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Capítulo 37

Trader Town 297 AC

La ciudad de Trader Town, situada en Yi Ti, no era tan grande como otras ciudades, pero estaba en constante crecimiento gracias a las continuas caravanas comerciales que la atravesaban. Era precisamente por estas caravanas que la ciudad recibía su nombre, ya que era un punto de paso clave entre Tiqui, otra ciudad de Yi Ti, y Kayakayanaya, la ciudad que conecta con el Camino del Acero, una de las rutas para cruzar las Montañas de los Huesos.

Trader Town era la capital del Imperio Dorado de Yi Ti bajo el mando del Emperador Naranja, Pol Qo. Este antiguo general de Yi Ti se había arrogado honores imperiales por falsas victorias y logros inexistentes. Tras su autoproclamación, se atrincheró en este poblado mientras aumentaba sus dominios e influencia a través de diversas tácticas. Al principio, sus métodos eran más o menos honorables, pero desde hace unos meses, tras una incursión contra los Jogos Nhai, el general cambió drásticamente. Ninguno de sus más cercanos allegados sabía qué había sucedido, pero se había vuelto alguien sanguinario y cruel. Los antiguos intentos de ganarse lealtades con promesas, regalos e intimidación cambiaron a un enfoque centrado en la crueldad y el terror.

Como resultado, el ambiente de la ciudad cambió notablemente. Todos los que pasaban por allí sentían un frío que calaba en los huesos. Además, desde el cambio del general, parecía que el mismo sol había cambiado, ya que ya no calentaba a los que allí vivían.

La ciudad estaba fuertemente custodiada por el ejército del General Pol Qo, compuesto por más de veinte mil soldados. Estos soldados estaban divididos en las tres típicas fuerzas que conformaban un ejército: infantería, arqueros o, en este caso, ballesteros, y caballería. Cada una de estas unidades tenía sus subdivisiones, como infantería pesada o ligera, entre otras. Los más importantes eran la guardia del Dios-Emperador, la élite de la élite de cada ejército de Yi Ti.

"Vaya... nunca creí ver tantos soldados juntos," dijo Pyp con asombro mientras miraba la cantidad de soldados en las calles de Trader Town.

"La verdad es que no son muchos soldados... al menos para lo que uno esperaría ver en Yi Ti," comentó Sam con algo de decpecion, comparando la cantidad de soldados en la ciudad con la que había visto en la rebelión de los Greyjoy. Aunque su familia era poderosa, no podían reunir veinte mil soldados. Sin embargo, los libros que había leído sobre Yi Ti le habían dejado una expectativa muy alta, ya que recordaba que el emperador Lo Bu había reunido una hueste de trescientos mil soldados para aniquilar a los Jogos Nhai.

"¿Qué tantas tropas esperabas de este general?" preguntó Edd con curiosidad mientras ayudaba a guiar el carro tirado por caballos.

"Unas cien mil al menos. Digo, es uno de los competidores por el trono del Imperio Dorado. No creo que el emperador Bu Gai considerase un contendiente a alguien con menos tropas que esas."

"Parece que aquí en Yi Ti las cosas no son como en casa," comentó Jon con algo de diversión, llamando la atención de sus amigos. "Al parecer, no todos aquí parecen obedecer a algún señor."

"¿Por qué?" preguntó Grenn con curiosidad. "¿No se supone que aquí también los vasallos responden a su señor enviando tropas para una guerra?"

"Sí, se supone... pero por lo que he podido ver, no todos obedecen al emperador en Yin," respondió Jon mientras él y Daenerys regresaban.

El hijo de Ned Stark y la hija de Aerys Targaryen se habían separado de su grupo para pedir permiso para entrar y vender su mercancía. Estaban vendiendo mercancía en una ciudad de Yi Ti como parte del plan de Jon para infiltrarse en este lugar.

Cuando Jon leyó la mente de aquel capitán, descubrió que era parte de una avanzadilla enviada para mapear el territorio cercano a los Five Forts y buscar carbón, un recurso actualmente escaso en Trader Town. La ciudad necesitaba carbón para sus fraguas, esenciales para la producción de virotes de hierro para el ejército del general Pol Qo. Dicha escases fue la razón por la que el general envió una partida de jinetes en busca del material en los lugares donde las tropas del Emperador de Yin no tenían tanta presencia o capacidad de rápida respuesta.

Cuando Jon descubrió esto, comenzó a hablar con sus amigos mientras despojaban a los jinetes de sus armaduras y armas.

Flashback

"¿Esos cabrones estaban aquí para buscar carbón?" preguntó Grenn con molestia y algo de sorpresa mientras quitaba la armadura a uno de los jinetes y la guardaba en su bolso encantado.

"Sí," respondió Jon, quien también estaba despojando a otro jinete.

