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Maratón (3/3)


Capítulo 33

No me importa si prometiste ir a jugar con el joven Maximilien, Ed. Tu no sales hasta que termines tus lecciones de Historia—

Selene a Edzard 193 4E

La sala de la reunión estaba en un incómodo silencio, pues si bien había muchas dudas que responder, ninguno de los interesados trataba de iniciar las conversaciones.

La ceja de Edzard comenzó a temblar al ver que nadie comenzaba con la ronda de preguntas.

Al ver que nadie quería iniciar las preguntas, Lint levantó la mano lentamente, ganándose la atención de todos.

"Si, Lint. ¿Qué quieres saber?" preguntó Edzard con una sonrisa en el rostro al ver que al fin comenzaría el interrogatorio.

"Cuando me salvaste en Italia, mencionaste que tu pueblo ha luchado contra esas cosas que nos atacaron." Dijo Lint ganando confianza con cada palabra que decía. "Edzard. ¿Dónde está tu pueblo?"

Todos miraron a Edzard expectantes, ya que esa era una de las dudas que más les carcomía, pues ninguno de los líderes se había topado con algún humano similar en poder o presencia a la de Edzard.

Edzard suspiró y miró al techo. "Mi pueblo se encuentra en la zona más al norte del continente de Tamriel. El lugar exacto se llama Skyrim o Keizaal en un idioma antiguo."

Todos los miembros de las tres facciones y aquellos que sabían algo de geografía miraron confundidos a Edzard, pues nadie reconocía los nombres, tampoco sabían dónde estaban esos lugares.

"¿Skyrim? ¿Tamriel? ¿Dónde quedan esos lugares?" preguntó Azazel mirando a Edzard.

Edzard puso una sonrisa en su rostro mientras ponía el objeto que tenía en su mano sobre la mesa. El objeto era una caja dorada con varias gemas verdes. Al presionar el botón central de la caja, las gemas verdes comenzaron a moverse. Las gemas salieron de la caja, manteniéndose unidas a la misma con algunos brazos metálicos, los cuales ramificaron como si de un árbol se tratase. Luego, estas gemas brillaron y mostraron un holograma hecho de magia, el cual mostraba el mundo de Nirm por completo. Si bien era posible ver con sumo detalle el continente de Tamriel, los continentes cono Atmora y Akavir se veían borrosos. Este artefacto, era en simples palabras, una réplica a pequeña escala del observatorio de Mzulft.

"Skyrim es una de las provincias que se encuentran en el continente de Tamriel." Dijo Edzard señalando el continente de Tamriel en el holograma. Al hacerlo, las gemas se movieron de lugar y acercaron más la distancia, mostrando el mapa geográfico de Tamriel, para luego moverse y mostrar Skyrim a todos los presentes.

"¿Continente?" preguntó Rias confundida, pues ella había estudiado la geografía de la tierra antes de llegar a este mundo, por lo que sabía que continentes había aquí y ella nunca había escuchado ese nombre. Además, la imagen mostrada no coincidía con algún mapa que hubiese visto en su vida.

"Así es. Tamriel es uno de los continentes que forman el mundo de Nirm." Dijo Edzard mientras hacía que el holograma se alejara y mostrara todo el planeta de Nirm.

Todos, desde Azazel hasta Sona, miraron a Edzard con sorpresa.

"¿M-m-mundo?" preguntó Issei tartamudeando por la sorpresa.

"Así es. Yo no soy un humano de este mundo. Soy un humano del mundo de Nirm, uno de los planos de Aurbis. El plano de los mortales." Respondió Edzard mirando a su amigo. "Para hacerlo de manera más resumida, soy un extraterrestre."

Todos miraron a Edzard sin saber que decir, pues nunca se habían esperado esto; sin embargo, hubo uno que si dijo algo.

"Ya veo. Eso explica muchas cosas." Dijo Azazel con la mano en la barbilla.

"¿Qué cosas Azazel?" preguntó Michael confundido.

"Veras. El nombre de Edzard Rolandson nunca existió hasta hace unos meses."

"¿Cómo que nunca existió?" preguntó Sirzechs entrecerrando los ojos mientras miraba a Edzard.

"Tal y como lo escuchas. Ese nombre apareció en los registros de la Tierra gracias a que usaron una máquina que yo cree, la cual permite que alguien se registrase en los registros de cualquier país del mundo humano." Dijo Azazel para luego mirar a Edzard. "Entonces, Edzard. ¿Qué ser eres tú?"

Edzard sonrió mientras se señalaba. "Soy un humano nacido de un padre Nórdico y una madre Bretona."

La respuesta de Edzard hizo que todos se quedaran callados y miraran a Edzard.

"¿Nórdico? ¿Breton?" preguntó Issei confundido.

"Son el nombre de dos de las razas humanas que pueblan el mundo de Nirm." Respondió Asia llamando la atención de todos.

"Chico. ¿Todos en Nirm son humanos?" preguntó Azazel mirando a Edzard.

"No. Hay diversas razas. Están las razas de los hombres, los Mer y las Bestias." Dijo Edzard para luego comenzar a contarles acerca de las razas mortales que habitaban Nirm. Al terminar de contarles todo, todos miraron sorprendidos a Edzard y a Asia, pues durante la explicación, Edzard reveló que Asia era una medio Bretona. Esta revelación hizo que todos miraran a Asia con sorpresa, ya que esto les decía que ya habían llegado humanos de ese mundo antes a la tierra. Además, las palabras de Edzard había hecho que les quedara claro que los humanos de Nirm no eran como los humanos de la tierra, sino que eran mucho más poderosos.

"Así que tienen elfos, orcos y dragones." Dijo Azael con una sonrisa. "Parece que estabas viviendo en una especie de versión paralela del Señor de los Anillos."

La ceja derecha de Edzard comenzó a moverse cuando escuchó aquello. Estaba tentado golpear al idiota de Azazel, pero decidió controlarse y evitarse problemas por golpear a un manco.

"Dejando de lado eso, Edzard. ¿Qué son los Xivkyn y los príncipes daedricos?" preguntó Michael recordando aquellos términos que había usado Edzard antes de luchar.

"Para responder a eso, tengo que contarles sobre el origen de Nirm." Respondió Edzard preparándose para contarles sobre el origen de Nirm.

Los ojos de los presentes se abrían con sorpresa conforme escuchaban la historia del origen del mundo de Aurbis. Les llamó la atención sobre todo como es que el tiempo se inició con un Dios dragón. La mención de este Dios hizo que Draig mencionara con orgullo como parecía que los dragones estaban en la cima también en ese mundo. Muchos se entristecieron al escuchar el precio que pagaron los Aedra para la construcción Nirm. Al momento en saber sobre los príncipes daedricos, muchos se aterraron y se preocuparon al escuchar la naturaleza de los Daedra.

La sala estaba en un silencio sepulcral al escuchar sobre los daedras.

"¿Entonces, son seres inmortales que no pueden ser asesinados por ningún medio normal?" preguntó Azazel con suspicacia.

"Así es. Si decapitas, mutilas o desmiembras a un daedra lo único que haces es destruir su cuerpo, mas no su alma, ya que esta viajará a Oblivion y se reconstruirá allí."

"¿Qué quieren estos seres de nuestro mundo?" preguntó Michael con preocupación en su voz.

"Invadir para traer caos, destrucción, sufrimiento y esclavizar a todas las razas que habiten este mundo." Respondió Edzard de manera seria, pues este tema no era algo para bromear.

