Maratón navideño (3/3)


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Capítulo 51

—Las alianzas más duraderas son aquellas que se firman con lazos sanguíneos —

El padre de Selene a ella antes de anunciar su compromiso con Marcoryan

La luna estaba en lo alto mientras los alrededores del palacio de la familia de Edzard estaban rodeados por varias carpas, las cuales servían de vivienda temporal para los Youkai que actualmente eran refugiados dentro de este reino de bolsillo. Si bien las carpas no eran gruesas, gracias a que este mundo estaba en una primavera perpetua, estas eran más que suficientes para mantener calientes a los que las usaban como hogar temporal.

Cuando los Youkai llegaron de Urakyoto, fueron recibidos por un paisaje que les sorprendió de sobremanera, pues nunca esperaron estar en una tierra tan hermosa y virgen. Al momento de llegar fueron recibidos por las sirvientas que atendían el castillo y por Tiamat, quien estaba junto con Le Fay, Rossweisse y Aika. Al ver a los Youkais llegar, Aika comenzó a darles órdenes a las sirvientas para comenzar a ordenar a los refugiados de manera rápida, para que de esa manera se pueda agilizar la entrada de los refugiados al reino.

Luego de varios minutos al fin todos los refugiados ya estaban en este reino y el portal fue cerrado. Muchos de los Youkai miraron con tristeza como el portal que los conectaba con la tierra donde vivieron por muchas generaciones se cerraba, lo que confirmaba que aquella dimensión estaba perdida.

Luego de que se cerrara el portal, Asia tomó el mando y comenzó a dar órdenes para que se comenzara el censo de los refugiados. Y mientras eso se estaba llevando a cabo, Edzard y Zakir aparecieron, sorprendiendo a todos los que los vieron.

Cuando llegaron donde estaba Yasaka, el hijo de Akatosh le dijo que Urakyoto había sido arrastrado a Puerto Gélido, pero que esa no sería una victoria de Molag Bal, ya que él y el Lilmothiit llenaron el lugar con poder Aedrico, el cual haría que Urakyoto no pueda ser usado por los daedras. Aquellas palabras fueron como una pequeña sutura para la tristeza que estaban sintiendo los youkais, ya que al menos ahora sabían que el poder que contenía esa dimensión no podría ser usada por los daedras.

Luego de todo aquello se comenzó a repartir carpas mágicas, las cuales eran como pequeñas casas por dentro, además, aparte de estas, también se entregaron provisiones de emergencia para todos los refugiados, ya que estos habían llegado a este reino con pocas posesiones, pues dejaron muchas cosas atrás para poder salir rápido. Mientras que a los refugiados Youkai se les dio carpas para que sirvan de hogares temporales, a Yasaka y a Kunou se les dio la opción de quedarse en el palacio, pero ambas decidieron declinar la invitación, pues dijeron que querían estar con su pueblo.

Fue esa respuesta la que hizo que ellas también estuvieran viviendo de manera temporal en una carpa, la cual era más grande que las otras. En el interior de dicha carpa había una sala con una mesa con varias sillas, lugar donde actualmente se estaba llevando a cabo una reunión de emergencia entre los representantes de los youkai y su líder.

"Yasaka-hime. ¿Qué es lo que se ha acordado en la reunión del pacto de Kuoh? ¿Cuándo podremos volver a Kioto?" preguntó un Youkai con apariencia de un kapa.

Yasaka soltó un suspiro y comenzó a contarles lo que ha sucedido.

Flashback

En el inframundo, más precisamente en el palacio de Lucifer se estaba llevando a cabo una reunión extraordinaria de los miembros del pacto de Kuoh. En esta reunión estaban presentes no solo los miembros fundadores, sino también todos los miembros que se han unido hasta ahora. Es decir que en esta sala estaban Sirzechs, Serafall, Azazel, Yasaka, Edzard y Odín.

"Entonces, damos inicio a esta sesión extraordinaria del pacto de Kuoh." Dijo Azazel mientras miraba a todos los presentes.

Los presentes asintieron y Azazel le dio paso a Edzard, quien, levantándose de su silla, sacó un cubo y lo colocó en el medio de la mesa. Tras presionar una gema que se encontraba en el centro de dicho cubo, este comenzó a abrirse y a tomar la forma de una estrella de seis puntas. En cada una de estas puntas había una gema verde. Además, aparte de dichas gemas la gema que Edzard había presionado se deslizó y terminó en el centro de la estrella. De dicha gema surgieron seis rayos verdes de magia, los cuales impactaron en las otras gemas. Todos los rayos se unieron en uno solo y terminaron formando una gran pantalla en todo el centro de la mesa.

Tras eso, Edzard le dio paso a Serafall para que prosiguiera con la reunión.

"Bien. Iniciare la reunión diciendo que los Youkais de Kioto se han unido de manera formal al pacto de Kuoh." Dijo Serafall en uno de aquellos extraños momentos en que era seria.

Pese a que las palabras de Serafall podrían haber causado alegría en los presentes, esta vez no fue el caso. Todos, desde Yasaka hasta Odín, tenían miradas ensombrecidas. Esto sucedía porque todos ya sabían lo que había pasado en Kioto, ya que Edzard, Azazel y Yasaka hicieron informes que fueron enviados a los lideres de los miembros del pacto.

"Chico, ¿Qué sucedió exactamente?" preguntó Odín de manera seria a Edzard.

"Kioto fue atacado dos veces en menos de una semana. Los primeros en atacar fueron los seguidores de Dagon, una secta o culto llamado «Amanecer Mítico»." Respondió Edzard mientras movía su mano y hacía que la pantalla mostrase a los sectarios con sus túnicas, mostrando también algunos objetos con el símbolo del Amanecer Mítico. "Como pueden ver son un grupo de fanáticos de Dagon que ganaron un lugar en la historia de Nirm al asesinar a la familia Septim, los gobernantes del imperio durante la tercera Era. Estos seguidores suelen ser magos de batalla o puramente magos, pero también suelen haber algunos guerreros. En el campo de batalla de Kioto me tope con Adalid de Dagon, el cual estaba en posesión de un artefacto daedrico. Sin embargo, para nuestra mala suerte, Dagon se llevó el artefacto cuando maté al adalid. El segundo ataque fue llevado a cabo por tropas de Molag Bal, quienes usaron un artefacto llamado «Ancla Negra» para llevarse todo «Urakyoto» a Puerto Gélido. El ataque no fue llevado a cabo por alguna secta, sino que fueron únicamente tropas daedras, los cuales iban desde rangos medios y unos pocos de rango alto."

Las palabras de Edzard solo agudizaron el ambiente tenso que reinaba en la sala.

"Nirmnianos atacando tan pronto, un adalid con un artefacto daedrico y daedras de nivel medio a alto… parece que las invasiones daedricas han comenzado en serio esta vez." Dijo Azazel, quien luego movió su mano y haciendo aparecer círculos mágicos, hizo que varias carpetas aparecieran frente a todos. "En estas hojas están los resultados que hemos obtenido al examinar el cadáver del Adalid que "generosamente" Edzard nos permitió analizar. Como pueden ver, los cuerpos de los Nirmnianos difieren anatómicamente mucho del de los humanos de la tierra. La principal diferencia es que sus tejidos musculares y óseos son más densos que el de los terrícolas, lo que hace sean naturalmente más fueres físicamente que ellos. Además, tengo la teoría de que es posible que incluso puedan tener una anatomía más fuerte que los de un demonio o cualquier otro ser sobrenatural regular. También, si usamos un poco de lógica podremos deducir que, si los simples mortales pueden alcanzar niveles de poder similares a demonios de clase alta solo con entrenamiento, bueno, los seres considerados como dioses por ellos están a un nivel completamente diferente."

Las palabras de Azazel no calmaron las preocupaciones que casi todos los presentes tenían.

"¿Qué tan poderoso creen que son?" preguntó Odín mirando a Edzard. Sin embargo, no fue el hijo de Akatosh el que respondió, sino que fue Yasaka quien lo hizo.

"Muy poderosos… durante el segundo ataque a «Urakyoto» apareció uno de los hijos del príncipe daedrico Molag Bal, un ser llamado Ozzozachar. El… era muy fuerte… durante su batalla contra Edzard-dono, el barrio el suelo con él."

Las palabras de Yasaka calaron como hielo en el cuerpo de los que no habían presenciado el ataque, mientras que Edzard apretaba los puños con frustración, ya que no le gustaba recordar como Ozzozachar le había superado en su batalla inicial.

