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Capítulo 54
— Sabes, Ed. La razón por la que en las legiones se nos enseña a usar tantas armas es para que seamos versátiles en el combate y de esa forma, poder sortear cualquier dificultad que aparezca. —
Roland a Edzard mientras estaban pescando en un lago cercano a Bruma.
Al abrir lentamente sus ojos, Xenovia, Kiba, Tomoe, Liban, Beluga y Bafeel sintieron que la negrura en la que habían estado antes se disipaba. Cuando por fin pudieron ver correctamente, entraron en un estado de confusión leve, pues vieron que no estaban en el mismo lugar donde habían estado previamente.
"¿Dónde estamos?" preguntó Xenovia con confusión mientras se levantaba lentamente y miraba a su alrededor.
"No lo se." Respondió Kiba mientras se aceraba a su compañera de nobleza.
"Sea donde sea que estemos, debemos de buscar una forma de volver con el resto." Dijo Beluga mientras se acercaba a ayudar a su hermana.
"Gracias, Nii-sama." Dijo Bafeel mientras tomaba la mano que le extendía su hermano mayor.
"El caballero de Sairaorg-sama tiene razón. No podemos quedarnos quietos. Si nosotros estamos aquí, es posible que el resto de nuestros compañeros estén en algún lugar cercano de nuestra posición." Dijo Tomoe mientras comenzaba a mirar el lugar.
El lugar donde aparecieron era extraño, pues no se parecía para nada a la mazmorra donde habían estado, ya que este lugar para empezar parecía una catedral gótica derruida o al menos la mitad derecha, ya que la mitad izquierda parecía estar en perfectas condiciones.
"La arquitectura de este lugar es rara. Es casi como si se tratase de dos facetas de una misma iglesia." Dijo Liban mientras comenzaba a caminar hacia el corredor que estaba frente a él. El resto de los Caballeros presentes se miraron y sin pensarlo dos veces caminaron siguieron a Liban.
Los caballeros de las cuatro noblezas estuvieron caminando por varios minutos, pasando por varias naves de la iglesia, hasta que finalmente terminaron llegando al presbiterio de la catedral y lo que vieron allí les heló la sangre por completo. Allí, frente a ellos se encontraban sentadas dos seres que obviamente representaban a dos ángeles. Las vestimentas de ambas mujeres eran armaduras completas, la cuales tenían diseños de alas en las rodilleras, las hombreras y las botas. Además, las armaduras tenían grabados por toda la armadura. Sus rostros eran imposibles de ver gracias a que llevaban una especie de capucha que iba a juego con una máscara, la cual ocultaba completamente sus rostros, haciendo que solo se vea oscuridad. Si bien las armaduras eran idénticas, se diferenciaban en color, pues la de la derecha usaba una armadura negra con una túnica negra bajo esta, mientras que la izquierda usaba una armadura plateada tan pulida que parecía un espejo, a la vez que usaba una túnica blanca bajo la armadura.
"Parece que nos hemos topado con un enemigo formidable." Dijo Xenovia con preocupación mientras sentía que el sudor se formaba en su frente. "¿Creen que se trate del jefe de esta mazmorra?"
"Asi parece, pues tienen un aura y una presencia muy fuertes." Comentó Kiba, el cual también estaba sudando, pues podía sentir el poder de esas personas y para su completa sorpresa, el poder individual de cada una, triplicaba el poder de cada uno de ellos.
Luego de aquellas pequeñas palabras, ambos demonios invocaron sus respectivas armas y tomaron una posición defensiva. El resto de los demonios también estaban asombrados por el poder de su enemigo, pero, aun así, al igual que Kiba y Xenovia, también invocaron sus armas. Aunque no solo eso, ya que Beluga también invocó a su caballo, el cual no había podido ser invocado en la mazmorra, ya que era una de las restricciones del rating game, pero parecía que eso no se aplicaba a aquí. El caballo de Beluga era un caballo pálido, el cual provenía del mismísimo Cocito, es decir el lugar más profundo del inframundo. Este caballo era rápido y muy difícil de montar, lo que demostraba la habilidad de Beluga como jinete.
En respuesta de aquel desafío, los dos ángeles, las cuales habían estado sentadas mirándolos desde un pilar de la catedral, se levantaron e invocaron cuatro pares de alas, las cuales estaban hechas de fuego, blanco para la de la izquierda y negro para la de la derecha. Al mismo tiempo que invocaban sus alas, ambas convocaron espadas. Las espadas seguían las mismas temáticas que las armaduras, es decir eran armas de color blanco y negro reactivamente, decoradas con alas en los gavilanes de las guardas. Tras esto, ambos ángeles levantaron vuelo y se prepararon para iniciar la batalla.
Los demonios que los veían desde el suelo desplegaron sus alas y se lanzaron para luchar contra sus enemigos.
Al mismo tiempo que los caballeros de las cuatro noblezas iniciaban su lucha contra los dos ángeles, las Torres de las cuatro noblezas, junto con Ruruko también se levantaban y se daban cuenta de que no estaban en la mazmorra, sino que parecían estar en el interior de un castillo de estilo gótico, cuyos pasadizos estaban oscuros o mejor dicho poseían muy poca luz.
"¿Dónde estaremos?" preguntó Ruruko mientras ella y el resto de los demonios caminaban por el ultimo pasillo que les quedaba por revisar, pues anteriormente se habían separado para buscar en todos los pasillos, pero todos ellos habían terminado en habitaciones vacías, por lo que ahora todos estaban caminando por el pasillo más grande que habían encontrado.
"No lo sé, pero huele a vampiros." Dijo Koneko mientras terminaba de usar su olfato para reconocer algún olor en el lugar. La joven Nekomata iba con la guardia en alta, ya que no sabía que podía pasar en cualquier momento.
"Si Koneko-chan tiene razón, entonces estamos en problemas." Señaló Tsubasa, ganándose la curiosidad de todos, salvo de Ruruko y de Koneko.
"¿Qué quieres decir?" preguntó Ladora acercándose a Tsubasa.
"Siento que algo más está pasando por aquí." Contestó Tsubasa, ganándose un asentimiento de Koneko y Ruruko.
Por su parte, Ladora y Gandoma solo miraron con curiosidad a sus compañeras, pero no dijeron nada más.
Luego de aquella pequeña conversación, los cinco demonios siguieron avanzando de manera silenciosa hasta que llegaron a un par de puertas dobles, las cuales estaban hechas de madera y tenían un hermoso acabado al igual que un gran relieve.
Al pararse todos frente a la puerta, se miraron y tras asentir, Gandoma y Ladora abrieron las puertas, permitiendo ver el interior. El interior de la habitación era amplio, con el suelo de cerámica pulida de color gris opaco, las paredes estaban pintadas de un tono purpura oscuro, permitiendo que la habitación tuviese escasa luz. Todo el lugar estaba rodeado de muebles, los cuales iban desde libreros hasta estantes repletos de vajillas de plata.
"Parece que es ella, ¿verdad?" preguntó Gandoma mientras sus ojos se fijaban en la silueta que se encontraba sentada en un trono de madera negra. La silueta era obviamente la de una mujer, pues tenía los pechos grandes. La vestimenta de esta mujer era la de una blusa color granate, la cual estaba por debajo de un corpiño de cuero negro, el cual solo acrecentaba de tamaño los pechos de la mujer. En sus brazos, actuando como protección había unos brazales de cuero, junto con guantes de cuero negro con garras metálicas en los dedos. La parte inferior del cuerpo de la mujer no estaba cubierto por una falda, sino por un par de pantalones de cuero junto con botas negras, cuyas puntas eran de acero. Un cinturón negro mantenía el pantalón en su lugar, además, de mantener también allí una tela negra, la cual hacía de faldón. El rostro de esta mujer estaba oculto por una capucha, la cual solo mostraba oscuridad total.
La mujer estaba sentada plácidamente en la silla, bebiendo una copa de con un líquido tan rojo que nadie entendía que era su contenido, bueno, todos salvo una, ya que Koneko pudo distinguir por el olor lo que era.
"Huele a sangre." Dijo Koneko mientras entrecerraba los ojos.
"¿Qué cosa, Koneko-chan?" preguntó Ruruko mirando a la nekomata.
"Lo que está bebiendo."
"Asi que, se trata de un vampiro." Dijo Gandoma mirando a la mujer.
"Si, podemos darlo por confirmado."
Tras las palabras de Tsubasa, la mujer se levantó de su trono y comenzó a caminar hacia ellos. Mientras lo hacía, extendía ambas manos, provocando que de estas surgiera un brillo purpura, el cual comenzó a extenderse por los alrededores de la mujer. Cuando la mujer se detuvo, sus manos comenzaron a ser rodeadas de oscuridad, mostrando que estaba preparada para la lucha.
"Parece que ya vamos a iniciar." Dijo Tsubasa mientras tomaba una pose de lucha.
Koneko y el resto no respondieron de manera inmediata, sino que se prepararon a su manera. La única que sacó un objeto, a diferencia del resto, fue Koneko, la cual sacó un par de guanteletes negros los cuales habían sido un pedido de su rey a Edzard. Esos guanteletes tenían la habilidad de potenciar los impactos de los golpes de Koneko con relámpagos. Asi que, colocándose los guanteletes, la joven nekoshou tomó una posición de ataque, lista para comenzar a luchar contra su enemigo.
A la par que sus compañeros demonios, todos los «Obispos» de las noblezas reunidas se encontraban caminando por las interminables escaleras que habían encontrado después de despertar en una sala desconocida. Los pasos de los demonios eran cautelosos, pues la experiencia que habían obtenido al luchar en la mazmorra los había puesto de los nervios, por lo que casi se habían vuelto paranoicos con cualquier sonido que escuchaban.