Las palabras de Edzard dejaron en silencio la sala. Los líderes de las facciones estaban que interiorizaron las palabras que decía Edzard.

"Edzard, mencionaste los Banekin durante el ataque a Italia. ¿Qué tan fuertes son? ¿A quién sirven?" preguntó Lint con preocupación en su voz, pues las palabras de Edzard sobre lo que buscaban los daedras le habían causado preocupación y miedo.

"Los Banekin, al igual que muchos daedras, sirven a varios príncipes, pero uno de los principales es Mehrunes Dagon, el príncipe de la destrucción y uno de los más poderosos. El nivel de poder de esos pequeños daedras no es muy alto, de hecho, están entre los más bajos rangos de entre todos los daedras. Hay muchos que son más poderosos que estos. Si no mal recuerdo mencione a los Dremoras en nuestra conversación, ¿verdad?"

Lint asintió, pues recordó que Edzard los había mencionado.

"Ya veo. Bueno, esos seres son más poderosos, de hecho, su nivel de poder base es equivalente al de un demonio de clase alta. Bueno, también hay algunos más poderosos que los Dremoras. Los príncipes son uno de ellos, ya que están en la cima del poder en Oblivion."

"Así que nos enfrentaremos a un príncipe daedrico muy poderoso, eh. Bueno, ¿Qué tan poderoso es en comparación con los que estamos aquí?" preguntó Azazel mientras se señalaba a sí mismo.

Edzard se llevó una mano a la barbilla y comenzó a pensar mientras trataba de comparar los niveles de poder que sentía. "No sabría decirles. Nunca me he encontrada cara a cara con él. Pero si puedo decirles que tan fuertes es en comparación con un Aedra."

"¿Cuál Aedra sería la referencia que tomarías?"

"Akatosh, quien es el más poderoso de los Aedras." Respondió Edzard a la pregunta de Sirzechs. "En nivel de poder, Dagon no puede vencer a Akatosh, el único príncipe que puede pelear de tú a tú con Akatosh es Jyggalag, el príncipe del orden, el más poderoso de los daedras."

"Ya veo. Ahora, ¿Cuál es la diferencia de poder entre Akatosh y nosotros?" preguntó Azazel mientras se señalaba a el mismo y al resto de los lideres de las tres facciones.

"Bueno, para ustedes podría tomar como referencia dos Aedras, quienes serían Akatosh y Mara." Respondió Edzard. "Yo me he encontrado con Akatosh cara a cara. Mientras que Asia se ha encontrado con Mara."

"Ya veo. ¿Qué tan fuertes somos en comparación con ellos?" preguntó Sirzechs.

Edzard miró a Asia, quien asintió y dando un paso al frente miró a los líderes de las tres facciones. Luego de un segundo, soltó un suspiro. Acercando su rostro al oído de Edzard, comenzó a susurrarle. Cuando terminó de hacerlo, Edzard comenzó a susúrrale a Asia. Al final, ambos se miraron y asintieron.

"¿Y bien?" preguntó Azazel con impaciencia.

"Ustedes tres no podrían ganarle a Lady Mara." Respondió Asia de manera contundente.

"Ya veo. Entonces, es más que seguro que no podamos ganarle a Akatosh, quien según palabras de Edzard es el Aedra más poderoso en la actualidad." Dijo Azazel mirando a Edzard, quien asintió a lo dicho por el Caído. "Edzard, según tú, ¿Qué tan poderoso es Akatosh en comparación con nosotros?"

Edzard se llevó la mano a la barbilla y comenzó a pensar. Luego de pensar unos segundos, miró a Azazel y habló. "Azazel, ¿Hay alguien más poderoso que Ophis?"

"Sí. Solo hay alguien quien podría decirse que está un poco más por encima que Ouroboros en poder." Dijo Azazel ganándose la atención de Edzard. "Ese ser sería el Dragon de Dragones. También llamado Gran Rojo."

"¿Gran Rojo?" preguntó Asia con confusión.

"Sí. Tal y como lo dice su nombre es un dragón de gran tamaño y poder que vive en la brecha dimensional." Respondió Sirzechs.

"Espera. Hablas de ese lagarto con esteroides que vive en ese lugar de varios colores." Dijo Edzard recordando a ese dragón que quiso comerse a él y a su familia el día que llegó a este mundo.

"Sí…" dijo Azazel parpadeando, pero luego miró a Edzard y dijo. "Espera. ¿Llamaste al Gran Rojo, Lagarto con esteroides?"

"Si. ¿Por qué? ¿Hay algún problema?" preguntó Edzard confundido.

"No, solo que no puedo creer que seas tan loco como para hacer eso." respondió Azazel mirando a Edzard como si este tuviese dos cabezas, pues ni él se atrevía a hablarle así a la existencia mas poderosa de este mundo.

"Bueno. Si ese tipo es el más poderoso de aquí, pues esta al mismo nivel que Akatosh."

Lo ojos de todos se abrieron en shock al escuchar que el ser más poderoso que conocían era tan poderoso como el Dios principal del mundo natal de Edzard.

"Y eso es ahora, que él ha perdido gran parte de su poder. No hablemos de que tan poderoso era en su mejor momento." Dijo Edzard con una sonrisa de suficiencia. Esta sonrisa hizo que se ganase un golpe de Asia en la cabeza.

Todos los que miraron esta escena pusieron los ojos en blanco, pero segundos antes de eso habían sentido un escalofrió atravesara sus columnas.

"Entonces. Solo tenemos que enfrentarnos a un solo príncipe, que por suerte no es el más poderoso, ¿verdad?" preguntó Issei tratando de verle el mejor lado a la situación actual.

Edzard no respondió, sino que se quedó allí tranquilo mirando al techo. Luego de soltar un suspiro, habló. "La verdad es que no es solo uno, sino que son dos Príncipes."

Los ojos de todos se volvieron abrir, pero esta vez no solo había sorpresa, sino que también había miedo en sus ojos.

"¿C-c-c-cómo que dos príncipes?" preguntó Rias aterrada mientras sentía como el aire se iba de sus pulmones y las piernas le temblaban.

"El ultimo tipo que apareció vestía la misma armadura que un Xivkyn." Respondió Edzard juntando ambas manos al frente de su rostro. "Ese tipo de Daedras solo sirven a un señor."

"¿Cuál?" preguntó Sirzechs mirando a Edzard mientras pensaba en una manera de afrontar lo que venía.

"Al príncipe de la Violación." Respondió Edzard causando que las mujeres presentes sintiesen un escalofrió recorrer sus cuerpos. "Es decir, Molag Bal."

"Mierda." dijo Azazel ya sin una sonrisa en su rostro, pues con cada palabra que decía Edzard, el entendía que el mundo de Nirm era más salvaje y más peligroso que cualquier mundo que había conocido. "Edzard, se sinceró. ¿Cuántas tropas tienen cada príncipe?"

"Miles, Millones o hasta miles de millones, la verdad no lo sé. Cada uno de los príncipes gobierna sobre un plano principal y varios más pequeños. Cada uno tiene daedras de diferentes niveles bajo su mando. Algunos daedras son más poderosos que otros." Respondió Edzard con pesar. "Aunque puede que haya una solución si logramos poner a algunos príncipes de nuestro lado."

"¿Nuestro?" preguntó Sirzechs mirando a Edzard.

