She-Ra y Las Princesas del poder no me pertenecen.
Capítulo 8
Somewhere he pulls his hair down over a frowning smile.
A hidden diamond you cannot find;
A secret star that cannot shine, over to you.
May the king of gloom, be forever doomed.
Adora terminó de cantar, su voz apagándose lentamente como si cada palabra hubiera drenado lo poco que le quedaba de energía emocional. La guitarra descansaba sobre su regazo, sus dedos aun acariciando las cuerdas, pero ya no había más música en ellos. Sentía el peso de todo sobre sus hombros: las expectativas, el fracaso, el miedo de nunca ser suficiente.
Levantó la vista hacia el cielo, donde las nubes flotaban suavemente en el aire claro, y en ese momento todo lo que quería era desaparecer, ser parte de ese cielo, libre de todo lo que la mantenía atrapada en la tierra. Sin pensarlo, Adora estiró su brazo hacia el cielo, su mano abierta, los dedos temblorosos como si tratara de alcanzar las nubes.
—Quiero volar lejos
Murmuró en voz baja, su aliento apenas perceptible en el viento. El nudo en su garganta se hacía más grande, y por un instante sintió como si, si solo pudiera alargar su mano un poco más, el cielo podría llevársela. Las lágrimas llenaron sus ojos, y en su mente solo había silencio. Adora cerró los ojos por un segundo, deseando con todas sus fuerzas poder escapar. Las nubes pasaban lentamente, las estrellas comenzaban a asomarse tímidamente, y ella sintió un deseo abrumador de ser parte de ese cielo, de perderse en él, de dejar atrás todo lo que la anclaba a la tierra.
Con un gesto casi automático, Adora estiró su brazo hacia arriba, como si tratara de atrapar las estrellas con los dedos. Pero no solo era un deseo de volar lejos. En el fondo, había algo más, algo que ni siquiera ella podía comprender del todo.
—Si pudiera...
Murmuró en un susurro
-Si pudiera llegar tan alto... tal vez... tal vez todo sería diferente.
Adora no solo quería escapar. En ese instante, quería retroceder en el tiempo. Quería volver a ser esa niña que soñaba con aventuras, cuando el mundo era mucho más simple y las expectativas no pesaban tanto sobre sus hombros. Quería regresar a los días en los que correr libre bajo el sol y sentirse amada por su padre y hermano era suficiente, cuando aún no había sentido la presión de ser algo más.
—Si pudiera volver atrás...
Adora cerró los ojos por un momento, dejando que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas
—...Si pudiera cambiarlo todo...
En su mente, Adora veía destellos de su infancia. Recordaba los días en los que montaba su caballo blanco, adornado como un unicornio, corriendo por los campos con el viento en su rostro y riendo sin preocupaciones. Recordaba las tardes con Adam, cuando él le enseñaba a tocar la guitarra y, por un momento, todo era perfecto. Adora, en su inocencia infantil, creía que podía ser cualquier cosa, que el futuro estaba lleno de posibilidades.
—Si pudiera... ser esa niña de nuevo...
Susurró, su voz apenas audible en el viento. Adora estiraba su brazo con más fuerza, como si al tocar el cielo pudiera retroceder el tiempo, cambiar su historia, elegir un camino diferente.
Era una lógica ingenua, casi infantil, pero en ese momento, Adora deseaba con todas sus fuerzas poder cambiar las cosas. Deseaba haber sido más fuerte cuando era niña, deseaba no haber sido arrastrada por las expectativas de los demás. Quería deshacer todo el peso que había acumulado, y en su mente, ese simple gesto de estirar su brazo hacia el cielo era una forma de decirle al universo que quería empezar de nuevo. Adora sintió que no podía soportarlo más. El deseo de escapar se convirtió en algo más profundo, más primitivo. No solo quería huir, quería deshacer el pasado.
Con un impulso desesperado, estiró el brazo hacia el cielo, como si intentara alcanzarlo, sus dedos temblorosos tratando de tocar algo intangible.
—¡Por favor! —exclamó, su voz quebrándose—. Solo quiero volver atrás. ¡Solo quiero cambiarlo todo!