"Mierda." Fue lo único que pudo decir Odín al escuchar aquello. El líder del panteón nórdico era consciente del nivel de poder de Edzard, pues él había matado a un dios de su panteón, por lo que saber que habían barrido el suelo con él, bueno, eso le causó mucha preocupación y pánico. Sin embargo, al igual que todos los presentes, él no podía darse el lujo de mostrar miedo ahora.

"Que más noticias tienes, ¿Azazel?" preguntó Michael con preocupación, pues vio que el rostro de su hermano aún estaba tenso.

"Es sobre los Youkai de Kioto." respondió Azazel, llamando la atención de Yasaka, quien le miró rápidamente. "Me temo que no podrán volver a Kioto."

Las palabras de Azazel cayeron como un balde agua fría sobre Yasaka, quien solo se dejó caer sobre su silla. Su rostro mostraba que estaba en shock, pero cuando todos pensaban que ella no diría algo, ella habló. "¿Por qué no podemos volver?"

La pregunta de Yasaka fue hecho con un tono de voz que contenía tristeza, preocupación y desesperación.

"Cuando llegamos aquí luego de la evacuación envíe órdenes para que un grupo especializado viaje a Kioto a buscar a los Youkais que no habían estado en «Urakyoto» durante el ataque. Sin embargo, eso no fue lo único que les ordene hacer, ya que también les ordene que examinaran las «Lay Lines» que recorren la ciudad y lo que hemos encontrado es preocupante."

Todos los que estaban allí miraron expectantes lo que estaba por decir Azazel.

"Me temo que las «Lay Lines» están contaminadas con un poder desconocido. Y no hay que ser un genio para saber que dicho poder desconocido es algo que tiene que ver con los daedras."

Las palabras de Azazel dejaron pensativos a todos, bueno, a casi todos, ya que uno de ellos sabia la respuesta.

"Magia Caótica." Dijo Edzard llamando la atención de todos.

"¿Qué quieres decir con eso, Edzard-kun?" preguntó Sirzechs.

"Los daedras, aparte de usar Magicka, también utilizan algo llamado «Magia Caótica», un tipo de magia diferente que no puede ser usado por los mortales. Incluso yo no puedo usarla, y eso que no soy un mortal." Respondió Edzard mientras hacía que el dispositivo mostrase otras imágenes. "Las anclas negras son artefactos daedricos cuyo principal funcionamiento se logra a través de la «magia caótica». Cuando estábamos luchando en Urakyoto, Zakir mencionó que las anclas negras habían impactado de lleno en una fuente de poder que recorría toda aquella tierra. En un principio no sabía a qué se refería, pero ahora que mencionan esas «Lay Lines», entiendo que fueron aquellas las que fueron impactadas por el ancla negra. Así que, cuando sucedió la fusión metafísica, aquellas fuentes de poder fueran contaminadas por la «magia caótica»."

La respuesta de Edzard, hizo que Yasaka tuviera una duda.

"¿H-h-hay alguna manera de... de revertir aquello?" preguntó Yasaka con un poco de esperanza de que hubiera solución.

Edzard negó con la cabeza, ya que no conocía ningún método para aquello, bueno, eso era algo relativamente falso, pues pudo intuir que podría haber una salida, pero aquella era que esa fuente de poder se limpie con la contraparte del poder de la «Magia caótica», es decir, el poder de Aetherius. Si bien eso eliminaría la mancha de esa magia, aquel poder aun no podría ser usado por los Youkais, ya que sus cuerpos no resistirían el poder de Aetherius.

"Ya veo…" dijo Yasaka mientras se dejaba caer sobre su silla.

"Esto abre un nuevo problema." Dijo Serafall llamando la atención de todos. "¿Dónde se quedarán ahora los Youkai?"

Aquella pregunta podría haber confundido a Yasaka en cualquier otro momento, pero tras escuchar lo que le había pasado a las «Lay Lines» eso indicaba que su pueblo no podría volver a crear una nueva dimensión para vivir en Kioto, pues para que esa dimensión se mantenga era necesario que las «Lay Lines» envíen constantemente poder a la dimensión. Sin embargo, gracias a la «Magia caótica» eso no sería posible.

Al entender aquello, el semblante de la líder de los Youkais de Kioto comenzó a mostrar absoluta tristeza.

"Tal vez puedan unirse a los Youkai de Kanto." Opinó Odín.

Yasaka miró al líder nórdico y negó con la cabeza. "Me temo que eso sería muy difícil. Nuestra cultura y forma de vida es un poco diferente a la de los Youkai que siguen a Nurarihyon-dono."

"Esto complica las cosas bastante." Dijo Sirzechs para luego soltar un suspiro.

"Yo no tengo problemas de que se queden en mi reino." Dijo Edzard llamando la atención de todos.

"¿Estás seguro, Ed-chan?" preguntó Azazel mirando a Edzard.

"Si, no le veo nada de malo. Mi reino literalmente está vacío y los únicos que vivimos allí somos los que estamos en el palacio."

"Esa es una buena idea. Aunque, si quieren también podrían quedarse en el Inframundo." Dijo Sirzechs.

Aquellas respuestas hicieron que a la líder de Kioto mirara a ambos y se sintiera conmovida por la forma en que ambos estaban dispuestos a darle refugio a su pueblo. Sabiendo que esta decisión tan importante no podía tomarla sola, ella decidió hablarlo con sus concejales.

"Y-yo lo discutiré con mis compatriotas y les transmitiré mi decisión."

Fin Flashback

"Y eso fue lo que se dijo." Dijo Yasaka terminando de contar una parte de la reunión, pues el resto se trató sobre la captura de los padres de Edzard. No cabe mencionar que eso era un secreto que solo los lideres de las facciones conocían.

"Así que, no podemos volver a Kioto." dijo un Oni. Los Oni eran seres humanoides de gran tamaño cuando eran adultos, pero muy pequeños cuando eran niños. Su principal característica era sus cuernos y el color de su piel, pues suelen ser de color rojo o azul.

"No… me temo que no podremos volver. Ya que si intentara volver a conectarme con las «Ley Lines» mi cuerpo y mente se verían corrompidos por el poder de la «Magia Caótica». Además, dicho poder impediría que creáramos otra dimensión para vivir en Kioto."

Los Youkais asintieron con tristeza, pero aun así se mantuvieron en orden. Por mucho que les doliese, ya habían pasado algunos días y por ende la ira que tenían hacia los daedras por quitarles su hogar había dejado de ser una ira tan explosiva como un volcán para convertirse en una ira fría como la Antártida.

"Entonces, ¿Qué lugar escogemos? ¿Este mundo o el Inframundo?" preguntó Yasaka mirando a los youkais que estaban en la reunión.

Los youkais presentes comenzaron a dar pros y contras para ambas opciones. La principal oposición para quedarse en el reino de Edzard era, más que todo, que era un mundo remoto, el cual no tenía muchas infraestructuras modernas, mientras que el problema con el reino de los demonios es que allí estarían a merced de demonios sin escrúpulos que podrían intentar forzar a muchos youkai a que se conviertan en miembros de sus noblezas. Las conversaciones duraron unos minutos donde las cosas comenzaron a calentarse un poco, pero por fortuna no llegaron a los golpes. Al final Yasaka decidió intervenir y pidiendo una votación, se decidió el resultado.

"Entonces, nos quedaremos aquí, en el reino de Edzard-dono." Dijo Yasaka tras haber terminado el conteo de los votos. Una sonrisa apareció en su rostro, pues si le dabas a elegir, ella prefería este lugar. El aire aquí era puro y se notaba que había mucho lugar para expandirse, y todas estas palabras no tenían nada que ver con el cariño que le estaba comenzando a tomar a Edzard.

"Yasaka-Hime." Llamó un Kamaitachi, un youkai humanoide con rasgos de Huron.

"Si. ¿Qué sucede?"

"¿Podría dejarnos a nosotros la redacción de las peticiones para poder vivir cómodamente aquí?"

La líder de los Youkai de Kioto levantó una ceja con curiosidad por aquello, pero cuando vio que todos comenzaban a asentir, decidió aceptar.

'¿Qué es lo más loco que podrían pedir?' pensó Yasaka mientras comenzaba a ver como comenzaban a debatir que pedir.


