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Capítulo 29
— Las emociones son la mayor fuente de poder de un Dovah, Edzard, pues con ellas, podemos aumentar el poder de nuestro thu'um. Pero también son nuestra debilidad. Si no las controlas, te controlaran y caerás en la naturaleza más básica que poseen los Dovah—
Paarthurnax a Edzard 5E 1
Issei se encontraba mirando con impotencia como Kokabiel lo miraba con burla. Kokabiel era un Ángel Caído con diez alas negras en su espalada, él tiene la apariencia de un hombre con cabello largo y negro y ojos rojos con orejas puntiagudas. Además, viste una túnica negra con accesorios detallados y hombreras moradas con vetas doradas en el costado.
El maldito Caído había recibido un impacto directo del «Poder de la Destrucción» de Rias potenciado por el poder del Boosted Gear, y pese a eso, él había salido casi completamente ileso. Las únicas pruebas del ataque que había recibido eran algunas rasgaduras en sus ropas.
Al alrededor de Issei estaban Rias, Akeno, y Koneko, quienes también se encontraban tan heridas como él. La causa de sus lesiones fueron la lucha contra dos Cerberos y unos extraños seres parecido a zombis sacados de una película de clase b. si bien los cerberos los habían puesto contra las cuerdas, la llegada de Xenovia cambio el curso de la batalla; sin embargo, la llegada de esos zombis fue un problema, ya que eran muy fuertes y rápidos. Al final les había tomado un gran esfuerzo combinado entre todos para derrotar a los cinco zombis. Los cuales desaparecieron en vórtices purpuras luego de caer.
'No se parecían en nada a los zombis de las películas y del Residen Evil.' Pensó Issei mientras desviaba la miraba de Kokabiel, pues el sonido del choque de espadas resonaba por toda el área mientras los tres espadachines participaban de un mortal baile.
Kiba y Xenovia luchaban contra Freed. A pesar de que Kiba había alcanzado el Balance Breaker recientemente gracias a alma de sus antiguos amigos y que Xenovia estaba usando a Durandal, una de las verdaderas espadas sagradas, ninguno había podido destruir el arma de Freed, la cual era una fusión retorcida de varios fragmentos de la espada sagrada Excalibur. Además, de que el idiota ese se había vuelto más fuerte gracias a una extraña botella llena de un líquido azul oscuro, el cual hizo que sus ojos cambiaran y ahora sean de un brillante color azul.
"Vaya. Ese pedazo de piedra negra realmente ha hecho maravillas para mantener estable la fusión de Excalibur." Dijo un anciano de baja estatura con anteojos, cabello gris, bigote, ojos negros, que vestía un traje de sacerdote.
Issei apretó los dientes con ira al escuchar la voz de ese maldito sacerdote llamado Valper Galilei. Ese malnacido había sido el causante de que Kiba tuviese un odio casi desmesurado por las espadas sagradas, ya que él había dirigido un proyecto de la iglesia llamado proyecto de la espada sagrada donde terminó por asesinar a todos los sujetos de práctica, quienes resultaron ser los amigos de Kiba.
"Así parece. Supongo que ese sujeto tenía razón cuando dijo que sería útil para la fusión." Dijo Kokabiel mirando con ligero interés la batalla.
Issei dejó de ver al cadre cuando dos objetos pasaron volando cerca de él. Mirando hacia esa dirección, se dio cuenta de que eran Kiba y Xenovia.
"¡Kiba! ¡Xenovia!" gritó Issei con preocupación al verlos, pues ambos estaban completamente cubiertos de heridas por todas partes del cuerpo.
"Realmente decepcionante. A pesar de ser la hermana del Lucifer actual solamente has podido hacerme unos cuantos raspones." Dijo Kokabiel mirando al ORC con completa diversión en su rostro. "Y eso que tu ataque estaba siendo potenciado por el poder del Sekiryuutei. Y hablando de él, también me ha decepcionado. ¿Dónde está el poder que usó para derrotar a un demonio de clase alta? No hablemos del engendro de Barakiel, ella también es inútil."
Luego de decir eso, Kokabiel levantó la mano y creó la lanza de luz tan grande como una casa pequeña.
"¡Llegó la hora de que mueran como las cucarachas que son!" gritó Kokabiel con una sonrisa siniestra en el rostro. "¡Su muerte será el perfecto prólogo de la nueva gran guerra!"
Luego de gritar, Kokabiel movió su mano y lanzó la enorme lanza hacia un completamente paralizado grupo de jóvenes.
Mientras los demonios y la exorcista miraban con terror el artefacto de sus muertes, no prestaron atención a la enorme lanza de fuego que se acercaba rápidamente hacia la lanza de luz. Ambas lanzas colisionaron, iluminando el cielo nocturno. La colisión generó un gran corriente de aire que se extendió por toda la zona.
"¡Ahhh!" fue el gritó de los demonios y la exorcista mientras luchaban para evitar que el viento los haga volar.
Cuando el viento cesó, el ambiente se quedó en silencio unos segundos, silencio que fue roto por el sonido de pisadas. El dueño de las pisadas fue una silueta que salía del bosque. Cuando la silueta caminó bajo una farola, los ojos de Issei se abrieron de sorpresa.
Edzard acababa de retirar su mano de la cabeza de Mittelt, pues le había leído sus recuerdos para saber que estaba pasando. La pequeña Ángel caído estaba descansando sobre una manta rodeada de sus tres compañeras, quienes estaban en el mismo estado que ella.
Se le heló la sangre al verlos aparecer por esos portales, que eran generados por los Septims que cada uno tenía. Estos Septims estaban encantados con la magia de las sombras para hacer que sus dueños fueran teletransportados a la ubicación actual de Edzard cuando estaban heridos. La repentina aparición de un ángel caído en la iglesia puso tensos a los exorcistas, pero se relajaron al verla herida. Aika, Mittelt y Valerie presentaban heridas originadas por cortes y perforaciones de lo que parecían ser lanzas. Marie, por su parte, estaba ilesa, pero tenía un poco de la sangre de las chicas en su ropa y su rostro.
Al ver la cantidad de heridas, Edzard comenzó a curar a Mittelt y a Valerie con la ayuda de pociones y un poco de magia de restauración, mientas Asia procedió a curar a Aika con su sacred gear y también revisó a Marie.