El viento soplaba a su alrededor, pero Adora apenas lo sentía. Su mente estaba atrapada en sus pensamientos, en los recuerdos que la asediaban. Adam, su padre, las expectativas que siempre la perseguían. Todo lo que había intentado hacer para ser alguien más, para ser lo suficientemente buena.
—¡Por favor!
Repitió, esta vez su voz más fuerte, casi suplicante
— Quiero ser esa niña otra vez... quiero volver atrás y cambiarlo todo!
Sus lágrimas finalmente comenzaron a caer, rodando por sus mejillas mientras su cuerpo temblaba.
Había una lógica ingenua en sus palabras, un anhelo infantil de querer retroceder en el tiempo, de volver a esos días en los que todo era más fácil, cuando correr libre en el campo o montar su caballo blanco adornado como un unicornio era suficiente para hacerla feliz.
—¡Solo quiero ser esa niña de nuevo! —
Adora apretó los dientes, su brazo aún estirado hacia el cielo
—¡Quiero... cambiar todo lo que salió mal... quiero no ser débil! ¡Quiero no decepcionar a nadie!
Su pecho subía y bajaba rápidamente, y cada respiración era un esfuerzo. Adora sentía que, si pudiera solo tocar el cielo, si pudiera alcanzar las estrellas, de alguna manera, todo volvería a ser como antes. Quería arreglarlo, quería deshacer cada error, cada expectativa que la había aplastado desde niña.
—¡Si pudiera... si pudiera solo... cambiar todo! —gritó, con la voz rota y llena de desesperación.
Catra se acercó en silencio, sus pasos ligeros sobre el césped. Cuando llegó frente a Adora, esta última ni siquiera se dio cuenta de su presencia. Su brazo seguía estirado, había cerrado sus ojos, su respiración irregular, y su cuerpo temblaba con el peso de sus emociones. Adora abrió sus ojos, allí, justo frente a ella, estaba Catra con su brazo extendido hacia Adora.
—Dame la guitarra
Dijo Catra suavemente, su voz baja pero firme.
Adora se estremeció ligeramente, sorprendida por la voz de Catra, y bajó lentamente el brazo. Sus lágrimas aún caían, pero no podía dejar de mirar el cielo, como si en lo más profundo de su ser aún esperara que algo, cualquier cosa, la llevara de vuelta a su infancia. Con manos temblorosas, le entregó la guitarra a Catra, sin decir una palabra.
—Está desafinada
Dijo Catra, mientras trabajaba con la guitarra. Adora solo la miró, sin fuerzas para responder, pero sabía que no hablaba solo de la guitarra.
—No puedes tocar así.
Ahora, en la mente de Catra pasaba una situación ligeramente diferente a la de Adora.
PUTA MADRE Y ¿AHORA QUE HAGO?
¡NO SE QUE HACER EN ESTAS SITUACIONES!
¡PIENSA CATRA PIENSA!
¿QUE SUELE PASARME EN ESTAS SITUACIONES? ¡NO! NO PUEDO DARLE UNA PALIZA COMO LO HARIA SHADOW WEAVER CONMIGO CADA VEZ QUE YO ME PONIA A LLORAR
¿PERO Y ENTONCES? NO PUEDO PASARME TODA LA NOCHE AFINANDO LA GUITARRA HASTA QUE ADORA SE DUERMA
TODA ESTA SITUACION ES RIDICULA, NO ES QUE ODIE A ADORA, NO SE POR QUE CARAJOS ME ACERQUE, ELLA TAN SOLO ES UNA CHICA CON LA QUE TUVE UNA NOCHE DE SEXO LESBICO Y VAMOS A TOCAR EN EL MISMO FESTIVAL, PERO DE ALGUN MODO, ALGO ME IMPULSO A ACERCARME A ELLA Y TRATAR DE CONSOLARLA
¡PERO NO SE QUE DECIR! ¡NO ESTOY SEGURA SI ELLA QUIERE VOLAR POR LOS CIELOS O SI ACASO VIO DEMASIADAS VECES VOLVER AL FUTURO! DIOS DESEARIA PODER LEER MENTES COMO ESE TIPO EN SILLA DE RUEDAS DE LOS X-MEN, ¿COMO SE LLAMABA? ¿MAGNETO? DE ACUERDO DE ACUERDO, TENGO UNA IDEA, ELLA ESTABA CANTANDO UNA CANCION, ¡ENTONCES COMBATIRE FUEGO CON FUEGO!