"¿Q-que creen que haya en la cima?" preguntó Gasper con un poco de miedo mientras sus ojos se movían de lado a lado.
"Uno de los jefes de la mazmorra." Respondió Ravel, la cual había descubierto que es lo que había sucedido. Y es que, la joven Phenex había logrado deducir que habían sido teletransportados a espacios separados y por la forma en que habían agrupados, era posible que el resto de los demonios también hubiesen sido agrupados por sus piezas.
"Eso es preocupante." Dijo Reya mientras mantenía su guardia en alto.
"Si, ya que la teletransportación ha desequilibrado la estrategia que teníamos." Señaló Momo, pues estaba preocupada por lo que enfrentaría.
"Tienes razón." Dijo Misteeta mientras miraba la interminable cantidad de escaleras. "Han desbaratado toda la estructura de ataque, dejándonos solo a los que somos Obispos, los cuales destacamos por ataques a larga distancia, sin ningún compañero que luche cuerpo a cuerpo."
Las palabras del joven demonio contenían verdad, pues el plan original era contener al enemigo con los luchadores cuerpo a cuerpo que tuviesen la mayor resistencia, quienes actuarían como tanques, los DPS de daño serían los caballeros y algunos obispos, pues una parte de ellos actuarían como soporte y curación. Lo siguiente eran los reyes, quienes actuarían dependiendo su capacidad, ya sea como DPS, Tanque o Soporte. Sin embargo, con lo que sucedió en la anterior sala, todo ese plan se fue al infierno, por lo que tendrían que pensar en algo pronto, de lo contrario serian eliminados.
Mientras seguían caminando, al fin llegaron a la parte superior de las escaleras y allí se dieron cuenta de que estaban en una torre.
"Parece que si es una torre." Dijo Coriana mientras se acercaba al borde de la plataforma. Al hacerlo, el demonio sintió un poco de vértigo, pues se dio cuenta de que no podía ver el fondo. Por lo que, dando pasos hacia atrás, volvió a caminar hacia donde estaban el resto de los demonios reunidos. Cuando volvió donde estaban ellos, vio que miraban con asombro y pánico al frente. Asi que, mirando en esa dirección, vio algo que le heló la sangre.
Allí, paradas frente a ellos se encontraban dos mujeres. Ambas mujeres tenían la ropa estereotipada de las brujas en los juegos de fantasía, es decir el vestido negro, las botas, el bastón y el sombrero puntiagudo, pero aparte de eso, lo único que tenían de diferencia fueron sus cabellos, pues una tenía el cabello negro y la otra lo tenía de color blanco. Sus rostros estaban ocultos por mascaras negras, las cuales tenían un rostro humano tallado.
"E-esto es malo." Dijo Ravel mientras sentía una gran cantidad de miedo, pues las dos magas frente a ellos eran de lejos muy poderosas, ya que la cantidad de magia que desprendían de manera inconsciente era increíblemente alta.
"Si, parece que esto será duro." Dijo Corelia mientras ella y Misteeta daban pasos al frente y convocaban sus círculos mágicos. "Pero por el honor de Sairaorg-sama, no perderemos aquí."
"Tienen razón, no podemos perder." Dijeron Momo y Reya dando pasos al frente, dispuestas a luchar contra sus enemigos.
Gasper miró a sus compañeros obispos e inspirándose del valor que demostraban, el dio un paso al frente, dispuesto a ayudar en la batalla. Cuando dio unos cuantos pasos, vio a Ravel junto a él, por lo que, mirándose, ambos asintieron y se pararon junto a los otros demonios.
"Bien, ¡Vengan!" gritó Ravel de manera desafiante mientras se preparaba para lanzar un hechizo.
Las cuatro reinas se encontraban caminando por un sendero de tierra, atravesando un pequeño bosque, el cual estaba lleno de pinos. Ellas al igual que el resto de sus compañeros demonios habían despertado separados del resto. Al darse cuenta de que estaban separados del resto, ellos comenzaron a preguntarse por qué eso pasaba. La única respuesta a la que pudieron llegar fue que habían sido separados para enfrentar a más de un jefe de la mazmorra. Asi que, viendo que no podían hacer nada más, comenzaron a revisar el área, dándose cuenta así que no había nada más que árboles, bueno, había un lago, el cual estaba junto a un gran claro al norte, por lo que, sin perder tiempo, caminaron hacia allí.
"¿Qué creen que haya en ese lugar?" preguntó Kuisha, la cual estaba mirando a los árboles cercanos, pues actualmente eran presa fácil para una emboscada.
"De seguro solo el jefe de esta mazmorra." Respondió Tsubaki, la cual tenía su naginata ya desenfundada, pues cualquier cosa podría pasar ahora mismo.
"Ara, ara. Si es como son los juegos de Rias, entonces, si, el jefe de esta área nos estará esperando al final de este sendero." Respondió Akeno con una sonrisa, la cual era una máscara para ocultar lo que estaba sintiendo, ya que estaba preocupada por sus compañeros de nobleza y por Rias.
Luego de esa pequeña charla, al fin llegaron al claro y la vieron flotando allí. El "jefe" de este lugar era obviamente una mujer, la cual vestía un vestido negro de estilo gótico corto, cuya falda llegaba a pocos centímetros por encima de la rodilla de la mujer. Tenía medias negras que le llegaban hasta el muslo, su rostro no era visible, pues llevaba un extraño velo negro, el cual tapaba su rostro. En su cabeza, un largo cabello blanco caía como una cascada, siendo coronada por una corona negra con gemas de ámbar. Además, como parte de su atuendo había piezas de armadura negra con detalles en dorado, dichas piezas eran grebas, brazales y hombreras. En una de las manos de la mujer había un bastón de metal negro con una gema roja en la parte superior.
"Parece que es ella." dijo Kuisha mientras señalaba con un dedo a la mujer, la cual mantenía su mirada fija en ellos.
"Huele como a un hibrido demonio-humano." Dijo Alivian tras oler un poco el ambiente. "Aunque también huele un poco a dragón. Pero el olor no proviene directamente de ella, sino de su alrededor."
Las palabras del dragón llamaron la atención de Akeno y de Tsubaki, quienes comenzaron a sospechar que algo pasaba por aquí. No fue hasta que recordaron las palabras que les dijeron en la reunión previa a este "Rating Game" que al fin entendieron algo de lo que sucedía.
'No me digas que…' Pensó con pánico Akeno, quien miro a Tsubaki y vio que ella estaba con la boca abierta por la sorpresa. Al ver el estado de su compañera reina, Akeno le preguntó. "Fukukaichou. ¿Crees que lo que creo que es?"
Tsubaki miró a Akeno y parpadeando, se dio cuenta de que Akeno había llegado a la misma conclusión que ella, por lo que solo asintió.
Al recibir esa confirmación de Tsubaki, Akeno habló de manera clara mientras sus manos se cubrían con rayos. "Kuisha-san, Alivian-san. Les recomiendo que vayan con todo desde el principio."
"¿Por qué, Akeno-san?" preguntó Kuisha, a la par que su pregunta iba acompañada del asentimiento de Alivian.
"Tsubaki-Fukukaichou y yo creemos que algo está pasando a escondidas nuestras, y tenemos la sensación de que los enemigos con los que luchamos son muy fuertes, tal vez ellos estén rozando el nivel de un demonio de clase suprema."
Las palabras de Akeno confundieron a Kuisha y a Alivian, quienes miraron a Tsubaki para ver si podían obtener más información, pero para la sorpresa de ambos, la reina de Sona estaba que miraba seria a la mujer mientras que una pequeña capa de sudor se hacía presente en su frente. Al ver esto, tanto Kuisha como Alivian entendieron que no estaban bromeando, por lo que, tragando saliva, se prepararon para atacar.
'Rias/Sona, espero que estén bien. Porque si nosotros tenemos que enfrentarnos a ella, es posible que a ustedes les toque enfrentarse a "ella" o peor, a "el".' pensaron al unísono Akeno y Tsubaki mientras se preparaban para luchar contra su enemigo.
Al mismo tiempo que sus reinas, tres de los cuatro reyes de las noblezas que conformaron el grupo que desafió la mazmorra se encontraban mirando a la enemiga que debían de abatir para salir de aquí. El lugar en el que se encontraban parecía ser una especie de catedral, pero la cual no solo tenía los clásicos adornos religiosos, sino que también tenía algunos adornos que no encajaban con una catedral, como vidrieras en forma de un ojo rodeado por puntas de lanza.
La enemiga que tenían que abatir vestía de manera muy rara, casi pareciendo que llevaba la mezcla entre un atuendo de monja con el de una maga, ya que, si bien el diseño de la ropa era la de un hábito de monja, el color y algunos detalles como la capucha con la máscara de tela eran lo que daba la impresión de que no era solo una monja. Además, a parte de la ropa, la mujer que tenían en frente tenía una armadura plateada, la cual consistía en grebas y brazales, las cuales eran de color plateado tan pulido que parecían espejos. Para la sorpresa de las tres chicas, su enemigo no había hecho nada desde que llegaron y aún estaba en la misma posición en la que la habían encontrado, es decir, estaba rezando.
"¿Que creen que debemos de hacer?" preguntó Rias, la cual miraba a su enemiga y no sabía que hacer, ya que lo normal sería que el "jefe" las atacase de manera instantánea desde que las viese.
"No lo sé, pero siento que he visto a esta mujer antes." Dijo Sona, sintiendo que ya había visto a esta mujer antes.
Las palabras de Sona fueron recibidas por un movimiento de hombros de parte de Rias, quien, pese a que sentía que también había visto a esta mujer antes, decidió no pensar en ello.
"¿Han logrado comunicarse con algún miembro de sus noblezas?" preguntó Seekvaira, quien tenía un círculo mágico en su oído, pues estaba tratando de comunicarse con su nobleza.
