleando en pleno acto de baile y todo creyeron que era parte de acto, ja, ja, ja,"
"Creo que al final nunca los logramos apartar del otro," sonrió con tristeza.
Mackenzie dirigió sus ojos con los de Bluey logrando ver su reflejo en ellos, más no fue lo único que logro ver en ellos, podía ver que Bluey no estaba hablando de la misma manera que hace unas horas cuando salieron de la universidad, podía ver a la misma Bluey que conoció cuando eran niños.
"Sabes, pareciera que estoy viendo a la Bluey de mi infancia."
"Y yo estoy viendo al Mackenzie que se ponía a jugar a los barcos en el arroyo y en la escuela," río cuando lo recordó.
Bluey se iba acercando a Mackenzie que estaba cerca de ella, el Collie veía cómo la chica se iba acercando a él, más lo que iba acercándose a su hocico, entonces le recordó. "¿Crees que Coco le agrade la idea de esta fiesta?" Bluey se retiró recordando que ella era la novia de Jean-Luc y Mackenzie de Coco. Su sonrisa se volvió falsa. "Tal vez no, pero en el fondo tal vez le guste que volvamos a ser amigos como antes," respondió con sus labios, aunque su mente no era lo que decía, podía ser que no, estaría nerviosa porque Mackenzie se junte con ella o tal vez sufre de un ataque de celos por velos juntos o algo mucho peor pensaría. "Tienes razón," contestó Mackenzie sonriendo con un sonrojo en sus mejillas, la respuesta hizo que Bluey saliera de sus pensamientos, la Heeler vio el rubor del Border Collie que le sonreía.
"Bien, chicos, es hora de jugar, hemos seleccionado alumnos fuegos para que los dos refuercen su laso de amistad."
Si alguien me preguntara, yo diría que estaban usando un hilo rojo para destruir dos relaciones para formar una nueva. Aunque esto no es de mi incumbencia. Bluey y Mackenzie se sentaron en una mesa para ver que en la mesa había dos platos grandes llenos de Chilli Dogs, los dos sabían que esto iba en serio.
"Bien, el primero que vomite pierde," aclaró Rusty.
"Bien," contestaron.
"1, 2, ¡3!" gritó Jack.
Los dos al escuchar tres comenzaron a comer los Chili Dogs, treinta era la cantidad de Chili Dogs que tenía cada plato, El Border Collie parecía ir a la cabeza, pero Bluey en realidad tenía hambre suficiente como para comer muy tranquila, confiada de que iba a ganar, 30 minutos serán suficientes para ver cómo los Chili Dogs iba disminuyendo de los platos, parecía que estaban alimentando a muchas personas a pesar de ser solo dos los que estaban devorando la comida que había en los platos. Los chicos tenían sus ojos abiertos como si se quisieran salir de sus cuencas, no podían creer que Bluey y Mackenzie estuvieran a la par.
"Esto es impresionante," se admiró el Akita Inu.
Todo parecía decir que Bluey iba a ganar cuando… «¡Buagh!» Vomito la Heeler en la cara del Collie, dejándolo como el ganador de la competencia, hasta que termino vomitando en la cara de su competidor. Todos estaban impresionados por cómo los dos terminaron vomitando entre sí.
"Oh, esto no debía terminar así," contestó el dálmata dorado.
"No, esto no debía terminar así," admitió Rusty. "Bien, les presto el baño para que se limpien."
Los dos chicos fueron guiados por el Red Kelpie hacia el baño con el fin de limpiarse el vómito que estaban entre su pelaje.
"Chicos en lo que ustedes se dan un baño, los chicos y yo vamos a armar la pista de Baile para la competencia amistosa de Baile."
"Está bien," contestaron.
Ambos vieron cómo el Red Kelpie se fue corriendo hacia la fiesta, dejando que los dos chicos entrar al baño. Dentro del baño vieron que había un inodoro, un lavamanos y una ducha en donde podían entrar dos personas.
"Ah…" El chico no sabía qué decirle a su amiga.
"No digas nada, ayúdame a tallar mi espalda y yo te tallaré la tuya, de todas formas, es como esa vez que fuimos a la piscina comunitaria, además no pasara nada si nos bañamos juntos."
Mackenzie estaba nervioso, pero no tenían toda la noche para darse un baño, debía ser rápido, Bluey entro a la ducha para abrir la llave de paso del agua, el agua hacía hacia su cuerpo para estar húmeda, al terminar de remojarse dejo espacio para que el Border Collie entrara, Mackenzie no sería que esto fuera correcto, pero algo lo jalo hacia la ducha, era su amiga Bluey la que lo jalo hacia la ducha.
—Pronto, pronto, ja, ja, ja.
—¿Qué estás tramando?
—Algo, pero primero debemos terminar lo que nos tiene ocupados.
—«Se le olvida que lo voy a censurar» —pensé.
—Oh, por cierto, el capítulo cinco yo lo publico, así que, tengo acceso a tu cuenta de Fanfiction XD.
—Dios mío sálvame.
