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Capítulo 21
— La mejor manera de luchar contra un vampiro es siempre estar atento a tu entorno —
Isran a Edzard en el fuerte del Alba.
Dos vampiros patrullaban por una de las almenas del castillo. Sus pasos eran firmes y su ritmo de caminata tranquilo, ya que se sentían completamente confiados de la seguridad de la barrera que rodeaba el área. Mientras caminaban, uno de los vampiros vio como uno de sus compañeros caía muerto por una flecha que le había atravesado el cráneo. El vampiro al ver esto, rápidamente intentó dar la alarma, pero no pudo hacerlo, ya que su cabeza fue abierta por un hacha.
Edzard retiró su hacha del cráneo del vampiro y comenzó a caminar por las almenas. Mientras caminaba, sintió que alguien aterrizaba cerca de él.
"Debiste de esperar unos segundos antes de disparar esa flecha, Asia." dijo Edzard mientras volteaba a ver a su esposa.
Asia desvió la mirada avergonzada, ya que su imprudente acción pudo haber hecho que pierdan el factor sorpresa.
"Lo siento, Ed." dijo Asia agachando la cabeza.
Edzard suspiró y luego comenzó a darle palmaditas en la cabeza a Asia. "Tranquila. Simplemente ten más cuidado."
'La verdad es que ella es muy mala para el sigilo. En especial si se tiene en cuenta que su constelación le da la bendición para ocultarse en las sombras.' Pensó Edzard mientras volvía a caminar junto a Asia.
Ambos llevaban casi una hora recorriendo los sinuosos pasajes del castillo. Habían ingresado por las alcantarillas. Luego habían subido por las despensas y habían comenzado a avanzar lenta pero constantemente hacia la habitación donde se debería de encontrar la Dhampir. Para poder ubicarse bien y saber qué camino seguir, Edzard usaba el hechizo de clarividencia. Los vampiros aun no sabían de su presencia gracias a que habían quemado los cadáveres de vampiros con el hechizo de fuego solar.
'Solo faltan diez minutos para que llegue el aliado de Marius.' Pensó Edzard mientras veía el reloj de bolsillo que había comprado en una tienda de antigüedades.
"Asia. Debemos de darnos prisa. Se nos acaba el tiempo."
Asia asintió y ambos comenzaron a correr.
Mientras Edzard y Asia continuaban adentrándose en el castillo, en una lujosa habitación se encontraba un joven sentado en un cómodo sofá. El joven tenía un bello rostro como el de una muñeca. Vestía ropas de aristócrata.
"Ya es hora." Dijo Marius Tepes mientras miraba el reloj en la pared.
Al momento en que terminó de decir eso, un circulo de color plateado apareció en el centro de la sala. Este circulo tenia en el centro una cresta con forma similar a un murciélago de cuatro alas de color plateado que tiene cuernos de diablo en la cabeza. Del circulo apareció un joven apuesto que paecia estar en sus veinte años con cabello plateado atado en un peinado trenzado, que vestía una túnica plateada con accesorios detallados.
Al ver a su invitado, Marius se levantó y con una sonrisa falsa en el rostro dio una reverencia como saludo. El recién llegado hizo lo mismo que el vampiro. Luego de eso, ambos se sentaron frente a frente en un sofá cada uno.
"Esperaba que llegara tu señor, Lucifuge." Dijo Marius mirando al demonio frente a él.
"No se preocupe. Mi señor vendrá, pero lo hará en unos cuantos minutos. Esta ocupado con algo." Dijo Euclid Lucifuge.
"Ya veo. ¿Supongo que estas autorizado para comenzar con las negociaciones?"
"Si. Mi señor me ha dado total autoridad para iniciar las negociaciones hasta que él llegue."
"Muy bien. Entonces empecemos."
Edzard quemó el cuerpo del vampiro que había matado recientemente. A su lado, Asia se mantenía alerta por si aparecía algún vampiro. Hasta ahora, habían tenido suerte, ya que habían encontrado pocos vampiros desde que ingresaron a la torre de homenaje del castillo.
"Ed. ¿Cuánto falta?" preguntó Asia mientras comenzaban a avanzar.
"No mucho. La habitación está doblando a la izquierda." Respondió Edzard.
Ambos caminaron por el pasillo y cuando doblaron la izquierda en la siguiente intersección, vieron una enorme puerta doble. Edzard avanzó primero y puso su mano en el pestillo de la puerta. Girando su cabeza, habló.
"Asia. Trata de averiguar cuantos individuos hay dentro de la habitación."
Asia asintió y usó el hechizo de detectar muerte, pero no podía ver nada. Así que, frunciendo el ceño, cambió de hechizo.
"Solo hay un individuo." Dijo Asia al ver solo un punto rojo en la habitación.
Edzard asintió y lentamente giró el pestillo. Cuando la puerta estuvo abierta, ambos ingresaron sigilosamente.
La habitación a la que habían ingresado era una muy espaciosa y muy bien decorada con muchas pinturas y artesanías que por su apariencia debían de ser muy costosas. En el centro de la habitación había una cama de tamaño King y en ella se encontraba una joven durmiendo. Esta joven tenía el cabello rubio corto, además de que era muy atractiva.
Edzard se acercó lentamente y colocó una mano sobre la cabeza de la chica. Cerrando los ojos, comenzó a leer la mente de la chica. Segundos después, abrió los ojos y frunció el ceño.
"Ed. ¿Qué sucede?" preguntó Asia al acercarse y ver el ceño fruncido en el rostro de su esposo.
"Es tal y como pensé que sería. Esta chica ha sido forzada por su hermano a usar su sacred gear una y otra vez."