Lo que descubrió en la mente de Mittelt fue que ellas habían estado de regreso del centro comercial cuando fueron atacadas por diez ángeles caídos de rango medio, los cuales como un villano de película de clase b, les dijeron todo lo que sucedía. Así que, de esta manera, se habían enterado que habían sido enviados por Kokabiel para asesinar a Mittelt. Además, de que a uno se le escapó que Kokabiel planeaba matar a las herederas Gremory y Sitri. La batalla había sido corta y ellas habían logrado derrotar relativamente fácilmente a los Caídos. Sin embargo, todo se fue al infierno cuando el ultimo caído convocó un circulo mágico a los pies de Marie. Este círculo fue una trampa que hizo que alrededor de Marie se formaran cientos de lanzas de luz.
Al ver a la pequeña en peligro, ellas se lanzaron y trataron de desviar todas las lanzas, pero no lograron desviar todas. Por eso tuvieron que usarse como escudos de carne para proteger a Marie.
Edzard apretó los puños con ira, pero no dejó que esta rabia lo controle. Él sabía lo peligroso que era para seres como el que la rabia les controle, después de todo, caer en la ira podría causar que el destruyese todo a su paso de manera indiscriminada. Tomando varias respiraciones, logró calmarse lo suficiente como para no entrar en un estado de rabia primitiva
"Asia. Cuida de las chicas." Dijo Edzard levantando su mano derecha con su respectiva shadowkey.
"Está bien, Ed." dijo Asia mientras sostenía a Marie en brazos.
La pequeña niña había estado llorando sin parar desde que llego, pues había visto como las amigas de sus padres eran heridas protegiéndole. Lloró has que se quedó dormida en los brazos de Mariella, quien luego se la pasó a Asia.
"Acaba con ellos." Dijo Asia con una mirada dura en el rostro. Ella, al igual que Edzard, estaba molesta, pues habían lastimado a sus amigas y futuras hermanas en esta familia.
Edzard asintió y concentrándose, usó la segunda habilidad que tenían los septims encantados. Esta habilidad permitía que Edzard pudiese sentir donde estaba el usuario y también le permitía teletransportarse a un lugar cercano. Así que, usando dicha habilidad, logró saber en dónde estaba Issei, por lo que creó un portal y sin perder tiempo, lo cruzó.
Cuando salió del portal, Edzard vio varios árboles. Sin tomarle importancia al paisaje, comenzó a caminar hacia el lugar donde escuchó que había sonidos de batalla.
Mientras caminaba, Edzard iba preparándose para terminar con lo que él consideraba una amenaza de bajo rango en comparación con lo que el temía que estaba pasando tras bambalinas. Y es que la aparición de aquellos daedras y el portal le habían hecho que sintiese preocupación, ya que parecía que los daedras habían logrado encontrar una manera de llegar a la Tierra. Eso no debería de haber pasado, pero estaba sucediendo y por el arma, y los daedras enviados, él sabía que príncipe era el que estaba detrás de aquel ataque.
'No puedo permitir que las tres facciones vayan a una guerra total que hará que todos los seres sobrenaturales tomen partido en la guerra. Eso solo hará que ellos no puedan defenderse y ese bastardo está equivocado si cree que le dejare hacer lo que quieren.'
Mientras caminaba, vio como una enorme lanza de luz aparecía en el cielo. Al haber entrenado con Mittelt, él sabía que esa era una técnica de un ángel caído de nivel Cadre. Por lo que, al ver la lanza, extendió ambas manos y juntando una gran cantidad de magia, creó su propia lanza de fuego, a cuál fue enviada a interceptar la lanza de luz.
Ambas lanzas exploraron al impactar entre sí. La ráfaga de viento resultante del impactó hizo poco para retener a Edzard, quien continúo avanzando como si nada. Continúo caminando hasta que finalmente salió del bosque. Una vez fuera, caminó hacia donde estaban Issei y el resto del ORC.
'Lucen como si hubieran luchado durante días en una guerra.' Pensó Edzard al ver el estado del ORC y Xenovia, pues todos tenían heridas y las ropas destrozadas. Esto hacía que las chicas tuviesen los pechos al aire. 'Supongo que si no estuvieran en una batalla donde podrían morir, es posible que Issei estuviera babeando por las vistas. Pero si he de ser sincero, tienen un buen cuerpo.'
"¿E-E-E-Edzard?" preguntó Issei entre tartamudeos gracias a la sorpresa de ver a su amigo allí parado como si nada.
"Hola, Issei. Realmente están hechos un desastre." Dijo Edzard mientras se aceraba al ORC y a Xenovia. Suspirando, metió la mano en su bolsa y sacó cinco pociones de curación. Luego extendió la mano hacia Xenovia y creando un orbe de magia de restauración, se la lanzó a la exorcista. Quien, al recibir la bola de magia, vio como sus heridas comenzaron a curarse.
"Tomen estas pociones. Bébanlas y se curaran." Dijo Edzard mientras le lanzaba a cada miembro del ORC una botella. Luego de eso, sacó cuatro capas de lino y se las lanzó a las chicas para que se cubrieran. "Cúbranse con esas capas."
Luego de aquello, Edzard caminó hacia un confundido Freed que lo miraba con una mirada de desdén y una sonrisa burlesca.
"Ed. ¡¿Qué haces?! ¡Aléjate! ¡Esos sujetos son peligrosos!" gritó Issei al ver a su amigo ir un campo de batalla donde no podría sobrevivir, ya que era un humano normal.
Edzard continúo caminando sin hacerle caso a su amigo. Al llegar ante Freed, sus ojos se abrieron levemente, ya que pudo ver que él era una versión masculina de Lint. La única diferencia era el color de cabello, ya que Lint tenía el cabello blanco con negro y Freed solo blanco. También miró con suspicacia como este tenía los ojos de un extraño tono azul brillante.
"Issei, me preguntas que estaba haciendo" dijo Edzard repitiendo la pregunta de Issei. "Eso es fácil. Estoy salvando sus traseros de una muerte anticipada."
Luego de hablar, Edzard miró a Kokabiel y a sus seguidores.
"Así que aquí tenemos al cuervo de mierda que se atrevió a atacar a mi familia y a sus perros."