"Es raro... se supone que Trader Town es un lugar de comercio importante. Seguro que algunos comerciantes de carbón pasan por allí..." comentó Sam mientras despojaba a otro jinete de su armadura.

"Sí, a menos que incluso con esos comerciantes no tengan suficiente carbón para sus fraguas," añadió Jon tras pensarlo un poco más. "Aunque eso no es lo interesante..."

Las palabras finales de Jon hicieron que todos se detuvieran. Recordaron cómo Jon les había mencionado que parecía haber una piedra sello en Trader Town. Aquella noticia los había sorprendido, pues no sabían cómo había terminado allí, bajo la mirada del general Pol Qo.

"¿Cómo planeas meterte en esa ciudad?" preguntó Edd mientras se sentaba sobre un cadáver. "No será fácil... no será como lo de las Islas del Verano."

La pregunta de su amigo dejó a Jon pensativo. Una cosa era entrar en una cueva, donde había más facilidad para ocultarse. Pero la piedra sello seguramente estaba en los aposentos de Pol Qo, lo que significaba infiltrarse en una ciudad llena de soldados y robar algo de la que podría considerarse la zona más segura de aquel lugar.

'Lo difícil no será entrar, sino encontrar la piedra... tengo algunas maneras de colarme, pero ¿cómo entro en la ciudad sin llamar la atención?' pensó Jon, recordando algo. 'Ellos están faltos de carbón y por el sur hay un bosque enorme... hacer carbón no es muy complicado... solo tendría que quemar el bosque completo y listo... bastante carbón... no, no sería lo mejor... creo que mejor le compro a los pueblos cercanos... sí, mejor así... compro las carretas y el carbón... tal vez pierda oro, pero ¿Qué es el oro comparado con una piedra sello?'

Tras ese pensamiento, Jon miró a sus amigos, quienes al verlo sintieron escalofríos recorrer sus cuerpos.

"Tengo una idea…" dijo Jon mientras se acercaba a ellos.

Fin del Flashback

La idea de Jon había sido simple: hacerse pasar por mercaderes con un cargamento de carbón. Para hacerlo más creíble, usaron los caballos de los jinetes y compraron ocho carromatos llenos de carbón. Al final, crearon una caravana considerable. Afortunadamente, no encontraron ningún bandido en todo el trayecto hasta Trader Town.

"¿Cómo te fue con el registro de la mercancía?" preguntó Sam con curiosidad mientras miraba a sus amigos.

"Fue perfecto." respondió Jon rápidamente. "Se tragaron el cuento de la pareja de comerciantes primerizos que está haciendo su primera venta y que fue financiada por su padre."

La respuesta de Jon hacía referencia a la cobertura que habían decidido usar para actuar como comerciantes. La historia era que Jon era un hijo ilegítimo por el cual su padre había sentido pena, y para darle un futuro, le había dado dinero para que se volviera mercader, mientras lo casaba con una joven cuyo padre había sido asesinado hace tiempo y que era huérfana. Sí, una historia fantasiosa creada con fragmentos de su historia real para facilitar la mentira.

"Genial... ¿Cuánto del carbón estarán comprando?" preguntó Pyp, esperando deshacerse de todo el cargamento y no tener que viajar con esa caravana nuevamente.

"Todo... al parecer necesitan el carbón para crear más armas. Todo apunta a que parece que el emperador de Yin planea atacar este lugar pronto."

La conversación de los amigos se llevaba a cabo en la lengua común de Poniente, por lo que los presentes no podían entenderlos. Para comunicarse con los encargados de la aduana en la ciudad, habían usado el Alto Valyrio, que era un idioma usado en esta parte del mundo. Por eso, en ese momento su conversación llamaba la atención de los soldados y de otros comerciantes.

Cuando Jon se percató de ello, les hizo una seña para comenzar a moverse. Mientras caminaban, conversaban sobre cosas triviales para disipar cualquier tipo de sospecha sobre ellos.

"¿Dónde nos quedaremos, esposo?" preguntó Daenerys con algo de vergüenza al decir la palabra "esposo".

La pregunta fue hecha en Alto Valyrio para que algunos de los que sabían ese idioma pudiesen entenderlos y así darle más credibilidad a su coartada.

"Hay una posada no muy lejos de aquí." respondió Jon mientras miraba el camino por el que iban. "Pero antes nos dirigiremos al cuartel a dejar el carbón para que los herreros comiencen a trabajar."

"Está bien..." dijo Daenerys mientras se acercaba lentamente a Jon para caminar más cerca.