Asia miró a la Dhampir que descansaba y sintió pena por ella. Sin embargo, antes de que pudiesen decir algo, la Dhampir abrió los ojos.
Los ojos rojos como la sangre se posaron en las dos personas desconocidas que tenía en frente.
"¿Quiénes son ustedes?" preguntó la Dhampir.
Edzard frunció más el ceño cuando escuchó el tono de voz de la joven. Su voz sonaba lejana y cansada. Además, los ojos de la Dhampir se mostraban vidriosos como si su mente no estuviese en su cuerpo.
"Somos dos personas que quieren salvarte de tu hermano, Valerie." Dijo Edzard.
Valerie Tepes miró a Edzard con una mirada en blanco. Si bien sus ojos no mostraban sus emociones, ella estaba asombrada de que conociesen su nombre, ya que nunca se presentó a estos dos desconocidos.
"Yo no necesito que me salven. Estoy feliz de ayudar a mi hermano." Dijo Valerie.
Edzard frunció el ceño.
"¿De verdad estas feliz de ayudar a alguien que solo te está utilizando para sus propios planes y que cuando tenga la oportunidad te descartara como basura?" preguntó Edzard.
Valerie intentó responder, pero Asia se adelantó y le interrumpió.
'Ed está siendo muy brusco con ella. Parece que está viendo a Serana en ella.' Pensó Asia mientras miraba a la Dhampir.
"Valerie. ¿No tienes algún deseo?" preguntó Asia mientras tomaba las manos de la Dhampir y mostraba una sonrisa amable.
La sonrisa de Asia hizo que Valerie comenzara a recordar a su único amigo. Los momentos de felicidad que paso junto a él, hicieron que una emoción que ella creyó perdida volviese.
"Yo… yo…. Yo quiero volver a verlo. Quiero volver a ver a mi amigo." Dijo Valerie mientras pequeñas lagrimas comenzaban a formarse en sus ojos.
La esperanza floreció en el corazón de Edzard mientras veía las lágrimas de Valerie.
'Esto es bueno. Esto demuestra que su alma aún no está totalmente rota. Aún hay posibilidades de curarla.' Pensó Edzard. Él sabía que la Dhampir tenía la mente y el alma rotas, pero no sabía hasta que nivel. Por fortuna, el poder mostrar tristeza le hizo ver que el alma de la chica aun podía ser sanada. 'Se que algunos pergaminos y tomos de magia que he traído de Nirm tienen conocimiento sobre magia de Almas. Con suerte podre encontrar algo con lo que curarla.'
"Valerie. Me llamo Edzard Rolandson y la joven a mi lado es mi esposa, Asia Argento. Ambos somos personas que viajamos mucho. Si vienes con nosotros, podremos buscar a tu amigo." Dijo Edzard extendiendo una mano hacia la Dhampir.
Valerie miró la mano extendida unos segundos. No sabía por qué, pero sentía que podía confiar en las palabras de Edzard. Así que lentamente comenzó a extender su mano para tomar la de Edzard. Sin embargo, cuando estuvo a escasos centímetros de tomarla, la puerta fue abierta.
Marius miraba a Euclid con una sonrisa de oreja a oreja. Había logrado que el demonio le brinde parte de su investigación sobre los sacred gear. El negocio había sido una completa ganga para él, ya que el único requisito del demonio había sido que en algún momento futuro les permitiera usar el poder del sacred gear de Valerie.
"Realmente es un gusto haber hecho negocios con ustedes." Dijo Marius mientras bebía un poco de vino.
Euclid asintió. Había cumplido la tarea que su señor le había pedido.
'Con esto estamos un paso más cerca de nuestro objetivo.' Pensó Euclid mirando a Marius. 'Sería tan fácil matarle, pero tal y como dice mi señor. Hasta una alimaña tiene sus usos cada cierto tiempo.'
Marius comenzó a levantarse cuando la puerta de la habitación fue abierta de golpe. Girando la cabeza, vio que el responsable era un vampiro de bajo rango que se encontraba hiperventilando por el cansancio.
"¡Que sígnica esto!" gritó Marius furioso por la falta de respeto del vampiro.
"Lord Marius. Tenemos intrusos." Dijo el vampiro mientras se apoyaba en una rodilla.
"¿Intrusos?" preguntó Marius mirando al vampiro. "¿Cómo es que os habéis dado cuenta de eso?"
"Si. Nos dimos cuenta gracias a que muchos guardias están desaparecidos."
"¿Han buscado a los guardias por el castillo?"
"Si. Pero no hemos encontrado rastro alguno de ellos."
'¿Qué querría un intruso aquí? ¿Oro? No. No lo creo. ¿Que podría haber aquí como para que un grupo de idiotas se infiltre en un lugar tan remoto?' Pensó Marius. Unos segundos después sus ojos se abrieron cuando se percató de lo que querían los intrusos. Ellos venían por su queridísima hermana menor. Así que sin perder tiempo se convirtió en una bandada de murciélagos y se dirigió rápidamente al cuarto de su hermana.
Euclid miró todo con una expresión tranquila, pero en el fondo estaba pensando. Al llegar a la misma conclusión que Marius, se levantó del sofá y le preguntó al vampiro sobre la habitación de la joven Valerie. Cuando el vampiro respondió, él se fue para allá, no sin antes haber matado al vampiro.
Edzard miraba a quien había abierto la puerta. Gracias a los recuerdos de Valerie, él sabía que el joven frente a él era Marius Tepes. Frunció el ceño al ver los ojos rojos del vampiro, ya que le recordaban los ojos que tenía Harkon. Ojos de alguien que está dispuesto a cometer cualquier atrocidad solo para cumplir sus ambiciones.