Mientras los Youkais mantenían su reunión, en el palacio se encontraba Edzard sentado mientras miraba a Marie caminar con la ayuda de Asia. La pequeña niña necesitaba la ayuda de uno de sus progenitores para caminar debido a que sus ojos estaban vendados.

La hija de Edzard tenía los ojos vendados como forma de ayuda hasta que ella pueda controlar bien sus recién despertados poderes. Al ver como su pequeña hija casi se caía tras haber tropezado con sus pies, la mente de Edzard comenzó a recordar cómo es que se enteró de que su hija había despertado sus poderes.

Flashback

Edzard había llegado recientemente desde la dimensión de Urakyoto y ya se encontraba volando hacia donde estaba su hija descansando. La situación parecía algo grave, pues no habían pasado ni tres segundos desde que terminó de hablar con Yasaka cuando una de las ex sirvientas de Diodora llegó y le dijo que su hija había despertado recién y estaba que se comportaba un poco extraño. No necesitó ninguna palabra más para comenzar a volar hacia la habitación de su hija. Mientras volaba, él no se dio cuenta de que Zakir lo seguia de cerca.

Cuando llegó a la habitación de su hija, pudo ver que ella no estaba sola, pues allí obviamente estaban Asia y el resto de las chicas, pero para la sorpresa de Edzard también Kunou estaba allí.

"¿Qué ha pasado?" preguntó Edzard entrando por la ventana, llamado así la atención de todos los que estaban dentro de la habitación.

"¡Ed!" gritó Asia con un tono de voz que contenía desesperación. "Ed. Algo le pasa a Marie. Esta que reacciona de manera extraña."

Edzard miró a su esposa y asintiendo, se acercó a su pequeña hija. Al acercarse, notó primero que su pequeña estaba herida. Al ver eso, una insana furia primitiva comenzó a inflarse en su pecho. Quien o lo que sea que se atrevió a golpear a su hija debería comenzar a orar a la deidad que siguiese, porque el enviaría su alma como regalo a los amos ideales. Afortunadamente para los presentes, él pudo contener su ira, de lo contrario toda la sala estaría siendo abrumada por su aura. Cuando logró calmarse, lo segundo que notó, fue que ella tenía los ojos apagados y parecía estar en una especie de shock o coma, pese a que ella estaba despierta.

"¿Qué pasó?" preguntó Edzard agachándose y tomando suavemente el rostro de su hija, la cual estaba acostada en su cama, comenzó a examinarla detenidamente. Al ver que nadie le respondió, dejó de hacer examinar a Marie y giró el rostro, mirando a los presentes.

Aquellos que vieron el rostro de Edzard se incomodaron bastante, pues el rostro de Edzard estaba tan frio como la Antártida. Para sorpresa de muchos, fue Kunou quien dio un paso al frente y comenzó a hablar. La pequeña kitsune comenzó a narrar todo lo que había sucedido cuando ella y Marie fueron atacadas por el concejal de su madre. Con cada palabra que ella contaba, Edzard iba dándose una idea de lo que había sucedido. Había entendido que el concejal de Yasaka parecía que era un cadáver andante cuando las atacó.

'Parece que ese concejal se convirtió en un «Soul Shriven». Pero… ¿Cómo sucedió eso?' pensó Edzard con preocupación, ya que eso indicaba que posiblemente hubiese infiltrados en las facciones. Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó la voz de Kunou.

"Edzard-sama… ¿M-M-M-Ma-chan… (Sniff) e-e-esta… grave…(sniff)?" preguntó Kunou entre lágrimas, pues había comenzado a llorar a mitad de su explicación.

Edzard miró a la hija de Yasaka y luego miró a su esposa, quien aparte de él era la otra persona con mayor preocupación en su rostro en toda la habitación. Soltando un suspiro, decidió dejar lo del concejal para más tarde.

"Ya veo… así que eso ha pasado…" dijo Edzard con voz cansada mientras llevaba su mano izquierda hacia su bolsa. Metiendo la mano allí, sacó dos objetos. Uno de los objetos era una poción de color blanca, mientras que el otro era una pequeña venda de lino blanca.

"Asia, véndale los ojos, por favor." Dijo Edzard mientras le extendió a Asia una mano, la cual tenía la venda.

Asia miró a su esposo con confusión, pero asintiendo lentamente, tomó la venda y caminó hacia su hija. Posicionándose detrás ella, Asia le cerró ambos ojos a Marie para luego comenzar a atarle cuidadosamente la venda alrededor de sus ojos. Cuando ella terminó, Edzard se acercó a Marie y le acercó la poción a la boca.

"Marie, querida bebe esto." dijo Edzard mientras hacía que la pequeña dragona comenzara a beber el contenido del vial.

El rostro de la pequeña hizo una mueca al probar el sabor del contenido del vial, pues la poción sabia muy mal. El sabor parecía casi una mezcla de hierbas amargas con especias picantes a la vez que era muy salada.

"No lo escupas, Marie. Termínalo todo." Dijo Edzard, quien luego levantó suavemente el vial para que Marie terminase de beber la poción de un solo trago.

La hija de Edzard obedeció a su padre y terminó de beber la poción, aunque no le gustaba para nada el sabor de esta. Al momento en que lo hizo, Marie comenzó a cabecear, por lo que Edzard recostó suavemente en su cama.

"Se acaba de quedar dormida, así que vamos a otra sala a hablar. Allí les diré todo lo que ha pasado." Dijo Edzard al ver que llegaba Zakir.

El Lilmothiit miró a Marie y frunciendo el ceño, soltó un suspiro. "Ya veo…"

Tras aquello, todos dejaron aquella habitación, la cual resultó ser la habitación de Marie.

Una vez en el pasillo, se encontraron con Yasaka, quien había sido guiada allí por una sirvienta. Tras aquel encuentro, todos juntos caminaron por los pasillos unos minutos hasta que finalmente llegaron a un salón donde podrían hablar tranquilamente. Dicha sala era una habitación ricamente decorada con varios cuadros y muebles de buena calidad. En aquella sala se sentaron Edzard, sus amantes, las miembros de su grupo, Zakir, Yasaka y Kunou. Los miembros del ORC y el Consejo estudiantil habían regresado a Kuoh luego de ser teletransportados al reino de Edzard. Ellos planeaban usar la excusa de que tuvieron que adelantar su viaje por problemas personales, lo que les permitiría "dejar" Kioto antes que el resto de los alumnos.

La habitación se mantuvo en silencio, el cual fue roto por Yasaka, quien luego de levantarse, se arrodilló ante Edzard e hizo un dogeza.

"Lo lamento mucho, Edzard-dono. Es culpa de un concejal mío de que tu hija esté en ese estado." dijo Yasaka mientras mantenía su cabeza pegada al suelo.

Al ver a la líder de los Youkai de Kioto en esa posición, Edzard se sintió incomodo, no solo por ver a una líder de facción arrodillarse así, sino porque al hacer el dogeza, el hakama rojo que vestía la kitsune se estiraba y se pegaba a su trasero, resaltando la forma de este, además, de permitir que el viese bastante de su escote. Normalmente él podría controlarse bastante mejor que esto, pero ahora mismo estaba con la sangre caliente por la batalla, lo que hacía que sus defensas contra la tentación de la carne sean bajas.

"L-levántate, Yasaka. No hay nada que lamentar." Dijo Edzard desviando la mirada, cosa que asombró a todos, pues nadie se esperaba eso. "De hecho, si alguien tiene que disculparse, soy yo. Mi falta de rápida reacción terminó condenando el hogar de tu pueblo."

Tras aquello, Edzard se levantó y arrodillándose, le extendió una mano a Yasaka. La kitsune miró a la mano y extendiendo la suya propia, acepto la ayuda. Cuando tomó la mano de Edzard, la mente de Yasaka se quedó en blanco por un segundo, mostrándole una especie de visión muy rara para ella, pues en esta se podía ver a sí misma sentada en la cama de un hospital, vistiendo un yukata blanco mientras sostenía un pequeño bulto entre sus brazos.

La visión desapareció cuando ella se vio a sí misma acercarse y darle un beso al pequeño bulto. Cuando volvió en sí, pudo ver que Edzard la estaba mirando raro.

'¿Qué fue eso? ¿Acaso me vi a mí misma teniendo otro hijo?' se preguntó Yasaka mientras trataba de comprender que había visto, pero al final decidió dejar de pensar en ello, pues sentía que eso no podía pasar, ya que no tenía ninguna pareja actualmente.

