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Capítulo 59
— No Mercer, no estoy aquí para recuperar la llave que le robaste a Nocturnal… Estoy aquí por que tenemos algo que terminar, algo que empezaste en el Santuario del Velo de la Nieve. —
Edzard a Mercer antes de su lucha final.
El ambiente que se sentía en la entrada del laboratorio del castillo de Hades era pesado y muy tenso, a tal punto de que tanto Edzard como Zakir y los dos seres que estaban a sus espaldas tenían los músculos de sus cuerpos completamente tensos.
"Les recomiendo que no hagan alguna locura y solo se resignen a morir. Si hacen eso, su muerte será rápida e indolora." Dijo la misma voz que había hablado hace unos momentos.
"Vamos, Thanatos. Eso sería muy aburrido." Dijo otra voz, la cual estaba a espaladas de Zakir. "No le hagan caso, mejor resístanse y dennos una buena pelea."
Tras oír ambas voces, los dos héroes comprendieron que los dos seres que les hablaban parecían ser diferentes entre sí, en cuanto a la personalidad, pues en cuanto a raza, eran del mismo tipo.
'No tienen el aura divina de un Dios, por lo que solo pueden ser dos Parcas de alto nivel.' Pensó Edzard mientras miraba de reojo, logrando ver como ambas parcas tenían túnicas muy oscuras. La única diferencia que había entre ambos eran las decoraciones que mostraban sus respectivas túnicas. La parca que estaba detrás de él tenía una máscara de calavera y llevaba una capa exquisitamente decorada. A la par, la parca que estaba a espaldas de Zakir vestía su típica túnica de parca, pero estaba decorada de tal manera que parecía que era un payaso, pero un payaso oscuro con una máscara algo espeluznante. Al verlos, Edzard supo que la cosa estaría difícil, pues en caso de luchar ambos en este lugar podría que sus ataques se cruzaran con los del otro, por lo que, haciéndole discretamente una señal a Zakir con los dedos de una mano, esperó un momento.
El silencio reinó por un instante en el lugar, solo para quebrarse cuando Zakir dejó caer sus armas al suelo. Las dos espadas hicieron un eco agudo al tocar el suelo, provocando que la parca que estaba detrás de él soltara un suspiro algo molesto.
"Parece que tu compañero es listo, ¿Por qué no haces lo mismo?" preguntó la parca a espaldas de Edzard.
Ante aquella pregunta, Edzard solo sonrió bajo su mascara, pues parecía que su enemigo estaba mordiendo el anzuelo. Abriendo lentamente sus manos, comenzó a dejar sus espadas, para de esa manera mostrar que se estaba preparando para rendirse. Sin embargo, cuando sus armas tocaron el suelo, el sonido del impactó fue seguido por otro sonido.
Al lado de Edzard, Zakir esperó hasta que las espadas del descendiente de su amigo tocaran el suelo para hacer su movimiento. Cuando escuchó ese sonido, rápidamente giró su cuerpo y en menos de un instante, usó el hechizo «Forma de Relámpago». El cuerpo de Zakir se volvió un relámpago azul, el cual impactó de lleno en el pecho de la parca que estaba a sus espaldas. La fuerza del impacto generó una onda de choque que hizo que la parca que estaba a espaldas de Edzard se tambaleara ligeramente, lo que fue aprovechado por el hijo de Akatosh para usar «telekinesis». Las manos de Edzard brillaron de dorado, cuyo brillo tambien se hizo presente en las espadas de Zakir. Sin perder tiempo, el ultimo Dovahkiin mandó a volar las espadas hacia donde su dueño había ido.
Tras ver las espadas volar por el borde de su ojo, Edzard no perdió tiempo y en menos de una fracción de segundo colocó sus pies bajo sus armas y con rápido movimiento, las lanzó al aire. Tras aquello, rápidamente movió sus manos y atrapó ambas armas. Cuando sintió el peso de aquellas armas en sus brazos, él se vio forzado a girar y a cubrirse con ellas, pues la parca se había recuperado y lo había intentado matar con una guadaña tan negra como la noche sin estrellas.
La guadaña fue detenida por las espadas cruzadas de Edzard, lo que hizo que ambos enemigos se vieran a la cara mientras forcejeaban.
"Tomaron una mala decisión." Dijo Thanatos, mientras este aumentaba la fuerza que ejercía en su guadaña, provocando que las armas de Edzard cedieran unos pocos centímetros.
Al ver que sus armas parecían ceder terreno, Edzard supo que debía de sacar más poder, por lo que, sin pensarlo dos veces, accedió a todo el poder que tenía en su forma humana, esperando que eso sea suficiente, al menos por ahora.
Ya con gran parte de su poder libre de las restricciones que se había autoimpuesto, Edzard comenzó a ejercer más fuerza, logrando hacer retroceder lentamente la guadaña de su enemigo. Esta acción pareció sorprender a la parca, cuyo único signo probatorio de sorpresa fue el ligero cambio en su forma de moverse. Sin embargo, pese a que Edzard había aumentado su fuerza, esta no fue suficiente como para igualar a la de la parca, la cual, tras superar su sorpresa, comenzó a aplicar más fuerza, sorprendiendo ligeramente a Edzard, el cual comenzó a ver como lentamente sus armas comenzaban a ceder terreno nuevamente.
El forcejeo entre ambos enemigos terminó cuando Thanatos movió su guadaña hacia abajo, lo que forzó a Edzard a girar su cuerpo ligeramente hacia un lado, lo que hizo que tuviera que retirar sus armas. Tras aquello, ambos dieron un salto hacia atrás, bueno, Edzard dio un salto hacia atrás, mientras que Thanatos solo levitó alejándose de Edzard.
Ambos enemigos comenzaron a verse detenidamente, mientras sus dedos se apretaban en las empuñaduras de sus respectivas armas. Unos pocos segundos después de haberse separado, ambos desaparecieron en un estallido de velocidad, encontrándose nuevamente en el medio de su campo de batalla. Las chispas comenzaron a saltar mientras las armas chocaban. La batalla que se estaba librando era de tal calibre que cada impacto del acero de las armas provocaba una onda de choque de tal magnitud que agrietaba las paredes que los rodeaban. Incluso, el mismo suelo donde estaban luchan se resquebrajaba y se llenaba de grietas. Sin embargo, a diferencia de los otros tipos de combate, este era casi inmóvil, pues sus combatientes a penas se movían de sus lugares, moviéndose solo lo necesario para atacar, defenderse o esquivar.
"Eres fuerte, diría que estas al nivel de un demonio de clase suprema… no, por la forma en como resistes, tu poder debe de estar a la par que la de un demonio de clase maou." Dijo Thanatos mientras hacía girar su guadaña de manera circular, para así atacar a Edzard de manera consecutiva.
Edzard miraba el ataque entrante y usando ambas armas, los desviaba. Sus hojas se movían de arriba hacia abajo, para de esa manera prevenir que la guadaña lo tocara, pues si esa espada lo llegaba a tocar, era probable que le abrogaba algo de energía vital. Pese a que su enemigo estaba hablando, él no le estaba prestando atención, pues estaba concentrado en detener los ataques enemigos que le llegaban. La fuerza de la parca superaba la suya, por lo que no podía permitir que esa arma le golpease. Si bien él era muy resistente, no quería terminar muy golpeado, ya que no quería que sus heridas llamaran la atención.
"Parece que no deseas hablar." Dijo Thanatos mientras detenía su ataque, para luego desparecer en un estallido de velocidad, el cual dejaba varios duplicados suyos. La parca comenzó a moverse alrededor de Edzard, tratando de confundirlo con las imágenes residuales que dejaba como resultado de su impresionante velocidad. Sin embargo, para desconocimiento de la parca, Edzard podía verlo moverse, pues pese a que él era rápido, lamentablemente su velocidad no era como la del hijo de Molag Bal, por lo que no podía evadir del todo los reflejos que poseía el ultimo hijo de Akatosh.
