Hetalia: Axis Powers (y sus derivados) son propiedad intelectual de Hidekaz Himaruya. Yo no tengo propiedad de los personajes y el propósito de este fanfiction es solo de entretenimiento. No está permitida su comercialización.


Capítulo 16

Cross versión

Las brujas nocturnas

Manchuria, China. 1938

Eran los vuelos nocturnos de noches apacibles antes de las tormentas las que traían más recuerdos a la mente de Marina Raskova*; esos momentos cuando las balas no surcaban el cielo y viento chillaba contra la cabina del avión al descender en picada.

Recuerdos, como las frías y heladas colinas en la taiga de Manchuria, donde cuando pasó horas… hasta días, buscando a su bombardero experimental, "la Rondina", después de eyectarse de emergencia al quedarse sin combustible.

El resto de su tripulación se quedó en esa nave.

Aunque Marina era consciente que el riesgo lo corría principalmente ella y que la muerte estaba lejos de asechar a sus compañeros de vuelo, parte de ella la impulsaba desesperadamente a enfrentar el terrible invierno chino con tal de saber que si el resto de su tripulación se encontraban bien.

Después de todo, se había criado en el despiadado y helado imperio ruso antes caída y formación de nueva unión*; Marina sabía una que otra cosa de sobrevivir en la adversidad.

Aun así, la caminata fue pesada y agotadora, antes de que lograra llegar tan siquiera al punto de aterrizaje de emergencia de la Rondina. A primera vista y a una distancia considerable, la nave se apreciaba en buenas condiciones a pesar de aterrizaje forzoso. Aunque para Marina, en su posición de navegante en el morro del bombardero, hubiera sido una muerte segura, razón por la cual sus compañeros de vuelo la exultaron en abandonar el paracaídas.

Y aunque un principio se negó rotundamente, pero sus años en la fuerza aérea soviética como navegantes, diseñadora, química y ser humano mortal del carne y hueso, la convencieron de seguir las palabras de sus tripulantes y salvar su vida. Tenía sueños por cumplir, una hija que cuidar y unas naciones que salvar.

–Tienen que estar bien –recordaba Marina que se repetía una y otra vez a sí misma en lo que forzaba la escotilla a abrirse. Las manos le temblaron por el esfuerzo, la desesperación o tal vez solo por el frío –. Deben de estar.

Con un estallido sordo, la despresurización hizo el último esfuerzo y liberó por completo la cabina. Marina contuvo el aliento en lo que dos figuras daban señales de vidas en los asientos principales de la nave.

–Te dijimos que estaríamos bien –fueron aquellas palabras las que calmaron el acelerado corazón de Marina y regresaron su alma a su cuerpo.

Su copiloto y comandantes, así como buenas amigas, Ucrania y Bielorrusia estaban sanas y salvas. Al menos por un momento.

Las siguientes noches fueron brutales, en las trataron de contener el frio junto a la Rondina con una fogata pobre y entristecida. Las naciones hermanas le aseguraron a la navegante que no necesitaba preocuparse por ellas, podían tolerar el frío mucho mejor que la misma navegante y la congelación no les preocupaba en lo más mínimo. Aun así, Marina hacía todo para asegurarse de que la fogata continuara y que no faltara alimento o hidratación a ninguna de ellas.

–En realdad no es tan necesario que te esfuerces por nosotras –le aseguró Ucrania en lo que su hermana reposaba su cabeza en su hombro –. Deberías preocuparte más por ti.

–Eso es lo que hago –contestó la navegante en lo que lazaba otro madero seco a la fogata –. Luchar por ustedes es como mantenerme yo misma en vida.

Marina no entendía bien cómo funcionaba la existencia de las naciones, y por tiempo que tenía de conocer de a las hermanas sabía que eran más resistentes que un ser humano común. Pero Ucrania gustaba de cocinar pasteles, mientras Bielorrusia pintaba algún cuadro abstracto, ambas hablaban con amor de su hermano y mostraba cada una a su manera su admiración a Marina. Era imposible no verlas con cualquier otra persona… como amigas.