"¿Sucede algo, Yasaka?" preguntó Edzard con preocupación, llamando así la atención de la kitsune.

La pregunta de Edzard hizo que ella recordase que estaba en su Palacio, por lo que, tratando de mantener sus emociones, ella simplemente negó y apretó ligeramente la mano de Edzard para levantarse. Sin embargo, cuando ella apretó el agarre, se percató de algo y es que el pulso de Edzard estaba un poco acelerado. Al notar aquello, la Kitsune parpadeó un segundo y luego puso una sonrisa. Notando que el mismo joven que parecía que no se incomodaba al verla desnuda ahora mismo estaba incomodo por tomarla de la mano, le hizo mucha gracia, por lo que decidió molestarlo un poco. Así que, sin pensarlo mucho, terminó llevando sus brazos al frente y los puso bajo su generoso pecho, haciendo que estos parezcan más grandes de lo normal.

"Gracias, Edzard-dono." Dijo Yasaka con una sonrisa coqueta, ganándose un gruñido de algunas personas. Dicho gruñido provino de las amantes de Edzard, cuyas miradas podrían haber hecho que Yasaka se convierta en cenizas. Tras aquello, Edzard y Yasaka regresaron a sus respectivos asientos.

Cuando Edzard se sentó, su espalda baja fue pellizcada por Asia, quien tenía un puchero en la cara.

"Entonces, Ed." Dijo Ingvild con una sonrisa incomoda al ver aquella escena, pues le generaba un poco de celos. "¿Qué tiene la pequeña Marie?"

La forma en que la medio-demonio hizo la pregunta demostraba que ella estaba muy preocupada por la hija de su amigo/interés amoroso.

"Aparte de las heridas que han dejado el golpe y su derrape por el piso en el palacio de Yasaka, su estado actual es la consecuencia del despertar de sus híper-reflejos." Respondió Edzard, llamando la atención de los presentes y causando una gran conmoción.

"¡¿E-estás seguro, Ed?!" gritó Mittelt con asombro mientras miraba a Edzard, ya que no esperaba que la pequeña Marie despertase sus poderes tan pronto.

"Si, estoy seguro. El estado por el que está pasando Marie es una consecuencia directa de que ha despertado ese poder." Dijo Edzard con un poco de preocupación mientras juntaba sus manos y las apretaba suavemente. Esto lo hacía porque él sabía lo que venía, pues dominar ese poder era algo complicado.

La respuesta de Edzard hizo que Asia, quien había tenido el corazón en su garganta desde que vio el estado de su hija, se tranquilizara, ya que ahora sabía que la vida de su hija no estaba en peligro. Y es que ella se preocupó cuando su pequeña hija despertó y comenzó a moverse de manera extraña, pues sus pasos eran completamente descoordinados, además, sus ojos pasaban entre estar llenos de vida a estar apagados. Todo aquello, sumado a las heridas que su hija había obtenido, bueno, ella casi entra en pánico por completo.

"¿Cómo el despertar ese poder te deja en ese estado?" preguntó Azazel, quien recién ingresaba a la sala, pues antes había tenido que enviar unos mensajes para pedir provisiones para los youkais. Afortunadamente, cuando estuvo por llegar a la sala, logró escuchar la respuesta de Edzard.

"Los poderes de los héroes son muy especiales por que rompen la normalidad de los cuerpos mortales." Respondió Edzard, viendo como Azazel se sentaba. "Puede que parezcan ser grandes dones, pero en realidad son armas de doble filo."

Azazel, Yasaka y todos los que escuchaban solo miraron con confusión a Edzard, pues no podían entender por qué unas habilidades que parecían ser geniales podrían ser armas de doble filo.

"No entiendo… ¿Cómo pueden ser armas de doble filo unas habilidades tan geniales?" preguntó Kunou mientras parpadeaba de confusión.

"Las habilidades de los héroes son armas de doble filo porque afectan tanto de manera positiva como negativa a sus portadores." Respondió Zakir.

Los presentes miraron Zakir y lo miraron con una mezcla entre confusión y desconfianza. Si bien muchos estaban agradecidos por la ayuda que él les había brindado durante el asunto de Kioto, fue el hecho de no saber nada de él lo que les causaba un poco de preocupación.

"Esto… sé que nos vimos durante el ataque de los daedras en Kioto…. pero… ¿Quién es usted?" preguntó Yasaka mirando al zorro bípedo.

"Él se llama Zakir y es un Lilmothiit." Respondió Edzard.

La respuesta de Edzard hizo los ojos de Asia se abrieran a mas no poder.

"U-u-u-un Lilmothiit…" susurró Asia en estado de shock completo.

"Asia, Ed… ¿Qué es un Lilmothiit?" preguntó Azazel cambiando su mirada entre Edzard y Asia.

"Un Lilmothiit es una de las tantas razas de Nirm. Para ser más precisos, es una raza de seres mortales que caen en el grupo de los hombres bestia." Dijo Edzard quien tuvo que esquivar un cuchillo que iba directo a su cabeza. Dicho cuchillo había sido lanzado por Zakir, el cual tena el ceño fruncido por como lo llamó Edzard. Al ver a su viejo conocido tan molesto, Edzard solo sonrió de ironía. "No te enojes por ser llamado hombre bestia. Los eruditos los han clasificado así durante generaciones, solo estoy repitiendo lo que he aprendido."

Zakir gruñó con molestia, pero no hizo nada más. Al ver esto, Edzard lo tomó como una señal para continuar y así comenzó a contarle sobre los Lilmothiit. Cuando terminó su relato, todos miraban al Lilmothiit como si de un fósil o si de un artículo que debía ser preservado en un museo se tratase.

"Quiten esas malditas miradas antes de que les arranque los putos ojos." gruñó Zakir con molestia.

"P-p-pero…" Tartamudeó Kunou con un poco de miedo al ver al zorro gruñir.

Zakir miró a Kunou y soltando un suspiro miró a Edzard y habló. "Vale, mocoso. Yo me presento desde ahora."

Edzard miró a Zakir y asintió, para luego tomar a Asia y sentarla en su regazo, causando que la exmonja se sonrojara bastante.

Zakir miró a los presentes y decidió presentarse como se debía.

"Un gusto en conocerlos como se debe, líder los Grigory y líder de los Youkai de Kioto. Me llamo Zakir y soy un Lilmothiit, pero aparte de eso también soy un Héroe de los Pergaminos Antiguos." Dijo Zakir soltando la última de las bombas más grande en este loco dia.

La revelación de Zakir hizo que Azazel sudase frio al momento de escuchar aquello.

'Por las tetas de Gabriel y Penemue… Ha aparecido otro héroe en este mundo…' Pensó Azazel mientras su mente intentaba pensar en una manera de poner a Zakir de su lado.

"Deja de pensar en tratar de idear un loco plan para convencerme para que te ayude a romperle el culo a todos los enviados de Molag Bal a este mundo."

"¿C-c-c-cómo?" preguntó Azazel con sorpresa al ver que Zakir había adivinado lo que pensaba.

"La cara que pusiste se parece mucho a la de varios sujetos que conocí hace años. Ellos tenían esa misma mirada cuando pensaban en hacerme formar parte de sus grupos para que les ayude en la batalla."

Azazel se quedó sin palabras y solo asintió. Sin embargo, fue en ese momento en que recordó algo importante. Por lo que volvió a hablar. "Zakir-san… mencionaste que eres un héroe, ¿verdad?"

"Así es. Soy «El Vestigio»." Respondió Zakir con un tono de voz con condescendencia.

'¿Vestigio?' Se preguntaron casi todos en la habitación.

"Un vestigio es un mortal cuya alma, ha sido arrancada de su cuerpo, siendo suplantada por un vestigio daedrico o también llamado alma daedrica." Dijo Edzard, respondiendo así la pregunta que todos, salvo el y Asia, tenían en ese momento. "Lo que lo hace diferente es que él es un vestigio que recuperó su vínculo con Aetherius, convirtiéndolo así en el héroe profetizado conocido como «El Vestigio»."