La batalla de ambos continuó de esa manera, hasta que de la nada, Edzard lanzó al aire la daga que tenía en su mano izquierda, liberando dicha mano, para un segundo después, moverla y crear varias runas mágicas en el suelo. Aquella acción confundió enormemente a la parca, la cual no sabía por qué Edzard hacia eso. Sin embargo, lo descubrió cuando por error pasó por sobre el borde de una de ellas. Ante sus ojos, una gran cantidad de explosiones de rayos se hicieron presentes, las cuales no dieron de lleno en su cuerpo, pero aun así terminaron provocándole bastante dolor.
Thanatos, se movió rápidamente, saliendo del área de efecto del ataque de Edzard. Cuando la parca salió del área de las explosiones, vio que su ropa estaba liegamente dañada, pero no había algún daño más.
"Eso es nuevo. Nunca vi a alguien hacer eso." Comentó la Parca mientras movía su guadaña y detenía un ataque de Edzard, el cual había vuelto a tomar su daga y se había lanzado contra él. La fuerza del impactó hizo retroceder un poco a Thanatos, pero cuando este se detuvo, comenzó a forcejear contra Edzard; sin embargo, mientras seguia forcejeando, Edzard movió su mano izquierda, la cual tenía la daga en posición horizontal, haciendo que esta baje y provocando que el gavilán de sus dos armas chocase, provocando que la daga se soltase y dejase a Edzard con una mano libre.
Edzard movió su mano izquierda y señaló el rostro la parca, para luego lanzar un hechizo rápido. Un gran chorro de llamas surgió de su mano extendida, cubriendo de llamas a Thanatos, el cual comenzó a gruñir de dolor, pues el fuego lo envolvió por completo. Tras aquello, Edzard rápidamente giró sobre su talón derecho y le dio una patada en el lado izquierdo a Thanatos, provocando que este saliese disparado hacia una de las paredes.
¡BOOOM!
El cuerpo cubierto de llamas de Thanatos impactó contra la pared, causando que el lugar tiemble un poco y una pequeña cantidad de escombros cayeran sobre la parca. Al ver a su enemigo impactar, y recordando que estaba cubierto de llamas, Edzard sintió que el combate había acabado, pero para su sorpresa, Thanatos convocó una gran explosión de energía oscura, la cual hizo que los escombros volaran y de paso apagó las llamas que cubrían a la parca.
Cuando el fuego se extinguió, Edzard pudo ver que la parca tenía su túnica muy dañada, y tal vez estaba herido, pero el hijo de Akatosh no podía ver las heridas.
"Eso… eso fue desagradable." Señaló Thanatos mientras tomaba su guadaña con ambas manos nuevamente. "No quería luchar contra ti en serio, pero parece que no quieres rendirte. Además, tu pequeño truco dañó mi túnica favorita, por lo que, me conformare con tener tu cabeza como compensación."
Tras aquellas palabras, Thanatos desapareció en un nuevo estallido de velocidad, apareciendo frente a Edzard. Moviendo su guadaña, lanzó un ataque ascendente, el cual creó una grieta cuando la hoja de la guadaña pasó muy cerca del suelo. La velocidad del arma no tomó del todo por sorpresa a Edzard, pero la fuerza detrás del golpe si, pues fue de tal magnitud que el Dovahkiin salió disparado contra el techo en el mismo momento en que se cubrió del golpe cruzando sus armas como defensa.
'Mierda, que fuerza más brutal.' Pensó Edzard mientras giraba en el aire, para lograr estabilizarse y evitar golpear el techo. Afortunadamente pudo hacerlo y con ello logró aterrizar de pie en el techo. Sin embargo, no pasó ni un segundo tras poner un pie en el techo que se vio forzado a saltar, pues la parca, apareció de nuevo frente a él. Cuando el ataque de Thanatos impactó en el techo, creó una pequeña explosión, la cual levantó un poco de polvo, el cual cayó hacia el suelo, cubriendo el lugar.
Cuando Edzard tocó el suelo, rápidamente soltó ambas armas y sin esperar ni un segundo, usó sobre sí mismo un hechizo de potenciación.
'Esto es raro, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me vi forzado a usar un hechizo de este tipo? ¿Tres años? ¿cuatro? Bueno, eso no importa. Ahora solo debo de concentrarme en esta luchar.' Pensó Edzard mientras cerraba los ojos por un segundo, pues la nube de polvo le impedía ver bien. Concentrándose en el resto de sus sentidos, el joven dragón olio a su enemigo, y al saber su ubicación, dio un salto mortal hacia atrás, con el cual evitó un ataque de la parca, la cual había aparecido a sus espaldas y había movido su guadaña de manera horizontal. Mientras estaba en el aire, Edzard usó «Telekinesis» para atraer sus armas y cuando las tuvo en sus manos, rápidamente intentó usarlas para cortar a Thanatos por la espalda.
¡Clank!
El sonido del metal chocando se hizo presente cuando Thanatos detuvo el ataque de Edzard. Aquella demostración de habilidad hizo poco para sorprender a Edzard, pues el joven ya sabía que tan hábil era su enemigo. Tras ver su ataque detenido, Edzard dio un salto hacia atrás, para volver a tomar distancia contra su enemigo.
"Parece que eres más bueno de lo que esperaba." Dijo Thanatos mientras giraba la cabeza y miraba a Edzard.
"Lo mismo digo." Comentó Edzard, hablando con una voz distorsionada, ya que no quería que su enemigo supiese cuál era su verdadero tono de voz.
"Vaya. Asi que al fin te dignas a hablar conmigo." Comentó Thanatos, el cual bajó su arma un momento. "Dime algo. ¿Por qué están tu compañero y tu infiltrándose en el castillo de hades?"
Al oír como Thanatos mencionaba el nombre del dios de los muertos del panteón griego, Edzard levantó una ceja, pues las palabras de la Parca contenían algo de veneno contra el dios.
"Parece que no te gusta tu señor, ¿verdad?" preguntó Edzard mientras bajaba sus armas, pero no su guardia.
"¿Tanto se nota?" preguntó con un toque de burla Thanatos.
"La verdad es que si, se nota bastante."
"Ya veo… Parece que eres más razonable de lo que pensé." Dijo Thanatos, provocando que la ceja derecha de Edzard temblara de molestia, pero pese a eso, no hizo nada. Cuando la Parca vio que Edzard no le iba a interrumpir, volvió a hablar. "Sabes, ya no tengo ganas de seguir luchando contigo ¿Qué te parece un trato?"
La pregunta de la parca sacó de onda a Edzard a tal manera que el no supo que responder en ese momento. De hecho, la pregunta hizo que él se quedara mirando a Thanatos de manera incrédula, algo que la parca no pudo ver, pues el rostro de Edzard estaba cubierto por su mascara.
"Parece que mi propuesta te ha dejado un poco en shock. Asi que, creo que seré un poco más claro." dijo Thanatos mientras retiraba su guadaña, pues sentía que podía terminar con esto sin necesidad de luchar. "Quiero hablar contigo de algunas cosas, por ello te propongo un cese de hostilidades entre nosotros para poder intercambiar un poco información, ¿Qué te parece?"
Cuando Edzard escuchó la proposición de la parca se sintió confundido nuevamente, pues no sabía que ganaría Thanatos traicionando a su amo. Si bien las palabras de la parca sonaban como truco viejo para hacerlo bajar la guardia, él sabía que las oportunidades para obtener información de una supuesta fuente confiable eran raras, por lo que, decidió correr el riesgo. Sin embargo, sintiendo curiosidad por cual sería la ganancia de la parca en este intercambio de información, le hizo la pregunta.
"¿Qué ganas tu con esto?" preguntó Edzard.
"La verdad es que a mí me importa una mierda Hades y sus órdenes, lo que realmente me importa es que ese montón huesos está haciendo cosas a las espaldas de muchos. Y esas cosas pueden poner a mi raza en un estado delicado con el resto del mundo sobrenatural en épocas tan turbulentas y complicadas como la que estamos viviendo ahora. Si bien es cierto que somos más fuertes que los demonios y otros seres sobrenaturales, me temo que aún no sabemos qué tan fuertes somos en comparación con uno de esos seres de otro mundo."
"Ya veo… así que temes que las acciones de tu jefe pongan a tu raza en problemas." Comentó Edzard, mientras miraba con cierta nueva luz a Thanatos, pues parecía que sus motivaciones parecían ser algo nobles, algo que no esperaba encontrar aquí.