Marius frunció el ceño con ira al ver a los dos individuos enmascarados cerca de su hermana.
"¡Aléjense de mi hermana!" gritó Marius haciendo que Valiere se estremezca levemente.
Al ver esto, Edzard se levantó y se puso entre el vampiro y la Dhampir.
"¿Qué harás si no lo hago?" preguntó Edzard sin apartar la mirada del vampiro.
"Maldita bolsa de sangre." Dijo Marius mientras apretaba los dientes por la ira que sentía. Después de todo, como se atrevía esta maldita bolsa de sangre andante a responderle a su superior de esa manera.
La ira de Marius aumentó cuando vio que el otro individuo tomaba la mano de Valerie y la ayudaba a levantarse de la cama. Sin esperar un segundo más, se abalanzó contra la figura femenina que ayudaba a su hermana. Sin embargo, no llego a hacer nada, ya que su cuerpo fue enviado a volar por los aires gracias a un potente golpe en su pecho.
Edzard había golpeado a Marius en el pecho para evitar que atacase a Asia y a Valerie. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que no podría salir por done había ingresado, pues Marius había causado un gran estruendo cuando impactó en la pared que se encontraba al final del pasillo.
"Asia. nos vamos." Dijo Edzard mientras se acercaba y cargaba a Valerie en su hombro izquierdo. Levantando la mano derecha, creó una bola de fuego. La bola de fuego fue lanzada y se dirigió hacia la ventana del cuarto.
¡Booom!
La explosión hizo que la habitación se llenara de polvo. Sin perder tiempo, Edzard y Asia corrieron hacia el hueco que ahora tenía la pared, para luego saltar.
Mientras Edzard y Asia huían con Valerie a cuestas, Euclid apareció y mostro ligera sorpresa al ver a Marius incrustado en la pared.
"¿Se encuentra bien?" preguntó Euclid.
Marius gruño como respuesta mientras lentamente comenzaba a salir de la pared en la que había terminado incrustado.
"No te quedes ahí mirando. Necesito tu ayuda."
Euclid miró a Marius. Suspirando, habló.
"¿Por qué necesitaría mi ayuda?"
"Dos tipos han secuestrado a mi hermana. Por la apariencia, un hombre y una mujer. Cuando intenté recuperar a mi hermana, el hombre me atacó. La mujer no lo hizo. Eso me hace creer que el hombre es el más fuerte de los dos."
"Ya veo. Por lo que me acabadas de decir, es impresionante que hayas sido golpeado tan fuerte por un humano. Sin embargo, ¿Eso que tiene que ver conmigo?"
"Esa bolsa de sangre no es un humano normal. Es posible que tenga un sacred gear. Además, parece que desean llevarse a Valerie lejos de aquí. No necesito hacerte saber lo que pasará si perdemos a mi hermana."
"Ya veo. Supongo que puedo ayudarte. No puedo permitir que un activo tan valioso como tu hermana nos sea arrebatada delante de mis ojos." Dijo Euclid mientras se acercaba al hoyo que había en la pared. Frunció el ceño cuando los vio. Eran muy rápidos, ya que habían cruzado gran parte de la distancia que separaba la torre de homenaje del muro exterior. Por la velocidad a la que se movían, sería cuestión de unos pocos minutos para que puedan escapar. Estirando su mano, creó un circulo de magia. Del círculo, una ráfaga de hielo se dirigió a gran velocidad hacia los secuestradores.
Edzard y Asia seguían huyendo mientras saltaban por las torres que tenía el castillo. Habían logrado recorrer una gran cantidad de distancia gracias a eso.
'Solo un poco más y podre abrir un portal para irnos de aquí.' Pensó Edzard mientras acomodaba un poco mejor a Valerie en sus brazos. Esto lo decía porque gracias a la barrera era imposible para el usar su shadowkey. Sin embargo, sus ojos se abrieron cuando sintió que algo se acercaba rápidamente a su espalda. Girando, vio como una gran ráfaga de hielo se acercaba rápidamente hacia ellos. Apretando los dientes, extendió su mano izquierda y lanzó un gran torrente de llamas.
Ambos hechizos se encontraron y crearon una gran explosión que sacudió por completo el castillo. Las ráfagas de viento generadas hicieron que Edzard y Asia tuviesen que aterrizar en la parte superior de una torre cuadrada.
"Asia. Prepárate para luchar." Dijo Edzard mientras dejaba a Valerie en el suelo. Acercando su mano a la frente de la Dhampir, usó un hechizo para dormirla. Luego de eso, la acostó y creó una barrera sobre ella.
Ni bien Edzard terminó de decir esas palabras, frente a ellos aparecieron Marius y Euclid.
La mirada de Edzard se posó en ambos. Solo le tomó cinco segundos para darse cuenta de que el hombre de cabello plateado era el más peligroso de ambos.
'Su nivel de poder debe de estar rodeando el mismo que un dragón legendario o incluso podría estar por encima de ese nivel.' Pensó Edzard preocupado, ya que no podía enfrentarse a ambos usando todo su poder. Después de todo, si luchaba con todo era muy posible que termine por destruir por completo este lugar. Esa acción podría hacer que Asia muriera en medio de la batalla. 'Podría enfrentarme a uno de ellos sin necesidad de recurrir a mi aspecto de dragón, pero el otro me causaría muchos problemas.'
Edzard dejó de pensar en con enfrentarse a ambos cuando sintió que Asia le tocaba el hombro. Girando su cabeza, vio como ella asentía. Los ojos de Edzard se abrieron cuando se dio cuenta de lo que ella le estaba tratando de decir.
"¿Estás segura?" preguntó Edzard en Tamrielico.