"Seré honesto con ustedes. Originalmente no iba tratar de pedirles ayuda, pero esto se me escapa de las manos. Los ejércitos que invadirán este mundo no están compuestos solo de daedras y personas de Nirm, sino que también están compuestos de algunos humanos que ya están sirviendo a los daedras." Luego de decir eso, Edzard sacó la media luna daedrica de su bolso y la mostró.

"¿Qué es eso?" preguntó Azazel mirando el arma con curiosidad. Y no fue el único, pues el resto de individuos allí también hicieron lo mismo.

"Es un artefacto daedrico de bajo nivel. Se llama medialuna daedrica, es un artefacto de daedrico asociado con Mehrunes Dagon. En el pasado había muchas de estas, pero en algún momento de una de las eras pasadas, la gran mayoría fueron destruidas hasta el punto que solo quedó una. Ahora, no sé cuál es su situación actual, puede que se hayan fabricado más o no." Dijo Edzard señalando el arma. "Esta arma está encantada para paralizar a quienes golpea, además de que las armas o armaduras que toque se debilitaran hasta el punto de que se quebraran inevitablemente."

"A los Sacred Gear no los destruye, pero si reduce considerablemente la cantidad de tiempo que puedes usarlos." Dijo Asia explicando el efecto de esta arma en los Sacred Gears, pues ella era la única con un sacred gear que recibido los efectos de esta arma. "Además, una vez que una vez que desactivas tu sacred gear, este quedara tan debilitado que no podrás volver a convocarlo durante algunas horas."

Todos escuchaban la explicación de manea atenta, pues cada pieza de información era importante para ellos.

"Ahora, también hay algunos artefactos que son más poderosos, un ejemplo es el artefacto de Dagon, la cuchilla de Mehrunes."

"Su arma tiene su nombre." Dijo Azazel con burla. "Vaya cantidad de arrogancia."

"Créeme, no te burlarías si supieses que esa arma tiene una pequeña cantidad de porcentaje de matarte con solo hacerte una pequeña herida."

"Me estas jodiendo, ¿verdad?" dijo Azazel ya estando harto de esto. Cada vez que Edzard les contaba lago de lo que se enfrentarían, se asustaba más. ¿Qué sigue? ¿Un arco capaz de hacer llover fuego solar sobre un ejército que tenía la capacidad de ocultar el sol si era corrompido? 'Mejor ni me lo pienso, porque él es capaz de decirme que eso existe.'

"Me gustaría molestarte, pero es la verdad. Por fortuna, ese tipo de arma es única, es decir solo hay una. Y normalmente suele estar en manos de algún adorador de gran nivel, pero si no tenemos suerte, lo tendrá un jodido Adalid daedrico." Dijo Edzard hablando con molestia, ya que no le había gustado la sensación que le daba ese ser.

"¿Adalid Daedrico?" preguntó Michael mirando a Edzard.

"Si. Adalid daedrico. Un mortal que ha obtenido la bendición de un príncipe, recibiendo un aumento masivo en su poder y un set de armadura y armas de alto nivel." Respondió Edzard. "Los dos sujetos que aparecieron hoy eran adalides."

Azazel se llevó de manera inconsciente su mano buena al muñón que antes era su brazo izquierdo. Mientras tocaba el muñón, su mente tuvo una revelación.

"Edzard, ¿Hay Adalides de los Aedra?" preguntó Azazel esperando que, si haya adalides de ese tipo, pues con ellos podrían reducir la brecha de poder.

"Si hay uno, se le llama campeón de los nueve." Respondió Edzard luego de pensar unos segundos.

La respuesta de Edzard hizo aumentar la esperanza en los presentes, pero esta esperanza murió cuando el continúo hablando.

"Lamentablemente, no ha habido un campeón desde hace varios siglos." Dijo Edzard cambiando el mapa de Skyrim a Cyrodill. "El ultimo conocido fue el héroe de Kvatch."

"¿Héroe de Kvatch?" preguntó Serafall.

"Cuando les hable sobre el nivel de poder que tenemos los mortales en Nirm, me olvide de decir algo." Todos miraron a Edzard, pues no sabían que podría decirles ahora. "Hay algunos mortales especiales que son conocidos como los héroes de los Pergaminos Antiguos o los mortales guiados por la fatalidad."

"¿Guiados por la fatalidad?" preguntó Rias confundida mirando a Edzard. "¿Qué significa ese título?"

"Los mortales guiados por la fatalidad son mortales especiales que han nacido con un gran destino y con el poder de seguir un destino no guiado por los Dioses." Respondió Edzard, pero suspiró al ver que todos le miraban sin entender. "Ellos tienen como destino hacer algo tan grande como salvar al mundo de una gran amenaza, pero a diferencia de otros, para lograrlo ellos no tiene restricciones y son libres de hacerlo de la manera que les plazca."

"¿Ya entiendo, pero que tiene que ver con el nivel de poder de los mortales en Nirm?" preguntó Azazel.

"Ellos nacen con el potencial para ser los mortales más poderosos de su generación, por lo que nunca hay dos Héroes al mismo tiempo." Dijo Edzard concentrado en su explicación. "Cada uno de ellos nace con una habilidad única, la cual se transmite a sus descendientes."

"Parece que estas muy versado en ello, Edzard." dijo Azazel mirando a Edzard con una sonrisa. "¿Por qué es así?"

"Es fácil, Azazel." Respondió Edzard con una sonrisa de suficiencia. "Mi antepasado fue el Héroe de Kvatch."

"Wow." Dijo Rias mirando a Edzard asombrada. Y no fue la única, pues todos miraban a Edzard con asombro.

"Sí, pero eso no es todo." dijo Asia uniéndose a la conversación. Ella y Edzard junto con el resto de las chicas habían hablado antes de ir a la reunión y habían decidido que lo mejor era ser lo más sinceros posibles, pero siempre guardando algunas cosas por si acaso pasaba algo. "Verán, Ed no solo desciende de un héroe, él también es uno."

"¡¿Queeeeeeeeeeeeee?!" fue el grito colectivo de todos los que estaban allí.

"Así es. Soy el último héroe que ha aparecido en Nirm." Dijo Edzard sobándose el oído, pues el grito le había causado un poco de dolor a sus sensibles oídos.

"Entonces, esa es la razón por la que eres tan poderoso." Preguntó Issei entendiendo una de las razones para el nivel de poder de su amigo.

"En teoría sí."

"Edzard-dono. Mencionaste que los héroes nacen con una habilidad mejorada que les transmiten a sus descendientes. ¿Cuál es la tuya y cuál es la de tu ancestro?" preguntó Michael con curiosidad.

"De mi ancestro herede reflejos extremadamente altos capaces de percibir cualquier ataque en cámara lenta." La respuesta de Edzard asombró a todos, ya que entendían que ese poder era algo muy útil en el combate. "Y mi habilidad como héroe es mi gran e insana reservas de magia."

'Además de mis poderes de Dovahkiin.' Pensó Edzard para sí.

"¿Reservas insanas de magia?" preguntó Sirzechs.

"Si, veras. En Nirm cada raza tiene un rango de magia con la que nace. Las razas con mayor afinidad mágica son los elfos Altmer y los humanos Bretones." Respondió Edzard. "Pero yo soy la excepción. Si bien soy medio Breton, eso no explica mis reservas de magia tan grandes que tengo, las cuales sobrepasan el nivel alcanzado por los magos más talentosos de todas las razas mortales."