"Asi es. entonces, ¿Aceptas mi trato?"
"No veo porque no podamos compartir Información… Esto… ¿Cómo es que te llamabas?"
"Me llamo Thanatos."
"Ya veo…. Bueno, a mí me llaman, Qahnaarin." Dijo Edzard, usando uno de sus apodos menos conocidos, un apodo que solo un dragón usaba cuando hablaba con él.
"Un nombre extraño. Pero eso no importa." Dijo Thanatos mientras se acercaba a Edzard. "Dime, ¿Qué tan fuerte es tu compañero?"
La pregunta de Thanatos sacó de contexto a Edzard, el cual no entendía por qué se la hacía. Asi que, para salir de dudas le hizo una pregunta a Thanatos, el cual le respondió que era porque Zakir se estaba enfrentando a una de las parcas más fuertes que hades tenía bajo su mando.
Al oír esa respuesta, Edzard se sintió un poco preocupado por Zakir, por lo que le dijo a Thanatos si podía esperar aquí un momento, mientras él iba a ver cómo le iba a su compañero en su lucha. La respuesta que recibió Edzard fue un asentimiento por parte de Thanatos, quien también dijo que abriría las puertas del laboratorio de hades, pues parecía que allí abajo estaban pasando algunas cosas importantes que el Dios de los muertos no quería que se supiese.
Tras aquello, Edzard se fue del lugar, dejando solo a Thanatos, el cual comenzó a descender para cerciorarse de que todo esté libre y cuando lo haga, iría por alguien que de seguro estaría encantado de saber que pasaba por aquí.
¡Clank! ¡Clank! ¡Clank! ¡Clank! ¡Clank! ¡Clank! ¡Clank! ¡Clank!
El sonido del chocar del acero resonaba como una melodía mortal, haciendo eco por toda la habitación mientras esta se despedazaba gracias a las ondas de choque que se formaban. En toda la sala, se podía ver tanto a Zakir como a su enemigo moviéndose de manera rápida por todo el lugar, dejando tras de sí una gran cantidad de imágenes residuales, las cuales quedaban congeladas un segundo cada vez que ellos chocaban sus armas.
La guadaña de la parca se movió de manera diagonal descendente, lo que forzó a Zakir a moverse hacia el otro lado para de esa manera esquivar el ataque. Tras aquello, rápidamente movió sus dos manos, lanzando un doble corte de manera diagonal ascendente. Sin embargo, dicho ataque fue en vano, pues su enemigo logró detener el ataque, para luego desaparecer en un estallido de velocidad. Al ver esto, Zakir tampoco perdió tiempo y rápidamente comenzó a moverse por el lugar, siguiendo a su enemigo.
La parca, cuyo nombre era Pluto, era uno de los miembros de su raza más leales a Hades. Él era uno de los más antiguos de su raza, junto con Thanatos y otra Parca más, la cual se llamaba Orcus. Mientras la parca miraba a su enemigo, la sorpresa esta pintada bajo su mascara, pues no podía creer lo que pasaba, ya que él era una parca de clase definitiva, un ser que superaba con creces a los demonios de clase suprema, pero por algún motivo este individuo parecía luchar a la par con él.
'Su poder aumentó cuando fue cubierto por ese fuego azul.' Pensó Pluto, el cual movió su guadaña para detener los dos cortes consecutivos que su enemigo le estaba lanzando. Tras detener el ataque, Pluto contraatacó de manera rápida moviendo su guadaña de un lado a otro, con la intención de golpear a su enemigo; sin embargo, el ataque fue bloqueado por cada una de las espadas que su enemigo usaba. Aunque, a diferencia de lo que había pasado anteriormente, esta vez él no se retiró, pues se vio forzado a mantenerse en su lugar cuando una de las espadas fue puesta de tal manera que inmovilizó temporalmente su guadaña.
"Eres fuerte." Dijo Zakir mientras comenzaba a forcejear con su enemigo, pues este intentaba liberarse para poder seguir luchando. "Pero por todo lo que llevamos luchando, puedo ver que solo sabes usar tu arma. Eso es bueno para mí, ya que me dice que no tienes mucha flexibilidad al momento de luchar. Tu guadaña es peligrosa, pero si logras evadirla, bueno, eso lo vas a ver ahora."
Tras mencionar aquellas palabras, Zakir soltó sus armas, lo que provocó que Pluto, quien había estado tirando de su guadaña, tropezara hacia atrás ligeramente. Tras aquel desliz, Zakir aprovechó y moviendo rápidamente su pierna, le dio una patada a la parca, la cual logró cubrirse colocando su guadaña como escudo. Sin embargo, la fuerza que Zakir usó en el golpe fue tal que el cuerpo Pluto salió disparado como un cohete, atravesando varias paredes, cuyos escombros aplastaron a algunas parcas que tuvieron la mala suerte de estar en esos lugares.
'Que es esto. ¿Desde cuándo él es tan fuerte?' pensó Pluto desconcertado, pues el aumento de fuerza de su enemigo era algo que no estaba en las escalas de poder del mundo sobrenatural. Sin embargo, cualquier cosa que estaba pensando fue interrumpida cuando su enemigo apareció en frente suya. Al verlo allí, Pluto rápidamente movió su guadaña, para tratar de cortarlo de manera diagonal. Lamentablemente, ese ataque fue detenido por la espada que su enemigo tenía en la mano derecha.
Cuando Zakir detuvo el ataque de su enemigo con una de sus espadas, rápidamente movió su otra espada. Cuando lo hizo, vio que la parca retrocedía un poco, quedando fuera del rango del ataque de la espada, pero eso lejos de ser una desventaja, fue algo que el propio Zakir ya esperaba. Por lo que, juntando Magicka en su arma, esta rápidamente se transformó en una lanza de luz dorada, con la cual dio rápidas estocadas. La lanza de luz tomó por sorpresa a la parca, la cual solo pudo esquivar algunas de las estocadas, lo que hizo que algunas heridas aparecieran en su cuerpo.
"Asi que eres un ángel." Dijo Pluto cuando tomó distancia de su enemigo, el cual también había tomado algo de distancia.
"Je, quien sabe… puede que si o puede que no." Señaló Zakir con burla mientras una sonrisa aparecía bajo su mascara. "Aunque, la verdad es que no estarás mucho tiempo vivo como para saberlo."
'Su fuerza esta fuera de los límites ordinarios, es posible que sea tan fuerte como Thanatos.' pensó Pluto mientras examinaba a su enemigo. 'Hay algo raro en él. Antes de que la batalla escalase a esto, logré herirle superficialmente más de quince veces con mi guadaña y pese a eso, el aún mantiene la misma cantidad de energía y vitalidad que antes… Es casi como si fuese inmune a mi guadaña, pero eso es imposible, ya que incluso los super demonios son incapaces de resistir la maldición de la guadaña de una parca.'
Al ver que su enemigo no se movía, Zakir comenzó a formular rápidamente un plan para eliminarlo, pues si esto se continuaba alargando podría atraer la atención de Hades y tal como le había dicho Edzard, por muy fuertes que sean, ellos aun no estaban a la altura para poder enfrentarse a un ser de ese nivel de poder sin revelar completamente quienes eran. Aquello, provocó que el soltase un suspiro de molestia, pues si había algo que le molestaba era el tener que luchar limitando sus habilidades por algo. Sin embargo, sabiendo que tendría que luchar de otra manera, decidió terminar con esto, por lo que, sin pensarlo dos veces, comenzó a examinar el terreno de batalla, para tratar de usarlo a su favor. Cuando terminó de hacerlo, vio que había algunos lugares que podía usar para conectar un combo de golpes rápidos.
Cuando terminó de pensar en aquello, Zakir rápidamente se agachó, pues su enemigo apareció frente a él, y moviendo su guadaña, intentó decapitarlo. Sin embargo, gracias a que pudo prever el ataque, logró esquivarlo con eficiencia y no solo eso, sino que gracias a que estaba agachado, decidió usar un poco de combate sin armas, por lo que, apoyando su mano en el suelo, levantó su pierna derecha y le dio un golpe a la parca, la cual logró usar el extremo del mango de su guadaña para detener el golpe, pero pese a ello, terminó por salir volando hacia el techo de la habitación.