Tras aquellas palabras, Edzard solo puso una sonrisa antes de seguir hablando. "Si creían que Aryne era vieja, este sujeto es un maldito fósil andante. Eso lo digo porque él ha estado vivo desde antes de la guerra de los tres estandartes. Dicha guerra inicio en el quinientos ochenta de la Segunda Era y al momento de su finalización, el conflicto ya había durado más de diez años. Así que... saquemos cuentas. La segunda era duró ochocientos noventa y seis años, por lo que estuvo vivo por unos trescientos dieciséis años de la segunda era. La tercera era duró cuatrocientos treinta y tres años. Finalmente, la cuarta era duró doscientos tres años, lo que hace que nos confirma que él ha vivido más de novecientos cincuenta y dos años."

Las palabras de Edzard dejaron a todos en shock por unos segundos, en especial a Azazel quien no sabía cómo abordar eso. La poca información que tenía el líder de los Caídos sobre los mortales de Nirm indicaban que ninguno había llegado a vivir tanto tiempo.

Cuando todos dejaron de estar tan sorprendidos, comenzaron a preguntarle algunas cosas a Zakir a la vez que comenzaban a hacer un alboroto. Al final, fue gracias a Azazel que la cosa se calmó un poco y pudieron volver a la verdadera pregunta. Cuando lo hicieron, tanto Edzard como Zakir comenzaron a contar como es que las habilidades que habían obtenido habían sido armas de doble filo, con Edzard diciendo que la cantidad de magia que poseía había estado destruyendo su cuerpo lentamente. Y así llegaron a la verdadera pregunta.

"Entonces… ¿Qué peligros tiene la habilidad de los hiper reflejos?" preguntó Asia con temor mientras miraba a Edzard.

Edzard suspiro, pero antes de que hablara, fue Zakir quien lo hizo.

"La habilidad de por si pone un gran estrés en el sistema nervioso del usuario. Pero también hace que estos pierdan el sentido de la realidad, pues comienzan a ver todo en cámara lenta o a verlo a velocidad normal sin poder controlarlo. Esto ha hecho que muchos de sus usuarios caigan en la locura. De hecho, Caius tuvo muchos descendientes, pero estos no vivían más de tres años luego de despertar la habilidad. Sin embargo, aquello cambio cuando nació el bisabuelo de Edzard. La madre de este hombre fue la descendiente del rey Jorunn y era una gran maga. Ella estuvo presente cuando su hijo despertó ese poder y logró encontrar una forma de que él pueda controlar esa habilidad. La forma en que se controla fue pasada de padre a hijo desde entonces, permitiendo que los descendientes de Caius puedan vivir mucho tiempo."

'Aunque esa forma no es la única. Hay algunas formas para controlarlo de manera temporal, pero el precio a pagar es… alto.' Pensó Edzard mientras su mente amenazaba con hacerle recordar algo de su pasado. Afortunadamente, su esposa hizo una pregunta, la cual hizo que su mente se mantuviese en la actualidad.

"Entonces, ¿Marie estará bien?" preguntó Asia con un poco de preocupación, pues las palabras de Zakir habían reavivado sus preocupaciones.

"Ella estará bien. Edzard hizo lo mismo que ella escribió en su libro."

Fin Flashback

Los recuerdos de Edzard terminaron cuando sintió que algo impactaba en sus piernas. Mirando en esa dirección, vio a Marie allí, sonriéndole como si nada pasara.

"¿Cómo vas, Marie?" preguntó Edzard mientras cargaba a su hija y la sentaba en su regazo.

"Bien, pero quiero saber cuándo me quitan estas cosas." respondió Marie mientras señalaba la venda en sus ojos.

"Pronto. Si tienes suerte será dentro de dos o tres semanas." Respondió Edzard mientras le frotaba el cabello a su hija.

"Pero eso hará que pase mi cumpleaños con los ojos vendados." Dijo Marie con tristeza en su voz.

"Puede que así sea, pero es necesario que tengas los ojos vendados hasta que tu cuerpo se acostumbre a ellos. Además, si sigues tomando la poción, eso podría acelerar las cosas y puede que logres estar bien antes de tu cumpleaños."

Las palabras de Edzard le sacaron una sonrisa a Marie, quien luego volvió a hacer otra pregunta. "Papá, ¿Cuándo despertara Lint-san?"

Edzard miró a su hija y frotándole la cabeza, respondió. "Ella debería de despertar entre mañana y pasado mañana, a más tardar."

La pequeña preguntaba aquello porque Lint se encontraba descansando en la enfermería del palacio gracias a que él le había dado el mismo poder que les entregaba a todas sus amantes. Sin embargo, a diferencia de ellas, a Lint se le entregó de otra manera, pues la forma normal como el solía entregar ese poder solía ser por verter su sangre directamente en el sistema de la persona que lo recibiría cuando él estaba en estado de excitación mientras copulaban. Lamentablemente, al ser Lint un ángel reencarnado, ellos no podían copular como dos personas normales, pues había un alto riesgo de que ella terminase cayendo y se convirtiera en un ángel caído.

Fue aquella preocupación la que hizo que Edzard se preocupase por darle ese poder a Lint. Si bien era cierto que él podría haberlo hecho sin más y que Lint de seguro le perdonaría si la convertía en un ángel caído, él sabía que ella estaba feliz de ser un ángel al igual que Irina. Por lo que, era por el afecto que le tenía que no quería quitarle eso, pero tampoco quería que ella se sintiera menos por no recibir el mismo poder que el resto de las chicas.

Aquello lo había estado torturando varios días, pero afortunadamente, recibió un poco de ayuda por parte de Zakir, quien aún estaba en el palacio junto a los miembros del equipo de Vali.

Flashback

El cielo nocturno mostraba miles de estrellas y una hermosa aurora boreal que se intercalaba entre verde y rojo. Sentado en la misma roca donde se había puesto a beber la última vez que los muertos que lo atormentaban en sueños se habían vuelto más audaces, Edzard se volvía a encontrar meditando. Sin embargo, a diferencia de aquella vez, en esta ocasión, sus preocupaciones y dudas iban por otro camino. Que camino era ese, bueno, es que ya llevaba unos pocos días de haber comenzado su relación con Lint.

Si bien ahora mismo ella compartía la gran cama donde dormían todos en la habitación principal, él podía notar que ella no se sentía del todo cómoda. Así que, decidiendo saber que le pasaba, conversó con ella. La respuesta que obtuvo fue un poco esclarecedora, en especial por que entendió que ella quería o mejor dicho estaba que intentaba forzarse a dar el siguiente paso en su relación, es decir, ella ya quería que tuvieran sexo. Sin embargo, él no estaba seguro de si era el momento, pero también comprendía porque ella estaba deseando dar aquel paso.

La primera vez que ambos copulen no solo marcaria un paso más en su relación, sino que también marcaba el momento en que ella recibiría ese aumento de poder que todas sus amantes habían recibido. Pero el problema con Lint fue su condición de ángel. Él no quería que ella pierda eso, por mucho que ella le dijese que no importaba, él podía ver que ella se sentía un poco triste al mencionarlo. Por esa razón había estado evitando dar ese paso con ella, pese a que había habido momentos en que pudieron darlo.

"Parece que algo te tiene meditativo, mocoso." Dijo Zakir acercándose a Edzard.

Edzard frunció el ceño ligeramente al escuchar a Zakir llegar, pues había estado tan concentrado en sus problemas que no se percató de que él se acercaba.

"No es nada importante."

"No lo creo. Tienes el mismo rostro que tu padre tenía cuando este estaba por declararle su amor a tu madre."

Edzard se quedó quieto sin saber que decir al escuchar aquello, pero luego una sonrisa apareció en su rostro. Su padre casi nunca fue un romántico, mejor dicho, si era romántico con su madre, pero según lo que Decius y Darryn le habían contado, su padre había necesitado la ayuda de más de diez botellas de aguamiel para poder decirle a su madre que la amaba.

"Supongo que tengo un problema amoroso." Dijo Edzard mirando el lago que tenía al frente.

"Cuando no. Parece que tu familia tiene problemas con las mujeres. Aunque, tú lo llevas a otro nivel, ya que no tienes una o dos mujeres, sino que tienes cinco amantes." Dijo Zakir con diversión en su voz para luego pensar algo más. 'Puede que sean seis si incluimos a Le Fay.'

"¿Y bien cual es problema esta vez?"

"El problema es con Lint." Respondió Edzard para comenzar a explicarle lo que pasaba con la exorcista reencarnada en ángel.

"Ya veo. Eso es un problema." Dijo Zakir mirando al cielo mientras soltaba un suspiro. "Pero no es uno que no tenga solución alguna."

"¿Qué quieres decir?"