Asia asintió. "Si. Se que nunca tendré el mismo nivel de poder que tienes tu, pero eso no quiere decir que no puedo luchar. Además, si no lucho y ellas se enteran, se molestarán."
Edzard no necesitaba pensar dos veces para saber a quienes se refería Asia. Después de todo, ellas era amigas de ambos. Sonriendo bajo su máscara, Edzard se relajó visiblemente y se enfocó en el sujeto de cabellos plateados.
"Es de mal gusto ir por ahí secuestrando a las hermanas menores de alguien." Dijo el hombre de cabello plateado mirando a Edzard y a Asia.
"Puede que tengas razón. Pero es aún peor forzarlas a hacer algo que no quieren." Respondió Edzard sin dejar de mirar al hombre.
"¡Maldita bolsa de Sangre, devuélveme a mi hermana!" gritó Marius.
Edzard miró al vampiro e hizo una mueca bajo su máscara. "No lo creo. No planeo dársela a alguien como tú."
Marius apretó lo dientes, pero antes de que se abalanzase contra Edzard, fue detenido por su compañero.
"Tranquilo, Lord Marius." Dijo el hombre de cabello plateado.
"Joven. Podría devolver a la joven Valerie a su hermano mayor. No puede ver que este esta preocupado por su hermanita."
Edzard se quedó en silencio unos segundos. Hasta que decidió hablar. "En serio acabas de decir una mentira tan obvia?"
El joven de pelo plateado levantó una ceja y luego puso una sonrisa amable. "No le entiendo. ¿Por qué dice que he mentido?"
Edzard suspiró. "Enserio crees que soy idiota. Se ve a leguas que no son buenas personas."
La sonrisa en el rostro del joven de pelo plateado se esfumó tan pronto como Edzard terminó de hablar.
"Oh. Que sorpresa. ¿Cómo te diste cuenta de que no somos buenas personas?"
"He conocido a varios seres con los mismos ojos que ustedes. Ojos llenos de avaricia, crueldad y egoísmo."
El joven de pelo plateado esbozó una sonrisa cuando Edzard terminó de hablar.
"¡Ja, ja, ja!" reía con fuerza. "Por Lucifer. Realmente eres algo interesante niño. Fuiste capaz de saber que no soy nadie amable con solo ver mis ojos."
Los vellos del cuello de Edzard se erizaron cuando escuchó el tono de voz que contenía la risa. Era un tono de voz sarcástico que había escuchado en personas como Harkon y Miraak.
"Por supuesto que un ser como yo no puede ser amable. Ya que ser malvado es la esencia de todo demonio."
Los ojos de Edzard se abrieron con sorpresa, ya que era la primera vez que se encontraba frente a frente a un demonio. Apretando los dientes con ira, Edzard comenzó a liberar un gran instinto asesino, pues a su mente volvieron los recuerdos de las visiones que Akatosh le había mostrado en la garganta del mundo.
Marius sintió un escalofrío cuando sintió el potente instinto asesino que Edzard generaba. Euclid, por su parte, solo sonreía, ya que esa reacción le gustaba mucho. Después de todo, para él, esa era la reacción que debían de tener los humanos al escuchar que él era un demonio. Porque un de demonio es un ser que causa dolor y sufrimiento a los humanos, ganándose el odio y el miedo de estos.
"Lucifuge. Tu encargarte del chico, yo me encargare de la chica." Dijo Marius.
Euclid miró a Marius unos segundos. Él ya sabía por qué decía eso, ya que él también había sentido que el joven era mucho más poderoso que la chica.
Si bien Marius era un vampiro de pura sangre y por ende era alguien fuerte, su nivel de poder no se acercaba al del joven. Así que al final tendría que pelear contra él.
"Muy bien. Terminemos con esto rápido, ya que no quiero que mi señor se encuentre con este panorama." Respondió Euclid, para luego moverse rápidamente hacia su objetivo. Su velocidad tomó por sorpresa al enmascarado, ya que pudo darle un golpe en el estómago. Gracias a dicho golpe, pudo mandarlo a volar por los aires.
Los ojos de Asia se abrieron cuando vio como Edzard era enviado a volar. Sin embrago, no pudo quedarse en ese estado mucho tiempo, ya que Marius se había movido y ahora estaba a espaldas de ella.
"¡Se acabó! ¡Después de esto te convertirás en mi bolsa de sangre personal!" gritó Marius mientras convertía su mano derecha en una garra de murciélago.
Asia giró la vista y levantó su mano derecha. Un brillo dorado apareció en esa mano, signo inconfundible de que se estaba cargando un hechizo de Restauración. Cuando el hechizo fue liberado, lo hizo en forma de una explosión radial de color dorado. Dicha explosión impactó en el cuerpo de Marius.
"¡Ahhrgggg!" gritó de dolor Marius mientras caía hacia el suelo. Sin embargo, antes de que impactase, convirtió su cuerpo en una bandada de murciélagos y volvió a la torre.
Asia miró al vampiro. Su cuerpo estaba lleno de quemaduras gracias al impacto del hechizo explosión de fuego solar. Este hechizo había sido uno de los que ella había creado. El daño de este hechizo se vio amplificado gracias a la habilidad necromago que ella poseía. Sin perder tiempo, comenzó a lanzarle bolas de fuego solar al vampiro.
Marius vio como las bolas de fuego se acercaban rápidamente hacia él, así que, invocando alas de murciélago, comenzó a esquivarlas lo mejor que pudo.
Asia vio al vampiro volar y comenzó a alejarse de la torre. No se preocupaba de que el intentase llevarse a Valerie, ya que la Dhampir estaba rodeada por una barrera circular que la envolvía completamente. Dicha barrera solo podía ser desactivada por su creador. Incluso si ella cayese no sufriría daño alguno. Mientras se alejaba, ella continuaba atacando con magia al vampiro.