'Estas habitaciones no son como las otras, parecen ser más resistentes.' Pensó Zakir mientras miraba como el cuerpo de la parca chocaba con el techo. La fuerza del golpe terminó levantando un poco de polvo, el cual cubrió a la parca, dejándolo sin una buena visión de lo que podría hacer Zakir.
Al ver esto, Zakir movió su mano a su bolsa y tomó algo de allí. Rápidamente, derramó el contenido de ese objeto en sus espadas, pues él sabía que su enemigo no estaba derrotado y estaba que se preparaba para volver a atacarlo. Al terminar de pensar en aquello, bajo la máscara que usaba, el rostro de Zakir mostró una sonrisa más que enorme, pues pese a que le gustaba la paz y la tranquilidad, tambien disfrutaba de las batallas. Él sabía que eso sonaba muy mal y que demostraba que posiblemente estaba loco, pero eso eran esencia los héroes, un grupo de locos que no permitieron que sus límites los restringieran, siempre dispuestos a darlo todo ya sea por alguien o por el bien mayor y siempre tratando de disfrutar de lo que les daba la vida.
Cuando la mente de Zakir dejó de pensar en aquello, el Lilmothiit dejó que su conciencia se apagara por un momento. Por todo el momento que él estuvo en ese estado, el sintió que su alma y su propia existencia dejaban una prisión, pero lamentablemente, no logró salir del todo, si bien a el le hubiese podido gustar salir del todo de dicha prisión, ese era su límite. Cuando la mente del Lilmothiit volvió a conectar con su cuerpo, el héroe de la guerra de los tres estandartes movió sus brazos y colocó sus armas cruzadas por encima de su cabeza. Un segundo después, la parca con la que luchaba apareció y dio un ataque con su guadaña, la cual cayó de manera abrupta en forma vertical, siendo detenida por las armas de Zakir.
La fuerza del impacto fue tal que el suelo a los pies del zorro se agrieto y terminó formando un pequeño cráter en el suelo. Además, provocó que los brazos del héroe se entumecieran y hormiguearan un poco.
Cuando Zakir sintió que sus brazos dejaron de hormiguear por la fuerza del impacto, este rápidamente movió sus hojas de tal forma que forzó a la parca a alejarse, pero él no dejó la parca se alejara mucho, pues un segundo después de forzarlo a alejarse, el apareció frente a él y sin perder tiempo, usó la habilidad «Armas Ígneas», lo que hizo que las hojas de sus espadas se cubrieran por un fuego de color azul, el cual era similar al fuego que cubría el cuerpo del Lilmothiit. Cuando estuvo a escasos centímetros de la parca, Zakir comenzó a lanzar rápidos ataques, los cuales provocaron que sus armas se convirtieran en borrones. La velocidad de los ataques provocaba que sean difíciles de seguir para el ojo de un demonio de clase alta, pero no para Pluto, pues este en comenzó a mover su guadaña y usando tanto la hoja curva que tenía en el borde como el extremo sin hoja del mango, comenzó a detener los ataques que Zakir le lanzaba.
El salón comenzó a llenarse con una melodía aguda, pero que la vez iba acompañada por sonidos de gruñidos ocasionales.
Pluto movió su guadaña de tal forma que su enemigo se vio forzado a usar ambas armas para pararlo, pero no solo eso, sino que, al parar su arma, su enemigo quedo a merced de una finta, la cual fue usada por Pluto, el cual movió el mango de su arma, provocando que la guadaña diera un giro, el cual le permitió a la parca desplazarse sutilmente hacia un lado, dándole así un punto donde atacar a su enemigo. Asi que, aprovechando la abertura, la parca movió su guadaña de manera precisa y mientras lo hacía, llenaba la hoja de un aura oscura muy pesada.
El ataque de Pluto esta vez fue diferente, pues diferencia de sus ataques anteriores, esta vez sí logró dar de lleno en el lado derecho del cuerpo de Zakir. La hoja, la cual estaba potenciada por el poder de Pluto, atravesó la armadura de fuego del Lilmothiit, impactando en su carne y llegando a tocar levemente una costilla; sin embargo, para sorpresa de la parca, el héroe de los pergaminos antiguos no pareció perturbarse por la herida, sino que movió su pie derecho y usándolo como impulso, hizo que su cuerpo se moviera en sintonía con la dirección en la que se movía la hoja de la guadaña, minimizando así el daño que recibió del arma.
Zakir derrapó un par de metros tras "esquivar" ese ataque, pero al haber hecho lo que hizo, la herida que recibió no fue muy profunda, ya que solo alcanzó a penetrar un centímetro de grosor.
'Ese movimiento fue inteligente, pero si él espera que la maldición de su hoja tenga efecto en mí, está muy equivocado.' pensó Zakir mientras se llevaba la mano al lugar donde fue cortado y usando un poco de magia de restauración, se curó la herida rápidamente. 'Tengo suerte de que no tengo la restricción que tiene el hijo de Roland, de lo contrario no podría curar mis heridas así de rápido con magia.'
Tras aquellos pensamientos, el Lilmothiit volvió a tomar una postura de ataque, pero esta vez, su postura no tenía para nada defensa alguna, pues estaba llena de aberturas por las que podría ser atacado.
Pluto miró con desconfianza las aberturas en la postura de su enemigo, pues era más que obvio que aquellas no eran más que fintas para hacerlo caer en laguna trampa. 'No caeré en tu juego. No importa cuantos dulces me pongas, no los tragare. Creare mis propias aberturas como hace un momento.'
Aquel pensamiento de Pluto provenía de la experiencia que conllevaba haber vivido tanto tiempo, pues aquello le permitía reconocer las trampas en medio de un combate.
Al ver que su enemigo no se tragaba ninguna de sus obvias trampas, Zakir solo volvió a sonreír, pues el que él no lo atacara era otra de sus tretas, por lo que se podría decir que la parca cayó en su trampa. Soltando un pequeño suspiro, el Lilmothiit desapareció en un estallido de velocidad, apareciendo frente a su enemigo, el cual no parecía sorprendido por esto. Si no, más bien parecía que lo estaba esperando, ya que ni bien lo vio aparecer, este movió su guadaña y atacando desde el suelo, intentó un ataque diagonal ascendente, el cual tenía la clara intención de cortar a Zakir. Sin embargo, ese ataque falló, pues el Lilmothiit rodó por el suelo y mientras lo hacía, su mano derecha soltaba su espada, la cual fue lanzada al aire.
Pluto se sorprendió al ver aquello, pues no esperaba que su enemigo soltase su arma de esa manera. Sin embargo, cuando vio que este se detenía tras rodar por el suelo, vio una perfecta oportunidad para atacar, por lo que, sin pensarlo dos veces, rápidamente giró ciento ochenta grados y levantó su guadaña nuevamente, para de esa manera poder acabar con él. Lamentablemente, su ataque nunca llegó a concretarse, pues su enemigo se convirtió en un relámpago azul, el cual se movió hacia su lado, el lado que era su punto ciego en este momento…. o al menos eso parecía, pues cuando lo vio allí, Pluto soltó su guadaña y cambiando de agarre, tomó su arma desde la base donde se unían la hoja y el mango, lo que le permitió usar el extremo sin hoja del mango para poder lanzarle un golpe contundente a su enemigo.
Zakir miró el ataque entrante y usando su espada, lo desvió, para luego extender su mano y tomar su otra espada, la cual casualmente cayó en ese momento. Al momento en que tuvo su otra arma, él envió magia a la espada que acababa de atrapar, provocando que esta desapareciera por completo, convirtiéndose en un látigo de fuego. Con un movimiento rápido, atacó a Pluto, provocando que el látigo serpentease e impactara en la espalda de la parca, pero no solo eso, sino que al ser un ataque un poco más flexible que el corte de una hoja regular, el látigo cortó por el hombro izquierdo de la parca hasta llegar a su pecho.