La forma en que Edzard hablaba hizo que los que habían hablado previamente con Edzard se asombraran, ya que nunca pensaron que alguien como Edzard pudiese decir palabras como esas.
"Oye, oye. Realmente tiene una boca sucia. No es así, amante de demonios de mierda." dijo Freed con una sonrisa desagradable en su rostro. La sonrisa murió al ver que Edzard comenzó a verlo como si no valiese el tiempo. Este desdén por parte d Edzard hizo que la ira nublase el juicio de Freed. "Sabes, que. ¡Voy a matarte ahora, pedazo de Mierda!"
Luego de gritar, Freed se movió a gran velocidad gracias a la habilidad de Excalibur Rapidy. Posicionándose a espaldas de Edzard, levantó su espada y gritó con locura. "¡Ja, ja, ja! ¡Muere!"
La espada descendió rápidamente contra Edzard, quien parecía que no se había percatado de que su vida estaba en peligro.
"¡Edzard, muévete!" gritó Issei mientras se preparaba para salvar a su amigo. Sin embargo, se detuvo abruptamente y sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio como Edzard se agachaba y esquivaba fácilmente la espada.
"¡Maldición!" gritó Freed al ver que su ataque había fallado. Sin embargo, eso no hizo que se detuviese. Así que rápidamente volvió a lanzarse contra Edzard.
Edzard vio como Freed se aceraba rápidamente a él. Por un segundo, estuvo tentado a convocar una espada vinculada o su shehai, pero decidió no hacerlo. En su lugar, decidió esquivar los ataques por unos momentos para medir tanto las capacidades de Freed como las de la espada.
"¿Eso es todo lo que sabes hacer?" preguntó Edzard mientras seguía esquivando los ataques de Freed, quien seguía usando su velocidad para tratar de abrumarlo, pero al ver que no lograba nada, decidió usar también la habilidad de Excalibur Transparencia para hacerse invisible.
"¡Ja, ja, ja!" Rio Freed con burla mientras comenzaba a usar también la habilidad de Excalibur Rapidy.
Aprovechando aquello, Freed intentó matar a Edzard atacándole por sorpresa, lamentablemente sus ataques no lograban asestar un solo corte en Edzard, pues este estaba usando el hechizo detectar vida para ver por donde se movía Freed.
"Ya me cansé de este estúpido juego." Dijo Edzard soltando un suspiro de cansancio, pues había descubierto que a pesar de que la espada le había dado muchas habilidades a Freed, este aun no tenía las capacidades para matarle, por lo que se quedó quieto.
Freed puso una sonrisa de burla a la ver que Edzard parecía estar rindiéndose, así que rápidamente se lanzó contra él.
La hoja de la Excalibur fusionada se acercó rápidamente hacia el cuello desnudo de Edzard. Sin embargo, esta no logró su cometido, pues Edzard la había detenido con la mano derecha como si no fuese nada. Mientras detenía la espada, un peculiar olor llegó a la nariz de Edzard.
"¡Suelta mi Excalibur-chan, pedazo de mierda!" gritó Freed mientras trataba inútilmente de liberar la espada del agarre de Edzard.
Edzard ignoró a Freed y posó su vista en Valper. "Anciano. Usaste un fragmento de Arentine para hacer estable la fusión de las espadas, ¿verdad?"
Valper no respondió, pues no sabía que era la Arentine; sin embargo, Issei interrumpió la conversación preguntando.
"Ed, ¿Qué es la Arentine?"
"Es un cristal muy raro de color negro que parece que absorbe la luz que le rodea. Es un material usado para el templado de armas y araduras de gran calidad en mi tierra natal. Solo es usado por herreros de gran nivel, ya que es un material muy difícil de usar. Si no lo usas bien, este deja un peculiar olor." Respondió Edzard mientras miraba a Valper. "Y por lo que veo, este anciano no es un herrero, por lo que usó mal la Arentine."
Luego de decir esas palabras, la mano derecha de Edzard comenzó a emitir un aura de color rojo oscuro, la cual estaba siendo generada por un hechizo de destrucción llamado desintegrar arma, el cual permite dañar un arma hasta el punto de poder romperla si el hechizo está muy sobrecargado. El aura del hechizo comenzó a extenderse por toda la espada de Freed, quien miraba desconcertado lo que sucedía.
"Si hubieses usado bien la Arentine esta espada podría ser casi indestructible. Sin embargo, no lo hiciste." Dijo Edzard mientras aumentaba ligeramente la fuerza en su agarre.
¡Crack!
Fue el sonido que emitió la espada Excalibur al romperse gracias a la fuerza ejercida por Edzard.
Los ojos de todos se abrieron con sorpresa, ya que nadie se esperaba eso.
Mientras todos trataban de procesar lo que sucedía, Edzard movió su mano izquierda rápidamente y apuntó a Valper. Una lanza de fuego surgió de la mano extendida y se dirigió rápidamente hacia el ex sacerdote, quien terminó por ser empalado por el hechizo.
"¡Ahhh! ¡Ahhhh!" eran los gritos de dolor que daba Valper mientras su cuerpo era quemado hasta volverse cenizas.
Segundos después de matar al ex sacerdote, Edzard giró su cuerpo y usando un movimiento básico del Ziz Kurah, movió su mano derecha hacia el pecho de Freed. La fuerza del golpe fue tal que la mano terminó perforando el pecho del exorcista, logrando atravesarle el corazón. Sin embargo, Edzard había tenido la suficiente habilidad como para evitar que su mano atravesase por completo a Freed.
Freed intentó insultar a Edzard, pero lo único que pudo hacer fue escupir una gran cantidad de sangre.
"Desaparece." Dijo Edzard mientras hacía explotar una esfera de relámpagos en el interior del cuerpo de Freed. La potencia del hechizo hizo que el cuerpo de Freed se esparciera en pedazos por todo el lugar.
Los ojos de Issei, al igual que los del resto de los que miraban la batalla, estaban muy abiertos, ya que Edzard se había ocupado tanto de Freed como de Valper rápidamente.
[Así que al fin ha mostrado sus colmillos.]
Issei, el resto de los miembros del ORC y Xenovia miraron la gema del guantelete sin entender que lo que decía Draig.
"¿Qué quieres decir Draig?" preguntó Issei.
[Recuerdas que te mencioné que desperté antes de tiempo gracias a que habías entrado en contacto con un dragón muy poderoso.]