"Espera. Si esas habilidades se transmiten de padres a hijos, eso…" Interrumpió Issei a su amigo.

"Si, Issei. Mi hija con Asia ha recibido todas las habilidades que yo tengo." respondió Edzard. "Ahora, no sé cómo será con los hijos que tendré con Aika, Valerie y Mittelt, pero supongo que ellos también nacerán con esas habilidades."

"Ya estas pesando en el futuro sin saber si sobreviremos." Dijo Azazel. "Pareces optimista."

"La fe es lo más bonito que hay, Azazel." Dijo Edzard con una sonrisa. "Además, confió en que juntos podremos detener los príncipes y salvar este mundo."

La sonrisa de Edzard fue tan contagiosa que hizo que todos sonrieran con él.

"Bueno, ya que estas tan confiado, ¿Qué más puedes contarnos?" Dijo Azazel.

"Muchas cosas. Así que espero que no tengan nada planeado para mañana temprano, porque esto va a tardar mucho."


La ceja del ojo derecho de Rias temblaba mientras veía a Azazel sentado en su silla como si nada. Al lado de ella estaban Issei, Kiba, Koneko y Akeno. Quienes no sabían si reír o sentir lastima por su rey.

"¿Qué haces aquí, Azazel?" preguntó Rias con irritación.

"Oh. ¿Tu hermano no te lo dijo?" preguntó Azazel con una sonrisa. "A partir de hoy soy, seré el asesor del ORC."

"¿Cómo sucedió esto?" preguntó Rias llevándose la mano a la sien por el dolor de cabeza que esto le estaba causando.

"Tu hermano me dijo que lo consultara con la hermana de Serafall." Dijo Azazel mirando a Sona, quien estaba tras ellos.

"Sona…"

"Si no aceptaba, mi hermana terminaría por quedarse aquí." dijo Sona evitando ver a Rias.

"Así que, para salvarte, nos vendiste." Dijo Rias con una sonrisa incomoda.

"Les deseo la mejor de las suertes." Dijo Sona desviando la mirada mientras se arreglaba sus gafas. Haciendo una reverencia, trató de salir de la habitación, pero al final no pudo, pues la puerta fue abierta por Valerie, quien ingresó con Gasper y Aika.

"Oh. Hola Valerie-san. ¿Cómo estuvo tu recorrido por la academia?" preguntó Rias al ver a la Dhampir.

"Estuvo interesante por decir lo mínimo. Me tope con dos pervertidos a los que mande a dormir." Respondió Valerie con una sonrisa recordando como había hecho dormir a esos dos de un solo golpe.

Issei sintió un escalofrió recorrer su espalda al mirar la sonrisa de Valerie. Mentalmente rezó por el bienestar de sus amigos pervertidos, pero tuvo que agarrarse la cabeza por la oración que dio.

"¿Y qué te ha parecido la academia?" preguntó Azazel.

"Entretenida, pero no creo que me inscriba. Lo haría si no hubiese el peligro de la invasión, pero con ese peligro en ciernes, lo mejor es tener la mayor cantidad de efectivos listos para luchar."

Rias miró a Gasper y vio que este tenía una sonrisa triste en su rostro. Era muy notorio que el joven Dhampir quería que su amiga estudiara allí para verla más seguido.

Esa había sido uno de los pedidos que las tres facciones le habían hecho a Edzard, el pedido en si era que todos los miembros de su grupo se unieran a la Academia Kuoh. Lamentablemente, aparte de Aika, quien ya era estudiante de la academia, ninguno se unió. Edzard y Asia se habían negado diciendo que aquello haría que no tuviesen tiempo para pasarlo con su pequeña hija, Mittelt dijo que tenía volver a hacer algunas misiones para lo Grigori y al parecer Valerie no estaba interesada en estudiar aquí por el momento.

"Ya veo. Eso es una lástima." Dijo Azazel para luego mirar a Aika. "Para lo que solicitaste, tendrás que ir a este lugar hoy en la noche."

Al terminar de hablar, Azael le entregó a Aika una nota.

Aika abrió la nota y vio que era una dirección. "Bien, estaré allí en la noche."

Aquella nota mostrada la dirección donde Aika encontraría a su mueva maestra de magia. Ese había sido uno de los pedidos de Edzard, que le enseñasen magia a Aika, ya que ella quería volverse más fuerte y esa era la mejor manera para que ella lo lograse.

"Bien. Ya con eso resuelto, supongo que debo de decirles la verdadera razón de mi presencia aquí." dijo Azazel mirando a los presentes. "En aras de lo que está por suceder, estoy aquí para ayudar a fortalecer a los miembros de Sacred gear de sus grupos. Así que a partir de ahora llámenme Azazel-Sensei."

Todos los demonios de la sala miraron a Azazel con sorpresa, pero cuando todos estaban por hablar, se abrió la puerta del ORC. Todos miraron al intruso y aquellos que no sabían quién era la persona que había abierto la puerta levantaron una ceja en confusión, pues quien había abierto la puerta era una niña pequeña de dos años.

"¿Marie-chan?" dijo Issei mirando a la hija de Edzard y Asia.

Marie miró a todos hasta que vio a Issei, por lo que, sonriendo, comenzó correr hacia Issei. Ya estando cerca del demonio, se lanzó de cabeza contra este.

"¡Tío Issei!" gritó Marie mientras le daba un potente cabezazo a Issei en el estómago. La fuerza del golpe fue tal que este terminó por estrellarse contra una de las paredes que había en la habitación. Esta pared terminó por agrietarse al recibir el impacto del cuerpo de Issei, el cual quedo completamente fuera de combate.

"Ja, ja, ja. Realmente, eres el Sekiryuutei más débil de la historia. Ya que una pequeña niña te acaba de derrotar de un solo golpe." Dijo Azazel entre risas por lo que acaba de pasar. "Aunque sabiendo que tan fuertes son sus progenitores, es obvio que ella tenga ese gran nivel de poder."

"Así que esta es la hija de Asia Argento." Dijo Xenovia acercándose a Marie. Para Xenovia, la existencia de Marie hubiese sido una aberración cuando era exorcista, pero ahora veía las cosas de otra manera. Ella sabía que, si se hubiese encontrado con Asia antes de la cumbre, es posible que su encuentro terminase en una confrontación, confrontación que ella ahora sabía que perdería estrepitosamente.

Ese pensamiento le causo un escalofrío a la ex exorcista, pues si bien no vio luchar a Asia, ella sabía que era fuerte, pues pudo crear una barrera defensiva capaz de detener ataques muy poderosos como si de nada se tratase. Además, de que había liberado parte de su aura, la cual era muy intensa.

Marie miró a la joven que se acercó a ella. No la conocía de ningún lugar, pero estaba en la habitación que sus padres le habían dicho que debía de ir para entregar el mensaje.

"Hola pequeña. Soy Xenovia Quarta. Es un gusto conocerte." Dijo Xenovia mirando a Marie.

Marie miró a Xenovia y sonrió al ver que ella no tenía malas intenciones. "Un gusto conocerte, Xenovia. Me llamo Marie Argento Cumberland Edzarddottïr."

La presentación de Marie fue perfecta, mostrando los modales que todos esperarían de una persona de la nobleza.

Al ver esa presentación, Azazel recordó como Edzard les había mencionado acerca de su familia y de su herencia.

Flashback

"Edzard, Vali dijo que te llamabas Edzard Cumberland Rolandson." Dijo Azazel mirando a Edzard. "¿Por qué te llamo así?"

