¡Hola!
Capítulo 02: Letra B (Gojo X Utahime)
Thefa: Balón
Deysi: Barato
El anime Jujutsu no Kaisen pertenece al mangaka Gege Akutami, yo solo tomo los personajes por diversión.
Aclaración 1: Gojo tiene 19 años y Utahime 22 años
Aclaración 2: En este Oneshot, Geto no cambió de ideales, ni se volvió un criminal.
Aclaración 3: Muy leve Geto x Shoko
Era un día soleado, uno de esos días donde la pereza era contagiosa, Gojo sentía sus brazos y piernas sin energía. No tenía ganas de existir, ni de quitarle el balón a Suguro quien también había manifestado hace una hora su ánimo decaído ante la rutina, ahora se encontraba rebotando el balón de básquet antes de lanzarlo desde la mitad de la cancha, encestando.
La única que se encontraba con relativa energía era Shoko quien acaba de ingresar al Gimnasio, había entregado un reporte de una autopsia, si bien estaba muy cansada la sensación de productividad la mantenía despierta.
— ¿Y esas caras? —pregunto curiosa.
—No estoy de ánimo —se quejó Gojo —me gusta el clima, pero no me molestaría regresar a mi cama y dormir hasta mañana.
—Opino igual, si nos dan una misión ahora mismo, renunció a la escuela —bromeó Geto levantando el balón del piso.
Shoko río, cuando ella estaba de esos ánimos sus compañeros se la pasaban divirtiéndose y riendo. Ahora que ella estaba de buen humor y con energía esos dos estaban en modo apático.
—Y yo que quería invitarlos aquí —sacó un panfleto.
Gojo al ser el más cercano lo tomó y leyó con cuidado.
—¿Un festival cultural? —pregunto sin necesidad de una respuesta.
—Obvio —Shoko rodó los ojos —se le conoce por sus buenas actividades, además que me lo recomendaron personalmente —esbozo una sonrisa maliciosa.
—Parece que te divierte —mencionó Geto acercándose con el balón debajo del brazo, lanzándolo a Gojo quien no se esforzó en recibirlo, pero al instante lo dejó ir rodando.
—Bueno una exalumna estará allí —le quitó el panfleto a Gojo —si desean pueden acompañarme. Creo que lo encontrarán interesante. Además, sería de gran ayuda para mí.
—¿Por qué lo dices? —preguntó Gojo un poco interesado.
Shoko se rio explicando que también sería divertido para ellos también. Los dos varones encogieron sus hombros decidiendo ayudar a su compañera aún si no les explicaba, además de querer saciar su curiosidad.
Ella tenía razón, apenas llegaron se vieron acorralados por los diversos carteles con anuncios de colores y puestos de comida. Decidieron visitar los puestos yakisoba, takoyaki, visitaron el puesto de cremolada para cambiar el paladar y así refrescarse de las comidas calientes y el calor del sol que los acompañaba.
Una vez que entraron al edificio decidieron dar un paseo, para decidir dónde comenzar a gastar el dinero. Shoko dejó que sus compañeros decidan mientras que ella se ponía a teclear en su teléfono, lo alzó tomando una selfie y mandó un mensaje.
—¿A dónde iremos? —preguntó.
— Yo digo que vayamos al Túnel Embrujado —propuso el peliblanco — sería divertido si Suguru soltará algunas maldiciones, seguro que algunos estudiantes serían capaces de verlos, saldrán asustados y al contar lo sucedido nadie les creería —Gojo sonrió —los encargados dirán que eso no era parte de los disfraces del túnel y al crear la discordia crearemos ¡El Octavo Misterio Escolar! —estiró los brazos para dar más énfasis a su idea.
Geto y Shoko se miraron soltando un suspiro.
—No podemos hacer eso…
—Eso es despiadado…
—Shoko ¿a dónde quieres ir? —preguntó Geto ignorando la mueca de molestia de Gojo ante el rechazo de su idea, no quería comenzar a discutir sobre que no tenían que involucrar a las personas normales con las maldiciones.