"La forma en que entregas tu poder necesitar que estés en un estado excitación fuerte, pero eso no quiere decir que necesariamente tengas que copular con la chica, al menos no por ahora. Puedes obtener el estado necesario para aquello bebiendo algo que provenga del reino de Sanguine."

"E-esa es una buena idea…" Dijo Edzard mirando a Zakir con asombro, pues se dio cuenta de que él tenía razón. El simplemente podía obtener ese estado bebiendo algo del vino que hizo que el tuviera sexo con Aika, Valerie, Mittelt y Asia hace unos meses atrás.

Fin Flashback

Y así fue como la noche siguiente, él se terminó de beber lo que quedaba de aquella botella, que para su buena fortuna solo fue medio vaso. Tras aquello, él logró darle aquel poder a Lint, quien obviamente cayó en coma tras eso. Una vez que dejó a Lint en la enfermería, el perdió el control de sí mismo y terminó por tener una sesión super intensa de sexo con Asia, Mittelt, Aika y Valerie. Aquella noche la habitación se llenó de los gritos de placer de las chicas mientras Edzard tenía sexo varias veces con cada una, llenándolas de su semilla en más de una ocasión.

'Y ha pasado el tiempo suficiente y ya es hora de que ella despierte.' Pensó Edzard mientras cargaba a Marie en brazos y comenzó a caminar hacia donde estaba Asia. Cuando estuvo al lado de su esposa, le dijo para salir a caminar al jardín, para que pudiesen pasar unas horas de tranquilidad solo los tres.


Los ojos de Lint comenzaron a moverse cuando sintió que la luz del sol entraba por la ventana. Levantándose lentamente, comenzó a mirar el lugar y vio que ya no estaba en la habitación que había comenzado a compartir con Edzard y el resto de las chicas.

'¿Qué hago aquí?' pensó Lint con confusión, pero un segundo después recordó lo que había sucedido. 'Ya recuerdo. Ed me dio el mismo poder que el resto de las chicas.'

Tras pensar aquello, Lint se llevó la mano al cuello y se tocó el lugar donde debía de haber recibido la mordida de su novio.

'¿Habrá funcionado?' se preguntó Lint mientras se levantaba de la cama.

Cuando se levantó, la sabana que la cubría se cayó, mostrando que estaba desnuda, pues durante el tiempo que había estado dormida, Asia se había encargado de lavar con una esponja su cuerpo. Si bien las otras chicas podían hacerlo, Asia no sabía si Lint se sentiría cómoda dejando que Aika tocara su cuerpo desnudo. Comenzando a caminar hacia el baño de la habitación, ella ingresó y se miró en el espejo.

Lo primero que vio fue que había crecido un poco, tal vez unos cinco o seis centímetros. Lo segundo que notó fue que su cuerpo había madurado en cierto sentido. Ella no había sido una chica con los pechos grandes, de hecho, los de ella eran un poco pequeños en comparación con varias de las chicas que conocía, pero ahora eran más grandes, tal vez llegando a unos ochenta y tantos centímetros. El resto de su cuerpo también había cambiado, en especial sus caderas, la cuales también parecieron haber crecido un poco más.

'Parece que si ha funcionado.' Pensó Lint con alegría mientras se preparaba para la prueba de fuego. La verdadera prueba era ve si de verdad había logrado obtener más poder. Era cierto que Mittelt había obtenido un juego de alas más, pero a diferencia de ella, Mittelt era un ángel caído puro, no uno reencarnado. Así que, tomando pequeñas respiraciones, Lint desplego sus alas. Al ver lo que le devolvía el espejo, ella se asombró, ya que había obtenido un par más de alas, llegando al fin a tener cuatro pares.

Al ver su nueva cantidad de alas, Lint dio un grito de emoción muy fuerte. Dicho grito hizo que todas las chicas y Edzard subieran hasta su habitación. Por lo que, al escuchar que llegaban, ella tomó una bata de baño y luego de ponérsela, salió del baño.

"Lint, ¿Qué sucedió? ¿Por qué gritaste?" preguntó Edzard con preocupación en su rostro.

Lint no respondió verbalmente, sino que se dirigió hacia donde estaba Edzard y sin pensarlo dos veces le dio un fuerte beso en los labios. Cuando se separaron, ella solo le sonrió.

"¿Por qué fue eso?" preguntó Edzard con una sonrisa.

"Por nada. Solo quise besarte." Respondió Lint con una sonrisa.

Edzard solo negó con la cabeza, divertido por la acción de Lint.

Tras aquello, Lint fue abordada por sus amigas, las cuales comenzaron a contarle las cosas que habían transcurrido durante el tiempo que había estado dormida. Cuando terminaron de contarle todo lo ocurrido, Edzard le dijo que lo siguiese, pues quería mostrarle algo. Lint accedió y les preguntó a las chicas si ellas también iban a ir, pero ellas le respondieron que no lo harían.

Aquello hizo que Lint sintiera curiosidad, pero aun así siguió a Edzard. Cuando salieron del palacio, comenzaron a dirigirse a una de las colinas que había por los alrededores del castillo. Cuando pasaron dicha colina, siguieron caminando hasta llegar a una cueva.

"Ed. ¿Qué es este lugar?" preguntó Lint viendo como Edzard comenzaba a ingresar.

"Un regalo." Respondió Edzard de manera misterios mientras creaba una bola de «luz de mago» para iluminar el camino.

Las palabras de Edzard solo hicieron que la curiosidad de Lint aumentara, por lo que ella decidió seguirlo.

Ambos caminaron por un túnel unos minutos hasta que llegaron a una especie de sala, al cual tenía una especie de construcción en la que Edzard comenzó un fuego, el cual se extendió por toda la cueva por un sistema de canales. Esto hizo que el lugar se iluminara por completo, permitiendo ver una especie de monolito en la parte más lejana de la cueva.

Caminando hacia ese lugar, Lint vio que aquel monolito no era natural, sino que había sido hecho por la mano de una persona. El monolito estaba hecho de piedra blanca y medía más de dos metros. Estaba decorado por varios patrones de triángulos, los cuales estaban esculpidos directamente en la piedra. Estos triángulos estaban por todo el contorno, pero se podía ver que no habían sido hechos por un cantero, ya que había lugares donde los patrones del grabado no eran del todo simétricos.

En medio de todo el monolito había unas palabras grabadas. Viendo más detenidamente, leyó dos inscripciones en dicho monolito y al hacerlo, sus ojos comenzaron a lagrimear, pues en dicho monolito estaba escrito:

«Levantado en memoria de Freed Sellzen, un exorcista que perdió el camino y que solo la muerte le brindo la paz. Que tu alma pueda encontrar el perdón y el descanso en la otra vida»

«Aquí yace Siegfried, un exorcista que perdió su camino, pero que vivió y murió como un guerrero. Que tu alma encuentre el descanso en la otra vida»

"Hice esto para que tuvieras un lugar donde presentar tus respetos a ambos." Dijo Edzard mientras se acercaba a Lint y le daba un abrazo.

"G-g-gracias, Ed." Susurró Lint entre lágrimas mientras miraba el lugar de descanso de las dos personas que podrían considerarse su familia.

"No tienes que agradecerme." Susurró Edzard para luego tomar el rostro de Lint y darle un tierno beso.


Mientras Edzard se encontraba junto a Lint, en la academia Kuoh se estaba llevando una reunión entre Rias y Sona en el salón del ORC. Ambos reyes estaban acompañados de sus respectivas reinas. Toda la sala estaba en un silencio incomodo, pues ambas amigas estaban preocupadas por sus sirvientes, pues desde que llegaron de Kioto parecían diferentes. De hecho, ninguno de los que fueron allí se estaban comportado de la misma manera en que siempre lo hacían, pues parecían distraídos por algo. Había sido dicha distracción la que había hecho que no pudiesen cazar demonios renegados con efectividad.

"Parece que lo que sucedió allí los ha dejado muy marcados." Dijo Rias con preocupación.

"Te comprendo, ninguno de los miembros de mi nobleza que fue a Kioto está bien. Físicamente lo están, pero parece que no lo están anímicamente." Comentó Sona frunciendo el ceño ligeramente.

"Los míos igual. Xenovia, Kiba e incluso Issei están mal."

"Eso es de esperar, Rias-sama." Dijo Tsubaki mirando a la heredera Gremory. "Después de todo, vieron a alguien que creían invencible ser brutalmente apalizado hasta el punto de no poder moverse por un tiempo."