"No, no hemos podido contactar con ellos. Asi que, me temo que estamos incomunicados." Respondió Rias, quien junto con Sona ya habían intentado comunicarse con sus sirvientes, pero no habían podido hacerlo.
"Entonces, ¿Estamos solas?" preguntó Seekvaira mientras fijaba su mirada en la mujer que tenían frente a ellas.
"Si. Por lo que, tendremos que luchar con todo, ya que no tenemos ayuda extra." Respondió Sona, ajustándose las gafas.
Rias y Seekvaira asintieron y dieron unos pasos hacia al frente. Luego de dar tres pasos, tuvieron que saltar hacia atrás, pues varios círculos mágicos aparecieron frente a ellas, disparando varios hechizos elementales. Con aquellos primeros ataques, comenzó la batalla.
Los pasos de Issei, Saji, Sairaorg y Regulus resonaban por todo el pasadizo por el que transitaban. Los cuatro se habían despertado hace poco, y luego de intentar comunicarse con sus compañeros, comenzaron a avanzar por el pasadizo, ya que no recibieron respuesta alguna. El pasadizo por que caminaban tenía la apariencia del pasadizo de un palacio completamente derruido, ya que había varios escombros por todos lados. El aura que emitía el lugar era lúgubre y pesado, causando que el corazón de los demonios se sintiera alterado, mientras el miedo y la preocupación se implantaban en su ser.
"Este lugar es aterrador." Dijo Issei mientras miraba por todo el lugar, tratando de encontrar a algún enemigo.
"Ni me lo digas, con cada respiración que doy, siento que el aire no entra a mis pulmones." Comentó Saji mientras tragaba un poco de saliva.
"Puede ser, pero siento que hay enemigo fuerte aquí." Dijo Sairaorg mientras mantenía su guardia en alto, pues sentía que un ataque podría llegar en cualquier momento.
Tras aquellas cortas palabras, llegaron a un arco, el cual daba a una sala, la cual estaba completamente a oscuras.
"Parece que es aquí." Dijo Saji mientras miraba a habitación que tenía al frente.
"Si. ¿Estamos listos?" Preguntó Issei mientras miraba a Saji, a Sairaorg y a Regulus, los cuales asintieron como respuesta.
Al ver que sus amigos estaban listos, Issei activó su sacred gear y junto a sus compañeros, ingresó a esa habitación. En el instante en que pusieron un pie dentro de la habitación, varias antorchas comenzaron a encenderse, permitiendo ver lo que había dentro y lo que vieron causó que sus cuerpos se helasen mientras el miedo calaba en sus corazones. Esto era porque, allí, frente a ellos, se encontraba el "jefe" que debían de derrotar.
El "jefe" que debían derrotar era un hombre que vestía una armadura de placas completa, cuyo color era el negro, decorada con líneas rojas que brillaban y cambiaban de intensidad para parecerse a venas transportando sangre. El casco que llevaba era cerrado, con una visera en forma de línea horizontal, por la cual se podían ver dos luces rojas, las cuales deberían de ser los ojos de su enemigo. Él se encontraba sentado en un trono de piedra, la cual estaba en un estrado alto, al cual solo se podía subir por unas escaleras. En sus manos, clavada frente a él se encontraba un mandoble de color negro, el cual tenía una especie de línea roja por todo el centro de la hoja, pareciendo ser una vena transportando sangre. Si bien la posición en la que estaba sentado, junto con su equipo y arma eran amenazadores, su peligrosidad se aumentó gracias a que por todos los alrededores del estrado en el que estaba el trono, había cientos, no, miles de cráneos humanos apilados unos sobre otros. Cuando terminaron de verlo, el caballero miró hacia su dirección y se dio cuenta de su presencia. Tras verlos, su cuerpo fue rodeado por un aura de color rojo, la cual comenzó a expandirse hasta la base de la plataforma donde estaba el trono.
"¿Q-q-que es eso?" preguntó Issei mientras daba un paso hacia atrás.
"Nuestro enemigo." dijo Sairaorg mientras luchaba por mantenerse en pie, pues el aura de su enemigo era muy fuerte y le provocaba algo que no había sentido en mucho tiempo… miedo, pero no un miedo normal, sino un miedo primordial de querer salir corriendo porque su vida estaba en completo peligro. El ambiente era tal, que cuando giró su cabeza, vio que Regulus estaba temblando, algo que él no había visto nunca en su peón.
"S-su aura es aterradora." Dijo Saji con miedo al ver a su enemigo.
El ambiente era pesado, pero por fortuna para ellos, el ambiente se calmó cuando el hombre se levantó de su trono y comenzó a descender, pues en el momento en que puso un pie en el primer escalón, el aura que le rodeaba desaparecía en motas de luces rojas.
Al momento en que vieron que el aura de su enemigo caía, los cuatro demonios lograron calmar sus corazones lo suficiente como para posicionarse juntos.
"Parece que tendremos que ir con todo desde el inicio." Dijo Issei mientras se preparaba para luchar. "Listo, Draig."
[Cuando quieras, compañero. Mostremos nuestro poder] [Welsh Dragon Balance Breaker]
Al momento en que la voz de Draig terminó de sonar, el cuerpo de Issei fue envuelto por un remolino de fuego y cuando este se extinguió, se podía verlo usando su balance breaker.
"Bien. ¡Vamos allá!" gritó Saji mientras conjuraba todos sus sacred gear de Vitra.
"Regulus." Ordenó Sairaorg, el cual no apartó la vista de su enemigo en todo momento.
"Si, maestro." Respondió Regulus para sacarse la máscara y dejarla caer al suelo. Tras aquel suceso, el cuerpo del niño comenzó a moverse de manera rara y antinatural, comenzando un proceso de metamorfosis, el cual terminó con Regulus tomando la forma de un enorme león dorado.
"¿Qué es eso?" preguntaron al unísono Issei y Saji con asombro al ver la forma que Regulus había adoptado.
"La verdadera forma de Regulus." Respondió Sairaorg mientras extendía la mano derecha hacia el león dorado. "Su verdadera identidad es la de Regulus Nemea, un sacred gear de nivel Longinus. Originalmente era un hacha de batalla que estaba ligada a un hombre, el cual fue asesinado por un grupo. Cuando le encontré, el hacha se había convertido en un león, el cual masacró a todos los asesinos de su antiguo portador. Fue cuando lo vi, que decidí unirlo a mi nobleza, por lo que lo reencarné usando siete piezas de peón. Lamentablemente, su poder es instable cuando yo no estoy cerca, por lo que no puede luchar sin mí a su lado. Normalmente dejaría que luche de manera independiente, pero me temo que no podrá ser así en este momento."
La respuesta de Sairaorg provocó sorpresa en Issei y en Saji, quienes no podían creer lo que escuchaban, pero aun así supieron que él decía la verdad, pues un segundo después de que dijo esas palabras, el heredero Bael volvió a hablar.
"¡Regulus!"
"¡Sí!"
Tras esas palabras, el cuerpo de Regulus se convirtió en un rayo de luz dorado, el cual se dirigió hacia Sairaorg, cubriéndolo por completo.
"Mi león! ¡Rey de Nemea! ¡Tú, que has sido llamado Shishiou! ¡Responde a mi aullido y conviértete en mi armadura! ¡Balance Breaker!"
Cuando el gritó de Sairaorg terminó, este fue cubierto por una armadura dorada, la cual tenía la temática de un león, con la cresta siendo parte del casco y una cara de león en todo el pecho de la armadura.
"¡Bien, ya estoy listo! ¡Comencemos!"
"Ya veo. Asi que eso sucedió con ese Longinus" Dijo Azazel mientras miraba lo que sucedía en la pantalla. "Desde que le perdí la pista hace un tiempo estuve un poco preocupado por donde podía haber caído, así que saber que está en buenas manos me tranquiliza un poco. Aunque, me siento tranquilo por su aparición, que ellos lo mantuviesen en secreto es una clara violación al pacto."
La pantalla por la que los lideres del pacto de Kuoh miraban lo que sucedía se había dividido en varias partes, permitiéndoles ver todas las batallas al mismo tiempo.
"Si, parece que la «Facción del Gran Rey» estaba ocultando cosas." dijo Sirzechs mientras entrecerraba los ojos. "Si pudieron ocultar algo como esto, me pregunto que más ocultaran."
"No lo sabemos, pero tendremos que mantener un ojo en ellos." Dijo Serafall de manera seria mientras veía a su querida hermana menor luchar contra una Asia disfrazada. "Sabíamos que ellos no serían fáciles en este juego, pero creo que se están excediendo un poco."
"Sabíamos que esto sería así, después de todo, no solo están usando esos anillos de ilusión para parecer otras personas, sino que también están usando equipamiento de alto nivel, el cual ha sido encantado por Edzard." Dijo Odín mientras se frota la barba al ver como su ex guardaespaldas y la aprendiz de Lavinia luchaban contra los obispos de las cuatro noblezas, abrumando a gran parte de ellos con sus hechizos de tipo bombardeo. "Si bien los hechizos tejidos en los encantamientos funcionan, no parecen adaptarse muy bien en los seres de este mundo, ¿verdad?"
"Si, según resultados de los análisis que se han hecho con el cuerpo del adalid de Dagon, hemos confirmado que es posible que usemos objetos encantados del mundo de Aurbis, pero no podemos usar todo su potencial. Aunque aquella incompatibilidad también se aplica para ellos, ya que es casi imposible que puedan usar un sacred gear, pues sus cuerpos parecen tratarlos como un veneno, el cual tratan de eliminar a toda costa." Comentó Azazel mientras recordaba la información que le brindó el estudio del cuerpo de Norgred.