"¡AHHHH!" gritó Pluto al sentir como su cuerpo era herido. Tras soltar aquel grito, la parca dio un salto al frente, logrando así salir del alcance de los ataques de su enemigo. Cuando estuvo a una buena distancia, se llevó una mano al corte y para su sorpresa, no sintió sangre, lo que lo llevó a mirar su herida y para su total sorpresa, la heria estaba cauterizada. 'Esto es bueno, si la herida esta cauterizada, entonces no tendrá problemas para seguir luchando.'
Tras pensar aquello, Pluto miró a su enemigo y decidió burlarse de él un poco. "Sabes, tu ataque no solo corto mi piel, sino que tambien cauterizo mi herida, lo que hace que el intento de herirme fuera en vano. Eso demuestra que, si bien eres fuerte, tambien eres tan idiota como para usar un ataque que cauteriza las heridas que hace."
Las palabras de Pluto parecieron calar en la mente de Zakir por unos momentos, hasta que, para total sorpresa de la parca, Zakir se llevó una mano a la cara y comenzó a tener pequeños espasmos… o al menos eso parecía inicialmente, pues un segundo después estalló en una carcajada.
"¡Ja, ja, ja! ¡Realmente crees que soy tan idiota como para hacer eso!" Exclamó Zakir mientras dejaba de reírse antes de hablar. "Hay una buena razón por la que hice eso y te darás cuenta de ello… ¡ahora!"
Al momento en que Zakir terminó de hablar, Pluto cayó de rodillas al suelo mientras comenzaba a toser de manera estruendosa y fuerte.
"¡Cof! ¡Cof!" tosía de manera fuerte y muy repetitiva Pluto, hasta que un segundo después por su mascara comenzó a chorrear una gran cantidad sangre. "¿Q-q-q-qué me has hecho?"
La pregunta que hizo Pluto requirió un gran esfuerzo físico de este, pues la parca sentía que sus pulmones ardían, a la par que todo su cuerpo sentía un dolor similar al producido por miles de relámpagos recorriendo por completo todo su sistema nervioso. El dolor era tal que quería gritar a todo pulmón, pero a la par, su cuerpo se estaba debilitando tan rápido que no tenía fuerza para ello.
"Hay muchas formas de matar a un enemigo, magia, armas o… veneno." dijo Zakir mientras se acercaba a Pluto, el cual estaba de rodillas sin poder moverse. Cuando estuvo al frente de la parca, le hizo una pregunta con voz burlesca. "¿Entiendes porque usé un ataque que cauteriza una herida?"
La única repuesta que recibió de su enemigo fue un fútil intento de ataque, el cual se produjo luego de que Pluto levitase un poco. El ataque de la parca fue lento, demasiado lento y débil, al punto en que Zakir pudo atrapar la hoja de la guadaña con dos dedos.
"Es inútil, el veneno que recorre tu sistema es uno de los venenos más poderoso que tengo en mi poder. Está hecho con ingredientes que son extremadamente raros y son, en teoría, capaces de dañar a un Dios. Asi que, no podrás salir de esto."
Tras aquellas palabras, Zakir empujó la guadaña de la parca lejos, desarmándolo. Después de eso, lo tomó por la cabeza y lo estampó en el suelo, creando un cráter por la fuerza usada. Tras aquello, Zakir lo soltó, pero no permitió que este intentase volar de nuevo y para lograrlo, puso un pie encima de su espalda. Cuando ya lo tuvo inmovilizado, tomó sus espadas y sin perder tiempo, hizo que las hojas descendieran de manera rápida y precisa, impactando en toda la nuca de Pluto, acabando así con su vida de manera instantánea.
Al momento en que Zakir sacó sus espadas, el héroe escuchó los pasos de alguien acercarse rápidamente. Asi que, volviendo a tomar una postura de lucha, esperó a que llegara la persona que se estaba acercando a él. Su guardia bajó cuando se dio cuenta de que era Edzard, el cual llegaba corriendo hacia donde estaba el. Cuando llegó a escasos metros, Zakir pudo verlo bien y se sorprendió de ver que su armadura estaba literalmente ilesa, solo con una que otra pequeña mancha en ella.
"Parece que tu enemigo fue más fácil que el mío." Comentó Zakir mientras miraba a Edzard caminar hacia él.
"Ni tanto, solo que la lucha acabo de una forma diferente a la tuya." Dijo Edzard deteniéndose al ver el cadáver de Pluto. Cuando se acercó al cadáver de la parca, vio que este tenía una herida cauterizada en la espalda, pero aparte de ella y de la herida en la cabeza, no parecía haber otra herida en el cuerpo. Al ver eso, se dio cuenta de que parecía que la parca había sido derrotada por solo dos golpes, algo que no debería de ser posible en circunstancias normales. Sintiendo curiosidad, comenzó a pensar en cómo es que Zakir pudo matar a una parca de clase definitiva con solo dos golpes y tras pensarlo un momento, tuvo una vaga idea de cómo lo hizo.
"Lo mataste con veneno, ¿verdad?" preguntó Edzard, dejando de ver el cuerpo de Pluto mientras se acercaba a Zakir.
Ante la pregunta de Edzard, Zakir solo movió los hombros, a la par que asentía, pues era innecesario mentirle a Edzard.
"Ya veo… ¿Qué veneno usaste?"
"Uno especial, el cual estaba aún en etapa de experimentación, pero como puedes ver, es muy efectivo." Respondió Zakir mientras le lanzaba a Edzard una de sus espadas.
El hijo de Roland tomó a espada y al tocarla, el aroma del veneno llego a sus fosas nasales. Entrecerrando los ojos, Edzard comenzó a analizar la composición del veneno, pero no solo eso, también comenzó a examinar la estructura y diseño de a espada.
'Esto huele como… si, huele como plantas de Nirm, pero hay algo más aquí… la presencia del veneno es casi asfixiante para mi ser, casi como si… ya veo, así que era eso.' Pensó Edzard mientras entendía lo que estaba pasando con este veneno. "Tu veneno está hecho con plantas de Nirm, las cuales han sido cultivadas en Oblivion, ¿verdad?"
"Je, eres bueno, pero eso es lo que se debería de esperar de su hijo." Comentó con un poco de diversión Zakir mientras expendía la mano hacia Edzard, el cual entendió lo que quería el Lilmothiit, por lo que sin perder tiempo le devolvió la espada.
"Esa espada ha sido diseñada exclusivamente para usar venenos, ¿verdad?" pregunto Edzard recordando que vio que las hojas de Zakir eran diferentes a las que había usado antes, al menos la espada que le había dado para que el examine. Esto se debía a que la hoja tenia un canal en el centro, el cual era raro, ya que se entendía hasta el filo de la base, donde se unía la hoja a la guarda. Aunque, no solo era eso, pues cuando miró la hoja, se dio cuenta de que aquel canal tenía pequeños agujeros no muy grandes, los cuales penetraban el acero, y parecían llegar al filo de la hoja. Aquel diseño era algo que nunca había visto en su vida.
"Asi es, pues como sabes, los encantamientos tienden a debilitar un poco el veneno que se coloca en las armas. Por esa razón decidí usar armas desencantadas tras ver como la batalla parecía estancarse." Respondió Zakir, para recordar cómo tras recibir sus espadas después de golpear a la parca con su «Forma de Relámpago» la batalla fue un poco complicada, ya que ese bastardo era más fuerte que él, al menos en su estado base, por lo que, tras lanzar una media luna hecha de relámpagos, rápidamente hizo una finta y descartó sus armas encantadas y conjuró sus armas para el uso de venenos. Desde ese momento esperó el momento perfecto para imbuir sus armas con el veneno y ese momento llegó cuando la nube de humo cubrió a su enemigo, permitiendo envenenar su arma con relativa tranquilidad.
"Parece que el veneno ingresó al sistema de Pluto tras el corte que le hiciste en el hombro, además, gracias a que la herida esta cauterizada el veneno no pudo escapar por la sangre que podría haber supurado de la herida, lo que provocó que el envenenamiento fuera más rápido." Dijo Edzard mientras entrecerraba los ojos, pues se dio cuenta de algo. 'Esa espada pudo envenenar a Pluto tan fácilmente gracias a su diseño, el cual parece que hacer que la hoja se vuelva completamente toxica, algo muy raro y peligroso.'