"Ese es mi nombre completo." Respondió Edzard mirando a todos.

"¿Tu nombre completo?" preguntó Sirzechs.

"Así es. Los nórdicos no suelen usar apellidos, así que cada hijo o hija tiene el nombre de su padre más el sufijo hijo o hija en el apellido. Los Bretones, por su parte, si tienen apellidos, pero mayormente suelen ser los nobles quienes lo tienen."

"¿Nobles?... ¡Espera, Ed! ¡¿Eres un noble?!"" gritó Issei asombrado por aquello.

"Técnicamente si y no a la vez." Dijo Edzard.

"¿Cómo es eso Edzard-dono?" preguntó Michael.

Suspirando, Edzard comenzó a contar sobre los Cumberland y el papel que jugaron durante la segunda era. También contó como se conocieron sus padres y mintió diciendo que su madre había renunciado a su herencia para casarse con su padre. También contó sobre como su padre era descendiente de una línea real caída, esto hizo que los presentes se sorprendieran al descubrir que Edzard descendía de dos Reyes de manera tanto Patrilineal como Matrilineal. Pero fue el saber que Asia era pariente de Edzard lo que hizo que todos los miraran. Lamentablemente, a Irina se le escapó decir que estaba mal que dos parientes se casaran, lo que hizo que Asia la callase liberando su aura mágica, la cual hizo que la exorcista temblara de miedo en su lugar.

Fin Flashback

El recuerdo fue interrumpido por gritos.

"¡Kyaaaa! ¡Eres tan linda!" gritaron Rias, Akeno y Xenovia al ver a Marie saludando. Sin pensarlo dos veces, ellas se lanzaron y comenzaron abrazar a la pequeña, quien comenzó a sentirse incomoda por la muestra de afecto. Por fortuna, Marie fue salvada por Valerie y Aika quienes dijeron que, si la hacían llorar, Edzard iría por sus cabezas.

Ya con todos calmados, Rias le preguntó a la pequeña la razón por la que había ido a verlos.

"Estoy cumpliendo mi primera misión como miembro honorario de Los Compañeros." Dijo Marie con una sonrisa mientras levantaba su mano derecha.

"¿Compañeros?" preguntó Issei, quien ya se había despertado y había salido de la pared con ayuda de Koneko.

"Los Compañeros son una orden de guerreros en la que Edzard sirvió durante unos años como miembro y luego como su líder." Respondió Sona recordando algunas de las cosas que Edzard menciono en la reunión.

"Fu, fu, fu. ¿Qué misión es?" preguntó una divertida Akeno mirando a la pequeña.

Marie se llevó las manos al bolsillo de su vestido y sacó un pergamino. Extendiendo su mano se lo entregó a Rias, quien tomó el pergamino y lo leyó. Cuando lo hizo, miró a quienes la rodeaban.

"Edzard y Asia nos están invitando a todos a su casa." dijo Rias mientras comenzaba mirar a Sona. "Y cuando digo todos, me refiero a todos los demonios que hay en la escuela. Eso incluye a todo el consejo estudiantil."

Sona asintió al escuchar aquello. Internamente estaba sonriendo, pues esperaba contactarse con Edzard pronto, ya que tenía una solicitud para él.

"Entonces, ¿A qué hora tenemos que estar allí?" preguntó Xenovia.

"En una media hora." Dijo Rias caminando hacia donde estaban sus cosas. Todos los demonios hicieron los mismo, mientas Sona y Tsubaki se dirigían hacia el despacho del Consejo para reunir a todos los miembros.

Media hora luego ya todos estaban listos.

"Entonces, nos vamos. Hasta mañana Azazel-Sensei." Dijeron todos mientras se despedían del Ángel Caído.

La puerta se cerró dejando solo a Azazel, quien al ya no sentir la presencia de los demonios y los familiares de Edzard, suspiró y habló.

"¿No tienes vistas que están yendo a tu casa, Edzard?" dijo Azazel mirando hacia el árbol cercano al salón.

"No es problema, puedo viajar más rápido que ellos y llegar antes." Dijo Edzard saltando del árbol hacia el salón. Él tenía una sonrisa en su rostro, pues había permanecido completamente oculto sin que Azazel lo notase hasta que finalmente decidió hacer obvia su presencia.

"¿Qué te trae por acá, Edzard?"

"Malas noticias me temo." Dijo Edzard sacando de su bolsa una carpetea con varios documentos.

Azazel recibió los documentos y comenzó a leerlos. Cuando terminó de leer la primera hoja, suspiró. "¿Estás seguro de esto?"

"Lamentablemente, sí, estoy seguro. Lo confirme usando Auramancia en el bastón de Katerea." Respondió Edzard con voz seria.

"Maldita sea. Esto complica las cosas." Maldijo Azazel; sin embargo, sus ojos se abrieron cuando leyó la última parte, pues era un plan para tratar con el problema que había surgido. "¿Estas seguro de esto?"

"Sí. sé que suena mal, pero sé que no fallara."

"Eso espero. Le transmitiré la información a Sirzechs para que lo mencione a sus compañeros Maous. Te notificare sus respuestas cuando me la den"

"Vale, esperare la respuesta." Dijo Edzard caminado hacia el centro de la sala y sacando su shadowkey, abrió un portal. "Te veo luego, Azazel."


"¿Acaso todos los nobles tienden a tener casas tan grandes?" peguntó Issei con los ojos abiertos como platos al ver la casa que había frente a él.

"No lo sé, pero este estilo no me convence mucho." Dijo Rias mirando la casa casi sin ninguna sorpresa, pues su casa en el inframundo era igual de grande que la que tenía al frente.

El grupo de demonios había seguido a Marie, Aika y Valerie hasta un lugar donde no transitaban personas a estas horas. Allí, Aika invocó un circulo mágico en su oreja y habló. De la nada, todos fueron rodados por una luz roja y fueron teletransportados.

Lo que vieron cuando terminó la teletransportación fue una dimensión de bolsillo creada por Edzard hace unas semanas. Este lugar estaba lleno de colinas onduladas y yerba verde, bosques de pinos y montañas con picos nevados, y sobre lo que parecía ser una isla en medio de un lago se encontraba la residencia que Edzard había erigido para su familia en este lugar.

La isla medía treinta mil metros cuadrados y estaba unida al resto del territorio por medio de un puente de piedra. La residencia de la familia de Edzard no era una mansión, tampoco un castillo, sino que era un palacio en toda regla, el cual medía más de veinte mil metros cuadrados. Este era una enorme estructura cuadrada con una torre enorme en cada una de las esquinas. Las paredes estaban hechas de piedra blanca con algunos detalles en oro. Las ventanas eran amplias y estaban presentes en cada uno de los siete pisos que tenía el palacio. En el centro de la misma había un jardín, el cual tenía los esquejes de diversas plantas de Nirm.

Cuando el grupo de demonios llegó hacia la entrada, se sorprendieron de ver que esta se abrió de manera automática al momento en que estuvieron a cinco pasos de ella.

"Está bien. Esto me ha sorprendido." Dijo Sona al ver que esta casa parecía tener puertas automáticas.

Cuando ingresaron a la mansión vieron que el interior era de una piedra blanca tan pulcra y bien tallada que parecía que todo era una única pieza. El suelo estaba hecho de mármol tan pulido que casi parecía un espejo. Las paredes estaban completamente decoradas con pinturas que ninguno de los que estaban allí había visto alguna vez en su vida. También había algunas armaduras medievales junto con varios estandartes azules con un león de plata en ellos.