—Tengo un lugar, pero quiero dejarlo para el final.
—Vamos al Túnel Embrujado, entonces —decidió Geto, cerrando los ojos de inmediato ignorando a Gojo quien le guiño un ojo —No, soltaré ninguna maldición.
Después de ello siguieron buscando otra atracción.
—No creen que es muy injusto que nosotros no podamos participar —se quejó el ojiazul.
—No tendría sentido que lo hagamos —explicó Geto —somos muy pocos para hacer un festival, además —soltó con pesadez —en serio, quieres ponerte a hacer decoraciones y cocinar cosas.
Gojo se quedó pensativo.
—Ni siquiera querías jugar hoy.
Después de pagar por algunas actividades, ingresaron a una cafetería con maids donde Gojo y Geto deslumbraron a las chicas, luego entraron un host club masculino donde Shoko impresionó recibiendo diversos números telefónicos, los tres estudiantes caminaban por los pasillos buscando una nueva distracción.
—¿No es cruel de tu parte intercambiar números cuando no saldrás con ellos? —preguntó Geto a su amiga.
—¿Quién dice que no saldré? —sonrió coqueta Shoko adelantando el camino mientras sacaba su teléfono, empezando a textear.
—¿Ah? —se sorprendió el pelinegro, cambiando su expresión al escuchar una risa burlona de Gojo —¡Cállate! —amenazó el pelinegro.
—Deberías ser más sincero con tus sentimientos —susurro.
Shoko guío a sus compañeros, al dar la vuelta al pasillo vio una fila enorme de hombres y mujeres.
—Aquí es —señaló Shoko.
—Es una fila enorme —resaltó Gojo —podríamos gastar el tiempo en otra cosa.
—No se preocupen, conozco a alguien —paso de la fila ingresando al salón.
Geto y Gojo vieron como el salón se encontraba dividido en pequeños cuartos con triplay, una mesa delgada dividía la distancia entre los clientes y la persona a la que estrechaba la mano. Era una imitación a los encuentros de las idols con sus fans.
—Les explico, esta actividad no está dentro del concurso entre salones, los alumnos pidieron a algunas personas mayores de edad que los ayuden a recaudar dinero extra para los viajes. El grupo de una conocida mía quiere recaudar dinero para que su salón salga a un viaje fuera del país.
—¿Quieres que gastemos dinero estrechando la mano de una desconocida? —pregunto Geto decepcionado.
—No es una desconocida…
—Bueno, a mí no me molesta —interrumpió el peliblanco—Oye Suguro— Gojo jalo la manga de su compañero —esa chica está haciendo un cosplay de Angewomon —señaló aguantando la respiración —y ese es Angemon —Rápidamente Gojo se quedó haciendo una pequeña cola, ansioso de tomarse una selfie con los cosplayers.
—Eso es muy otaku —dijo Geto mirándolo con vergüenza.
—Espero que no gaste su sencillo —mencionó Shoko —creo que le interesará la persona que veremos.
—¿Otro cosplayer? —pregunto aburrido.
—Mejor.
Geto vio a las "chicas" y "chicos" que continuaban en espera de tomarse fotos, no solo había cosplays de anime, también había de personajes simples como: sirvientas, brujas, caperuzas, depredador, reconoció que ese último era muy bueno.
Shoko se detuvo mirando una pequeña cola de personas que esperaban tomarse fotos o realizar otra actividad con la "modelo", sacó su teléfono nuevamente, marcando el número de Gojo avisando donde estaban.
—Mamá me dieron un omikuji, tengo una buena fortuna —celebró un niño pequeño —la sacerdotisa es muy bonita, quiero una foto —pidió el niño.
—¿Utahime-senpai? —susurro Geto al reconocer a la pelinegra con un atuendo muy diferente al que solía usar, pero representando su personaje de siempre.