Cuando Daenerys estuvo al lado de Jon, él movió su brazo para rodear la cintura de Daenerys, acercándola más a él. Esto lo hacía para dar la apariencia de una pareja muy enamorada. Mientras hacían esto, ambos se sentían incómodos, pero por diferentes razones. Daenerys se sentía incómoda por lo que estaba comenzando a sentir por Jon, un afecto que sabía que estaba yendo más allá de la amistad. Lamentablemente, sabía que su amigo no devolvía esos sentimientos, al menos por ahora, pero confiaba en que, con el tiempo, podría tal vez hacer que él se enamorara de ella. Por su parte, Jon se sentía incómodo por el hecho de que Daenerys era de las cuarenta familias de Valyria. Aunque no quería matarla como al resto de esos cabrones, eso no significaba que su mente hubiera desterrado del todo lo que era Daenerys. Ese pensamiento asqueaba a Jon, pues sabía que Dany no era como sus antepasados, pero, aun así, no podía desterrar ese pequeño fragmento de su mente que le decía que ella era peligrosa. Tal vez con el tiempo eso cambiaría, pero él no lo sabía... al final, solo el tiempo lo diría.

Mientras los dos jóvenes fingían ser una pareja amorosa, sus amigos se reían de ellos, pues sabían que no era cómodo para ellos estar así. Ellos, en especial Sam y Edd, no eran tan estúpidos como para no ver que Daenerys estaba comenzando a enamorarse de Jon. Lo podían ver en sus ojos brillantes al ver a Jon. Si bien sería incómodo que ellos se volvieran pareja, tampoco les molestaría, pues para ellos, tanto Jon como Dany eran sus amigos y si eran felices juntos, ¿quiénes eran ellos para negárselo? Aun así, mientras caminaban, se miraron e hicieron algunas apuestas, cada uno con su condición de victoria.


La luz de la luna iluminaba tenuemente el territorio que conformaba Trader Town. La noche de ese día era más fría de lo habitual desde el cambio de conducta del general Pol Qo, provocando una ligera niebla que calaba hasta los huesos de aquellos que vivían en este lugar y de los comerciantes que pernoctaban aquí. Mientras muchas personas descansaban tranquilamente, en las afueras del "Palacio Imperial" se encontraba una figura encapuchada, observando detenidamente todo el lugar.

"Realmente cuesta creer que esa estructura sea el Palacio Imperial de Pol Qo." dijo Jon en un susurro mientras miraba las patrullas de soldados yitienses moverse por una muralla.

El palacio de Pol Qo, si es que se le podía llamar palacio a una estructura aún en construcción, era una fortaleza típica yitiense. Las fortalezas yitienses eran edificaciones rectangulares de varios pisos, normalmente seis pisos de alto, que solían medir unos treinta metros, pero habían excepciones como lo era este palacio. Cada piso era más pequeño que el anterior, y en cada techo de cada piso se podían ver tejas de color rojo. Había diversos patrones en cada una de las barandas de cada piso, adornadas con joyas, algunas de oro y jade.

El palacio estaba en construcción, por lo que se podían ver las maderas que usaban de soporte los constructores para mantener las paredes, ya sea del palacio, que solo estaba construido hasta cierto punto, o de las murallas, que estaban siendo expandidas para ser más grandes y altas.

"Las remodelaciones indican que se están preparando para el asedio... pero cuándo tendrá lugar el ataque del emperador de Yin, aún no se sabe. Pero mientras esto esté así, la seguridad del palacio de seguro ha aumentado mucho. Es posible que teman un ataque por parte de un asesino hacia el general Pol Qo." dijo Jon mientras sacaba una poción de su bolsa encantada.

La poción estaba en un frasco de vidrio de color blanco como la leche. De hecho, cualquier persona que la viera la confundiría con leche de amapola. Sin embargo, este brebaje no era para calmar el dolor. No, esta poción estaba hecha para hacer invisible a quien la bebiese.

'Los ingredientes para una poción como esta no son fáciles de hallar en este mundo,' pensó Jon recordando lo que su maestro le había enseñado de alquimia. Si bien él podía crear pociones con las plantas de este mundo, para hacerlo tenía que buscar un ingrediente que fuera literalmente el duplicado de aquel producto en Nirm. Por ejemplo, para hacer una poción de invisibilidad se usaban alas de Actias luna, dientes de espectro de hielo y polvo de vampiro. Como alguien supondría, algunos de esos ingredientes no existían en este mundo, solo en Nirm. Pero en este mundo se podía hacer esa poción usando Actias luna, polvo de huesos y hielo, pero para darle el poder mágico que contenían los otros ingredientes, debía agregar magia en todo el proceso, el cual era el doble de largo que el necesario para esa poción en Nirm.

Sabiendo lo rara y complicada de hacer que era la poción, Jon dudó por un segundo en beberla. Pero cuando se recordó que era para obtener una piedra de sello, no dudó más. Si bien aquella poción era valiosa, obtener una de las piedras para sellar lo que sea que haya en Valyria valdría cualquier costo no humano, ya sea en objetos o en oro. Así que, sin pensarlo más, bebió el contenido de la poción de un solo trago.

Cuando la poción ingresó en el sistema de Jon, rápidamente hizo que el cuerpo del hijo bastardo de Ned Stark desapareciera de la vista, fundiéndose con el entorno, permitiendo que aquellos que posaran su vista en él no pudieran verlo en absoluto.