Catra termino de afinar la guitarra, a pesar de sus caóticos pensamientos ella mantuvo una expresión muy calmada, entonces opto por sentarse en el suelo junto a Adora y empezó a tocar un blues muy melancólico, era la canción "Por que hoy naci" de la banda argentina Manal.
Hoy adivino que me pasa
porqué mi nombre no soy yo
porqué no tengo una casa
porqué estoy sólo y no soy.
Porque hoy nací, hoy nací.
A su propia manera Catra demostraba su empatía por Adora, incluso si no estaba segura de que le pasaba, sabia que por lo menos cantando y tocando la guitarra podría acariciar su corazón
Hoy recién hoy, el sol me quemo.
Y el viento de los vivos me despertó.
Hoy adivino que me pasa,
porqué mi nombre no soy yo
porque no tengo una casa
porqué estoy sólo y no soy.
Porque hoy nací, hoy nací.
Hoy recién hoy, el sol me quemó
Y el viento de los vivos me despertó.
Finalmente, Catra termino de cantar, un gran silencio invadió la atmosfera que solo era interrumpido por el pasar del viento sobre ellas, pero justo en ese momento volviendo al festival, Micah estaba hablando con su yerno, era una charla atípica, pero si se prestaba atención podría ser algo muy valioso.
-algunas te dan placer pero no todas, te pueden dar pánico o sentir una angustia insoportable, yo no soy un adicto Bow, si bien estoy inmerso en el mundo del rock y podrían llamarme adicto en realidad no me interesa lo que digan de mí, me apasionan las drogas, he probado todas las que he podido conseguir, es mas cruce la frontera a Mexico solo para conocer el peyote pero nunca lo he hecho para buscar el placer para ser feliz o no afrontar la vida, las drogas son maravillosas por que te abren la mente, te hacen comprobar que la verdad no existe, que muchas cosas son relativas, la droga te da otra visión, otra dimensión, te hace ver que no todo es lo que parece ser, te hace ver que nada es, la única realidad es tu realidad y será lo que tu seas capaz de ver, cuando te llegue el momento de probarlas no tengas miedo, eso si, no pierdas nunca el control mientras tu las controles no hay peligro pero que no te controlen ellas a ti, yo estuve varios meses enganchados con la heroína y por poco no salgo, la mayoría no sale y habría sido una pena porque meses después conocí a Angela en Hyde Park, nos enamoramos y tiempo después fuimos bendecidos con nuestra hija, Glimmer.
Bow pensaba que responder mientras generaba unos pensamientos para si mismo.
No lo entiendo, ¿me está diciendo que pruebe drogas o que no las pruebe?
Micah vio las dudas en Bow y decidió redondear la frase.
-No te estoy diciendo que las busques, Bow. Solo te digo que si alguna vez las cruzas en tu camino, no lo hagas buscando felicidad o escape. Hazlo con respeto, y sobre todo, mantén siempre el control.
Pero la charla fue interrumpida por Castaspella la cual tomo del brazo a Micah para una charla privada.
-Micah, tenemos un problema.
-¿Qué paso esta vez? ¿Ahora golpearon a un fan de NSYNC?
-no, es la gente.
-¿pero cuál es el problema? Aquí esta lleno de gente Castaspella.
-ese es el problema, debería haber a lo sumo 15 mil personas, empezamos a contar las entradas y el numero llego a 40 mil y todavía faltan muchas entradas para contar.
Micah se puso muy serio y empezó a pensar.
-joder, ya se que esta pasando, falsificaron las entradas o lograron colarse por los alrededores de la granja, mierda pensé que estaría todo controlado.
-¿qué hacemos Micah? ¿Los echamos?
-no, eso solo provocaría caos, no tenemos la suficiente seguridad para contenerlos en caso de que empiecen a pelear, además no sabríamos diferenciar a quienes pagaron la entrada legítimamente y a quienes usaron trucos sucios, no seria justo para la gente.
-pero tenemos que hacer algo.
-ya se, sigan contando, sigan hasta el final, tenemos que saber con cuanta gente estamos tratando, yo voy a hablar con Angela para ver si podemos conseguir a los bomberos.