—Shhh… quiero tomarla de sorpresa —lo codeo Shoko que sin querer llamo la atención de la hechicera ya graduada.
Utahime alzó la mirada notando la presencia de su amiga y Geto, los miró horrorizada, si ese par había llegado significaba que cierto peliblanco debía estar cerca. Colocó un letrero de descanso en su mesa. Avisando al último de su fila que sería el último en atender.
Tanto Shoko y Geto esperaron a que la pelinegra terminará de atender a los demás. Al terminar se colocó una bata blanca que cubría y protegía su vestimenta.
—Shoko —llamó a la castaña—¿porque me haces esto? —preguntó la pelinegra con decepción.
—Te traje clientes —dijo Shoko cruzando los brazos, mirándola seria.
—Pero ¿a él? —preguntó la pelinegra.
—Estoy aquí —saludo Geto —no creí que nos llevábamos mal —sonrió —por cierto, te ves muy bien Senpai.
—Gracias, pero mi anterior comentario no era por ti.
Geto soltó una risa mirando a su detrás de la pelinegra, ella había invocado a su pesadilla, un joven peliblanco se acercaba con algunas bolsas.
—Parece que llego tu otro cliente…
—Deberían ver todo lo que conseguí —dijo Gojo alzando las bolsas —en cuanto a las fotos, algunas chicas me pidieron una —Gojo reconoció a la delgada figura a su delante — ¡oh!
Utahime se encorvó, si su bata tuviera una capucha que ocultará su presencia, se la pondría.
—¿Utahime, eres tú? —preguntó Gojo divertido, bajo sus lentes para ver a color a la pelinegra quien se giró a verlo.
Le divertía ver su cara fastidiada, el leve sonrojo que ahora adornaba sus mejillas le pareció fascinante, sobre todo al notar el maquillaje.
—Así que tú eres la exalumna… dinos ¿cuánto cobras? —se burló en doble sentido.
—¡Cierra la boca! No quiero tu dinero, cerdo.
Gojo vio como la pelinegra se tapaba aún más, lo que aumentaba su curiosidad, giro para ver el stand que se encontraba decorado como un pequeño santuario, en la mesa había una pequeña pizarra, una caja con diversos tubitos donde se encontraban la fortuna para los interesados. Su vista se concentró en la pizarra donde analizó los precios y las actividades en venta que haría la pelinegra.
Estrechar la mano - ¥100
Abrazo - ¥200
Conoce tu fortuna - ¥250
Foto - ¥400
Beso - ¥500
—¿Besos? —dijo Gojo girando para ver a la pelinegra quien no se volteaba a verlo al notar como examinaba su stand —Creí que las sacerdotisas simbolizan pureza.
—Esto es ficticio —defendió Shoko.
—¿A poco crees que la Angewomon que está al inicio es de verdad? —se burló Geto.
Gojo colocó un brazo encima de la cabeza de la pelinegra aprovechando que esta le daba la espalda.
—Pero ella es una sacerdotisa real —remarcó un poco disconforme.
—Es mi día libre —dijo Utahime cruzándose de brazos—y esto no es un templo.
—Mmmm… —Gojo giró para mirarla serio y tratar de ver su ropa —pero usas la vestimenta.
Utahime se sonrojo levemente.
—¡Ya cállate, no tengo que darte explicaciones!
—Oye, deja de fastidiarla —dijo Shoko —senpai, quiero una foto contigo —comento la castaña ingresando al stand de la pelinegra siendo acompañada por ella.
—Lo que sucede es que esta celoso —se burló Geto susurrando esto último solo para que el peliblanco escuchará, Gojo lo miró molesto —Mira el frasco de dinero, está repleto y veo que hay muchos billetes de ¥500 —Geto aclaró su garganta — deberías ser más sincero con tus sentimientos.
