- ¿Cómo se declara señorita Loud?
Lisa solo bajo su mirada, un vago intento de esconderse frente a las acusadoras miradas de todos los presentes, desde el juez hasta su propio abogado, todos le miraban acusativamente, no tenía aliados en ese estrado y solo esperaba a que la farsa terminase pronto.
- Tiene que hablar señorita Loud, sino lo tomare como resistencia o simplemente diré lo que todos pensamos aquí.
El silencio fue todo lo que Lisa entrego, algo por lo que el juez decidió no esperar más.
- Que así sea, Lisa Loud, se le declara culpable por el crimen de asesinato de Lincoln A. Loud, se le sentencia a…
- ¡Yo no fui! ¡Juro que yo no fui!
- Ya no puede defenderse señorita Loud, todos sabemos la verdad.
- Juro que yo no fui, él… él…
- Culpable.
- Yo no.
- ¡Culpable!
- ¡Jamás le haría daño, él es mi-
- ¡Culpable!
- ¡Ah!
Lisa despertó sumamente agitada, el sudor en su frente se había acumulado considerablemente mientras que sentía como su corazón latía con fuerza, llevándose la mano a su pecho mientras luchaba por respirar, mirando a su alrededor rápidamente, descubriendo que seguía en su habitación.
- Ah, ah, ah, fue solo una pesadilla, solo una pesadilla.
- Lisa.
- ¡Aahhh!
El nombre de la chica había sido dicha con inocencia y preocupación por parte de Lily, quien espantada veía como su hermana mayor luchaba contra su propio subconsciente desde hace varios minutos, acercándose asustada por el bienestar de Lisa, más la chica se veía todavía más aterrada en el momento en que le llamo por su nombre, provocando que Lily retrocediera por instinto un par de pasos al ver como Lisa se arrinconaba en una esquina de su cama, abrazándose temerosa ante su propio desconcierto, esforzándose simplemente en calmarse.
- L..Lisa.
Para suerte de ambas, esta pudo recomponerse rápidamente, volviendo a su estoica, pero habitual expresión, abriendo sus brazos, algo que Lily entendió y se acercó a esta, acurrucándose en sus brazos.
- Todo está bien Lily, solo fue una pesadilla.
- La de hoy me dio miedo, parecía que te estabas ahogando.
- Las pesadillas solo son imágenes residuales de vivencias nuestras que remarcan sucesos traumáticos en un bucle del ciclo mor, no es nada por lo que temer.
- Pero parecía que sufrías, y mucho.
- No puedo controlar mis sueños.
- ¿No puedes o no quieres?
- No quiero, no de nuevo, no es bueno.
Lisa apretó con más fuerza el abrazo en el que tenía envuelto a su hermanita, si bien discutían seguido por el trato que ella le daba a Lincoln, Lily siempre había sido lo suficientemente empática con ella cuando le veía débil, algo raro en una chica que se rehusaba a mostrar sus emociones la mayor parte del tiempo.
- Al menos luces más calmada, ¿Quieres que duerma contigo hoy?
- No, gracias de todas formas Lily, ya pa…
Ligeramente la mirada de Lisa se desvió de su hermana, fue casi una reacción ante un evento inusual, pero estaba segura de que la puerta se hallaba ligeramente abierta y, en el momento en que fue notada, esta se cerró con rapidez y delicadeza.
- ¿Lisa?
- No es nada Lily, ve a dormir.
La pequeña le dio un beso en la mejilla y se retiró a su cama, deseándole buenas noches, pero Lisa se quedó unos momentos más observando la puerta, algo que duro hasta pasados unos minutos donde retomo su postura para dormir, ya podría investigar las cámaras de seguridad en la mañana.
Pero en cuanto cerro sus ojos, la puerta nuevamente se abrió, observando fijamente a Lisa.