Si bien para los demás Jon era invisible, para sus propios ojos, él no lo era. Él podía verse, claro que no como lo haría de día, pero podía verse. Esto le resultó curioso, pero no tenía tiempo para distraerse. Así que, estirándose, comenzó a prepararse. Por primera vez, debido a la complejidad de la misión, Jon dejaría de contenerse tanto como lo hacía mientras viajaba. Terminando de estirarse, Jon salió corriendo, dirigiéndose hacia la muralla.

Los pasos que daba Jon eran rápidos, lo que provocaba bastante ruido. Este ruido llamó la atención de algunos guardias, quienes miraron hacia la dirección por donde corría Jon. Sin embargo, al no ver nada, pensaron que solo era el viento. Aunque, sin que ellos lo supieran, Jon estaba entre ellos, habiendo saltado hacia la muralla y usando unas piedras de la parte sin construir para impulsarse y sobrepasar la altura de la muralla, cayendo en el interior del lugar.

¡PUFFF!

El sonido de algo cayendo y rompiendo una caja de madera llamó la atención de los guardias, quienes tomaron sus armas y giraron en dirección del sonido. Los ojos de ambos soldados mostraron confusión cuando solo vieron una caja de madera rota. Mirándose entre sí, examinaron sus alrededores, pero no vieron nada. Esto hizo que solo movieran los hombros, pues si no veían nada, eso quería decir que no había nada, por lo que, tras mirar, volvieron a sus puestos.

Mientras ellos caminaban, Jon se encontraba pegado a la parte interior de la muralla ya construida, mirando cómo esos guardias se alejaban.

'Uffff... sí que tuve suerte...' pensó Jon mientras soltaba un suspiro y volvía a mirar hacia el frente. 'Si esto es como lo que sucedió en las Islas del Verano, la piedra está en el cuarto de Pol Qo... y si estos palacios de los yitienses son como pienso, entonces, la recámara del líder está en el piso superior...'

Mientras pensaba eso, Jon miraba la estructura que era el palacio. Pese a que aún había algunas partes en construcción y reforzamiento, el lugar estaba hecho de bloques de piedra blanca, tan bien unidos que no dejaban lugares que permitiesen escalar tranquilamente. Aun así, mientras miraba, Jon supo que tenía que tomar una ruta donde no se topara con nadie o que hubiese pocas posibilidades de ser descubierto y que tuviera un camino limpio para llegar antes de los cinco minutos.

El tiempo de los cinco minutos era la duración de la poción de invisibilidad. Todas las pociones tenían un tiempo de duración para sus efectos. Los tiempos eran casi estándar para las pociones, en especial aquellas que eran para mejorar algún atributo o habilidad, algo que él siempre pensó que era raro, pero su maestro le había dicho que era porque esas pociones solo tenían un cierto tiempo en su cuerpo antes de que sus poderes se disiparan y solo quedara el líquido sin ningún poder sobrenatural.

'Ummm... mi mejor opción es ir por la parte exterior, así podré evitar a los guardias y cualquier pelea innecesaria,' pensó Jon mientras comenzaba a caminar lo más silenciosamente posible. Caminó entre varios guardias que patrullaban el patio interior entre el palacio y la muralla, y en cada lugar que pudo, colocó varias runas explosivas en lugares clave. Esto lo hacía para crear una distracción en caso de necesitarla.

Jon estuvo caminando hasta que llegó a la base del palacio, por donde subió usando las escaleras hasta el primer piso. Una vez allí, dio un gran salto, llegando hasta el techo de ese piso. Sin embargo, cuando tocó la teja, que estaba húmeda, su pie resbaló, haciéndolo caer. Afortunadamente, logró maniobrar en el aire y terminó cayendo de pie al suelo, flexionando las rodillas para minimizar el sonido al caer.

'Tch...' pensó Jon con molestia cuando se dio cuenta de que sus botas, que tenían suelas lisas para no generar mucho ruido, no le serían útiles para escalar correctamente. 'Esto no me deja otra opción... solo espero que la poción no tome esto como un intento de ataque y se disipe.'

El pensamiento final de preocupación de Jon estaba dirigido al hecho de que no solo el tiempo estaba en su contra con el tema de la invisibilidad, sino que, por algún motivo extraño, el efecto de la poción se eliminaba cuando se intentaba atacar a alguien con un arma o a puño limpio. Por ello, temía que al sacar lo que estaba pensando usar, la poción se disipara. Afortunadamente, cuando sus manos tomaron lo que iba a usar para escalar, la poción no se disipó. Aquello provocó que soltara un suspiro de tranquilidad.