Gojo se frotó la nuca, notando sus palabras volverse a él, vio como una de las alumnas interrumpió la conversación entre las féminas y se acercaba a conversar con Utahime para al final recoger el frasco lleno de dinero y colocar uno vacío.
—Si ustedes no quieren nada, váyanse —los intentó botar la pelinegra.
—Yo también quiero una foto —dijo Geto comenzando una fila, esperando que la pelinegra comenzará la sesión de fotos con Shoko.
Geto sacó su teléfono, pero en vez de apuntar a la pelinegra simuló usarlo distraídamente para enfocar a su mejor amigo, hizo zoom al rostro serio del peliblanco a causa de sus celos, su mueca cambio a uno de asombro y ensoñación, no podía apreciarse bien por los lentes, pero los movimientos de la cabeza lo delataban. Dio una mirada a todo el cuerpo de su senpai, varias veces. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del hechicero peliblanco el cual se disimuló con una de molestia, Geto movió el teléfono para grabar a la pelinegra. Ella acababa de quitarse la bata, mostrando su disfraz.
Utahime tenía un disfraz de sacerdotisa, totalmente alterado dejando muy poco de lo tradicional, la parte superior de color blanco se encontraba destapado mostrando sus hombros y levemente el nacimiento de sus pechos, se notaba delicado el cómo la tela apenas tocaba la piel pálida de la pelinegra que hacía contraste con la tela roja que decoraba las mangas anchas y el cuello. Una cinta que servía de collar con unos cascabeles adornaba su cuello. Lo que debería ser el hakama o lo que usualmente es el pantalón ancho, se había convertido en una falda tipo A con muchos pliegues, alzando así el volumen de sus caderas y resaltando la estrechez de su cintura que era decorado con un enorme moño dorado. En sus piernas tenía puestas unas medias blancas hasta medio muslo y unas sandalias japonesas color marrón con cintas rojas. En sus muñecas tenía unas pulseras con algunos cascabeles muy similar a los que usaba en batalla, aunque no tantos como a lo que estaba acostumbrada. Su maquillaje era sencillo, pero tenía algunas piedras plateadas que decoraban sus mejillas. Su cabello negro estaba amarrado a media cola con un listón rojo dejando suelto algunos mechones que enmarcaban su rostro y su flequillo recto.
—El disfraz es tan sexy —halago Shoko.
—Gracias —dijo abrazándola —Shoko ya no quiero que estemos peleadas —dijo mostrando un puchero.
—No te preocupes, después de esto —señaló con su cabeza a Gojo— ya tuve mi venganza.
—Solo tire tus cigarrillos… y lo hice por el bien de tu salud y tú me acabas de provocar una migraña —miro con molestia al peliblanco que la seguía examinando con la mirada.
—Perdón, perdón —se disculpó Shoko —Como disculpas, también pagaré por un beso.
Tanto Geto y Gojo se quedaron perplejos mirando intrigados la escena. Gojo sentía que debía interrumpir aquello, no importaba si eran dos chicas, ver a Utahime juntar sus labios con los de otra persona le generaba un malestar en el pecho.
Utahime se acercó juntando sus labios a la mejilla de la castaña.
—Muchas gracias por su colaboración —agradeció Utahime, dio una pequeña sonrisa a Geto, estiró su brazo invitándolo a entrar al stand —¿Aún quieres la foto? —preguntó mirándolo a los ojos.
Geto sintió hipnotizado por la ternura de la pelinegra, aunque el disfraz era un poco revelador para las costumbres, era un gran contraste con ver el rostro tierno de su senpai. Se acercó a ella, Utahime le sonrió amablemente tomando el brazo del pelinegro colocando en sus hombros. Lo invito a sonreír para tomarse la foto.
—Muchas gracias por su colaboración —volvió agradecer Utahime alejándose su kohai y dando una leve reverencia.