"Parece que el mundo siempre busca un equilibrio." Comentó Michael, señalando el hecho de que los cuerpos de los seres de ambos mundos parecían rechazar cualquier cosa que provenga del otro mundo. "Aunque, pese a que se rechazan muchas cosas, la fisionomía de los humanos de ambos mundos es tan similar que permite que haya descendencia hibrida."
"Si, Asia-chan es la primera hibrida de la que se tiene conocimiento y por la información que ha mostrado la poca cantidad de ADN que tenemos de ella, parece que no tiene ninguna de las restricciones que tienen ambos tipos de humanos cuando son de ascendencia pura." Comentó Azazel mientras miraba como las «Torres» de las cuatro noblezas lanzaban ataques combinados contra Valerie, la cual los esquivaba convirtiéndose en una bandada de murciélagos, para luego aparecer por encima de Ladora y lanzarle un potente golpe, el cual estaba cubierto de magia de oscuridad.
"Eso es algo terrorífico, pero parece que ella no tenía esas habilidades cuando era más joven. ¿Por qué crees que ha manifestado ese poder ahora?" preguntó Sirzechs mientras veía como las cuatro «Reinas» lanzaban varios hechizos contra Ingvild, fallando estrepitosamente, pues sus ataques fueron bloqueados por un círculo mágico de tipo barrera.
"No lo sabemos, nada de lo que tenemos nos puede mostrar algo sobre esto. El único que puede dar luz sobre esto es Edzard, y me temo que él no hablara de esto fácilmente." Respondió Michael mientras ponía una sonrisa triste en su rostro.
"Si, tienes razón. Por mucho que seamos aliados, él no es tan abierto con nosotros como esperaríamos." Señaló Azazel mientras su mirada ahora se posaba en la pantalla que mostraba a los caballeros luchar contra Lint y Mittelt. Los jóvenes espadachines luchaban con todo lo que tenían, usando sus armas lo mejor que podían, pero eso parecía ser en vano. La mirada del líder de los Grigori se entrecerró ligeramente cuando vio como Liban usaba su sacred gear «Gravity Jail», el cual permitía aumentar la gravedad de cualquier cosa que tuviese la mala suerte de estar en su visión, para atrapar a Mittelt, creando así una oportunidad para vencerla. Lamentablemente, eso no funcionó, ya que Lint intervino rápidamente para de esa manera cortar la línea de visión de Liban usando varios hechizos de restauración, los cuales se generaron a partir de varios pergaminos que poseían cada uno de los miembros del grupo. Tras ver aquello, Azazel giró su rostro y viendo otra pantalla, volvió a hablar. "Los combates que se están llevando a cabo solo muestran lo que temíamos, ellos aún no están listos, sobre todo, ellas."
Los ojos de Sirzechs y de Serafall se entrecerraron ligeramente, pues entendieron a que se referían las palabras de Azazel, ya que la prueba estaba allí frente a sus ojos, en la forma del combate entre Asia y sus hermanas. Las dos jóvenes, junto con Seekvaira estaban luchando formidablemente, pero por más hechizos que lanzasen, no podían derrotar la defensa de Asia, la cual aún no había ni siquiera usado un hechizo de «Magicka Extrema», por lo que aún no había lanzado nada de su artillería pesada. De hecho, ella tampoco estaba usando su balance breaker y aun así podía luchar tan bien y tan fácil contra ellas tres.
"Parece que algunos combates ya están por terminar." Dijo Odín mientras señalaba algunas pantallas.
¡BOOMMM!
Una gran explosión surgió debido al impacto de dos enormes explosiones de color dorado, provocando que el lugar temblara y haciendo que la otrora catedral dividida, ahora tuviese el mismo aspecto, es decir estar llena de escombros.
El sonido del acero chocando resonaba por todo el lugar, pues se estaban llevando varios combates al mismo tiempo.
"¡Tomen esto!" gritó Kiba mientras convocaba varios de sus caballeros dragón. Estos caballeros tenían la apariencia de caballeros de armaduras de color azul, las cuales tenían adornos y grabaos con diseños de dragón. Dichos caballeros eran el producto del balance breaker de su segundo sacred gear, «Blade Blacksmith», el cual le permitía crear espadas con el atributo sagrado.
Los caballeros dragón de Kiba comenzaron a moverse a gran velocidad, tratando de abrumar a Lint, la cual usaba su espada para detener los ataques que le llegaban. Arriba, abajo, derecha, izquierda, diagonal, la espada de Lint se movía de lado a lado, ya que los caballeros eran numerosos, pero aquello no fue suficiente para derrotarla, pues ella tenía sus habilidades mejoradas por su armadura, la cual mejoraba todas sus habilidades de combate.
'Parece que Ed tenía razón, aún no están listos.' Pensó Lint mientras se movía a gran velocidad y cortaba a todos los caballeros dragón de Kiba. Sin embargo, tras aquello no pudo ni respirar, pues Beluga, el cual había invocado a un caballo gris, apareció frente a ella e intentó atravesar su pecho con una lanza. Afortunadamente, ella logró desviar el ataque, permitiéndole tener una apertura para poder lanzar un golpe directo contra el caballero de Sairaorg.
Aprovechando la oportunidad, Lint movió su espada y lanzó un ataque directo. Sin embargo, antes de que el ataque impactase, Beluga se movió hacia atrás, ganando un poco de distancia para evitar que el ataque le llegase, pero para su mala suerte, Lint vio esto, por lo que, moviendo su otra mano, creó una lanza de luz y se la lanzó a Beluga. Dicho ataque tomó por sorpresa al joven demonio, por lo que no pudo moverse a tiempo y el ataque terminó impactando en su abdomen.
"Arghhh." Gruñó Beluga de dolor al sentir que su abdomen fue atravesado por la lanza. Además, al ser un demonio, la lanza de luz le causó un dolor atroz. Un segundo después del golpe, el demonio y su caballo desaparecieron en un vórtice purpura.
[Un Caballero de Sairaorg Bael ha sido retirado]
La voz mecánica que anunciaba el retiro de los demonios derrotados sonó, llamando la atención de los caballeros presentes, permitiendo así que bajen la guardia. Una de las personas que estuvo más en shock fue Bafeel, pues vio como su hermano desaparecía tras recibir una lanza de luz en el abdomen.
"¡Hermano!" gritó Bafeel al ver a su hermano desparecer. La escena de su hermano despareciendo en un vórtice purpura provocó que la joven se enojase e intentase cargar contra Lint para matarla. Sin embargo, para su mala fortuna, este acto le impidió ver que Mittelt estaba a sus espaldas, por lo que no pudo evitar que ella le clavase su espada por la espalda, provocando que un dolor agudo viajase por el cuerpo de la joven demonio antes de que un vórtice purpura apareciera a sus espaldas.
'¡Maldición!' pensó Bafeel al ver que sería retirada del juego de una manera tan penosa. Apretando los dientes, la joven decidió hacer un último acto que le permitiese mantener su honor de caballero intacto, por lo que, aprovechando el momento decidió devolverle el golpe al ángel de negro. Así que, moviendo su espada lanzó un rápido corte horizontal.
Mittelt, quien había estado mirando como la chica estaba a punto de ser absorbida por el vórtice, vio con un poco de asombró como Bafeel lanzaba un último y desesperado ataque hacia ella. Si bien el ataque no era la gran cosa, fue el momento en que lo lanzó lo que provocó que ella no pudiese reaccionar muy rápido para evadirlo.
¡Crack!
El sonido de algo rompiéndose se hizo presente cuando la hoja de la espada de Bafeel impactó en la máscara que protegía el rostro de Mittelt, arrancándole un pedazo de esta. Tras aquel golpe, la hermana de Beluga fue absorbida por el vértice, siendo sacada del juego.
[Un Caballero de Seekvaira Agares ha sido retirado]
'Parece que, pese a que no tienen el poder, si tienen el valor para luchar hasta el final.' Pensó Mittelt mientras la máscara se reparaba de manera casi instantánea. Un instante después, ella escuchó a Lint llegar. Asi que, girando la cabeza, vio que ella asentía, lo que indicaba que debían de terminar con esto pronto.
Girando la mirada, ambos ángeles miraron a los enemigos que les quedaban. Apretando el agarre en sus armas, las dos amantes de Edzard desaparecieron en un estallido de velocidad, apareciendo en medio de los cuatro caballeros restantes. Al momento en que aparecieron, sus armas comenzaron a resonar contra las armas de los demonios, formando dos grupos de batalla, Lint vs Kiba y Liban, mientras que Mittelt se enfrentaban a Xenovia y a Tomoe.
Valerie dio un salto hacia atrás cuando uno de los muebles de su habitación fue lanzado contra ella. El estante repleto de libros impactó en la pared, destruyéndose y dejando un pequeño cráter en el lugar de impacto.
'Ummmm…. Nunca espere que Koneko-chan usase mi decoración de esa manera.' Pensó Valerie mientras se agachaba para evitar el golpe que le intentó dar Tsubasa. A pesar de haber esquivado el ataque de Tsubasa, la mirada de la Dhampir estaba fija en la nekomata, pues esta había obtenido de alguna manera una segunda cola. La forma en como ella la había obtenido era algo que Valerie desconocía, pero se alegraba por la joven gata.
Luego de esquivar dicho golpe, la Dhampir cubrió sus garras con magia de oscuridad y tras eso, detuvo una patada de Ruruko, la cual se había promocionado a «Reina» al inicio de la batalla. Tras detener el golpe, Valerie movió su brazo y tras darle un golpe en el abdomen, comenzó a darle varios golpes consecutivos de manera rápida. Tras darle unos cinco golpes, la Dhampir se vio forzada a agacharse, pues Koneko intentó darle un golpe por la espalda, pero afortunadamente para ella, ese ataque falló.