Edzard logró estabilizarse en el aire y pudo aterrizar con seguridad sobre la muralla exterior.
'Mierda. Ese bastardo se mueve rápido.' Pensó Edzard mientras miraba al frente. La velocidad del demonio le había tomado por sorpresa, pero eso no iba pasar de nuevo.
"Eres bueno." Dijo el demonio apareciendo frente a Edzard. "Supongo que te has ganado el derecho de saber mi nombre. Me llamo Euclid Lucifuge."
Edzard miró a Euclid y apretó los puños. Gracias al golpe repentino había perdido su hacha, pero eso no era un problema, ya que él podía convocar otra arma o incluso luchar sin armas.
"Ya que me diste tu nombre, te daré el mío también. Puedes llamarme Ysmir." Dijo Edzard sin dejar de mirar a Euclid.
Ambos enemigos se miraron un segundo y luego desaparecieron.
Edzard bloqueó con su brazo un golpe dirigido hacia su pecho. Luego de eso, lanzó un golpe rápido hacia el rostro de Euclid. Sin embargo, esto fue en vano, ya que el demonio logró esquivar el golpe en el último segundo.
"Realmente eres bueno. Pero, ¿Cómo te defenderás de esto?" preguntó Euclid lanzando varias lanzas de hielo.
Edzard respondió levantando su mano derecha. De esta mano, surgieron varias lanzas de fuego.
Ambos hechizos chocaron y crearon una fuerte onda expansiva que hizo que ambos enemigos retrocedieran algunos pasos. Además de llenar de polvo el lugar.
Cuando el polvo se disipó se podía ver a Edzard y a Euclid intercambiando golpes rápidamente. Edzard lanzaba puñetazos y patadas a un ritmo vertiginoso esperando lograr abrumar a su enemigo, pero Euclid lograba defenderse muy bien. Cada golpe generaba una pequeña onda expansiva que agrietaba el suelo donde luchaban.
El combate seguía igualado por el momento. Sin embargo, Euclid hizo una finta y logró darle un golpe a Edzard en el pecho. Edzard derrapó unos metros como consecuencia del golpe.
'Mierda. Eso dolió.' Pensó Edzard haciendo una ligera mueca. El golpe que Euclid le había dado le había dolido. Girando la cabeza, pudo ver que, a diferencia de él, Asia estaba que ponía contra las cuerdas a Marius, ya que el vampiro mostraba varias heridas por quemaduras de fuego solar. Aunque, Asia tampoco estaba indemne. Su túnica mostraba signos de quemaduras producto de los hechizos que su custodia no había podido bloquear completamente.
Sin embargo, Edzard dejó de verla, ya que fue obligado a volver a prestar atención a Euclid. Sobre todo, cuando este creó varios círculos mágicos en el cielo y comenzó a atacarlo con un bombardeo de hechizos de hielo.
Edzard levantó su mano izquierda y creó una custodia para protegerse. Gracias a la habilidad de absorción de su custodia, pudo absorber una pequeña cantidad de magia.
'Maldita sea. Parece que los demonios pueden usar magia para bombardear objetivos a larga distancia.' Pensó Edzard cuando su custodia se desvaneció y se vio obligado a saltar para poder esquivar los hechizos de Euclid.
"Eres bueno. Sobre todo, esquivando." Dijo Euclid con burla mientras seguía bombardeando a Edzard con sus hechizos.
'Mierda. ¿Cuánta magia tiene este idiota?'
Edzard seguía esquivando los hechizos de Euclid mientras pensaba en una manera para contraatacar. Sabía que su enemigo era bueno luchando tanto con magia como con los puños. Además, de que el demonio podía volar con sus alas, cosa que él no podía hacer sin entrar en su aspecto de dragón completo.
Euclid tenía una sonrisa mientras veía como Edzard esquivaba sus hechizos saltando entre las torres y las paredes de estas. Si bien lo tenía acorralado con sus hechizos, sabía que no podía gastar mucha magia en vano, ya que la experiencia le había mostrado que algo impredecible podría surgir en cualquier momento. Así que se decidió por acabar con esto de un solo golpe. Creando un círculo de magia en el suelo, hizo que cientos de picos de hielo se dirigieran hacia Edzard.
Edzard vio los picos de hielo acercarse a él. Apretando los dientes, decidió aumentar la cantidad de poder que planeaba usar en esta batalla. Así que extendió su mano derecha y junto una gran cantidad de magia. El hechizo liberado fue una gran ráfaga de fuego que se dirigió hacia los picos de hielo.
Una gran explosión se generó cuando ambos hechizos impactaron. Además, la onda expansiva hizo que Valerie saliese volando y terminase por caer cerca del lugar en donde terminaba la barrera que protegía el castillo. También, la onda expansiva hizo que Marius se desequilibrase por un segundo, segundo usado por Asia para impactarle un hechizo en todo el pecho del vampiro.
"¿Eres acaso un humano?" preguntó Euclid al ver la facilidad con la que Edzard había bloqueado el hechizo. "No. La verdadera pregunta es. ¿Cuánto te has estado conteniendo?"
La respuesta a esta pregunta surgió cuando Edzard apareció frente a él y le dio un potente golpe en todo el estómago.
"Ughh." Gruño Euclid al sentir como varias de sus costillas se quebraban por el poder del golpe. El golpe fue tan fuerte que hizo que saliese volando y terminara atravesando varias torres.
