Este fanfic es del género Romance, Amistad, Drama, Superhéroes y Fantasía.
Los personajes pertenecen a Toei Animation, yo solo creé una historia con estos puesto que me gusta mucho la serie de las Chicas Súperpoderosas Z.
He obviado los honoríficos en esta historia para facilitar la lectura.
Ya dicho esto, disfruten del fic :3.
Mini-capítulo 10
Al final Kaoru volvió a su casa y Miyako con los chicos se quedaron el resto de la noche en la preparatoria para terminar la escenografía y los vestuarios, ella no le dijo nada a los chicos puesto que sabía que eso no cambiaría las cosas.
Se hizo de día y todos dormían menos Butch a quien le fue imposible pegar un ojo en toda la noche, había estado reflexionando y había llegado a la conclusión de que nada que hubiera hecho habría podido evitar ese terrible desenlace.
Sus compañeros fueron despertando poco a poco y fue el deber de Butch detener a un par de sacarle fotos a cómo Miyako y Boomer había quedado dormidos uno apoyado sobre el otro con el vestido de Julieta terminado, esos dos cuando se despertaron al ver en qué posición estaban se sonrojaron profundamente y musitaron palabras de disculpas antes de parase y caminar en direcciones diferentes tratando de calmar lo que parecía ser un corazón muy agitado. Butch por un momento se imaginó que no era su hermano y la PPGZ azul los que se despertaban en hombro del otro sino que eran él y Kaoru, el RRBZ verde y la PPGZ verde.
Una punzada de dolor recorrió el pecho de Butch mientras borraba de su mente esas imágenes, lo más probable es que Kaoru lo odiara mucho por lo que sus fantasías donde una de las heroínas más queridas de Tokio y un villano que no había hecho apariciones el público hacía más de un año podían estar juntos era eso, solo una fantasía.
Butch no recuerda muy bien qué sucedió aquella mañana, la obra iba a ser presentada en la tarde por lo que él en retrospectiva supone que debió haber estado ayudando a preparar el escenario, ya cuando las luces se apagaron y apareció en escena Majime vestida de narradora medieval él se pegó con las manos en los pómulos "¡Espabílate! Lo más probable es que se hayan conseguido un reemplazo para el papel de Julieta pero eso no significa que te esté permitido arruinar la obra con tu mala disposición, ¡Recuerda lo que te enseñó Maeda-sensei!".
Fue entonces cuando entró en escena Benbolio (Michi) y supo que su entrada se acercaba, con gran resignación entró a tiempo Romeo a escena, Butch no tuvo problemas en conectar con su personaje, lo más probable es que Romeo estuviera sintiéndose tan desdichado como él en esos primeros dos actos de la obra.
Cuando la escena terminó Butch se fue hasta los bastidores para cambiar su vestuario antes sencillo por uno más elegante, era una chaqueta azul rey (probablemente Boomer eligió el color de la tela) con bordados dorados y un gran pañuelo blanco con un prendedor de fantasía con una piedra azul.
Cuando Butch volvió a escena llevaba puesta una máscara de media cara muy hermosa y detallada de color dorado que combinaba perfectamente con los bordados de su traje azul.
La cuarta escena transcurrió sin mayores contratiempos, pero Butch notó que muchas personas en el público susurraban cosas que para los actores eran inentendibles.
Butch salió de escena y el telón calló para que sus compañeros cambiaran la escenografía y fue entonces cuando algo le llamó la atención, no podía creer lo que estaba viendo, el telón subió y las luces lo volvieron a segar pero Butch se sentía listo para que el Romeo que todos conocían saliera a la luz.
Pasado
Kaoru llegó como a las 3 de la mañana a su casa, abrió tratando de hacer el menor ruido posible, con cuidado se dirigió a su habitación y ya dentro de ella se puso su pijama y metiéndose en la cama se quedó dormida.
En general Kaoru no dormía mucho pero aquel día se despertó cuando acababan de dar las 11 de la mañana, bostezando entró a la cocina donde estaba su madre, sin mucho interés la saludó y se preparó un tazón de avena con leche, cuando ya estaba listo sacó la cacerola del fuego y se sirvió el tazón para luego ir al sofá y prender la televisión.
La verdad es que a Kaoru no le importaba lo que estuviera viendo con tal de dejar de pensar, en ese momento estaba puesto el canal de vida salvaje y en él daban un documental sobre los animales de áfrica.
Kaoru ya estaba por terminar su desayuno cuando su madre apagó la televisión y se puso frente a ella, normalmente sus ojos verdes no eran visibles por lo pronunciado de sus rasgos faciales y su actitud apacible, pero en ese momento ella la estaba mirando fijamente con las manos sobre las caderas.
- Estaba viendo eso -mintió Kaoru.
- Kaoru, ¿Qué pasó anoche? -preguntó ella firmemente.
La chica bajó la mirada.