"Parece que te diste cuenta de todo." Dijo Zakir, para luego darse cuenta de que Edzard había mencionado un nombre. "Oye, mocoso. ¿Por qué mencionas el nombre de Pluto? No me diga que…"
"Si, ese es el nombre de la parca que mataste. Él era el general más leal de hades, y por lo tanto una de las parcas más fuertes que había en la actualidad."
"¿Y cómo sabes eso?"
"La parca con el que luchaba se llama Thanatos y el me lo dijo."
"¿Y le crees?" preguntó Zakir con escepticismo.
"Solo en parte, pero si me di cuenta de que a él no parece gustarle Hades."
"¿Y cómo descubriste eso?"
"En la forma en como habla." Respondió Edzard para luego comenzar a contarle a Zakir lo que había pasado en su lucha contra Thanatos.
"¿Confías en que no es una trampa?" peguntó Zakir mientras miraba a Edzard de manera intensa.
"Por supuesto que no." Respondió Edzard mientras negaba con la cabeza. "Solo un idiota confiaría en alguien a quien conoce por menos de una hora. La razón por la que acepte el trato fue para ayudarte a eliminar a Pluto, para luego, en caso de ser necesario podamos luchar los dos contra Thanatos."
"Ya veo… parece un buen plan, pero ¿Qué te hace pensar que él no ha estado viendo esta batalla?"
"Lo sé porque la razón por la que me demoré en llegar fue gracias a que estuve usando constantemente el hechizo de detectar vida y el de detectar muerte para saber si había alguien más, pero parece que nuestras batallas han ahuyentado, por el momento, a una gran cantidad de parcas. Además, según Thanatos, Hades se ha ido del castillo porque ha sido llamado a una reunión con los dioses de su panteón."
Las palabras de Edzard provocaron que el Lilmothiit se sintiese un poco incomodo, pues todo parecía ser demasiado perfecto…. Habían obtenido una especie de aliado temporal, el principal dios de este lugar se había ido, lo que despejaba el camino…. Casi sentía que todo era irreal, pero el pequeño dolor fantasmal que sintió provenir del lugar de donde Pluto le había cortado no hace mucho, provocó que se diese cuenta de que no era mentira. Por lo que, decidiendo que ya no podían perder más tiempo, le dijo a Edzard que debían de continuar.
El dúo de héroes corrió a gran velocidad por el lugar, llegando al lugar donde Edzard había dejado a Thanatos y para sorpresa de ambos, vieron que no había un ejército de parcas esperándolos.
"Parece que tenías razón al confiar en esa Parca." Dijo Zakir mientras él y Edzard bajaban por las escaleras.
"Si, así parece, pero no debemos bajar la guardia, pues puede que nos traicione cuando lleguemos al final." Comenzó Edzard, recordando la vez en que Mercer le traicionó al final de su "misión" en el Santuario del Velo de la Nieve hace años.
"Bien, entonces, no bajemos la guardia."
Tras aquellas palabras, ambos siguieron bajando por las escaleras, viendo que varios de los pisos estaban completamente vacíos, ya que no había nada, solo habitaciones vacías.
"Esto es raro, ¿Por qué no hay nadie aquí?" preguntó Edzard mientras miraba una habitación vacía con desconcierto.
"No lo sé, pero debemos de seguir caminando y esperemos que lo que vinimos a ver este aun aquí." Respondió Zakir mientras dejaba de caminar y comenzaba a correr.
Al ver al Lilmothiit correr, Edzard decidió seguirlo. Mientras corría, sentía que la razón por la que Zakir quería llegar al fondo de este laboratorio debía de ser algún objeto de gran importancia.
"Oye, Zakir." Edzard llamó a su compañero, el cual se detuvo de manera abrupta.
"¿Qué sucede, mocoso?"
"Aun no me dices que hemos venido a buscar aquí."
"Ya te lo dije, prefiero que lo veas con tus propios ojos." Dijo Zakir mientras dejaba de mirar a Edzard y comenzaba a volver a caminar.
"Si, lo mencionaste, pero no me has dicho nada de cómo te has enterado de que allí abajo hay algo de mi supuesto interés."
Las palabras de Edzard provocaron que el Lilmothiit se detuviera de nuevo y tras un par de segundos, le respondió, pero sin mirarlo a los ojos.
"Cuando hayamos llegado allí, te contare todo."
Tras aquellas palabras, Zakir volvió a correr, pero esta vez a más velocidad que antes. Al verlo correr, Edzard soltó un suspiro y sin perder tiempo comenzó a seguirlo mientras pensaba en que podría haber allí abajo que fuese tan importante para él.
Los pasos de Kunou eran rápidos, lo que permitía a la pequeña Kitsune recorrer la distancia que separaba el lugar donde apareció cuando se teletransportó desde su nuevo hogar hasta la academia Kuoh. La pequeña kitsune corrió por las calles como si la persiguiera el diablo, llegando a la puerta de entrada de la academia en menos tiempo del que ella esperaba, solo para ver que todo estaba cerrado.
"Parece que no están aquí." Dijo Kunou tras haber usado su olfato para tratar de ubicar a los demonios, pero para su mala suerte, parecía que el rastro de estos estaba muy frio. Aquel descubrimiento indicaba que no estaban en el lugar. Por ello, sin perder un solo segundo más, comenzó a correr de nuevo, pero esta vez se dirigió hacia la casa de los Hyoudou.
La heredera de Yasaka cruzó las calles que separaban la academia de Kuoh con la casa de Issei en un tiempo récord, incluso para un ser sobrenatural como ella, lo que indicaba la gran cantidad de adrenalina que su sistema estaba produciendo por el miedo que sentía por la seguridad de su amiga. Asi que, cuando llegó a la puerta principal, la pequeña Kitsune no perdió tiempo y sin siquiera detenerse, movió su mano y creando una bola de fuego azul, la lanzó hacia puerta, la cual terminó explotando.
Cuando la explosión terminó, la joven kitsune entró en la casa, y sin perder tiempo olfateó el lugar, para de esa manera descubrir donde estaban los demonios. Sin embargo, cuando dio unos pasos tras entrar, un círculo mágico, el cual mostraba la cresta Gremory apareció a los pies de Kunou. El circulo brilló por unos instantes, tras los cuales, la pequeña Kitsune fue atrapada por varias cadenas, las cuales se enredaron a su alrededor.
Al verse atrapada, Kunou intentó liberarse de las cadenas, pero no pudo hacerlo. Aquello provocó que se sintiera más angustia de la que ya se sentía previamente, esto hizo que ella estuviese a punto de soltar lagrimas por la impotencia que comenzaba a sentir. Sin embargo, antes de que la primera lagrima se formase en el rostro de Kunou, a la sala llegó la nobleza de Rías Gremory, la cual venia preparada para luchar contra lo que sea que había atacado la casa.
"¡Prepárate, seas quien seas, ya que te destruiré por atreverte a meterte con mi preciado tiempo de Oppai!" gritó Issei, mientras miraba la sala, buscando a quien se había atrevido a interrumpir su tiempo de "calidad" con su Buchou y Akeno. Sin embargo, no vio a ningún enemigo, eso hizo que sus ojos se abrieron cuando vio que la persona atrapada era Kunou. "¿Kunou-chan?"
"¡Issei-san!" gritó Kunou cuando vio al Sekiryuutei.
"¿Qué sucede Issei?" pregunto Rias cuando llegó a la sala, siendo acompañada de sus sirvientes. "¿Has visto quien es el intruso?"
La pelirroja y el resto de las chicas estaban vestidas con camisones, siendo los de ella y Akeno los más reveladores, mientras que los varones vestían simples pijamas.
Ante la pregunta de su rey, Issei solo señaló a la atrapada Kunou, la cual estaba que los miraba de manera fija.
"¡Kunou-chan!" gritó Rias al ver a Kunou atrapada. "¡Akeno!"
"Si, Buchou." Dijo Akeno mientras desactivaba la trampa que había en el suelo.
Cuando la pequeña kitsune cayó al suelo, esta rápidamente se levantó y sin perder tiempo se acercó a Issei, pues era a quien mejor conocía de este grupo, y le dio un abrazó.
La acción de la pequeña kitsune provocó que tanto Rias como el resto de las chicas mirasen con confusión lo que pasaba.