'Bien... empecemos,' pensó Jon, para un segundo después tomar un poco de distancia con un salto y luego salir corriendo hacia la pared. Cuando llegó a ella, escaló unos pocos metros corriendo y luego dio un salto en dirección contraria a la pared. Esto hizo que se impulsara y llegara hasta la base del techo. En ese momento, girando su cuerpo noventa grados de manera horizontal, quedó mirando a la pared nuevamente. Cuando se dio cuenta que la base del techo estaba por encima suyo, Jon movió ambas manos.

¡Clinck! ¡Clinck!

Fue el sonido que provocaron los dos ganchos de acero que tenía Jon en cada mano. La respuesta que el joven bastardo había encontrado para el problema de sus suelas lisas fue usar ganchos para trepar. Por la forma del palacio, no podría trepar de manera recta, ya que el techo de cada piso le impediría subir de manera normal. Así que, para poder hacerlo, debía de impulsarse con las paredes para llegar al lugar exacto para engancharse en los filos de los techos. Debía de ser cuidadoso, pues si se pasaba de fuerza, terminaría impulsándose de más y caería al suelo.

'No sé si me pasaría algo si caigo desde esta altura... pero no quiero averiguarlo,' pensó Jon mientras comenzaba a balancearse adelante y atrás, para así comenzar a tomar impulso. Cuando sintió que había ganado el impulso suficiente, se lanzó hacia atrás y, haciendo uso de una flexibilidad inusual, logró caer en el techo, pero esta vez, cayó en un lugar más plano, lo que hizo que se diera cuenta de algo... 'Estos techos tienen partes planas en ellos...'

El pensamiento fue acompañado de una mirada en blanco, pues Jon se dio cuenta de que no era necesario que hiciera todas esas piruetas... solo debía calcular dónde estaban esas partes planas de los techos para poder caer bien. Al darse cuenta de esto, simplemente suspiró y, mirando mejor el siguiente techo, vio que había una parte más plana. Una vez que lo identificó, dio un salto y cayó en la parte plana del techo. Al ver esto, solo sonrió y, sin perder tiempo, continuó saltando de tejado en tejado.

Le tomó un par de minutos más, pero al fin llegó al piso indicado: el décimo. La subida había sido más fácil desde el séptimo piso, pues ese piso y los siguientes estaban en reconstrucción, por lo que había partes donde no había techo. Fue allí donde usó las tablas de los constructores para saltar de un lugar a otro, subiendo rápidamente hasta llegar a la recámara del General Pol Qo.

'Ya llegué...' pensó Jon mientras miraba el piso que era la habitación del Primer Emperador Naranja.

El piso tenía ventanas cuadradas rodeadas de decoraciones en verde. Aprovechando eso, Jon se acercó a una y miró al interior. El interior de aquel lugar no era nada del otro mundo, solo una habitación extremadamente espaciosa y muy decorada con cortinas de seda que caían desde el techo, muebles de caoba muy bien decorados, cuadros yitieneses, tapicería de Myr y velas que permitían iluminar el interior.

'Ummm... no veo ningún signo de que Pol Qo o la piedra sello estén aquí,' pensó Jon mientras examinaba el interior de la habitación. Lamentablemente, debido a la posición de la ventana, no pudo ver todo el interior. Por ello, Jon se vio obligado a entrar.

Abriendo suavemente la ventana, Jon ingresó a la habitación sin hacer ruido. Caminando suavemente por el interior, comenzó a buscar la piedra. Sus ojos se movían en todas direcciones, tratando de encontrarla. Incluso usó un pergamino que contenía el hechizo de «Clarividencia» para localizarla, pero la línea púrpura que aparecía le indicaba que estaba allí, a sus pies.

'¿Por qué el hechizo me dice que está bajo mis pies? Si no hay nada allí, solo otros... pisos... ¡Mierda! ¡Está en los pisos inferiores!' pensó Jon con molestia al darse cuenta de que la piedra no estaba en el piso superior. 'Joder, debí usar «Clarividencia» para guiar mejor mi camino... Carajo, soy un idiota...'

Aquellos pensamientos mantuvieron distraído a Jon, quien no se dio cuenta cuando la línea púrpura comenzó a apuntar a la puerta de la habitación. El chirrido de la puerta al ser abierta provocó que Jon volviera en sí y mirara en esa dirección. Cuando lo hizo, vio a un hombre de edad similar a la de su padre. Este hombre tenía el cabello peinado en una coleta alta con un moño, atado con una tira de seda color naranja. La ropa de este hombre era una armadura de escamas yitiense, bajo la cual se notaba que llevaba un traje de seda de color naranja con detalles en dorado. Llevaba una espada en su cinturón, que tenía una peculiar gema de color rojo engarzada en el pomo.

'¡Por las tetas de Dibella, tiene la piedra sello como una pieza de joyería en su espada!' gritó mentalmente Jon con asombro al ver cómo la piedra que buscaba estaba en la espada del Emperador Naranja. Aunque, al verla bien, Jon se dio cuenta de algo. '¡¿La piedra sello está encogida?! ¡¿Cómo en el nombre de los dioses ha podido encoger un artefacto como ese?!'