- Nada, estaba muy cansada por lo que pedí permiso para volver a casa y la presidenta del curso me dejó -mintió nuevamente.
Mitsuko miró a su hija, pero sabiendo que la mejor forma de lidiar con ella no era usando la fuerza se sentó a su lado en el sillón.
- Kaoru, sé a qué hora volviste a casa anoche y que lloraste mientras dormías -dijo la mujer de pelo azul petróleo.
Kaoru no dijo nada, ella se había dado cuenta que su almohada estaba mojada de lágrimas cuando despertó.
- Kaoru, sé que no te gusta hablar de tus sentimientos pero en momentos como este es cuando debes dejarlos salir -dijo su madre segura de lo que decía.
Los ojos de Kaoru se llenaron de lágrimas.
- Dai tenía razón, Tatsuya es un chico malo -dijo ella llorando en silencio.
Al ver a su hija llorar el corazón de Mitsuko se derritió y decidió abrasarla, Kaoru era más alta que su madre por lo que bajó la cabeza para apoyarla contra su pecho.
- ¿Qué te hizo Tatsuya-kun? -preguntó su madre cuando vio que Kaoru se estaba tranquilizando.
- N-nada *snif, pero me contó sobre las cosas que hizo antes de conocerme y… -ella dejó de hablar, no quería entrar en detalles.
Mitsuko acarició la cabeza de su hija como cuando ella era una niña pequeña.
- Kaoru, ¿Alguna vez te he contado cómo conocí a tu padre? -preguntó ella.
- La tía Nagato dijo que fue en una fiesta de cumpleaños cuando ustedes estaban en la preparatoria -contestó Kaoru recordando las palabras de su tía paterna.
Mitsuko rio un poco al escuchar cómo su cuñada había omitido la mayor parte de la historia.
- Tu padre era un estudiante de tercer año cuando yo entré a su preparatoria -empezó ella-, él era parte del club de pesas y yo… -se sonrojó- yo era parte de una banda de delincuentes que se juntaba a las afueras de la escuela para fumar y atemorizar a los que se metieran con nosotros.
Kaoru no podía creer lo que acababa de escuchar, su dulce y tierna madre ¿Había sido una delincuente cuando iba en preparatoria?
- Esa fue una época de mi vida muy marcada por la rabia que sentía al ver a mis padres pelear todas las noches, y esa rabia la orienté a dañar física y psicológicamente a otras personas y llenar mi organismo de nicotina, pero eso tenía un costo y a veces salía herida lo que solo causaba aún más peleas entre mis padres.
- Espera un segundo -pidió su hija-, ¿Eras violenta?
- ¿De quién crees que tú y tus hermanos heredaron ese temperamento tan explosivo? -preguntó Mitsuko lo cual era una pregunta que Kaoru se había planteado más de una vez en su vida.
- Bueno, siguiendo con la historia -retomó su madre-, era casi el día de la graduación de los chicos de tercer año cuando un grupo de personas me acorralaron en un callejón cerca de las puertas de la escuela, ellos llevaban consigo armas cortantes como cuchillos y tijeras, en ese momento yo me dije "o peleo para escapar o me matan" por lo que los ataqué sin contenerme, logré noquear a dos antes de que un cuchillo me hiciera un profundo corte en el abdomen, incapaz de levantarme miré a mis contrincantes que claramente estaban listos para acabar conmigo y en ese momento un niño que debía ser uno o dos año menor que yo se metió en la pelea y con unos movimientos que nunca antes había visto tiró lejos las armas y noqueo a los tipos que quedaban, "ven rápido, pronto despertarán" me advirtió el niño tomándome de la muñeca y sacándome del lugar.
- Espera, ¿No fue papá el que te salvó? -preguntó Kaoru.
- Todavía falta un poco para que aparezca tu padre en esta historia -dijo ella con paciencia-. El niño se llamaba Kuta y me llevó hasta un parque que nunca antes había visto, ahí me dio un enorme sermón diciendo que podrían haberme matado, que me había estado viendo y que mi estilo de vida estaba mal, que si sentía rabia contra mis padres debía decírselo directamente y no redirigirla a otras personas porque el camino que estaba eligiendo solo me llevaría al odio, al dolor y finalmente me mataría lo que a muchos les dolería.
- Intenso el niño -mencionó Kaoru.
- Sí, pero necesitaba que alguien me dijera esas cosas por lo que volví a mi casa donde mis padres alterados me llevaron al hospital para que me pusieran veinte puntos en el abdomen, cuando volví a casa les dije cuan mal me hacía verlos pelear y ellos prometieron que ya no pelearían frente a mi si les prometía dejar mi vida de delincuente. Tanto ellos como yo mantuvimos nuestras promesas y de una forma muy extraña su relación se fue recuperando con el tiempo. Por mi lado yo me corté el pelo y traté de hacer amigos lo que me llevó a conocer a tu padre en el cumpleaños de uno de sus amigos de aquella época, pero el remordimiento y el miedo me acosaban, cada noche me despertaba sudando frío después de soñar que otra vez estaba en ese callejón mirando fijamente como el cuchillo de mi adversario se acercaba, y tu padre se dio cuenta de que no estaba durmiendo.