"Kunou-chan ¿Qué sucede?" preguntó Issei con confusión y un poco de preocupación al sentir como su polo comenzaba a mojarse por lo que solo podían ser lágrimas.
La respuesta que recibió Issei no fue una verbal o rápida, pues la pequeña no respondió de inmediato. Aquello, causó preocupación en los demonios y en Irina, las cuales comenzaron a tratar de consolar a la pequeña, pero no fue hasta que Akeno se ofreció a traerle algo de para que se calme que la pequeña finalmente habló.
"Ma-chan ha sido secuestrada por unos exorcistas renegados y su paradero es desconocido." Dijo Kunou mientras se limpiaba las lágrimas, pues ya había dejado de llorar.
Las palabras que dijo la pequeña Kitsune calaron profundamente en la mente de los presentes, los cuales sintieron que el mundo se les venía abajo.
"Mierda…" fue lo único que alcanzó a decir Issei, pero a diferencia de otras ocasiones, esta vez no fue reprendido por usar ese lenguaje frente a una menor.
"¿E-estás segura, Kunou-chan?" preguntó Rias mientras miraba a la Kitsune con preocupación.
"Si. Lo escuche de una conversación que tuvieron mi hahaue con Asia-san y el resto de las chicas."
"Esto es malo. Si Kunou-chan dice que lo oyó de una conversación entre ellas, eso quiere decir que es verdad." Dijo Akeno, la cual no tenía la típica sonrisa que solía llevar, ya que esta vez estaba completamente preocupada.
"No quiero ni imaginar cómo se estará sintiendo Asia, ni mucho menos Edzard-san." Comentó Irina mientras se imaginaba a su amiga llorar a mas no poder.
El ambiente, el cual antes de la llegada de Kunou había sido uno raro, pero tranquilo ahora era un cumulo de sentimientos negativos, en el cual el sentimiento predominante era el de la angustia y la preocupación.
"No puedo creer que hayan sido capaces de eso, digo, se están metiendo con la familia de Ed, y todos sabemos que el…. ¡Mierda! ¡Esto es malo, muy malo!" gritó Issei cuando se percató de lo que podría hacer su amigo como respuesta ante el secuestro de su hija. "Kunou-chan, dime… ¿Cómo lo ha tomado Edzard?"
La pregunta de Issei causó que los presentes, salvo Kunou, se dieran cuenta del nivel de peligrosidad de lo que estaba sucediendo, lo que provocó que todos sintieran terror por lo que esto podría causar. Por lo que todos, desde Rias hasta Irina, comenzaron a suplicar que no tuvieran un dragón enojado y desatado en el mundo causando desastres sin miramientos.
"Edzard no sabe de esto. Él no estaba cuando sucedió y tampoco han podido dar con él. Incluso mencionaron que no podían llamarle con magia." Respondió Kunou, provocando confusión en Issei, quien no entendía como su amigo podía estar desaparecido en un momento como este. Aunque no solo eso, sino que tambien sintió algo de alivio porque su amigo no supiese de esto, pues de esta manera el no estaría enojado y destruyendo algo.
"¿Cómo es posible esto?" preguntó Rias mientras trataba de pensar en que hacer, pero sobre todo en porque ella no había sido notificada sobre esto.
Al oír la pregunta de Rias y queriendo que ellos supieran todo lo que ella sabía, Kunou comenzó a contar todo lo que había oído. Para cuando terminó de contarlo, Rias escuchó la petición de Kunou de que la ayudasen a tratar de contactar con Edzard, a lo que Rias asintió. Por ello, los demonios e Irina se fueron a cambiar, quitándose las ropas con la que habían estado antes y poniéndose sus uniformes de la academia. Ya con sus ropas habituales de pelea listas, se estaban preparando para partir cuando fueron interrumpidos por la aparición del familiar de Rias, el cual llegó y chillando de manera desesperada se acercó a Rias y comenzó a decirle algo al oído. Y con cada palabra que escuchaba, se iba poniendo más pálida.
"N-n-n-no…" fue lo único que dijo Rias cuando terminó de escuchar lo que su familiar le había dicho.
"¿Buchou?" preguntó con preocupación Issei al ver que la normalmente clara piel de Rias se volvía muy pálida.
"T-tengo malas noticias." Respondió Rias, llamando la atención de los presentes, Kunou incluida. "Los padres de Issei han sido secuestrados por un grupo de exorcistas no hace ni un minuto."
El viento aullaba con fuerza, meciendo las capas que llevaban el grupo de Edzard para protegerse del frio del lugar, pues estaban en una ladera nevada de una de las montañas de los Alpes italianos. Aunque, aparte de protegerlas del frio, estas capas estaban encantadas para servir de cierta manera como una capa de invisibilidad, pues pese a no volver invisible a sus usuarios, si permitía aumentar la capacidad que tenían en subterfugio.
"Ugk, que frio hace por aquí." Dijo Mittelt mientras se abrazaba a sí misma para mantenerse un poco más caliente.
"Si, ahora entiendo por qué esa base está aquí." Comentó Aika mientras se acercaba a Ingvild, la cual usaba la ropa que solía usar cuando iba a luchar, pero con la adición de que tenía las medias que usaba en la academia. "¿Cómo va la cosa?"
"Sigue igual, no ha habido cambios en la entrada de la cueva." Respondió Ingvild mientras miraba con binoculares la entrada de la cueva que era la base donde podrían tener a Marie secuestrada.
"Bien, sigue vigilando un rato más." Dijo Aika, para luego caminar hacia donde estaba Asia, la cual estaba con Rossweisse y con Valerie, mirando los alrededores de la zona donde "acampaban".
"¿Cómo va la actividad en la entrada?" preguntó Asia cuando vio a Aika llegar.
"Todo va igual que hace una hora, no ha habido cambios."
"Bien, eso es bueno. Ahora solo queda esperar para que la operación "Siete reyes dragón" inicie para comenzar el ataque." Dijo Valerie, mencionando el nombre que se le había asignado a la misión en conjunto que tenía como objetivo rescatar a la hija de Edzard y Asia.
Tras las palabras de Valerie, un círculo apareció en el oído derecho de Rossweisse, quien había sido designada como la conexión entre ellos y el centro de mando de la operación, el cual estaba conformado por Sirzechs, Michael, Azazel, Yasaka y Odín. Ellos estaban ubicados en el inframundo, en una sala del palacio de Lucifer.
"Ya, entiendo. Les comunicare de inmediato." Dijo Rossweisse, para que luego el circulo mágico que estaba cerca de su oído desparecía. Tras aquello, la valquiria se levantó de donde estaba sentada y se acercó a Asia para contarle lo que le acababan de contar. "Asia, el resto de los equipos están listos para iniciar el ataque."
"¿Cuándo iniciamos?" preguntó Asia, mirando a Rossweisse.
"En quince minutos."
"Bien, eso nos da tiempo para preparar los últimos detalles de la estrategia." Dijo Asia, para luego mirar a Aika. "Aika, por favor, trae al resto del grupo. Es hora de planear lo que falta para el plan."
"Vale." Dijo Aika, para luego comenzar a caminar a donde estaban el resto de las chicas.
Cuando la aprendiz de Lavinia se alejó del lugar, Rossweisse miró a Valerie y ambas asintieron.
"Asia." Llamó Rossweisse, provocando que la esposa de Edzard la mirase.
"Si, ¿Qué pasa?" preguntó Asia, poniendo una sonrisa, la cual sus dos amigas notaron que era falsa.
"Hay algo que no entendemos, Asia." Dijo Valerie, provocando que su amiga la mirase. "¿Cómo es que lograron capturar a Marie? Digo, eres la más fuerte de nuestro grupo, solo por detrás de Edzard y de Tiamat. ¿Cómo es que-"
"Me confíe." Gruñó Asia, interrumpiendo a su amiga mientras apretaba sus puños con ira.
"¿Qué?" preguntó Rossweisse con sorpresa.
La joven Valquiria no era la única sorprendida por la respuesta de Asia, sino que tambien lo era Valerie, quien se quedó en shock.