"Supongo que esa es la heráldica de los Cumberland." Dijo Rias mirando los estandartes.

Xenovia, Saji e Issei miraban con asombro las decoraciones, pues era la primera vez que veían algo así.

"¡Mamá!"

El gritó de Marie hizo que todos miraran al frente. Se sorprendieron al ver a Asia vestida con un sencillo vestido de una sola pieza de color blanco, el cual tenía algunos bordados de color dorado en su basta. Sus pies llevaban un par de sandalias de cuero negro con hebillas de plata.

La pequeña Marie saltó de los brazos de Aika y comenzó a correr hacia su madre. Asia se agachó para atrapar a su pequeña hija, la cual había dado un gran salto hacia ella.

"Mamá. Cumplí mi misión sin problemas." Dijo Marie con voz orgullosa de haber cumplido el pedido de sus padres.

"Si, ya lo veo." Dijo Asia mirando como todos se acercaban. "Aika, Val. ¿Cómo les fue en la academia?"

"Ya sabes, fue muy aburrido." Dijo Aika haciendo una mueca.

"La verdad es que es interesante." Dijo Valiere con una sonrisa.

"Tal vez porque tu no has estado en una clase durante años. Pero créeme, si asistieras te aburrirías en unas semanas."

"Eso es posible, ya que solo aprender temas como historia y matemáticas tiende a aburrir luego de un tiempo."

Todos miraron al origen de la voz y vieron Edzard caminar hacia ellos. El vestía una sencilla túnica de manga larga, la cual era de color azul oscuro con mangas blancas, la cual tenía bordados en las mangas. También llevaba un par de pantalones negros con un cinturón de cuero en su cintura. Su túnica y los pantalones estaban hechas de lino importado desde Cyrodill. En sus pies había un par de sandalias de cuero negro con hebillas de plata.

"¡Papá!" gritó Marie mirando su padre, quien se detuvo frente a ella. "Cumplí mi misión."

"Si, puedo verlo." Dijo Edzard despeinado su hija.

"Ed." dijo Aika acercándose a Edzard y dándole un beso.

Cuando se separaron, Valerie hizo lo mismo que Aika.

Issei y Saji miraron a Edzard con lágrimas de celos corriendo por sus mejillas. Mientras lo maldecían por hacer eso frente a ellos.

"Me voy a mi habitación. Los veo luego en la cena." Dijo Aika comenzado a caminar.

"Yo también voy yéndome a cambiar de ropa." Dijo Valerie con una sonrisa. "Los veré más rato."

Cuando ambas se fueron, Edzard miró al grupo completo de demonios frente a él. Reconoció por completo a los demonios que llegaron con Sona, pues los había visto formar la barrera durante la lucha contra Kokabiel. Si bien solo conocía los nombres de los miembros del ORC, también conocía algunos nombres del Consejo Estudiantil.

"Es un gusto que hayan aceptado nuestra invitación." Dijo Edzard con una sonrisa. "Si bien hay varios de aquí que conozco, veo que hay unos rostros que solo conozco de vista. ¿podrían presentarse para no ponerles apodos raros y llamarlos por sus nombres?"

Las personas a las que Edzard solo conocía por haberlas visto manteniendo la barrera para contener el daño contra Kokabiel, dieron un paso al frente y se presentaron.

"Un placer conocerte, Edzard-san. Me llamo Meguri Tomoe y soy el caballero de Sona Sitri." Dijo una bonita joven mientras hacia una reverencia. Esta joven tenía el cabello castaño rojizo hasta los hombros y ojos marrones. Su cabello presenta un flequillo barrido y un solo mechón de cabello que sobresale de la parte superior.

"Yo soy Hanakai Momo, Obispo de Sona Sitri. Un gusto conocerle, Rolandson-san." Dijo una hermosa chica de cabello blanco y ojos azul verdoso.

"Yo soy Kusaka Reya, y soy la segunda Obispo de Kaichou." Dijo con voz suave una joven delgada con cabello castaño largo que termina en dos trenzas cortas y ojos a juego. Ella también lleva una diadema azul.

"Un gusto conocerlos, me llamo Yura Tsubasa." Dijo una joven alta con cabello azul hasta los hombros y ojos a juego.

"Yo soy Nimura Ruruko, un gusto en conocerlos." Dijo Una joven bajita con cabello castaño en largas colas de caballo gemelas y ojos verdes. Lleva un par de pinzas verdes en el pelo y también lleva medias verdes a rayas.

"Es un gusto conocerlas a todas." Dijo Edzard con una sonrisa. "Supongo que ya todos me conocen, pero para aquellos que no lo hacen, me llamo Edzard Cumberland Rolandson. La chica a mi lado es mi esposa, Asia Argento Cumberland y la niña pequeña es nuestra hija, Marie Argento Cumberland Edzarddottïr. Ya conocen a Aika y a Valerie, lamentablemente, Mittelt está en una reunión con algunos miembros del alto mando de los Grigori, por lo que no está aquí."

La mención del ángel caído hizo que Akeno hiciese una mueca imperceptible para casi todos. Edzard se había percatado de la mueca, por lo que internamente soltó un suspiro. Él sabía, gracias a Azael, que Akeno tenía problemas con los ángeles caídos, sobre todo con su padre, Barakiel.

"Bueno, ahora ya con todas las presentaciones en orden. ¿quieren dar un paseo por el lugar?" preguntó Asia con una sonrisa amable en el rostro mientras seguía sosteniendo a Marie.

"Si no es mucha molestia." Dijo Rias.

"No, no es ninguna." Respondió Edzard.

El grupo de demonios dejó el recibidor y siguieron a los dueños del palacio en un pequeño recorrido por las partes más importantes del lugar. Caminando por los pasillos, llegaron al primer destino del recorrido.

"Este es el comedor familiar. Al lado se encuentra la cocina." Dijo Asia señalando la puerta que conectaba el comedor con la cocina.

Issei se asombró al ver el comedor, pues este tenía una mesa muy grande donde fácilmente podrían caber varias personas. Además, de que la habitación era absurdamente grande. Esta habitación estaba completamente decorada con pinturas de lugares que nunca había visto y tenía estantes con vajillas y cubiertos que brillaban como si fueran estrellas. Cuando caminó hacia la cocina, vio una cocina moderna completamente amueblada y equipada con cocina, horno, refrigerador, y otros electrodomésticos.

Salieron de allí y siguieron caminando por otro pasillo lleno de pinturas y esculturas. Luego de un rato llegaron hasta una puerta, la cual estaba en una de las torres, pues habían tenido que subir algunas escaleras.

"Ed. ¿Qué es este lugar?" preguntó Issei mirando la enorme puerta doble.

"Esta es la biblioteca." Dijo Edzard con orgullo mientras abría la puerta.

Cuando la puerta se abrió, todos los demonios vieron una gran cantidad absurdamente grande de estantes repletos de libros.

"¿C-cuantos libros hay aquí?" preguntó Rias asombrada, ya que aquí había más libros que en la biblioteca de su familia.

Sona estaba igual que su amiga, pues nunca había visto tantos libros juntos.

"Umm... Ni idea." Dijo Edzard luego de pensar.

"¡¿C-como que no tienes idea?!" gritó Issei.