Para Kaoru esta historia era extraña de escuchar pero sentía que ya no era momento de interrupciones.
- Un día me desmayé en la escuela por el cansancio, pero en ese momento estaba ordenando unas cuerdas en la caceta donde guardaban los materiales que se usaban para la clase de gimnasia, mis amigos alertaron a la escuela sobre mi desaparición y todos empezaron a buscarme, de repente a Tokio se le ocurrió buscar en donde me encontraba y al verme desmayada me llevó hasta la enfermería y se quedó esperando hasta que desperté, la enfermera me hiso preguntas y Tokio escuchó todo lo que me estaba pasando por lo que un par de días después me encontró en la escuela y me contó de un amigo de sus padres que era un psicólogo especializado en traumas. -El rostro de Mitsuko se iluminó al recordar los eventos posteriores- Tu padre dos veces a la semana durante tres años me llevó a mis sesiones de terapia y esperaba en la sala de espera a que terminara. -Su expresión fascial se tensó- Él dijo que lo hacía para asegurarse que no me pasara nada en el regreso a casa -luego sonrió-, pero no puede explicar con ese argumento las veces que nos desviábamos para comer helado o ramen.
En ese momento Kaoru no pudo evitar sentirse orgullosa de su padre.
- Siempre aprecié mucho que él dedicara tiempo a curar mi trauma pero el día que me dieron de alta me di cuenta que Tokio ya iba en segundo año de universidad y yo estaba por salir de la escuela por lo que supe que debía decidir qué iba a hacer con mi vida y me di cuenta de que lo que realmente me hacía feliz era pasar tiempo con tu padre por lo que me declaré y le pedí que por favor viviéramos juntos.
- ¡Mamáaa! -exclamó Kaoru, hasta para la era actual era mucho que una chica que no había salido de la escuela superior le pidiera vivir a un hombre.
Mitsuko rio por lo bajo.
- La verdad es que yo confiaba que si tu padre no podía corresponder mis sentimientos al menos me dejaría vivir con él un tiempo mientras pensaba un nuevo plan de vida, pero Tokio me dijo que sí me amaba y nos pusimos a vivir juntos, con el tiempo nos casamos, fuimos a vivir a México donde nació Dai y tu padre se enamoró de la lucha libre, y… bueno, el resto es historia.
Mitsuko se quedó en silencio mirando cómo su hija procesaba la información, cuando creyó que estaba lista volvió a hablar.
- Lo que te quería decir es que no dejes que el pasado de la persona que amas defina tu forma de pensar en él, a veces la gente hace cosas malas porque no sabe cómo afronta las peripecias de la vida, pero eso no significa que sean malas, solo significa que necesitan un poco más de ayuda y alguien dispuesto a amarlo independientemente de lo que haya hecho para así volver al buen camino.
En esos momentos Kaoru dejó de dudar y se preguntó seriamente qué es lo que sentía por Butch, al obtener la respuesta se paró del sillón y fue directamente a su habitación para cambiarse de ropa, Mitsuko miró a su hija con gran satisfacción.
- Mamá, ¿Quieres ir a mi escuela a ver la obra de teatro de mi clase? -preguntó Kaoru ya con su uniforme puesto.
- Me encantaría -dijo la mujer de pelo azul petróleo y dejando el delantal en la cocina salieron del departamento cerrando la puerta con llave.
Yakisoba
La llegada de Kaoru a la escuela fue justo a tiempo, el director de la obra estaba por elegir el reemplazo de Kaoru cuando ella llegó al salón, rápidamente miró el lugar pero Butch no estaba ahí, eso la decepcionó pero no había tiempo para pensar en que quería verlo, el vestuario y el maquillaje en el camerino de mujeres fue el trabajo más rápido y bien hecho que Kaoru había visto en su vida y sin mucho tiempo para esperar ella subió al escenario.
La obra se desarrolló sin contratiempo, nadie se equivocó en sus líneas ni se tropezó mientras se movían por el escenario, en la escena donde Paris y Romeo lucharon el nivel de realismo de la batalla dejó a los espectadores con ganas de querer ver más luchas en la obra, pero al terminar con la muerte de Paris todos recordaron qué escena seguía y no era otra más que el beso de Romeo hacia Julieta para luego morir a su lado.