Euclid se levantó lentamente y cuando lo hizo tuvo que protegerse de una patada de hacha. El golpe hizo que el techo de la torre se rompiese y que cayese hacia el suelo. Esto hizo que Euclid tuviese que maniobrar en el aire con sus alas para evitar de esa manera impactar con el suelo. Al mirar a Edzard, los ojos de Euclid se abrieron con sorpresa, ya que pudo ver como dos orbes dorados brillaban en los orificios para los ojos que poseía la máscara de Edzard.
"Parece que también tendré que ponerme serio." Dijo Euclid antes de abalanzarse contra Edzard.
Edzard vio al demonio volar hacia él, así que él también se abalanzó contra él. Esto comenzó una gran batalla cuerpo a cuerpo cuyas ondas de choque comenzaron a crear ráfagas de viento que destruían partes del castillo.
Asia estaba jadeando por el cansancio. Su túnica estaba hecha jirones y su cuerpo tenía varios moretones por debajo de la armadura. Dicha armadura la había salvado varias veces en esta batalla. A pesar de que ella había iniciado con ventaja en esta batalla, eso cambió cuando Marius forzó un combate cuerpo a cuerpo usando su velocidad.
Actualmente ella usaba su espada de Mithril para defenderse de las garras de Marius. El vampiro atacaba con gran velocidad, tratando de abrumar a Asia. sin embargo, no lo lograba, ya que Asia era capaz de bloquear los golpes.
"¡Muere de una maldita vez!" gritó Marius mientras se convertía en una bandada de murciélagos y aparecía en la retaguardia de Asia.
Asia giró rápidamente para bloquear el golpe de Marius. Luego de bloquear el golpe, saltó hacia atrás y comenzó a esquivar acrobáticamente los golpes que el vampiro daba. Con cada segundo que pasaba, el vampiro parecía ganar terreno contra Asia. Sin embargo, cuando Marius estuvo a centímetros de golpearla, la onda expansiva de la batalla de Edzard hizo que ambos fueran separados.
'Parece que Ed está yendo a pelear más enserio.' Pensó Asia al ver el brillo dorado en la máscara de Edzard.
"¿Qué diablos está pasando?" preguntó Marius al ver como Edzard era capaz de plantare cara a Euclid. "¿Cómo es que esa bolsa de sangre es capaz de plantarle cara a un demonio que esta al mismo nivel que un Maou?"
Los ojos de Asia se abrieron cuando escuchó eso, ya que estaba sorprendida por lo que el vampiro acababa de decir. Una pequeña parte de ella estaba preocupada por eso, pero gran parte de ella no lo estaba. Después de todo, Edzard aun no había usado su aspecto de dragón.
'Ed está luchando con todo su poder en su forma humana. Yo no puedo quedarme atrás.' Pensó Asia mientras llevaba su mano hacia su bolsa. Sacado de allí una poción de magia, bebió rápidamente su contenido.
Marius enmarco una ceja cunado vio a Asia beber la poción. Sus ojos se abrieron cuando sintió que los niveles de Magia de Asia volvían a estar a plena potencia.
Asia levantó ambas manos y creó un orbe de magia dorada. Liberándolo, el hechizo se convirtió en una lluvia de rayos de luz que se dirigieron a gran velocidad contra Marius. Quien, al ver este ataque, comenzó a volar para esquivarlo. Lamentablemente, no fue lo suficientemente rápido y varios de los rayos terminaron por impactarle. Esto hizo que el vampiro se dirigiera raídamente hacia el piso.
Sin embargo, Marius logró estabilizarse y volar de regreso hacia la torre. Mientras volaba, sus ojos volvieron a abrirse cuando vio que sobre la cabeza de Asia aparecían seis luces.
Asia estaba concentrada mientras hacía uso de otro hechizo de su creación. Este hechizo generaba seis luces sobre a cabeza de Asia. estas luces comenzaron a cambiar de forma y se convirtieron en seis espadas doradas. Moviendo sus manos hacia el frente, Asia liberó su hechizo.
Las espadas doradas viajaron a gran velocidad hacia Marius, quien tuvo que volver a convertirse en murciélagos para escapar. Lamentablemente, fue muy lento y una de las espadas terminó por incrustarse en una de sus alas.
"Maldita humana. ¡¿Cómo te atreves?!" gritó Marius cuando se vio forzado a materializarse. Y es que la espada le había arrancado el ala.
Luego de gritar, el vampiro se llevó la mano a un bolsillo de su chaqueta y sacó un vial de sangre. Con una sonrisa cruel, bebió el contenido del vial.
'¿Qué es lo que ha bebido?' pensó Asia preocupada, ya une vio como las heridas del vampiro se curaban y su poder aumentaba ligeramente.
Marius sonrió y rápidamente apareció frente a Asia.
Los ojos de Asia se abrieron por la sorpresa y por el dolor, ya que Marius le había dado un poderoso golpe en el estómago. Dicho golpe hizo que saliese volando por los aires.
"Agh..." fue lo que salió de la boca de Asia cuando impactó en la pared de una torre. Abriendo los ojos, lentamente comenzó a salir del cráter que había creado. Si este golpe lo hubiese recibido su antiguo yo, es posible que ahora estuviese en el suelo muerta por el impacto. Levantando la vista, pudo ver a Marius que volaba sobre ella.
'Parece que no tengo otra opción.' pensó Asia mientras cerraba los ojos.
Marius vio con intriga como Asia cerraba los ojos. Sin embargo, esa intriga se convirtió en preocupación cuando vio como dos anillos aparecieron en las manos de Asia. Gracias a la información que había recabado y a los datos que había recibido de Euclid, sabía que sacred gear eran esos. Por lo que rápidamente trató de volar hacia Asia para evitar que se sanase.
Asia liberó el poder de su sacred gear haciendo que un resplandor dorado llenase el área. Cuando el resplandor se disipó, ella vestía su armadura plateada.