'Se ha vuelto más rápida desde que obtuvo esa segunda cola.' Pensó Valerie, quien luego de esquivar el ataque de la Nekoshou, la tomó de la blusa de su uniforme y jalándola, la hizo girar en el aire para terminar estampándola contra el suelo.
¡Boom!
Una gran nube de polvo se levantó al momento en que el pequeño cuerpo de la nekomata impactó en el suelo. Si bien el ataque fue muy fuerte, Valerie no se detuvo allí y rápidamente le lanzó un golpe a Koneko, el cual nunca impactó, pues ella se vio forzada a separase de la nekomata cuando Ladora intervino con un golpe dirigido al rostro de la Dhampir.
Tras aquel ataque, la Dhampir terminó alejándose de sus enemigos, los cuales aprovecharon el momento para reagruparse.
"Parece que la batalla está en punto muerto." Dijo Tsubasa al acercarse al resto de sus compañeros.
"Si, no importa lo que hagamos, ella parece saber cómo atacaremos y sus reflejos son muy altos." Dijo Ruruko mirando a Valerie.
"Ladora, ¿Crees que si usas eso podrás derrotarla?" preguntó Gandoma.
Ladora asintió, pues entendió lo que le pedía hacer Gandoma. Asi que, cruzando ambos brazos sobre su pecho, se preparó para continuar con la lucha.
"¡Aléjense!" gritó Gandoma para luego dar un gran salto.
Los otros demonios y Valerie lo miraron con confusión, pero aun así se alejaron.
¡ROAARRR!
Un segundo después, el cuerpo de Ladora fue envuelto por un aura dorada, la cual aumentó de tamaño, hasta que terminó por convertirse en un gigante. Cuando la luz se extinguió, Ladora se había convertido en un dragón occidental de tamaño medio cuyas escamas eran de color negro.
"¿Cómo hizo eso?" preguntó Ruruko con sorpresa al ver al demonio larguirucho convertirse en un dragón.
"Ladora pertenece al clan Bune, un clan que está relacionado con dragones, pudiendo domesticarlos. Sin embargo, hay algunos miembros que pueden convertirse en un dragón." Respondió Gandoma mientras él y el resto de los demonios miraban como Ladora abría sus fauces y lanzaba un aliento de fuego contra Valerie.
La Dhampir miró aquel ataque llegar y pensando en una fracción de segundo, logró saber cómo sacar al dragón del combate. Por lo que, convirtiéndose en una bandada de murciélagos, esquivó el ataque y se reformó a unos pocos metros de la cabeza del demonio.
'Parece que, en poder destructivo, él es el más fuerte. Sin embargo, convertirte en un dragón fue tu mayor error en este combate. Tu gran tamaño solo te hace un objetivo fácil para ser atacado, y no puedes esquivar bien en zonas tan pequeñas como estas.' Pensó Valerie mientras extendía sus manos y usaba uno de los pergaminos que le dio Edzard. Aquel pergamino creó un vórtice purpura del cual surgió una vara, la cual era un mango. Moviendo sus manos, Valerie tomó aquel mango y sacó un arma del vórtice purpura. El arma que surgió era un arma del arsenal personal de Edzard, la cual era un gran martillo de guerra. El martillo de guerra era… bueno, un martillo de gran tamaño, el cual tenía un cabeza rectangular de unos veinte centímetros de largo, un ancho de diez y una altura de siete. El mago era largo y tenía tiras de cuero enrolladas en toda su longitud para permitir un fácil manejo. Sintiendo ya el arma en sus manos, Valerie procedió a susurrar algunas palabras. "Aal fin scaldro do fin dov splinter ahst fin haalvut do hin arrows, ahrk crack voder fin weight do hin zahkrii."
Al momento en que la Dhampir terminó de decir esas palabras, el martillo de guerra fue cubierto por chispas de electricidad. Cuando ella vio las chispas recorrer el arma, giró su cuerpo trescientos sesenta grados y usando la inercia de ese movimiento, impactó el martillo en toda la cabeza del dragón. El golpe fue tan fuerte que generó una onda de choque tan grande que envió a volar los muebles de la sala, además, de provocar que los demonios que estaban en el lugar tuviesen que cubrirse de la onda de choque.
El cuerpo dragonificado de Ladora cayó sin ceremonias al suelo, solo para ser tragado por un vórtice purpura unos segundos después.
[Una Torre de Sairaorg Bael ha sido retirada]
El anuncio causó que quienes lo escucharan se asombraran y asustaran, pues no se esperaban que eso sucediera tan rápido.
"¡Ladora!" gritó Gandoma con preocupación cuando supero el shock de lo que acababa de pasar, pues su compañero recibió un golpe muy fuerte en su cabeza.
"I-increíble." Dijo Tsubasa con asombro al ver como un dragón fue derrotado de un solo golpe.
Sin embargo, algo sucedió un segundo después, ya que un grito ahogado se escuchó, llamando la atención de los demonios. Los ojos de Koneko y Tsubasa se abrieron nuevamente y girando rápidamente sus cabezas, miraron hacia el lugar donde se originaba el grito y lo que vieron las asustó bastante, pues Ruruko estaba atravesada por un tentáculo de oscuridad. Cuando dicho tentáculo se desvaneció, la joven demonio fue absorbida por otro vórtice purpura.
[Un peón de Sona Sitri ha sido retirado]
Tras escuchar aquellas palabras, Valerie caminó unos pocos pasos hacia los demonios restantes, los cuales dieron de manera inconsciente un paso hacia atrás. La acción que tomaron causó que la Dhampir levantar una ceja con confusión, pero un par de segundos después logró entender por qué estaban así.
'El miedo es el mayor asesino de la mente.' Pensó Valerie al percatarse de que ellos parecían haber perdido su espíritu de lucha al ver que ella había eliminado a dos de sus compañeros tan rápido, era eso o era que aún estaban en estado de shock por ver como había derrotado a Ladora. 'Si, tiene que ser lo último. Ellos son más fuertes que esto.'
Y parecía que ella tenía razón, pues luego de pensar aquello, vio como ellos daban un paso hacia el frente y se preparaban para continuar su lucha. Aquello provocó que una sonrisa apareciera en su rostro.
'Oh… esto será entretenido, pero si creen que pueden derrotarme, están muy equivocados.' pienso Valerie mientras se llevaba una mano al anillo que tenía en su dedo medio de la mano derecha. 'Esto se terminará en menos de un minuto.'
¡BOOOM!
Decenas de explosiones llenaban el cielo, originados por la gran cantidad de hechizos que volaban por todas las direcciones mientras los demonios luchaban contra Aika y Rossweisse. La batalla en si era una de las más sencillas, al igual que otras dos batallas más, ya que solo se hacía usó de magia y casi nada más.
Aika esquivaba de manera simple los ataques lanzados por los «Obispos» de las cuatro noblezas. Sin embargo, esquivaba de manera tan despreocupada que dos ataques, los cuales fueron lanzados por Ravel y Coriana, lograron acercarse peligrosamente a ella. Los ataques eran una bola de fuego y una ráfaga de hielo, los cuales parecieron tomar por sorpresa a la joven maga, impactando de lleno en ella…o al menos eso debió de haber sucedido, pero como había estado pasando desde el inicio de la batalla, los ataques mágicos fueron absorbidos por una especie de vórtice, el cual aparecía cada vez que Aika o Rossweisse eran impactadas por algún hechizo.
"¡Esto no está funcionando!" gritó Ravel con desesperación al ver que sus ataques nuevamente fueron inutilizados.
Después de que la hermana de Riser gritara, tuvo que volar hacia atrás, pues Aika apareció ante ella e intentó iniciar un combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, el pequeño demonio de sangre pura logró evitar entrar en una confrontación directa, pues ella sabía que, de darse un combate de esa manera, perdería de manera estrepitosa. Esto se debía a que sus enemigos eran más que capaces de luchar no solo con magia, sino que también podían usar armas y luchar a mano desnuda y sus habilidades se habían demostrado cuando ella y el resto de los demonios vieron como la otra «jefe» eliminó a Misteeta con una combinación de cuatro golpes muy bien colocados.
"Esto es malo. No importa como lo hagamos, ninguno de nuestros hechizos parece hacer efecto en ellos. Además, parece que también son inmunes a los sacred gears." Dijo Momo mientras volaba cerca de Ravel siendo seguida por Reya.
"Si. Lograron evitar la maldición del sacred gear de Misteeta-san con facilidad." comentó Reya mientras sentía un escalofrío recorrer su cuerpo.
Tras aquellas palabras, los demonios escucharon algo que ya habían escuchado anteriormente.
[Un Obispo de Sairaorg Bael ha sido retirado]
Los demonios miraron hacia su derecha y vieron como Coriana era derrotada por un poderoso hechizo de relámpagos, el cual fue lanzado por Rossweisse.
La forma en como Coriana y Misteeta fueron derrotados tan fácilmente hizo que los demonios restantes sintieran que su cuerpo se helaba. Sin embargo, antes de que pudiesen hacer algo más, fueron sacadas de su estupor por una bandada de murciélagos.
"¡Gasper-kun!" gritaron al unísono Ravel, Momo y Reya al sentir como los murciélagos, que eran Gasper, las movían del lugar. Sin embargo, un segundo después que ocurrió eso, los tres demonios vieron como más de una decena de círculos mágicos se hicieron presentes, lanzando un bombardeo de hechizo elementales sobre el lugar donde habían estado volando antes.
El piso de la torre comenzó a sacudirse y a llenarse de explosiones, todas cortesías de Rossweisse quien había lanzado este ataque con la esperanza de terminar con todo rápido. Sin embargo, parece que había fallado.