Issei asintió.
[Al parecer me equivoque y aquel que forzó mi despertar fue tu amigo Edzard. Y antes de que digas algo, respóndeme. ¿Quién te dio los pergaminos que usaste en tu batalla contra Riser?]
"Si eso es cierto, ¿Por qué no le dijo a Issei su verdadera identidad?" preguntó Rias preocupada por talvez haber medido mal a Edzard y este no fuera la persona que parecía ser.
[No sabría cómo responderlo. Pero tal vez lo hizo para no involucrar a Issei en el mundo sobrenatural.]
"Yo creo que esa es la verdad. Después de todo, cuando lo conocí, él nos ayudó a mí y a Irina sin pedir nada a cambio." Dijo Xenovia uniéndose a la conversación.
[Eso puede ser verdad. Pero ahora, mejor miren al frente, ya que parece que él quiere enfrentarse a Kokabiel.]
El ORC y Xenovia miraron al frente y vieron a Edzard conversando con Kokabiel.
"Realmente me ha sorprendido que hayas podido romper esa espada. Si bien no era perfecta, era muy resistente, sobre todo con la adición de aquel cristal. Aunque no podría esperar mucho de ella, ya que las espadas sagradas han perdido poder desde ese dia."
Edzard miró a Kokabiel sin prestarle atención a sus palabras, ya que estaba tratando de discernir el poder que este tenía. Al final, se dio cuenta de que el nivel de poder de Kokabiel no era tan alto como el de Rizevim, sino que estaba un poco más cercano al de Euclid.
'Parece que no tendré que usar mi aspecto dragón.' Pensó Edzard mientras comenzaba a extender sus manos levemente. 'Tal vez el usar algún thu'um como el de absorber vitalidad o el de ralentizar tiempo pueda acortar la batalla.'
"Dime, ¿Por qué los ayudas?" preguntó con curiosidad Kokabiel mientras miraba a Edzard.
Edzard respondió mientras miraba a Kokabiel. "No tengo porque responderle eso a alguien que estará muerto en unos minutos."
Luego de decir eso, los ojos de Edzard se volvieron dorados y desapareció en un estallido de velocidad que asombró a todos.
Kokabiel se movió hacia la derecha cuando sintió que algo se acercaba. Ese movimiento le permitió esquivar un golpe de Edzard, quien había saltado y había intentado darle un puñetazo reforzado con magia de destrucción al Cadre. Al ver que su ataque había fallado, Edzard maniobro en el aire y creó un circulo mágico sobre el cual se apoyó. Usando este círculo como una plataforma, se abalanzó contra Kokabiel, quien tuvo que cruzar sus brazos para protegerse del golpe de Edzard.
La fuerza del golpe hizo que Kokabiel cayese hacia el suelo, pero este logró estabilizarse en el cielo al agitar sus alas. Levantado la cabeza, vio a Edzard caer hacia él, así que, extendiendo sus manos, creó dos espadas de luz. Con una sonrisa, movió ambas armas para intentar cortar a Edzard. Sin embargo, cuando estuvo a escasos centímetros de golpearlo, dos espadas detuvieron sus espadas y lo forzaron a caer hacia el suelo.
El impactó creó una gran nube de polvo. Cuando esta se disipó, se pudo ver a Kokabiel arrodillado sobre un cráter usando sus espadas para detener las armas de Edzard. Las espadas de Edzard eran su shehai en la mano derecha y una espada vinculada en la izquierda.
"¿Qué son esas armas?" preguntó Kokabiel viendo las espadas, pues era la primera vez que veía armas como esas.
"Son las espadas con las que terminare tu vida." Dijo Edzard mientras aumentaba la fuerza con la que forcejeaba con Kokabiel.
Al ver que poco a poco sus espadas iban perdiendo terreno, Kokabiel movió sus alas y creó una ráfaga de viento que hizo que Edzard saliese disparado algunos metros. Edzard maniobro en el aire y logró caer de pie sin daño alguno. Para luego volver a lanzarse contra su enemigo.
"Eres realmente alguien fuerte. ¿Por qué no te unes a mí?" preguntó Kokabiel mientras esquivaba un corte por parte de Edzard.
"¿Y por qué me uniría a un maniaco que quiere iniciar una guerra?" preguntó Edzard mientras saltaba lejos del Cadre para evitar una estocada.
"Tendrías muchos beneficios." Dijo Kokabiel con una sonrisa.
"Lo siento, pero no estoy interesado."
"Bueno eso es una lástima." Dijo Kokabiel sacudiendo los hombros.
Luego de aquello, el ángel caído levantó vuelo y creó una gran lanza de luz, la cual lanzó contra Edzard.
Edzard vio la lanza de luz caer hacia él, por lo que hizo desaparecer sus espadas y juntando ambas manos lanzó una lanza de hielo. Ambas lanzas impactaron en el cielo, generando una gran explosión que provocó fuertes corrientes de aire que hizo que los demonios y Xenovia tuviesen que cubrirse para no salir volando.
Cuando la explosión se disipó, Edzard convocó sus espadas y rápidamente saltó contra Kokabiel. Sus espadas se encontraron con las espadas de Kokabiel, quien había decidido abalanzarse contra Edzard. Ambos enemigos se encontraron en el cielo, e intercambiaron unos golpes rápidos. En medio de aquel intercambio, Kokabiel movió ambas espadas e intentó hacer un corte en X, pero este fue esquivado por Edzard, quien logró maniobrar lo suficiente como para poder usar un circulo como plataforma para poder darle una patada de hacha a Kokabiel, quien terminó por comenzar a caer al suelo.
Al ver que su enemigo estaba cayendo al suelo, Edzard volvió a usar un circulo mágico como plataforma para lanzarse contra Kokabiel.
Kokabiel maniobró antes de golpear el suelo y logró aterrizar de pie. Levantando la vista, pudo ver que Edzard se dirigía hacia él, por lo que movió sus alas y lanzó sus plumas como proyectiles.
Edzard al ver los proyectiles llegar hacia él, rápidamente usó sus espadas para desviarlos todos, haciendo que los miembros del ORC lo mirasen con asombro. Luego de aquello, Edzard volvió a mover sus espadas e intentó cortar a Kokabiel desde el hombro hasta la cintura, pero Kokabiel se defendió con sus espadas.