"No es posible. Sin embargo, no hay duda. Eres una usuaria de sacred gear que ha logrado acceder al movimiento prohibido. Tú has logrado alcanzar el Balance Breaker." Dijo con pánico Marius, ya que vio como las heridas de Asia comenzaron a sanar rápidamente hasta que quedó completamente ilesa.
Asia abrió los ojos, luego extendió su mano y usó telekinesis para atraer su espada. Había perdido su espada en el momento en que Marius la había mandado a volar. Con su espada en mano, se abalanzó contra el vampiro. Gracias a su balance breaker logró recorrer en segundos la distancia que la separaba del vampiro. Ya estando frente a él, ella comenzó a dar cortes rápidos.
Marius desviaba con sus garras los ataques de Asia, pero cada vez se sentía más y más débil. Esto se debía a que el balance breaker de Asia generaba un aura que debilitaba considerablemente a los vampiros y demonios. En un momento dado, Asia logró hacerle un corte a Marius en el abdomen. Los ojos de Marius se abrieron mientras lentamente retrocedía manteniendo una mano sobre su abdomen. La razón de su pánico era que a pesar de haber logrado impactar golpes en Asia estos no habían hecho daño alguno.
"¿Qué clase de sacred gear tienes?" preguntó con miedo Marius al ver el poder del balance breaker de Asia. Sin embargo, ese miedo aumento a grandes niveles cuando vio que Asia clavaba su espada al suelo. Sin pensarlo dos veces, trató de huir del lugar.
Asia juntó sus manos y comenzó a acumular una cantidad extremadamente alta de magia. Estaba por usar su hechizo más poderoso. Un hechizo que se basaba en el hechizo de explosión de relámpagos de Edzard. Al verlo intentar huir, Asia se abalanzó rápidamente contra Marius. Cuando estuvo a menos de dos metros del vampiro, liberó el hechizo.
Una enorme cúpula de magia dorada engulló tanto a Asia como a Marius.
"¡AGHH…! ¡AGHHHH!" fueron los gritos de agonía que salieron de la boca e Marius al sentir como cada célula de su cuerpo era quemada por la explosión. Cuando el hechizo terminó se podía ver a un Marius con quemaduras muy graves. Las quemaduras eran tan graves que la ropa del vampiro se había fundido con su carne. Además, en algunas partes de su cuerpo se podía ver los tendones, músculos e inclusos los huesos.
Asia se levantó y trató de caminar, pero casi se desploma cuando sus piernas le fallaron. Sin embargo, nunca llegó a tocar el suelo, pues fue sujetada antes de caer.
Edzard y Euclid intercambiaban golpes a gran velocidad. Cada golpe que se daban se creaba una onda de choque tan fuerte que destruía parte del castillo.
Edzard detuvo una patada de Euclid con su mano y luego le agarró la pierna y lo envió volando hacia una pared. Sin embargo, Euclid logró estabilizarse en el aire y pudo aterrizar antes de impactar contra algún muro.
Euclid respiraba con dificultad y gran parte de su ropa estaba completamente destrozada. Además, sin que él lo supiese había pequeñas cantidades de escarcha e imperceptibles relámpagos por varias partes de su cuerpo. Levantando su mano intentó lanzar un hechizo, pero sus ojos se abrieron cuando se percató de que sus niveles de poder demoniaco estaban muy bajos.
'¿Qué pasa? No he usado muchos hechizos. ¿Por qué mis niveles de poder están tan bajos? Además. ¿Por qué siento el cuerpo tan cansado como si hubiese luchado durante días?' pensó Euclid preocupado, ya que nunca se había sentido tan cansado. Incluso cuando luchó en la guerra civil nunca había estado tan cansado. Lamentablemente no pudo pensar mucho más, ya que en ese momento apareció Edzard.
La armadura de Edzard había visto días mejores, ya que actualmente poseía varias rasgaduras y abolladuras.
'El poder de este demonio no es nada de lo que burlarse.' Pensó Edzard, pues los golpes de Euclid habían logrado atravesar las escamas del dragón de nivel legendario que conformaban la parte interna de su armadura. Eso lo sabía, porque tenía varias contusiones y fisuras en algunos huesos de su cuerpo.
Cuando Edzard estuvo frente a Euclid, se abalanzo y comenzó a atacarle raudamente. Puñetazos, patadas, patadas giratorias, Edzard estaba que usaba todo su arsenal de combate mano a mano. Cada uno de sus movimientos eran fuertes y rápidos, pero arrítmicos. Luego de un intercambio rápido de golpes, Edzard se alejó con un salto mortal hacia atrás.
"Veo que estas cansado. Incluso es posible que ya no puedas usar hechizos, ¿verdad?" dijo Edzard cuando aterrizó.
"¿Cómo sabes eso?" preguntó Euclid con voz cansada mientras sentía que su mente comenzaba a perderse.
Edzard puso una sonrisa de burla. "¿Qué te hace pensar que te diré algo?"
Edzard se movió rápidamente e intentó darle un puñetazo a Euclid. El demonio respondió desviando el golpe, sin embargo, eso dejó una abertura en su defensa. Edzard aprovechó esa abertura y le dio un rodillazo en el estómago.
"Gahh." Fue lo único que salió de la boca de Euclid mientras escupía saliva mesclada con sangre.
Aprovechando que el demonio estaba que se sostenía el abdomen, Edzard le dio una patada giratoria. Esta patada hizo que Euclid volase hasta impactar en un muro del castillo. El impacto hizo que varios escombros cayesen sobre el demonio.