Butch estaba muy nervioso, no quería estropear ese momento pero ¿Era correcto besar a Kaoru frente a todas esas personas?, Kaoru abrió un ojos y con un movimiento casi imperceptible le dijo "hazlo" y él no dudó más, dijo su línea y la besó lo que sacó un gran "¡Hooo!" de parte de las personas que conocían a Kaoru (casi toda la escuela), luego Romeo (en esta versión) se recuesta junto a Julieta y muere. Es entonces cuando Julieta despierta y entra en escena el Fray Lorenzo para contarle que Romeo había muerto peleando contra Paris, Julieta, con una gran naturalidad dijo su dialogo de despedida a Romeo y con una daga que sacó de su falda se suicidó sin antes darle un beso en los labios a su amado Romeo que sacó del público otro "¡¡¡HOOOOO!!!".
Cayó el telón y rápidamente los tres chicos salieron del escenario para que entraran los que actuaban de Capuleto (el padre de Julieta) y el Príncipe para decir el epílogo.
Cuando terminó la obra los actores recibieron la ronda de aplausos tomados de las manos, en el centro estaba Kaoru y Butch quienes sonreían un poco avergonzados por todos los vítores, luego vino la segunda ronda donde los tramoyistas y justo cuando todo parecía que había terminado Kaoru tiró del brazo de Butch y le dio un beso en la mejilla que dejó atónitos a todos (incluyendo a los miembros de su curso), luego ella lo guio tomados de la mano fuera del escenario.
- Parece que lo nuestro ya no va a ser un secreto -dijo Butch demasiado feliz para recordar qué lo había hecho sentir tan deprimido cuando empezó la obra.
Kaoru le iba a decir algo pero justo en ese momento los chicos de su clase se abalanzaron sobre él.
- ¿Kaoru-san es tu novia? -preguntó uno con una gran sonrisa en el rostro.
- Podrías habernos dicho, no le íbamos a contar a nadie -dijo otro.
- ¡Tres hurras por Tatsuya! -gritó un tercero.
- ¡Hurraaaaa! -gritaron todos.
- ¡Chicoooos! -llamó Rei, la presidenta del curso, todos dejaron de festejar- Por favor hagan una fila, los profesores me dieron billetes del Festival Escolar para que gasten en lo que quieran y así disfruten antes de que se encienda la fogata.
Nadie se lo cuestionó y todos se pusieron en fila para recibir su parte.
- Mojo-kun, Kaoru-chan, por favor acérquense -les pidió la presidenta mientras todo el resto de los miembros de la clase discutían en qué gastarían su dinero falso.
- ¿Qué pasa Watanabe? -preguntó Kaoru, si esa chica la llamaba con el sufijo -chan ella tenía derecho a decirle por su apellido.
- Dime solo Rei-chan -pidió la chica, las chispas se movían entre ellas en una muda batalla.
- Watanabe-san, ¿Qué pasa? -dijo Tatsuya poniéndose de lado de su novia.
- Haaa, Mojo-san -dijo ella como si no lo hubiera visto-, la jefa de todos los profesores me pidió que les entregara esto -la chica sacó de sus bolsillos unos sobres, uno decía "Para Romeo" y otro "Para Julieta"-. Parece que emocionó mucho a los profesores sus actuaciones y les dieron una recompensa extra.
La pareja tomó sus respectivos sobres.
- Gracias Watanabe -dijo Kaoru.
- Te dije que me llamaras Rei-chan -dijo la chica y otra vez salieron chispas.
- Kaoru, vamos a sacarnos los disfraces -le ofreció Tatsuya a la chica de pelo gris.
- E-está bien -accedió ella y ambos se dirigieron a sus camarines.
Butch estaba esperando fuera del camerino de mujeres a Kaoru, ahora que se le había pasado la adrenalina recordaba el incidente de la noche anterior y quería hablar con ella, no obstante, cuando la vio salir quedó boquiabierto.
Kaoru llevaba puesto un chaleco largo de lana sintética castaño anaranjado con una serie de patrones otoñales color blanco con cuello de tortuga (regalo de la abuela de Miyako de su cumpleaños pasado) que se ajustaba perfectamente a su figura y unos vaqueros ajustados que también la hacían ver muy bien, en el pelo tenía puesta una traba con una gran margarita hecha de nácar blanco con una perla en el centro (idea de último momento de su madre).
La chica al ver cómo su novio la veía se sintió un poco avergonzada.
- ¿Me veo rara? -preguntó de una manera que para lo que era ella podía considerarse la cúspide de ternura.
Butch recibió el impacto de ese comentario con una sonrisa.
- No, te ves hermosa -dijo él y la tomó de la mano para salir de los bastidores del teatro de la escuela.
Los dos caminaron en silencio tomados de la mano lo cual atrajo más de una mirada, Kaoru trató de verse fuerte y ruda pero usar ropa de mujer siempre tenía el efecto contrario en ella.
Butch (como sabía que Kaoru estaba apenas soportando las miradas de sus compañeros) la guio hasta un puesto de Yakisoba donde pidió dos porciones con el dinero que le habían dado los profesores y buscó un lugar tranquilo donde los dos pudieran hablar sin ser molestados.
- Toma -dijo Butch pasándole a Kaoru un plato de Yakisoba.