Rias y Sona suspiraron, pues era verdad. Y es que ellos les habían contado lo que había sucedido durante la batalla cuando atacaron las tropas de Bal. Todo fue un caos con muertos por todos lados, pero lograron hacerle frente a todo bien. Sin embargo, cuando vieron como Edzard perdía de manera tan espantosa, todos se asustaron. Dicho miedo parece que se convirtió en frustración al saber, gracias al Lilmothiit, que la razón por la que Edzard había perdido tan horrorosamente fue por que usó de manera inconsciente su propio cuerpo para absorber parte de la fuerza de los impactos de los golpes del daedra, evitando así que muchos mueran por las fuerzas de las ondas de choque.

'Aquello fue lo que les ha dejado en shock, pues no esperaban que él los hubiese protegido de esa manera.' Pensaron al unisonó Rias y Sona.

Los pensamientos de ambos reyes iban por el mismo camino… encontrar una forma de que ellos vuelvan a la normalidad.

"Debemos de hacer algo para ayudarles." Dijo Akeno mientras se llevaba una mano al corazón, pues estaba preocupada por todos.

"Si, debemos de hacerlo, pero la pregunta es… ¿Cómo lo hacemos?" preguntó Rias.

"Creo que se cómo hacerlo." Dijo la voz de Sirzechs apareciendo de la nada. Bueno, su voz no apareció de la nada, sino que lo hizo desde una proyección mágica, la cual surgía de un pequeño circulo mágico ubicado entre ambos demonios de clase alta.

"¡Onii-sama!" gritó Rias del susto al ver a su hermano llamar de improvisto.

"Lucifer-sama." Dijeron al unisonó Akeno, Sona y Tsubaki mientras hacían una reverencia.

"Hola." Dijo Sirzechs con una sonrisa en su rostro.

"Onii-sama, ¿Qué haces aquí?" Preguntó Rias con un poco de confusión. "No te estarás escapando de tu trabajo, ¿verdad?"

Sirzechs se puso un poco pálido al escuchar aquello. Llevándose una mano a la nuca comenzó a rascársela con incomodidad visible. "No, tranquila. Solo vengo a decirte que los ratings games de los jóvenes demonios serán cancelados."

"¡¿Qué?!" gritaron al unisonó Rias y Sona, pues estaban sorprendidas por la noticia.

"¿Por qué están cancelando los Ratings Games de los jóvenes demonios?" preguntó Sona mirando al líder del inframundo un segundo después de recuperar la compostura.

"Me temo que la coyuntura actual ha hecho que tengamos que cancelarlos." Respondió Sirzechs con una sonrisa triste, pues él sabía que ambas jóvenes se entristecerían.

"Ya veo… es por lo de Kioto, ¿verdad?" pregunto Rias mirando a su hermano.

"Así es." Respondió Sirzechs. "Si bien es cierto que solo los altos mandos saben de qué los Youkais ya no pueden regresar a Kioto, tememos que las próximas batallas nos harán enviar soldados para luchar en el frente."

"Y nosotros también seremos enviados, ¿verdad?" preguntó Sona mientras se ajustaba las gafas, pues ella había logrado descifrar lo que el Maou intentaba decirles.

"Tienes razón, Sona-chan. Puede que ustedes también sean enviados al campo de batalla." Contestó Sirzechs con una sonrisa al ver lo lista que era la hermana de Serafall.

"¿Y eso que puede hacer para ayudar a nuestros sirvientes?" preguntó Rias.

Sirzechs miró a su querida hermanita y soltó un suspiro antes de responder. "Para empezar, sus sirvientes están en ese estado debido a que han recibido un golpe de realidad en la batalla de Kioto."

"¿Un golpe de realidad?" preguntó Tsubaki.

"Así es. Ellos pensaban que se habían vuelto más fuertes gracias al entrenamiento que han recibido. Si bien eso es cierto, no han logrado alcanzar el nivel necesario para luchar contra los daedras. Y lo que pasó en Kioto fue lo que les abrió los ojos, por lo que ahora mismo están en un estado de aceptación de su propia debilidad. Por lo que, cuando se den cuenta de que aún tienen que volverse más fuertes, comenzaran a entrenar de manera más intensa que antes."

"Espera… ¿Nos estas diciendo que ellos saldrán solos de su estado de depresión actual?" preguntó Rias mirando a la proyección de su hermano con esperanza.

"Así es. De hecho, es posible que eso suceda dentro de uno o dos días." Dijo Sirzechs con una sonrisa.

Los rostros de Rias, Sona, Akeno y Tsubaki comenzaron a mostrar sonrisa de alegría al saber que sus amigos volverían a ser los mismos de siempre.

"Y con eso las cosas estarán listas."

Las palabras de Sirzechs confundieron a las cuatro chicas, pues no entendían que decía el Maou.

"Onii-sama… ¿A qué te refieres con eso?" preguntó Rias con curiosidad.

"Rias, Sona. Me temo que al cancelar los Rating games se causar malestar en los ciudadanos. Por lo que, para compensarlos por eso, estoy planeando un gran evento que durará dos días."

La forma en que Sirzechs mencionó lo que planeaba, causó que un escalofrío sacudiese el cuerpo de las cuatro chicas.

"¿Onii-sama? / ¿Lucifer-sama?" preguntaron todas a la vez, deseando saber que era lo que el «Satan Carmesí» estaba planeando.

"Aun no puedo revelarles que evento será. Lo único que les diré es que se preparen y comiencen a entrenar, pues lo que les espera será muy duro." Respondió Sirzechs para luego despedirse y cortar la transmisión.

Al momento en que el maou se desconectó, las cuatro chicas se miraron entre sí y comenzaron a pensar, tratando de adivinar que evento sería.


La sala del trono, una sala que Edzard nunca creyó que usaría en toda su vida se encontraba decorada con varios estandartes de la dinastía Cumberland y de la dinastía nacida del Rey Jorunn mientras se llevaba a cabo una gran fiesta. Dicha sala, normalmente vacía y sin usar, en este momento estaba repleta de mesas con comida y diferentes tipos de vinos, la mayoría eran de Nirm, pero también había unos que otros vinos de la tierra, ya que no todos los que estaban en la sala eran seres sobrenaturales. La sala afortunadamente era amplia, por lo que dentro podían caber fácilmente más de cuatrocientas personas.

En medio de esta sala, en un lugar más elevado estaba el trono de este palacio. El trono era un gran asiento hecho de piedra blanca como la nieve de las montañas. Todo el contorno tenía palabras en el lenguaje de los dragones talladas. Los reposabrazos terminaban con una cabeza de dragón tallada cada uno y en el centro, en la parte superior, había incrustada una pequeña gema que brillaba con luces multicolores. Dicha gema estaba dentro de una especie de caja hecha de vidrio transparente.

'Nunca creí que este salón se usaría para algo como esto.' Pensó Edzard mientras miraba su atuendo. Y es que para esta pequeña celebración iba vestido con una túnica de color azul claro decorada con hilos de plata, junto con pantalones de lino negro y botas de cuero marrones forradas con piel de lobo. En sus hombros había una gran capa negra de seda, la cual está unida por los extremos delanteros gracias a una cadena de oro puro con dos escudos, uno en cada extremo. Soltando un suspiro, miró a los invitados y sonrió. 'Pese a que realmente no soy alguien de fiestas, me alegra ver que todos se lo están pasando bien.'

Y es que esta pequeña fiesta que se llevaba a cabo era para celebrar el establecimiento casi permanente de los Youkais en este mundo.

"Pareces incomodo con esto, Ed." Preguntó Asia, quien estaba parada a su lado mientras sostenía una copa de vino en su mano derecha. Asia se encontraba vestida con un elegante vestido blanco, el cual estaba adornado con algunas joyas y llevaba una pequeña corona en la cabeza. Dicha corona estaba hecha con hilos de plata finamente entrelazados para darle una hermosa apariencia. Entre algunas de las uniones estaban incrustados algunos diamantes y perlas.

"Sabes que no soy alguien de fiestas." Respondió Edzard con una sonrisa.

"Lo se." Respondió Asia para luego soltar una risita divertida. Pero luego, cuando se calmó, miró al frente. "Pero parece que alguien se está divirtiendo mucho."