La razón por la que Jon se preguntaba aquello era simple: las piedras sello eran objetos de enorme poder, que no podían ser manipulados, así como así. Incluso él, el aprendiz del Dovahkiin, quien creó esas piedras, no podía controlarlas del todo. Sin embargo, un humano parecía que sí... al menos ese fue el pensamiento de Jon hasta que se dio cuenta de algo.

'Es casi imposible que alguien sin conocimiento sobre la magia pueda controlar una gema como esa... no, lo más probable es que sea la gema quien, al igual que en las Islas del Verano, controle a Pol Qo,' pensó Jon mientras miraba al general, quien cerró la puerta de un portazo y luego miró hacia donde estaba Jon.

Aquella acción sorprendió a Jon, pero no tanto como lo que ocurrió a continuación. Todo sucedió muy rápido, tanto como para casi tomar por sorpresa a Jon. Pol Qo se había movido extremadamente rápido y mientras lo hacía, había desenfundado su espada, lanzando un tajo diagonal contra el pecho de Jon, quien, al verlo, dio un paso hacia atrás y usó uno de los ganchos para detener el ataque. Lamentablemente, al hacer esto, la poción dejó de funcionar y Jon se volvió visible mientras retrocedía varios metros.

"Sabía que Bu Gai enviaría a un asesino por mí... pero no imaginé que fuera alguien de fuera de Yi Ti," habló Pol Qo con voz fría como el hielo... de hecho, su voz era tan fría que Jon, quien no entendía que decía el yitiense, vio cómo el ambiente comenzaba a congelarse mientras Pol Qo caminaba hacia él. "No me importa saber quién eres... o de dónde vienes, lo único que importa es que morirás aquí y no hay nada que puedas hacer... y mientras mueres, maldice al dios emperador que te envió a morir."

Tras esas palabras, Pol Qo se lanzó contra Jon a una velocidad considerable. La espada que usaba era una espada recta de doble filo, ligeramente larga. La guarda era, a diferencia de otras espadas que jon había visto, casi inexistente. Aun así, la espada era elegante y se notaba que era muy ligera. La ligereza de la espada se mostró cuando Pol Qo lanzó cuatro tajos muy rápidos, algo que con una espada normal no sería tan fácil.

Los ataques del general eran rápidos, pero Jon también lo era. Pese a que no estaba usando «Gandravar», pudo usar los ganchos para desviar los ataques fácilmente. Aquello sorprendió a Pol Qo, quien se dio cuenta de que Jon no era alguien ordinario.

"Veo que no eres normal..." dijo Pol Qo con ligera sorpresa en su voz. "No sé cómo Bu Gai te contrató, pero he cambiado de opinión... trabaja para mí y cuando elimine a los falsos dioses emperadores, te bañarás en honores... te daré ciudades para gobernar, tendrás a todas las mujeres que quieras y tanto oro que no sabrás qué hacer con él."

La propuesta de Pol Qo resonó en los oídos de Jon y para su sorpresa, y algo de terror, estuvo tentado a aceptar. Esto era realmente sorprendente para Jon, pues él tenía su destino fijo, completar la última petición de su maestro. Así que le sorprendió que algo como esta proposición le fuera tentadora. Sin embargo, pese a que era tentadora, su fuerza de voluntad fue más fuerte, por lo que pudo mantenerse firme y, sonriendo, se negó.

Cuando Pol Qo vio la sonrisa en el rostro de Jon, se enojó y frunciendo el ceño, soltó un suspiro decepcionado.

"Vaya, eso es decepcionante..." dijo Pol Qo mientras levantaba su espada y golpeando el suelo, provocó que la piedra sello brillara por un segundo.

La luz fue tan brillante que cegó a Jon, quien tuvo que cubrirse los ojos con una mano para prevenir quedar ciego de forma permanente. Cuando la luz se extinguió, Jon pudo abrir los ojos y lo que vio lo aterrorizó mucho. Ya no estaban en la habitación de Pol Qo, sino en un campo lleno de colinas nevadas, donde se podían ver cientos, no, miles de cuerpos, todos ellos congelados con muecas espantosas de agonía y dolor absoluto.

'¿Dónde estamos?' pensó Jon mientras miraba el lugar con absoluta sorpresa e incredulidad, sin entender qué había pasado. Lamentablemente, no pudo pensar mucho más, pues sintió que alguien se acercaba con la intención de matarlo. Al mirar a un lado, vio a Pol Qo cargando contra él con clara intención de eliminarlo rápidamente.

Al verlo cargar, Jon dio un paso hacia atrás y soltando los ganchos que había tenido en sus manos, tomó la empuñadura de «Gandravar». Con un movimiento rápido, sacó su espada de su funda y con otro movimiento ágil, la usó para detener el ataque del general.