"Es que perdí la cuenta luego de llegar a los veinte mil." Dijo Edzard resacándose la nuca, pues nunca terminó de contar todos los libros que había recibido como regalo por parte de Akatosh, ya que fue su padre dragón quien le había regalado este palacio, el cual había estaba guardado en un pergamino especial.

"T-tantos libros." Dijo Xenovia mirando los libros, pero al hacerlo se percató de algo. "Disculpen, pero. ¿Por qué hay algunos libros con cubiertas con diseños raros?"

"Ahh. Eso se debe a que son libros de magia." Respondió Asia mirando a la ex exorcista con una sonrisa.

"¿M-magia?" dijeron los demonios mirando varios estantes completamente llenos de estos libros.

"¿Cuántos de esos libros tienen?" preguntó Sona ajustándose los lentes.

"¿Unos cinco mil?" Preguntó Edzard mirando a Asia.

"Siete mil, Ed. Seis mil quinientos son libros escritos por otros autores. Los quinientos restantes son investigaciones tano tuyas como mías."

Los demonios tenían las mandíbulas desencajadas al escuchar eso.

"Bueno. Cuando logren poner sus mandíbulas en su lugar podremos continuar hacia las siguientes partes de la mansión." dijo Edzard con una sonrisa divertida al ver las expresiones de los demonios.

Pasaron varios minutos hasta que al fin lograron salir de su asombro. Mientras caminaban, Sona y Rias le habían preguntado qué tipo de libros había. Sus ojos brillaron cuando escucharon que había libros de todo tipo, desde obras literarias hasta libros de tácticas militares. Al escuchar eso, ambas amigas le preguntaron a Edzard si podían pedir prestado algunos libros. Edzard asintió diciendo que tenían que devolvérselos en el mismo estado en que se los llevaron.

Luego de caminar durante unos minutos llegaron a las habitaciones, las cuales por obvias razones estaban casi vacías, pues de las más de cincuenta habitaciones para la familia, solo se usaban dos. Una mediana para Marie y la más grande era el dormitorio principal el cual contaba con una gran cama donde dormían Edzard y sus amantes. Además de contar con un tocador con siete sillas, para que las chicas pudiesen arreglarse sin preocuparse del tiempo de uso del mueble.

Luego se dirigieron hacia los jardines. Las chicas miraron asombradas la gran cantidad de flores raras que nunca habían visto en su vida. Había pasado un momento gracioso cuando Issei y Saji se habían acercado a una campanilla de la muerte y la tocaron descuidadamente. Al tocarlas sin saber sobre ellas, liberaron parte del polen de la flor, el cual fue inalado por ambos demonios, haciendo que hablen y se muevan super lento. Al ver a sus sirvientes en ese estado, Rias y Sona se habían preocupado, pero luego se tranquilizaron cuando Edzard les dijo que el efecto era temporal. Para cuando ambos volvieron a moverse a su velocidad normal, ya estaban pasando por una puerta completamente acorazada con varias cadenas y candados muy gruesos.

"Ed. ¿Qué rayos tienes allí para que este tan selladlo?" preguntó Issei mirando la puerta.

"Nada especial. Solo mi tesoro." Respondió Edzard mirando a su amigo.

Al oír esas palabras, una sonrisa pervertida apareció en el rostro de Issei.

"Je, je. Sabía que tú también eras un pervertido, Ed." dijo Issei con una sonrisa mientras se imaginaba que dentro de esa cámara debían de estar las revistas sucias de Edzard.

Las palabras de Issei hicieron que varias chicas miraran decepcionadas a Edzard, pues ellas pensaban que él no era así.

"Issei. ¿Qué rayos crees que tengo allí atrás?" preguntó Edzard con una marca de enojo en su frente.

"Nada importante. Seguro una cantidad insana de revistas porno."

Edzard sonrió de manera siniestra y se acercó a Issei y le dio un golpe tan fuerte en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo. Luego caminó hacia la puerta y con un movimiento rápido de su mano derecha, la cual brilló de color azul, las cerraduras y los candados se abrieron. Las cadenas cayeron y dejaron la puerta completamente desprotegidas. Con un empujón, Edzard mostró lo que había en la habitación.

"Q-q-q-que." Tartamudeo Issei, quien había vuelto a estar consciente gracias a una descarga eléctrica que Edzard le había dado. El joven demonio estaba en completo shock al ver lo que había tras esa puerta.

Pero él no era el único, pues todos los otros estaban en ese mismo estado. Incluso Rias y Sona no podían creer lo que veían. Allí, dentro de aquella habitación enorme donde fácilmente podrían caber más de quinientas personas tranquilamente, había cientos, no miles, no lo mas seguro era que hubiera millones de lingotes de oro y plata.

"¿C-c-cuántos lingotes hay aquí?" preguntó Rias sin poder creer lo que veía.

"Hay unos siete millones de lingotes de oro y unos diez millones de lingotes de plata." Respondió Edzard mirando el montón de metales preciosos que había en su tesoro.

"¿Cuánto pesa cada lingote?" preguntó Sona mirando los metales.

"Cada lingote pesa un kilo." Respondió Asia.

"¡Me estás diciendo que allí dentro tienes una reserva de oro tan grande que si fueses un país estarías dentro del top diez de países con más reservas de oro en el mundo!" gritaron tanto Rias como Sona completamente en shock al calcular mentalmente la cantidad insana de dinero que había allí.

'Esto es increíble. Allí dentro hay más oro que el que posee mi familia.' Pensó Rias completamente en shock.

"Ed. ¿C-c-cómo juntaste esa loca cantidad de oro?" preguntó Issei tartamudeando por el shock.

"Esa es toda la riqueza que he obtenido como aventurero en Nirm. Aunque aquí también están los aportes que ha hecho Asia durante su corto tiempo como aventurera." Mintió Edzard, pues el solo había tenido una pequeña cantidad de oro en comparación con lo que había allí dentro. Esta cantidad insana de oro y plata había sido un regalo que había venido con el palacio. "Además, deje gran parte de mis riquezas a mis Edecanes y a ciertas personas que conocía."

Si todos estaban sorprendidos, ahora estaban completamente en shock, pues si eso no había sido todo lo que Edzard había tenido de dinero, no querían imaginarse la cantidad real que había tenido originalmente.

Cuando se recuperaron de la conmoción, siguieron caminando y llegaron a la armería y la forja del palacio. Cuando la puerta, la cual estaba tan bien protegida como la de la tesorería, se abrió, todos vieron una red de pasadizos, los cuales mostraban varias habitaciones. De estas habitaciones, solo seis tenían un nombre. Cuando se abrió las puertas con el nombre de Edzard, todos vieron una gran cantidad de Espadas, Mandobles y algunas lanzas y hachas. Todas estas armas estaban muy bien elaboradas, pero eran minimalistas con las decoraciones; sin embargo, las armas mostraban que estaban hechas de muy buenos materiales.

Los caballeros de ambas noblezas, pidieron ver algunas armas, pues querían compararlas con las que tenían. Edzard aceptó y les permitió coger algunas espadas. Al finalizar, todos dijeron que las armas eran perfectas tanto en equilibrio y balance.

La guía duro unas cuantas horas más, donde todos vieron algunos lugares más, como el baño, la sala de juegos de Marie, una pequeña iglesia cristiana, la cual causo un escalofrió en las columnas de los demonios, y un templo de los nueve divinos. Al finalizar la guía, todos se sentaron a charlar un rato mientras bebían un té hecho con plantas de Nirm. El té les había gustado tanto a ambos demonios de sangre pura que le habían preguntado a Asia si les podía regalar un poco. Siendo la persona de buen corazón que era, Asia aceptó y les regaló unos potes medianos con el té y una hoja con la forma en que debían de prepararlos.