Kaoru recibió la comida pero su estómago estaba revuelto por lo que dejó el palto a un lado, Butch la imitó, no quería ser descortés.
En ese momento estaban sentados en unas escaleras que conducían a las puertas del gimnasio de la preparatoria.
- Entonces… -Butch trató de empezar la conversación con torpeza- ¿Ya no estás enojada conmigo?
Kaoru se pensó seriamente esa pregunta.
- Más que enojada contigo estaba enojada conmigo por no darme cuenta de quién me estaba enamorando -dijo Kaoru con franqueza-, no se me pasó por la cabeza en ningún momento que tú tenías una segunda vida como yo.
- Tenía. Hace más de un año que no hago nada realmente malo -apuntó Butch lo cual hizo que Kaoru se sintiera con un poco más de confianza.
- Y luego está el tema de que Miyako sabía todo este tiempo sus identidades y no nos dijo nada a nosotras sus amigas, eso me frustró mucho -dijo Kaoru tratando de no perder los estribos recordando las palabras de su amiga.
- Yo coincido con Miyako -dijo Butch lo cual sorprendió a Kaoru-, si hubiera sabido cuando recién entré a la preparatoria que las Powerpuff Girls Z me estaban observando lo más probable es que habría descubierto sus identidades y las abría usado en su contra.
Esa frase fue una crítica tan directa a su yo del pasado que Kaoru no pudo evitar sentirse mal por él.
- Y por último está el tema de tus orígenes -esto era lo que más le molestaba a Kaoru-, una cosa es nacer y vivir una vida que te lleva a hacer cosas malas y otra es nacer y de inmediato hacer cosas malas.
- No puedo negar esa lógica -dijo el chico muy avergonzado.
- Pero -esto llamó la atención de Butch, eran raros sus "peros"- mi madre me dijo algo muy sabio esta mañana, "a veces las personas hacen cosas malas porque no saben cómo afrontar su vida, pero esto no significa que sean realmente malas" -esa frase realmente le hizo mucho sentido a Butch-. Tal vez me he precipitado mucho en juzgar a los seres con rayos Z negros en su interior, solo porque ellos en sus primeros años de vida, y a veces hasta el día de hoy, han hecho muchas cosas malas debo admitir que la mayoría hace un gran esfuerzo para demostrar al mundo que no son tan malos, ¡Imagínate!, Fuzzy Lumpkins está haciendo un cultivo de vegetales en su territorio, los Chicos Ameba están escribiendo un libro de biología y Sedusa se va a casar a principios del próximo año, ¿Por qué los Rowdyruff Boys no pueden tener una vida como chicos normales que van a la preparatoria?
Una inmensa alegría surgió en el interior de Butch (aunque no tenía ni idea de que otros villanos también habían sido reformados) pero no quería ser insistente por lo que esperó a que Kaoru diera su conclusión.
- Entonces… -siguió la chica de pelo gris- en resumen, sí, tal vez tomé una decisión cuestionable al abandonar la escuela el día anterior a la obra de teatro dejándote a ti cuestionándote si en algún momento volveríamos a ser novios y mi respuesta es que no, -por un segundo se detuvo el corazón de Butch- yo nunca dejé de ser tu novia y te lo dejo bien en claro para que no te confundas -esto último fue una amenaza.
Ahora sí Butch no se pudo contener más y agarrándola de la cintura la acercó hasta donde él estaba y la besó en los labios con fuerza, ella, que ahora tenía más experiencia con el tema de los besos puso un brazo detrás del cuello de su novio para así sentir más control de la situación mientras que con hambre jugaba con los labios del chico.
- *Ejem* -Dijo alguien a sus espaldas, era Mitsuko que los había estado observando desde muy lejos (entre los arbustos) sin escuchar nada (por su bien) y ahora que veía esta situación sentía que la madre aprensiva de su interior rugía con furia.
- Mamá -dijo Kaoru despegándose de su novio con la cara roja de vergüenza-, ¿Pasa algo?
- Kaoru, te quería decir que voy a volver a casa, todavía tengo que terminar de preparar la cena -dijo ella, luego miró a Butch-, Tatsuya, si quieres puedes cenar con nosotros, yo creo que a Tokio le gustaría mucho conocer al novio oficial de su hija.
Butch se quedó mudo ante este comentario, la mujer siempre dijo las cosas con una amble sonrisa pero sus palabras lo habían cortado como papel.
- Está bien señora -dijo Butch tratando de que no notara ninguna de las dos presentes que habían logrado intimidarlo.
- Entonces los espero a cenar -dijo ella y dándoles la espalda se dirigió a la salida principal del establecimiento.
Cuando Mitsuko ya se había ido, la pareja verde decidió comerse su Yakisoba. Ya con el estómago lleno decidieron ir a ver qué cosas divertidas se podían hacer en el festival cultural de su escuela tomados de la mano.