¡Clanc!

El sonido del metal chocando se escuchó cuando ambas armas colisionaron. La fuerza de la colisión fue grande, lo que hizo que Jon terminara derrapando algunos metros.

'Es fuerte…' pensó Jon cuando dejó de derrapar. Levantando la mirada, vio que el general lo miraba con molestia, algo que demostraba que no esperaba que Jon detuviera su ataque. Al percatarse de ello, Jon tomó una postura para prepararse para atacar.

Soltando un ligero suspiro que salió como humo debido al frío, Jon se lanzó contra Pol Qo. La velocidad de Jon sorprendió a Pol Qo, quien movió su espada para detener los ataques de Jon. Al momento en que comenzaron su lucha, las chispas comenzaron a surgir mientras ambos se atacaban y defendían.

Los ataques de Jon eran rápidos, algo que sorprendió a Pol Qo, pues esperaba que la espada de Jon lo hiciera más lento. Aun así, el general no se quedaba atrás en sus habilidades, pues contrarrestaba todos los ataques de Jon. Además, también contraatacaba con sus propios movimientos.

La espada de Jon se movió de manera descendente, mientras que Pol Qo lanzó un ataque ascendente para detenerlo. Las espadas de ambos chocaron, dejándolos a ambos forcejeando.

Los brazos de ambos empujaban con fuerza, tratando de superar a su enemigo, lo que les daría una apertura necesaria para ganar. Al menos, eso fue por un tiempo, ya que, tras pocos segundos de aquel forcejeo, Pol Qo soltó una mano de su espada y con un movimiento rápido, le lanzó a Jon un puñetazo dirigido hacia el rostro.

La acción de Pol Qo sorprendió al joven bastardo, quien tuvo que mover su cabeza, lo que lo forzó a mover su cuerpo para no perder su centro de equilibrio. Como consecuencia, la espada de Jon fue vencida en el duelo de forcejeo, lo que hizo que la espada de Pol Qo casi cortara a Jon en el pecho. Sin embargo, el joven bastardo pudo esquivar el golpe dando un ligero salto hacia atrás.

Cuando Jon aterrizó, tuvo que defenderse de los ataques de Pol Qo, los cuales en ese momento dejaron de ser solo ataques con una espada. Esto se debía a que, con cada ataque, el general también usaba sus puños o sus piernas para atacar a Jon, quien se vio abrumado por este tipo de lucha.

Los ojos del bastardo de Eddard Stark se mantenían fijos en su enemigo, lo que le permitió esquivar un ataque directo a su plexo solar. Aquel ataque fue el resultado del intento de Pol Qo de lanzarle una patada voladora tras un tajo elevado horizontal.

Ese ataque fue esquivado por Jon, quien se vio forzado a retroceder, lo que resultó ser un error, pues cuando Pol Qo vio que su ataque había fallado, giró e impulsándose con su otra pierna, le lanzó un golpe a Jon en todo el estómago con su puño.

"¡PUAJ!" fue lo que salió de la boca de Jon cuando el golpe conectó, algo que lo sorprendió, pues lo había visto llegar y se había movido, pero no lo había hecho lo suficientemente rápido.

'¡¿Qué sucedió?! ¡Sé que vi su ataque y me moví para esquivarlo, pero…! ¡¿Por qué me moví tan lento?!' fue el grito mental que soltó Jon cuando logró recuperar el aliento. Si bien el golpe fue duro, no le quitó todo el aire, pues falló el punto exacto debido a que él se había movido a un lado.

Lamentablemente, aquellos pensamientos fueron enterrados cuando se dio cuenta de que lo volvían a atacar. Esta vez el ataque de su enemigo fue una patada baja. Al verla, Jon intentó esquivarla, pero no pudo, debido al golpe que su cuerpo había recibido, lo cual hizo que reaccionara lento y fue derribado, estando a punto de caer al suelo. Sin embargo, aquello no fue el final del ataque de Pol Qo, pues el yitiense movió su espada con la clara intención de matarlo con un solo tajo.

"¡Maldición!" gritó Jon usando la lengua común de Westeros mientras movía su mano y usaba a «Gandravar» para detener el ataque.

¡Clanc!

El sonido del metal chocando se hizo presente cuando Jon logró mover lo suficiente a «Gandravar» para poder detener el ataque de Pol Qo. Sin embargo, pese a que detuvo el ataque, debido a que estaba suspendido en el aire cuando lo hizo, Jon salió disparado por la fuerza del ataque de su enemigo.

El cuerpo de Jon salió disparado varios metros, golpeando el suelo como una piedra en la superficie del mar. Tras varios golpes, logró maniobrar para ponerse en pie y usando su espada, logró detener su avance.

"Haahhh... Haaahhhh..." fueron las largas respiraciones que surgieron de la boca de Jon, quien se sentía cansado, algo que también lo descolocó, pues no había estado peleando mucho tiempo.