"Realmente eres increíble!" gritó Kokabiel de felicidad mientras intercambiaba espadazos con Edzard.
Edzard no respondió y siguió atacando al Cadre con velocidad.
La batalla se prolongó unos minutos más, en los cuales tanto Edzard como Kokabiel no habían logrado darse un golpe.
"Realmente eres alguien fuerte. Así que tu premio por entretenerme será que luchare enserio contra ti."
Issei, el resto de los miembros de ORC y Xenovia se sorprendieron cuando escucharon eso.
"Me estás diciendo que ese no es todo su poder." Dijo Issei mirando con un poco de temor a Kokabiel.
[Por supuesto compañero. Estas hablando de un ángel caído que sobrevivió a la guerra, por lo que es más poderoso que esto. Ahora la verdadera pregunta, es… ¿Qué tan fuerte es tu amigo?]
"D-d-debemos…. De ayudarle." Dijo Xenovia poniéndose de pie, pero antes de que haga algo, la voz de Edzard la interrumpió.
"¡No se muevan si quieren seguir viviendo! ¡Este sujeto es mucho más poderoso que todos ustedes juntos!"
Luego de gritar aquello, Edzard puso una mirada seria en su rostro.
"Si vas a luchar en serio. Supongo que yo también tendré que hacerlo." Dijo Edzard mientras cerraba los ojos un segundo y tomaba una respiración profunda.
Kokabiel solo rio maniáticamente mientras conjuraba dos espadas de luz y se movía a grandes velocidades logrando aparecer a espaldas de Edzard. Con un movimiento intentó apuñalar a Edzard por la espalda. Las espadas estaban por tocar a Edzard, pero no lograron nada, pues estas fueron detenidas por las espadas de Edzard.
"Eres rápido, pero no lo suficiente como para vencer mis reflejos." Dijo Edzard para luego comenzar a atacar a Kokabiel con gran velocidad.
Ambos comenzaron a atacarse a gran velocidad. Su velocidad fue tal que los ataque parecían borrones.
Edzard evitó un ataque dirigido hacia su cabeza y moviendo su mano rápidamente, su espada logró hacerle un corte en la mejilla a Kokabiel, quien sonrió más ampliamente al ver el corte, pero por ningún motivo dejó de atacar.
Edzard seguía desviando y deteniendo los ataques de Kokabiel casi sin moverse de su lugar.
Kokabiel saltó hacia tras y moviendo sus alas lanzó sus plumas a Edzard varias veces. Edzard desviaba las plumas con ambas espadas casi sin recibir daño, pues las únicas heridas que tenía eran unos pequeños cortes en el cuerpo.
Kokabiel dejó de atacar y miró a Edzard con una sonrisa de oreja a oreja.
"Realmente deberías de unirte a mí. Imagina las grandes batallas en las que lucharíamos en la nueva gran guerra, nadie nos podría parar." Dijo Kokabiel con una mirada demencial. "Seria grandioso y muy divertido."
"Nunca luchare al lado de un ser que está dispuesto a sacrificar la vida de sus soldados solo por diversión." Respondió Edzard comenzando a enojarse por como Kokabiel decía que la guerra era divertida. "No hay nada de divertido en una guerra."
La respuesta de Edzard hizo que la sonrisa de Kokabiel muriera y este comenzara a enojarse.
"Hablas como Azazel. ¡Ese malnacido nos hizo retirarnos cuando ya habíamos logrado acorralar a los Ángeles y a los Demonios! ¡Podríamos haber ganado la gran guerra, pero no! ¡Ese cobarde eligió que nos retiráramos!" gritó con furia Kokabiel mientras su rostro se deformaba por la ira. "¡Pero esta vez será diferente! ¡Les mostrare a Sirzechs y Michael que los Ángeles Caídos somos los seres supremos! ¡Y para cuando todo termine, personalmente iré y destruiré el sistema que creó Dios antes de morir!"
Edzard que ya se encontraba completamente enojado, ahora estaba furibundo. El idiota este no solo se atrevió a dañar a su familia, sino que también declaró que quiere iniciar una guerra solo para demostrar que su raza es la más fuerte sin importarle las vidas de su propia raza o la de aquellos que quedarían atrapados en medio de la guerra.
Edzard estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Kokabiel había soltado de manera indirecta la bomba de que Dios estaba muerto.
"¿De qué hablas, Kokabiel?" preguntó Rias en shock, pues esperaba haber escuchado mal.
"¡Sí! ¡¿Qué quieres decir?" gritó Xenovia.
"Oh. Parece que deje escapar algo por la emoción." Dijo Kokabiel, pero luego puso una sonrisa macabra en el rostro mientras comenzaba a reír al percatarse de algo. "¡Ja, ja, ja! No sé por qué me preocupo por esto. Después de todo estoy tratando de iniciar una guerra. Escuchen bien. ¡Durante la gran guerra no solo los cuatro Maous murieron, sino que Dios también pereció!"
La respuesta de Kokabiel dejó asombrados a todos, pues nadie se esperaba esa noticia.
"D-Dios e-e-esta m-muerto." Dijo Xenovia llena de incredulidad mientras caía de rodillas y se apoyaba en su espada.
"¿D-Dios está muerto?" dijo Rias en shock total; sin embargo, luego se percató de algo. "Eso no puede ser verdad, ya que de serlo hubiera escuchado acerca de ello."
"Por supuesto que es verdad. No tengo ninguna necesidad de mentir sobre eso." dijo Kokabiel con una sonrisa en el rostro. "Todos los altos mandos de las tres facciones juraron mantener eso en secreto. Después de todo, tanto Ángeles, Ángeles caídos y Demonios necesitaban a los humanos subyugados."
"Mientes." Dijo Xenovia mientras caía de rodillas mientras comenzaba a entrar en negación. "Si Dios murió, ¿Cómo es que sus bendiciones siguen funcionando?"
"Michael está haciéndose cargo del sistema, siendo esta la razón por la que estas no han perdido mucho poder. Sin embargo, la muerte de Dios ha permitido que aberraciones como una espada santo-demoniaco exista." Dijo Kokabiel con una sonrisa de satisfacción al ver la incredulidad en los rostros de casi todos, ya que esa sonrisa murió al ver que Edzard no tenía esa expresión, sino que parecía apático ante la noticia. "Aquí hay alguien que ni se inmuta por esto. Entonces, chico, dime. ¿tú ya lo sabias?"