Con el sol esbozando sus primeros rayos sobre el pueblo, la mayoría de los Louds comenzaban a levantarse perezosamente de sus camas, solo había 4 miembros de la familia que ya se encontraban de pie desde hace unas horas, siendo Lincoln y Lynn quienes volvían de su entrenamiento matutino, Lynn sr quien se hallaba haciendo el desayuno y Lisa, quien se encontraba enfrascada a la mitad de un grueso libro, siendo esta la primera imagen que tuvo Lily al despertar.
- Buenos días.
- Buenos días.
- ¿No es algo temprano para estar leyendo esas cosas?
- La tesis del doctor Schwarzschild es bastante interesante en cuanto a su planteamiento de modificar artificialmente la mitosis celular para…
- Mucha información, muy temprano, ni siquiera desayuno, mi cerebro se fríe a fuego lento.
- Entendido.
El toque de la puerta alerto a ambas hermanas, enfocándose ambas en esta para ver cómo era abierta por Lincoln.
- Chicas, papá dice que el desayuno está listo.
- Gracias Lincoln, ya bajo.
Lily comenzó a alistarse, pero Lisa ya no estaba prestando atención, desde que noto el cabello blanco del muchacho había dejado de hacerlo y se había enfocado una vez más en su lectura.
- Lisa, alimentarse es importante para crecer.
- Tengo mis nutrientes diarios medidos para mi optimo crecimiento, no necesitas recordármelo.
- Pero…
- No me importa.
Dicho eso, Lisa tomo el libro y salió fuera de la habitación, pasando junto a Lincoln como si este no existiera, algo que molesto a Lily quien vio como su hermana se alejaba lentamente hasta desaparecer de su vista en el pasillo.
- Me gustaría saber que le ocurre a ella.
- Esta despierta desde temprano, así que no debió dormir mucho y ya sabes cómo se comportan las personas cuando duermen poco, mamá es un buen ejemplo.
Un escalofrío recorrió la espalda de la muchacha al pensar en las veces que su madre había despertado de malas.
- No quiero pensar en ello.
- Era solo un ejemplo.
- Pero ayer estaba igual, de hecho, siempre se comporta así contigo.
- Vamos, no es como si no me quisiera, solo es así y ya.
- No la defiendas. - Dijo molesta.
- Oye, ya se le pasará, no te preocupes, solamente tiene que terminar cierto asunto y ya.
- ¿Asunto?
- Su investigación, claramente esta enfrascada en algo, cuando termine verás como se recompone su ánimo.
Lily no se notaba totalmente convencida, pero un abrazo de parte de Lincoln termino por convencerla, esbozando una sonrisa antes de ser levantada por Lincoln sin mucho esfuerzo.
- ¡Hey!
- Usted mi damita, si no parece querer ir a desayunar tendré que cargarla.
- ¡No me trates como una bebé!
- Eres muy tierna cuando te enojas.
- ¡Basta!
El enfrentamiento no duro mucho antes de que Lincoln llevase en sus brazos a una avergonzada Lily, jugueteando en contra de su voluntad hasta llevarla donde se encontraba el resto de la familia reunidos, riéndose de las quejas que la pequeña realizaba, aun así Lily pudo notar que Lisa no se encontraba allí.
- ¿Y Lisa?
- Tomo unas rebanadas de pan y se fue, dijo que estaba en una etapa importante de su actual investigación. - Dijo el padre con tono desaprobatorio.
- ¿Entonces ya está encerrada en su bunker?
- Supongo.
La molestia era evidente en la muchacha, algo que más de una hermana compartía, pues todas sabían que esa actitud existía únicamente cuando uno de los miembros de la familia estaba presente: Lincoln.
De reojo todas miraron a Lincoln quien comía tranquilamente su desayuno, notando que era observado el chico sonrió mostrando su dentadura pareja.
- Chicas, tranquilas, Lisa me quiere, aun con todo eso, solo, - La expresión de Lincoln decayó un poco, envolviendo su sonrisa en un velo triste. - Debe estar ocupada.
Nadie sabía o entendía el porqué del carácter de Lisa, pero si de algo estaban convencidas es que eso estaba dañando a Lincoln, y eso era algo que no podía permitir que siguiera pasando.