-¿bomberos? ¿Y que tienen que ver los bomberos?
-¿no lo entiendes Castaspella? Estamos a 40 grados centígrados, los cálculos en cuanto a dotación de agua se hicieron para menos gente de la que en realidad hay, alguien podría morir o sufrir daños debido las temperaturas, tengo que conseguir que venga un camión de bomberos para hidratarlos y evitar una tragedia, incluso si tengo que pedir que traigan agua con helicópteros lo hare, tu vuelve a tu puesto y cualquier problema que haya no dudes en avisarme.
Castaspella volvió a su puesto de trabajo muy preocupada, Micah empezó a mirar a la audiencia, también estaba preocupado, pero debía mantener la calma.
-¿debería suspender todo esto?
Murmuro para si mismo
Atrás del escenario Micah, que veía a los músicos casi como una familia para él, había mandado a construir algo que podrían llamarse "salas de practica" habitaciones temporales que permitían aislación acústica del mundo exterior, de modo tal que los músicos podrían practicas un poco previo a su show, en caso de que los nervios o ganas se tocar fueran demasiado, Glimmer se encontraba en una de ellas practicando con su bajo, decidió que seria una buena ya que por un lado podría distraerse mientras dejaba a Adora tomarse su tiempo y al mismo tiempo podía dejar que Bow y su padre se conocieran mejor.
-ok, creo que ya practiqué lo suficiente ahora debería….
En ese momento noto como la puerta de la sala de abrió y para su desgracia había ingresado la ultima persona con quien quería estar, Lonnie, la cual traía su propio bajo y estaba cantando.
I wanna fuck you like an animal
Lonnie al principio no había visto a Glimmer pero tan pronto noto su presencia comenzó a atacarla.
-bueno, bueno, bueno, mira a quien tenemos aquí, pensé que estarías en tu lujoso castillo llorando.
Lonnie puso una sonrisa engreída, en un plan absoluto de bravucona, pero Glimmer opto por otra estrategia, ignorarla, empezó a acomodar las clavijas de su bajo, en realidad el bajo estaba a la perfección, pero solo quería una excusa para que Lonnie dejara de molestarla, no obstante, ella desconocía con que persona está tratando.
-piensas ignorarme mocosa malcriada, ¿necesito tener 1 millón de dólares para que me dirijas la palabra?
Lonnie se acercó Glimmer invadiendo su espacio personal, pero esta última seguía firme en su plan de no agresión. Lonnie ya muy frustrada directamente se le acerco de modo tal que Glimmer podía sentir su aliento con gusto a cerveza.
-MIRAME CUANDO TE HABLE MALDITA PRINCESA! ¿TIENES IDEA DE LO QUE SOY CAPAZ CUANDO ME ENOJO?
Glimmer ya sintiéndose muy presionada debió actuar.
-Lonnie esto no tiene sentido, yo no te he hecho nada, ninguna de las dos tiene la culpa de estar en donde estamos. Esta pelea no tiene sentido.
-jajaja ¿esta pelea no tiene sentido? Tu no me conoces niña, me encantan las peleas, son casi tan estimulantes como las drogas o el sexo, así que te hare un favor, deja de actuar como la madre Teresa de Calcuta y enfréntame, a menos que quieras que ese bajo tuyo termine como tu nuevo sombrero.
-bien si quieres pelear lo haremos, pero no con los puños.
-¿quieres que nos lancemos billetes o qué?
-no, toquemos nuestros bajos, un contrapunto. Yo no quiero pelear y tú tienes mucha energía que liberar, yo diría que es un buen trato.
Lonnie se detuvo un momento pensando seriamente la oferta acariciando su mentón con una de sus manos, Glimmer no estaba segura de que si se lo estaba tomando en serio o solo quería tomarle el pelo, pero Lonnie parecía en principio realmente considerar ese plan.
-bien veamos, por un lado enfrentar mi bajo contra el tuyo, por otro lado podría simplemente dejarme llevar y hacer que te tragues tus dientes…..después de todo, en el peor de los casos de seguro tus papis podrían pagar un buen dentista.
Pensó por algunos momentos, momentos en los que Glimmer no estaba segura si su plan daría resultado, su corazón golpeaba en su pecho, las dudas la estaban destrozando.