Al final del día, el grupo Gremory se había ido por completo. El grupo Sitri se había dividido, pues casi todos los miembros se habían ido y solo quedaron en la sala Sona, Tsubaki y Tomoe.

"Entonces, Sitri." Dijo Edzard mirando a la hermana de Serafall. Llamaba así a la joven, porque a diferencia de Rias, a quien conocía por Issei, a ella él no la conocía mucho y no quería causarle una mala impresión a la joven. "Mencionaste que tenías una petición, ¿verdad?"

Sona miró la taza de té que tenía al frente y toman un trago, miró a Edzard. "Así es, Edzard-san."

"Ya veo. ¿Cuál es el pedido?" preguntó Edzard ya imaginándose lo que le pediría.

"Tu mencionaste que eres un herrero y lo hemos confirmado con las armas que tienes en tu armería personal."

"Entiendo. Quieres que forje un arma para tu caballero para poder equilibrar la balanza de poder entre tú y Rias, ¿verdad?" preguntó Edzard con una sonrisa.

"Así es." Dijo Sona con una sonrisa al ver que no tendría que explícale a Edzard lo que quería.

"Muy bien, ¿comenzamos?" dijo Edzard levantándose y dirigiéndose a la puerta.

Los tres demonios asintieron y siguieron a Edzard, quien comenzó a caminar hacia su fragua. Ya estando allí, Edzard comenzó a solicitarle a Tomoe las especificaciones para su espada. Luego de aquello, Edzard y Sona llegaron a establecer el precio a pagar por la espada, la cual tendría que ser entregada antes del inicio de las vacaciones de verano.


Edzard se encontraba descansando en su cama mientras Asia y Mittelt descansaban sus cabezas en su pecho y al lado de estas estaban Valerie y Aika. Todos estaban completamente desnudos, pues habían tenido un poco de diversión nocturna, la cual duró tres horas con seis rondas cada una.

'Ahhh. Qué bueno que ya terminé de elaborar el encargo de Sitri.' Pensó Edzard mientras peinaba el cabello de Asia.

El arma de Tomoe había tomado cinco días de forja, más que todo porque el no había estado las veinticuatro horas forjando. Al final, terminó todo y el arma ya estaba empaquetada en su caja de madera para entregarla en la fecha acordada.

Suspirando, se levantó de la manera más silenciosa y suave que pudo para no despertar a quienes dormían en la cama. Tomando una bata, se la puso y caminó hacia el balcón. Ya en el balcón de su habitación, Edzard tomó una copa de aguamiel mientras miraba la luna llena iluminar el lago y el bosque que rodeaban el palacio. Cuando estuvo por beber otro trago de su copa, un circulo mágico apareció cerca de su oído.

"Ahhh. Enserio, ¿Quién será a estas horas?" Dijo Edzard suspirando. Contestano la llamada, la voz de Azael se escuchó en su oído.

"Hola Azazel, ¿Qué sucede?" saludo Edzard. la voz de Azazel comenzó a escucharse mientras este le contaba a Edzard que Sirzechs quería hablar con él en persona. "Ya veo. Entonces lo veré mañana al anochecer."

Cuando Azazel estuvo por terminar la llamada, Edzard recordó algo. "Azazel. ¿Puedes reunir a los miembros del ORC y a los del consejo estudiantil mañana? Quiero les des una misión especial a ambos grupos. Toda la información te la enviare mañana temprano."


La habitación estaba iluminada por la luz que generaba cinco bolas de luz ubicadas en lugares estratégicos en la sala. Estas bolas de luz eran originadas por el hechizo Luz de Mago. Sentados en dos cómodos sillones frente a frente se encontraban Edzard y Sirzechs. Sin embargo, no estaban solos, pues en la sala también estaba Grayfia, quien se encontraba sentada junto Sirzechs.

"Sabes. Nunca entenderé ese fetiche de sirvienta que tiene tu esposa." Dijo Edzard mirando a Grayfia en ropa casual. El aun no lograba comprender por qué la esposa del líder de los demonios se vestía y actuaba como sirvienta.

"No es un fetiche, Edzard-kun." Respondió Sirzechs con una sonrisa incomoda. "Ella trabaja como sirvienta para la familia Gremory."

Edzard puso los ojos en blanco por aquello. Sin embargo, al no querer causar malentendidos, decidió tomar aire para ordenar sus pensamientos y volver al tema principal de la conversación.

"Entonces. ¿Hablaste con los líderes de tu facción sobre la información que les brinde?"

"Sí. Y debo decir que esto causara una gran cantidad de caos entre los pilares si se llega a saber. No solo por lo que él ha hecho, sino por lo que podría llegar a hacer." Respondió Sirzechs de manera sombría. "Así que, por lo tanto, y luego de discutirlo durante horas, decidimos comenzar tu plan."

"Bien. Entonces, solo es cuestión de tiempo." dijo Edzard. "Aún le queda sitio en su nobleza, ¿verdad?"

"Así es. Según tenemos conocimiento, el aún tiene un Alfil libre."

"Bien. Lanzaremos la línea y la carnada. Y luego solo nos quedara esperar."

Luego de aquello, ambos quedaron en un tranquilo silencio, el cual fue roto momentáneamente por Asia, quien ingresó a la habitación con una bandeja de plata con algunas tazas de porcelana vacías y una tetera llena de té de Raíz Canina.

"Tomen." Dijo Asia con una sonrisa mientras les entregaba a ambos demonios una taza de té a cada uno.

"Gracias." Dijeron ambos al recibir la taza de té.

"Está muy rico." Dijo Grayfia con una sonrisa en su rostro al beber el té. Levantando su vista, miró a Asia. "Disculpa, Asia-san. ¿Cómo haces este té?"

"Es una receta personal que cree cuando vivía en Nirm." Respondió Asia mientras miraba a su esposo. "La hice para que Ed dejase de beber tanta cerveza y bebiese algo que no contenga alcohol."

Edzard se sonrojó cuando vio que Grayfia le daba una mirada de desaprobación. Cuando estuvo por darle una respuesta, un circulo mágico apareció al lado del oído de Sirzechs, quien abrió los ojos mientras gritaba de sorpresa.

"¡¿Cómo que unos hombres lobo están atacando el bosque de familiares?!"


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y finalmente la tercera y última parte de las actualizaciones de hoy.

Esta parte fue un poco más divertida de escribir porque al fin pude poner la escena de batalla más épica que pude imaginar: Issei vs Marie, XD.

Como se ve, Edzard se ha adherido al pacto de Kuoh, pero el tiene un estatus especial allí. Mas adelante explicare las condiciones que Edzard solicitó para trabajar junto a ellos. Además, el palacio de Edzard es una estructura muy importante, la cual cumplirá varios papeles indispensables en el futuro.

En serio, sí que fue agotador esto. Ahora, cambiare nuevamente el ritmo de las actualizaciones, ya que ahora publicare los capítulos cuando estén listos. Puede que algunos salgan de manera semanal o quincenal, todo depende de que tan inspirado este o cuanto tiempo disponga para escribir. Esto lo hago porque mi vida se está poniendo más agitada cada dia que pasa. T.T

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.