Al comienzo los dos se sentían muy incómodos puesto que todos sus compañeros se les quedaban mirando, pero cuando notaron que algunas clases habían hecho puestos con juegos de feria su competitividad fue aún más grande que la vergüenza y sin cuestionárselo empezaron a competir por ver quién recibía más premios. El dinero que les habían regalado los profesores se acabó más rápido de lo que deseaban pero cada uno descubrió en qué cosas era mejor su pareja.
- ¡Haaa! -suspiró Kaoru sentándose sobre una banca del patio del establecimiento, luego estiró los brazos y dejó un enorme peluche de conejo rosado a su lado, Butch se sentó junto a ella.
- ¿Te lo vas a quedar? -preguntó Butch haciendo alusión al peluche.
- Yo creo que le va a gustar más a Momoko -contestó su novia-, ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer con todos esos chocolates y caramelos?
Butch había dejado en el suelo una bolsa muy abultada de dulces.
- No me gustan las cosas tan dulces, tal vez también se los de a Momoko -dijo él y ambos se pusieron a reír.
- Creo que Momoko saldrá muy premiada -rio Kaoru-, aunque todos los años es igual, yo gano peluches y dulces pero ninguna de las dos cosas es realmente de mi agrado.
- ¿Hay algo que te gusten que te regalen? -preguntó Butch.
- Mmm… -Kaoru se lo pensó- dulces ácidos, helado, cosas para hacer deportes, grabaciones de encuentros de lucha libre, cosas así. ¿Y a ti?
- Prácticamente lo mismo solo que prefiero los dulces amargos más que ácidos -dijo Butch.
Kaoru suspiró.
- ¿Siempre va a ser así? -preguntó ella.
- ¿A qué te refieres? -preguntó Butch.
- Que nos parezcamos tanto, ¿Por qué es eso? -preguntó ella.
"Entonces ella no sabe…" pensó Butch.
- Bueno… -Butch estaba nervioso, tal vez no le gustara la respuesta, ella al percibir su vacilación lo miró fijamente.
- ¿Qué pasa? -preguntó ella.
- S-se podría decir que nuestras similitudes se deben a que Mojo Jojo usó el ADN de las Powerpuff Girls y el suyo propio para crearnos -dijo Butch.
Un gran silencio se extendió entre los dos.
- Entonces… ¿Eres algo así como un hijo mío y de Mojo? -preguntó Kaoru empezando a espantarse.
- D-dejémoslo como que somos parientes muy muy lejanos -dijo Butch tratando de tranquilizarla.
- ¡¡Haaaa!! -exclamó Kaoru- ¿Por qué tiene que ser tan difícil?
- Tal vez es por esos que Miyako y Boomer no se ponen a salir -apuntó el chico de pelo gris.
- Puede ser -coincidió Kaoru, luego se dio cuenta que el sol se estaba por ocultar-. Debemos empezar a devolvernos, mi madre ya debe tener la cena lista.
Kaoru se levantó de la banca y tomó su peluche, luego vio la vacilación en los ojos de Butch.
- Tranquilo, no creo que a mi padre le moleste que me ponga a salir contigo -lo animó.
Butch se levantó de la banca y agarró su bolsa.
- La verdad es que no me gustaría tener que enfrentarme a ese hombre -confesó el chico.
Kaoru rio por lo bajo.
- Yo tampoco quisiera tenerlo de enemigo -coincidió.
- ¿Y qué hay de Dai? -preguntó Butch- ¿Él también estará ahí?
Ante este comentario Kaoru recordó la pelea con su hermano de la mañana anterior.
- Sí… -respondió.
Otro silencio creció entre los dos chicos, pero este duró todo el camino hacia el departamento de los Matsubara, ya en el ascensor Butch decidió romper la barrera que los había estado separando.
- Tranquila -con delicadeza tomó su mano-, yo voy a arreglar las cosas con tu hermano, no quiero que esto nos haga alejarnos.
Kaoru miró al hombre que amaba, tal vez lo que prometía era difícil de cumplir, pero confiaba en él.
- Está bien -dijo ella dándole un ligero apretón de manos.
Novio
Para Tokio ver llegar a su hija con Tatsuya (aunque ya habían separado sus manos) fue impactante, él no había visto al chico en dos meses y además de estar más alto y musculoso en su mirada podía percibir una mayor madurez, esto lo hizo sentir curioso ¿Qué le había pasado a su compañero de entrenamiento para cambiar tanto en tan poco tiempo?
- Hola papá -saludó Kaoru-, ¿Ya llegó Dai?
- Sí, está en su habitación -dijo su padre extrañado por la pregunta.
- Hola señor Matsubara -saludó Tatsuya con cortesía.
- ¡Hola Tatsuya! -exclamó el hombre con gran alegría y sin previo aviso pasó un brazo sobre los hombros del chico- ¡Hacía mucho que no venías! ¿Te molestaría si hiciéramos un combate de práctica antes de cenar?