Esa noche Lisa observaba su mesa, más concretamente uno de los matraces que tenía en esta, aquella mezcla había sido el culmine de uno de sus más antiguos experimentos, había estado estudiándola por bastante tiempo antes de decidirse a que era muy peligrosa para poder pasar a pruebas con seres vivos, menos aún usarla con el chico que dormía dentro de aquel tubo de ensayo gigante, sus notas describían perfectamente los efectos en el tejido de prueba que tenía y, suspirando cansada, se dejó caer en el respaldo de su asiento.
- Basura, un día desperdiciado leyendo simple basura, 40 años de su vida tirados a la basura señor Schwarzschild.
Cerro el libro con molestia, ya tenía suficiente tiempo perdido en algo que ella había demostrado semanas atrás, nuevamente suspiro, recargándose lo suficiente en su silla para mirar el techo de su laboratorio.
- Linc, ¿Sabías que sacaron una edición deluxe de Muscle Fish IX? Lana es una adicta a ese juego, se suponía que sería tu regalo de cumpleaños, pero no evito la tentación, - El solo pensamiento de eso hizo reír a Lisa. - Papá estaba furioso con ella ya que Lin… no importa.
Giro su silla y se enfocó en el inerte muchacho, quien se encontraba en la misma posición que el día anterior, o el mes anterior, o el año anterior.
- 17 años, es una edad importante para cumplir, estar a puertas de buscar la independencia o estudiar un grado universitario, es mucha presión, no muchos están listos para dar el salto que eso significa, ¿Tú lo estarías?
El escape de una pequeña burbuja de aire fue la única respuesta que Lisa obtuvo, un débil sonido que apenas y fue perceptible, pero era un sonido al que estaba acostumbrada, relajando su expresión seria a una más agradable.
- Claro que lo estarías, pregunta tonta.
Escribiendo unas últimas notas en su cuaderno termino por cerrarlo, guardando sus cosas antes de encaminarse hacia la salida del lugar.
- Buenas noches, Lincoln.
Al llegar nuevamente a la superficie se sintió observada, volteó solo para corroborar que el acceso se hallaba bloqueado herméticamente como siempre, el bullicio dentro de su hogar no era muy grande, algo que comprendía pues era la hora de uno de los programas favoritos de la familia, o según escupía Lisa, el programa favorito de cierto peliblanco.
- Tonterías.
- ¿No es tu comportamiento el estúpido?
El grito de Lisa fue ahogado en cuando Lucy puso su mano sobre la boca de esta, ocultando el grito que esta produjo y muy seguramente hubiera alertado a la familia.
- Eso no era necesario.
- Ni tampoco que casi me dieras un infarto. - Dijo mientras se sacaba de golpe la mano de Lucy de la boca.
- ¿No eras tú la que debería mencionar que eso es una exageración bajo esta circunstancia?
- Y tú nunca confrontas directamente, ¿Qué ocurre?
- Seré directa, reconcíliate con Lincoln.
- Como les he dicho a todas, yo no…
- Si hay algo que ha sido difícil de alcanzar en esta casa es la paz y la unidad, existe un equilibrio pero todo apunta a que en cualquier momento algo puede estallar y que todo se vaya al carajo, por eso hicimos el protocolo en el pasado y lo sabes bien, ahora mismo Lincoln está logrando que esa paz se mantenga y solamente tú te estás interponiendo en ello. - Lisa no era alguien que se asustase fácilmente, pero encontrarse con la mirada fija de Lucy era algo que lograba preocuparla. - No seas un dolor en el trasero para todas.
- ¿Acaso ahora le haces los recados y amenazas que su perfecta persona no quiere realizar? Eso de que uno representa la luz y el otro la oscuridad ya está algo gastada.
- No te quieras hacer la graciosa.