Además, eran parte de la tripulación de Marina, sus compañeras de vuelo y camaradas. El hacer todo por salir adelante las tres era una razón muy poderosa para vivir, para luchar por un mejor día, por su vida y de su hija.

Y tristemente, Marina sabía Ucrania y Bielorrusia nunca podrían experimentar algunas vivencias de los humanos, y que les resultaba esperanzador y reconfortarle que alguien las apreciara más que un medio, una fuente o un fin. Como verdaderas amigas.

Durante esas largas noches compartieron secretos y vivencias de mujeres, sueños y anhelos de un mejor mañana, y en especial, de un mundo donde el dolor del pasado fuera solo un recuerdo.

–¿Escudaron de solo mujeres? –soltó Bielorrusia escéptica al oír las ideas de Marina –. ¿De qué nos serviría de eso?

–¿Acaso no somos manos útiles para luchar? No somo fuertes físicamente como los hombres, pero podemos idear, planear y luchar. Sé que habrá más guerras en el futuro y las mujeres podemos lograr mucho en el campo de batalla al igual que los hombres.

–Y ¿cómo lo haríamos? – le preguntó Ucrania llenándose de su esperanzador espíritu, aunque su hermana menor no parecía muy convencida.

–Tengo una estrategia –explicó Marina –. Planes de vuelos, organizaciones, incluso la idea atormentar al ejército enemigo durante las noches.

–¿Qué dices? ¿De que servirá eso? –dijo Bielorrusia con recelo.

–No dejarlos dormir –completó Ucrania entendiendo la idea y emocionándose de ella –. Que gran estrategia.

–Así es, pero para llevarla a cabo, tan solo necesito vender la idea a un cabeza más arriba.

–No te preocupes –le aseguró la ucraniana desestimando su preocupación con una sacudida de su mano –. Una vez que regresemos, sabemos de alguien que podrá ayudarte.

–¿Ahora estás segura que volveremos? –soltó Bielorrusia con su clásico semblate negativo.

–Marina nos has dado esperanza –dijo la nación en lo que su hermana menor solo hacía un leve puchero –. Es como si lo sueños fueran posibles.

Tal vez las palabras de Ucrania resultaban salidas de un cuento de hadas y muy extrañas para la situación; pero al final Marina habría tenido la razón, y que una semana después de su terrible accidente de vuelo, las hermanas naciones, la navegante y su bombardero fueron rescatados finalmente de aquellas montañas, y su historia de perseverancia y valor se escuchó por toda la unión soviética trayendo gran admiración hacia Mariana.

Pero lo que más sorprendió a la navegante, es que Ucrania y Bielorrusia cumplieron con su promesa, le consiguieron la oportunidad de su vida a la madre, navegante y ahora, heroína de la unión soviética. Con la ayuda del hermano de ambas, lograron que Marina conociera en persona al mismo Stalin, del cual la mujer era una gran admiradora. Y él terminó por igual, muy interesado en sus proyectos.

Marina Raskova consiguió lo que buscaba, la formación de divisiones áreas de combate formadas principalmente por mujeres, entre ellas el regimiento de bombardeo nocturno 588, donde los planes de la heroína se volvieron realidad al estallar la segunda guerra mundial y convirtieron a ella y a sus escuadrones en creaturas celestiales que surcaban los cielos, como las llamaban los soldados de la unión soviética.

Pero para el enemigo, eran una pesadilla que no temían nada, los atormentaban sin piedad todas las noches y les impedían descansar para luchar el día siguiente. Ellos las llamaban las brujas nocturnas.

Marina realizó muchas misiones en compañía de su división y de sus buenas amigas Ucrania y Bielorrusia, quienes entrenaron arduamente para ser miembros activos del regimiento, pero también compartir grandes momentos con su buena amiga y salvadora Marina. Con ello crearon bellos recuerdos de amistad, valor y patriotismo, que la navegante valoría hasta el último de sus días.