Todos los ojos se posaron sobre Edzard, quien seguía sin inmutarse.
"¿Ed?" preguntó Issei.
"Sí, ya lo sabía." Respondió Edzard como si nada. "Lo he sabido desde hace meses. Lo descubrí por pura casualidad."
"Oh. Increíble. Incluso sabiendo esto, no muestras ninguna emoción de incredulidad por la muerte de Dios."
"¿Por qué debería de mostrar incredulidad por la muerte de un Dios al que no rindo culto?" Preguntó Edzard mirando a Kokabiel. "Además, no es la primera vez en mi vida que he escuchado que ha muerto un Dios."
El ORC y Xenovia miraron en shock a Edzard, pues nunca esperaron que el dijese que ya sabía de la muerte de Dios. Además, les asombró en gran medida la total indiferencia que mostraba sobre ese tema.
"Esta charla ya me ha aburrido de sobremanera." Dijo Edzard con voz fría. "Terminare con tu plan de iniciar una guerra ahora mismo."
Luego de decir eso, Edzard extendió su mano derecha y convocó una espada vinculada, ya que su shehai se había desvanecido recientemente.
'Me entretuve mucho tiempo en esta conversación. Pero necesitaba saber cómo es que la muerte de Dios afectó a las tres facciones bíblicas. Y tal y como lo pensé, esa muerte causó un gran impacto hasta el punto en que decidieron que solo los altos mandos de cada facción tenían derecho a saberlo.' Pensó Edzard mientras llevaba su mano izquierda a una bolsa que tenía en la parte trasera de su cinturón. Lentamente, sacó un objeto de ella. Cuando el objetó estuvo a medio salir, abrió la boca y gritó.
"¡TIID! ¡KLO!"
Luego de gritar eso, Edzard desapareció del sitio donde estaba parado y reapareció a un metro de distancia de la espalda de Kokabiel. La velocidad a la que se había movido había asombrado a todos, incluido el propio Kokabiel, quien estaba asombrado por ese despliegue de habilidad.
"¿Qué ha pasado?" preguntó con incredulidad Rias.
"No lo sé. Y-yo no pude ver bien." Dijo Kiba en shock mirando a Edzard.
"¿Siempre fuiste así de fuerte, Ed?" preguntó Issei mirando con completa incredulidad como su amigo había logrado moverse tan rápido que parecía que se había teletransportado.
"¿C-c-cómo llegas-"
Lo que Kokabiel estuvo por decir fue interrumpido cuando su cabeza cayó sin ceremonias al suelo mientras la incredulidad quedaba grabada para siempre en su rostro. Antes de que su cuerpo caiga, un aura morada salió de su cuerpo y se dirigió hacia la mano izquierda de Edzard.
Edzard frunció el ceño mientras miraba la gema de alma.
'Un segundo por palabra. Eso es la cantidad de tiempo que ahora puedo mantener este thu'um.' Pensó Edzard preocupado. Inicialmente él podía mantener este thu'um por más tiempo, pero luego de su ascensión como Dovah, ahora estaba en total sincronía con las corrientes del tiempo, lo que hacía que forzar a detener el tiempo fuera algo un poco complicado, pues eso atentaba contra su propia naturaleza ahora. Siendo esta la razón por la que ahora no podía dominar mucho este thu'um. 'Supongo que con entrenamiento podre aumentar a dos segundos y medio por palabra. O talvez un poco más de tiempo.'
La cabeza de Kokabiel rodó hasta que finalmente terminó a los pies de Issei.
"¡Ahhh!" gritó Issei de miedo al ver la cabeza de quien hace unos minutos había intentado de matarlos.
Edzard giró y vio a Issei sacudirse el pie mientras trataba de sacarse la sangre del Ángel caído que había manchado su zapato. Caminando hacia ellos, habló.
"Es inútil, Issei." dijo Edzard llamando la atención de todos. "Lo mejor que puedes hacer es quitarte el zapato y caminar descalzo."
Todos los miembros del ORC a excepción de Issei se pusieron en guardia al ver a Edzard tan cerca de ellos.
"No se preocupen, no los voy a herir." Dijo Edzard al ver que estaban a la defensiva. Sin embargo, antes de que continuase diciendo hablando, el domo que formaba la barrera explotó en miles de pedazos.
Todos levantaron la vista y vieron a un sujeto vestido con una armadura blanca con gemas azules que le daba a su usuario un aspecto draconiano. Si bien la armadura era llamativa, lo que más llamaba la atención eran las alas que poseía dicha armadura, pues irradiaban un poder similar, pero opuesto al guantelete de Issei.
"¡El Hakuryuukou!" gritó Xenovia al ver la armadura.
Edzard miró confundido a Xenovia, pero antes de que pudiese decir algo, sus oídos captaron el graznido de un cuervo. Girando su cabeza, vio algo que le heló la sangre completamente, pues el cuervo que acaba de graznar no era uno normal. Este cuervo era negro como un cuervo normal, la única diferencia era que sus ojos brillaban con un antinatural color violeta. Sintiendo el peligro, Edzard rápidamente extendió su mano hacia el ORC y Xenovia. En su mano se formó una esfera dorada, la cual generó una onda de choque de energía cinética que envió volando a varios metros de distancia a los que tenía al frente.
Al momento en que hizo ese movimiento, a la espalda de Edzard se abrió un portal purpura del cual salieron varias cadenas negras que se envolvieron alrededor del cuerpo de Edzard. Edzard intentó escapar, pero fue en vano, ya que las cadenas lo arrastraron hacia el portal.
"¡Edzard!" gritó Issei mientras veía con impotencia como su amigo era arrastrado por unas cadenas hacia un portal de aspecto tenebroso.
La visión de Edzard se escureció al momento en que fue arrastrado y forzado a ingresar en contra de su voluntad al portal que se había abierto a sus espaldas. La oscuridad que cubrió sus ojos estuvo presente por unos segundos hasta que finalmente desapareció.
Parpadeando, Edzard vio a sus alrededores y se asombró de lo que vio. Ya que descubrió que no estaba en Kuoh, sino que estaba en un bosque lleno de árboles que proyectaban largas sombras. El cielo del lugar era completamente purpura. Aparte del bosque también había varios edificios en ruinas junto con algunas criptas hundidas.