'Si bien es cierto que los «Obispos» son expertos en magia, ellos parecen no dominar muchos hechizos mágicos. Además, parece que carecen de habilidades para luchar cuerpo a cuerpo, algo malo para un mago si es que este queda a merced de algún enemigo que luche de esa manera.' pensó la Valquiria mientras veía como los demonios volaban a otro lugar, buscando una zona donde reagruparse para poder contratacar.
Decidiendo que no dejarían que hiciesen eso, Aika y Rossweisse se miraron y tras asentir, comenzaron a volar tras ellos.
La persecución que se inició estuvo acompañada de cientos de hechizos lanzados sobre todo por Momo, Reya y Ravel, mientras que Gasper intentaba usar su sacred gear para detener a Rossweisse o a Aika. Sin embargo, pese a sus mejores esfuerzos, él no podía, ya que ambas se mantenían alejados de su rango de visión, para de esa manera evitar que el sacred gear del Dhampir lograse atraparlas.
Una enorme bola de fuego, cortesía de Ravel, fue enviada contra Aika, mientras que Reya y Momo lanzaron relámpagos contra Rossweisse. Ambos ataques forzaron a que las dos amigas se juntaran unos pocos metros, colocándolas en un pequeño lugar.
Al ver que sus enemigos estaban en un lugar cerrado, Ravel, quien había planeado esto para lograr tener una oportunidad de victoria, gritó con fuerza. "¡Gasper-kun!"
El grito de Ravel hizo que el joven Gasper, el cual había estado cerca de ella, se convirtiera en una bandade de murciélagos y rodeara a ambos enemigos.
"Con esto ganamos." Dijo Ravel con una sonrisa de victoria al ver como los murciélagos de Gasper lograban rodear por completo a Rossweisse y a Aika. Sin embargo, cuando todo parecía ya ganado, sucedió algo que ella no se esperaba.
Aika había visto como Gasper las había rodeado y al momento en que vio que sus ojos brillaban, supo que usaría su sacred gear para paralizarlas. Asi que, habiendo previsto que algo como esto sucedería, la joven maga invocó algo rápidamente y sin perder tiempo, lo usó.
'Hay muchas cosas que no sabemos sobre los sacred gear que están en los ojos. Una de ellas es si es que pueden seguir siendo usados si su portador queda ciego temporalmente.' Pensó Aika mientras quitaba el seguro de lo que había convocado. Un segundo después lanzó el artefacto frente a ella y cerrando los ojos, movió sutilmente su otra mano para hacerle señas a Rossweisse para que también cerrase los ojos, algo que la valquiria hizo.
Un segundo después, todo el campo se iluminó con un brillo blanco, el cual terminó por cegar temporal a todos los que miraron. El artefacto que había producido eso no era ningún artefacto mágico, sino que fue una granada M84, un arma humana no letal usada para cegar y aturdir a los soldados enemigos.
"¡AHHHHH!" Gritó Gasper al sentir como sus ojos le ardían, provocándole tal dolor que perdió su forma de murciélagos, dejándolo desprotegido para un ataque enemigo. Dicho ataque enemigo llegó solo uno segundos después, provocándole dolor en cuatro lugares de su cuerpo. Un dolor en el lado derecho de su abdomen, otro en su lado izquierdo, uno en el hombro derecho y otro en su pecho, en el lado izquierdo.
"¡Gasper-Kun!" Fue el gritó colectivo que soltaron los demonios al ver como el Dhampir era atravesado por cuatro espadas de hielo, las cuales habían sido creadas por Rossweisse y Aika.
El cuerpo del Dhampir comenzó a caer hacia el vacío, pues la batalla se había librado en el aire, en un lugar alejado de la torre.
Los tres demonios restantes comenzaron a volar hacia Gasper, tratando de que el no caiga hacia el vacío, pero antes de que lo alcanzaran, el cuerpo del Dhampir fue absorbido por un vórtice purpura, sacándolo del lugar.
[Un Obispo de Rias Gremory ha sido retirado]
Cuando ellas vieron que su amigo había desaparecido, rápidamente voltearon y con una mirada de ira absoluta, se encararon contra Aika y Rossweisse. Sin embargo, en el momento en que las vieron, se dieron cuenta de que ya habían perdido, pues sobre ellas había cientos de círculos mágicos, los cuales brillaron y desataron un bombardeo total de hechizos elementales sobre ellas.
Los tres demonios crearon de manera instintiva círculos de magia para protegerse, pero aquello fue en vano, ya que el ataque fue tan fuerte y numeroso que terminó por abrumar sus defensas, creando varias explosiones.
[Un Obispo de Rias Gremory ha sido retirado]
[Un Obispo de Sona Sitri ha sido retirado]
[Un Obispo de Sona Sitri ha sido retirado]
El no hace poco hermoso bosque estaba lleno de cráteres, toda cortesía de los ataques de Akeno, Kuisha y Tsubaki, quienes luchaban contra Ingvild y con Alivian, quien estaba bajo el control del sacred gear de Ingvild.
"¡Toma esto!" gritó Akeno mientras le lanzaba un relámpago a Ingvild.
La joven medio demonio tuvo que esquivar el ataque para evitar que este le haga más daño del esperado, pues estaba potenciado por el poder sagrado de Akeno. Cuando el ataque pasó por su lado, Ingvild extendió sus manos y creando un círculo mágico, lanzó una bala de agua comprimida. Dicha bala viajo a gran velocidad, pero no derrotó a Akeno, pues esta se protegió usando un círculo mágico.
Un instante después de dicho ataque, Ingvild sintió que algo se aceraba por su espalda y mirando hacia ese lugar vio que era un ataque de Kuisha, el cual no logró impactar, pues Alivian lo detuvo usando su propio cuerpo. Si bien dicho ataque era potente, Alivian poseía una gran resistencia, así que pudo salir relativamente ileso del ataque.
"¡Alivian-san! ¡Recupera tus sentidos!" gritó Akeno, solo para morderse el labio después con desesperación, ya que la «reina» de Seekvaira no respondía ante sus palabras. La pérdida de su aliado provocó que la batalla estuviese en su contra en todos los sentidos, pues pese a que ella, Kuisha y Tsubaki eran fuertes, en algunos estándares, no estaban ni de cerca de estar al mismo nivel de poder que Ingvild, la cual no solo era una medio demonio, sino que también tenía el poder de un demonio de clase suprema, lo que la colocaba en el top tres del grupo de Edzard, solamente estando por debajo de Edzard y Asia.
"Parece que lo perdimos." Dijo Tsubaki acercándose a Akeno, junto con Kuisha, la cual se había alejado de Alivian no hace mucho.
"Si." Respondió Kuisha mientras su mirada estaba enfocada en sus dos enemigos. "¿Tienen algún plan para derrotarlos?"
"Ninguno. El poder de este enemigo es muy grande." Señaló Akeno mientras entrecerraba los ojos mirando a Ingvild. "Tal y como dije antes de iniciar, parece que su nivel de poder es similar al de un demonio de clase suprema."
"Si, eso se puede ver." Comentó Kuisha, quien miró a Akeno y a Tsubaki para luego entrecerrar los ojos al recordar algo. Y es que antes de iniciar su combate, ellas les dijeron que tengan cuidado, pues este enemigo estaba al mismo nivel que un demonio de clase suprema, pero no solo eso, sino que también le dijeron a Alivian que tuviese extremo cuidado al momento de luchar contra ella. Lamentablemente, dicha advertencia fue inútil al parecer, pues ni bien la batalla inició, su enemigo comenzó a cantar una suave melodía, la provocó que Alivian gritase de dolor. Al ver a su compañero de equipo sufrir, ellas decidieron atacar, para detener lo que sea que le causaba dolor a Alivian. Sin embargo, para su ingrata sorpresa, cuando estaban atacando a su enemigo, Alivian les lanzó un ataque por la espalda.
'Por fortuna, logre ver el ataque y usar mi habilidad «Hole» para detenerlo, de lo contrario todo hubiese terminado allí.' Pensó Kuisha mientras miraba a sus compañeras… había algo que no le cuadraba, pues no sabía como era posible que ambas supiesen que tan fuerte era su enemigo, no solo eso, sino que también parecían saber que ella podía controlar a los dragones. Asi que, sintiendo que necesitaba unas respuestas de ellas, decidió preguntar, por lo que las llamó. Cuando ellas respondieron, ella volvió a hablar. "No me había percatado antes, pero parece que ustedes saben que sucede aquí. Asi que, amablemente les pido que me digan que sucede."
La petición de Kuisha provocó que tanto Akeno como Tsubaki se retuerzan un poco, pues se dieron cuenta de que su advertencia inicial pareció haber causado que ella concluyese que sabían que pasaba. Si bien era cierto que sabían que la persona con la que luchaban era Ingvild, la verdad es que, no sabían porque luchaban contra ella en este rating game. Sin embargo, tras ver la forma del lenguaje corporal de Kuisha se dieron cuenta de que ella no aceptaría nada más que la verdad. Por lo que, mirándose, estuvieron por mencionar algunas cosas, muchas de ellas serian información vaga, pues habían recibido la orden de no decir nada.
"La persona- "
Las palabras de Akeno fueron interrumpidas cuando Alivian apareció justo a su lado derecho. Aquella acción hizo que la hija de Barakiel se sorprendiera en gran medida, pues no se esperó ver al dragón aparecer a su lado y gracias a ello, no pudo responder a tiempo cuando este le dio un potente golpe en el rostro, lazándola a volar contra el suelo.
El cuerpo de Akeno viajo a gran velocidad contra el suelo y generó un gran estruendo cuando su cuerpo impactó con el suelo, levantando una gran nube de polvo.
"¡Akeno-San!" gritaron al unísono Kuisha y Tsubaki, pues aquel ataque también las había tomado por sorpresa a ellas.