"Lo que oyen… yo… baje la guardia…" respondió Asia mientras las lágrimas comenzaban a formarse en su rostro. Al momento en que ella dijo esas palabras, su corazón se sintió pesado, a la par que su mente comenzó a recordar una frase que Valerica le había dicho hace tiempo.
«Recuerda algo, niña. Cuando una persona se vuelve relevante ante los ojos del mundo, sus seres queridos se vuelve un objetivo de sus enemigos, los cuales nunca descansaran, ni escatimaran en sus acciones con tal de verlos sufrir. Puede que no lo veas, pero al estar con el Dovahkiin te has convertido en un objetivo para todos los que buscan dañarlo, pero no solo eso, sino que la hija que tienen ustedes tambien será un objetivo. Asi que para evitar que te hagan sufrir te aconsejo que no bajes nunca la guardia, nunca, incluso si estas en un lugar donde piensas que están a salvo, ya que ellos solo necesitaran una oportunidad para hacerlos sufrir.»
"Fui… fui una estúpida… baje la guardia… y no pensé que mi hija estaría en peligro en una iglesia…" Dijo Asia mientras su rostro ponía una sonrisa, la cual era acompañada de lágrimas. "Si no lo hubiese hecho, ella… ella-"
Las palabras de Asia se interrumpieron cuando fue abrazada por Rossweisse y Valerie, quienes no soportaron ver a su amiga mostrar tanta debilidad. Asi que, mientras la abrazaban, trataban de calmarla.
"Tranquila, Asia. La encontraremos y cuando lo hagamos, nos iremos todas a comer a donde Marie-chan quiera." Dijo Valerie en un susurro.
"Si, Val tiene razón." Dijo Rossweisse con una sonrisa. "Esto terminará pronto y todo volverá a la normalidad que se puede tener mientras detenemos invasiones daedricas."
Las palabras de confort de sus amigas hicieron que Asia se tranquilizase un poco, lo suficiente como para que dejase de llorar.
"Tienen razón, esto terminara pronto. Y luego nos iremos a comer y a festejar todas juntas." Dijo Asia mientras se llevaba las manos a los ojos y se secaba las lágrimas, pensando en que se acercaba el cumpleaños de su hija. Tras eso, tomó una respiración y comenzó a calmarse, y que bueno que lo hizo, ya que un corto tiempo después Aika volvió con el resto de las chicas.
Cuando estuvieron juntas, Asia comenzó a hablar, diciéndoles lo que tendrían que hacer. La primera de las ordenes, fue simple, eliminar a todo enemigo con el que se topaban mientras que revisaban el lugar. La segunda fue, no contenerse, pues tenían que ser rápidos y precisos, por lo que no tenían que dar chances a los enemigos de que estos pudiesen contraatacar. Y así, Asia continuó dando otras ordenes más, las cuales eran ordenes de no alejarse mucho del grupo, para poder avanzar de manera coordinada.
"Ya, ¿espero que estén listas?" Preguntó Asia mientras se acercaba al filo de donde estaba su campamente, el cual era un pequeño risco.
La respuesta que ella recibió fue un asentimiento de sus amigas, las cuales miraron hacia el frente tras responder. Al ver que sus amigas ya estaban listas, Asia levantó su mano y mirando en su muñeca, vio un cronometro, el cual estaba en reversa y mostraba que ya estaba en los últimos diez segundos para llegar a cero. Dicho cronometro había sido sincronizado con el tiempo restante hace diez minutos, cuando luego de explicar las partes finales del plan, Rossweisse recibió una ultima llamada antes de que todo inicie. La razón por la que esa seria la ultima llamada era por que se sospechaba que el lugar tenia una barrera que impediría las comunicaciones, salvo para los que pertenecían a este grupo de exorcistas rebeldes.
"8… 7… 6… 5… 4… 3… 2… 1…' pensó Asia mientras miraba el cronometro. Cuando la cuenta llegó a cero, la esposa de Edzard miró a sus amigas y gritó. "¡Avancen!"
Las palabras de Asia fueron seguidas por los saltos de todas las chicas presentes, las cuales se lanzaron al vacío y comenzaron a volar hacia la base enemiga.
Mientras volaba hacia aquel lugar, Asia solo tuvo en pensamiento en mente. 'Tranquila, Marie. Mamá ya va en camino.'
La habitación en la que se encontraba Edzard era una idéntica a las muchas habitaciones subterráneas que había visto en el pasado desde que llegó a este mundo. La habitación tenía paredes de piedra color gris, pero las cuales se notaba que no tenían mucho mantenimiento. El lugar había estado repleto de sellos anti-magia, los cuales fueron destruidos por Edzard y Zakir, quienes no querían entrar a una situación de lucha y descubrir que no podían usar su magia, así que, por eso se apresuraron a destruir los sellos. Si bien el lugar tenía la apariencia de un viejo calabozo, había algunas cosas modernas, tales como un par de tubos enormes, los cuales se dirigían a la parte más profunda de la habitación.
"Asi que, ¿Es por esto por lo que me has traído aquí?" preguntó Edzard tras llegar al final de la habitación y ver que allí dentro había dos capsulas enormes, las cuales eran cilíndricas, pero cuyo contenido era imposible de ver, pues el vidrio estaba tintado de color negro o al menos eso pensaba Edzard.
Zakir miró las capsulas antes de responderle a Edzard. Girando la cabeza, comenzó a mirar el lugar, buscando algo. Cuando lo encontró, caminó hacia él y cuando estuvo al lado del objeto que buscaba, tomó la palanca, pues era un interruptor de luz.
"Si, pero la verdad es lo que hay dentro lo que quiero que veas." Dijo Zakir para luego tirar de la palanca.
Los ojos de Edzard casi se salen de su lugar cuando el interior de las capsulas se iluminaron, permitiendo que se viera el interior y lo que vio allí, lo dejó helado.
En el interior de la capsula de la derecha había una persona que fácilmente podría pasar por ser casi una versión masculina de su madre, pues tenía el mismo tono de cabello dorado que ella, aunque tambien se podía ver que tenía una barba muy espesa y grande, lo que indicaba que no se había afeitado en mucho tiempo. El cuerpo de este hombre era muy delgado, lo que demostraba que había perdido mucha masa muscular por inactividad física. Varias cicatrices recorrían su cuerpo, dando a entender que era un veterano de varias luchas. Cuando Edzard dejó de ver a ese hombre, pasó a ver la otra capsula y lo que vio allí, lo volvió a dejar helado. En la otra capsula, no había otro hombre, sino que había una mujer, la cual tenía un gran parecido con su esposa, salvo por el color de cabello, el cual era de color negro. El cuerpo de la mujer era curvilíneo, pero no en exceso.
"¿Qué es esto? ¿Quiénes son ellos?" preguntó Edzard mientras se acercaba a las capsulas.
"El hombre se llama Marcoryan Cumberland, el nombre de la mujer no lo sé y son-"
"Los padres de Asia." Interrumpió Edzard con la sorpresa grabada en su rostro.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Bien, ya está el capítulo 59… este capítulo ha sido difícil de escribir, ya que últimamente no he tenido casi nada de tiempo, de hecho, es posible que ni tenga mucho tiempo las próximas tres semanas, si quieren saber por qué, solo diré que la universidad ha decidido recortar dos semanas de clases, lo que quiere decir, me han adelantado todos los trabajos y se han acumulado un montón de tareas, pero bueno, no dejare que eso me detenga y si todo sale bien, tendré el próximo capitulo pronto… o al menos eso espero. XD
Bueno, dejando eso de lado, vemos algunas revelaciones, como… ¡Los padres de Asia están vivos y han estado en el laboratorio de Hades!... y hay una buena razón para ello. Verán, esto es un pequeño spoiler, pero los padres de Asia son necesarios para iniciar un arco en el futuro. XD
Ahora sobre cómo fue que los padres de Asia terminaron en manos de Hades, bueno, solo digamos que eso se contara más adelante, junto con algunas revelaciones más, las cuales llegaran en el próximo capitulo XD.
Tambien, Kunou llega a la casa de Issei, donde solicita ayuda del ORC para que la ayuden a encontrar a Edzard para que el ayude a encontrar a Marie, solo para terminar con la noticia de que los padres de Issei han sido capturados, ¿Por qué? Eso se revelará más adelante, XD.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