'¿Qué mierda? ¿Por qué estoy tan cansado? Aún no he usado nada de magia y mucho menos he estado luchando por mucho tiempo,' pensó Jon con confusión. La confusión que sentía hizo que comenzara a mirar a su alrededor, observando el aparentemente infinito campo nevado.

La ubicación no parecía nada del otro mundo, por lo que Jon la descartó de inmediato como la fuente de su cansancio. Al menos por unos segundos, pues mientras miraba el páramo, por el rabillo de su ojo derecho vio algo en su mano derecha.

'¿Qué es eso?... ¿Hielo?' fue la pregunta mental que se hizo Jon al ver cómo sus guantes estaban cubiertos por escarcha. Aquello era algo improbable, él mismo sabía que no hacía tanto frío como para escarchar la ropa, después de todo, había vivido una parte de su vida en el lado más al norte de Westeros donde podía estar un hombre. Y en todo ese tiempo, nunca vio la ropa escarcharse así.

Al ver la escarcha, flexionó la mano y vio con sorpresa que esta no se movía igual que antes, no porque la escarcha impidiese su movimiento, pues él sentía el movimiento normal, sino que, por alguna razón, su mano se movía más lento. Aquella revelación hizo que mirara de manera rápida el resto de su cuerpo, descubriendo que varias partes estaban cubiertas con esa escarcha.

Fue en ese momento, en que Jon al fin entendió qué sucedía. La mente del bastardo se dio cuenta de que todo este lugar era una especie de Reino de Bolsillo. Un Reino de Bolsillo era un plano de existencia donde, normalmente, no se aplicaban las leyes naturales del mundo, sino las leyes del propio reino de bolsillo.

'Ya veo... Esto es increíble... un reino de bolsillo, un plano creado donde no se aplican las leyes naturales... La única razón por la que esta escarcha me está afectando de esta manera es porque de seguro está impregnada de Magicka. Esto hace que esto sea como una runa de escarcha de gran tamaño, la cual me aplica los efectos secundarios de la magia de destrucción de escarcha,' pensó Jon con sorpresa pintada en su rostro mientras tomaba una decisión rápida.

Los efectos de la magia de destrucción, es decir, la rama de la magia Nirmniana, tenían efectos secundarios en caso de que quien la recibiera no muriese. La escarcha te cansaba más rápido, a la par que ralentizaba tu cuerpo, mientras que los relámpagos atacaban no solo el cuerpo físico, sino también las reservas de Magicka del objetivo, algo que era perjudicial para los magos. Aunque, él no era un mago puro... de hecho, ni siquiera sabía a qué clase estándar pertenecía, pues usaba magia de la segunda y de la cuarta era... algo que impedía que cayera en una clase en específico.

Sin embargo, eso sería lo que lo ayudaría en este momento. Dejando de pensar en la escarcha que había en su cuerpo, Jon cerró los ojos y tras soltar una gran bocanada de aire, juntó Magicka en su mano libre. Lentamente comenzó a formarse una llama en la mano de Jon, con una pequeña esfera en el centro. Aquella llama era el signo de un hechizo de tipo defensivo-ofensivo de cuerpo a cuerpo.

Cuando la mano de Jon se cerró en un puño, la esfera en el interior de la llama explotó, generando que una luz surgiera de allí. Un segundo después de eso, el cuerpo de Jon fue envuelto por llamas, formando una especie de aura que se arremolinaba sobre él. Este era el resultado de usar el hechizo «Manto de Llamas», un hechizo de destrucción que crea una capa de fuego sobre el usuario. Aquella capa de fuego no solía ser muy gruesa, solo quince centímetros de espesor. Aun así, era suficiente para lo que planeaba hacer.

Jon abrió y cerró sus manos y flexionó levemente sus extremidades inferiores, comprobando si lo que había planeado había funcionado. Cuando se dio cuenta de que sí había funcionado y que ya no estaba bajo los efectos de la escarcha, sonrió.

"Bien... ¿te parece si continuamos?" dijo Jon en lengua común mientras cambiaba la forma en cómo agarraba la empuñadura de «Gandravar».


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y el capítulo 37 está listo.

Este capítulo sí que me ha tomado tiempo debido a que ando algo ocupado últimamente.

Bueno, vemos que Jon se ha topado con una nueva piedra sello, pero esta vez, quien la tiene no es un idiota que nunca ha usado un arma. Asi que, es posible que esta batalla sea más intensa que otras.

También vemos un poco de cómo es que las piedras sello pueden afectar el ambiente de donde están. Puede que en el futuro se muestre aún más, pero todavía no llegamos a eso. Conforme vamos avanzando, tratare de que los encuentros con las piedras sean un tanto diferente cada una, al igual que si tienen portadores, estos sean más fuertes cada vez.

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.