'Parece que mis hechizos de golpe de relámpago y escarcha están funcionando muy bien.' Pensó Edzard mientras miraba sus manos. Los hechizos mencionados eran dos hechizos que Edzard había desarrollado para luchar cuerpo a cuerpo. Estos consistían en generar pequeñas y casi imperceptibles capas de magia tanto de escarcha como de relámpagos en sus piernas y brazos. Estos hechizos tenían como base los mismos principios que los hechizos de manto elementales. Al igual que esos hechizos, estos también agotaban las reservas de magia y aguante de sus objetivos, la única diferencia es que estos hechizos lo hacían cuando había contacto físico.
Cerrando los ojos, Edzard soltó un suspiro de tranquilidad cuando sintió que el poder de Euclid se había agotado casi por completo y que estaba a las puertas de la inconciencia.
Un brillo dorado llamó su atención. Girando su cabeza, pudo ver que dicho brillo se originaba de un orbe dorado. Sabiendo que significaba ese orbe, se dirigió hacia allí. Cuando llegó, pudo ver a Marius al borde de la muerte y a Asia comenzar a caer. Así que rápidamente se apresuró a agarrar a su esposa.
"No puedo creer que usaras un hechizo tan peligroso como ese." Dijo Edzard mientras veía como la armadura de Asia se desvanecía lentamente.
Asia hizo una mueca. Su cuerpo estaba adolorido y sus reservas de magia estaban casi agotadas. Ese hechizo le quitaba mucha magia. Además, era muy inestable y peligroso, así que la única manera de que lo pudiese usar era en lo que ahora ella sabía que era su balance breaker. Si no lo usaba, era posible que quedase muy herida. Si bien este hechizo era muy poderoso, su nivel de poder aumentaba por seis si se usaba contra vampiros.
"Lo siento, Ed. Pero luego de escuchar lo que dijo Marius, quería ayudarte." Dijo Asia con voz cansada mientras apoyaba su cabeza en el pecho de su esposo.
"¿Ayudarme?" preguntó Edzard confundido.
"Si. Marius dijo que a quien te enfrentabas era alguien al nivel de un Maou."
"Así que los Maou tienen ese nivel de poder." Dijo Edzard al recordar que los Maou eran los líderes de los demonios.
"Así parece. Por cierto. ¿Dónde está ese hombre?"
"Lo he dejado inconsciente." Respondió Edzard comenzando a caminar hacia donde había caído Valerie.
"Realmente eres alguien muy fuerte. Derrotaste a alguien de nivel Maou en tu forma humana."
"No lo creo. Solo ha sido suerte. Logre derrotarlo gracias al efecto secundario de los hechizos de destrucción. Caso contrario hubiese sido necesario que use uno que otro Thu'um." Dijo Edzard con tono serio, ya que esa era la cruda realidad. Sin los efectos de la magia de relámpagos y escarcha de Nirm era muy probable que hubiese tenido que usar la primera palabra de su aspecto de dragón.
"Ya veo. Al parecer, tuvimos suerte esta vez." Dijo Asia.
"Sí. Parece que tendré que volver a entrenar. Ya que siento que me estoy oxidando." Dijo Edzard con una sonrisa ansiosa en su rostro.
"Sí. Yo también entrenare. Después de todo, debo volverme más fuerte." Dijo Asia con una sonrisa.
Luego de caminar un rato llegaron a donde estaba Valiere. Ambos soltaron un suspiro de alivio al ver que la barrera haba logrado aguantar muy bien los impactos que había recibido, ya que alrededor de ella había un montón de escombros.
Agachándose, Edzard dejó a Asia en el suelo.
"Deberías beber una poción de aguante. Eso te ayudara bastante." Dijo Edzard mientras se acercaba y desactivaba la barrera que rodeaba a Valerie.
Asia hizo lo que le dijo Edzard y se bebió una poción de aguante.
"Ahh..." suspiró Asia mientras sentía que la poción comenzaba a hacer efecto.
Edzard cargó a Valiere y comenzó a acercase a Asia. Sin embargo, cuando dio tres pasos al frente sintió un gran dolor en su pecho. Un segundo después, fue arrojado por los aires a gran velocidad hasta que se detuvo luego de atravesar varias paredes del castillo.
"¡ED!" gritó Asia con pánico al ver a Edzard ser golpeado.
"Vaya. Nunca creí que mi querida mano derecha fuese derrotada por un niño." Dijo una sombra parada frente a Asia mientras se agachaba y tomaba ala inconsciente Valerie.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y comienza la operación para salvar a Valerie. Edzard ha logrado vencer a Euclid, pero ahora a sido sacado del combate. Asia, por su parte, ha vencido a Marius.
Si bien dije que este capitulo posiblemente salga en quincena, bueno, tuve una buena racha y logre aprobar parcialmente mis cursos. Además, mis compañeros de trabajo han estado motivados y hemos podido solventar muy bien la campaña navideña, por lo que he podido tener un poco de tiempo para escribir.
Ahora bien, aunque matemáticamente ya aprobé mis cursos, eso no quiere decir que me voy a relajar, ya que quiero salir con un buen PP este ciclo. Por eso tengo que estudiar para mis finales que son tres días seguidos. Por lo que el próximo capitulo puede que salga el viernes de la semana que viene.
Sobre el harem, así es como va hasta ahora: Asia, Lint, Aika, Rossweisse, Valerie Tepes, Yasaka, Ophis e Ingvild. Al final, he decido incluir a Ingvild y mantener a Aika. Con eso ya tengo cubierto casi todas las casillas que esperaba tener, solo faltaría el del ángel caído. Además, de un puesto como comodín.
En el siguiente capítulo veremos el desenlace de esta operación y veremos aparecer a algunos príncipes daedricos.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