—El gusto es mío —dijo en automático Geto —esta foto será un amuleto —dijo sin pensar, recibiendo un leve codazo por parte de la castaña.
—Sécate la baba —se rio —Senpai, ¿hasta qué hora estarás aquí? Deberíamos ir a recorrer el festival.
—Les dije que ayudaría hasta las tres de la tarde, aún me quedan 15 minutos.
—Oye Gojo ¿no querrás colaborar con algo? —preguntó el pelinegro una vez que salió en su ensoñación. Vio como su compañero miraba su billetera examinando como si buscará un compartimento secreto—no me digas que ya gastaste todo tu dinero.
—Solo me quedan billetes de ¥10.000 —dijo sacando unos cuantos billetes —Utahime, tus besos son muy baratos —se quejó— ¿debería pedir todo el paquete?
Sus compañeros de clase lo miraron con pena, mientras que la pelinegra abría la boca asombrada por la cantidad de efectivo que manejaba su odioso kohai.
—¡Oye, chico guapo! —lo llamó una chica con disfraz de bruja —aquí tengo cambio, pero debes pagar por un beso y un abrazo.
La pelinegra la miró molesta, recibiendo un guiño de su compañera quien fue ignorada por Gojo, provocando un puchero. El peliblanco se acercó a la pelinegra, debido a que estaban separados por la mesa, se inclinó para susurrarle al oído.
—¿Cuántos besos recibo por ¥10.000? —aprovechó para dar un pequeño beso en la oreja de la pelinegra.
—Aléjate Gojo —la pelinegra se alejó tapando su oreja recién besaba, protegiéndolo de futuros ataques.
—¿No me quieres cobrar? —sonrió galante —para mí son gratis ¿eh?
—¡Para ti son imposibles!
—No me iré sin colaborar —se quejó, haciendo molestar a la cola que se había formado después de él —Oye Suguru préstame ¥1.000
Recibió el billete por parte de su amigo, acompañado de una broma que debía pagarle con intereses. Coloco el billete en el frasco ingresando al stand, se sacó los lentes de sol y tomó los hombros de la pelinegra, se inclinó para darle un beso en su frente, sorprendiendo a todos los que miraban la escena incluido a la sacerdotisa. Una vez que terminó junto su frente con la de ella.
— ¥1.000 por dar besos a la sacerdotisa, es una nueva tarifa —mencionó en voz baja solo audible para ella, la pelinegra trato de alejarlo colocando sus manos en su pecho —pero si tú quieres pago los ¥10.000 por recibir un beso tuyo —la cogió de las muñecas acariciándolas hasta llegar a sus manos —¡Oh! ¿Ya son las 3? —dijo viendo su reloj.
Las personas se alejaron del puesto, algunos aun volteando a ver la escena del par de adolescentes.
—Deja de tocarme —mencionó la pelinegra girando su rostro para no ver los ojos celestes del peliblanco.
Gojo la soltó, giró la cabeza para ver el rostro sorprendido de sus compañeros, quienes empezaron a toser incómodos.
—Senpai, te esperamos afuera —dijo Shoko agarrando la mano de Geto para salir del aula, quien alzó su mano libre del agarre de Shoko mostrando un pulgar arriba.
"¡Eso es mostrar tus sentimientos!" —pensaron Gojo y Geto, el primero triunfante y el segundo felicitándolo.
Utahime se colocó la bata nuevamente cogiendo una mochila donde tenía su ropa, la abrió y empezó a revisarlo.
—Utahime —la llamó Gojo recibiendo un "Uh" de parte de Utahime quien estaba de espaldas —te ves hermosa de sacerdotisa, todos los días —dijo antes de irse.
La pelinegra volteo al instante viendo como el peliblanco se iba corriendo.
"Todos los días"
Todos los días ella solo usaba su traje tradicional de sacerdotisa.
Muchas gracias por leer
Nos leemos en el siguiente capítulo, será un Yuta X Maki con la letra "C"