"¿Dónde mierda estoy?" se preguntó Edzard mientras veía el paisaje. Al no reconocer nada del lugar, decidió caminar por el sendero que cruzaba el bosque.
Mientras caminaba, sentía que alguien le observaba, así que aumentó el paso y comenzó a correr entre los árboles. Estuvo haciendo esto por unos momentos hasta que logró perder momentáneamente a su perseguidor. Escondiéndose en las raíces de un árbol, esperó. Cuando vio a su perseguidor, le lanzó un hechizo de relámpagos con la fuerza suficiente para dejarlo paralizado temporalmente.
Cuando el ser cayó al suelo, Edzard se acercó a él y parpadeó confundido al ver que era. Su perseguidor era un cuervo de ojos purpuras brillantes.
"Así que un cuervo daedrico. Supongo que eso hace que mi posición actual sea un lugar de el plano del Ocaso Eterno." Dijo Edzard mientras tomaba al cuervo paralizado y lo sujetaba. Al ver que el cuervo ya estaba curado de la parálisis, le preguntó. "¿Por qué me persigues, cuervo?"
El cuervo levantó la vista y sus ojos se abrieron de miedo al ver a Edzard. "¡Cro-Cro!
La ceja de Edzard tembló al ver que le cuervo quería pasarse de listo al intentar hacerse pasar por un cuervo normal. "Habla, cuervo. De lo contrario te convertiré en mi cena."
El cuervo se puso blanco de miedo y gritó. "¡Esta bien! ¡Hablare! ¡Solo no me comas!"
"Vez. No fue muy difícil, ¿verdad?"
El cuervo asintió mientras sus ojos seguían mostrando miedo.
"Entonces, cuervo. ¿Por qué me seguías?"
"Ordenes de Lady Nocturnal."
Edzard miró al cuervo y suspiró, pues esto confirmaba su sospecha de que Nocturnal lo había teletransportado a este mundo por alguna razón.
"¿Cuáles son esas órdenes?"
"Llevar al Dovahkiin al lago que está más adelante."
"Ya veo. Supongo que te dejare libre para que me guíes." Dijo Edzard mientras liberaba al cuervo, el cual no perdió tiempo y voló.
"Por aquí. sígueme." Dijo el cuervo mientras comenzaba a volar hacia el oeste.
Edzard siguió al cuervo durante lo que parecieron horas, hasta que al fin vio el lago. Sin embargo, antes de llegar, el cuervo se detuvo abruptamente.
"¿Qué pasa?" preguntó Edzard al ver al cuervo detenerse.
"Hasta aquí llego. Ya he cumplido mi deber, así que me retiro." dijo el cuervo mientras comenzaba a volar hacia el este. "Suerte, Dovahkiin:"
Edzard vio al cuervo desaparecer entre los arboles del bosque. Al verse solo, decidió continuar su camino. Cuando llegó a la orilla del lago, de la nada las sombras se reunieron y formaron una silueta. Primero apareció una mujer completamente desnuda. Edzard se sonrojó al verla, pues era una de las mujeres más hermosas que alguna vez había visto. Mientras la mujer caminaba, las sombras comenzaron a cubrirla, formando un manto tan oscuro como la noche sin estrellas.
"Dovahkiin." Dijo Nocturnal al ver a Edzard.
"Lady Nocturnal." Dijo Edzard mientras agachaba la cabeza, pues si bien respetaba a la Daedra, su orgullo como dragón le impedían arrodillarse ante nadie que no sea su padre.
Si Nocturnal se sintió ofendida porque Edzard no se arrodillará no lo demostró. De hecho, una sonrisa había parecido en su rostro. Acercándose a Edzard, extendió su mano y tocó el rostro de su antiguo Ruiseñor. Lentamente, acercó su rostro al de Edzard y rozó sus labios con los suyos; sin embargo, antes de que pudiese besarlo, él se separó abruptamente de ella.
"Sabes. Podría considerar ese acto como una afrenta y destruirte, Dovahkiin." Dijo Nocturnal con una sonrisa divertida.
"Puede ser, pero no planeo traicionar a mi esposa." Respondió Edzard de manera seria.
La sonrisa en el rostro de Nocturnal se amplió al escuchar aquello. "Realmente eres alguien muy extraño, Edzard."
Edzard levantó la ceja, pues Nocturnal nunca lo había llamado por su nombre.
"Muchos matarían por tener la oportunidad de besarme. Sin embargo, tú me rechazas sin titubear." Dijo Nocturnal mientras comenzaba a flotar alrededor de Edzard mientras trazaba sus dedos por el cuerpo de este. "Aunque tu rechazo no hace más que hacer que te desee cada vez más."
Edzard se sintió un poco incomodo con la conversación, pero hizo gala de un gran autocontrol para mantenerse lo más sereno y serio posible.
"Realmente me alagas. Pero no creo que esa sea la razón por la que me llamaste, ¿verdad?"
"Cierto. No podemos involucrar placer con negocios." Respondió Nocturnal mientras miraba a Edzard. "Y no te equivocas. Ya que no te llame para intentar seducirte. Mas bien, lo hice para advertirte. Dime, Dovahkiin. ¿Qué has visto recientemente en ese mundo nuevo?"
"Daedras al servicio de Mehrunes Dagon." Respondió Edzard.
"Así es. ¿Por qué crees que Dagon está enviando a sus tropas a la Tierra?"
"Planea invadir la Tierra."
"Así es. Aunque no es el único." Dijo Nocturnal mientras miraba al cielo de su plano.
"¿Qué quieres decir?" preguntó Edzard preocupado, pues si tener a Dagon era algo malo, tener a otro príncipe detrás de la Tierra era algo peor.
"Hay otro príncipe que también desea la Tierra." Respondió Nocturnal.
"¿Otro? ¿Quién es el otro príncipe?"
"Oh. Porque te lo diría, Dovahkiin." Respondió Nocturnal con una sonrisa. "¿Dónde está la diversión en eso?"
Edzard apretó los dientes, pero tuvo que calmarse. Luchar contra Nocturnal no era algo que le favoreciese. Después de todo, ella era uno de los príncipes daedricos más poderosos que había.
La sonrisa de Nocturnal creció al sentir la ira de Edzard.