Tras ver como Akeno impactaba en el suelo, los dos demonios giraron sus rostros y miraron a Ingvild, pero antes de que hagan o dijesen algo, Alivian apareció a su lado y atrapándolas de sus cuellos, rápidamente se lanzó hacia donde había impactado la hija de Barakiel anteriormente.
"Suéltanos…" gruñó con dificultad Tsubaki mientras movía su mano derecha e invocaba un círculo mágico, con el cual planeaba forzar a que Alivian las suelte a ambas. Sin embargo, para su mala fortuna, el dragón aumentó la velocidad con la que caía y terminó impactando contra el suelo.
¡BOOOMMMM!
Una gran nube de polvo se levantó al instante en que Alivian impactó en el suelo, cubriendo el lugar y dificultando la vista de todos los que observaban los combates desde otros lugares.
Dentro de la nube de polvo, la batalla aun continuaba, pues pese al gran impacto, ni Kuisha ni Tsubaki, ni Akeno habían sido retiradas.
La hija de Barakiel se levantó torpemente, pues tenía varias heridas en el cuerpo. Cuando posó su mirada en sí misma, vio que su uniforme estaba hecho pedazos, dejándola casi desnuda. Tras examinarse, Akeno intentó caminar para encontrar a sus compañeras. Sin embargo, cuando movió su pierna derecha, ella cayó de bruces al suelo.
"Arghhh…" gruñó Akeno al sentir como sus piernas dolían bastante, un signo inequívoco de que estaban muy heridas talvez incluso tuviese los huesos rotos. Sin embargo, pese al dolor que sentía, ella volvió a ponerse de pie y cuando vio algo entre la nube de polvo, rápidamente creó un círculo mágico, del cual salió un ventarrón. Dicho ventarrón limpio el área de la nube de polvo, permitiéndole a Akeno ver que sus dos compañeras estaban siendo retenidas por Alivian.
El dragón mantenía sus manos en los cuellos de las dos jóvenes, manteniéndolas en el suelo. Al ver esto, Akeno movió sus manos y conjurando un círculo mágico, estuvo por lanzarle un «Relámpago Sagrado» a Alivian, para así forzarlo a liberar a los dos demonios. Sin embargo, cuando estuvo por hacer su ataque, ella vio algo que la dejó helada.
Los ojos de Akeno se abrieron con horror al ver a cuatro enormes dragones de agua, los cuales medían más de cincuenta metros de largo cada uno. En medio de estos dragones se encontraba Ingvild, la cual mantenía su mirada fija en ellos. Cuando ella levantó su mano derecha, el corazón de Akeno se aceleró con miedo, pues entendió lo que pasaría a continuación. Al percatarse del peligro inminente en que estaban, ella comenzó desesperadamente a intentar moverse o liberar a sus compañeras, pero al hacer eso, no vio el instante en que la mano de Ingvild bajó, sellando así su derrota en esta batalla.
Los dragones de agua descendieron furiosamente contra los cuatro demonios y cuando impactaron en la posición de estos, terminaron atrapándolos en sus fauces, causándoles así varias heridas a los cuatro. Tras eso, los cuatro dragones explotaron, generando varias olas de agua, las cuales se llevaron los cuatro cuerpos a diferentes lugares. Unos segundos después de esto, los cuatro demonios fueron absorbidos por vórtices purpuras, sacándolos del lugar.
[Una Reina de Rias Gremory ha sido retirada]
[Una Reina de Sona Sitri ha sido retirada]
[Una Reina de Seekvaira Agares ha sido retirada]
[Una Reina de Sairaorg Bael ha sido retirada]
¡BOOM!
Una bola de poder de la destrucción impactó en uno de los pilares que rodeaban el lugar donde se encontraba Asia enfrentándose a Rias, Sona y Seekvaira. El ataque, el cual originalmente estaba destinado a impactar en Asia, fue desviado gracias a que la esposa de Edzard le había dado un golpe a Rias en el lado derecho de su abdomen, provocando que esta enviase el ataque hacia otro lado.
La fuerza del golpe de Asia forzó a Rias a derrapar unos pocos metros, tras los cuales, el demonio de sangre pura se llevó una mano al abdomen y cayó de rodillas mientras sentía que le faltaba el aire.
"¡Seekvaira!" gritó Sona mientras juntaba ambas manos al frente suyo y lanzaba varios picos de hielo hacia Asia, con la clara intención de que esta se alejara de Rias. El plan de Sona pareció funcionar, pues Asia comenzó a correr por el lugar, esquivando los ataques que le lanzaba.
"¡Si!" gritó Seekvaira en respuesta al pedido de Sona, por lo que, sin perder tiempo, creó varios círculos mágicos, de los cuales surgieron varias bolas de fuego.
Asia miró como las bolas de fuegos se dirigían hacia ella y sin pensarlo dos veces usó su espada para cortarlas de manera limpia, por lo que estas no explotaron al momento del corte, sino que explotaron unos segundos después. Siguiendo con su avance, ella se acercó a los dos demonios de sangre pura, las cuales al verla llegar tan cerca, invocaron sus alas y comenzaron a volar por el lugar, en un intento de alejarse. Sin embargo, para su mala suerte, Asia también levantó vuelo y comenzó a perseguirlas por unos momentos, deteniendo varios ataques con una custodia, pues los dos demonios siguieron atacando mientras se movían por el lugar.
Mientras Asia jugaba al gato y al ratón con Sona y con Seekvaira, Rias logró recuperar el aliento y comenzó a pensar en cómo derrotar a su enemigo. Sin embargo, por mucho que lo pensara, no podía encontrar una forma de derrotarla, pues ninguno de sus ataques pudo impactar en ella. Lamentablemente, no pudo seguir pensando en nada más, pues se vio forzada a conjurar un círculo mágico defensivo cuando un relámpago apareció en su línea de visión.
"Aghhh." Gruñó Rias mientras mantenía su concentración para evitar que su barrera cayese. Sin embargo, mientras mantenía su concentración, ella se percató de que su poder demoniaco estaba disminuyendo de forma anormal, algo que indicaba que el ataque que había recibido era un hechizo de la escuela de «destrucción» de Nirm, pues estos hechizos eran los únicos que podían destruir las reservas de poder demoniaco, aunque la cantidad perdida dependía de si el ataque te impactaba o no. Si te impactaba el ataque y sobrevivías, perderías una buena parte de poder demoniaco, pero si lograbas defenderte, aun perdías poder demoniaco, pero la cantidad era menor.
Cuando el ataque de Asia se detuvo, Rias comenzó a volar, para de esa manera tomar distancia. Cuando volvió a ver a sus amigas, vio como estas seguían lanzando hechizos contra Asia, pero aquello era en vano, ya que los ataques que le lanzaban eran bloqueados por una «custodia» o cortados por una espada. Al ver que parecía que Asia ahora estaba centradas en sus amigas, Rias conjuró un círculo mágico, pues tuvo una ida de como derrotar a su enemigo, por lo que sin perder tiempo les transmitió su idea a sus amigas.
Asia seguia acercándose a Sona y a Seekvaira mientras detenía sus ataques. Los dos demonios habían usado hechizos de fuego y otros más para tratar de retenerla, pero ella había usado una custodia para detener sus ataques, ya que a diferencia de Aika y de Rossweisse, ella no podía cambiar el circulo mágico que usaba, por lo que fácilmente seria reconocida por Rias y Sona, y eso era algo que ella quería evitar a toda costa. Asi que, para evitar que la descubrieran, decidió usar hechizos de Nirm y sus habilidades cuerpo a cuerpo. Manteniendo su sacred gear apagado y también evitando usar hechizos de Magicka Extrema.
'Es tal y como Ed lo había mencionado. Tienen mucho poder demoniaco y un buen control de su poder, junto con una más que aceptable resistencia a los golpes, pero además de lanzar hechizos, no saben luchar de otra manera. Si se quedasen sin poder demoniaco o si un enemigo las fuerza combatir cuerpo a cuerpo, ellas perderían de manera casi de inmediata.' Pensó Asia mientras miraba como Seekvaira y Sona aumentaban su velocidad para lograr separase de ella. Sin embargo, eso no les serviría, ya que ella podía ir aún más rápido.
Asi que, aumentando su velocidad, Asia siguió persiguiendo a sus enemigas. Sin embargo, parpadeó con confusión cuando vio como tanto Sona y Seekvaira se detenían de manera abrupta.
'¿Qué están planeando?' pensó Asia, para luego levantar una custodia rápidamente, pues ambos demonios crearon varios círculos mágicos y comenzaron a lanzar ataques mágicos elementales, lo que la forzó a detenerse también.
"¡Hazlo ahora, Seekvaira!" gritó Sona mientras seguia lanzando ataques elementales.
Seekvaira dejó de lanzar ataques elementales para mover sus manos rápidamente y crear un enorme circulo mágico a los pies de Asia, la cual al ver esto se asombró enormemente. Sin embargo, el circulo mágico a los pies de Asia no creó ninguna explosión o algún ataque elemental como se lo había esperado Asia, sino que creó una enorme barrera, la cual se extendía varios metros alrededor de Asia.
Cuando la barrera terminó de crearse, Asia comenzó a mirarla con ligero asombro, pero su asombro aumentó cuando vio como Sona le lanzaba un dragón de agua, el cual comenzó a ir más rápido tras ingresar a la barrera. Al percatarse de ello, Asia rápidamente movió su mano y cuando lo hizo se percató de algo increíble.
'¡Esta deteniendo el tiempo!' pensó alarmada Asia, pues vio que su mano se movía a la mitad de su velocidad normal. Cuando se dio cuenta de lo que sucedía, comenzó a pensar en una forma de salir de esa barrera. Sin embargo, no pudo encontrar una manera de hacerlo sin revelar su identidad. 'No me han dejado otra opción, tendré que usar eso.'