Como aquella noche en que sus recuerdos divagaban en lo que el viento de la tormenta venidera azotaba el cristal de su nave. Maravillosos recuerdos que la reconfortarían a Marina en lo que su bombardeo caía de nuevo en picada, pero esta vez no se levantaría de nuevo.

Cuando Ucrania se enteró del destino de su buena amiga lloró desconsoladamente por días. Bielorrusia en cambio, nunca expresó su sentir, pero cargó la medalla de heroína de Marina junto a la suya por varios años.


Luego de la Revolución de febrero de 1917, la cual puso fin al Imperio ruso, se asentó el Gobierno provisional ruso, que luego fue derrocado por la Revolución de Octubre del mismo año, estableciéndose el Gobierno de los bolcheviques llamado Sovnarkom. Tras la supresión de la Asamblea Constituyente Rusa por los bolcheviques, se desencadenó la guerra civil rusa que fue ganada por el nuevo régimen soviético. El 30 de diciembre de 1922, fue creada la Unión Soviética con la fusión de Rusia, Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia.

*Marina Mijáilovna Raskova fue una famosa navegante aérea soviética que participó en la Segunda Guerra Mundial donde alcanzó el grado de mayor de la VVS, fue una de las primeras mujeres en recibir el título de Heroína de la Unión Soviética (1938).

La más notoria de estas marcas fue el vuelo en un Túpolev ANT-37, un bombardero experimental de alta autonomía apodado "Rodina" (patria), el 24 y 25 de septiembre de 1938. Marina actuó como navegante en una tripulación integrada también por Polina Osipenko (Copiloto) y Valentina Grizodúbova (comandante).

l 2 de noviembre de 1938, a las tres integrantes de la tripulación les fue otorgada la distinción de Heroínas de la Unión Soviética, las primeras mujeres en recibirla y las únicas antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Marina Raskova fue personalmente entrevistada por Stalin y recibió un puesto importante en la dirección del Partido Comunista, otorgándosela el grado de Mayor.

*588.º Regimiento de Bombardeo Nocturno, (más tarde rebautizado como 46.º Regimiento Aéreo de Bombarderos Nocturnos de la Guardia Taman): es el mejor conocido de los tres regimientos y fue comandado por Yevdokía Bershánskai. El regimiento voló alrededor de 24 000 misiones al final de la guerra, y 24 de sus integrantes recibieron la distinción de Heroínas de la Unión Soviética. El regimiento estaba dotado de Polikarpov Po-2, un biplano anticuado. Los alemanes fueron, sin embargo, quienes le asignaron el nombre de brujas nocturnas (die Nachthexen), siendo el único de los tres regimientos integrados exclusivamente por mujeres hasta el final de la guerra.

El 4 de enero de 1943, Marina Raskova volaba un bombardero ligero Petliakov Pe-2 cuando una súbita tormenta de nieve desatada en el área del Volga cerca de Stalingrado hizo que el aparato se viniera abajo, estrellándose e incendiándose en un banco en la orilla occidental de este río. Toda la tripulación falleció (incluyendo a Raskova), siendo declarados muertos en acción.


Hola todos.

Finalmente traje un capítulo a tiempo ¡Viva! Es cortito, pero fue una idea que se me ocurrió tan pronto descubrí sobre heroína soviética Marina Raskova y de las brujas nocturnas. Actualmente tengo una idea para un capítulo más, pero ese si podría tardarse salir que tendré que tomarme la siguiente semana de descanso y eso va atrasar todos mis fanfictions. Pero es una cuestión que no puedo dejar pasar.

Espero para el próximo capitulo tenga más información de mis futuros proyectos que estado comentado en mis ultimas publicaciones.

Hasta ese momento, les dedico un gran saludo.