En ese momento ambos hombres sintieron como unas ondas amenazantes llegaban hasta ellos, al girarse vieron a Mitsuko con una cacerola entre las manos.
- Mejor después de comer señor Matsubara -dijo Tatsuya-, creo que es mejor en estos momentos sentarse a la mesa.
- Sí -coincidió el hombre, él más que nadie sabía cómo era lidiar con su esposa enojada.
- Dai, Shou, es hora de comer -llamó la mujer de manera calmada dejando la cacerola sobre la mesa.
Shou salió de su habitación y rápidamente se sentó en la mesa para esperar su porción de alimentos.
- Mamá ¿Puedo llevarme la cena a mi habitación? Mañana tengo examen y quiero estudiar lo más que pueda -dijo Dai mientras salía de su habitación, fue cuando ya estaba frente a la mesa que se dio cuenta de la presencia de Tatsuya.
Dai miró fijamente al chico de ojos verdes quien le sostuvo la mirada sin pestañear.
- ¿Qué hace este aquí? -preguntó Dai mientras una vena sobresalía de su mandíbula.
- Dai, por favor siéntate, Tatsuya vino a cenar con nosotros después de mucho tiempo -dijo su madre con su expresión siempre amable y alegre.
El hermano mayor se cuestionó si debía o no agarrar a ese tipo por el cuello de la camisa y sacarlo de su hogar de una patada, pero la lógica le dijo que no era buena idea hacer esas cosas frente a su familia por lo que se sentó en su puesto cerca de Shou.
- ¿Qué hay de cenar? -preguntó Dai.
- Carne a la cacerola con puré de papas y arvejas -contestó Mitsuko feliz de que su hijo no insistiera en atacar al novio de su hija.
Se extendió el silencio unos segundos mientras Mitsuko servía la cena, Tokio notando que la tensión se podía cortar con un cuchillo de mantequilla decidió romper el hielo.
- Dime Tatsuya, ¿Viste el encuentro de la semana pasada por televisión internacional? -preguntó el padre de los Matsubara.
La cena fue tranquila, tanto Tatsuya como Kaoru hablaron sobre lucha libre con su padre, Shou y Dai a veces comentaban una que otra cosa pero en el fondo ellos no compartían la pasión por el deporte de su hermana y su padre. Mitsuko como postre hizo pudín de vainilla que se sirvió en porciones individuales, todos estaban disfrutando del no tan dulce sabor del pudín que lo último que esperaban era que Mitsuko decidiera presionar a su hija.
- Kaoru, estuvo hermosa la obra de tu clase, muchas gracias por invitarme -dijo la mujer de pelo azul petróleo.
Kaoru por poco se atragantó.
- Gracias mamá, dedicamos mucho tiempo y esfuerzo para que saliera bien -admitió Kaoru.
- Me gustó especialmente la escena final, no en todas las versiones hay dos besos -dijo ella, ahora sí el ambiente se puso tenso.
- S-sí, fue idea de Sakemoto el que Romeo besara a Julieta y luego a la inversa -dijo su hija tratando de sonar natural.
Dai estaba reuniendo toda su paciencia para no abalanzarse contra Tatsuya.
- Y dime, ¿Fue parte del guion ese beso final que le diste a Tatsuya cuando estaban saliendo del escenario? -la mujer dijo esto con una voz de inocencia que no calzaba con sus palabras.
Kaoru supo que ya no podía seguir evadiendo esa conversación.
- V-verás, lo que pasa es que Tatsuya y yo ahora somos…
Dai golpeó la mesa con las manos lo cual detuvo a Kaoru de terminar la frase.
- Te dije que dejaras de juntarte con ese chico -dijo con una voz baja y neutral.
Esta vez Kaoru ya no quería contener la frustración que le generaba la reacción de su hermano mayor.
- Yo soy la única que decide con quien voy a salir y con quien no -lo enfrentó su hermana tratando de no alzar la voz.
Dai ya no se contuvo más, se levantó de la mesa y rodeándola tomó a Tatsuya de la camisa.
- ¡Dai! -exclamó Mitsuko.
- ¡Es que no lo ven!, este tipo es peligroso -dijo.
Kaoru se puso junto a él y le agarró la muñeca.
- Bájalo -dijo ella conteniendo su ira.
- ¿Y qué harás si no lo hago? -preguntó Dai.
Kaoru con un simple movimiento dobló el brazo de su hermano y lo obligó a alejarse de su mesa.
- ¡Solo trato de protegerte! -le dijo mientras ella lo obligaba a caminar hacia la terraza, ya en ella lo soltó y cerró el ventanal para que nadie interviniera.
- Dai, no soy una niña pequeña, yo sé cómo cuidarme sola -dijo Kaoru.
- Tú no sabes en lo que te estás metiendo -respondió su hermano cruzándose de brazos.