Edzard miró hacia donde miraba su esposa y sonrió al ver a Marie caminando de la mano con Kunou. La hija de Yasaka estaba vestida con su atuendo de doncella de santuario, mientras que Marie llevaba un hermoso vestido, el cual era de color granate con varios listones. Una pequeña tiara se encontraba en su cabeza, dicha tiara también está hecha de plata, pero a diferencia de la que usaba su madre, esta no tenía diamantes, sino que poseía varias esmeraldas. Sin embargo, pese a eso, la venda que cubría sus ojos parecía opacar lo bien que se veía su pequeña hija.

Girando un poco más la cabeza, vio a el resto de sus amantes conversando entre sí. Cada una vestía con prendas de gran calidad y joyas de diferentes materiales. Lint, vestía un hermoso vestido blanco con detalles en plateado junto con una tiara de plata con rubíes. Le seguia, Aika, quien vestía un vestido victoriano de color azul con una tiara de plata con topacios dorados. La siguiente fue Mittelt, quien vestía un vestido largo de color crema pálido unto con una tiara de plata con zafiros. Finalmente, la última, pero no menos importante, era Valerie, quien llevaba un vestido victoriano rojo con negro junto con una tiara de plata con varios rubíes.

Él pudo ver que estaban charlando sobre algo, por lo que usando sus sentidos mejorados puedo escuchar la conversación y esta era sobre porque tenían que estar vestidas así. Puede que no lo aparenten, pero una de ellas no había querido vestirse con su vestido, y esa había sido Lint, quien se había sentido un poco rara al vestirlo. Sin embargo, al saber que era un evento formal, ella terminó aceptando a regañadientes.

Desviando la mirada de ellas, comenzó a ver a los invitados. Allí pudo ver a los dos miembros finales de su grupo junto con Tiamat. Una sonrisa estaba plasmada en el rostro de las tres mujeres, las cuales vestían prendas formales propias. Ingvild, llevaba por atuendo un vestido de color lila claro, mientras que, Rossweisse, quien había querido ir con su traje formal de pantalones y blazer grises, terminó llevando un vestido blanco con volantes de color rosa claro. Al lado de la valquiria estaba Tiamat, quien llevaba un vestido azul oscuro y sostenía una copa de vino en su mano.

Al terminar de verlas, el posó su vista en Zakir, quien estaba hablando con un youkai que era una nekomata. El viejo Lilmothiit vestía una túnica simple de color azul, junto con pantalones negro con botas. En sus hombros había una capa negra de lino. El zorro humanoide estaba que se divertía y por lo poco que podía escuchar, el hombre bestia estaba que les contaba a la youkai sobre su infancia, contando como solía meterse en problemas mientras jugaba en las colinas cercanas a su hogar de la infancia en Bruma.

'Maldito viejo zorro. Estas que te diviertes con esto, ¿verdad?' pensó Edzard quien sintió la necesidad de darle un potente golpe al Vestigio, ya que este lo vio y levantando una copa de vino le dio un brindis.

"Oye, Ed." Llamó Asia a su esposo al ver que un grupo de personas se acercaban.

Edzard le hizo caso y miró hacia el frente. Al hacerlo, vio que quienes se acercaban a ellos eran Yasaka y con dos de sus asesores. Uno de ellos era un Tengu y el otro un Inu, quienes vestían yukatas tradicionales japoneses. Por su parte, Yasaka vestía su atuendo de doncella de santuario, pero llevaba una corona de oro en su cabeza.

"Edzard-dono, Asia-dono." Dijeron los tres mientras daban una pequeña reverencia.

Edzard y Asia hicieron lo mismo como respuesta.

"Parecen que ya están listos." Dijo Edzard mientras miraba el pergamino que tenía el Inu.

El pergamino que traía era grande, lo suficiente como para que tuviese que cargarlo con ambas manos. Cuando el grupo de tres se acercaron, la fiesta pareció quedarse en silencio y todos comenzaron a ver lo que pasaba.

Al ver que el ambiente se había calmado un poco, los cuatro caminaron hacia una mesa cuadrada que estaba frente al trono. Los dos consejeros se quedaron atrás luego de poner el pergamino en la mesa. Cuando el camino estuvo libre, Edzard y Yasaka caminaron hacia la mesa. Cuando llegaron allí, ambos desenrollaron el pergamino y comenzaron a leer en voz alta su contenido. Las primeras líneas que contenía el pergamino eran las tierras que recibirán los Youkais para asentarse, dichas tierras estaban a unos pocos kilómetros del lugar donde estaba el palacio de Edzard. Las siguientes líneas eran algunas que permitían que los Youkais tengan su propio sistema de justicia y todo lo burocrático que habían poseído en Urakyoto. Y así, el resto de las líneas mencionadas eran algunas peticiones razonables.

Cuando ambos terminaron de leer el pergamino, se miraron y asintiendo, movieron sus manos y tomaron unas velas encendidas que tenían al lado y derramaron la cera en el pergamino. Cuando la cera derretida cayó en el pergamino, Edzard y Yasaka colocaron sus respectivos sellos. El sello de Yasaka era un sello de oro, el cual estampaba el escudo de la ciudad de Kioto, pero con la peculiaridad de que este estaba dentro de un círculo mágico. Además, el sello que usó Edzard era el sello que le había pertenecido a su antepasado.

Tras aquello, ambos se dieron la mano y levantando juntos el pergamino lo mostraron a todos los invitados, lo cuales comenzaron a aplaudir. Cuando aquella acción cesó, ambos volvieron a dejar el pergamino en la mesa, pero fue en ese momento en que Yasaka vio algo peculiar. Y es que, en la parte final del pergamino comenzó a escribirse, no, lo más correcto de decir era que comenzó a revelarse una nueva línea, cuyo contenido dejó a Yasaka como piedra.

Cuando Edzard escuchó el casi imperceptible jadeo de la Kyubi, se giró y vio con sorpresa como la líder Youkai estaba con los ojos abiertos mirando el pergamino. Por lo que, sintiendo un poco de preocupación, el comenzó a releer lo que había en el pergamino.

'Un lugar para asentarse y poder construir sus viviendas. Solicitud para mantener su independencia en cuanto a lo judicial, administrativo y religioso…. Algo que no entiendo bien, pues eso hace que esto parezca más un tratado de vasallaje que un tratado de refugio.' Pensó Edzard con un poco de calma, pues no vio nada raro allí, pero fue al momento en que sus ojos se posaron en la última línea que había en el pergamino que vio la causa de que Yasaka estuviese tan asombrada. 'Para reforzar el cumplimiento de este tratado, así como una forma de agradecimiento, nuestra líder, Yasaka, se comprometerá para contraer nupcias con Edzard Cumberland Rolandson.'

Tras leer aquello, Edzard solo pudo decir una palabra…. "Mierda."


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y el capítulo 51 esta fuera, siendo este el capítulo final de la maratón navideña.

Es en este momento que pido disculpa si es que no han sido los capítulos de muy buena calidad, pero la verdad es que he estado escribiéndolos y traduciéndolos en horarios nocturnos, desde las 11 pm hasta las 2 am, ya que en las semanas pasadas he estado en exámenes finales y eso sumado a que estamos en época de balance, bueno, eso me ha dejado sin tiempo.

Bueno, dejando de lado eso, vemos que en este capítulo se han tratado más que todo algunas de las consecuencias de la invasión de Bal. Iniciando, los Youkai de Kioto ya no pueden crear una dimensión usando las «Lay lines» de esa ciudad (Por cierto, Ishibumi, ¡¿Por qué no das más información sobre algunas cosas?! -_-) lo que los dejo sin un hogar, bueno, eso hasta que decidieron ir al reino de Edzard (Tengo que pensar en un buen nombre para él).

También se ve que Lint ya obtuvo su nuevo juego de alas, por lo que se viene escena O/O XD. Además, vemos que Edzard le ha regalado a Lint un lugar para que pueda llevar flores a sus "familiares".

También he dado un poco de información sobre las diferencias fisiológicas de los humanos de la Tierra y los que habitan Aurbis, ya en el futuro se revelara todo XD. También vemos que hay efectos negativos por el despertar de la habilidad de Marie, y que Edzard piensa en que aparte del método que ha usado, hay otro método, un método que se desvelara en el futuro.

Finalmente, vemos que alguien les ha jugado una "Broma" a Edzard y a Yasaka, ¿Quién creen que es ese ser? XD

Bueno, ahora, antes de irme, les deseo a todos una Feliz Navidad y que la pasen genial con sus familiares y amigos. Yo me despido hasta el próximo capitulo.