- Entonces no vengas a darme tu ridícula amenaza. - Esta vez la voz de Lisa representaba perfectamente el enojo de esta, haciendo retroceder un poco a Lucy. - Si tengo un problema con él es nuestro problema, no sé qué carajos se te metió a la cabeza, pero te ves ridícula haciendo este espectáculo, ahora déjame pasar, tengo hambre y cada minuto desperdiciado contigo es un minuto más que pasare sin alimentarme, algo mucho más importante que esta charla.
Dicho eso Lisa avanzo hacia la entrada de la casa, no podía importarle menos la opinión que tuviese Lucy o cualquiera de sus hermanas en su actuar, no necesitaba dar explicaciones ni menos cambiar su actitud, de hecho, que le dejaran en paz era lo mejor.
- Estúpida.
Lisa no se detuvo, no se volteo o siquiera se dignó a darle peso a esa palabra, su respuesta fue cerrar la puerta al entrar sin darle la mirada a su hermana.
Una vez dentro, pudo observar que efectivamente la mayor parte de su familia se encontraba frente al televisor, observando el programa que prácticamente se había convertido en una de sus tradiciones familiares, curiosamente Lincoln no se hallaba en su puesto, generalmente el puesto del centro del sofá grande se había convertido en su lugar, como si fuese el eje central de su familia, pero no verlo en aquella posición le dio una extraña nostalgia, ya sea tirado en uno de los sofás más pequeños o en el piso como las gemelas, recordar a su hermano, su verdadero hermano en aquellas extrañas posiciones le agradaba, el solo hecho de no verlo en esa escena le hacía pensar que todo era normal, que eran una familia completamente normal, pero su misma mente se encargó de romper su encanto y voltear la mirada para enfocarse en la cocina, notando justamente que su padre salía de esta con una bandeja llena de dulces en las manos.
- Oh hija, justo a tiempo, los muffins acaban de salir del horno y todavía están calientes, ¿Quieres uno?
- Claro papá.
Dicho eso la niña tomo uno de los dulces, mirándolo con cariño.
- ¿Ocurre algo Lisa?
- Papá, ¿Te molesta mi actitud con Lincoln?
- Mmm, bueno, me gusta que se lleven bien, pero forzar a que se lleven bien creo que solo provocaría que se llevaran mal, por lo que prefiero que arreglen sus diferencias entre ustedes, claro que es triste que lo rechaces, pero en el fondo estoy segura de que lo quieres mucho.
- Gracias papá.
- No hay de que cielito, ¿Quieres unírtenos a ver la televisión? Hoy deberían tirar por la borda a uno de los concursantes.
- No estaría mal, aunque primero quiero ir a mi habitación.
- Claro, no te tardes o se acabaran el resto antes de que vuelvas.
Dicho esto su padre continuo su camino, antiguamente criticaba la forma de ser de este y su tipo de paternidad, pero el tiempo termino por darle un pensamiento más ambiguo referente a este, siendo irónicamente la única persona que parecía no haberse unido a esa campaña de su familia por forzar su lazo con "Lincoln", ella no quería hacerlo, apegarse a esa existencia sería rechazar a la que esperaba pacientemente en su laboratorio, un pacto que entre lágrimas había hecho varios años atrás, nadie parecía haberse dado cuenta y todos habían aceptado que la persona con la que convivían ya ni siquiera se parecía en rostro, era una existencia que solo mantenía un mínimo de características del hermano que habían dejado atrás y que probablemente habían aceptado porque era más fácil lidiar con alguien que no solo no da problemas, sino que los solucionaba de formas ideales a un hermano imperfecto y caótico, pero que realmente era su hermano.
Ya sea si lo notaron y lo ignoraron, o atribuyeron los cambios a la pubertad era algo que no le podía importar menos, eso no era Lincoln, eso no era su hermano, eso no era más que un triste recordatorio a ella misma que debía apurarse y dejar que su imperfecto hermano volviera a vivir su vida, recuperase el tiempo perdido y que todo volviera a la normalidad, pero por mientras tenía que soportar esas situaciones, como la de abrir su habitación y encontrarse a ese adolescente sentado en su cama, con una branula conectado a su brazo.