- Tatsuya me contó las cosas que hizo en el pasado -en esos momentos Kaoru estaba hablando con una calma que presagiaba tormenta.
- ¡Ves!, tú no puedes salir con un chico que hizo tantas cosas malas -dijo Dai confirmando su punto de vista.
- Dai, tú no sabes de lo que estás hablando, Tatsuya ha cambiado y para bien -trató de persuadirlo su hermana.
- Eso es lo que dicen todas las mujeres que vuelven con sus ex tóxicos -opinó el chico-. Kaoru, abre los ojos, estar con ese tipo no te llevará a nada bueno.
Kaoru guardó silencio.
- Sabes, mamá antes de conocer a papá era una delincuente -dijo ella, esto sorprendió mucho a Dai puesto que él tampoco conocía la historia-, pero un niño la ayudó a cambiar y luego papá la estuvo acompañando mientras se redimía de sus errores -en ese momento Kaoru miró a su hermano directamente a los ojos, su mirada transmitía pura determinación-, yo también quiero ser como papá.
En esos momentos Dai se dio cuenta de que su hermana no estaba siendo manipulada sino que genuinamente quería establecer una relación con el chico que desde la mesa del comedor los observaba con evidente angustia.
- ¿Estás segura de esto? Yo no siempre estaré ahí para protegerte si es que él trata de hacerte daño -le advirtió su hermano mayor.
- No te preocupes por mí, soy más fuerte de lo que crees, si él me llega a poner una mano encima le patearé el trasero y lo dejaré llorando en el suelo -dijo Kaoru con una gran sonrisa de convicción.
Dai suspiró.
- Parece que no tenía oportunidad de cambiar lo que pensabas desde un primer momento -dijo el chico resignado.
La cena siguió sin mayor percance y Dai tuvo que admitir que el novio de su hermana se llevaba bien con cada miembro de la familia, ¡Hasta hablaba con Shou sobre soccer y videojuegos!, pero no sería tan sencillo convencerlo a él de que había cambiado por lo que decidió esperar a que se fuera de su casa para hablar en privado con el chico que efectivamente se veía más amable y calmado pero que no podía evitar esperar lo peor de él.
Cuando Butch se despidió de la familia Dai se levantó de la mesa.
- Lo acompañaré afuera -anunció el chico de pelo verde.
Kaoru apretó los puños y estaba por decirle algo cuando su madre le puso una mano sobre el hombro y le dedicó una apacible mirada de confianza hacia Dai por lo que la chica decidió confiar en que su hermano no atacaría a su novio.
Dai y Butch bajaron en silencio por el ascensor, luego en silencio cruzaron el lobi y caminaron un par de metros, el RRBZ verde se estaba preguntando cuando Dai haría su movimiento cuando este se detuvo y habló.
- No será sencillo que confíe en ti pero debo hacerlo por Kaoru -dijo este sin más- por lo que te daré un voto de confianza y dejaré de enfrentarme a ti.
Butch miró con renovado respeto y confianza a Dai, esto lo hizo decidirse a decir lo que hacía tiempo quería decirle a Dai.
- Tal vez no me creas pero yo realmente quiero dejar atrás mi pasado -empezó-, Kaoru es la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida y quiero hacerla feliz por lo que siéntete en la libertad de decirme si estoy haciendo algo mal porque, hasta que Kaoru decida lo contrario, somos familia y las familias se ayudan entre sí para crecer como personas y siento que me queda un largo camino por recorrer antes de que pueda darme cuenta que no seré capaz nunca de hacerle daño a mis seres queridos.
Esto sorprendió mucho a Dai quien no se esperaba tal acto de sinceridad y compromiso.
- Tal vez algún día te considere mi hermano menor -dijo Dai pensativo-, pero en el intertanto eres un extraño para mí por lo que te propongo empezar de nuevo. -Dai extendió su mano- Mi nombre es Dai Matsubara y soy el hermano de Kaoru Matsubara.
Butch sintió por dentro una gran calidez, acto seguido le dio un apretón de manos.
- Hola, soy Tatsuya Mojo y estoy enamorado de Kaoru Matsubara, tu hermana, deseo que nos llevemos bien de ahora en adelante. -Dijo el chico sonriendo amablemente.
- Un gusto Tatsuya, yo también deseo que nos llevamos bien.
Dicho esto los dos chicos soltaron sus manos y Dai se dio la vuelta para dirigirse de vuelta a su casa.
- Hasta luego Tatsuya -se despidió Dai.
- Nos vemos -lo imitó Butch.
Y ambos regresaron a sus hogares.
- Hola Butch, pedimos pizza -anunció Boomer cuando este cruzó la puerta de entrada, al ver la expresión de su hermano dejó la pizza a un lado y lo miró sonriendo-, parece que te pasó algo bueno.
Butch no quiso esconder la gran calidez que sentía en el pecho por lo que simplemente respondió:
- Sí, hoy me pasó algo bueno.