Tras aquel pensamiento, Asia comenzó a usar una habilidad que poseía. Sin embargo, mientras lo hacía, escuchó a Sona volver a gritar.
"¡Rias, Hazlo!"
Los ojos de Asia se abrieron cuando escuchó esas palabras, por lo que, mirando hacia atrás, vio como Rias conjuraba varias esferas de «poder de la destrucción», las cuales tenían el tamaño de pelotas de beisbol, y las lanzaba contra ella.
Al sentir el peligro llegar hacia ella, Asia pensó de manera rápida como evitar ser impactada por los ataques de Rias, por lo que, sin pensarlo dos veces, extendió su otra mano y creó otra custodia para defenderse. Si bien con eso normalmente bastaría, sabía que necesitaba salir de la barrera, por lo que también decidió usar su habilidad racial, «Piel de dragón».
Mientras Asia activaba su habilidad racial como media bretona, Rias, Sona y Seekvaira continuaron con su ataque, el cual había consistido básicamente en meter a Asia en una barrera, la cual la ralentizaría a ella, pero aceleraría los hechizos que ellas le lanzaban.
"¡Seek-chan, aguanta!" gritó Rias al ver como su amiga estaba que apretaba los dientes mientras el sudor se formaba en su frente, pues usar la habilidad de su familia de esta manera era algo que consumía mucho poder demoniaco, así como concentración, pues la barrera no era solo para detener el tiempo o acelerarlo, sino que era para hacer una mescla de aceleración con detención, algo que hacía que ella tuviese que estar concentrada para no invertir los papeles, lo que conllevaría a que Asia se moviera más rápido y los ataques más lentos.
"¡Lo estoy intentando, pero no creo poder hacerlo por mucho tiempo!" gritó Seekvaira mientras luchaba por mantener esa barrera. "¡Tienen que atacar con más poder, para que esto termine pronto!"
Rias miró a su amiga de la infancia y sin pensarlo dos veces, asintió, por lo que le gritó a su otra amiga. "¡Sona, ataquemos can más poder!"
Sona miró a su amiga y asintiendo, creó varios círculos mágicos más, los cuales comenzaron a rodear la posición de Asia. Los círculos mágicos de Sona se juntaron con los de Rias, quien también había decidido hacer lo mismo que la joven Sitri.
Los círculos mágicos brillaron un segundo y luego soltaron andanadas de hechizos, los cuales tenían toda la intención de derrotar a su enemigo. Los hechizos comenzaron a generar varias explosiones cuando impactaron en Asia, creando una gran cantidad de humo, lo que impidió ver que sucedía dentro de la barrera.
El ataque de las tres amigas duró treinta segundos más, ya que fue en ese momento en que Seekvaira perdió la concentración y por lo tanto, se terminó el hechizo de la barrera.
"Ahh, ahh…" Respiraba con dificultad Seekvaira, quien cayó de rodillas cuando su barrera se rompió. La joven demonio sentía que sus reservas de poder demoniaco estaban en cero, pero, aun así, intentó levantarse, solo para tropezar. Afortunadamente, nunca llegó a tocar el suelo, pues fue atrapada por Rias y Sona, las cuales se movieron rápidamente para atraparla.
"¿C-c-c-crees que lo logramos?" preguntó Seekvaira con dificultad mientras miraba a sus amigas.
"No lo sé, pero no creo que nada resista un ataque de tal magnitud." Respondió Sona mientras miraba el lugar donde había estado la barrera.
"Sona tiene razón- "
Lo que Rias estaba diciendo fue interrumpido cuando un fuerte golpe la envió a volar por los aires, pero no solo ella, pues al haber estado junto a sus amigas, Sona y Seekvaira también fueron arrastradas. Cuando impactaron en el suelo, los tres demonios levantaron la vista y para su asombro vieron que allí, frente a ellas, estaba su enemigo, el cual había perdido parte de su armadura y de su máscara, permitiendo que Rias y Sona vieran parte del rostro que se escondía tras la máscara. Esto les permitió saber la identidad de contra quien habían estado luchando. Sin embargo, cualquier cosa que pudieran decir, se esfumó de sus gargantas cuando vieron como Asia tomó una posición de ataque.
La posición que Asia había tomado era ni más ni menos que la posición para que ella pueda usar «Akachin». La esposa de Edzard tenía heridas menores gracias a que había usado su habilidad racial, la cual le permitió absorber parte del poder de los hechizos que le lanzaban, reduciendo el poder de estos, lo cual sumado a su habilidad de «Absorción» que tenía con sus custodias y su armadura, le permitieron resistir todos los ataques que los tres demonios le habían lanzado.
'Qué bueno que la barrera cayó en ese momento, de lo contrario la que hubiese sido teletransportada fuera de aquí hubiese sido yo.' Pensó Asia para luego mirar su espada y sin pensarlo dos veces, susurró el cantico para su ataque y tras eso, se lanzó contra ellas.
Los ojos de los tres demonios se abrieron de par en par cuando vieron como el ataque de Asia, el cual inicialmente parecía un cometa de fuego dorado, se convertía en un gran dragón que avanzaba con las fauces abiertas.
"¡Movámonos!" gritó Sona mientras ella y Rias intentaban salir de allí mientras cargaban a Seekvaira, pero el desgaste de la batalla y los golpes que Asia les había dado antes les pasaron factura y no pudieron moverse muy rápido, por lo que terminaron siendo engullidas por el ataque de Asia.
El dragón de fuego dorado explotó en llamas doradas, las cuales se expandieron por todo el lugar, chamuscando varias partes del edificio. Cuando las llamas se extinguieron, los cuerpos de los tres demonios cayeron con un ruido sordo al suelo. Las ropas de las tres chicas estaban rotas, dejándolas casi desnudas, lo que permitía ver que tenían algunos cortes y algunas quemaduras de segundo grado. Sin embargo, nada era fatal, pero eso no impedía que el poder del ataque dejara inconscientes a las tres chicas, las cuales fueron absorbidas por vórtices purpuras.
Cuando Asia vio que las tres chicas habían sido teletransportadas, soltó un suspiro mientras ella misma comenzó a ser cubierta por una luz dorada, la cual hizo que ella desapareciera del lugar.
"Parece que casi todas las batallas han terminado ya." Dijo Azazel mientras miraba como Xenovia, Kiba, Liban y Tomoe eran absorbidos por vórtices purpuras. "Los caballeros lucharon bien, pero no tuvieron nada que hacer cuando Lint y Mittelt comenzaron a usar los encantamientos de sus armas."
"Si, pero lucharon bien pese a la diferencia de experiencia en combate real que hay entre ellos." Comentó Sirzechs mientras su mirada dejaba de ver a los «Caballeros» y pasaba a ver a las «Torres». "La batalla entre Valerie y las «Torres» también ha finalizado."
"Su lucha fue un poco dispareja en comparación con las otras porque fueron tomados por sorpresa por los ataques de magia de oscuridad de Valerie-chan y por ese extraño martillo." Dijo Serafall mientras recordaba como Valeria había logrado derribar a Ladora usando ese martillo para darle un buen golpe en su cabeza, dejándolo inconsciente en el acto. "Aunque me sorprendió que lograra derrotar a Ladora-chan con ese martillo. Eso será algo que debemos de preguntarle a Ed-chan cuando este juego termine y tengamos nuestra reunión."
Tanto Azazel como Michael y Odín miraron a los dos Maous y asintieron.
"Están muy tranquilos pese a haber visto como sus hermanitas recibían una paliza brutal." Dijo Azazel con una sonrisa en el rostro, disfrutando en mencionar eso en la cara de los dos siscones. "Yo me los imaginaba haciendo un berrinche por como perdieron ellas."
Las palabras de Azazel provocaron que ambos demonios miraran hacia otro lado e hicieran un puchero, demostrando que, si estaban molestos y quería hacer algo, pero al ser los lideres de una facción, junto al hecho de que estaban en una reunión formal, bueno, ellos no podían hacer berrinches sobre eso.
"Bueno, ahora solo queda la batalla más interesante." Dijo Odín mientras miraba lo que pasaba en la última pantalla.
"Si… Debo de decir que lo están haciendo bien." Dijo Azazel al ver lo que sucedía. "Pero, la verdad es que esto solo es un juego para él."
"Si, Ed-chan solo está jugando con Saji-chan, Issei-chan y Sairaorg-chan." Señaló Serafall para luego soltar un suspiro. "Espero que no los rompa demasiado."
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y el capitulo 54 está listo, XD.
Se ha puesto fin a la mayoría de los combates de entre las noblezas de los jóvenes demonios y los miembros del grupo de Edzard. Y como era de esperarse, los demonios han sido apaleados, aunque, eso era esperable si te enfrentas a un grupo de personas que luchan contra daedras una vez por semana o hasta más veces, porque sí, puede que no se mencionen repetidamente, pero hay problemas con los daedras casi de manera seguida. También se ha mencionado algunas pequeñas porciones de información mas sobre la diferencia entre humanos de Nirm y de la Tierra.
Ahora, lo que dijo Valerie fue la bendición para matar dragones que Esbern te da cuando le pides ayuda para matar dragones. La razón por la que la bendición se manifiesta como el encantamiento de la espada «Azote de Dragones», es porque no se hace con el idioma mortal, sino con el idioma de los dragones. Ese encantamiento puede convertir cualquier arma mundana en un arma "asesina de dragones" por un cierto periodo de tiempo.
Bien, ahora sobre el tema de la facción que lidera Zekram Bael, esta tendrá su propio mini arco en el futuro, pero para que eso suceda, es necesario un personaje en especifico y para que ese personaje aparezca faltan unos siete u ocho capítulos, más o menos. XD
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