"Nuestra charla ha terminado, Dovhakiin." Dijo Nocturnal mientras extendía su mano hacia el frente creando un portal.
Edzard vio el portal y decidió salir de allí antes de que Nocturnal cambiase de opinión y termine por encerrarlo en el Ocaso Eterno por toda la eternidad. Mientras cruzaba, sintió que alguien tomaba su brazo y lo jalaba. Acto seguido, sintió unos labios sobre los suyos. Sus ojos se abrieron cuando vio que era Nocturnal quien lo besaba. Cuando se separaron, Nocturnal tenía una sonrisa de oreja a oreja.
"Hasta la próxima, Dovahkiin." Dijo Nocturnal mientras empujaba a Edzard por el portal.
Cuando el portal se cerró, Nocturnal sintió una presencia en su espalda. Suspirando, giró y vio a su queridísima hermana mirándola con desaprobación.
"Hola, Azura. ¿Qué te trae a mi hogar en este oscuro dia?"
"Realmente me preguntas eso, Nocturnal." Respondió Azura frunciendo el ceño.
"Claro que lo hago. Después de todo, no sé qué haces por aquí." Respondió Nocturnal mientras comenzaba a caminar para alejarse de su hermana.
"Nocturnal. Jyggalag sabe que llamaste al Dovahkiin a tu reino."
Las palabras de Azura hicieron que Nocturnal se detuviera en seco. Girando, Nocturnal frunció el ceño antes de hablar.
"¿Y que con eso? Este es mi plano y puedo hacer lo que quiera aquí."
"Eso es cierto. Pero casi nos has puesto en problemas." Dijo Azura. "Que hubiera pasado si hubieses traído a alguien más con el Dovahkiin."
"Nada grave. Si eso hubiese pasado, hubiera matado al intruso." Dijo Nocturnal como si nada. "Si eso es todo lo que querías decirme. Entonces, nos despedimos."
Azura asintió y se fue del Ocaso Eterno dejando a su hermana sola.
Mientras se llevaba a cabo la reunión de las hermanas, en un edificio en alguna ciudad de la Tierra se encontraba llevándose a cabo una gran fiesta. Los sonidos de los gemidos de las parejas teniendo sexo, los sonidos de los gritos de los borrachos bebiendo alcohol, los sonidos de la música llenaban por completo la sala mientras un ser muy similar a un dremora se encontraba sentado en una silla mirando todo el espectáculo a su alrededor.
"¡Ja, ja, ja! Reamente este mundo es lo mejor." Dijo con alegría Sanguine mientras veía de reojo la orgia que había en un rincón de la habitación. "Nunca espere que estos humanos fueran tan depravados."
La alegría del Príncipe Daedrico se debía a que actualmente el grupo de seguidores que había logrado crear en la Tierra era un grupo muy interesante. Sobre todo, cuando se trataba de las fiestas, ya que a diferencia de Nirm, aquí en la Tierra en las fiestas había no solo alcohol y sexo, son que también había drogas y más cosas.
"Este mundo es genial. En especial eso del internet."
El internet era algo que el Príncipe de los excesos nunca había esperado. Y es que nunca en su vida había visto un lugar con tanta información sobre todo tipo de cosas. En especial en la materia a lo que el sexo se refiere.
"Bueno. Ya terminé con este libro." Dijo Sanguine cerrando la tapa del libro del Kama Sutra. "Realmente saben cómo divertirse en este mundo."
Luego decir eso, Sanguine chasqueó sus dedos y toda la fiesta terminó por completo. Todos sus seguidores dejaron de hacer lo que estaban haciendo y le prestaron atención a su patrón.
"Muy bien mis queridos seguidores." Dijo Sanguine levantándose y convocando una imagen de Edzard. "Quiero que busquen información sobre el lugar donde está esta persona. Y cuando lo hagan quiero me la trasmitan lo más rápido posible."
Todos los adoradores de Sanguine asintieron.
"Bien. Repito, solo quiero que me averigüen donde esta. Nada más. No quiero que lo secuestren ni nada de eso. ¿He sido claro?"
Los adoradores asintieron, dejando en claro que habían entendido las órdenes de Sanguine.
La sonrisa de Sanguine se ensanchó y se fue de lugar, no sin antes dejar la habitación completamente llena de afrodisíaco para que sus seguidores se sigan entreteniendo mientras él no estaba.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y finalmente, la batalla contra Kokabiel. Voy a ser sincero, no sabía si lograría publicar este capítulo esta semana o la otra, ya que he tenido varios problemas personales muy sensibles desde la publicación del capítulo anterior. Pero al final, logre salir de todo aquello, por lo que ahora ya estoy mejor y puedo seguir escribiendo.
Estuve pensado varios días si hacer que Xenovia se vuelva demonio o siguiese con la iglesia, pero al final decidí que siga con su historia canon. Ahora, como se puede ver, los príncipes daedricos no tiene problemas para entrar y salir de la Tierra. Sobre la relación de Nocturnal con Edzard, bueno ella es un príncipe daedrico y ellos no conocen el amor como un humano, por lo que ella tendrá una obsesión con el ultimo Sangre de Dragon. Y reaparece el buen Sanguine, así que mas o menos ya saben lo que viene. XD
enumeaelish666: gracias por el Review.
Ahora a lo que vinimos. Si bien es cierto que el "desgarro de dragones" sería muy útil contra los inmortales, yo creo que tendría un mejor resultado si se combina con "marca de la muerte" y se crea un thu'um un poco más específico contra ellos. Sobre los príncipes Daedricos, claro que son mas poderosos que los dioses de DxD, pero como siempre hay que tener en cuenta la situación, pues no es lo mismo luchar contra un Dios, que, contra todo un panteón al mismo tiempo, por eso es que los Príncipes son cautelosos, de lo contrario ya habría cientos de anclas negras y portales abiertos por todos lados en DxD. También hay una teoría que leí por allí que dice que es posible matar a un daedra de manera permanente si es que este muere en Aeterius, por lo que ser seres sin concepto de muerte es algo cuestionable en cierto sentido.
Pero al final, cuando leas quien es el enemigo final dirás que todos están muertos. XD
Ahora, antes de irme, una pregunta.
¿Cuál creen que seria una buena habilidad única para el Nerevarino?
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