- Hola Lisa, justo a tiempo.
Esta cerro la puerta, presionando un botón en una pequeña consola a la izquierda de la puerta, un lugar que pasaría desapercibido para cualquiera mientras estuviese la puerta abierta, pero que para Lisa era algo vital, provocando un pequeño sonido de sellado en la habitación, una que ahora era tan impenetrable como su laboratorio.
- 06, el proceso de muestreo y estudio estaba orientado a las 02:00, estás adelantado por casi 6 horas.
- Esta mañana te venías cansada, así que preferí aprovechar este horario donde no interrumpirían para extraer la muestra de sangre y que pudieses dormir tranquilamente.
- Tranquilidad es algo que no me da cuando te encuentras a solas en esta habitación, debes seguir las directrices con las que fuiste diseñado por sobre todo.
- Mis directrices dicen que debo mantener un buen ambiente familiar.
- No me vengas ahora con que por eso eres el hermano perfecto.
- La perfección es algo imposible de alcanzar, no es más que un…
- No me interesan tus monólogos de autoayuda, si ya estás aquí solo terminemos luego para que te largues.
- Si eso te hace feliz, no hay problema.
- Juro que no se si haces eso por hacerme enojar o de verdad heredaste algo del sentido de humor de Lincoln.
Para Lisa extraer sangre de 06 era un incordio, las venas de su hermano eran todo un reto de encontrar y 06 no fue la excepción, por lo que ver que este ya se había colocado una branula le simplificaría mucho el trabajo, algo bueno dentro de un día tan molesto.
- Listo, ya puedes retirarte 06.
- De nada hermanita.
06 se levantó y dio unas suaves palmadas en la cabeza de Lisa, algo a lo que esta reacciono repeliendo la mano de un fuerte golpe.
- No vuelvas a hacer eso.
- Perdón, sentí la necesidad.
- No me interesa, hazlo de nuevo y te juro que lo lamentaras.
- Perdón, yo solo creí que-
- ¿Qué es lo que haría Lincoln? Solo existes porque él no puede estar, para ser un muñeco que lo reemplace temporalmente hasta que vuelva, no tienes otro propósito, no tienes otra misión o destino, solo eres una copia barata de mi hermano que voy a tener el placer de hacer desaparecer en cuanto pueda hacerle despertar, no hay nada más entre nosotros, no soy tu hermanita, no eres mi hermano, eres solo un triste recordatorio de un gran y enorme fracaso, ¿Entendido?
- Lo entiendo, no te preocupes, pero aun así quiero poder mejorar tu estado de ánimo.
- Hay una forma, lárgate de la habitación.
- Esta bien.
06 desactivo en calma el sello del cuarto, pudiendo abrir la puerta una vez más.
- He estado pensando, si me permitieras acceso a tu laboratorio podría llevar yo mismo las muestras a su estudio y te ahorrarías estas molestas y trasnoches.
- No entraras a mi laboratorio, jamás.
- Si es tu orden, obedeceré.
Con una amable expresión, 06 se despidió de Lisa quien ni siquiera respondió, cerrando la puerta tranquilamente, momento en el que su expresión se ensombreció, quedándose quieto sin moverse mientras sus ojos se dirigían hacia la pared, no estaba viendo algún punto en específico, ni siquiera estaba pensando en la casa, su mirada buscaba la dirección de aquel laboratorio subterráneo, escupiendo una sola palabra.
- Lincoln.
- ¡Lincoln!
El feliz chillido de Lily llamo la atención de este, mirándola con su usual rostro gentil.
- ¿Qué ocurre hermanita?
- Ya van a tirar a Roland por la borda, ven de una vez.
- Ay, que torpe, mira que demorarme tanto en el baño, vamos a eso pequeña.
- ¡Que no soy pequeña!
Se encamino con una sonrisa en su rostro y con Lily en su espalda a una tarde de televisión familiar, después de todo, esa era su amada familia.
